Kelo en Avanzado de Tesis Incoprable
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Carrera de Economía
Código 20130284
Asesor
Lima – Perú
Octubre de 2019
ii
PUBLIC INVESTMENT IN THE EDUCATION
OF PERUVIAN INMATES AND THE IMPACT
ON THEIR RECIDIVISM (2012-2017)
iii
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................1
iv
2.2.4 Polonia ....................................................................................................45
2.3.1 Filipinas...................................................................................................46
v
5.1.1 Estadística descriptiva .............................................................................102
CONCLUSIONES ...................................................................................................132
REFERENCIAS .......................................................................................................134
BIBLIOGRAFÍA .....................................................................................................148
vi
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 4.2 Cuadro resumen de signos esperados en función a la reincidencia .............. 100
Tabla 5.5 Estimación del modelo bajo efectos fijos ..................................................... 105
Tabla 5.8 Estimación final del modelo mediante VCE (robust) ................................... 111
Tabla 5.9 Estimación complementaria del modelo mediante PCSEs ........................... 112
Tabla 5.10 Resumen del impacto de las variables exógenas en la endógena ............... 116
Tabla 6.1 Número de reclusos vigilados por unidad de guardia, según país ................ 118
Tabla 6.2 Comparación del gasto diario en comida por 1 reo, en dólares .................... 121
Tabla 6.3 Inversión nacional diaria en programas de intervención, en soles ............... 122
Tabla 6.4 Resumen de los costos del crimen para la economía, en soles ..................... 123
vii
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 3.1 Percepción de las instituciones más corruptas del país, 2013-2014 .............. 68
Figura 4.4 Índice de empleo en Perú urbano, 2012-2017 (oct-10 = 2010) ..................... 96
Figura 4.5 Evolución del número de habitantes a nivel nacional, 2012-2017 ................ 97
Figura 4.6 Gasto público per cápita en educación básica regular, 2012-2016 ............... 98
viii
RESUMEN
Los principales hallazgos del estudio sugieren que los niveles actuales de
inversión estatal en tratamiento penitenciario intramuros no contribuyen a la reducción
de las tasas de reincidencia, y por ende formulan una serie de propuestas para ser llevadas
a cabo en paralelo, tanto para el corto plazo, como para el largo. A grandes rasgos, las del
primer grupo se enfocan en lograr la autosuficiencia del sistema carcelario peruano,
mientras que las del segundo se centran en incrementar la inversión pública estatal en
educación básica regular, modelando un aumento progresivo del 7.44% del PBI en
inversión en educación, que prevea una reducción significativa del índice de reincidencia
en el país, luego de un periodo de 10 años de puesta en actividad.
ix
ABSTRACT
This research work aims to determine the effect of government investment in the
rehabilitation programs of Peruvian inmates, in a context of citizen insecurity and high
crime rates in the country. The main focus of the study is macroeconomic, and its purpose
is to measure the efficiency degree of the prison budget, with a view to building a
proposal for resources optimization.
The main findings of the study suggests that current levels of state investment in
intramural prison treatment do not contribute to the reduction of recidivism rates, and
therefore formulate proposals to be carried out in parallel, both for the short term, as for
the long term. Broadly speaking, those of the first group focus on achieving self-
sufficiency of the Peruvian prison system, while those of the second one focus on
increasing state public investment in regular basic education, modeling a progressive
increase of 7.44% of GDP in education investment, which provides for a significant
reduction in the recidivism rate in the country, after a period of 10 years of
commissioning.
x
INTRODUCCIÓN
De esta manera, su relación con las variables macroeconómicas del país es de vital
interés para los formuladores de políticas. De hecho, ya se han realizado estudios que
apoyan el argumento de que resulta mucho más rentable para el Estado financiar
programas educativos para los reos que dejarlos en el olvido, en primer lugar, porque se
ha demostrado la efectiva reducción de la reincidencia1, y en segundo lugar porque
educarlos elimina los costos asociados con su mantenimiento a largo plazo.
1
Véase el desarrollo de la casuística en las secciones 1.4 y 1.5.
1
En la actualidad, el presupuesto para mantener la delincuencia en las cárceles
peruanas se considera elevado, si se relaciona con el impacto que este tiene en el
tratamiento de la misma. Según afirma el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
(2018), este presupuesto excede a la inversión que se realiza en algunos ministerios e
instituciones de salud públicas, “se puede apreciar como la delincuencia, además de robar
vidas y bienes de personas inocentes, también arrebata dinero para ministerios que
necesitan atender a sectores de la población con necesidades urgentes” (párr. 9). Del
mismo modo, el ex ministro del Interior, Fernando Rospigliosi (2013) señala que, a pesar
de que el Ministerio del Interior ha incrementado su presupuesto en gran proporción, el
dinero no es usado de forma eficiente, indicando que el problema fundamental radica en
la corrupción de las instituciones encargadas (párr. 2).
Según el Instituto Nacional Penitenciario (2017), en los últimos tres años, el Perú
elevó su número de re ingresantes a prisión en un 34%, y el tema de la seguridad pasó a
convertirse en una prioridad entre las preocupaciones de sus ciudadanos, lo que hace
interesante preguntarse sobre la efectividad de las medidas adoptadas por el gobierno en
la búsqueda de la reducción de reincidencia criminal, con expectativas de ahorro de costes
y redistribución del presupuesto nacional a otros sectores de la economía (p. 60). Por
ende, la importancia del estudio del tema en mención es tanto significativa para el Estado
peruano, como para los ciudadanos que respetan sus leyes.
2
Figura 1
3
básica regular; y poder determinar, de esta manera, el nivel de efectividad de gestión
presupuestal estatal.
4
La herramienta utilizada para la comprobación de la hipótesis principal es un
modelo econométrico de datos de panel, con efecto fijo, con datos de periodicidad
mensual, para el periodo de estudio 2012-2017. Las fuentes oficiales de obtención de la
información incluyen al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), al Instituto Nacional
Penitenciario (INPE), al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), y al Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI).
5
CAPÍTULO I: MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
6
Este último, desarrolló su conocido modelo de la triple función, que debería
desempeñar el sector público en las economías contemporáneas; sosteniendo que el
Estado, agente eficiente que busca el bien común en su actuar, además de su función de
asignación de recursos no provistos por el mercado, también tiene las funciones de
estabilización de la economía (hacienda compensatoria) y de redistribución de la renta.
De esta manera, Musgrave (1969) planteaba que los estados modernos deben centrarse
en mejorar la asignación de los recursos productivos, estabilizar la economía mediante
un manejo adecuado de ingresos y gastos públicos, y redistribuir la renta a favor de los
grupos menos favorecidos (p. 11).
7
asignación de recursos es el objetivo original de la política presupuestaria, con el paso
del tiempo se reconoció que los ingresos y gastos públicos pueden utilizarse también con
otros propósitos, como la redistribución de la renta (p. 20). Una reciente definición de
Hacienda Pública señala que:
La teoría del apoyo social plantea que las comunidades que son menos solidarias
o cuentan con menor estructura de apoyo, como programas sociales e instituciones de
educación pública, son las que tendrán las tasas más altas de criminalidad, por el
contrario, las personas que viven en entornos que brindan más apoyo tienen menos
probabilidades de cometer un delito (Orrick et al., 2011, p. 499). En este contexto, la
teoría del apoyo social ofrece control progresivo del crimen, enfatizando la ayuda a las
personas, familias y comunidades que se encuentran en riesgo (Cullen, Wright, y
Chamlin, 1999, p. 206), en tanto la sociedad ofrece herramientas que mejoren las vidas
de los individuos menos favorecidos, con el propósito de reducir su probabilidad de
involucrarse en actividades delictivas (Makarios y Livelsberger, 2012, p. 27).
8
Las posibilidades de éxito al salir de la cárcel están relacionadas a la forma en que
un ex presidiario es reintegrado en la comunidad, y tanto los factores individuales como
sociales son influyentes en la determinación de la reinserción exitosa (Bushway y
Sweeten, 2007, p. 705). Algunos de los mecanismos presentes en la teoría del apoyo
social pueden apaciguar el problema de reentrada de los reclusos aumentando la
capacidad de una comunidad para mejorar el control social informal dentro de las
instituciones sociales centrales (Messner y Rosenfeld, 1994, p. 75).
Al evaluar la teoría a nivel macro, los estudios de apoyo social se han basado en
los índices de criminalidad agregados como el resultado del interés; sin embargo, este
enfoque deja de lado los procesos y los efectos macroeconómicos que influyen en el
comportamiento individual. Por ejemplo, la primera investigación multi-nivel de la teoría
de apoyo social, con un enfoque en la infracción a nivel individual en forma de
reincidencia, señala que el contexto socioeconómico del vecindario es uno de los factores
asociados con la reincidencia individual, y que es crucial para entender por qué las
personas ofenden y más aún por qué reinciden (Kubrin y Stewart, 2006, p. 196). La
principal conclusión del estudio en la prueba de la influencia del estado socioeconómico
del vecindario en la reincidencia es que los ex-reos que regresan a los barrios con mayores
tasas de desventaja son significativamente más propensos a ser arrestados dentro de los
primeros 12 meses después de la liberación.
El análisis económico del crimen tuvo sus inicios entre los años 1738 y 1748, con
pensadores como Cesare Beccaria y Jeremy Bentham, respectivamente. Sin embargo, fue
Gary Stanley Becker, economista norteamericano y Nobel de Economía en 1992, a quien
se le reconoce el aplicar el análisis microeconómico a diferentes comportamientos y
10
relaciones humanas, entre ellos el crimen, con del desarrollo de su teoría de la elección
racional del individuo. Según Becker (1968), los criminales son agentes económicos
racionales que, mediante la comparación de costos y beneficios esperados, buscan
maximizar su utilidad esperada entre actividades legales e ilegales, considerando la
probabilidad que existe de castigo, entre multas, arrestos y condenas (p. 169). En su obra,
Becker propone cuánto de los recursos y del castigo debiera destinarse para obligar a
obedecer al delincuente los diferentes tipos de legislación. Para ello, cuantifica la pérdida
social resultante del crimen y lo vincula con el gasto en recursos y castigos que minimiza
dicha pérdida. En este contexto, Roemer (2013) aclara los alcances de la racionalidad
señalando que:
Por un lado, los actos criminales pueden generar beneficios para los
perpetradores, como la utilidad derivada de lastimar a alguien con quien están enojados,
o los recursos obtenidos mediante el robo. Por el lado de los costos, la sociedad impone
sanciones, generalmente con probabilidad incierta, a quienes cometen delitos. La
calculadora racional de Becker considera los costos esperados contra los beneficios
esperados, y si la primera es menor que la segunda, la persona comete el crimen. De esta
manera, el criminal ejercería actividades delictivas al cumplirse la siguiente condición,
𝑝𝑖 𝑈𝐼𝐿 𝐼𝐿 𝐿
𝑖 (𝑌𝑖 − 𝐶𝑖 ) + (1 − 𝑝𝑖 )𝑈𝑖 (𝑌𝑖 ) > 𝑈𝑖 (𝐼𝑖 )
2
Convicto: Que tiene probado legalmente un delito, aunque no lo haya confesado.
11
De esta manera, Becker (1968) afirma que: "Algunas personas se convierten en
criminales debido a las recompensas financieras y otras del crimen en comparación con
el trabajo jurídico, teniendo en cuenta la probabilidad de aprehensión y convicción y la
gravedad del castigo” (p. 173).
13
Finalmente, podemos recordar el énfasis de Adam Smith (1776) sobre la
naturaleza económica del crimen:
La afluencia de los ricos excita la indignación de los pobres, que a menudo son
impulsados por la necesidad y provocados por la envidia, para invadir sus
posesiones. Solo bajo el amparo del magistrado civil, el propietario de esa valiosa
propiedad, que es adquirida por el trabajo de muchos años, o quizás de muchas
generaciones sucesivas, puede dormir una sola noche en condiciones de
seguridad. En todo momento está rodeado de enemigos desconocidos, a quienes,
aunque nunca provocó, nunca puede apaciguar, y de cuya inmunidad solo puede
ser protegido por el poderoso brazo del magistrado civil que se levanta
continuamente para castigarlo. La adquisición de propiedades valiosas y extensas,
por lo tanto, necesariamente requiere el establecimiento de un gobierno civil.
Donde no hay propiedades, o al menos ninguna que exceda el valor de dos o tres
días de trabajo, el gobierno civil no es tan necesario. (p. 670)
En relación a los factores que influyen en las tasas de reincidencia explicados desde el
punto de vista microeconómico, en función a los factores de riesgos que incrementan el
riesgo de cometer un delito, estos pueden ser tanto estáticos como dinámicos (Gerhold,
Browne y Beckett, 2007, p. 437). Los primeros, hacen referencia a la historia personal
del criminal, y a las características de la ofensa y de la víctima; se tratan de hechos
históricos relacionados al crimen cometido y al delincuente que ya no pueden ser
modificados, siendo su mejor predictor, según Lane (1997) el comportamiento pasado,
con variables como el historial delictivo, el trastorno de conducta de inicio temprano, y
14
la psicopatía (p. 260). Los segundos, por el contrario, son aquellos que pueden ser
alterados a través de la intervención, motivo principal por el cual estos factores de riesgo
dinámicos constituyen la base de los programas de tratamiento para los criminales
(Gendreau, Little y Goggin, 1996, p. 577).
Por un lado, una de las variables que demuestra un mayor efecto en la reincidencia
criminal es la edad del reo (Walters y Crawford, 2013, p. 412). Otros autores involucran
a la edad de diversas maneras como factor primario, concluyendo que las tasas de
reincidencia disminuyen con el aumento de la edad, basándose en la suposición de que
los delincuentes de mayor edad no se vuelven más habilidosos para evitar la comprensión
del sistema de justicia penal (Hoffman y Beck, 1984, p. 622); mientras que Bhati (2007)
señala que entre los principales predictores de reincidencia se encuentran la edad del
15
primer re-arresto, duración hasta la primera reincidencia, y número de veces de re-arresto
con seguimiento (p. 21). Por otro lado, es importante considerar el efecto de los pares,
porque se ha demostrado que una mayor exposición a compañeros, durante el periodo de
encarcelamiento, con antecedentes de algún tipo de delito, aumenta la probabilidad de
comisión de ese tipo en un futuro (Bayer, Hjalmarsson y Pozen, 2009, p. 145).
Finalmente, un último factor por destacar señala que los delitos de reincidencia
pueden estar relacionados con presiones económicas de la sociedad y el consumismo, con
la ilusión de que las cosas materiales pueden brindarles felicidad, siendo esto un
obstáculo para el criminal si se considera su condición social y económica de procedencia
(Stella, Larissa Haguiha y Sequeira, 2012, p. 306).
