Comunidad y Familia

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COMUNI  Oración Inicial: (5 min)

DAD Y
FAMILIA Oración a la Sagrada Familia

Sagrada Familia de Nazaret;


enséñanos el recogimiento,
la interioridad; 
danos la disposición de 
escuchar las buenas inspiraciones y las palabras 
de los verdaderos maestros.

Enséñanos la necesidad 
del trabajo de reparación,
del estudio, 
de la vida interior personal, 
de la oración,
que sólo Dios ve en los secreto;
enséñanos lo que es la familia, 
su comunión de amor, 
su belleza simple y austera, 
su carácter sagrado e inviolable. Amén

 Resumen del encuentro anterior (10 min)

Pentecostés no terminó con la efusión del Espíritu Santo. Eso fue sólo el
inicio. El culmen de la obra del Espíritu fue cuando aquella multitud de
convertidos fueron bautizados y de esa manera injertados en la
comunidad cristiana presidida por los Apóstoles. Por esta razón, nadie
puede hablar de su "pentecostés personal" si no está viviendo de alguna
forma la vida comunitaria con los demás hermanos en la fe. La
comunidad cristiana no es producto de una técnica o dinámica. Es la obra
del Espíritu que no se detiene jamás.

 Dinámica: (20 min)

El nudo humano

 Un coordinador pide un voluntario, aunque puede designar a alguien


específico si sus necesidades así se lo demandan.
 En el grupo que queda de confirmantes se les pide que se coloquen en
ronda, luego que levanten su mano derecha y deberán agarrase con
cualquier otra mano de otro confirmante, del mismo modo deberán
hacerlo con su mano izquierda, está prohibido agarrase las manos
con su compañero de al lado, que se encuentre a su derecha o
izquierda, tampoco deben hablar
 El voluntario elegido asumirá el rol de líder y su tarea consistirá en
llevar a ese grupo a su estructura original, que éstas no pueden soltarse
de las manos y a la vez no pueden proferir palabra alguna.
 El líder deberá tratar de deshacer ese nudo humano, terminada la
dinámica cuando el grupo esté en su estructura original se realizara una
reflexión.

 Reflexión (10 min).-

La nueva vida traída por Jesucristo no se puede vivir al margen de los


demás. Tiene que ser compartida con otros hermanos en la fe y abierta
a todo hombre. Por esta razón la comunidad cristiana no es opcional
para el creyente, sino la única manera de ser cristiano completo

Dios no nos quiere salvar aislados sino formando un cuerpo, una


comunidad a la que El llama su Pueblo, donde somos colaboradores en
la obra salvífica, e interdependientes unos de los otros.

La Iglesia es instrumento de salvación, medio necesario para hacer


presente los meritos y los frutos de la acción salvífica de Cristo Jesús.
Así como Jesús fue enviado por su Padre, el mismo envió a los suyos
con la misma misión: instaurar el Reino de Dios en este mundo. El
cristianismo "a mi manera" no es cristianismo.

Es una contradicción de términos, ya que la única forma de ser cristiano


es a la manera de Jesús que es formando su Cuerpo. No existe otra
forma de ser cristiano. Seria engaño y falsedad.

En la Iglesia, comunidad de creyentes, se da el encuentro de Dios con el


hombre. Cristo Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, es el nuevo
y definitivo Templo donde se encuentran y se unen para siempre la
Divinidad con la humanidad.

La comunidad no es una estructura sino un ambiente de fe donde se


hace efectiva y palpable la salvacion de Jesús. No consiste
necesariamente en vivir juntos, pero si en vivir unidos por el vínculo del
amor y por un objetivo común: vivir el Evangelio.

No está integrada por santos y perfectos, sino por personas que están
decididas a seguir adelante en su proceso de conversión.

La pequeña comunidad no es un lujo sino una familia que llega a ser


necesaria para todo aquel que haya nacido de nuevo y que quiera crecer
en la vida del Espíritu.

Si la comunidad es necesaria para todos, lo es de manera especial para


los recién nacidos en la fe, para quienes han renovado sus sacramentos
de iniciación y están deseosos de vivir más plenamente su cristianismo.

Es alli donde van a recibir todo el amor, apoyo y cuidado que necesitan
para la Nueva Vida que inician. Sin embargo, el desarrollo pleno de una
persona no se da en la medida que recibe sino especialmente al
compartir cuanto es y tiene, con otros. Esto es precisamente la
comunidad. El lugar y el ambiente que favorece la comunión de todos
con Dios y la participación entre todos los miembros.

