Relatos de Cautiverio
Relatos de Cautiverio
Relatos de Cautiverio
2, julio-diciembre 2018: 57 - 87
ISSN 0717-8832
Fray Juan Falcón, el dominico cautivo entre los mapuches en el siglo XVII
Fray Juan Falcon, the Dominican captive among the mapuches in the XVII century
RESUMEN
Los sacerdotes de la orden dominica, quienes llegaron a Chile en 1557, desarrollaron una importante labor
evangelizadora en la ciudad de Valdivia y sus alrededores desde 1569. En el año 1600 dicho enclave fue
asolado por diversas reguas indígenas, ultimando a algunos sacerdotes de dicha congregación y
capturando a otros, para ser intercambiados posteriormente por aborígenes que se encontraban en manos
de los españoles. Este fue el caso de fray Juan Falcón, prisionero quince años entre los naturales y de quien
obtenemos uno de los tempranos testimonios de la organización social y política de los mapuche, en
conjunto con algunas características de sus creencias. El testimonio de Falcón, además de entregar
importante información etnohistórica, complementa la proporcionada por el sacerdote jesuita Luis de
Valdivia durante el mismo periodo. Sin perjuicio de lo anterior, es posible que las descripciones del
dominico constituyan el primer registro de un sacerdote católico en el siglo XVII que sobrevivió a un
cautiverio prolongado, custodiado por distintos caciques.
Palabras Claves: mapuches, guerra de Arauco, ayllareguas, butalmapus.
ABSTRACT
The priests of the Dominica order, who arrived in Chile in 1557, developed an important work of
evangelization in the city of Valdivia and its surroundings from 1560. In 1600 the enclave was attacked by
several indigenous reguas killing some priests of that congregation and capturing others, to later be
exchanged for aborigines who were captive by the Spaniards. This was the case of Fray Juan Falcon,
prisoner for fifteen years among the aborigines, who gives one of the first tests of social and political
organization of the mapuches, along with some characteristics of their beliefs. The testimony provided by
Falcon complements with important ethnohistorical information that given by the Jesuit priest Luis de
Valdivia during the same period. Notwithstanding the foregoing, it is possible that the descriptions
provided by the Dominican priest constitute the first record of a Catholic priest in the seventeenth century
who survived a prolonged captivity, guarded by various chieftains.
Keywords: mapuches, guerra de Arauco, ayllareguas, butalmapus.
Recibido: octubre 2018
Aceptado: diciembre 2018
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Introducción
A partir de la década de 1980, algunos historiadores comenzaron a estudiar los testimonios de
aquellos españoles que fueron capturados por los indígenas en la Araucanía en el XVII1. En este
sentido, esas investigaciones se concentraron principalmente en dilucidar el trato propinado a
los peninsulares y a las condiciones de vida que sobrellevaron durante su cautiverio, sin reparar
que la declaración de Juan Falcón contenía referencias sustantivas a la estructura y organización
socio–política de los mapuche. Por el interés que motivó esas investigaciones, los historiadores
no reconocieron que el dominico mencionó cuáles eran las convicciones que los nativos tenían
de sus territorios, el papel de sus líderes y las diversas maneras de responder al señorío español;
elementos culturales particulares que fueron determinantes en el entendimiento entre ambas
culturas.
En este sentido la relevancia de la dinámica social de estas agrupaciones indígenas presenta
elementos de continuidad histórica contingentes en la actualidad, las que se relacionan con la
búsqueda de la paz y el reconocimiento de la pertenencia a un territorio ancestral.
Aunque mucho más discreta que las informaciones entregadas posteriormente por Francisco
Núñez de Pineda y Bascuñán en el Cautiverio Feliz, e incluso por Diego de Rosales en la Historia
General de el Reyno de Chile, Falcón advierte tempranamente algunas de las características que
motivaron este estudio.
Se desconoce con precisión cuándo habría llegado al reino, pero de acuerdo a su relato
podríamos ubicarlo durante los últimos años del siglo XVI, siendo enviado a la ciudad de Valdivia
para acompañar a los españoles y predicar el evangelio en los centros poblados, fuertes y
reducciones indígenas.
La congregación dominica desde su arribo a estas latitudes en 1557, junto al acompañamiento
señalado, inició un proceso evangelizador basado en el adoctrinamiento de la población
aborigen. Con dicho propósito, construyeron casas o centros misionales en las principales
ciudades, como fue el caso de Penco en 1566, Villarrica, Valdivia y Osorno, tres años más tarde,
y finalmente en Chillán el año 1580.
En 1598 comenzó el segundo gran levantamiento indígena que conllevó a la destrucción de
todas las ciudades al sur del río Biobío. Por esos años, el fraile dominico se encontraba en Valdivia,
cumpliendo las funciones evangelizadoras junto al prior de la orden, Pedro Pesoa 2.
1 Al respecto véase a Leiva, Arturo.1982. “El otro cautiverio”, Revista Académica Nº2, pp. 165–178; Guarda, Gabriel.
1987, “Los cautivos en la Guerra de Arauco”. Boletín Academia chilena de la Historia Nº 98, pp. 93–157; Zapater,
Horacio.1988: “Testimonio de un cautivo. Araucanía 1599–1614”, Historia Nº23, pp. 295–325; Lázaro, Carlos.1994 “Los
cautivos en la frontera araucana”, Revista Española de Antropología Americana Nº24, pp. 191–207.
2 Diego Arias de Saavedra indica que el padre Pesoa regañó a los indígenas que lo cautivaron por haber violado a las
mujeres españolas, y posteriormente fue colgado de un árbol. En Álvarez de Toledo, Fernando.1862, Purén Indómito.
Leipzig, pág. 83. A partir de 1950 la autoría de esta obra fue atribuida a Diego Arias de Saavedra.
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En el año 1600, la ribereña ciudad fue devastada principalmente por algunas reguas3
mapuches, quienes además de matar a los vecinos, quemaron sus cultivos y raptaron a sus
mujeres e hijos. Algunos sacerdotes también corrieron la misma suerte, mientras otros fueron
ultimados.
Falcón fue capturado junto a ocho sacerdotes, de los cuales solo dos pudieron ser rescatados
por los españoles de manera inmediata. Los seis restantes fueron muertos a lanzadas, incluido
dentro de ellos el prior de los dominicos. Quince años estuvo entre los indígenas, y si bien fue
cautivo en Valdivia, no permaneció en esa zona, ya que fue trasladado hacia La Imperial.
Según su propio relato, estuvo tres años en esa localidad, periodo en el cual recibió diversos
malos tratos por parte de los caciques, situación que se terminó cuando fue adquirido por un
cacique de Purén. El fraile no precisa el tiempo de permanencia en cada una de las parcialidades,
limitándose a consignar en su relato donde fue bien y mal tratado.
Al referirse a la organización socio–política de los indígenas, reconoció que para hacer la
guerra, los caciques convocaban primero a sus familiares y posteriormente a sus “amigos”,
quienes localizados en una amplia extensión territorial debían cumplir diversas obligaciones para
asegurar que las reuniones se concretaran.
Aun cuando se ha tomado la decisión de interpretar el testimonio desde la perspectiva
etnohistórica y considerado solo aquellos elementos que atienden al propósito de este estudio,
que es en definitiva analizar desde una perspectiva no occidental la relación indígena con los
hispanos, la totalidad de la información se encuentra en la versión paleografiada que anexamos
al final de este artículo.
En relación a la transcripción paleográfica, se respetó la norma ortográfica original del
manuscrito. Sin embargo, en aquellos casos que las palabras o letras no se encuentran, pero se
puede inferir, se consigna entre paréntesis cuadrados en la misma línea del documento []. En el
caso de dudas, figuran de igual forma, pero con signo de interrogación ?. Asimismo, cuando las
palabras están repetidas, se conservaron y fueron acompañadas con la sigla sic.
3 Entenderemos por linaje o regua al grupo de parentesco y territorial sobre el cual se organizaba la sociedad aborigen
que se localizaba entre los ríos Itata y Toltén. Véase Silva, Osvaldo; Farga, Cristina.1997. “El surgimiento de hombres
poderosos en las sociedades segmentadas de la frontera Inca: el caso de Michimalonko”. En Revista de Historia
Indígena Nº2, pág. 23; Latcham, Ricardo. 1924. La organización social y creencias religiosas de los antiguos araucanos.
Publicaciones del Museo de Etnología y Antropología de Chile. Santiago de Chile, Imprenta Cervantes, pp. 368–369.
Cada regua tenía un jefe civil o lonco al cual sólo obedecían quienes habitaban su territorio, es decir sus parientes.
Sobre él recaía la responsabilidad de hacer cumplir las decisiones del linaje, velar por su bienestar y también zanjar los
desacuerdos existentes entre los integrantes de su grupo. Cuando uno de los segmentos decidía hacer la guerra
convocaba a los demás loncos para elegir o nombrar a un toqui, quien reemplazaba en el liderazgo al lonco mientras
duraba el conflicto, debiendo obedecerle todos los integrantes de los linajes que acordaron unirse con dicho propósito.
Finalmente, como la organización social básica y el tronco sagrado escalonado utilizado por las machis en las rogativas
son consignadas en algunos documentos coloniales con el término rehue, decidimos emplear la palabra regua para
diferenciarlos.
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Finalmente, debido a los cambios generados al orden tradicional de las fojas en la
digitalización del documento, utilizamos en las citas y en la transcripción el término imagen con
su respectiva numeración asignada por el Archivo General de Indias.
El aciago a las ciudades al sur del río Biobío y la desmejorada situación del reino (1598 - 1600)
La batalla de Curalaba en 1598 no fue un hecho incomprensible, ya que derivó en consecuencias
devastadoras para los españoles. No solamente por la implicancia política que tuvo la muerte del
gobernador Martín García Oñez de Loyola, sino por la pérdida de los territorios que con denuedo
ocuparon.