16
eficiencia de la intervención penitenciaria, el criterio del funcionamiento del sistema
penitenciario, o el criterio de referencia de los factores de riesgo delincuenciales.
Uno de los principales objetivos del INPE es la reinserción positiva del reo a la
sociedad, y aquel indicador que utiliza para la evaluación de esta meta es el conocimiento
de la cantidad de reos que reingresan a los establecimientos penitenciarios, ya sea por
cometer otro delito o por reincidir en el mismo. Para este último señalado, las estadísticas
a nivel nacional, presentadas en la figura 1.1, evidencian una ausencia de tendencia en
los datos de reincidencia.
Figura 1.1
850 811
750
650
554 563
550
498 491
436 441
450 467 408
405 415
350 365 390
344 315 348
250
A lo largo de los años, los datos de reincidencia criminal han sido utilizados como
medida del grado de efectividad de las políticas de rectificación del reo para su posterior
reinserción en la sociedad, y esta consideración como unidad de medida de la efectividad
de los programas educativos de reos viene de toda la evidencia empírica obtenida de
diversos estudios realizados, principalmente en Estados Unidos (EE.UU); sin embargo,
existe una controversia sobre si el indicador de reincidencia es el más adecuado para la
medición de la efectividad de políticas.
17
La importancia de demostrar el impacto de la educación penitenciaria en la
reducción de la reincidencia fue un tema reiterado en la apertura de la conferencia anual
de 1995 de la Asociación Internacional de Educación Correccional en San Francisco. El
surgimiento de diversas limitaciones sobre los datos de reincidencia, explicitadas en el
párrafo subsiguiente, ha hecho actualmente cuestionarse a los encargados de elaboración
de políticas de rectificación del reo sobre si esta variable es realmente adecuada o no para
medir el grado de efectividad de estos programas correccionales; es decir, si la
reincidencia es capaz de responder si las políticas adoptadas han sido o no exitosas en su
aplicación o tal vez insuficientes; "hay muy pocas pruebas de que los programas de
prevención de la delincuencia prevengan la delincuencia, de que los programas de
rehabilitación rehabiliten, de que la disuasión destruya, de que las correcciones corrijan”
(Ross y Fabiano, 1985, p. 1).
La literatura más reciente sobre este inconveniente la aborda Gehring (2000) con
el cuestionamiento de utilizar la reincidencia como medida del nivel de efectividad en
estos programas educativos haciendo mención de los principales problemas de
considerarla como una medida de evaluación (p. 198), entre los cuales se han logrado
identificar los siguientes. Primeramente, no se conoce con exactitud la significancia del
término reincidencia, ni lo que esta mide realmente. En segundo lugar, no existe un
método aceptado para recolección y tratamiento de los datos ni un repositorio de estos.
El siguiente punto argumenta que la reincidencia en sí puede ser utilizada como
información falsa que conduce al error, pues oculta información acerca de la efectividad
del sistema. Cuarto, los vínculos entre el crimen, arresto y encarcelamiento varían, con
diferencias socio-económicas evidentes. Otro punto señala que se trata de una medida
terminal, no sofisticada y dicotómica, desde que la mayoría de estudios sobre el tema solo
miden datos que responden a sí o no. En sexto lugar, el encarcelamiento fomenta la
criminalidad y la alienación, argumentándose que las habilidades sociales requeridas para
la rectificación no son aprendidas adentro porque el confinamiento interrumpe el
crecimiento. Finalmente, el confinamiento reduce las oportunidades de vida después de
la liberación, respaldado por el impacto negativo de haber estado en prisión.
18
Ray Pawson, en el proyecto de investigación "Estudio de Eficacia en la Educación
Penitenciaria", un estudio de seguimiento de estudiantes prisioneros del programa de
educación carcelaria post-secundaria de la Universidad de Victoria/Simon Fraser, que
analiza las carreras criminales, la experiencia en prisión y las vidas posteriores a la
liberación de más de 700 ex-prisioneros-estudiantes liberados durante el período 1973-
1993 (Duguid, Hawkey, y Ray, 1996, p. 83).
En general, los estudios tienden a demostrar que los presos que culminan algún
tipo de programa educativo en su estadía en el centro penitenciario tienen un mejor
desempeño luego de ser liberados que aquellos que no lo hacen o, si no hay un grupo de
comparación, mejor que la tasa promedio de reincidencia. Desde el punto de vista
político, la educación penitenciaria debe reportar resultados al gobierno, demostrando
eficiencia y calidad en los programas que ofrece. De esta manera, la eficiencia implica
una mejora en la protección de la sociedad, y puede ser medida a través del impacto del
programa en la vida post-liberación de los presos.
Tabla 1.1
Grupo experimental o X o
Grupo de control o o
20
cuestión de ética presente en este criterio, de ofrecer un programa a las personas
voluntarias a participar, para luego armar un "tratamiento" de ellas.
21
Otro estudio realizado en 2002, con investigaciones en Florida, Maryland,
Massachusetts, Nueva York, Ohio, Texas, Utah y Virginia, indicó con sus resultados que
los programas educativos redujeron la reincidencia del 49% al 20%. Finalmente, de
acuerdo a los estudios patrocinados por el Buró Federal de Prisiones de los Estados
Unidos, los programas educativos completados con éxito cada seis meses disminuyen las
tasas de reincidencia, con menores tasas observadas según mayor sea el grado de
instrucción alcanzado (como se citó en Esperian, 2010, p. 323).
22
Cretchen Williams, coordinadora de educación penitenciaria en el sur de Nevada,
y Granville Brown, Gerente de Programas de Educación Técnica e Industrial de la
División de Fuerza Laboral y Desarrollo Económico del CSN, refiere que las
instalaciones de Casa Grande en Las Vegas son un buen ejemplo de cómo la educación
promueve la transición exitosa de los reclusos a la vida fuera del hogar, la identificación
de oportunidades de empleo y está disponible para un número limitado de reclusos
durante los últimos 4-5 meses de encarcelamiento (como se citó en Esperian, 2010, p.
324).
Por otro lado, Howard Skolnik, director del Departamento de Correcciones del
Estado de Nevada, señala que el programa de desviación del delincuente es una
alternativa a los disyuntores que pasan tiempo tras las rejas, siempre y cuando nadie haya
sido asesinado o herido. Refiere además que el exitoso programa HOPE (Hawaii Official
Probation Enforcement) de Hawaii está siendo duplicado en Nevada como ABIERTO
(como se citó en Esperian, 2010, p. 325).
Según Patrick Quinn, profesor de inglés en el Colegio del Sur de Nevada, y en las cárceles
del sur de Nevada durante 10 años, un elemento crítico en la educación carcelaria es,
lamentablemente, una ausencia de estrategias de motivación de los instructores de la clase
de prisión. Los programas de gran éxito en las cárceles de los niveles secundario y
superior, programas que generaron más entusiasmo, son los programas vocacionales,
como la mecánica, la reparación de pequeños motores y el paisajismo, lo que genera más
motivación y la autodirección para desarrollar habilidades más básicas como la lectura
(como se citó en Esperian, 2010, p. 329).
23
aplicarse durante al menos un año, principalmente para reducir la causa número uno de
reincidencia, violación de libertad condicional (como se citó en Esperian, 2010, p. 328).
Por otro lado, según refiere Morales (2013), a nivel latinoamericano, países de la
región tales como Argentina, Colombia, México, Uruguay, Paraguay, Venezuela y
Guatemala, han ubicado sus servicios de reinserción social para sus Adolescentes en
Conflicto con la Ley Penal en los Ministerios de Desarrollo o Protección Social; mientras
que en países como Chile, Ecuador, Brasil, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y
Bolivia dichos servicios se encuentran en sus Ministerios de Justicia (p. 74). En República
Dominicana, y algunos países del Caribe, dichos servicios se encuentran en la
Procuraduría Pública. En países europeos como España y Portugal, la regulación de
medidas socioeducativas para adolescentes infractores depende del Ministerio de Justicia,
y la administración jurídica de las sanciones depende del Poder Judicial; mientras la
ejecución de las medidas y el tratamiento de los adolescentes se llevan a cabo desde los
Servicios de Bienestar Social de las diferentes Comunidades Autónomas (Agra y Castro,
2002, p. 363).
Entre los principales resultados del estudio, las pruebas de hipótesis muestran que
el modelo de efectos aleatorios debe ser utilizado para todos, excepto el tráfico de drogas.
En cuanto al signo de los regresores, el desempleo tiene una relación positiva con la
delincuencia total, el narcotráfico, la delincuencia automovilística, el robo interno y la
relación negativa con la delincuencia violenta. En cuanto a la variable ingresos, esta
25
muestra una relación positiva con la delincuencia total, el crimen violento, el tráfico de
drogas y la delincuencia automovilística, y una relación negativa con el robo doméstico.
Los resultados concluyen que tanto el ingreso como el desempleo tienen una relación
significativa con el crimen agregado y desagregado.
Entre los principales resultados del estudio, el análisis de los signos de los
coeficientes de las variables socioeconómicas revela resultados mixtos; entre ellos, el
crecimiento económico ha conducido en realidad a un aumento de las tasas de
criminalidad, y la razón está en la calidad del crecimiento que se produce después de la
liberalización; simultáneamente, el aumento de los niveles de educación parece haber
llevado a una creciente frustración con los medios legales de subsistencia y al aumento
de los índices de criminalidad; por otro lado, las crecientes oportunidades de empleo
creadas por la urbanización parecen reducir los índices de criminalidad; finalmente, altas
tasas de convicción aumentan las tasas de criminalidad. Cabe señalar que una posible
razón de los signos inesperados de algunos de los coeficientes puede deberse a la
presencia de endogeneidad en el modelo. De manera general, los resultados muestran que
el crecimiento económico y su calidad son determinantes de los índices de delincuencia,
implicando esto que el proceso de crecimiento debiera ser participativo, creando
oportunidades para toda la población con el fin de controlar las tasas de criminalidad.
3
El MACI (Inventario Clínico de Personalidad para Adolescentes) es una adaptación española del MAPI
(Millon Adolescent Personality Inventory), desarrollado por Th. Millón. Se trata de un breve cuestionario
de autoinforme designado específicamente para evaluar la personalidad del adolescente, sus características
y sus problemas de comportamiento, obteniendo información de sus valores presentes y por desarrollar.
27
antisocial adolescente, propone tratamientos diferenciados según las necesidades de
riesgo criminogénico entre los adolescentes infractores varones bajo tutela judicial en el
Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima (p.15). En este contexto, y en
una muestra compuesta por 200 adolescentes entre 15 y 17 años con un promedio de edad
de 17 años, se evidencia que quienes empezaron a una edad más temprana en el patrón
de comportamiento antisocial son los mismos que poseen los puntajes más altos en la
prueba en la escala asociada a la conducta antisocial adolescente, en contraste con quienes
se iniciaron en el ámbito delictivo siendo adolescentes con puntajes registrados más
bajos.
29
CAPÍTULO II: PROGRAMAS DE REHABILITACIÓN
2.1.1 Brasil
4
También conocido como marihuana.
30
de entre cinco a diez años por el delito mismo de narcotráfico. El 40% de los reos en la
prisión corresponden a delitos narcóticos, los cuales están en su mayoría divididos en
bandas rivales, cuya filosofía de vida alberga sentimientos como el rencor y la venganza,
dispuestos a morir, pero también a matar para sobrevivir, y siempre conscientes de la vida
criminal que eligieron. Los derechos de los reos se limitan a dos horas diarias de tiempo
de recreación, y a visitas conyugales una vez por semana. La prisión cuenta con una
instalación específica para realizar interrogaciones previas a los reclusos nuevos, con el
fin de evaluar riesgos y determinar sus afiliaciones a bandas, y posteriormente determinar
en qué pabellón debe ser recluido para evitar que su vida corra peligro. Sin embargo, el
sistema está tan colapsado que los reclusos están dispuestos a pelear, pues, ante las
condiciones deplorables en las que viven, no les importa si mueren o no.
2.1.2 Belice
La Prisión Central de Belice, alberga hasta 1300 reclusos, de los cuales la cuarta parte
cumple su condena por homicidio. A pesar de ser Belice un país de vocación católica,
tiene la tercera tasa de homicidio per cápita más alta del mundo, con una muerte al día.
El crimen en Belice se caracteriza por la formación de pandillas, que reclutan jóvenes
desde los 12 años para enseñarles a delinquir, traficar drogas y armas, a tomar represalias
y a hacer justicia por sí mismos, aun si eso implica matar.
El trabajo realizado por Rowe (2016) revela que, el Programa ARC, dictado por
el Centro de Rehabilitación Ashcroft, les enseña sobre la socialización y el control de la
ira. Asisten durante 3 a 6 meses, por 16 horas al día. El programa desarrolla doce pasos
como base de la rehabilitación, en donde buscan responsabilizar al reo por sus actos. El
programa ARC fue originalmente diseñado para alcohólicos en recuperación, pero
actualmente la prisión lo usa para cortar adiciones como drogas, ira, delincuencia. Su
primer paso es admitir ante uno mismo y ante Dios que el cambio personal es necesario.
Para aquellos que lo aceptan, el sistema parece funcionar, sin embargo, los reos
que no participan del programa son encerrados por alrededor de 22 horas al día. En cuanto
un reo se mete en problemas, es enviado al bloque de segregación administrativa donde
todos sus privilegios son eliminados. Es un lugar calificado como inhumano, con un
encierro de 24 horas, con camas de cemento, sin baño, y con presencia de muchos
animales pequeños. Es correcto que la reincidencia de esta área es cada vez menor, pues
los reos que vuelven de ahí aseguran no ser los mismos de antes; sin embargo, mientras
unos aseguran que un poco de castigo los hace ver sus errores, otros refieren que ese tipo
de castigo, en vez de volverlos mejor, solo los enfurece más, sembrándoles incluso
pensamientos suicidas. Este bloque se implementó bajo la jurisdicción del
Superintendente de la Prisión, el Sr. Murillo, quien desea transmitirles a los reos que
volver a la prisión no debe ser una opción, independientemente de las circunstancias.
La Prisión La Reforma, en Alajuela – Costa Rica, ha registrado en los últimos años una
ola de crímenes violentos que han originado condiciones miserables de superpoblación
en la cárcel. Costa Rica es la ruta de tráfico de cocaína entre México y Estados Unidos.
33
La mayoría de los reos tienen cargos por más de un crimen, y entre los más cometidos
destacan el homicidio, el robo agravado, el tráfico ilícito de drogas, y la violación sexual.
