GARRETT, Thomson. Bogotá, Panamericana Editorial, 2002, 272 Págs. Colección Pedagogía y Educación
GARRETT, Thomson. Bogotá, Panamericana Editorial, 2002, 272 Págs. Colección Pedagogía y Educación
GARRETT, Thomson. Bogotá, Panamericana Editorial, 2002, 272 Págs. Colección Pedagogía y Educación
GARRETT, Thomson.
Introducción a la práctica de la filosofía.
Bogotá, Panamericana Editorial, 2002, 272 págs.
Colección Pedagogía y Educación.
Edison Torres
1
JEAGER, Werner. La teología de los primeros filósofos griegos. Fondo de Cultura
Económica. México. 1997, pp. 28-29.
en primera instancia el fragmento de Anaximandro a partir del cual se elabora
el valioso comentario de Soares.
... a partir de donde hay generación para las cosas, hacia allí también se
produce la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan la culpa unas
a otras y la reparación de la injusticia, de acuerdo con el ordenamiento del
tiempo (DK 12 B 1).
2
SOARES, Lucas. Anaximandro y la tragedia, la proyección de su filosofía en la Antígona
de Sófocles. Editorial Biblos. Buenos Aires. 2002, pág. 27.
No es, por supuesto, una novedad la interpretación jurídico-moral del
fragmento de Anaximandro, que se hallaba ya en W. Jeager cuando advertía
que Anaximandro no sólo fue el primer hombre que escribió una obra filosófica
en prosa pugnando por encontrar la clave de la estructura oculta de la realidad,
sino que en su concepción del Tiempo como juez, inauguró la analogía política
bajo la forma de una justicia inmanente imputable al reino del Ser. Ahora
bien, Soares muestra con claridad que términos involucrados en el fragmento,
como: “culpa”, “reparación”, “injusticia”, “castigo”, interpretan el orden
cósmico de Anaximandro en términos “jurídicos”, como un universo en donde
impera alternadamente la legalidad y la ilegalidad, la culpa y el castigo. Esta
será, precisamente, la plataforma de proyección de la filosofía de
Anaximandro en la Antígona de Sófocles, núcleo del libro de Soares y como
tal su aporte para la revisión tanto de la historia del pensamiento antiguo,
como de los patrones morales y jurídicos de la tragedia.
Soares parte de la interpretación de Antígona como uno de los testimonios
más antiguos del enfrentamiento entre las dos legalidades (i.e. la divina y la
humana); oposición que se da en tres pasos, a saber: a) Antígona y Creonte
como representantes simbólicos de la ley divina y la ley humana,
respectivamente; b) el grado de participación y la toma de posición de ambos 141
personajes en el enfrentamiento entre las dos legalidades; c) la dilucidación
del núcleo del conflicto trágico como ‘oposición’, ‘retribución’ y ‘destrucción’
de los representantes de las leyes divinas y humanas.
El problema de la restitución del equilibrio en el fragmento de Anaximandro
y en Antígona, es tratado por Soares en el último capítulo de su libro; allí se
plantea cómo en el fragmento de Anaximandro el equilibrio se consuma una
“Así establecidas las cosas, la única alternativa viable que nos queda para
la buscada concreción del equilibrio está dada por la desaparición del contraste
mutuo entre las legalidades, esto es, la destrucción de las mismas en su
reabsorción o reingreso al seno de «lo divino»”.3
3
Ibíd., pág. 144.
de su pensamiento, sobre la relevancia de términos utilizados por Anaximandro
como: “generación”, “destrucción”, “reparación”, “necesidad”, “las cosas”,
“culpa”, “injusticia”, “ordenamiento”, “tiempo”. Una conclusión importante
apunta a señalar cómo a partir del comportamiento de “las cosas” en
Antígona, se llega a pagar recíprocamente la culpa y la injusticia, estado de
cosas perfectamente ilustrado con anterioridad en el fragmento de
Anaximandro, lo que lleva a considerar la influencia de éste último en la
tragedia griega del período clásico. Una conclusión más señala la necesidad
de superar la idea ingenua sobre el progreso en la historia de la filosofía que
nos ha hecho mirar a los filósofos presocráticos como precursores del
pensamiento científico moderno; a cambio, basta reconocer a éstos como
pensadores que elaboraron –en palabras de Soares– un marco conceptual
adecuado para la discusión de algunos problemas de carácter filosófico.
El libro de Lucas Soares, producto de una investigación realizada mediante
una beca otorgada por la Universidad de Buenos Aires, y dirigida por la
profesora María Isabel Santa Cruz es, finalmente, un importante eslabón en
la decisión por el trabajo filosófico riguroso en tierras suramericanas.
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REVISTA PRAXIS FILOSÓFICA