La pequeña comunidad es un grupo estable, integrado por quienes han


vivido ya la experiencia inicial de la conversión, han tenido su encuentro
personal con Jesús resucitado y han recibido la efusión del Espíritu
(Bautismo en el Espíritu Santo) que los ha dejado marcados para
siempre.

En esta pequeña comunidad se abre el corazón, las relaciones son más


profundas. Allí se recibe y comparte amor, comprensión,
acompañamiento en la fe, corrección fraterna se ora por las necesidades
personales y se camina en el proceso de sanación integral de las
personas.

El encuentro personal con Cristo Jesús debe llevarnos necesariamente a


un encuentro con nuestros hermanos. Quien ama a Jesús, cabeza del
cuerpo, ama igualmente a todo el cuerpo. Quien recibe a Jesús recibe a
los discípulos de Jesús.

Vivir en comunidad significa vivir Un amor que es obvio y efectivo de tal


manera que desde fuera se llega a decir como de nuestros primeros
hermanos en la fe: "Miren cómo se aman".

Especialmente la primera comunidad que Dios quiere integrar desde lo


más profundo es la familia misma. El quiere no individuos convertidos
sino familias convertidas; el busca familias evangelizadas. Jesús no
convirtió a Zaqueo cuando este se encontraba encaramado en el
sicomoro, sino que lo Ilevó hasta su casa y junto con dona Zaquea y los
Zaqueitos, entró la salvación a todo el hogar.

Si no nos atrevemos a dar el paso de formar verdaderas comunidades


donde exista la unidad del Espíritu, sin rivalidad ni competencias,
buscando mas servir que ser servidos, jamás experimentaremos la vida
en abundancia traída por Jesús.

El maravilloso plan de nuestro Padre Dios es transformarnos en Jesús.


Sin embargo, no se trata de que cada uno de nosotros sea otro Cristo,
sino de que todos, unidos por el Espíritu Santo, manifestamos en forma
visible el cuerpo de Cristo.

 Cita Bíblica : Hechos 2, 42-47

La Primera Comunidad

Eran asiduos a la enseñanza de los apostoles, a la convivencia


fraterna, a la fracción del pan y las oraciones. Toda la gente sentía un
santo temor, ya que los prodigios y señales milagrosas se multiplicaban
por medio de apostoles. Todos los que habían creido vivian unidos;
compartían todo cuando tenían, vendían sus bienes y propiedades y
repartían después el dinero entre todos según las necesidades de cada
uno.

Todos los días se reunian en el Templo con entusiasmo, partian el


pan en sus casas y compartían la comida con alegría y con gran
sencillez de corazón. Alababan a Dios y se ganaban la simpatía de todo
el pueblo; y el Señor agregaba cada dia a la comunidad a los que iban
salvando.

 Reflexión

Una comunidad, no es más que un grupo de personas que


asociadas tienen como objetivo llevar una vida o gustos
en común basadas en el apoyo y ayuda mutua. El cristianismo, es
una religión o creencia que se basa en la vida, enseñanza y muerte de
Jesucristo donde se estudia y practica tanto el nuevo testamento, como
el antiguo testamento. Entonces, se puede decir que la comunidad
cristiana es un grupo de personas, líderes y seguidores que comparten
un estilo de vida y adoración por la cual se rigen, tanto sus creencias
como sus costumbres haciéndolas primordial a la hora de ejercer
decisiones y actos en adoración a Dios y su hijo.

La comunidad cristiana se basa en alabar la vida del hijo de Dios


hecho hombre, su vida, su sacrificio y su paso por la tierra. Su
enseñanza es la base fundamental del culto cristiano y a pesar de que
muchos creen que fue el mismo Jesús quién creó la religión, realmente
fue la iglesia quien arraigo dichas enseñanzas a través de la historia y el
mundo. Esta creencia genera contradicciones de manera general, ya
que muchos catalogan al cristianismo como la religión evangélica, sin
embargo, la explicación más exacta para el término cristiano no es más
que “toda persona o iglesia que crea en las enseñanzas de Dios y su
hijo” por lo cual no hace referencia a una doctrina en particular.