Hace unos años, la cárcel cerró un pabellón conocido por cometer atrocidades
contra los reos, faltando a sus derechos humanos. El pabellón que alberga a los reclusos
matriculados en los programas de rehabilitación es relativamente reciente y está
acondicionado en un entorno totalmente distinto al resto de la prisión; se trata de un
ambiente más tranquilo, que alberga 700 reclusos, que pueden escoger entre llevar clases,
talleres, practicar deportes o desempeñarse en trabajos domésticos, obteniendo un título
al final del programa. La inscripción está condicionada a ciertos requisitos, pero sigue
manteniendo su condición voluntaria; sin embargo, no todos los reos postulan al
programa, porque ven entrar a la cárcel como una oportunidad para hacer dinero,
aprovechándose de la adicción a las drogas del resto de internos; es por ello que los reos
que llegan al programa lo hacen en el momento en que se cansaron de su estilo de vida.
En este contexto, el Ministro de Justicia de Costa Rica, Marco Feoli, afirmó sobre
los reos que: “Tratarlos como bestias no los hará salir mejor de la cárcel. Sin embargo, la
opinión pública no apoya esto, la gente piensa que deben ser castigados; y como en
cualquier lugar del mundo, invertir plata en rehabilitar delincuentes convictos no te da
votos” (como se citó en Rowe, 2016).
34
2.1.4 Colombia
Colombia registra una tasa de homicidio cinco veces mayor a la de Estados Unidos, y es
la violencia por drogas la segunda mayor causa de muerte. La Cárcel Distrital de Bogotá,
en Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo, se caracteriza porque un 60%
de sus nuevos ingresos corresponden a reos drogadictos, quienes suelen ser más violentos
que el común de la población penitenciaria, sobre todo cuando no tienen acceso a la
droga.
Los nuevos reclusos que ingresan al centro penitenciario son mezclados con
delincuentes que han cometido diversos delitos, entre sicarios letales, comerciantes de
droga callejeros, adictos marcados por años de abuso, y burriers5. Los reos más antiguos
se aprovechan de su condición para intimidar a los más nuevos y sacar ventaja sobre ellos,
les cobran por usar la cama de su propia celda, y los amenazan con apuñalarlos si los
delatan con los guardias; este sistema de cobro lo implementaron para poder seguir
obteniendo droga, la cual, pese al control de las autoridades, aún sigue ingresando a la
cárcel, ya sea por medio de los reclusos o por sus visitas. Cabe señalar que los actos de
corrupción de Piedras Gordas I, la prisión de máxima seguridad de Lima, han permitido
también a los reclusos desarrollar una especie de laboratorio al interior del recinto, en
donde se elaboran y comercializan drogas como la cocaína.
5
Personas inocentes que fueron obligadas con violencia a traficar la droga.
35
La mayoría de traficantes pobres vienen de comunidades pobres, y su filosofía de
vida se reduce a afirmar que la delincuencia nace siempre de la pobreza, del hambre, de
las necesidades de su familia, y que encuentran en las drogas el único camino para
sobrevivir, por la gran cantidad de dinero que obtienen de su comercialización. A pesar
de saber que el narcotráfico puede ofrecerles una vida mejor, también son conscientes de
cómo este mismo puede destruírselas, y de cómo ellos pueden destruir la de los demás,
al matar lentamente a una persona viva.
2.1.5 Honduras
36
mundial de los asesinatos, pues registra alrededor de 400 muertes al mes, la mayoría
víctimas de una cruel guerra entre narcos traficantes de cocaína a Estados Unidos.
2.1.6 México
La Prisión El Hongo, aislada en el Desierto Baja – México, alberga 1100 reos, entre
asesinos, secuestradores y violadores, con penas de hasta 92 años, que son sometidos a
fuertes regímenes de disciplina y castigo. México es conocido por su constante lucha
entre cárteles que se disputan rutas de contrabando hacia los Estados Unidos. Esta prisión
38
se construyó en el año 2008, para albergar a los criminales más peligrosos, luego de que
la Cárcel La Mesa, de la ciudad Tijuana, explotara por superpoblación y generara
violentos disturbios en la ciudad, con la muerte de hasta 23 reos.
Los privilegios que el reo pueda obtener debe ganárselos por sus propios méritos,
y su buen comportamiento podría trasladarlo a espacios comunitarios de mejor ambiente,
pero igualmente monitoreados. Un caso omiso a las reglas el castigo incluye un mes en
aislamiento. Un caso específico incluye el de un reo que fue trasladado a El Hongo por
intento de suicidio, alegando que consideraba que era la única solución para erradicar su
depresión producto de que ni siquiera recibía visitas; es por ello que esta prisión vela
mucho por el contacto familiar de los reos, pues saben que eso ayuda a mantener su
tranquilidad y a evitar disturbios.
2.2.1 Rumania
39
quienes con palabras de victimización califican al sistema carcelario romaní de injusto.
El procedimiento de ingreso de un reo nuevo incluye pasar 21 días en aislamiento, con el
fin de identificar patrones de conducta violenta; solo los violentos y los agresores
sexuales son segregados, todos los demás delitos son mezclados.
Es evidente el trato desigual en la cárcel entre reos de condición gitana con los
que no, y es difícil distinguir si algunos se encuentran en la cárcel por ser verdaderos
criminales o por actos de discriminación; algunos reos no gitanos cumplen condenas de
entre 8 a 9 años por homicidio, mientras que otros sí gitanos cumplen de hasta 14 años
por violación a mujeres no gitanas. Un caso real se ve evidenciado en la cadena perpetua
otorgada a Răzvan Gulie, por haber asesinado al boxeador profesional no gitano Cristi
Gălbenuşe, posiblemente incentivada por el gran disturbio generado por los medios.
2.2.2 Ucrania
La Prision de Zhytomyr, en Ucrania, es una de las prisiones más temidas de Europa del
Este por operar en zona de guerra. Al momento en que Ucrania quedó en bancarrota, en
un intento por ahorrar dinero, los delitos menores dejaron de condenarse y todos los
convictos fueron liberados, a excepción de los 600 más violentos, entre violadores,
homicidas, y el asesino en serie más brutal de todos, con 37 mujeres violadas y
asesinadas, algunas con tan solo 8 años de edad. La cárcel no invierte en infraestructura
desde la guerra con la Unión Soviética; y hace cinco años afrontó acusaciones de
corrupción entre los guardias penitenciarios, brutalidad y tortura de reclusos. Los abusos
contra los reclusos eran denunciados ante la Corte Europea de Derechos Humanos, en
Ucrania más que en cualquier otra nación.
41
excepción de la puerta principal. La prisión recrea una pequeña ciudad, tiene fábricas
metalúrgicas y un aserradero, pero de acuerdo al nuevo régimen, los reos ya no se
encuentran obligados a trabajar, y ya no se les castiga si no lo hacen. Los que trabajan,
pueden manejar sierras y hachas, y son conscientes de que si le hacen daño a alguien
pierden los privilegios y se les extiende la condena. Toda la madera que cortan es para
exportación a Europa, reciben un salario por ello y pueden trabajan cuantas horas deseen;
sin embargo, desde que no todos trabajan, los ingresos de la cárcel se han visto
comprometidos. Algunos reos trabajan de bomberos, pese a que saben que esa habilidad
desarrollada no podrán utilizarla al salir de la cárcel porque la ley ucraniana se los
prohíbe.
Por temas presupuestarios, la cárcel ni siquiera puede alojar más reos; y con un
gobierno lleno de deudas, se destina un gasto mínimo a la comida de los reclusos, con un
valor de 60 centavos de dólar al día por persona, se trata de comida de supervivencia. El
régimen de la cárcel sostiene que debes adecuarte a las reglas para no ser castigado con
encierro en el foso. Según las investigaciones de Rowe (2016), los reos consideran que
los programas de rehabilitación representan una pérdida de tiempo, al dedicarse a
aprender un oficio que ni siquiera podrán utilizar al salir. Los reos consideran que el
régimen anterior era mejor, porque todos conocían su lugar y todos debían trabajar, pero
que ahora reina el caos.
Los reos no se sienten cómodos hablando de sus crímenes. El único espacio que
tienen para olvidarse de todas sus preocupaciones por un momento es un club de canto
que ellos mismos han inaugurado. Hay reos que viven a diario con culpa porque no
pueden olvidar lo que hicieron, piensan que la prisión es el castigo que merecen, y no
pueden olvidar ni perdonar sus errores, solo sufren un post-trauma de sus acciones.
2.2.3 Noruega
42
sentencia máxima que se pude recibir son 21 años, por ende, la rehabilitación les resulta
esencial.
Esta cárcel se preocupa mucho por el respeto al reo, los guardias buscan tratarlos
con amabilidad, dignidad y humanidad, en un intento por mostrarles como ellos debieran
comportarse, y este trato los desconcierta. La filosofía de los guardias sobre el castigo es
solo el mero hecho de estar preso, y creen fehacientemente que, si le otorgan aún más
castigo al reo, este se terminaría convirtiendo en animal una vez liberado.
Uno de los mayores desafíos de esta cárcel es cambiar la manera de pensar del
criminal, ellos aseguran que pueden lograrlo con años de terapia y capacitación laboral,
enseñándoles a responsabilizarse por sus actos. Los reos en la prisión principal participan
de los programas de rehabilitación, los recién llegados no. Los guardias no vigilan todo
el día a los reos, interactúan y comparten tiempo con ellos para poder comprender qué es
lo que está fallando y de qué carecen. La cárcel cuenta con 350 guardias para 250 reos, y
está equipada con varias cámaras y con una tarjeta de identificación por recluso; de esa
manera saben su ubicación exacta en todo momento. Los reos sometidos a este sistema
reconocen que esta prisión les cambia la manera de ver la vida, y los hace apreciar mucho
más las cosas pequeñas de un día corriente.
Cuando se presentan casos de reos rebeldes, los guardias los deben combatir con
trajes especiales. La extracción de las celdas es un arma clave que demuestra la capacidad
de los guardias para mantener el control, la cárcel posee un sistema de túneles
subterráneos muy eficiente que ofrece acceso rápido a muchas partes del complejo, de
43
esta manera no perturban la ilusión de normalidad del resto de reos. En estos casos, los
reos más rebeldes son trasladados a un pequeño espacio sin cosas para poder controlar su
agresividad, algunos son amarrados a una camilla para evitar que se hagan daño.
Los críticos de este sistema continúan argumentando que asesinos de sangre fría,
criminales y violadores no merecen semejante inversión de tiempo y dinero. Sin embargo,
entre los testimonios de los reos, se encuentra uno que registra 13 reingresos, pero siendo
esta vez su primero en la Prisión de Halden; este reo señala que es la primera vez que
siente que está en un lugar que lo quiere ayudar a cambiar, y confiesa por primera vez ha
decidido dejar de lado su vida de vicios para intentar reinsertarse en la sociedad.
44
2.2.4 Polonia
2.3.1 Filipinas
La Prisión de Rizal, ubicada en Manila – Filipinas, alberga 150 internos, entre 130
hombres y 20 mujeres, con dos tercios de la población aún esperando juicio por crímenes
entre asesinato, violación, robo y drogas. El promedio que los reos pasan en prisión
preventiva es de 8 a 12 años, y se estima que entre un 50% y 60% sean inocentes. Manila
es la ciudad más superpoblada del mundo, y con más de 12 millones de habitantes,
registra más de 140 asesinatos semanales.
Las prisiones rurales en Filipinas son aún más duras que la Prisión de Rizal. Son
construidas con una capacidad de albergue de 100 reos, y sin embargo albergan hasta
486. Al igual que la de Rizal, estas prisiones se encuentran superpobladas y poseen pocos
recursos, retienen a reos por años antes, de que estos puedan siquiera acceder a sus juicios.
Celdas con capacidad para 24 reos albergan hasta 160, y las condiciones poco higiénicas
generan un riesgo de epidemia de tuberculosis; los que llegan a contagiarse son aislados
en otra celda y no se les provee medicina. Los reos pasan 22 horas al día encerrados en
estas condiciones, y solo los que tienen el privilegio de trabajar salen al patio a respirar
aire fresco. Cada celda tiene un coordinador a cargo que vela por el cumplimiento de las
46
reglas internas, evitando altercados violentos que incluso podrían terminar siendo
mortales. Actualmente, las Naciones Unidas y la Cruz Roja se encuentran trabajando con
el gobierno filipino para acelerar el sistema de justicia y mejorar las condiciones
carcelarias.
La Cárcel de Bomana, ubicada en Puerto Moresby – Papúa Nueva Guinea, es una de las
prisiones más pobres del mundo, con reputación de acusaciones de violencia, corrupción
y fugas en masas. Puerto Moresby está declarado como uno de los 5 peores lugares para
vivir en la Tierra, con elevados índices de pobreza y hacinamiento, cultura pandillera, y
crímenes generalizados, con un homicidio registrado cada dos días. Con un desempleo
del 90%, el delito es el único modo que encuentran los delincuentes para sobrevivir; entre
los crímenes más cometidos destacan robo, violación, y homicidio voluntario.
A través de los años, Bomana ha sido testigo de fugas de hasta 65 reclusos por
vez, donde solo algunos de ellos se vuelven a recuperar. En muchos de los escapes hay
corrupción y sobornos con los guardias, los cuales se encargan de proveerle al reo una
tijera para que corte la reja. El sueldo de los guardias asciende únicamente a 500 dólares
mensuales, y por ello no se arriesgan a perseguir a los reclusos que deciden escapar por
la jungla, expuestos a peligros como víboras asesinas, perros peligrosos, arañas y
cocodrilos. Los guardias toman asistencia cada mañana para confirmar que no hubieron
intentos de fuga, y en este proceso quedan muy expuestos porque sacan a todos los reos
de su celda al mismo tiempo. Los guardias solo pueden portar armas fuera del perímetro
de la valla, pero están autorizados a disparar si presencian algún escape. Los reos repudian
la brutalidad del trato de los guardias, quienes hacen uso de la fuerza física para impartir
el orden, a pesar de tener conocimiento de su ilegalidad. Los reos más violentos son
enviados a una unidad de aislamiento.
