Comunidad y Familia
Comunidad y Familia
Comunidad y Familia
DAD Y
FAMILIA Oración a la Sagrada Familia
Enséñanos la necesidad
del trabajo de reparación,
del estudio,
de la vida interior personal,
de la oración,
que sólo Dios ve en los secreto;
enséñanos lo que es la familia,
su comunión de amor,
su belleza simple y austera,
su carácter sagrado e inviolable. Amén
Pentecostés no terminó con la efusión del Espíritu Santo. Eso fue sólo el
inicio. El culmen de la obra del Espíritu fue cuando aquella multitud de
convertidos fueron bautizados y de esa manera injertados en la
comunidad cristiana presidida por los Apóstoles. Por esta razón, nadie
puede hablar de su "pentecostés personal" si no está viviendo de alguna
forma la vida comunitaria con los demás hermanos en la fe. La
comunidad cristiana no es producto de una técnica o dinámica. Es la obra
del Espíritu que no se detiene jamás.
El nudo humano
No está integrada por santos y perfectos, sino por personas que están
decididas a seguir adelante en su proceso de conversión.
Es alli donde van a recibir todo el amor, apoyo y cuidado que necesitan
para la Nueva Vida que inician. Sin embargo, el desarrollo pleno de una
persona no se da en la medida que recibe sino especialmente al
compartir cuanto es y tiene, con otros. Esto es precisamente la
comunidad. El lugar y el ambiente que favorece la comunión de todos
con Dios y la participación entre todos los miembros.
La Primera Comunidad
Reflexión
Video: https://youtu.be/nV0jSSoTIFY
5 PRINCIPIOS PARA VIVIR EN COMUNIDAD CRISTIANA:(15 min)
Era una vez un padre que tenía siete hijos. Cuando estaba para morir, llamó a
los siete y les dijo así:
—Hijos, ya sé que no puedo durar mucho; pero antes de morir quiero que cada
uno de vosotros me vaya a buscar un mimbre seco y me lo traiga aquí.
— ¿Yo también? -preguntó el menor, que sólo tenía cuatro años.
El mayor tenía veinticinco, y era un muchacho muy fuerte, y el más valiente de
la aldea.
—Tú también -respondió el padre al menor. Salieron los siete hijos, y de allí a
poco volvieron, trayendo cada uno su mimbre seco.
El padre cogió el mimbre que trajo el hijo mayor, y se lo entregó al más
pequeño, diciéndole:
—Parte este mimbre.
El pequeño partió el mimbre, y no le costó nada partirlo.
Después el padre entregó otro mimbre al mismo hijo más pequeño, y le dijo:
—Ahora, parte ése también.
El niño lo partió, y partió, uno por uno, todos los demás, que el padre le fue
entregando, y no le costó nada partirlos todos. Partido el último, el padre dijo
otra vez a los hijos:
—Ahora, id por otro mimbre y traédmelo.
Los hijos volvieron a salir, y de allí a poco estaban junto al padre, cada uno
con su mimbre
—Ahora, dádmelos acá -dijo el padre.
Y de los mimbres todos hicieron un haz, atándolos con un junco. Y volviéndose
hacia el hijo mayor, le dijo así:
— ¡Toma este haz! ¡Pártelo!
El hijo empleó cuanta fuerza tenía; pero no fue capaz de partir el haz.
— ¿No puedes? -preguntó al hijo.
—No, padre; no puedo.
— ¿Y alguno de vosotros es capaz de partirlo? Probad...
Ninguno fue capaz de partirlo, ni dos juntos, ni tres, ni todos juntos.
El padre les dijo entonces:
—Hijos míos, el menor de vosotros partió, sin costarle nada, todos los
mimbres; mientras los partió uno por uno; y el mayor de vosotros no pudo
partirlos todos juntos, ni vosotros, todos juntos, fuisteis capaces de partir el haz.
Pues bien, acordaos de esto y de lo que voy a deciros: mientras todos vosotros
estéis unidos, como hermanos que sois, nadie se burlará de vosotros, ni os
hará mal ni os vencerá. Pero luego que os separéis o reine entre vosotros la
desunión, fácilmente seréis vencidos.
Acabó de decir esto y murió, y los hijos fueron muy felices, porque vivieron
siempre en buena hermandad, ayudándose siempre unos a otros; y como no
hubo fuerza que los desuniese, tampoco hubo nunca fuerza que los venciese.
Reflexión:
Oración final:
Padre nuestro, tu que nos has llamado a la fraternidad, danos tu ayuda
para construirla. Dame tu amor para que pueda estar cercano a mis hermanos
y hermanas. Hazme capaz de darles mi palabra, mi silencio, mi alegría, mi
dolor, mi vida.