Amparo Tributario Modelo

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INICIA ACCIÓN DE AMPARO.

Señor/a Juez/a:

SANTIAGO OCHOA, abogado (Tº 42 Fº 214 CPACF),


xxxxxxx, abogado (Tº xx Fº xx CPACF), xxxxxxx, abogado (Tº xx Fº xx
CPACF), xxxxxxx, abogado (Tº xx Fº xx CPACF) y xxxxxxx, abogado (Tº xx
Fº xx CPACF), apoderados de LA CASA DE LOHANA Y DIANA ONG,
constituyendo domicilio procesal electrónico y físico en Av. Pres. Figueroa
Alcorta 2263, de esta Ciudad, a V.S. respetuosamente me presento y digo:

I. ACREDITO PERSONERÍA

Que, tal como lo acredito con la copia del poder que


acompaño, y sobre cuya vigencia y autenticidad presto juramento, soy
apoderado con facultades suficientes de LA CASA DE LOHANA Y DIANA
ONG, con domicilio en Echeverría 4422, La ferrère, partido de La Matanza,
Provincia de Buenos Aires.

II. OBJETO

Nos presentamos e iniciamos la presente acción de amparo en


los términos del art. 43 de la Constitución Nacional, arts. 10 y 14 de la
Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, y de la Ley n° 2145 contra el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con domicilio físico en Uspallata 3150,
por hallarse afectado el derecho a una vivienda digna reconocido en el artículo
14 bis de la Constitución Nacional y en el artículo 31 de la Constitución local,
como así también otros derechos fundamentales de rango constitucional.

En particular, el GCBA vulnera el derecho a una vivienda


digna negando en forma ilegal y manifiestamente arbitraria una asistencia en
materia habitacional a la comunidad trans y LGTB.

En consecuencia, solicito a VS ordene al GCBA a proveer


una solución estable que garantice en forma efectiva el derecho a una vivienda
de conformidad con lo dispuesto en la Constitución Nacional, la Constitución
de la Ciudad de Buenos Aires como los tratados internacionales de derechos
humanos con jerarquía constitucional que reconocen y tutelan este derecho
fundamental.

III. COMPETENCIA

La competencia de los jueces de primera instancia del fuero


Contencioso Administrativo y Tributario surge de lo dispuesto en el artículo 48
de la ley 7, los artículos 1º y 2º del Código CAyT y en el artículo 7º de la ley
2145.

IV. HECHOS

En materia habitacional y políticas de acceso a la vivienda, el


Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene vigente la Ley Nº 341 sancionada
el 24 de febrero de 2000 y un programa créditos hipotecarios denominado
“PRIMERA CASA BA” lanzado en el año 2012 por el Instituto de Vivienda de
la Ciudad y en conjunto con el Banco Ciudad de Buenos Aires.

Dichas políticas están destinadas a facilitar el acceso a la


vivienda a sectores de la sociedad más vulnerables o de escasos recursos que no
encuentran oferta en el mercado formal de viviendas dominado por los intereses
inmobiliarios y dirigida a sectores de medianos y altos ingresos económicos.

Al momento de adoptar estas políticas, el Gobierno de la


Ciudad de Buenos Aires no contemplo a un gran grupo de personas dentro de lo
que se denomina “sectores más vulnerables de la sociedad”, dejando a fuera la
Comunidad Travesti trans y LGBT.

Este grupo de personas no se encuentran amparadas por las


medidas que adoptó el GCBA en materia habitacional.

El programa PRIMERA VIVIENDA BA tiene como requisito


excluyente ingresos individuales o conjuntos de 2 a 7 Salarios Mínimos, Vitales
y Móviles. Este es un requisito sumamente discriminatorio ya que un gran
porcentaje de la comunidad trans “trabaja” en la prostitución bajo la más
absoluta precarización y fuera de cualquier ingreso formal que pudiera acreditar
y cumplir con dicho requisito.

Esta situación de informalidad que aqueja a gran parte de la


comunidad trans la imposibilita de poder acceder de manera acorde a los
créditos hipotecarios para la adjudicación de una vivienda.