La Prisión de Bomana tiene solo 20 guardias, y alberga más de 600 reclusos, con
30 reos por celda, en un complejo de 13 celdas previstas para 400 reos. De estos, más de
la mitad de reclusos aún no tienen sentencia; los reclusos quedan en prisión preventiva
en celdas comunitarias porque los tribunales no se dan abasto. La celda de prisión
preventiva alberga 53 detenidos, sin distinguir delito, con solo un metro cuadrado por
47
recluso, sin camas ni baños, y con entre 15 a 16 horas de encierro. Estos reos, algunos
esperando su sentencia por 4 años, consideran que el trato que se les da es inhumano, y
que no deberían ser tratados así hasta que el tribunal decida su culpabilidad. Muchas
tribus de la ciudad que están en guerra afuera pueden estar representadas en la cárcel,
pero a pesar de sus diferencias, deben unirse y trabajar juntos limpiando la celda para
sobrevivir. Con tan pocos guardias, el orden interno de cada bloque lo mantiene un líder,
aquel que posee la reputación más brava, elegido según el criterio de mayor antigüedad
en la cárcel, a cambio de lo cual gozan del privilegio de un espacio propio dentro de la
celda.
48
privada para reactivar las zonas industriales para el servicio correccional; y se prevé que
todo esté listo en 5 años.
Pese a que el jefe de la prisión, el comandante Kiddy Keko, a cargo desde el 2013
refiera que su tarea principal es cuidarlos, mejorarlos, y hacerlos mejores personas para
rehabilitarlos y reinsertarlos en la sociedad (como se citó en Rowe, 2016); el programa
de rehabilitación no resulta ser muy efectivo, los guardias a veces no abren los talleres,
los reclusos no pueden asistir, y las maquinas no funcionan.
49
CAPÍTULO III: LA CRIMINALIDAD EN EL PERÚ
Esta sección desarrolla una descripción general del reo peruano, según los datos
brindados por los informes mensuales del INPE, con la finalidad de servir como base para
la formulación correcta y eficiente de nuevas políticas penitenciarias que abarquen tanto
las medidas correctivas del reo para su reinserción, como el uso óptimo presupuestal
destinado a la elaboración y aplicación de estas.
Resulta importante remarcar el valor que la educación tiene como parte decisiva
del tratamiento, especialmente para los internos jóvenes y primarios. La
predominancia de la educación técnica obedece a que concede al interno la ventaja
51
de adiestrarse en un oficio/labor y generar un beneficio económico al vender sus
productos; este enfoque teórico-práctico resulta netamente útil a corto y largo
plazo, pues el interno logra cierta independencia económica en prisión
(trasladable incluso a su familia), además de aplicar lo aprendido cuando recupere
su libertad. Además, debe agregarse el factor geográfico al componente
cronológico. Es así que la actividad económica predominante en la zona debe ser
tomada en cuenta para articular los programas de formación productiva. No puede
soslayarse que, a pesar de los esfuerzos del INPE en brindar educación para el
trabajo, los ex-condenados encuentren barreras que impidan su inserción en el
mercado laboral; si se tratara de una persona mayor a 35 o 40 años, enfrentará
más dificultades aún. En ese sentido, no está de más hacer un llamado de
colaboración entre los gobiernos regionales y la administración penitenciaria,
pues el éxito de la resocialización depende también de las oportunidades que los
ex privados de libertad puedan lograr, a fin de sustentarse económicamente y a su
familia. (p. 16)
Respecto a la salud de los internos, las cifras del Censo revelan que el 24.6%
padece de alguna enfermedad diagnosticada, las principales entre depresión (9.6%),
ansiedad (8.7%), enfermedad pulmonar crónica (8.4%), e hipertensión (7%). La
tuberculosis prevaleció en el 98.3% de internos y en el 1.7% las mujeres; la adicción a
sustancia psicoactivas fue mayor en el 96.2% de internos y en el 3.8% de internas.
Del total de la población penitenciaria, solo el 18.1% internos hace uso de algún
arma durante la comisión del delito, la mayoría comprendida entre los 18 y 29 años.
Según delito específico, se utiliza más en tenencia ilegal de armas (53.7%), homicidio
calificado (41.5%), y robo agravado (29.1%). En cuanto al involucramiento de terceros
en el delito cometido, el 50.8% cometen delitos con amigos, el 17.1% con personas
conocidas de su barrio, y el 12.47% con familiares.
Esto nos invita a reflexionar sobre cifras alarmantes, y a pensar que la población
penitenciaria se inclina por la comisión de delitos en donde premia la vulneración
y menoscabo de los derechos de grupos vulnerables de la sociedad (menores de
edad y mujeres), por lo que se hace necesario realizar una política conjunta de
tratamiento a estos tipos de agresores. (p. 26)
6
Esto escapa del control del INPE, es responsabilidad conjunta entre el Poder Judicial y el Ministerio
Público.
54
3.2 Evolución de la delincuencia, según tipo y zona geográfica
Entre otros datos obtenidos por la encuesta, se concluye que, frente a los altos
índices de violencia registrados en los hogares peruanos, la escuela es el principal factor
que aleja a los jóvenes del mundo criminal, pues se obtuvo que el 59.8% de los detenidos
había abandonado la escuela. Por otro lado, en lo referente a sus ingresos, 12.7% del total
de sentenciados se encontraban desempleados al momento de ser detenidos, mientras que
7
Victimización refiere al hecho mismo de haber sido víctima de delito.
8
Percepción refiere al temor de poder ser víctima en un futuro cercano.
55
un 58.3% percibían un ingreso inferior a 800 soles. En base a esto, 51.3% de los
sentenciados se encontraban satisfechos con su ingreso, en tanto un 48.6% no lo estaban,
la tasa más alta de la región, pudiendo concluirse de esto que una de las principales
razones de la delincuencia en el Perú radica en aspirar a percibir un ingreso monetario
mayor.
Según el tipo de delito, los más comunes registrados en el país comprenden a los
robos agravados, los asesinatos y feminicidios, la corrupción, y el narcotráfico. En cuanto
a los asesinatos, según United Nations (2013), el Perú registraba en el año 2012 una tasa
de homicidios de 9.6 por 100,000 habitantes, con un total de 2,865 asesinatos en Perú (p.
6). En cuanto a los feminicidios, según Mendieta (2012), directora del Programa Nacional
contra la Violencia Familiar y Sexual, 5 de cada 10 mujeres son víctimas de violencia en
el país, mientras que 36% sufren violencia física, y 35% sufren de violencia psicológica
(párr. 1) . La doctora planteó desde aquel entonces una urgencia en su propuesta de plan
de prevención con base en cambios culturales, implementado desde la niñez y con
resultados a miras de un mediano y largo plazo. Por su parte, Ramos (2012), licenciada
en Ciencias Sociales, manifestó que, producto de una evaluación de la evolución del
sector, se encontró que la violencia contra la mujer se transmite de generación en
generación o, dicho de otra manera, se inculca con el ejemplo y en la crianza (párr. 9).
A nivel departamental, según refiere Ciudadanos al Día (2012), Lima fue la que
registró la mayor cifra de delitos en el primer trimestre del 2012, con un registro de 3,0006
delitos, seguido de Callao con 3,577 delitos, y posteriormente Arequipa con 3,006 delitos
(p. 7). En tanto, ciudades como Ancash, La Libertad, Cusco, Amazonas, Lambayeque,
56
San Martín y Puno disminuyeron sus tasas de delincuencia, para lo cual el número de
delitos a nivel nacional a fin del primer trimestre del 2012 alcanzó la cifra de 59,201,
entre los cuales un 66% correspondía a delitos contra el patrimonio, un 12% a delitos
contra la vida, y un 10% a delitos contra la seguridad pública.
Al 2014, según estadísticas del INPE (2014), un 39% de la población penal del
país se encontraba privada de su libertad por delitos contra el patrimonio; esta modalidad
incluye los tipos de robo agravado, hurto9 agravado y extorsión; de los presos por estos
delitos, poco más del 38% presentaba más de un reingreso al centro penitenciario, con un
total de 36% de re ingresantes para concretamente robo agravado (p. 62). Según refiere
Pérez Guadalupe (2014), ex jefe del INPE, una de las principales causas de reincidencia
se remonta al hacinamiento de las cárceles, con un 130% de sobrecapacidad en estas, lo
que hace que el interno se mantenga familiarizado con las prácticas delictivas por la
cercanía que mantiene con los demás delincuentes (párr. 5).
En línea con el INEI, según el OCMP (2014), en el año 2014 el delito más
cometido en el Perú continuaba siendo el robo agravado, representando un 34.5% de las
denuncias realizadas a nivel nacional, con un incremento del 4% desde el 2012, y con
mayor presencia en las ciudades de Ica, Lima, Lambayeque, Piura y Arequipa (p. 18).
Para este tipo de delito, según la gravedad y las modalidades, aplican penas severas que
van desde 12 a 30 años de cárcel, hasta la cadena perpetua, la misma que fue otorgada
9
Para diferenciar hurto de robo, entiéndase que el primero no hace uso de violencia, a diferencia del
segundo.
58
para 13 sentencias en el 2012, entre otros 77 casos que fueron condenados a más de 15
años.
Y bien lo refiere de manera similar Miró Quesada (2014), cuando sugiere como
fórmula para afrontar la delincuencia que haya una modificación en la administración de
justicia que luche contra la corrupción en el Poder Judicial, eleve el nivel de la educación
y aumente el empleo de la población (párr. 6). En este contexto, plantea como medida
una mejora en la remuneración de los policías, en aumento en número, y proporcionarles
entrenamiento especial que les permita enfrentar la delincuencia con mayor éxito.
A inicios del año 2015, la LAPOP (2014) reveló entre los resultados obtenidos
del Barómetro de las Américas, que la inseguridad ciudadana había desplazado, con un
47% frente a un 28%, a la economía como el principal problema más importante en el
Perú (p. 28). Esto posicionó al Perú como el líder entre los países de la región con mayor
59
porcentaje de ciudadanos que fueron víctimas de la delincuencia entre el 2013 y el 2014,
con una tasa de victimización del 30%. Entre los tipos de delitos cometidos en esta
medición, continuó siendo el hurto agravado el que más afectaba a la población, con un
32%, seguido del robo con amenaza (19%), robo con arma (18%), robo de casa (12%), y
extorsión (8%). Sin embargo, según señala Zárate (2015), investigadora principal del IEP,
el mayor porcentaje de víctimas es efectivamente por hurto, pero sin violencia, pues, a
diferencia de otros países, la delincuencia en el Perú no es tan violenta como en otros
(párr. 4).
Pablo Secada (2015), economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), opinó
que existe una relación directa entre la delincuencia y la corrupción, pues muchas
personas a las que les corresponde atrapar y sentenciar a los delincuentes no lo hacen
porque se encuentran involucradas con ellos (párr. 5). De esta manera, también se ve
dañada la confianza en las instituciones, que para los últimos ocho años se registró por
debajo del 40% para la Policía Nacional y el sistema de justicia aplicado.
En el transcurso del 2015, las nuevas cifras del OCMP (2015) revelaron que cada
5 minutos se registraba una víctima de la delincuencia en las calles (p. 18). Con esto, un
82% de los peruanos se sentía inseguro no solo en las calles, sino también en lugares
públicos como restaurantes, bancos y vehículos, para los cuales, según la Dirección de
Prevención de Robos de Vehículos (Diprove, 2015), se registraron solo en el primer mes
del año unas 508 unidades robadas en Lima y Callao, es decir, 17 unidades robadas al día
(párr. 6).
60
Concretamente para el departamento de Lima, Huambachano (2015), Jefe del
OCMP, reveló que un 30% de limeños fueron víctimas de delito, incluso un 45% si se
consideran aquellos que no fueron denunciados, con un total de 29,484 casos de robos y
hurtos entre el primer cuatrimestre del año, pero siendo el foco principal de preocupación
para el año el delito de extorsión, con casos de extorsionadores que colocaban explosivos
en colegios en presencia de los niños por el cobro de cupos (párr. 2).
Según Villar (2015), director general de Seguridad Ciudadana del Ministerio del
Interior (Mininter), el incremento de la delincuencia se sustentó en el hecho de que el
mismo público no contribuye a solucionar el problema en el momento en que su compra
de artículos robados propicia un mercado cautivo (párr. 3). Bajo este escenario, opinó que
el trabajo de la Policía Nacional debe concentrarse en prevenir el delito y no en capturar
al agresor después de los hechos.
Actualmente, según LAPOP (2017), las estadísticas del último Barómetro de las
Américas realizado posicionan al Perú como el segundo país con las cifras más altas de
inseguridad, con un 27.6% que declaró haber sido de víctima de robo sin arma ni agresión,
y un 13.4% víctima de robos en su casa (p. 19). Estos resultados, además de la tasa de
victimización, continúan en línea con los mismos obtenidos desde las primeras encuestas
realizadas. Sin embargo, el problema más reciente con respecto al crimen, se resume en
que el Estado informa al público acerca de una falsa reducción de la delincuencia, sin una
visión objetiva de la problemática delictiva. Ante esto, Gil (2017) exige a las autoridades
sincerar datos de la evolución del crimen que permitan elaborar verdaderas estrategias
para enfrentarlo:
62
En el 2013, las mujeres peruanas representaban un 45% de la población
económicamente activa. Datos registrados por el INEI (2013), en acuerdo con el
Ministerio de la Mujer, revelaron que más del 30% de mujeres sufrieron algún tipo de
agresión física o sexual, con una mujer asesinada por semana, como mínimo, en la capital
(p. 5). En términos monetarios, según la Universidad San Martín de Porres (USMP,
2013), en su estudio en conjunto con la Cooperación Internacional al Desarrollo GIZ, la
violencia contra la mujer generó una pérdida anual para el país de 6.7 mil millones de
dólares, equivalente al 3% del PBI, producto del ausentismo laboral (70%), con 70
millones de días de trabajo perdidos, y también de la baja productividad registrada por la
mujer violentada (p. 7). Ante esta problemática, la Facultad de Ciencias Administrativas
y de Recursos Humanos de la USMP lanzó el Programa de Tesis Regional sobre los
impactos de la violencia contra las mujeres en las empresas, con el propósito de generar
conciencia entre los estudiantes que les permita plantear temas de prevención.
Por otro lado, en referencia a los efectos del delito de corrupción, el principal
costo no es el robo en sí, sino el impacto de este en la inversión y el acceso a servicios
públicos. Según indicó Jara (2015), la entonces primera ministra, el monto comprometido
en actos de corrupción ascendió a 10,000 millones de soles, equivalente al presupuesto
asignado al programa estatal “Cuna Más”; sin embargo, estas pérdidas resultan
insignificantes si se comparan con los efectos monetarios de sus consecuencias (párr. 4).
