Ventilación Industria - p1

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REQUERIMIENTOS DE VENTILACIÓN EN LA INDUSTRIA

Los procesos de producción pueden ir acompañados de


impurezas (materias extrañas que hacen que el aire resulte
insatisfactorio desde el punto de vista de la higiene
industrial).

• gases o vapores nocivos


• vapor de agua
• polvo
• calor

El aire es un agente transmisor de todos los


contaminantes y del calor (por convección).

La ventilación tiene por objetivo el mantenimiento de


la pureza y de unas condiciones prescritas en el aire de
un local, es decir, el mantenimiento la temperatura
ambiente, la velocidad del aire y los niveles de impurezas
entre ciertos límites. Esta tarea se lleva a cabo extrayendo el
aire viciado del local e introduciendo aire puro para
reemplazarlo.

La ventilación constituye uno de los métodos


preventivos más eficaces utilizados en la higiene
industrial, ya que consiste en la eliminación del aire
contaminado en los locales de trabajo mediante la
sustitución por aire fresco. Por tanto, se puede decir que el
propósito de la ventilación es el mantenimiento de un estado
y composición del aire que resulten apropiados a las
necesidades higiénicas.
Este proceso consiste, esencialmente, en un intercambio
de calor y masa entre el aire entrante (exterior) y el
del interior del local.

• Si la temperatura del aire interior tiende a rebasar los


límites establecidos, debido a un exceso de producción
interna de calor, se introduce aire frío que al mezclarse
con el aire más caliente del local mantiene la temperatura
dentro de sus límites.

• Si el problema es el exceso de gases o vapores nocivos, el


objetivo es mantener las concentraciones de los
contaminantes dentro de los límites establecidos mediante
dilución del aire enrarecido o viciado con el aire exterior.

Para determinar la cantidad de aire a renovar, en los


locales de trabajo, son los criterios de bienestar y
confort1 los que determinan los requerimientos de
ventilación.

Con el objetivo de establecer las "zonas de bienestar", en


función de la situación ocupacional de los operarios, en un
amplio marco normativo-legislativo se definen los intervalos
de variación de diferentes parámetros. Estos parámetros
básicos son:

• Temperatura de las superficies perimétricas del local


• Temperatura del aire del local (temperatura seca)
• Humedad relativa del aire
• Velocidad del aire en la zona de trabajo
• Pureza del aire (polvos, gases y vapores -incluyendo
olores-).

(1) Confort: situación en la que se han reducido al máximo las


tensiones y los ocupantes pueden adaptarse al ambiente desarrollando
un esfuerzo corporal mínimo.
RD 486/97

La temperatura de los locales en los que se realicen,

• Trabajos sedentarios (oficinas o similares): 17 y 27º C


• Trabajos ligeros: 14 y 25º C

La humedad relativa: entre 30 y 70%, excepto en los locales


donde existan riesgos por electricidad estática en los que el
límite inferior será el 50%.

Los trabajadores no deberán estar expuestos de forma


frecuente o continuada a corrientes de aire cuya velocidad
exceda los siguientes límites:

• Trabajos en ambientes no calurosos: 0,25 m/s.


• Trabajos sedentarios, ambientes calurosos: 0,5 m/s.
• Trabajos no sedentarios, ambientes calurosos: 0,75 m/s

Estos límites no se aplicarán a las corrientes de aire


expresamente utilizadas para evitar el estrés en
exposiciones intensas al calor.

La renovación mínima del aire de los locales de trabajo,


será:

• Trabajos sedentarios, ambientes no calurosos ni


contaminados por humo de tabaco: 30 metros /hora y
3

trabajador
• Casos restantes: 50 metros3/hora y trabajador

El sistema de ventilación empleado y, en particular, la


distribución de las entradas de aire limpio y salidas de aire
viciado, deberán asegurar una efectiva renovación del aire del
local de trabajo.
TIPOS DE VENTILACIÓN

Para llevar a cabo la ventilación de un recinto es necesario


extraer o aspirar el aire viciado y reemplazarlo por aire puro,
para lo que es necesario impulsar aire hacia el interior.

Por esta razón se habla de ventilación:

• por Extracción o Aspiración


• por Impulsión

Lo habitual es que los sistemas utilizados en la aspiración y la


impulsión estén acoplados (entra la misma cantidad de aire que
sale). Sin embargo, en ciertas ocasiones, y por motivos ajenos
a la ventilación, es posible que se extraiga más aire del que se
impulsa persiguiendo una presión en el interior más baja que la
atmosférica (por ejemplo, para controlar la presencia de ciertos
contaminantes) o viceversa, buscando sobrepresiones en el
interior (las salas blancas o “clean rooms”).

A su vez, la ventilación puede ser:

• Natural: el impulso o extracción de aire se produce sin


aportación de energía para este fin.
• Forzada: se utiliza alguna fuente de energía -motores
eléctricos, endotérmicos, etc.- para impulsar o extraer el
aire.
También se puede clasificar la ventilación en:

• General o Dilución: los contaminantes pueden propagarse


libremente por todo el recinto a ventilar siguiendo las
corrientes de aire, siendo la misión del aire puro la dilución
de las impurezas hasta la concentración máxima admisible.
Este sistema sólo resulta práctico si el contaminante no es
demasiado tóxico y su emisión es uniforme.

• Localizada: tiene por objeto la extracción del aire


polucionado en el mismo sitio en que se produce, por eso
se denomina habitualmente aspiración o extracción
localizada. Se impide, de esta forma, la propagación de
las impurezas por el recinto y se consigue que sea mínima
la cantidad de aire a mover. La aspiración localizada no
constituye una ventilación propiamente dicha, aunque es el
sistema más utilizado para controlar el contaminante en el
foco emisor.

La eliminación de los gases, vapores y polvos se realiza,


habitualmente, mediante sistemas de ventilación forzada. No
obstante, en numerosas ocasiones, cuando se trata de
eliminar vapor de agua o calor es posible optar por un
sistema de ventilación general (por dilución) que, además,
puede ser natural, sobre todo para asegurar la economía de la
instalación cuando son grandes los volúmenes de aire a
renovar.

El objetivo de esta lección es llegar a diseñar el sistema


de ventilación de una edificación mediante un sistema de
ventilación natural general. Ello se puede conseguir
mediante un adecuado diseño de las formas y los
volúmenes (geometría) de la edificación.
VENTILACIÓN NATURAL

Por ventilación natural se entiende la que se produce sin


aportación de energía para este fin.

Numerosos ensayos muestran que en las edificaciones


industriales es posible mover del orden de millones de
kilogramos de aire por hora con la ventilación natural. Si estas
cantidades de aire se tuvieran que mover con medios
mecánicos se consumiría una cantidad muy elevada de energía,
lo que muestra la gran importancia económica de la ventilación
natural, y sobre todo, la importancia de utilizarla como medio
de evacuación del calor y combinarla con sistemas de
extracción localizada para la eliminación de otras impurezas
(polvos, gases y vapores).

La renovación natural del aire resulta deseable, sobre todo, en


las edificaciones donde se libera gran cantidad de calor y
humedad; por ejemplo, altos hornos, laminadoras, forjas,
fundiciones, talleres de tratamientos térmicos, salas de
calderas, salas de máquinas, etc.

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