Existe consenso entre los diversos historiadores que los expedicionarios desde su llegada a
estos territorios construyeron ciudades, cultivaron la tierra y ordenaron sus vidas, en medio de
las furibundas embestidas indígenas que buscaban expulsar definitivamente a los foráneos de
sus tierras ancestrales.
Difícilmente los peninsulares pudieron mantener la defensa de las sistemáticas acometidas de
las reguas sin la presencia de un ejército profesional, pues debían enfrentar a los mapuche, cuidar
sus cultivos y animales, además de proteger sus vidas y las de sus familias.
En el caso de la ciudad de Valdivia la situación fue distinta, ya que la población aborigen que
habitaba las cercanías no manifestó hostilidades contra los españoles en los meses siguientes a
su fundación en 1552, lo que facilitó su asentamiento en la zona, permitiendo que se constituyera
en un eslabón importante para las expediciones marítimas, especialmente hacia el estrecho de
Magallanes4. Sin embargo, la gran rebelión de fines de 1553, provocó un cambio importante en
la percepción inicial que tuvieron los peninsulares de dichos indígenas, quienes al vincularse con
otros linajes arremetieron contra los ibéricos, llevando a estos últimos a cuestionarse su
permanencia en esas latitudes.
Los años siguientes fueron de relativa calma y mitigaron la intención de abandonar la ciudad
en algunos españoles, pero el temor a sufrir nuevos ataques inquietaba a la mayoría de los
cristianos. Aquellos que persistieron en la idea de dejar la localidad generaron rencillas y
desavenencias, incluso llegaron a promover motines que debieron ser sofocados por los
representantes de la corona5.
Pero fue el terremoto de 1575 el que hizo resurgir la idea de despoblarla, debido a los graves
daños que sufrió. Con todo, durante el siglo XVI la urbe vivió una relativa calma y pudo
4 Lobera, Pedro Mariño de. 1960. Cronica del Reino de Chile. Biblioteca de autores españoles. Edición y estudio
preliminar de Francisco Esteve Barba., Madrid, Ediciones Atlas, pp. 318–321.
5 Góngora Marmolejo, Alonso de. 1960. Historia de todas las cosas que han acaecido en el reino de Chile y de los que
han gobernado. Biblioteca de autores españoles. Edición y estudio preliminar de Francisco Esteve Barba, Madrid,
Ediciones Atlas, pp. 216–218.
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proyectarse durante este periodo como un enclave de progreso floreciente, producto del
desarrollo de las actividades mineras, agrícolas y ganaderas hasta el año 1598 6.
Habían pasado cuarenta y cinco años de la primera gran rebelión que comenzó con la batalla
de Tucapel y donde murió el entonces gobernador Pedro de Valdivia. Aunque los españoles
pudieron volver a ocupar esta zona, siempre mantuvieron presente la sombra de lo ocurrido.
Hombres y mujeres vivieron con el recuerdo del aciago acontecimiento, mientras las autoridades
temían que el río Biobío se consolidara como una frontera inexpugnable para sujetar los
territorios que se encontraban al sur.
Pero esos temores no solo se fundamentaban en aquel infausto hecho, pues los abusos contra
los indígenas cometidos a través del servicio personal urdían la desventura que por segunda vez
azotaría a los hispanos7. En 1598, las reguas que habitaban al sur del referido curso fluvial
nuevamente se organizaron en ayllareguas para acometer a los españoles8.
Obedeciendo las órdenes de sus jefes de guerra o toquis fueron embistiendo ciudades y
fuertes, incluyendo las reducciones indígenas emplazadas en las cercanías de estos últimos.
Quemando sembradíos, robando animales, matando hombres y raptando mujeres, los toquis
sellaban el destino de los peninsulares sobrevivientes, en conjunto con la de los indios que les
ayudaban.
Frente a esta realidad el Cabildo pidió a las máximas autoridades del virreinato todo tipo de
socorros, a la vez que comenzaron un conjunto de disquisiciones respecto al servicio personal y
la esclavitud de los indios de guerra. Particular interés por la implementación de esta última
6 Para aproximarse a la historia de la ciudad con mayor detalle, véase a Guarda Geywitz.1953, Fernando Historia de
Valdivia (1552–1952), Santiago de Chile, Imprenta Cultura.
7 El servicio personal de los indígenas surge durante la conquista con la finalidad de asistir a los españoles diariamente,
ayudarlos en el transporte de pertrechos y armas. Sin participar directamente de la guerra, fueron obligados a
concurrir, cumpliendo un papel fundamental en las expediciones y también en las campañas de dominación indígena.
Sus funciones y trabajo no estaban regulados, dando motivo a todo tipo de abusos, especialmente en las encomiendas.
Véase a Jara, Álvaro.1971. Guerra y Sociedad en Chile., Santiago, 4ª edición Editorial Universitaria; Jara,
Álvaro.1987.Trabajo y salario indígena. Siglo XVI, Santiago, Editorial Universitaria; Góngora, Mario. 1970.
Encomenderos y estancieros: estudios acerca de la constitución social aristocrática de Chile después de la conquista
1580-1660. Santiago de Chile, Departamento de Historia, Universidad de Chile sede Valparaíso.
8 La ayllaregua fue la unión provisoria de los grupos locales de parentesco (lebos o reguas), que reconocían un territorio
como propio para defenderse de un enemigo común. El registro más temprano sobre la ayllaregua lo encontramos en
la declaración que realizaron al Gobernador Oñez de Loyola dos mulatos que vivieron entre los indios. Ellos señalan
que Colocolo era el indio más belicoso y valiente de la “illaregua” de Purén, Tucapel y Catiray. “Declaraciones de dos
mulatos que vivían entre los indios rebelados acerca de las costumbres de guerra de éstos” En Colección de
Documentos Inéditos para la Historia de Chile (en adelante CDIHCH), tomo IV, segunda serie. Fondo Histórico y
Bibliográfico José Toribio Medina, 1960. Pág. 386. Posteriormente, Miguel de Olaverría identificó que las reguas de
Arauco, Purén y Tucapel, se agrupaban con la finalidad de atacar a los españoles en número variable, refiriendo que a
las uniones de nueve parcialidades los nativos las denominaban “allareguas”8. En “Informe sobre el Reyno de Chile,
sus Indios y sus guerras” (1594). En Gay,Claudio. 1852. Historia física y política de Chile. Documentos. Tomo II, Paris.
Imprenta de E. Thunot, pág. 21.
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medida presentaron los vecinos de Santiago, quienes vieron en riesgo sus vidas y riqueza al
informarse del avance de los indios rebelados hacia el norte.
Posiblemente, detrás de este clamor desesperado se arraigaba el remordimiento de haberse
negado a favorecer las propuestas de pacificación presentadas por el malogrado gobernador en
los primeros años de su administración, pues aparentemente, Oñez de Loyola habría intentado
remediar las injusticias, abusos y crueldades cometidas por sus antecesores.
Pese al escepticismo reinante en la sociedad peninsular, mantuvo su propósito, logrando la
anhelada tranquilidad que asumió como mérito personal. Sin embargo, la abrumadora sensación
de éxito le impidió darse cuenta que la paz con los aborígenes no sería permanente y que su
predisposición a la guerra afloraría en cuestión de tiempo.
Con todo, la muerte del sobrino nieto del fundador de la Compañía de Jesús, sembró horror y
desolación en las distintas partes del reino.
Algunas congregaciones de la Iglesia católica también se mostraron particularmente inquietas
por esta situación, especialmente los dominicos y agustinos, ya que el desarrollo material y moral
alcanzado hasta ese momento por los españoles estaba arrojado a su suerte.
Con la finalidad de evitar que la gobernación quedara acéfala y se generaran disputas internas
por la sucesión del cargo –como ocurrió en 1553 con la muerte de Pedro de Valdivia–, el virrey
del Perú, Luis de Velazco y Castilla –Marqués de Salinas–, designó interinamente a Pedro de
Vizcarra.
Las responsabilidades del cargo eran conocidas para el otrora teniente de gobernador y
justicia mayor del Reino, quien no pudo ascender a este cargo en propiedad debido al
nombramiento de Oñez de Loyola.
El veterano y achacoso Vizcarra (1598-1599) dispuso los hombres necesarios para enfrentar
la ofensiva nativa y envió mensajeros a Lima a pedir refuerzos. Se instaló en Concepción, a
principios de 1599, para guiar la defensa de los fuertes de Santa Fe, Boroa y Quilacoya, además
de proteger las ciudades de La Imperial, Angol y Villarrica, tomando algunos originarios
prisioneros para someterlos como esclavos.
Sin embargo, el levantamiento indígena ya se había proyectado desde el río Maule hasta
Osorno, haciendo imposible a los españoles controlar la situación, especialmente cuando los
vecinos huían de las ciudades debido a la contundencia de la ofensiva nativa.
La crisis del reino y el inminente abandono de las localidades era una realidad innegable por
el temor a morir que tenían los peninsulares. Ejemplo de ello fue el despoblamiento de Santa
Cruz, cuyos habitantes huyeron al no poder protegerla.
A duras penas sobrevivían los españoles al sur del Biobío cuando llegaron los refuerzos junto
al gobernador en propiedad, Francisco de Quiñonez (mayo de 1599 a junio de 1600). Arribó
directamente en Concepción con menos de la mitad de los hombres que se necesitaban, pues el
desprestigio que tenía la gobernación debido a la guerra, dificultaba cualquier persuasión para
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atraerlos. Por otra parte, el erario de la gobernación estaba menguado como consecuencia de las
sublevaciones indígenas, en tanto los ibéricos se encontraban sumidos en el pesimismo.
Para mal de males, Quiñonez recibió noticias de la navegación de barcos holandeses hacia
territorios americanos, incrementándose la incertidumbre en el reino, debido a la posibilidad de
nuevos levantamientos propiciados por el eventual contacto que los inesperados visitantes
podrían tener con los indígenas.