Entre estos, en primer lugar, la creación de un ambiente débil de negocios con distorsión
de incentivos, pues, como estima el World Economic Forum (WEF, 2015), la corrupción
encarece en 10% el costo de hacer negocios y en hasta 25% el costo de celebrar contratos
en países en desarrollo, sin considerar el aspecto tributario que implica un impuesto
adicional del 20% ante el traslado de un negocio a un país con bajos niveles de corrupción
hacia uno con medianos o altos (párr. 3). Y, en segundo lugar, las malas decisiones que
la corrupción genera por la búsqueda del incentivo ilegal, como ocurrió en el caso de la
coima otorgada a José Panta Quiroga, asistente el Presidente Regional de Cajamarca, por
0,3% del valor total de las obras, bajo la justificación de falta de permisos de la empresa
para la realización de la obra, en donde la pérdida real se ve reflejada en la inversión de
rehacer una infraestructura mal construida. Finalmente, se calculó que, para países de
ingresos medios y bajos, un punto adicional en el índice de corrupción de Transparencia
63
Internacional (siendo 0 el país más corrupto y 12 el menos) agrega 0,59 puntos
porcentuales adicionales a la tasa de crecimiento del PBI.
Las estadísticas del WEF (2015) revelaron que el Perú ocupó el puesto 117 de 141
países para la categoría seguridad, significando una amenaza potencial a la actividad del
turismo al ser de los países menos seguros (párr. 4). Dentro de este rubro, resaltó
primordialmente la baja fiabilidad de los servicios policiales (puesto 135), así como los
costos comerciales de la delincuencia (125).
Por otra parte, el Banco Interamericano del Desarrollo (BID, 2017), en su estudio
llevado a cabo sobre los costos del crimen y de la violencia en América Latina y el Caribe,
reveló que los costos globales de encarcelamiento del Perú, como promedio del periodo
de estudio 2010-2014, ascendían a 0.26%, como porcentaje del PBI, ubicándose por
debajo del 0.39% del promedio de América Latina (p. 12). Este costo global se desagrega
en el gasto público en la administración de prisiones, que ascendió a 0.09%, cifra por
debajo del promedio de 0.2% de América Latina; y a la pérdida de ingresos por privación
de la libertad, que ascendió a 0.17%, también por debajo del 0.19% de América Latina.
Continúa el estudio señalando que el costo del crimen se compone de tres partes,
los costos sociales, que incluyen victimización letal y no letal, y los ingresos cesantes de
la población carcelaria, que en un promedio de la región ascienden a 0.64% del PBI; los
gastos del sector privado (hogares y negocios) en seguridad, con 1.37% del PBI; y los
gastos fiscales, incluyendo las policías y las cárceles, con 1,51% del PBI. De manera
general, el costo del crimen en el Perú, para el mismo periodo, ascendió a 2.77% como
porcentaje del PBI, equivalente a 10.325 dólares internacionales, en términos nominales,
y a 335.07 dólares per cápita, y nuevamente por debajo del 3.55% del promedio registrado
por América Latina y el Caribe. Si la región acercará sus costos del crimen al nivel de los
64
países desarrollados, como el 1.34% de Alemania, el 2.55% del Reino Unido, o el 2.75%
de los Estados Unidos, esta podría aumentar su inversión en infraestructura en un 50 por
ciento.
65
3.4 Efectos de la red de corrupción policial y judicial sobre la reincidencia
Según la Defensoría del Pueblo (2019), para fines del 2016 se registraron 32,925 casos
relacionados a actos de corrupción, siendo los delitos más cometidos el de peculado10,
con 11,799 casos, y el de colusión11, con 4,493 casos; representando entre ambos el 50%
de los casos de corrupción del país (párr. 3). Las entidades más afectadas por la
corrupción habrían sido las municipalidades distritales, con 8.994 casos, seguidas de las
municipalidades provinciales, con 4.985 casos, y de la Policía Nacional de Perú, con
3.840 casos. Ante esto, la Defensoría del Pueblo (2019) afirmó que la corrupción le cuesta
12,000 millones de soles anuales al país, representando esto un 10% del presupuesto
nacional anual (párr. 4).
Para el año 2000, luego del periodo de gobierno del ex presidente Alberto
Fujimori, se intentaron implementar algunas reformas de lucha contra la corrupción, pero
10
Apropiación indebida del dinero del Estado por parte de los encargados de su control y custodia.
11
Concertación entre un funcionario público y un tercero para defraudar al Estado.
66
todas sin éxito alguno por falta de decisión de los gobernantes de la continuidad de su
aplicación. No fue sino hasta el año 2012, donde bajo el gobierno del ex presidente,
Ollanta Humala, se implementó la creación normativa del Tribunal de Disciplina Policial,
última instancia administrativa en el procedimiento disciplinario iniciado por
infracciones muy graves, encargada de evaluar resoluciones de primera instancia emitidas
por las Inspectorías Descentralizadas de la Policía, así como procedimientos
disciplinarios derivados de las investigaciones realizadas por la Oficina General de
Integridad Institucional. Para el año 2014, el Tribunal de Disciplina Policial ya registraba
sanciones a oficiales de alto rango, entre generales, coroneles y comandantes, quienes
fueron puestos a disposición o directamente pasados al retiro. Esto significó un gran
avance en la lucha contra la corrupción en una institución fuertemente jerárquica, donde
los altos cargos cuentan con más recursos para conseguir la impunidad.
Es imprescindible que las instituciones que velan por el orden público mantengan
su legitimidad, pues de la percepción que la sociedad tenga de ellas, va a depender su
nivel de eficacia. En este contexto, la Policía Nacional del Perú es el medio más cercano
a los ciudadanos, y debe velar por que este perciba seguridad en el resguardo de sus
derechos. Sin embargo, según Datum Internacional (2014), en su encuesta de opinión
pública realizada a nivel nacional urbano en octubre del 2014, la Policía Nacional es
percibida como la segunda institución más corrupta del país, solo precedida del Poder
Judicial, aludiendo que las principales causas de esta vulnerabilidad ante la corrupción
son la libre toma de decisiones sin ningún mecanismo de control, la inexistencia en los
procesos de decisión, el alto incentivo económico para cometer el acto corrupto, y la falta
de sanción (párr. 3). La figura 3.1 ilustra los resultados comentados.
67
Figura 3.1
68
una política de acercamiento a la sociedad civil que genere mayor rendición de cuentas
para la restauración de la confianza y el apoyo necesario a las reformas institucionales.
Por otro lado, de acuerdo con la actual legislación peruana, los delitos contra el
patrimonio como el robo o el hurto tienen cuantías establecidas que, según el monto,
permiten o no que la Fiscalía, la Policía, y finalmente el juez procedan. Esto implica que,
si los montos representan una mínima cuantía, no es posible procesar ni detener al
delincuente por más de 24 horas. En estos casos, la Policía se ve obligada a soltarlos al
pasar las 24 horas, para evitar que el detenido que haya delinquido plantee un hábeas
corpus con el fin de perjudicar al oficial que lo detuvo. Esto demuestra que el problema
no es netamente de índole judicial, sino que también abarca el ámbito legislativo. Ante
esto, el Congreso debería aprobar una ley que permita que, para estos casos de menor
cuantía, sea posible la detención por un plazo semanal, quincenal, o mensual según la
gravedad del delito, además de promulgar otra ley que permita la implementación de
centros penitenciarios municipales que acojan al delincuente sin agravar el tema del
hacimiento carcelario.
Tenemos leyes que hay que cumplir. Somos los primeros en obligar a la población
a cumplirlas, por ello también debemos ser los primeros en dar el ejemplo. El
funcionario debe dar el ejemplo, tanto en su vida pública como privada, en todos
sus actos, porque la población así lo requiere y a ella nos debemos. (párr. 2)
Entre los años 1994 y 2001, la ciudad de Nueva York era considerada como una de las
más peligrosas y violentas del mundo, con reportes diarios de asesinatos y violaciones.
Entre sus principales causas resaltaban el incremento del accionar criminal de las
pandillas, las disputas por el control de la comercialización de droga (crack), y la
corrupción policial. Ante esto, el entonces alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudolph
Giuliani, encargó al jefe de la policía de Nueva York, William J. Bratton, elaborar un
plan para erradicar definitivamente el crimen en la ciudad, al cual denominaron Plan
Tolerancia Cero. Este consistía básicamente en aumentar el número de patrullas
policiales en la calle, descentralizar los poderes de las comisarias centrales, y enfatizar la
prevención del delito. Para este último, se puso en práctica lo que se conoce en
criminología como la Teoría de las Ventanas Rotas (Wilson y Kelling, 1998, p. 109).
Teniendo en consideración que criminales que habían cometido homicidios y crímenes
graves contaban con un historial previo de delitos menores, como infracciones de tránsito
o indocumentación, por los cuales no habían sido sancionados, se plantearon batidas y
controles diarios por cada hora a cargo de la policía, y si bien esto implicaba encarcelar
a todo tipo de personas, con esta medida se buscaba identificar terroristas, violadores,
asesinos, entre otros criminales mayores.
70
Los resultados posteriores a la aplicación del Plan en la ciudad Nueva York
superaron las expectativas de la reducción de su índice de criminalidad, posicionando a
Nueva York como una de las ciudades más seguras para el 2007. Cuando Bratton cuando
dejó su cargo, se dedicó a viajar por el mundo, bajo la denominación jurídica de The
Bratton Group LLC, para transmitir su método a ciudades donde los índices de
criminalidad fuesen alarmantes. Fue entonces entre los años 1996 y 2002, que Bratton
fue contratado por el entonces alcalde de Lima Alberto Andrade, con el propósito de
elaborar un plan para combatir a la delincuencia y asegurar el cumplimiento de la ley en
Lima Metropolitana. En 1999, el general Bratton publicó su informe “Violencia criminal:
estudios de ciudades latinoamericanas – el caso del Perú”, producto de su estadía en Lima
y de las reuniones que contrajo con diversos funcionarios del gobierno y fuerzas
policiales.
De manera general, Bratton aseguraba que Lima era una ciudad vulnerable al
aumento continuo del crimen y a una posible expansión de la delincuencia violenta en los
próximos 3 años, debido a la combinación de ciertos factores como la desigualdad
socioeconómica, la burocracia en los trámites legales, y la expansión del tráfico de
drogas, además de las altas tasas de delincuencia juvenil, quienes aseguraba solían ser los
más imprudentes en el uso de la fuerza violenta; pero, por otro lado, argumentaba que
Lima se encontraba preparada para hacer frente a este aumento al contar con funcionarios
capacitados e interesados en lograr un cambio en el sistema jurídico con diversas
propuestas de programas de mejora (como se citó en Andina, 2011, párr. 8).
72
como las soluciones sugeridas a estos. El primer tema hace referencia al uso de las armas
de fuego en Lima, propiciador del aumento de las probabilidades de lesiones y muerte en
los casos de robos y otros delitos. En aquel entonces se especulaba que el creciente
mercado de la droga en Lima podría ser el desencadenante del aumento del uso de armas,
al ser estas una necesidad para los traficantes. Ante esto, la recomendación para Lima fue
un control riguroso del comercio ilegal de armas y la persecución de traficantes ilegales,
mediante la aprobación de leyes que exigieran licencias para todos los comerciantes de
armas y propietarios de estas, y que incluyeran penalidades estrictas y de cárcel para los
que las incumpliesen. Adicionalmente, un ataque más localizado a los narcotraficantes,
por lo general traficantes de armas, también ayudaría a controlar el comercio ilegal de
armas.
73
atacado solo y por un grupo de entre 3 a 5 jóvenes delincuentes, en ocasiones con
consecuencias de daños ante resistencias. La comparación con Estados Unidos resaltaba
que los jóvenes delincuentes neoyorkinos poseían un sentido de control menos
desarrollado que criminales mayores y por ende cometían actos más violentos,
duplicando la tasa de homicidios frente a la de los delincuentes adultos.
Si bien Lima no había alcanzado este nivel aún, la recomendación fue tomar todas
las precauciones posibles antes de llegar a él, con el objetivo de evitar desarrollar una
cultura de juventud violenta. Ante este escenario, la justicia penal debería instaurar
programas que capturen a jóvenes delincuentes y los hagan responsables por sus actos,
sin significar esto necesariamente encarcelamiento, sino también bajo las modalidades de
programas de rehabilitación o de servicio comunitario. Un aspecto crucial radica en evitar
liberar al delincuente juvenil sin ningún tipo de castigo o rehabilitación de reinserción,
pues con esto solo se logra comunicar que los delitos menores pasan inadvertidos,
propiciando la comisión futura de delitos más graves incluso antes de alcanzar los 18
años.
The Bratton Group reconoció que las leyes peruanas que demandan arrestos
flagrantes y despojan de su carácter criminal a muchos delincuentes juveniles ralentizan
los arrestos que realiza la policía; ante esto, una meta que debería establecerse la PNP es
aumentar la calidad de los arrestos, mediante tácticas de patrulla más eficientes e
investigaciones más completas. Si bien la policía no cuenta con personal suficiente, aun
así, no aprovecha de manera eficiente las unidades de Serenazgo de las municipalidades
de Lima Metropolitana, y una forma de aumentar la presencia de patrullas en
75
municipalidades que posean estas unidades sería coordinar de manera efectiva sus
acciones. The Bratton Group sugiere una cooperación sin rivalidades entre las patrullas
de la PNP y Serenazgo, quizás recurriendo más a las unidades de Serenazgo para
emergencias y reservando las patrullas de la PNP para operaciones específicas que
requieran oficiales uniformados o vestidos de civil. Los distritos de la policía tienen tan
pocos vehículos que trabajar de cerca con las unidades de Serenazgo mejor equipadas
aumentaría su movilidad policial y su respuesta. Concretamente, la inauguración de un
nuevo centro de respuesta ante emergencias en 50 puestos de la PNP podría ser una buena
oportunidad de trabajo conjunto y coordinado entre las unidades policiales de Lima.
A pesar de que no exista ningún conjunto de reformas policiales que por sí solo
pudiese resolver la totalidad de los problemas de Lima Metropolitana, The Bratton Group
cree que las recomendaciones brindadas pueden establecer un punto de partida sobre el
cual construir una reforma que incluyese presencia policial más responsable y efectiva.
A modo de resumen, las recomendaciones contenidas en el informe fortalecerán y
centrarán las investigaciones policiales en los vecindarios locales, eliminando a los
criminales más violentos; ayudarán a establecer registros y bases de datos sobre crímenes,
delincuentes y modalidad policial utilizada para combatir el crimen; y mejorarán el
procesamiento de los casos y el monitoreo a la PNP, a fin de evitar casos de corrupción
y mala conducta policial.