 Video: https://youtu.be/nV0jSSoTIFY
 5 PRINCIPIOS PARA VIVIR EN COMUNIDAD CRISTIANA:(15 min)

1. COMPROMISO CON DIOS: Antes de tener un compromiso con la


comunidad, hay que tener un compromiso TOTAL con Dios. El primer
mandamiento de Dios es AMAR A DIOS, con todo nuestro corazón,
con toda nuestra mente, con toda nuestra alma y con toda nuestra
fuerza. Poner a Dios en todo lo que hacemos, nos lleva a empezar a
amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Cuando nuestro
compromiso es completo con Dios, vamos a poder superar cualquier
problema que surja entre nosotros y otros miembros de la
comunidad. Poner a Dios primero significa que nos comprometemos
a amar a nuestros hermanos y hermanas PASE LO QUE PASE. De
esa forma, cada uno de nosotros toma responsabilidad en
asegurarse que la comunidad esté operando en armonía con la
voluntad de Dios.
2. RENUNCIAR A LA PROPIEDAD PRIVADA: "Los primeros cristianos
obedecieron el mandamiento de Jesús de vender sus posiciones y dar a
los necesitados" Hechos 2:44-45. "Todos los creyentes vendían sus
propiedades y daban el dinero a los Apóstoles, quienes lo repartían en
todos los que necesitaban. Nadie decía que algo era suyo, sino que
tenían todas sus cosas en común." Hechos 4:32-35 "¿Cómo podemos
decir que nos amamos los unos a los otros, si no estamos dispuestos a
compartir libremente lo que tenemos los unos con los otros?" Juan 3:17
"¿Cómo puede ser que en una Iglesia haya gente que tenga más
riqueza que material que otra?" Santiago 2:15. Al tener un compromiso
en renunciar a toda posesión privada, y en compartir todo lo que
tenemos los unos con los otros, eliminamos la mayor causa de los
problemas que surgen en el mundo: EL AMOR AL DINERO.
Descubrimos que por medio del milagro de compartir lo poco que
tenemos se multiplica, hay suficiente para todos, y no hay
DESIGUALDAD.

3.RENUNCIAR AL "YO" COMO CENTRO: Cuando nos hemos


desprendido de lo material, queda entregar nuestras vidas como
sacrificios vivos a Dios y para los demás. Cuando vivimos en comunidad
cristiana ya no podemos pensar más como individuos aislados de los
demás. La biblia dice que los cristianos somos UN CUERPO, en donde
CADA PERSONA cumple una función y nutre al resto. “Todos los
miembros del cuerpo están sujetos a la cabeza, que es Cristo, y sujetos
los unos a los otros en esa unidad" Efesios 4:11- 16 Efesios 5:21:32.
Ya no actuamos arbitrariamente en desigualdad con los demás, sino que
reconocemos que cualquier decisión que tomamos afecta a la
comunidad. Por eso, se necesita de una unión constante, en donde se
hable de las metas que cada uno quiere lograr y como encajan con las
metas de la comunidad. Se necesita del acompañamiento de los unos
con los otros para trabajar juntos en la Misión que Dios nos ha dado. De
esta forma, cada éxito que se logra es un éxito para todos y cada
desafío que existe es un desafío que todos debemos superar juntos.

4. DECIR LA VERDAD EN AMOR: El verdadero amor, es un amor que


corrige y disciplina a los demás cuando ven que están yendo por un
camino equivocado. Si vamos a tener una verdadera unidad entre
nosotros, no podemos seguir el modelo tradicional del sistema religioso,
en donde nos sentamos sólo por unas horas en la semana, y nos
escondemos detrás de una sonrisa plástica. Decir la verdad en amor
significa estar dispuestos a ser vulnerables delante de los demás y
tomar un interés genuino y activo por el crecimiento espiritual de
nuestros hermanos en la fe. Jesús nos dio un método práctico y eficaz
para corregir los errores que surgen en la comunidad y para resolver
nuestros desacuerdos. "Si tu hermano peca, repréndelo." Juan 17:3.
"Tratándolo de hacerlo con un espíritu de mansedumbre. Primero
vamos, y hablamos con la persona que haya hecho algo malo. Si se
arrepiente, lo perdonamos." Mateo 18:15. "Pero si se reúsa a
arrepentirse, involucramos a una o dos personas para ayudarnos a
resolver el problema." Mateo 18:16. "Si la persona en falta todavía
resiste la verdad en esa segunda etapa de resolución, entonces el tema
se trae frente a toda la comunidad, y si la persona se reúsa a escuchar a
toda la comunidad, se deja de considerar a la persona como miembro
del grupo" Mateo 18:17. Resolver tensiones, mal entendidos y conflictos,
a lo largo nos ayuda a desarrollar una unidad y amor más profundo y
sólido.
 Pasos prácticos para resolver nuestros problemas:
 ⦁ Hablar a solas con el hermano
 ⦁ Involucrar a uno o dos consejeros
 ⦁ Traer el tema frente a toda la iglesia