Alejada la amenaza, debido a un conjunto de negociaciones con los nórdicos, el gobernador
volvió a concentrase en retener a los peninsulares en las ciudades. Particularmente Angol, La
Imperial y Valdivia, desde donde se escapaban hastiados de los sacrificios infructuosos, la
pobreza y los peligros.
Los nativos al conocer esta situación, incrementaron sus asedios contra esas ciudades. Los
sitios de Osorno, Villarrica, Valdivia y La Imperial, demostraron que los refuerzos desdoblados
enviados por el virrey Luis de Velasco fueron exiguos para salvaguardar el señorío, pues la
población hispana igualmente abandonó las ciudades de La Imperial y Angol.
Cautivo en medio de la supremacía indígena. Los esfuerzos hispanos por recuperar la sujeción
(1601–1615)
La derrota propinada a algunas agrupaciones indígenas provocó una falsa sensación de victoria
en los peninsulares. La aparente tranquilidad alcanzada dio paso nuevamente al desasosiego
hispano.
En medio del infortunio que estaban generando los indígenas, Juan Falcón fue capturado junto
a ocho sacerdotes cuando los nativos de La Imperial atacaron la ciudad de Valdivia el año 1600.
Dos de ellos fueron rescatados y seis ultimados a lanzadas, incluido entre estos últimos el prior
de la congregación Pedro Pesoa.
Señala el sacerdote, que durante su cautiverio recibió diversos malos tratos por parte de los
distintos caciques a los cuales debió servir. Sin embargo, su situación cambió cuando fue
comprado por Guenucuca9. Este cacique, en conjunto con otros que integraban las ayllareguas,
continuaba realizando malones10 contra la población nativa y española que habitaba los sectores
aledaños a la ciudad, extendiendo sus ataques hacia el sur.
A partir de la identificación que hizo de los grupos que los acechaban, se puede inferir desde
la perspectiva etnohistórica que los ataques desarrollados por los aborígenes abarcaron
9 “Declaración del padre Juan Falcon que estuvo 15 años cautivo entre los indios de Chile. 18 de abril de 1614”. En
Archivo General de Indias (en adelante AGI). Fondo Patronato 229. R.40.1. Véase imagen 3 y 4.
10 Término derivado de la lengua mapudungun “malon” que significa “pelea o batalla” y “malocan” que refiere a
“pelear”. Véase a Luis de Valdivia. Arte y Gramatica General de la Lengua que corre en todo el Reyno de Chile, con un
vocabulario, y Conffesionario. Publicado por Thomás Lopez Haro, Sevilla, 1684
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diferentes unidades geográficas –cordillera de Los Andes, depresión intermedia y sectores
litorales –, a las cuales denominaban Utanmapus11.
Con cierto detalle el padre Falcón se refiere a la organización que tenían los indígenas para la
guerra, resaltando en ella la figura de los toquis. Señala que los indios no tienen cabeza y tampoco
a quien acaten obediencia, ya que solo hay parcialidades repartidas en provincias y a las cuales
denominan como ayllareguas. Cada una de ellas posee cinco o seis toquis, los cuales son caciques,
y sobre ellos uno se destaca por ejercer el mando, pues a él obedecen en caso de guerra. Agrega
además, que no recibe castigo quien desestima participar de la guerra al expresarlo,
aparentemente cuando asistía a la junta 12.
La referencia a diversos jefes de guerra dentro de una misma ayllaregua prueba que existía
apoyo de parte de los demás toquis que integraban la unión hacia quien comandaba a la totalidad
de los guerreros; característica desconsiderada por la historiografía tradicional y confusamente
planteada en algunos estudios menos conservadores13.
Por otra parte, Falcón establece con claridad que la adhesión de las reguas a la guerra era
voluntaria, advirtiendo la obligatoriedad de asistir al llamamiento para presentar sus excusas;
aspecto que el sacerdote menciona antes que otros testigos y sobrevivientes de esta época.
En relación al conglomerado indígena, el dominico explica que las ayllareguas estaban
constituidas por una cantidad variable de reguas, y dependiendo del número de hombres que las
integraban, era el tiempo que tardaban en reunirse. De acuerdo a ello, mientras menor cantidad
de guerreros tenían, menos tiempo necesitaban para congregarse. Precisa que para agrupar
entre 6.000 y 7.000 guerreros se demoraban treinta días, en tanto para reunir 10.000 ó 12.000,
dos meses14.
Sin dejar de considerar la apreciación de Falcón, es factible que el tiempo que requerían para
reunir a los guerreros no estuviera determinado solamente por la cantidad de hombres, sino por
sus lugares de procedencia. Para llegar al lugar de reunión cada regua debía cubrir diferentes
distancias, transitar por una accidentada geografía caracterizada por montañas de altura
variable, planicies y valles interrumpidos por caudalosos ríos que entorpecían sus
desplazamientos.
11 En estudios anteriores y siguiendo al padre Luis de Valdivia, demostramos que los butalmapus fueron divisiones
territoriales provocadas por la movilidad que generaban las reguas al incorporarse o marginarse de la unión que
realizaban los mapuches para atacar a los españoles (ayllaregua) y evitar su avance hacia el sur del territorio. Estas
divisiones se extendieron desde el río Biobío hasta el Cruces, abarcando las diferentes unidades geográficas señaladas.
Véase Ortiz Aguilera, Carlos. “Las Alianzas interlinajes y divisiones territoriales: el surgimiento de los Butalmapus”. En
Revista de Educación Media Nº2. 2010, pp. 51–75; “Las reguas: una aproximación a la identidad mapuche del siglo
XVII”. En Revista de Historia Indígena Nº10. 2007, pp. 29–45.
12 “Declaración del padre Juan Falcon…”, véase imagen 6.
13 Boccara, Guillaume: Los vencedores. Historia del pueblo mapuche en la época colonial. Universidad de Chile–
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La precisión del dominico es importante, pues establece una correlación cuantitativa entre la
demora que implicaba congregarse y la cantidad de guerreros que acudían a la junta. Esta
información es novedosa, ya que visibiliza aspectos demográficos desconocidos para esta zona
que contribuyen a dimensionar el alcance de la defensa indígena en un tiempo determinado.
Por otra parte, distinguió a los linajes que eran más poderosos, consignando entre ellos a los
de Osorno, Villarrica, La Imperial, Purén y Quechiregua, a las cuales se agregaban otras de menor
renombre que estaban constituidas por parientes, lo que demuestra que identificó los vínculos
que regían la configuración de las uniones temporales aborígenes, sin precisarla y tampoco
detallarla.
Cada una de las ayllareguas estaba encabezada por su respectivo toqui principal, siendo
Licanlebo el jefe de guerra de los Quechireguas. Osorno, fue guiado por Machocabra y Villarrica
por Teyguepillán. Por su parte Purén, estaba dirigida por Anganamón, Aynavilo y Pelantaro, en
tanto Leuquepillán y Guenucuca, dominaban a La Imperial. Destaca el fraile, que todos estos
principales tenían la autoridad para hacer las juntas y congregar a la gente de guerra para entrar
a la tierra donde se encontraban los españoles y atacarlos 15. La segmentación de esta sociedad
queda demostrada en el relato de Falcón, pero permaneció oculta para los españoles, pues
comprendieron que estos nativos se organizaban en un solo cuerpo guerrero.
En relación a las juntas generales de los indios, declara que en ellas se elegían a los toquis
principales, escogiendo a los más belicosos y valerosos para que dirigieran los ataques, como fue
el caso de Pelantaro y Anganamón.
Sin embargo, la designación de Aynavilo habría sido distinta, ya que junto a estas condiciones,
tuvo un papel relevante el hecho de ser hijo de Andalién, uno de los mejores guerreros y más
importantes caciques de Arauco16. Al parecer, el prestigio que tenía al interior de su regua influyó
en las demás al momento de escogerlo como jefe de los guerreros.
Atendiendo a las cualidades de Aynavilo, Mariño de Lobera señala que su linaje reconoció en
él prudencia y destreza para la guerra, razón por la cual fue propuesto a las demás reguas para
encabezar las acciones bélicas contra los españoles y los indios que los asistían 17.
Las comparaciones a las observaciones de Mariño de Lobera y de Juan Falcón sugieren que si
bien el jefe de los guerreros debía tener diversas cualidades sobresalientes, al quedar inhabilitado
de continuar en el cargo lo sucedía el hijo que reunía esas características, quien no
necesariamente era el primogénito; razón por la que no es apropiado referirse a este tipo de
sucesión como mayorazgo. De este modo, cuando el toqui carecía de alguien que lo reemplazara,
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se convocaba a elección entre los guerreros de las distintas reguas que participaban del
llamamiento18.
Por otra parte, Falcón reitera que si bien existía una obediencia hacia ellos, estaba la
posibilidad de que algunos jefes de guerra bajo su mando dejaran de seguirlo y regresaran a sus
tierras sin que nadie tomara represalias por ello 19. Posiblemente, esta dispensa la otorgaban
hacia aquellos linajes que tenían una reducida cantidad de guerreros. No obstante, reconoce que
en algunas oportunidades se presentaban querellas por esta situación, las cuales eran zanjadas
por el toqui que contaba con la mayor cantidad de parientes y amigos, obligando a los
enemistados a deponer su actitud 20.
Esta información contribuye a comprender que por norma general, las discrepancias que
existían entre las reguas no debían manifestarse mientras se encontraban unidas con otras para
embestir a los españoles, ya que de hacerlo, el jefe de guerra mediaba intimidantemente para
impedir que las discordias entre los linajes se superpusieran al objetivo por el cual fue constituida
la ayllaregua.