Sin embargo, el plan tampoco fue replicado a nivel Lima durante ese periodo. Las
últimas noticias recientes del tema datan del año 2011, cuando Fernando Andrade,
elegido Congresista de la República, propuso nuevamente y sin éxito la puesta en marcha
del Plan a nivel departamental, alegando la poca prioridad destinada al tema de seguridad
76
ciudadana. De esta manera, el ex parlamentario electo señaló que el Plan Bratton se
encontraba listo para operar en 70 distritos del país, con la articulación de una sola red de
trabajo integrado entre la PNP, el Serenazgo, y los propios vecinos, quienes conocen de
las zonas peligrosas y pueden dar alerta de manera más rápida. El sistema implementado
abarcaría la mayor cantidad posible de denuncias de delitos, por parte de comisarías,
policías, y serenazgos, quienes procesarían la información al instante; además, se
extenderían los mecanismos legales para combatir prácticas violentas, como la pena de
cárcel para delitos menores o el servicio comunitario, con sanciones especiales,
específicamente para los jóvenes. Concretamente en Lima Metropolitana, el referido Plan
se pondría en marcha en los distritos de Santiago de Surco, Ate, Rímac, La Molina y
Miraflores, distritos cuyos alcaldes pertenecían en aquel entonces a la agrupación política
Somos Perú, de Andrade. Para mayor comprensión del espacio-tiempo de los
acontecimientos narrados, remítase a la figura 3.2.
Figura 3.2
En el año 2005, el economista Steven D. Levitt y el escritor y articulista del New York
Times Magazine Stephen J. Dubner, refieren el tema de la influencia de la criminalidad
en la economía mundial en su libro Freakonomics, exponiendo concretamente el caso del
auge de la criminalidad en la ciudad de Nueva York durante las décadas de los años
setenta y ochenta. Para los años noventa, esta ciudad experimentó el mayor descenso de
77
la criminalidad de todas las ciudades de Estados Unidos; los índices de homicidio
descendieron de un 30,7% por cada 100,000 habitantes en 1990 a un 8,4% por cada
100,000 habitantes en el año 2000, suponiendo esto un cambio del 73,6%.
Levitt y Dubner (2005), concuerdan con que el programa para la contención del
crimen desarrollado por Giuliani y Bratton, basado en una mayor contratación de agentes
de la policía, con un crecimiento del 45% entre los años 1991 y 2001, en efecto conllevó
en el corto plazo a la disminución del crimen en aquellas ciudades donde se implantó
dicha medida (p. 45). Sin embargo, ambos exponen que las estrategias policiales
innovadoras que se aplicaron tuvieron un efecto realmente escaso en este descenso de la
criminalidad, puesto que, para cuando Giuliani hubo llegado a la alcaldía en 1994, la
criminalidad ya registraba un descenso desde 1990, con una caída del 20% para los delitos
violentos y los relacionados con la propiedad hacia finales de 1993. Además, el crimen
había descendido no solo en la ciudad de Nueva York, sino en todas las demás, como Los
Ángeles, conocida por su pésimo sistema policial, y prácticamente al mismo ritmo que la
ciudad de Nueva York.
En este contexto, los autores explican que esta caída se debió en su mayoría a
factores previos no considerados; entre ellos, medidas más estrictas adoptadas ante el
control de armas, cambios en el mercado del crack y otras drogas, y tendencias
demográficas como el envejecimiento de la población y la legalización del aborto.
Desarrollando el impacto de cada punto, respecto al control de armas, si bien en 1993 fue
aprobada la Ley Brady, la cual planteaba un período de espera anterior a la adquisición
de un arma, además de una previa comprobación de antecedentes penales, los autores
exponen que la regulación de un mercado legal se encuentra condenada al fracaso ante la
existencia de un mercado negro para el mismo producto. Pese a que esta y diversas leyes
de control de armas locales, como el compromiso de readquisición de armas, significaron
un descenso nulo del crimen, medidas como el duro incremento de las penas de prisión
para cualquier persona convicta por posesión ilegal de armas sí demostraron, por el
contrario, una eficacia moderada.
El segundo punto expone que la quiebra del mercado del crack explicó
aproximadamente un 15% del descenso de la criminalidad en los años noventa. En 1988,
más del 25% de los homicidios cometidos en la ciudad de Nueva York estaban
relacionados al crack; sin embargo, la violencia vinculada al crack comenzó a disminuir
78
hacia 1991, junto con la desaparición de los grandes beneficios de su venta, ante la guerra
de precios desencadenada entre los traficantes. Al tener beneficios tan bajos que no
justificaban el riesgo, el índice de homicidios logró disminuir un 48% entre los traficantes
del crack entre los años 1991 y 2001.
79
3.7 Inversión pública en tratamiento penitenciario
80
La mayoría de internos que tienen dos o más ingresos han cometido el delito de
robo agravado. Un dato importante es que estos fueron liberados en múltiples
oportunidades, pero aun así siguen delinquiendo, circunstancia que demuestra la
imposibilidad de su readaptación y reinserción en la sociedad. (p. 64)
Actualmente, existen tres programas en los que invierte el estado peruano para el
tratamiento de rectificación de los reos en el centro penitenciario, los cuales se detallan a
continuación. El primer programa correctivo es “Construyendo Rutas de Esperanzas y
Oportunidades”, denominado “CREO”. Está conformado por profesionales de diferentes
especialidades, y está dirigido a una población penitenciaria joven adulta (18 a 30 años),
primaria12. La metodología que utiliza es tanto multidisciplinaria como interdisciplinaria,
y está orientada a reducir la probabilidad de reincidencia delictiva y los factores de riesgo
criminal en general. Su principal objetivo busca desarrollar competencias pro sociales en
los internos participantes, promoviendo el respeto de los derechos humanos y la inclusión
social, e incentivando la responsabilidad y voluntad para cumplir las metas del
tratamiento propuesto. Su meta está dirigida a brindar a los internos mayores capacidades
de inserción social positiva en la sociedad a través de factores como el incremento en el
nivel de empleabilidad de los internos, incremento en las habilidades sociales y
cognitivas, el fortalecimiento social familiar, el mantenimiento y promoción del estado
psicológico, y la generación de factores que mejoren el estilo de vida de los internos.
12
El apartado 1 del artículo 81 del Código Penal refiere al delincuente primario como aquel sujeto que no
haya cometido nunca ningún delito doloso, sin que en ningún caso se tengan en cuenta los antecedentes
penales cancelados o que debieron haber sido cancelados.
81
interdisciplinaria, conformado por un grupo de profesionales, quienes buscan desarrollar
en el reo competencias personales y sociales para vivir una sexualidad responsable y
apoyar su crecimiento personal. Está dirigido a personas encarceladas por delitos contra
la libertad sexual, en su modalidad de violación sexual o tentativa, y actos contra el pudor,
con la finalidad de generar conductas pro sociales y responsables y que de esta manera
puedan llevar un estilo de vida saludable. El objetivo del programa es contribuir con la
resocialización de los internos, buscando una explicación científica del delito de agresión
sexual y la generación de pautas correctivas y soluciones consensuadas; todo ello en el
marco de la normativa vigente, contribuyendo así a la seguridad ciudadana y al bienestar
social del país. De esta manera, variables como psicoterapia, participación familiar,
habilidades pro sociales y autonomía moral, actividades educativas, actividades
laborales, coordinación y orientación legal, promoción y prevención en salud y
actividades integradoras; son incluidas en el programa.
En lo señalado anteriormente, con esta política no son solo los internos los únicos
beneficiados, para los que se espera que desarrollen hábitos laborales y disciplina, mejora
de la autoestima y la generación de ingresos para ellos y sus familiares; sino también la
sociedad en sí misma, que recepcionará la reinserción de un reo fortalecido y dotado de
competencias para el trabajo, lo que seguiere una disminución de su reincidencia en el
crimen. En general, el desafío consiste en apostar por los centros de reclusión a escala
nacional y contratar la mano de obra de los internos, previa clasificación hecha por el
INPE, entablando una relación laboral permanente y beneficiosa para ambas partes.
82
Cabe señalar que, además de los programas intramuros13, el estado invierte en
cuatro programas extramuros que están dirigidos a reos que cumplen su condena fuera
del recinto penitenciario. Sin embargo, pese a que esta también es una inversión realizada
en el tratamiento del reo, no se ha decidido considerar en el análisis, porque las métricas
que utilizan para evaluar los índices de reincidencia se evalúan de manera separada a las
de los programas intramuros, los cuales registran las cifras más altas por incluir al grueso
de la población penitenciaria. Por este motivo, solo se procederá a hacer mención a los
actuales programas extamuros, para los que el INPE (2012) señala que:
13
Defínase intramuros como: dentro de una ciudad o de un lugar; contrario a extramuros: fuera del recinto
de una población amurallada.
83
El tercer programa llamado “Capacidades personales para afrontar situaciones de
riesgo con éxito”, o también “CAPAS”, busca mejorar en las personas intervenidas las
capacidades para identificar los riesgos de transgredir la ley, además de desarrollar
estrategias para afrontarlos con éxito. El programa se desarrolla en tres fases, y no
distingue género, edad, tipo de pena cometida, tiempo otorgado de sentencia, o nivel de
estudios. Y el último programa post penitenciario aplicado es “No más Problemas”. Se
centra en enseñar a pensar y en desarrollar habilidades para relacionarse bien, y está
orientado a dotar de habilidades para mejorar las relaciones interpersonales y la empatía.
Las personas que suelen carecen de estas habilidades cognitivas son aquellas con
conductas irreflexivas o agresivas, que optan por el camino de la violencia; son estas
personas en las que el programa se enfoca. Se realiza en 9 sesiones, y a través de talleres
participativos.
Tabla 3.1
84
En el año 2010, el INEI ejecutó por primera vez la Encuesta Nacional de
Comisarías, denominada “Proyecto Comisarías - PCAT 2010”; vinculado al programa
estratégico: Accidentes de Tránsito en el Perú, incorporado por el Ministerio de
Economía y Finanzas, dentro de la política de aplicación de Presupuesto por Resultados,
que se inicia con la Ley del Presupuesto del año 2007; y para el año 2012, el mismo INEI
(2012) llevó a cabo el I Censo Nacional de Comisarías, revelando que la principal
limitación de la policía se reducía a la escasez de logística e infraestructura, dado que ni
la mitad de comisarías del país contaban con infraestructura en buen estado (p. 12). Es
recién a partir del año 2014, entre los esfuerzos para combatir la delincuencia, que surge
la iniciativa política de asignar un presupuesto de 43 millones de soles a la política
criminal y penitenciaria para que combata a organizaciones terroristas y delitos en la
construcción civil, a través de la ley que estableció un mecanismo de recompensas para
combatir el crimen organizado.
85
PNP con el servicio de vigilancia para privados, pertenecientes al régimen del 24x24, lo
que implica que un día se encuentren en la comisaría o patrullando, pero al día siguiente
(en su día libre) estén vigilando la entrada de un restaurante o de un banco. Este servicio
individualizado fue implementado desde el mandato del ex presidente Alberto Fujimori,
como una manera de compensar los bajos sueldos que recibía la PNP del Estado. De esta
manera, el ex ministro Costa (2015) señala que ningún país posee un régimen tan informal
como este, y que, recién en el momento en que se recupere la exclusividad del trabajo
policial, se deberá decidir si el efectivo mantiene su descanso de 24 horas o labora todos
los días, en función de la necesidad institucional (párr. 6).
Como señala Pérez Rocha (2015), ex general de la PNP, eliminando este sistema
se podrían tener 35,000 policías más patrullando las calles (párr. 5). Asimismo, enfatiza
el hecho de no permitir que agentes que aún no acaban su preparación en la escuela salgan
a enfrentarse a bandas criminales, y ante esto señala que “no es posible que los agentes
del Grupo Terna, que anunciaron con bombos y platillos, se enfrenten a sicarios y
extorsionadores cuando algunos de ellos ni siquiera han hecho prácticas de tiro”.
Por otro lado, Pérez Guadalupe (2015), el aquel entonces ministro del Interior, dio
a conocer que el 91% de los detenidos entre los primeros meses del año por la Dirección
de Investigación Criminal (Dirincri) fueron puestos en libertad al no haber sido
procesados judicialmente, lo que desató que muchos de estos reincidieran en la comisión
de delitos por ausencia de normas drásticas contra la delincuencia (párr. 8). Ante esto, el
Ministerio del Interior, el Poder Judicial y Ministerio Público plantearon como propuesta
el proyecto de ley para evitar que delincuentes sean liberados, acordando conformar una
comisión técnica que elabore propuestas legislativas para afrontar de una manera más
efectiva a la delincuencia y para evitar que los detenidos por la Policía Nacional sean
puestos en libertad, pese a las pruebas; además de incluir capacitación interinstitucional.
Finalmente, entre las estadísticas más recientes, es Bazán (2018), especialista del
Instituto de Defensa Legal (IDL), quien afirma que los delitos contra el patrimonio son
los que causan mayor temor entre la población, y que es necesario considerar el número
de policías, habitantes y características del distrito para destinar los recursos necesarios
como medidas de prevención (párr. 3). Refiere que el gobierno pasado se enfrentó a la
delincuencia con el refuerzo de la presencia policial en las calles, señalando que “entre el
2012 y el 2016, se invirtieron 400 millones de soles en la compra del franco de los policías
para asegurar el patrullaje a pie en el país”.
87
CAPÍTULO IV: EVALUACIÓN EMPÍRICA
Entre las condiciones necesarias para usar datos de panel para ambos métodos, estáticos
y dinámicos, se recomienda el uso de bases de datos con un número de individuos grande
(n) y un periodo de tiempo (t) corto. Si bien la literatura no entrega un valor exacto de
“n” y “t”, autores como Roodman (2008) indican que un “n” adecuado podría ser mayor
a 100, en tanto el “t” no debiera sobrepasar 15, e idealmente ser inferior a 10 en el caso
de paneles dinámicos (p. 3). Esta metodología es más frecuente en los estudios de carácter
microeconómico, con un gran número de observaciones para cortos periodos de tiempo;
contrario a los trabajos a nivel macro, donde lo más frecuente es encontrar una relación
n/t menor. Sin embargo, por una razón enteramente de carencia de datos, el presente
análisis adopta en su metodología una razón n/t mayor, con un total de 144 observaciones,
referidas a 24 departamentos, de frecuencia anual, por un periodo de 6 años.
88
Las variables consideradas en el presente estudio han sido específicamente
seleccionadas luego de la revisión de una vasta literatura14 al respecto sobre los factores
determinantes de la reincidencia. En general, las actividades criminales están
determinadas por diversas motivaciones económicas, sin embargo, por razones de
limitación de data para el caso peruano, no todas han podido ser incluidas en el estudio
en la búsqueda de obtener un resultado más preciso.