5. MANTENER EL ALTO ESTÁNDAR: Si queremos vivir en una


comunidad que edifique seguidores, es necesario que solamente
aceptemos a aquellas personas que sinceramente desean ser discípulos
como miembros de la comunidad. Para lograr eso, debemos
asegurarnos de que somos VERDADEROS DISCÍPULOS DE JESÚS, y
luego aplicar los mismos estándares a cualquier otra persona que quiera
formar parte. El estándar del discipulado de Jesús es alto, la importancia
de obedecer y permanecer en las enseñanzas de Cristo; renunciar a
todas las posesiones y trabajar para Dios en tiempo completo. Estos son
los mismo estándares que debemos aplicar para cualquier que quiera
ser parte de nuestro equipo. Como resultado, es probable que no se
forme comunidades populares con muchas personas, pero atraeremos a
las personas correctas, las que realmente quieren ser discípulos de
Jesús. El enfoque debe ser en la CALIDAD de los discípulos que se van
a formar Y no en la CANTIDAD.

 Dinámica de los palitos de helado y cuento (15 min)

Materiales: Un paquete de palitos de helado, estos deberan


estar unidos todos con una gomilla
 Se les pedirá a cada confirmante que tome los palitos y trate de
partirlos por la mitad. Luego que cada uno haya intentado se leerá
el siguiente cuento

Cuento: La parábola de los 7 mimbres

Era una vez un padre que tenía siete hijos. Cuando estaba para morir, llamó a
los siete y les dijo así:
—Hijos, ya sé que no puedo durar mucho; pero antes de morir quiero que cada
uno de vosotros me vaya a buscar un mimbre seco y me lo traiga aquí.
— ¿Yo también? -preguntó el menor, que sólo tenía cuatro años.
El mayor tenía veinticinco, y era un muchacho muy fuerte, y el más valiente de
la aldea.
—Tú también -respondió el padre al menor. Salieron los siete hijos, y de allí a
poco volvieron, trayendo cada uno su mimbre seco.
El padre cogió el mimbre que trajo el hijo mayor, y se lo entregó al más
pequeño, diciéndole:
—Parte este mimbre.
El pequeño partió el mimbre, y no le costó nada partirlo.
Después el padre entregó otro mimbre al mismo hijo más pequeño, y le dijo:
—Ahora, parte ése también.
El niño lo partió, y partió, uno por uno, todos los demás, que el padre le fue
entregando, y no le costó nada partirlos todos. Partido el último, el padre dijo
otra vez a los hijos:
—Ahora, id por otro mimbre y traédmelo.
Los hijos volvieron a salir, y de allí a poco estaban junto al padre, cada uno
con su mimbre
—Ahora, dádmelos acá -dijo el padre.
Y de los mimbres todos hicieron un haz, atándolos con un junco. Y volviéndose
hacia el hijo mayor, le dijo así:
— ¡Toma este haz! ¡Pártelo!
El hijo empleó cuanta fuerza tenía; pero no fue capaz de partir el haz.
— ¿No puedes? -preguntó al hijo.
—No, padre; no puedo.
— ¿Y alguno de vosotros es capaz de partirlo? Probad...
Ninguno fue capaz de partirlo, ni dos juntos, ni tres, ni todos juntos.
El padre les dijo entonces:
—Hijos míos, el menor de vosotros partió, sin costarle nada, todos los
mimbres; mientras los partió uno por uno; y el mayor de vosotros no pudo
partirlos todos juntos, ni vosotros, todos juntos, fuisteis capaces de partir el haz.
Pues bien, acordaos de esto y de lo que voy a deciros: mientras todos vosotros
estéis unidos, como hermanos que sois, nadie se burlará de vosotros, ni os
hará mal ni os vencerá. Pero luego que os separéis o reine entre vosotros la
desunión, fácilmente seréis vencidos.
Acabó de decir esto y murió, y los hijos fueron muy felices, porque vivieron
siempre en buena hermandad, ayudándose siempre unos a otros; y como no
hubo fuerza que los desuniese, tampoco hubo nunca fuerza que los venciese.

 Reflexión:

 Tarea para la casa:


Pedirles a todos los confirmantes que les escriban una carta a su familia,
que escriban todo lo que les querrían decir, y esas cartas deberán
traerlas el siguiente sábado. Las cartas deben ser anónimas.

 Oración final:
Padre nuestro, tu que nos has llamado a la fraternidad, danos tu ayuda
para construirla. Dame tu amor para que pueda estar cercano a mis hermanos
y hermanas. Hazme capaz de darles mi palabra, mi silencio, mi alegría, mi
dolor, mi vida.

Te doy gracias, padre porque no me quisiste solo en el mundo, sino que


me diste una familia, amigos, compañeros de camino, con quienes compartir mi
vida.

Ayúdame a ser siempre causa de unión entre mis hermanos y a nunca


negarle mi amor y mi apoyo a todos los que me necesitan. Amen

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