Sin embargo, la complejidad de las relaciones interlinajes trascendía a esta situación, ya que
en algunos casos el encono entre algunas de ellas era ancestral, razón por la que buscaron en los
españoles apoyo para vengar los agravios, ofreciéndoles a cambio información y ayuda para
atacar a las reguas enemigas.
A pesar del desconocimiento de esta realidad por parte de los cristianos, la efectividad de la
organización indígena para hacer la guerra explica el estado insostenible en que se encontraba el
reino y la desesperación imperante en los ibéricos. La contingencia apresuró al marqués de
Salinas a nombrar como gobernador interino a Alonso García Ramón (julio de 1600 y febrero de
1601), quien solo alcanzó a realizar un informe sobre el estado del reino y algunas escaramuzas
contra los aborígenes que habían avanzado hasta las orillas del río Maule por el sector costero.
La autoridad virreinal designó finalmente a Alonso de Ribera (1601–1605), un militar de fuste,
pero desconocido por los vecinos de Santiago, cuyas capacidades para reinstaurar el orden
fueron cuestionadas. El nombrado Ribera, solicitó de inmediato actualizar la información sobre
el estado del reino para utilizarlas en su recorrido por las distintas ciudades. Entre las diferentes
necesidades que detectó, la más importante fue la de tener un ejército permanente y profesional
que protegiera a la población y a las ciudades. De esta manera, los peninsulares terminarían con
dichas funciones, dedicándose exclusivamente a cultivar sus tierras y criar animales.
18 Véase al respecto la elección de Caupolicán en Bibar, Gerónimo de: Crónica y Relación Copiosa… op. cit. Pág. 206. Es
importante destacar que Mariño de Lobera considera que la elección de este toqui es una exageración proveniente del
relato realizado por Alonso de Ercilla en La Araucana. Lobera, Pedro Mariño de: Cronica del Reino de Chile. op. cit. Pág.
331.
19 “Declaración del padre Juan Falcon…”, imagen 10.
20 Ibídem, imagen 11.
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Mientras esta propuesta se materializaba, Ribera perseveró en la dominación a través de la
fuerza, propinando ataques contra los naturales, quemando sus sementeras y capturando a sus
jefes, mujeres e hijos. Con estas medidas recuperó Arauco y resguardó Chillán, reinstaurando el
dominio en parte de esa zona.
La recuperación alcanzada se debió a la estrategia de ir construyendo fuertes a medida que
avanzaban hacia el interior de los territorios rebelados. Así, las ciudades quedaban resguardadas,
dejando de estar expuestas a todo tipo de miserias y hambrunas, incentivándose el arraigo en
sus habitantes.
Pero a pesar de los recursos asignados por el Real Situado al improvisado ejército, este no
pudo evitar que la destrucción de los asentamientos españoles continuaran y se extendieran,
llegando incluso hasta la isla de Chiloé.
El descontento se apropió de la población hispana. Especialmente los detractores de Ribera,
quienes además de criticarlo, denunciaron a las autoridades virreinales las dispendiosas
contribuciones impuestas a los vecinos para financiar la guerra, el enriquecimiento personal y la
ineficacia de su sistema militar.
Debido a las acusaciones presentadas, el virrey del Perú llamó a Ribera a Lima para notificarle
su destitución como gobernador, consignando la corte que fue un gobernador incapaz de
dominar a los indios de Chile.
Designado en su reemplazo Alonso García Ramón por un segundo periodo (1605–1610), viajó
desde Lima acompañado por el padre Luis de Valdivia para terminar con el servicio personal de
los indígenas. Ambos iniciaron una serie de reuniones con los encomenderos e indígenas de
Paicaví, Lebu y Arauco, los cuales han sido considerados por algunos investigadores como los
primeros parlamentos celebrados entre españoles e indígenas 21.
21 “Autos de las paces i perdón jeneral hechos por Alonso García de Ramón. Marzo 20 de 1605 ”. En Medina, Manuscritos. Tomo 118. Fj. 39 y ss. Es
importante señalar que a fines del siglo XVI, algunos gobernadores buscaron acercamientos con los indígenas para
acordar la paz, sin mayores éxitos, debido a la falta de consenso que había entre las reguas, las cuales
mayoritariamente mantenían una postura beligerante. Por esta razón, disentimos del planteamiento formulado por
José Zavala, Tom Dillehay y Gertrudis Payàs .2013. “Requerimiento de Martín García Óñez de Loyola a los indios de
Quilacoya, Rere, Taruchina y Maquegua de 1593, testimonio oficial de Parlamentos hispano-mapuches tempranos”.
Memoria Americana Nº21–2, pp. 66–88. A nuestro juicio, fue solamente una serie específica de reuniones, basadas en
requerimientos hacia esos grupos indígenas en particular para someterlos, debido a la infructuosa sujeción que existía
en dichas zonas; especialmente en la primera localidad dada su importancia aurífera, pues permitiría incrementar los
tributos. El testimonio refiere que en dichas reuniones los naturales condicionaron su obediencia a cambio de que
dejaran de quitarles a sus mujeres e hijos, permitirles conservar sus fiestas y mantener sus bebederos. Pidieron además
protección frente a los ataques de los indios de guerra que se encontraban hacia la ribera sur del río Biobío, y exigieron
que los servicios prestados a los españoles fueran pagados por los indios que prestaban dichos servicios y no por los
caciques, entre otras peticiones. En “Requerimiento que hizo el gobernador de Chile Martin García de Loyola a ciertos
indios para que se redujesen al servicio de S.M. 1593.” En Medina, Manuscritos. Tomo 95. Fjs. 227–241.
67
Pero las ideas del gobernador no prosperaron y la paz pasó a convertirse en algo
momentáneo, pues la guerra rebrotó en distintos lugares a partir de 1605, coincidiendo con la
llegada de un contingente de soldados provenientes de Perú.
El anhelo que tenía García Ramón de terminar definitivamente con la guerra no fue mitigado
por los enfrentamientos con los indígenas, prosiguiendo con la reconstrucción de ciudades y
fuertes. Para su propósito, las indulgencias promulgadas el año 1606 por el Papa Paulo V fueron
todo un aliciente, pues gracias a ellas se incrementaron los soldados interesados en participar de
las malocas contra los indios sublevados.
Valiéndose de estas circunstancias, García Ramón no continuó promoviendo y tampoco
aceptando ninguna iniciativa de paz con los naturales. Quedaba atrás la aparente concordancia
inicial que tuvo con Luis de Valdivia, pues la favorable situación generada por las indulgencias
permitía hacer la guerra a los aborígenes y escarmentarlos cruelmente.
Con todo, su perspicacia no le permitió llegar hasta el río Toltén refundando ciudades y fuertes
como era su voluntad. A esto se deben agregar los desastrosos acontecimientos en los
alrededores del fuerte de Boroa, a orillas del río Cautín, donde la derrota del ejército, además de
provocar consternación en los españoles, generó una sensación de vulnerabilidad en los
habitantes de las ciudades emplazadas al norte del río Biobío, pues aún permanecía en sus retinas
la sublevación de los indios del Maule.
Empeoraba esta situación las deserciones de los españoles, quienes se iban a colaborar con
los nativos para salvar sus vidas, afectando la cantidad de hombres disponibles en los
destacamentos.
La contención indígena en la amplia extensión territorial de la Araucanía, se puede explicar
por la realización de las juntas generales y también por la manera de comunicarla a las demás
agrupaciones. Señala el padre Falcón, que el toqui principal avisaba a los de las otras comarcas
enviando a un mensajero con una flecha. Al recibirla, quedaba obligado a acudir a la guerra,
teniendo un tiempo determinado para presentarse junto a sus guerreros; tiempo que el dominico
no precisa. De esta manera, se iba pasando la flecha a través de todo el territorio, quedando los
toquis principales con la misma obligación22.
Al parecer, la ausencia de las agrupaciones a la junta impedía que posteriormente presentaran
excusas para restarse de participar de la guerra.
En medio de su cautiverio e ignorando lo que estaba ocurriendo con los españoles, el
sacerdote reconoció las particularidades de las juntas de los indígenas y sus preparativos.
Menciona que el toqui que convocaba a la reunión, debía proveer de alimentos a los que
concurrían no solamente cuando arribaban a su destino, sino también “por donde pasan” 23.
24 Ídem.
69
entre algunos sectores de la Iglesia católica – especialmente dominicos, agustinos y jesuitas–, y
las autoridades políticas. Con el sinsabor de esta situación en el reino, García Ramón muere.
La autoridad virreinal nombró gobernador nuevamente a Alonso de Ribera, asumiendo en su
espera el oidor de la Real Audiencia Luis Merlo de la Fuente (septiembre 1610- enero 1611) y
posteriormente Juan Jaraquemada (1611-1612), quien debió enfrentar los alzamientos
indígenas. Este diestro militar se dirigió hacia la frontera a inspeccionar los diversos fuertes para
constatar el estado de la infraestructura y los soldados. Después de algunos incidentes aislados
con los aborígenes que se encontraban pacificados en Talcamavida y Catiray, reinició los asaltos
contra los naturales rebelados con el propósito de destruir las fuerzas dirigidas por Aynavilo y
Pelantaro.
A pesar de lograr algunos triunfos, como fue el caso del enfrentamiento en Paillahuen, el daño
ocasionado a los indígenas no fue significativo. Jaraquemada solo propinó furtivas escaramuzas,
incapaces de debilitar la resistencia de los originarios.
En paralelo a esta situación, llegó al reino la Real Cédula que ordenaba la implementación de
la Guerra Defensiva propuesta por el sacerdote jesuita Luis de Valdivia, generando malestar y
descontento entre los vecinos, quienes recibieron el apoyo de Jaraquemada.
Convencido de que las armas eran el único medio de sometimiento, realizó diversas bregas
contra los indios rebelados por toda la línea ribereña del Biobío antes de entregar el cargo.