Cabe resaltar que los estudios consultados remarcaban la diferencia de los efectos
observados en réplicas para países emergentes, y es por ello que no todos los factores
explicativos de la reincidencia identificados en países desarrollados tendrían el mismo
efecto en los países emergentes. Las variables seleccionadas para el presente estudio se
reducen a reincidencia criminal, inversión pública en el tratamiento del reo, crecimiento
económico del país, índice de empleo, evolución de la población, e inversión pública en
educación básica (primaria y secundaria).
La variable elegida para medir con mayor proximidad la “reincidencia criminal” será el
número de reingresos por año a los centros penitenciarios según departamento. La serie
estadística para esta variable fue solicitada y obtenida directamente de la Oficina de
Estadística del INPE. En cuanto a su definición conceptual, Esperian (2010), se refiere al
término reincidencia como un retorno a la conducta criminal después de la liberación, y
la efectividad de las correcciones se mide generalmente por las tasas de reincidencia (p.
2); y de manera complementaria, el INPE (2017) define el término reincidencia de
acuerdo al artículo 46-B del Código Penal como:
14
Véase un resumen literario en la sección 1.1.
89
Entre tanto, al “interno reingresante” lo define como: “Aquel que registra dos o
más ingresos a un penal, sin discriminar si al momento de su ingreso tuvo la condición
de sentenciado o de procesado” (p. 58). Y al término “habitual” lo define como: “Si el
agente comete un nuevo delito doloso, es considerado delincuente habitual, siempre que
se trate por lo menos de tres hechos punibles que se hayan perpetrado en un lapso que no
exceda de cinco años” (p. 58). En este contexto, el INPE (2017) refiere:
Por otro lado, existen distintos tipos de reincidencia, tales como la reincidencia
por autoinculpación, cuando el ex reo comete un nuevo delito y él mismo lo confiesa; la
reincidencia policial, una detención policial posterior del mismo reo a la que se le imputan
supuestos crímenes cometidos; la penal, un procesamiento posterior del mismo reo por
supuestos crímenes cometidos; la judicial, una condena posterior del mismo reo; la
penitenciaria, un ingreso posterior del mismo reo al centro penitenciario por un nuevo
crimen adjudicado; y la jurídica, un procesamiento posterior del mismo reo por supuestos
crímenes cometidos del Código Penal (Nguyen, Arbach-Lucioni, y Andrés-Pueyo, 2011,
p. 277).
Véase en la figura 4.1 la relación entre los nuevos ingresos al centro penitenciario
a nivel nacional, y los clasificados como reincidentes de esos ingresos; a simple vista no
se podría concluir que mantengan una relación de proporcionalidad.
Figura 4.1
120%
111%
110%
104%
100% 97%
98%
87%
90%
80%
78%
70%
2012 2013 2014 2015 2016 2017
Reingresantes Nuevos Ingresos
Tabla 4.1
92
(continuación)
93
Figura 4.2
8,000
PEN '000
7,500
7,000
6,500
6,000
5,500
5,000
4,500
4,000
2012 2013 2014 2015 2016 2017
La tasa de crecimiento económico es medida a través del indicador producto bruto interno
(PBI), la cual es definida por el Banco Central de Reserva, desde el enfoque de la
producción, como la suma de los valores monetarios de los bienes y servicios finales
producidos en un país durante un ejercicio. En este contexto, esta variable es seleccionada
como determinante de reincidencia bajo la perspectiva de Bennet (1991) de generación
de oportunidades a la población, implicando que, mejores indicadores de crecimiento
nacional reflejan mejores condiciones de la población, reduciendo el incentivo a delinquir
(p. 356).
La serie estadística para esta variable se obtuvo de la página web del INEI, con
datos de periodicidad anual, a nivel departamental, y expresados a precios constantes, a
fin de aislar del análisis el efecto inflación. La figura 4.3 muestra el PBI a nivel nacional,
para el periodo de estudio en cuestión.
94
Figura 4.3
480,000
PEN MN
460,000
440,000
420,000
400,000
380,000
360,000
2012 2013 2014 2015 2016 2017
La serie estadística de esta variable fue obtenida del Banco Central de Reserva del Perú,
encontrada de periodicidad anual, para la ciudad principal de cada departamento; con
esto, se utilizó esta tasa como referencia para la tasa total del departamento. Esta variable
se encuentra expresada como variación porcentual de la base fijada en octubre 2010, la
misma que aplica a cada región.
El índice de empleo es una variable que incluye muchos factores implícitos, tales
como estrato social, conocimiento acumulado, o esfuerzo personal, bajo la premisa de
que predominarán salarios más elevados a mayor sean estos factores mencionados. Véase
en la figura 4.4 un marco general del índice mensual de empleo en el Perú urbano.
95
Figura 4.4
114%
112%
110%
108%
106%
104%
2012 2013 2014 2015 2016 2017
96
Figura 4.5
32.0
Millones
31.5
31.0
30.5
30.0
29.5
2012 2013 2014 2015 2016 2017
La serie estadística fue obtenida del portal web del INEI, a nivel per cápita
departamental y de frecuencia anual; fue re expresada de precios corrientes a precios
constantes utilizando el índice de precios al consumidor (IPC), también obtenido del
INEI, a fin de aislar el efecto inflación. Cabe señalar que esta variable fue incorporada al
modelo final re expresada en logaritmos, ante la presencia de raíz unitaria en su serie de
datos. Véase en la figura 4.6 los niveles de inversión nacional per cápita destinados a la
educación básica de la población.
97
Figura 4.6
S/ 6,000
S/ 5,500
S/ 5,000
S/ 4,500
S/ 4,000
S/ 3,500
2012 2013 2014 2015 2016
Luego de presentar una idea inicial de las relaciones estadísticas existentes entre las
variables, se presentan las relaciones esperadas entre cada una de ellas con la variable
endógena, que es la reincidencia criminal. En primera instancia, la economía sugiere que
las variables inversión pública y reincidencia criminal se relacionan de manera inversa,
en el sentido de que a mayor inversión pública en programas correctivos, menor la
reincidencia del reo, porque se espera que el programa cumpla el cometido de rectificarlo
y reinsertarlo positivamente en la sociedad; por lo tanto, expresado en análisis de
causalidad, es la mayor inversión pública en programas educativos del reo lo que debería
causar una reducción en los índices de reincidencia de este.
98
en las tasas de reincidencia, y esto porque el aumento de las capacidades de la población
les genera mejores oportunidades laborales y disminuye su costo de delinquir (Lochner y
Moretti, 2001, p. 175); o sustentado bajo la postura de promover la integridad, honradez
y trabajo justo entre la población (Fajnzylber, Lederman, y Loayza, 2002; Usher, 1997).
Además, las mejoras en la educación mediante la acumulación cognitiva y no cognitiva
de habilidades se muestran como un factor determinante en la reducción de la
criminalidad (Draca y Machin, 2015, p. 404).
La tabla 4.2 muestra un resumen de lo discutido en esta sección, con los signos
que se espera obtener de las variables principales en la corrida final del modelo.
99
Tabla 4.2
100
CAPÍTULO V: EVALUACIÓN ECONOMÉTRICA
En esta sección se brinda una idea general del modelo seleccionado de datos de panel,
indicando sus principales características, utilidades, y los problemas que conlleva. Los
datos de panel consisten en observaciones de una sección cruzada o de corte transversal
de unidades individuales repetidas sobre el tiempo. Se denomina micropanel si la
información a analizar corresponde a agentes individuales, donde se dispone de un
número muy elevado de individuos y pocas observaciones temporales para cada uno; y,
por el contrario, se denomina macropanel si la información a analizar corresponde a otras
unidades de análisis (países o regiones), para los que se dispone de muchas observaciones
temporales correspondientes a pocos individuos, siendo este último el caso de estudio.
Entre las principales ventajas de este modelo destacan, en primer lugar, una mejor
interpretación de la dinámica del cambio de los individuos a través del tiempo, debido a
que abarca una visión más completa del problema; en segundo lugar, elimina sesgos de
agregación, al trabajar con datos desagrupados, y de especificación, que tienen los
modelos de series temporales porque no tienen en cuenta las características inobservables
de los individuos que podrían estar condicionando su comportamiento; en tercer lugar,
proporciona información que permite mitigar o reducir los problemas de
multicolinealidad respecto a los modelos de serie temporal; y finalmente, la unión de la
dimensión temporal e individual del problema proporciona mayor número de grados de
libertad en el análisis. Sin embargo, los problemas asociados a este modelo incluyen no
aleatoriedad de la muestra, lo que conlleva a decisiones erróneas y no representativas de
101
esta; por otro lado, desequilibrios en la muestra, cuando se tiene más información de
algunos individuos que de otros, lo que se denomina panel no equilibrado o incompleto;
y finalmente, el abandono de la muestra por ciertos individuos, lo que no permite realizar
su seguimiento a lo largo del tiempo.
En la tabla 5.1 se presentan las primeras estadísticas descriptivas de los datos sin
modificaciones previas. El efecto between es el encargado de evaluar los datos en
conjunto, mientras que el efecto within los evalúa de manera independiente. A simple
vista, las variables consideradas y sus métricas seleccionadas no parecieran registrar
ningún problema numérico, debido a la ausencia de desviaciones estándares muy grandes
o negativas.
Tabla 5.1
102
5.1.2 Análisis de correlaciones
Tabla 5.2
Matriz de correlaciones
Una de las condiciones en econometría para poder trabajar con las series que se utilizan
dentro del modelo es que estas sean estacionarias, razón por la cual antes de correr el
modelo se deben analizar las series, tanto en niveles como en diferencias, con el objetivo
de corroborar si se ajustan a la condición de estacionariedad.
Para realizar este análisis se optó por el método de raíces unitarias de Levin-Lin-
Chu, el cual permite detectar la presencia de raíz unitaria en las variables, siendo la
103
hipótesis nula de esta prueba que la serie presenta raíz unitaria, es decir, que se trata de
una serie no estacionaria, y para lo cual debería corregirse con diferencias para poder ser
utilizada en el modelo. Luego de realizar la prueba correspondiente, se detectó que dos
variables poseían raíz unitaria, la cual fue corregida mediante la aplicación de logaritmo
neperiano a toda la serie. Véase el detalle en la tabla 5.3.
Tabla 5.3
104
Tabla 5.4
Test de Hausman
Coefficients
(b) (B) (b-B) sqrt(diag(V_b-V_B))
fixed random Difference S.E.
chi2(5) = (b-B)'[(V_b-V_B)^(-1)](b-B)
= 34.29
Prob>chi2 = 0.0000
Considerar que el modelo tiene efectos fijos sugiere que la reincidencia tiene un
efecto heterogéneo entre regiones, es decir, que el problema de la reincidencia no es el
mismo en todos los departamentos. Una vez concluido que el efecto fijo es el adecuado
para el modelo en cuestión, se procede a realizar la corrida y a obtener las primeras
estimaciones, evidenciadas en la tabla 5.5.
105
Tabla 5.5
F(7,75) = 20.36
corr(u_i, Xb) = -0.9995 Prob > F = 0.0000
sigma_u 3440.2947
sigma_e 45.737447
rho .99982328 (fraction of variance due to u_i)
F test that all u_i=0: F(23, 75) = 17.77 Prob > F = 0.0000
La autocorrelación se define como la relación entre los valores separados el uno del otro
por un intervalo de tiempo dado. Esta surge cuando los términos de error del modelo no
son independientes entre sí, es decir, cuando el término de perturbación relacionado con
una observación cualquiera se encuentra influenciado por el término de perturbación
relacionado con cualquier otra observación.
107
Tabla 5.6
Test de Wooldridge
Linear regression Number of obs = 80
F(7, 23) = 212.33
Prob > F = 0.0000
R-squared = 0.3956
Root MSE = 69.296
Robust
D.reingresos Coef. Std. Err. t P>|t| [95% Conf. Interval]
inv_tratamiento
D1. -.0001839 .0000789 -2.33 0.029 -.0003472 -.0000206
pbi_percap
D1. .0015826 .0047195 0.34 0.740 -.0081803 .0113456
pob_total
D1. -.0019514 .0003778 -5.17 0.000 -.0027329 -.0011699
leduc_basic
D1. 84.37758 58.82462 1.43 0.165 -37.31043 206.0656
indice_empleo
D1. -.1257049 .6901433 -0.18 0.857 -1.553375 1.301965
lfem_tent
D1. 2.657269 12.20847 0.22 0.830 -22.59787 27.91241
trafic_droga
D1. .3434027 .0965994 3.55 0.002 .1435716 .5432339
Tabla 5.7
Test de Breusch-Pagan
Source SS df MS Number of obs = 106
F(7, 98) = 250.35
Model 18090898.5 7 2584414.07 Prob > F = 0.0000
Residual 1011663.9 98 10323.101 R-squared = 0.9470
Adj R-squared = 0.9433
Total 19102562.4 105 181929.165 Root MSE = 101.6
. estat hettest
chi2(1) = 141.13
Prob > chi2 = 0.0000
109
a este contexto de cuestionamientos, es debido al pequeño tamaño de la muestra utilizada
en esta investigación, que se opta por elegir la corrección del modelo bajo la estimación
por errores robustos.
Cabe señalar que si bien existen otras metodologías que asimismo consideraban
la corrección del problemas detectado en el modelo, estas no se ajustaban a la naturaleza
de los datos recolectados, tales como la estimación mediante el estimador Mínimos
Cuadrados Generalizados Factibles (FGLS), la cual no pudo considerarse al tratarse de
un periodo de tiempo de estudio muy corto, o la estimación de un Panel Dinámico a través
de las metodologías de Variables Instrumentales y Arellano-Bond GMM15, las cuales
también fueron descartadas al no poder identificarse en el corto periodo de estudio un
patrón de relación de cada una de las variables del modelo con sus propios rezagos.
15
Método Generalizado de Momentos (Generalized Method of Moments).
110
presupuestales y penitenciarias presentadas en el siguiente capítulo, uno de los objetivos
de esta investigación.
Tabla 5.8
16
Panel Corrected Standard Errors.
111
posible además obtener el coeficiente de determinación17 o R2 del modelo, de 0.94; lo
que permite deducir que el modelo se encuentra bien especificado. Los resultados
proyectados en la tabla 5.9 corresponden a una estimación complementaria a la principal,
ya referida en la tabla 5.8, y se muestran muy similares a esta.
Tabla 5.9
Het-corrected
reingresos Coef. Std. Err. z P>|z| [95% Conf. Interval]
17
El R2 se define como la proporción de la varianza total de la variable explicada por la regresión.
Determina la calidad del modelo para replicar los resultados, cuanto mayor sea, mejor será el modelo.