En consecuencia, se encuentran en una precaria situación


económica dada que no cuentan con ingresos fijos.
Asimismo, la comunidad trans no se encuentra contemplada
dentro de los subsidios habitacionales del Decreto 690/06 de GCBA. Los
programas habitacionales del GCBA no son idóneos y no alcanzan a la
comunidad por no contemplar las particularidades del colectivo.

De mas esta decir que el colectivo trans sufre constantemente


enormes discriminaciones por parte de los hoteles y de las pensiones que
temiendo en cuenta conceptos estigmatizados y discriminatorio conforme que
las mujeres/hombres trans tienen malos hábitos y comportamientos conflictivos
lo que genera que se le sea más difícil poder alquilar una habitación que de
poder conseguirlo lo hacen con sobre precio de mercado.

Hay que tener en cuenta que la oferta para la comunidad trans


con respecto a los alquileres en pensiones y hoteles es demasiado baja lo que
genera que dentro de la poca oferta el precio sea excesivamente alto dejando así
en una situación de total vulnerabilidad a la comunidad trans. No solo se ven
expulsadas dentro de las políticas que adopta el GCBA, sino que también se ven
expulsadas dentro del mercado privado de alquileres. Hay una estigmatización
y discriminación constante para con este grupo de personas.

Viven en la más absoluta precarización y hacinamiento,


alejándose de lo que se podría considerar una vida digna. Viven en situaciones
insalubres donde en habitaciones de poco espacio viven familias enteras. en
algunas ocasiones terminan en situación de calle, sin acceso a la educación,
salud y contención, alejándose de un futuro prometedor.

No solo el problema que sufren diariamente es en términos


habitacionales. La estigmatización y discriminación también alcanza al ámbito
laboral.
La consultora “Nodos” en el año 2021 realizo una encuesta
sobre la situación laboral de este grupo de personas la cual arrojo un alarmante
resultado. El 70% de las mujeres trans y el 36% de hombres trans nunca
tuvieron una entrevista de trabajo y sólo el 12% de las mujeres trans y el 48%
de los hombres trans participan del mercado formal laboral.

Estas cifras demuestran de manera contundente la dificultad


que tienen las personas trans de poder acceder a un empleo formal. Ante esta
adversidad es que muchas personas terminan encontrando un “ingreso” dentro
de la prostitución. Esto causa una enorme precarización y también una enorme
feminización de la pobreza ya que gran porcentaje son mujeres desamparadas
por este sistema discriminatorio y desigual.

Ante lo relatado ut supra, es que acudimos, en representación


de la ONG “La casa de Lohana y Diana” -organización sin fines de lucro
destinada a luchar por políticas de vivienda destinadas a la comunidad trans-, a
la Jefatura de Gabinete del Gobierno de la Ciudad y al Instituto de vivienda de
la ciudad de Buenos Aires elevando un reclamo administrativo a los fines de
solicitarles que adopten políticas públicas de vivienda que incluya a estos
colectivos y cesar con la vulneración de derechos creando un accesos que sean
más justos y razonables para todos y para todas.

En virtud de ello, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos


Aires respondió “…de acuerdo al presupuesto aprobado el día 30 de octubre del
2022 por el Honorable Congreso de la Nación, se deja constancia que se
consideró la inclusión de la comunidad trans y LGTB dentro del grupo de
personas de mayor vulnerabilidad. Que una detallada individualización dentro
de dicho grupo supondría una discriminación entre muchas personas que se
encuentran en situación de vulnerabilidad. Sumado a ellos, es que es de suma
importancia agregar que el país se encuentra en una situación de emergencia en
tema habitacional y económica. Individualizar a un grupo reducido de personan
supondría un riesgo para la estabilidad económica. El Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires no cuenta con las partidas suficientes como para realizar dicha
gestión. También cabe aclarar que no existe la necesidad de incluirlos en el
próximo presupuesto, ya que la comunidad trans se encuentra incluida en todos
los programas de ayuda social que cuenta el gobierno de la Ciudad. Por todo lo
expuesto se resuelve rechazas en todos sus términos el reclamo”.

La respuesta que obtuvimos del GCBA fue contundente e


irrazonable.