Al posesionarse por segunda vez de la gobernación, Alonso de Ribera (1612-1617) manifestó
disposición a apoyar a Luis de Valdivia y su Guerra Defensiva, sin perjuicio que en el fondo la
consideraba perniciosa a los intereses de los encomenderos, ya que impedía que mantuvieran el
servicio personal.
Entre tensiones y acusaciones mutuas, el religioso recordó al gobernador el concluyente
apoyo que le dieron las máximas autoridades, exhibiéndole la Real Cédula como testimonio
irrefutable de ello. Ante esto, Ribera y todos los funcionarios bajo su mando colaboraron a
regañadientes en su implementación.
Las sañas entre el jesuita y el gobernador lejos de disminuir se acrecentaron, especialmente
cuando el proyecto de Valdivia fue vehementemente cuestionado por Ribera en 1612, con
motivo de la muerte de los sacerdotes jesuitas Horacio Vechi, Martin de Aranda y Diego de
Montalvan en Elicura25.
25 El martirio de Elicura ha sido considerado como la causa del fracaso de la Guerra Defensiva, a la vez que se culpa de
la muerte de los sacerdotes a la huída de unas mujeres pertenecientes a Anganamón hacia el fuerte de Paicaví. Las
disquisiciones al respecto las encontramos en los propios testimonios de la época y los cuales se analizaron en otro
estudio, en el cual demostramos que más allá del juicio político, fue la excusa para terminar con la presión ejercida por
los encomenderos, frente al término del servicio personal. Véase Ortiz Aguilera, Carlos. 2016. “Buscando al mapuche
en los testimonios del padre Luis de Valdivia: una mirada desde la Etnohistoria”, Revista de la Sociedad chilena de
Historia y Geografía Nº176, pp. 31–62.
70
El martirio de Elicura y la liberación de Turilipe.
Es posible que hacia el año 1612, Juan Falcón estuviese en manos del cacique Guenucuca en
Purén, ya que da cuenta de los acontecimientos previos a la muerte de los sacerdotes y la
estrategia diseñada por los nativos para matarlos, indicando incluso su parecer sobre este hecho.
Declara Falcón que los españoles habían cautivado al cacique Turilipe, cuñado de Anganamón,
cuando el sargento Meléndez fue enviado a negociar la paz 26. En medio de las conversaciones,
algunos de los caciques quisieron ejecutarlo, evitándolo Anganamón.
Con este gesto, consolidó en los españoles su voluntad de reunirse para acordar la paz, pero
en el fondo buscaba impedir que mataran a Turilipe. Para cumplir su propósito, el emblemático
cacique de Pellahuén convocó a los caciques de guerra hasta su tierra para que lo acompañaran
a dar la paz, sin levantar sospecha de sus verdaderas intenciones. Entre ellos Guenucuca, el
cacique de La Imperial quien mantenía cautivo al padre Falcón.
Señala el dominico que Luis de Valdivia intercedió para que Turilipe fuese liberado, lo que
inquietó a algunos caciques, quienes se reunieron con Valdivia para pedirle que no tratara la paz
con Anganamón porque le matarían27. Agrega Falcón, que si los indios no ultimaban al sacerdote,
ambos caciques lo harían.
Frente a las advertencias del peligro que corría su vida, Valdivia declinó a ofrecer la paz
liberando a Turilipe, quien en vez de mostrarse agradecido, comenzó a realizar juntas y entradas
contra los españoles, culpando a otros caciques de dichas acometidas.
Solapadamente Turilipe se fue ganando la confianza de los jesuitas, alentando la decisión de
ingresar a los territorios rebelados que les costó la vida. Por esta razón, Falcón atribuye la muerte
de los sacerdotes al liberado cacique, agregando que la fuga de las mujeres de Anganamón no se
relacionaron con este hecho, pues ocurrió con posterioridad al acuerdo que habían tomado para
matar a los sacerdotes, demorándose en concretar la medida porque esperaban hacerles mayor
daño a los españoles 28. Más allá de toda duda razonable, aunque las mujeres no hubiesen
escapado, de igual forma habrían matado a los jesuitas.
Por otra parte, Falcón indica que junto con la muerte de los sacerdotes, mataron a un toqui
de Elicura, llamado Canuemanque, por haber tenido la intención de ofrecerle la paz al jesuita.
26 Luisde Valdivia señala que los españoles mandaron al sargento Meléndez a negociar con Anganamón el intercambio
de Turilipe por tres prisioneros castellanos, entre ellos una mujer española. El testimonio señala que al entregar al
cacique de Purén, Meléndez recibió a los soldados Alonso Pérez de Quezada y Guzmán, y al sargento Juan de Torres,
en conjunto con Isabel Bassurto, una doncella de diez años. “Carta del padre Luis de Valdivia al Rey, donde cuenta del
estado de la guerra en Chile. Concepción 1613”. En AGI, Fondo Patronato 229, R18, imagen 13.
27 Las advertencias sobre el riesgo que corría la vida de Luis de Valdivia y sus compañeros están bien documentadas,
especialmente las que le realizó el cacique Carampangue. “Sucesos acaecidos al Padre Luis de Valdivia. 1614”. En AGI.
Patronato 229. R.48. Imágenes 1, 3 y 6. Asimismo, el Padre Melchor Venegas declara que Luis de Valdivia estaba
informado de la intención de matarlo que tenían los indios de Catiray. Véase “Cargos del padre Luis de Valdivia” En
AGI. Patronato 229, R.42. 1614, imagen 12.
28 “Declaración del padre Juan Falcon…”, imágenes 17–19.
71
Destaca el cautivo sacerdote, que otros indígenas de la misma provincia y de Purén, fueron
perdonados porque pertenecían a la parentela de Turilipe y Anganamón, recibiendo como castigo
por ofrecer la paz, la prohibición de participar en los asuntos de guerra.
Esto prueba que entre parientes no se mataban y tampoco incurrían en dicha práctica cuando
tomaban acuerdos momentáneos con otros linajes para luchar contra un enemigo común.
Finalmente, el dominico destaca que los indios deseaban la muerte de Valdivia, independiente
de quienes le acompañaban en su misión.
El padre Falcón fue rescatado de manos del cacique Guenucuca por Alonso de Ribera en 1614,
por medio del intercambio entre el sacerdote y el cacique Licanlebo, quien se encontraba cautivo
en el fuerte de Nacimiento.
Comentarios finales.
El siglo XVII fue un periodo de complejas dificultades para los españoles que estaban en Chile. En
sus intentos por sujetar la totalidad del reino, adoptaron distintas medidas enmarcadas en el
contexto de la guerra, con su consecuente derramamiento de sangre.
En este proceso iniciado en la centuria anterior, se destinaron diversos recursos humanos,
económicos y tecnológicos, acompañados de perspicaces pero no siempre asertivas estrategias
diseñadas por gobernadores y maestres de campo, implementadas inicialmente con las huestes
y posteriormente con el rudimentario ejército profesional.
Los numerosos planteamientos de las altas autoridades hispánicas por concretar la
dominación colonial no solo encontraron resistencia en los aborígenes, también en algunos
sectores de la Iglesia católica, quienes se opusieron tenazmente al uso de las armas. En tanto la
población hispana que habitaba al norte del Biobío fustigaba el accionar implacable y fratricida
de las armas, debido al temor que provocaron las insurrecciones a sus vidas y haciendas.
Para quienes vivieron dichas vicisitudes se entrecruzaron en sus pensamientos los intereses
personales con los ideales renacentistas que impulsaron las expediciones de ultramar. Sin
embargo, no debemos olvidar que la expansión territorial iniciada con la conquista nunca fue
desinteresada, aunque bajo ese principio se legitimaron capitanes generales y gobernadores.
Gloria y fama, en conjunto con una vida señorial, hicieron visibles sus profundas ambiciones que
también sirvieron para persuadir a otros a la aventura.
Pero las rebeliones indígenas demostraron a los peninsulares que la conquista y el
asentamiento del dominio colonial en América serían crueles y sangrientos. En el caso de Chile,
la muerte de Pedro de Valdivia en el año 1553 y los incendios de las ciudades fundadas al sur del
río Biobío fueron las primeras manifestaciones de las dificultades que se presentarían.
En todo caso, la guerra no fue el único inconveniente que emergió como consecuencia de ese
momento. El reino quedó inmerso en una acefalía de poder que provocó reyertas entre los más
cercanos colaboradores del extinto gobernador, instalando dicha problemática como frente
72
manifiesto e insoslayable por la influencia que tenía en la continuidad del señorío español en
estas latitudes.
Para fines del siglo XVI, si bien la situación administrativa del reino mejoró con el
nombramiento de funcionarios que velaron por el fiel cumplimiento de las órdenes reales, las
acometidas indígenas contra las ciudades del sur nuevamente mostraron la ineficiente
protección hispánica. El temor a los embates provocó una sensación de vulnerabilidad en los
vecinos que con desesperación exigieron protección en los cabildos.
Desde la perspectiva etnohistórica, el testimonio de Juan Falcón permite apreciar que la
incapacidad de los hispanos para someter a los indígenas se debió a la organización sociopolítica
que los nativos tenían. Parte sustantiva en ella eran las relaciones de parentesco, pues de ellas
emergían sus representantes como fue el caso de los toquis. Sin embargo, en la elección del toqui
de mayor importancia intervenían otras agrupaciones a las cuales denominaban “amigas”,
dejando entrever que las relaciones también se extendían a grupos distintos a los de su parentela,
como ocurría en la conformación de las ayllareguas.
Previamente a la reunión de los distintos conglomerados, cada regua elegía o nombraba a su
propio toqui. En algunos casos, no siempre el toqui de la regua se caracterizaba solamente por
las habilidades y destrezas que tenían para la guerra, sino que también influía su ascendencia
familiar, como fue el caso de Aynavilo, pues su autoridad fue obtenida también por sucesión. Es
factible que esta situación se replicara al momento de conformar una ayllaregua en la medida
que las mismas reguas, o la mayoría de ellas, convergieran nuevamente en reunirse para
enfrentar al español.