112
5.2 Interpretación de los resultados del modelo
115
Tabla 5.10
116
CAPÍTULO VI: PROPUESTAS DE SOLUCIÓN
117
vigilancia de los reos, los programas llevados a cabo, o finalmente, según expertos, una
mayor inversión en la reducción del crimen o la comisión de delitos previo
encarcelamiento, incluyendo estos aspectos como un mayor número de policías y
serenazgos, una mejora en los equipos tecnológicos de las calles y comisarías, entre otros.
Tabla 6.1
118
El siguiente factor es el bajo sueldo destinado al personal a cargo del tratamiento
y vigilancia de los reos. Un salario ínfimo para los guardias es uno de los generadores
principales de la corrupción dentro de los establecimientos penitenciarios, la misma que
se transmite a los reos como un mal ejemplo y dificulta corregir su conducta. Pagarles un
sueldo de subsistencia a los guardias no representa el incentivo suficiente para que estos
desarrollen su trabajo de vigilancia de la manera en la que fueron entrenados, pues ellos
mismos reconocen que no están dispuestos a arriesgar sus vidas para perseguir a reos
prófugos bajo el salario que reciben. Por otro lado, pagarle la remuneración mínima al
personal a cargo de la rehabilitación del reo, propicia en él un desinterés por el bienestar
del reo, y una falta de compromiso con su trabajo.
Con este sistema, los ingresos de la prisión podrían verse incrementados si estos
reos fueran entrenados para realizar trabajos que implicasen la exportación de sus
productos, como trabajos con madera, o trabajos internos de la prisión que se tradujesen
en una reducción del gasto en la tercerización de servicios, como remodelaciones del
centro, atención en el comedor, entre otros. A cambio, su trabajo debería poder
proporcionarles valores como responsabilidad, constancia, perseverancia y respeto,
financiar su mantenimiento en la cárcel, comida, y aseo, y generarles un trato especial,
segregados de los demás reos en pabellones más espaciosos, sin necesidad de perder sus
derechos humanos.
Cabe señalar que la condición de obligatoriedad del trabajo para todos los internos
dentro del centro penitenciario sin segregación aseguraría los ingresos continuos de la
prisión. En este contexto, se plantean dos modalidades de trabajo, en un primer escenario,
un trabajo de la mano con instituciones privadas que pudiesen capacitar a los reos, con
espacios previamente acondicionados dentro del centro, para realizar trabajos manuales,
panadería, orfebrería, sector textil (confección de polos, uniformes), lavandería,
carpintería (cunas, camas, reposteros), y que fuese remunerado pero en coordinación
directa con la prisión, de esta manera su sueldo podría cubrir sus gastos de estadía en la
cárcel; y en un segundo escenario, esta capacitación podría ser inicialmente tercerizada y
luego trasmitida de reo en reo, y los productos podrían ser vendidos a diversas
instituciones del estado, como camas para hospitales o albergues, a un precio menor del
que la entidad lo conseguiría en un taller normal.
120
La escasez de presupuesto podría asimismo ser complementada inicialmente por
un financiamiento externo norteamericano, por concepto de donación para programas
específicos. Es sabido que Estados Unidos realiza donaciones a países traficantes de
droga porque el ingreso de la droga a su territorio le significa millonarias pérdidas; ante
eso, prefieren realizar donaciones a estos países para que la utilicen como inversión a la
prevención del delito. Según el modelo econométrico, se deberían priorizar delitos como
el combate de drogas y la violencia sexual.
Tabla 6.2
121
Tabla 6.3
Según los datos del INPE, a diciembre del 2018, la población penitenciaria
sentenciada ascendió a 90,934 personas. Si se considera que se gastaron 28 soles diarios
en cada una, eso implica que anual se gastaron 10,220 soles por reo, haciendo un total de
929,345,480 soles, es decir, casi un billón de soles gastados por año en manutención de
reos, equivalente a un aproximado de 0.2% del PBI. De ese gasto total, solo un 8.39%
se destinó a la rehabilitación del reo, solamente considerando la categoría programas.
Aparentemente, solo esta cifra no representa un gran gasto para el estado, sin embargo,
para cuantificar el impacto de la reincidencia no solo debe considerarse el gasto de
manutención en reos, sino que es necesario también evaluar todos sus costos derivados
como, por ejemplo, las pérdidas ocasionadas por los delitos en los que reinciden.
Con las cifras reportadas en el capítulo tres del costo que el crimen le representa
a la economía, se calculó que para el 2013, la pérdida monetaria para el estado ascendió
a 22’406,013,490 soles, equivalente a un 5.42% del PBI de ese mismo año, solo
considerando el impacto de dos delitos, la violencia contra la mujer (3%), y el monto
comprometido en actos de corrupción (2.42%). Con los datos reportados para el 2014, la
pérdida para el estado fue de 13’161,302,207 soles, equivalente a un 3.11% del PBI para
ese año; solo considerando el costo de los delitos menores cometidos (2.77%), el costo
social del homicidio (0.08%), y los costos globales de encarcelamiento (0.26%).
Finalmente, se reportó que para el 2015 el costo de victimización por asaltos y violaciones
ascendió a un 0.19% del PBI, equivalente a una pérdida anual de 832,479,158 soles.
122
Ahora bien, a nivel general, el costo del crimen se compone principalmente de
tres partes, entre ellas, los costos sociales, que incluyen victimización letal y no letal, y
los ingresos cesantes de la población carcelaria (0.64% del PBI); los gastos del sector
privado - hogares y negocios - en seguridad (1.37% del PBI); y los gastos fiscales,
incluyendo policías y cárceles (1.51% del PBI), recordando que en este último solo los
costos de mantenimiento del reo ascienden a 0.23% del PBI. La tabla 6.4 presenta un
resumen de los costos que el crimen y la reincidencia le representan a la economía, en
términos porcentuales del PBI. Tener en cuenta que los costos no cuantificables no se
están considerando por inexistencia de métodos para su medición.
Tabla 6.4
Es vital tomar mayor consciencia del impacto negativo que este problema genera
en la sociedad y en la economía. El presupuesto nacional debe repartirse entre muchos
18
Un outlier o valor atípico es una observación numéricamente distante del resto de los datos.
124
problemas, cada uno sin ser menos importante que otro, pero, priorizar consciente y
responsablemente la solución de uno que desencadena a los demás, y que incluso genera
pérdidas económicas cuantificables para el país, es una decisión eficiente. Para cerrar esta
sección, se dejan algunas propuestas para la reducción del crimen peruano. La
investigación encuentra que los factores macroeconómicos resultan ser muy similares
entre países, entre ellos, siempre presentes se encuentran el alto nivel de desempleo y
pobreza, y la falta de educación.
Los expertos en criminología aseguran que atacar la raíz del problema, centrarse
en la disminución del crimen, reduciría en gran proporción aspectos relacionados como
el hacinamiento carcelario, y permitiría un trato más especializado a criminales que
persisten en su comportamiento a pesar de haberles reducido los incentivos a cometer
delitos; pues como se mencionó en el capítulo tres, el hacinamiento en cárceles constituye
una de las principales causas de reincidencia, al facilitar que el interno se mantenga
familiarizado con las prácticas delictivas por la cercanía que mantiene con los demás
delincuentes. Si bien este último bloque de propuestas se desvía ligeramente del tema
central del estudio, de igual manera son mencionadas para tener en consideración factores
extras que puedan ser aplicados en paralelo con el fin de contribuir al mismo objetivo
común.
Ante esto, una primera reflexión se encuentra en casos como Belice, que reflejan
que tanto las variables pobreza como ambiente de crianza afectan el futuro de un
adolescente infractor, pudiendo propiciar la formación de pandillas; ante esto, la
propuesta que se plantea son los programas de prevención del delito efectivos que ya se
vienen aplicando en Estados Unidos, que consisten en visitas guiadas de jóvenes en
centros reformatorios a los centros penitenciarios, donde pueden tener una breve
entrevista con los reos sentenciados, quienes les comenten como es la vida en prisión y
porqué deberían evitar llegar a ella.
Por otro lado, la mayoría de cárceles albergan reos que registran cargos por más
de un crimen, esto significa que los primeros crímenes que cometieron no fueron
castigados, o no de la manera correcta, pues propiciaron la comisión de los demás futuros.
Como se mencionó en la sección del Plan Bratton, los delitos menores deben ser
sancionados con la intención de mostrar al infractor que faltar a la ley sigue estando mal,
y evitar que ese celular robado en un bus, se convierta años más tarde en un banco. Ante
125
esto, no se sugiere cárcel para evitar contribuir con el hacinamiento de estas, pero sí
servicio comunitario obligatorio y asistencia a centros juveniles altamente especializados
en formación de valores a jóvenes. Cabe señalar que, según el BID (2017), dado que la
proporción media de detenidos por los crímenes violentos seleccionados es de alrededor
del 50%, la estimación mínima obligatoria del gasto relacionado con la delincuencia
policial debiera ser del 50% del gasto total de la policía (p. 8).
126
6.2 Políticas de reinserción
Debido a la última reflexión del acápite anterior es que se consideró necesario tratar
también el tema del contenido de los programas en este trabajo de investigación. Los
casos revisados de las políticas de reinserción de presos de los sistemas carcelarios
alrededor del mundo registran un patrón, el cual es posible corregir si es identificado de
manera correcta. En principio, las cárceles con altos índices de reincidencia manejan un
sistema de operación carcelaria y de trato al reo muy similar, entre condiciones de
hacinamiento, encierro, y escasez de personal. Por otra parte, los factores
microeconómicos que afectan a los internos y propician su reincidencia, se mantienen
asimismo constantes, entre ellos, malas influencias, consumo de sustancias adictivas,
deseo de pelea y venganza, y desinterés por el crecimiento personal.
El capítulo plantea una relación entre los actos de reincidencia y las presiones
económicas de la sociedad y el consumismo, sosteniendo que una las principales razones
de la criminalidad en el Perú nace de aspirar a percibir un ingreso monetario mayor, con
una falsa ilusión de que las cosas materiales crean felicidad. Este, por ejemplo, es un
argumento muy importante que sirve como base para entender qué motiva el
127
comportamiento de los reincidentes peruanos, y con este conocimiento es posible
reorientar y modificar el sílabo del programa de rehabilitación.
Tabla 6.5
128
eliminarse, pues reos como aquel noruego de 13 reingresos demostraron que sí existe el
programa que los haga ver la vida desde otra perspectiva, y si eso pudo funcionar con él,
puede perfectamente hacerlo con el resto de reos.
Por otro lado, países como Costa Rica o Colombia han demostrado la ineficacia
de sus sistemas mediante la constante amenaza de violencia presente en el recinto. Ante
esto, cabe hacerse la pregunta, ¿cómo un reo puede preocuparse de su rehabilitación a
largo plazo, si prioritariamente debe velar por su seguridad en el día a día? En Perú, la
129
amenaza a la vida también es un hito constante en la vida de los reos. Algunos ejemplos
de ello incluyen casos como, muertes de líderes de mafias extorsionadoras en altercados
con bandas rivales, como el caso de Samuel Correa Gamarra, el cabecilla de los Malditos
del Triunfo; motines organizados por los propios reos que dejan heridos a los mismos,
como el caso del Motín en el Penal de Challapalca; además de los atentados físicos
registrados diariamente de los reos más fuertes contra los más débiles, como el caso del
preso español Jesús Ruiz García, condenado por tráfico de drogas en Penal Ancón II,
extorsionado con la vida de su madre, herido con corriente eléctrica dentro de su celda y
obligado a desembolsar dinero para su supervivencia.
Ante esto, aquellos reos más violentos debieran ser separados de los más pasivos
para ser tratados en una unidad aparte, y no alterar la paz ni la seguridad de los reos más
pacíficos. De igual manera, reincidentes habituales con más de 3 reingresos, debieran ser
separados de los nuevos ingresos para recibir un tratamiento más especializado, el cual
podría incorporar un promedio de dos horas diarias de entrenamiento militar para
ayudarlos a forjar su carácter, con un plazo mínimo de ejecución de 2 años.
Los agresores sexuales, en toda cárcel del mundo, son aislados en celdas aparte
para salvaguardar su propia seguridad y la de los demás reos; son segregados y
despreciados por los demás reclusos por haber atentado contra un grupo vulnerable de la
población. Bajo este concepto, se puede concluir que los reos, de manera general,
consideran que el homicidio que han cometido frente a una persona adulta, no resulta
igual de atroz frente al de un niño, asignando una especie de valor a la vida humana. Ante
esto, es primordial incluir una sección de este tema en su programa de rehabilitación, en
donde psicólogos y demás especialistas puedan transmitirles que la vida humana de un
niño vale tanto como la de un adulto, pues resulta que si la mayoría de criminales se
escandaliza por actos contra infantes, al comprender que la vida de estos vale tanto como
la de un joven, podrían escandalizarse por los propios delitos que cometen, y en ese punto,
empezar a ser conscientes de sus actos.
Los reos que hayan logrado culminar de manera exitosa y con honores el
programa, deben recibir un certificado de rehabilitación, en el cual el mismo INPE
acredite que han desarrollado las capacidades que carecían, y que están aptos para una
resocialización. Esto devela mayor seguridad, confianza, y profesionalismo del
programa, y mayor compromiso de parte de la institución que lo emite. Además, debe
anexarse a su historial penal un informe detallado del proceso del logro de las
competencias, incluyendo avances, pruebas psicológicas efectuadas, comentarios de sus
profesores y asesores, además de una declaración jurada efectuada por el propio reo,
acreditando que ha abandonado todos los vicios de su vida pasada. Esto último podría ser
utilizado en su contra en caso este reincidiera, dejando en acuerdo escrito que a partir del
momento en que es puesto en libertad, reconoce ser un sujeto de confianza de la sociedad,
y se atiene a las medidas más drásticas que puedan ser tomadas en su contra, incluyendo
cadena perpetua, ante cualquier acto delictivo que cometiese de ahora en adelante.
Países como Belice y Noruega dejan como enseñanza que no es posible tratar el
mal con más mal, ante eso, cabe hace la pregunta, ¿los contenidos de los programas
actuales son los adecuados? ¿el trato de los guardias va en línea? Las cárceles que les
enseñan a ser más humanos, y se preocupan verdaderamente por su crecimiento personal,
demuestran haber logrado cambiar su manera de pensar sobre la vida. Para las personas
que solo han pasado por malos ratos, que los traten con humanidad y respeto los invita a
reflexionar que todo por lo que alguna vez han pasado en su vida no es lo único que hay.
131
CONCLUSIONES
A continuación, se presentan las conclusiones del estudio, en línea con las hipótesis y
objetivos específicos propuestos.
133
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