En virtud del estado crítico de la situación, es que decidimos


iniciar una acción de amparo colectivo, en representación de todas las mujeres y
hombres trans y de la comunidad LGTB, para que cesen estas políticas
discriminatorias y que los derechos y garantías sean iguales para todos sin
distinción de genero ni estatus social.

V. DERECHO
1) Esquema normativo constitucional e internacional.

El derecho a la vivienda cuenta con el reconocimiento y la


protección dentro de nuestro sistema jurídico. El artículo 14 y 14 bis de la
Constitución Nacional y los tratados internacionales incorporados al bloque de
constitucionalidad federal (art. 75, inc. 22 CN) reconocen expresamente el
derecho a la vivienda entre los que se encuentran la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos
Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Convención

El Art. 14 de la CN dispone “Todos los habitantes de la


Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten
su ejercicio;(…) de usar y disponer de su propiedad” y el Art. 14 bis establece
que “El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social (…) la
compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna”.

Con la reforma de la constitución del 1994, si incorporaron


tratados internacionales de derechos humanos y se les otorgo jerarquía
constitucional.

En este contexto, la Declaración Americana de los Derechos y


Deberes del Hombre establece que “toda persona tiene derecho a que su salud
sea preservada por medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación,
el vestido, la vivienda y la asistencia médica, correspondientes al nivel que
permitan los recursos públicos y los de la comunidad.”

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y


Culturales fue uno de los tantos tratados que adquirieron jerarquía
constitucional. Este pacto introduce estándares permiten analizar la violación de
normas jurídicas del derecho internacional de los derechos humanos, del
derecho constitucional argentino y del derecho local por parte del Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires. Permite analizar los alcances y modalidades de las
políticas públicas en relación a la vivienda, y si se adecuan o no a los
parámetros desarrollados por el derecho internacional de los derechos humanos,
a la vez que sirven de guía para el establecimiento de nuevas políticas.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales fue contundente al establecer “existe un umbral mínimo de
satisfacción de cada derecho, por debajo del cual, el Estado en cuestión viola
el derecho reconocido en el Pacto”.

El PIDESC no solo establece un piso mínimo que los Estados


miembros deben respetar, sino que también deben adoptar medidas para que de
manera progresiva se alcance la satisfacción plena de estos derechos utilizando
el máximo de los recursos disponibles.

Por lo tanto, el GCBA al momento de desarrollar los


programas sociales, debe tener en cuenta estos estándares desarrollados por los
órganos internacionales -contenido mínimo de los derechos; progresividad y no
regresividad; no discriminación y protección prioritaria a ciertos grupos;
producción de información y formulación de políticas; participación de los
sectores afectados en el diseño de las políticas públicas; provisión de recursos
efectivos y las obligaciones de respeto, protección y satisfacción-.

El Art. 11 del PIDESC reconoce que “Los Estados Partes en


el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un nivel de vida
adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda
adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los
Estados Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de
este derecho, reconociendo a este efecto la importancia esencial de la
cooperación internacional fundada en el libre consentimiento.”

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, está obligado a


garantizar este piso mínimo de derechos y no puede escudarse en la falta de
recursos disponibles para justificar su accionar si este, de manera
discriminatoria y discrecional, decide excluir a un sector de la población
ubicándolo por debajo del estándar mínimo de protección de este derecho.
Resulta inexcusable toda suplica, por parte del gobierno, a la limitación de
recursos o de emergencia económica a la hora del cumplimiento de este
contenido mínimo y de la seguridad social.

El GCBA debe garantizar protección a los grupos sociales


más vulnerables sin ningún tipo de discriminación, aun cuando se encuentre
pasando un proceso de recesión o emergencia económica. En todo momento
debe garantizar la protección de los grupos más vulnerados de la sociedad.

De tal modo que no solo debe garantizar un contenido mínimo


de protección de los derechos, sino que existe un sector de la población más
vulnerada que debe recibir, aun en momentos de grave escases de recursos, la
protección del Estado con relación a sus derechos económicos y sociales. Debe
destinar mayores recursos para llevar a cabo políticas de asistencia económica y
de vivienda considerando de manera prioritaria a los grupos de mayor
vulnerabilidad.