Algunos de los estudios citados han demostrado que los vínculos con otras reguas se
realizaban de manera excepcional para aumentar la cantidad de guerreros. Para lograr esto,
debían dejar de lado las antiguas rencillas mientras duraban los ataques o el conflicto. Una vez
solucionado, volvían a su estado inicial, pues cada regua era autónoma en los aspectos sociales,
políticos y económicos.
Estas relaciones interlinajes, como hemos preferido denominarlas, abarcaban una amplia
extensión territorial, la cual estaba definida por la cantidad de linajes que concurrían a la junta.
La relación entre los linajes variaba de un momento a otro debido a que nadie ajeno a la parentela
estaba obligado a integrarla, o bien a mantenerse en ella, pues dependía del interés que cada
agrupación tenía en un momento determinado.
En este sentido, Falcón identificó que la totalidad de los linajes no siempre estaban de acuerdo
en hacer la guerra a los españoles, situación que conllevó sanciones en determinadas
oportunidades o bien persuasiones por parte de las reguas más poderosas para que se sumaran
a la guerra. Junto con ello, también apreció el resguardo que hacían de los familiares y amigos de
los toquis más influyentes, a quienes no se les castigaba, incluso si desistían de apoyarlos en sus
embestidas contra los hispanos.
73
Asimismo, presenció la manera de llamar a la guerra, destacando el agasajo que ofrecía el
toqui que convocaba cuando los asistentes llegaban a su territorio, y la obligatoriedad que los
integrantes de su regua tenían de facilitarles el paso por sus tierras a los ancestrales enemigos
que acudían al llamamiento. De igual manera y trato, debían darles comida y abrigo, tanto en el
viaje de ida como en el de regreso de la junta. Esta particular información, puede constituir el
registro más temprano que se tiene de esta práctica.
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75
Apéndice:
Declaración del padre Juan Falcon que estuvo 15 años cautivo entre los indios de Chile. 18 de
abril de 1614. Patronato 229. R.40. 1
Imagen 1: En la muy leal çiudad de santiago, caveza de gobernacion de este Reino de Chille a dies
y ocho dias del mes de abril de mill y seisçientos y catorçe años haviendose juntado el cabildo
justiçia y Regimiento de esta dicha ciudad en las cosas de su ayuntamiento segun que lo an de
huso y costumbre a tratar cosas conbenientes y nescesarias a la conservaçion y aumento de su
fe publica es ha saver el general Don gonçalo de los Rios corregidor y justiçia mayor della y los
capitanes don françisco de Suñiga y don Diego delgado alcaldes hordinarios de esta çiudad por el
Rey nuestro señor y antonio de açocar capitan guillermo? çapata de mayorga jueçes ofiçiales
reales de este obispado y alonso del campo cantadilla? alguaçil mayor y gines de toro maçote
dePositario general desta dicha çiudad y Pedro de açocar y capitan don Diego Xaraquemada
maestre de campo sebastian despinosa capitan Luis de las cuevas mendoça y cristoval lopez de
agurto Regidores della y asi juntos el dicho aYuntamiento=== Dixeron que por quanto en las
ocasiones que se an ofreçido este cavildo ha havisado a su magestad del estado de este dicho
Reino y del en que estan las cosas de la guerra suplicandole se sirva de hazerle merçed dele
mandar Proveher de un copioso socorro de gente Para que se pueda haçer la guerra devidamente
al enemigo capaz y pujante Porque no se acave de perder a causa desirle faltando cada dia las
fuerças que se leban apocando y consumiendo con el tiempo y para poderlo continuar como es
justo por la obligaçion que generalmente les corre y particular como a caveça de esta governacion
habiendose tenido notiçia que un Religioso de la horden
Imagen 2: de santo domingo llamado fray juan falcon de los angeles había dicho a diez dias que
llego a su conbento de esta dicha ciudad donde esta a pocos que salio de entre los Yndios
enemigo Revelados contra el Real servicio donde estubosic cautibo mas tiempo de catorçe años
y por ser quien podra dar raçon suficiente de las cosas dellos y de sus disignios e yntento se pidio
por este cabildo al muy Reverendo Padre fray Diego de Santander suprior del dicho conbento lo
trajese ante su señoria para el dicho efeto y haviendole traido se le pidio y encargo por el dicho
cabildo le diese licençia para que hiziese su declaracion en forma de baxo de juramento de lo que
se le preguntase la qual la concedio como se le a pedido en birtud de la qual para lo suso dicho
se tomo e Rescibio del dicho fray juan falcon de los angeles juramento en forma de vida de dicho
por Dios nuestro señor e por una senalsic de la cruz que hiço con los dedos de su mano derecha
so cargo del qual se le encargo y el prometio de decir verdad de lo que supiese y le fuese
preguntado y siendolo por las preguntas que se le fueron haziendo de ofiçio declaro a ellas y en
cada una los siguiente. Preguntado como se llama y si es Religioso de la horden de santo
domingo y a donde Recibio el abito e hizo Profesion y si a estado captivo entre los yndios de
guerra naturales de este dicho Reyno Revelados contra el Real serviçio y que tiempo y en ocasion
lo cativaron==== Dixo llamarse fray Juan Falcon de los angeles y que es Religioso de la horden de
santo domingo y que Rescibio el habito de su Religion e hizo profeçion en esta dicha ciudad de
santiago y que a estado captivo entre los dichos yndios de guerra tiempo de quince años poco
76
mas o menos y que lo captivaron a el y a otros Religiosos de su horden en la çiudad de Valdivia
quando la aso
Imagen 4: sin le hacer los dichos malos tratamientos que los tres primeros aunque le haçia
travajar en las demas casas que ellos al fin se pagava de su travaxo y lo queria bien.
– Preguntado que como salio de poder de dichos enemigos si le dexaron benir libremente o si fue
Rescatado o trocado por algun prisionero y quien le resgato y en que tiempo== Dixo que podra
haver tres meses poco mas o menos que el señor presidente alonso de Ribera dio en resgate y
puedo? dar el? declarante ? a los henemigos un caçique principal dellos llamado licanlebo
que estava preso en el fuerte del nacimiento y que para este efeto sus parientes y deudos le
compraron del dicho quenucuca su amo de a donde se bino a esta dicha ciudad que habra
ochenta leguas poco mas o menos a su conbento y religion a cumplir con su obligacion y lo que
tiene profesado ~
Preguntado que cantidad de personas españolas habra cautivas entre los dichos yndios enemigos
y que tratamientos les hazen == Dixo que este declarante sertificadamente no podia saber la
dicha cantidad a causa de no haver andado todas las provincias por donde esta repartida la gente
española mal segun la platica que tiene de ella entiende y tiene por çierto que ay duçientos
españoles y treçientos y çinquenta mugeres españolas poco mas o menos según la quenta que
hazian los yndios enemigos que havia en cada una de las dichas provinçias y que se sirven dellos
y dellas como de esclavos tratandolos con mucha aspereza de obra y de palabra bendiendolos
77
como a tales quando les paresçe y dandoles de palos y bofetadas en bengança de lo que decian
se hazia con ellos por los españoles quando los serbian y que a los mas los traen desnudos
descalsos y destocados y algunos los traen ra
Imagen 5: çonablemente bestidos al modo que ellos los dichos yndios husan quando asiertan a
ser de mejor condiçion que son pocos____
––– Preguntado que si a las dichas mugeres españolas de mas del maltratamiento que tiene
declarado hazerles los dichos yndios henemigos les hazen algunas fuerças y si husan dellas a su
voluntad para sus gustos y si sobre ellos les an echo algunos malos tratamientos == Dixo que los
dichos yndios enemigos husan de las dichas mugeres espanolas como de sus mugeres los señores
dellas y porque se les resisten que no quisieran tener comunicasion con ellos por ser de diferente
nacion y ley las maltratan haziendo sus gustos con ellas por fuerça y contra su voluntad y por
temor de no perder las vidas____
–––Preguntado si las dichas mugeres espanolas tienen algunos hijos de los dichos yndios
enemigos y si los crian ellas ynstruyendolos en las cosas de nuestra santa fee catolica dandoles a
entender como son de diferente naçion y si lo pueden hazer con libertad y sin molestia de los
dichos yndios y si los tratan sus padres como a los demas sus hijos=== Dixo que muchas de las
dichas mugeres espanolas ha visto este declarante paridas de los dichos yndios sus amos y en
cuyo captiberio estan a los quales entendio que procuravan catetiçarsic y enseñar nuestra santa
fee catholicasic lo qual hazian secreta y escondidamente sin atreverse a hacerlo en publico de
temor de los dichos sus amos porque no las matasen e maltratasen y que entendio de algunas
mugeres de las dichas españolas que de avergoçadas de verse preñadas
Imagen 6: y paridas de los dichos yndios bautiçavan sus hijos y matavan teniendolo por menos
ynconveniente que verse avergonçadas ya ellos en poder de gente ynfiel y tan ynumana y que a
los hijos que tienen en las dichas espanolas les hazen el mismo tratamiento que a los demas que
tienen en las yndias sus mugeres_______
––Preguntado si los dichos yndios de guerra ynfieles y los demas que an apostatado de nuestra
fee catolica tienen alguna adoracion o si tienen modo/o horden de junta distributiva o de
govierno o si conservan/o tienen republica o que forma y horden tienen de vivir== Dixo que entre
los dichos yndios de guerra no ay caveça a quien obedescan ni acaten sujecion ni tienen modo
ni horden de republica ni la conservan de ninguna manera, ni gobierno en sus cosas ni ay forma
de administrarse junta de ninguna suerte y asi como no ay a quien poderse pedir ninguno trata
de pedirla y que solo ay parçialidades repartidas por provinçias que entre ellos llaman ayllareguas
y en cada una de ellas ay sinco o seis barones guerreros a quienes llaman toques que es lo mismo
que capitanes los cuales son casiques de hordinario y entre ellos ay uno que es sobre los demas
quatro o sinco toques/ a cuyo llamado tienen obligacion de juntarse y obedecerle para solo las
cosas de guerra y no mas y quando alguno de estos le niega la obediencia no tiene pena ninguna
por ello ni se le da ningun castigo y que generalmente tienen pacto con el demonio y tienen sus
oraculos dedicados
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Imagen 7: a donde ynbocan y hablan y le respetan grandemente teniendole por su dios mediante
los havisos que les da ya las cosas que saven del tocantessic a la guerra y esto publica y
secretamente sin que aya a quien lo contradiga lo qual sabe porque los vio muchas veçes__
––––Preguntado si los dichos yndios christianos haçian las mismas ynbocasiones al demonio o si
deseaban volverse y rendirse a la crehenciasic de nuestra santa fee catholicasic y ley
evangelica== Dixo que todos en general los dichos yndios ansisic ynfieles como christianos
tienen la dicha ynvocasion y pacto con el demonio y diçen que no ay dios ni santa maria ni santos
y que son envustes y mentiras de los christianos lo que les predicavan y ensenavansic y
generalmente tienen aborreçido el nombre christiano y de ninguna manera se quieren nombrar
por sus nombres christianos que reçibieron en el bautismo mas antes burlan dellos y diçen que
no ay mas jesuchristo no santa maria que la lança y tener valor y fuerças en las armas que son las
que les an quitado de la sujeçion en que los tenian oprimidos los españoles y entre todos ellos de
ninguna manera sintio genero de arepentimientosic de su apostasia e ynsolencias sino que
antes lo tienen por blason si no fue a un casique ladino que save leer y escribir llamado don Juan
guenche y que tiene sus tierras en la costa de Ymperial que no save si es de encomienda del
capitan don bernardino de quiroga, o de la del capitan gregorio linan de ver a que este se preçiava
de christiano
Imagen 8: y deseava serlo y manifestava desear reduçirse a nuestra santa fee catolica por lo qual
hera aborrecido de todos en general y le tenian por honbresic de burla y no haçian caso del de
ninguna manera y asimismo vio con deseo devolverse a nuestra ley evangelica a dos casiques de
los terminos de ymperial de la encomienda del capitan Pedro de acurcia llamados don alonso
neyenmanque y pitun quellin que no le save el nombre christiano y entre tanta gente christiana
como se a levantado no vio/ otros sino fueron los tres que deseasen volverse a nuestra
religion____
––Preguntado que si a los españoles que tiene en su poder los dichos yndios rebelados los dexan
libremente vivir en su ley evangelica o si los oprimen a lo contrario== Dixo que de ninguna manera
los consienten los dichos enemigos vivir christianamente y quando los allan reçando y
encomendandose a Dios los maltratan por ello y les dan de palos y aun los quieren matar y ansi
de este temor muchos no se atreven a reçar sino es a escondidas en los montes quando haçian
leña, o arando / o cavando/ o en otros ejerçisios semejantes quando estavan solos que en
habiendo alguna compania de los dichos yndios no lo haçian de ninguna manera por el dicho
temor__________
–––Preguntado si a los dichos españoles los dichos enemigos los dexaban comunicarse y visitarse
en su cativeriosic y si quando se juntavan los dejavan hablar solos == Dixo que de ninguna
manera los dichos yndios dexan comunicarse
Imagen 9: a los dichos sus esclavos españoles mas antes quando los ven juntos los maltrataron y
dando palos diciendo que tratavan alguna traiçion contra ellos y quando algunas veçes en las
borracheras a donde se juntaban yendo con sus amos y se hablavan havia de ser en la lengua de
los dichos yndios y no en la española de ninguna manera porque tienen tan aborrecido el nombre
español que cosa que le paresca no querrian y ver asi casi tienen olvidada la lengua española y
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este declarante luego que salio de poder de los enemigos aunque la entendia no la asertava a
hablar hasta que ya con el huso y continuacion della ha vuelto aunque no del todo que todavia
en algunas cosas esta remoto como estuvo tantos años cautivo_____
–––Preguntado que que hiçieron los dichos enemigos de los hornamentos y vestiduras
saserdotales y vasos sagrados que tomaron en las asolaciones de las çiudades que asolaron y
destruyeron que fueron en mucha cantidad y si las ymagenes que tomaron las tienen en alguna
veneracion== Dixo que en sus banquetes borracheras se vestian las albas casullas estolas y
manipulos en la forma que se las visten los sacerdotes para decir misa haçiendo burla como que
la querian deçir los mismos yndios ladinos y christianos naçidos y criados con los españoles y con
las dichas vestiduras tienen sus actos torpes y desonestos en las dichas borracheras y luego que
se asolo la çiudad de valdivia habiendose vestido dos yndios ladinos de los referidos las dichas
vestiduras sacerdotales y po
Imagen 10: niendose como q´ querian decir misa preparando los caliçes para bever en ellos fue
fama publica que havian reventado por los yzares por ver mision del señor con temor de lo qual
echaron por ay los caliçes y no se an atrevido a bever mas en ellos y no ay ninguno que benere
las ymagenes antes echavan por ay las que allavan de bulto escarneçiendo dellas y dandoles de
bofetones y açotes diçiendo a los españoles mirad vuestro dios y otras cosas semexantes y de
mayor abominacion de que al presente no tiene memoria______
––Preguntado si los dichos enemigos en las cosas de la guerra tienen caveça a quien obedecer y
si quando la vienen a haçer a nuestros españoles acuden a sus juntas y congregaciones es por
parcialidades e provinçias y que horden es la que tienen en esto = Dixo que de ninguna manera
tienen caveça que generalmente los govierne sino que el horden que tienen es que todas las
veces que quieren hacer sus juntas generales eligen entre los toques que tiene dicho en las
preguntas antes de esta uno de los yndios mas belicosos y de mas fama y nombre que ay entre
ellos para que sea su caveça en aquella junta que quieren haçer y mientras dura y van a las
entradas que haçen en tierras de los españoles, le obedeçen y guardan sus hordenes los demas
capitanes de los toques que van a la tal jornada por el tiempo que dura y esto es
beneplacitamente que no ay fuerça// porque muchas vezes se encuentra en opiniones sobre que no
conviene hacer aquella jornada por algun sueño/ o por otro pronostico de mal aguero y es
poderoso cualquiera de los dichos toques para dejar al tal eletosic por cauesa solo y boluerse a
su tierra y provinçia sin que aya quien se lo contradiga ni
Imagen 11: fuerçe a haçer la dicha jornada y quando algunas veces vienen a las manos el que mas
fuerça de parientes y amigos tiene llevalo mexor y con fasilidad se vuelven a hamigar aunque
ayan resultado heridos y muertes en las dichas reyertas y quistionessic en especial con ocasión
de hacer alguna jornada contra españoles e de defenderles la tierra quando entran reales
exerçitos por las suyas y que para qualquiera de estas juntas, en enbiando el toque prinçipal de
una provinçia su mensajero con una flecha que es ynsinia de guerra a la otra su comarcana el
toque prinçipal a quien fue si la resçive tiene obligaçion, de acudir a la guerra al tiempo limitado
y por este horden va pasando la dicha flecha de unas partes a otras y se juntan con mucha
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puntualidad en la parte y lugar que se elijio por el que pidio la junta y el mismo dia para que la
aplaçe y este es el horden que vi que tenian entre ellos sobre lo que se le pregunta__________
Preguntado que en quantas provinçias/ o ayllarreguas esta dividida la tierra de guerra y que
tiempo es menester para juntarse y que gente se juntara de entre todas ellas== Dixo que para
quando la juntas es de dos /o tres mill hombres con mucha brevedad se juntan de los soldados
que andan sobre salientes que no siembran ni cogen ni entienden en otra cosa mas de en
ynquietar los españoles corriendoles la tierra por diversas partes mas que quando sea / de seis/
o siete mill hombres se juntaran en treinta dias y si es de mas cantidad congregandose la tierra
es menester mes y medio / o dos meses y entonçes se juntaran diez/ o doce mill hombres porque
ay de guerra mas de veinte mill que pueden tomar armas para pelear
Imagen 12 : en casos de neçesidad fuera de honbressic labradores que ay mucha cantidad que
no tratan de ninguna manera de la guerra sino de labrar la tierra y que la dicha gente se juntara,
de sinco ayllareguas en que esta dividida la tierra de guerra que en cada una de ellas esta un
toque prinçipal que aunque ay otros en algunas parçialidades della no son de tanto nombre ni
autoridad como los sinco y las dichas provinçias son osorno, Villaricasic, ymperial, puren y los
quechireguas y a estas se llegan y agregan las demas ayllareguas que no son de tanto nombre
como tiene dicho que son las parçialidades de parientes las alianças de union y amistad que ay
entre ellos para las cosas de la guerra y que los que prinçipalmente tratan della son los sinco
toques que al presente lo son licanlebo de los quechereguas y de puren anganamon, aynavilo y
pelantaro que aunque es un toque estos tres cada uno por sy tiene la misma autoridad por ser
como son hombres valerosos en harmas y por estimaçión de sus personas son todos tres
reconosidos por tales toques prinçipales que el que entendio que lo hera legitimamente por
subcesion hera el aynabilo que los otros dos por ser hombres famosos entre ellos y de consejo
tienen la dicha autoridad. Y de la Ymperial leuquepillan y guenucuca que fue el amo de este
declarante. Y de Osorno macho cabra y de la villaricasic teyguepillan y que estos son los que
tienen autoridad para haçer las dichas juntas y congregar la gente de guerra que les paresçe
suficiente para la jornada que qualquiera dellos pretende hacer o entrada en nuestras tierras e
dar batalla a los españoles aunque en las tales
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preticionessic se parten para la parte y lugar que se congrego la dicha junta y concluido el effeto
della se bueluen por el mismo horden y llegando a cada provinçia ya les tienen echa su chicha y
en cada una se ban deteniendo hasta beuerla que todo su negocio no es mas de bever y comer y
esto haçen de dia y de noche con gradisimo afecto y la gente que se puede juntar es la que tiene
declarado en las preguntas antes de esta y que entrellasic se podran juntar a lo mas largo seis
mill cavalleros dellos en toda suerte de cavallos y dos mill y menos conforme a como es la junta
y que quando se despiden los dichos capitanes que
Imagen 14: an sido llamados de los de la provinçia que los congrego les dan algunos dones como
son caballos gayinas y otras cosas y esto de voluntad y no + por obligación y que las dichas juntas
se hacen por la dicha forma sin sueldo ni paga alguna.