Lo que se busca con estas interpretaciones que realizan los


órganos internacionales no es que los Estados miembros, o más específicamente
el GCBA, realicen políticas específicas. Lo que se busca es que tengan en
cuenta las necesidades económicas y sociales de todos los individuos de los
grupos más vulnerables y que se individualicen dichas necesidades, que han
sido ignoradas por el diseño de la política local, a los fines de adoptar nuevas
políticas más integradoras y carente de cualquier tipo de discriminación.

También compete al GCBA la obligación de efectuar una vigilancia eficaz


respecto de la situación habitacional a efectos de diseñar una política
habitacional y económica acorde con las necesidades actuales. Debe recabar
información de manera exhaustiva y detallada sobre los integrantes de los
grupos más vulnerables en materia de vivienda teniendo en cuenta a la
comunidad trans y LGTB, que no tienen acceso a instalaciones básicas y que
viven en asentamientos ‘ilegales’ en una situación de total desamparo,
proveyéndoles acceso a la vivienda y procurándose el mejoramiento de las
viviendas que no reúnen las características para ser calificadas como adecuadas.

2) Esquema normativo en la Ciudad de Buenos Aires.

En sintonía con lo expuesto, la Constitución de la Ciudad de


Buenos Aires brinda pautas de satisfacción mínima y progresiva de los
derechos sociales.

La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires también


incluye el derecho a la vivienda digna en su Art. 31 “La Ciudad reconoce el
derecho a una vivienda digna y a un hábitat adecuado. Resuelve
progresivamente el déficit habitacional, de infraestructura y servicios, dando
prioridad a las personas de los sectores de pobreza crítica y con necesidades
especiales de escasos recursos”.

Los artículos 17 y 18 establecen el deber del Estado local de


desarrollar políticas sociales coordinadas para superar las condiciones de
pobreza y exclusión mediante recursos presupuestarios, técnicos y humanos
dirigidos prioritariamente a los sectores vulnerables.

El artículo 10 de Constitución de la Ciudad de Buenos Aires


dispone que “Rigen todos los derechos, declaraciones y garantías de la
Constitución Nacional, las leyes de la Nación y los tratados internacionales
ratificados y que se ratifiquen. Estos y la presente Constitución se interpretan
de buena fe. Los derechos y garantías no pueden ser negados ni limitados por
la omisión o insuficiencia de su reglamentación y ésta no puede cercenarlos”.
La Corte suprema ya se ha manifestado sobre la interpretación
de los Derechos declarados en los tratados internacionales en materia
habitacional. “10) Que la primera característica de esos derechos y deberes es
que no son meras declaraciones, sino normas jurídicas operativas con
vocación de efectividad (…) 11) Que todo ello significa que las normas
mencionadas no consagran una operatividad directa, en el sentido de que, en
principio, todos los ciudadanos puedan solicitar la provisión de una vivienda
por la vía judicial.” (Q.C., S. Y. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
s/ amparo, CSJN 2012).

VI. CUESTION PRESUPUESTARIA

Como se relató en el punto IV) de este escrito, se realizó


reclamo administrativo a la Jefatura de Gabinete del Gobierno de la Ciudad
y al Instituto de vivienda de la ciudad de Buenos Aires.

La respuesta que obtuvimos ante dicho reclamo fue que el


Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires contaba con recursos limitados para la
individualización de la comunidad trans y LGTB dentro del grupo de personas
de mayor vulnerabilidad en materia de ayuda social y habitacional.

Ante todo esto es que vengo a tratar la cuestión presupuestaria


sobre el caso en que nos acontece.

En primer lugar, hay que resaltar que, para la satisfacción de


derechos establecidos tanto en la constitución nacional como en tratados
internacionales y en normas de carácter interno, es necesario contar con
recursos y partidas que exigen prestaciones y acciones de carácter económico
que importan un impacto directo en el presupuesto.
Ante los sucesivos reclamos que se efectuaron ante el GCBA, esta contesta
afirmando que la implementación de derechos conlleva un costo, pero que dicha
afirmación únicamente es utilizada para desligarse de obligaciones
fundamentales impuestas tanto por la Constitución Nacional sino como
diferentes órganos internacionales.

El argumento basado en el carácter limitado de los recursos


económicos adoptado por el GCBA aparece como el pretexto repetido para no
garantizar los derechos fundamentales y afrontar la problemática habitacional.

Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
xxxxxxxxxxxxxx

Por todo esto es que el GCBA le corresponde adoptar los


medios necesarios para garantizar el derecho a la vivienda una vez que se
acredite la situación de vulnerabilidad de un grupo desamparado como lo es la
comunidad trans y LGTB imposibilitando que este mismo se excuse mediante
la insuficiencia de recursos.

VII. ADMISIBILIDAD DE LA ACCION DE AMPARO

Las circunstancias fácticas reseñadas y las consideraciones


jurídicas efectuadas al exponer el marco legal que tutela los derechos de las
personas en situación de vulnerabilidad social determinan que la cuestión deba
ventilarse en el marco de una acción de amparo como la que se intenta. En
efecto, el caso cumple con los requisitos exigidos por las normas
constitucionales que consagran al amparo como el medio judicial más idóneo
para obtener una tutela rápida y expedita de los derechos y garantías lesionados
mediante una omisión manifiestamente arbitraria e ilegal de las autoridades
públicas de la Ciudad de Buenos Aires (arts. 43 CN y 14 CCBA).

Debe tenerse presente que los reclamos impetrados en sede


administrativa no han tenido respuesta favorable. En consecuencia, y dado lo
apremiante de las circunstancias del caso, la vía de amparo es el camino idóneo
y expedito para garantizar el derecho a la vivienda vulnerado.

Si bien su apertura exige circunstancias particulares,


caracterizadas por la presencia de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta causante
de un daño actual o inminente, la vía de amparo no es heroica ni subsidiaria de
otro tipo de procesos, sino que, por el contrario, la acción de amparo constituye
una vía principal que se utiliza en resguardo de derechos fundamentales como
es el derecho a la vivienda.

El objeto de la acción de amparo es la preservación de la


vigencia de los derechos tutelados por la Ley Fundamental, haciendo cesar de
inmediato las consecuencias de los actos, conductas u omisiones estatales
lesivos de aquéllos, para restituir a su titular en el pleno uso y goce de sus
derechos constitucionales garantizados.

Asimismo, se ha reputado particularmente pertinente esta


acción en materias relacionadas con la preservación de los derechos a la vida, la
salud y la integridad física. Más aún, la Corte Suprema se atiene estrictamente a
un criterio amplio que busca favorecer el propósito sustancial de esta acción.
Señala en este sentido que "atañe a los jueces buscar soluciones que se
avengan con la urgencia que conlleva este tipo de pretensiones, para lo cual
deben encauzar los trámites por vías expeditivas y evitar que el rigor de las
formas pueda conducir a la frustración de derechos que cuentan con tutela de
orden constitucional".

VIII.RESERVA CASO FEDERAL

Para el supuesto caso de no hacerse lugar esta acción hago


reserva de ocurrir ante el TSJ de la Ciudad de Buenos Aires y la Corte Suprema
de Justicia de la Nación por las vías recursivas pertinentes (art 14 –ley 48), en
razón de hallarse en juego la inteligencia y validez de normas de rango
constitucional y ser una decisión tal contraria a la posición sustentada por esta
parte actora del alcance de los derechos fundamentales a la dignidad, a la salud
y a una vivienda digna y provocar la afectación, además de la garantía a la
tutela judicial efectiva.

Igualmente, se formula la reserva de acudir oportunamente a


la jurisdicción supranacional (art 44 y ss. de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos) en virtud de la índole de principios y derechos
fundamentales involucrados.

IX. PRUEBA.

X. DERECHO

Fundo el derecho que asiste a mi parte en lo dispuesto por los


arts. XXXXXX y jurisprudencia y doctrina citada.
XI. PETITORIO.
Por todo lo expuesto, solicito a V.S.:
1) Se nos tenga por presentados, por parte, por denunciado
nuestro domicilio real y por constituido el procesal;
2) Se tenga por presentada la demanda de amparo;
3) Se tenga por presentada la prueba ofrecida y los planteo
formulados;
4) Se tenga presentes la reserva federal formulada;
5) Oportunamente, se haga lugar íntegramente a esta acción
según el modo en que han sido formuladas las pretensiones

Proveer de conformidad
SERÁ JUSTICIA

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