–––Preguntado si fuera de las dichas juntas y congregaçiones que tiene declarado haçerse si se
haçen otras particulares / o entradas o correrías por los dichos yndios de guerra y que horden
tienen en hacerlas === Dixo que cada una de las dichas provinçias que tiene declarado tiene
quatroçientos quinientos y mas yndios conforme a como es la provinçia de los sobresalientes que
tiene declarado y estos se juntan con mucha facilidad y son los que ban a ynquietar los fuertes y
presidios y a levantar los yndios de paz y hacerles guerra y que de hordinario andan en tropas en
la cantidad que les paresçe a hurtar caballos y hacer otros daños en los españoles que hacen con
mucha facilidad mediante no hacerseles guerra alguna que quando se les haçe no se atreven a
salir de sus tierras por temer el daño que se les podria seguir de dexarlas desamparadas por hir
a las agenas de llebarles sus mugeres e hijos en prision como suele ser lo hordinario y como agora
estan asegurados de esto dan las dichas inquietudes cada dia
–––Pregutado que a sentido de los dichos yndios de guerra el tiempo que a estado cautibo
entrellossic despues de las asolaciones de las ciudades destruydas si an dado muestras de
arepentimiento, de haberlo hecho y de estar rebelados en desic servicio de su magestad, y que
yntento es el que tienen para lo de adelante === Dixo que este tiempo ha bisto que los dichos
yndios estan muy goçosos de las bitorias que an conseguido contra españoles y procuran haçerles
todo el daño pusiblesic y su yntento
Imagen 15: y quanto tratan no es sino como podrian acabarlos por que es entranablesic el odio
y aborreçimiento que les tienen y cada dia se ban ensoberbeçiendosic mas como no se les hace
guerra y atribuyenlo a que ya los españoles estan sin fuerças y que no las tienen para resistir las
suyas / o que de temor no se atreven a entrar en sus tierras y estan tan endureçidos que tiene
por çierto y sin duda este declarante que de ninguna manera se rendiran ni daran paz sino fuere
haciendoseles guerra a fuego y a sangre porque es mucha la arogançia y soberbia que tienen por
que no contentandose con la molestia que hacen a los españoles tubieron tratado de pasar por
la cordillera de la billa rica a la otra parte y benir a salir al obraje de rencagua por no ser sentidos
y haçer en esta ciudad y sus terminos todo el daño que pudiesen echando los que hiban por sal
a las salinas de la dicha billa y teniendo lo tratado con los puelches que son yndios cerranos que
biuen en los balles que haçe la cordillera nebada dexo de tener efeto por que tubieron noticia de
que de la otra parte es tierra esteril de mantenimientos y de pastos para el sustento de sus
caballos en que habian de benir y por esto ceso esta pratica y no a sentido dellos otra cosa mas
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de que su yntento es sustentar las guerra y morir en la demanda porque se allan tan
notoriamente culpados en tan graves y atroçes delitos como tienen cometidos que les paresçe
no ser dignos de perdon y que los que se los prometen son por enganarlossic y coxerlos
descuydados para castigarlos y esto les da a entender el diablo por endureçerlos como los estan
en su mala bida que solo lo aplican y dirigen a todo genero de biçios
Imagen 16: Preguntado que como admitieron los dichos yndios si estavan tan endureçidos como
tiene dicho la paz que les enbio a ofreçer el padre Luis de Baldivia con el sargento melendez
mostrandose muy agradeçcidos de la merçed que su magestad les haçia por sus reales cedulas
que les enbio a publicar a puren y a otras partes == Dixo que quando el dicho sargento melendez
fue a tratar de los medios de paz enbiado por el dicho padre baldivia con los yndios de guerra
llevando las dichas cedulas y proviçiones de sus magestad y del señor virrey del piru se juntaron
muchos capitanes y soldados de las dichas provinçias rebeladas y algunos toques prinçipales
dellas que fueron mas de tres o quatro mill hombres los que se allaron presentes y este testigo
lo estava que havia sido sirviendo al dicho guenucuca, su amo uno dellos dichos toques y
publicamente le mandaron dar su enbaxada y habiendola dado el dicho melendes
cumplidamente y las dichas cedulas y cartas que llevava para ellos se rieron mucho e hiçieron
donaire de todo diçiendole que en que nesçesidadsic los tenian puestos los españoles para que
ellos les diesen la paz y que si la querian havia de ser con calidad de que esta ciudad de santiago
y todas las demas del reyno se habian de despoblar y dexarlo libremente y hirse de la tierra y con
esto ellos los dexarian hir sin hacerles dano[sic] y que podrian benir a contratar con ellos
libremente y que de esta manera admitirian la paz pero que de otra manera ellos no la querian y
aunque algunos pareçio que de ofreçersela no se les seguia dano[sic] ninguno es tanta su sobervia
que aunque lo conoçian no quisieron persuadirse a haçerlo por deçir que la merçed que sus
magestad les haçia de perdonar
Imagen 17: sus delitos y sera muy grande mal que sera ympusible que siendo tan grandes dexasen
con el tiempo de ser castigados y que ansi entendian que todo heran enbustes y estratagemas
del dicho padre baldivia y del governador y que asi no habia para que creherlos ni dar credito a
las dichas cedulas y proviçiones que se les leyeron y dieron a entender por este declarante y otras
personas espanolas que les persuadian a que diesen la paz por entender que dandola saldrian de
catiberiosic en que los tenian sin enbargo de lo qual se resolvieron en no tratar de paz de
ninguna manera y estubieron determinados de matar al dicho sargento y lo pusieron en
execusion si no fuera por anganamon uno de los dichos toques que lo contradixo por thenersic
como theniasic en poder de los espanoles aun cunadosic suyo llamado turelipe que hera muy
soldado y persona de estimaçion entre ellos que pretendia rescatarlo y que si le matasen podian
haçer los espanoles del dicho su cunadosic lo mismo y con esto se sosegaron y no lo mataron y
dejaron bolver libremente pidiendo que regalasen al dicho Turilipe y le hiçiesen buen tratamiento
y que por esto hiria anganamon a tratar lo que conbendria a haçerse todo con ynvento de
resgatar al suso dicho al qual el dicho padre despues debuelto el dicho sargento y pasado / otras
cosas enbio libremente con lentura de tratar de la dicha paz y como en aquella comarca se tubo
notiçia de su llegada se juntaron en casa de anganamon a berle algunas personas prinçipales de
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los dichos yndios de guerra y entre ellos el dicho guenucuca, su amo y estando juntos biosic
este declarante que comensosic a tratar de la paz que les ofreçia el dicho padre baldivia
Imagen 18: y todos le respondieron que de ninguna manera tratase della porque los yndios y
toques le matarian y el dicho anganamon y guenucuca que son deudos y amigos le dixeron que
quando los dichos yndios y toquis no le matasen ellos lo matarian si tratava de la dicha paz que
lo dejase y asi lo hizo y que por acreditarse entre los dichos yndios y parientes el dicho turipisic
en lugar de estar agradeçido y reconosido del benefiçio que habia resçebido del dicho padre
baldivia en haverlo soltado y enviado a su tierra libremente de la prision en que estaba comenso
a hacer juntas y entradas en tierras de los españoles atribuyendo la culpa dellas a otras personas
hasta benir a sacar por enganossic a los tres padres de la companiasic y traerlos a tierras de
ylicura donde los mataron con grandisima crueldad diciendo que querian que los biniese
adotrinar y ensenarsic la palabra de dios y tratar y asentar los medios de la paz que xamas
admitieron ni quisieron tratar della sino fue con enganosic por ver si podian haçer algun notable
danosic en los espanolessic y como por el recato y horden con que andavan no le pudieron
hazer mataron los dichos tres religiosos de la dicha companiasic
––Preguntado que si antes que el dicho Turilipe fuese por los dichos religiosos de la companiasic
tenian tratado entre los dichos yndios de matarlos y quienes fueron los que los mataron == Dixo
que save este declarante que real y berdaderamente de acuerdo de todos fue el dicho Turilipe
por los dichos religiosos de baxo de cautela y enganosic para matarlos porque pensaron que
con ellos tan bendrian otros espanoles y que harian en ellos alguna buena suerte y biendo que
no habian y demas de solos no queriendo perder aquella ocasion por haçernos danosic por el
odio que tienen a los espanoles los mataron el dicho Turilipe
Imagen 19: y los demas que habian hido por ellos como estava acordado en presençia de otros
muchos que en el dicho lugar se habian congregado a bever para el dicho effeto como tenian
tratado y consertado allandose alli presente el dicho anganamon y otros toques de
consideracion____
–––Preguntado si el dicho trato y consierto de matar los dichos padres quando los traxesen con
nombre de que los biniese a predicar que pusieron en execusion como tiene declarado habia sido
antes o despues que se binieron las dos mugeres del dicho anganamon a los españoles == Dixo
que muchos dias antes que las dichas mugeres del dicho anganamon se hubiesen benido se habia
tomado el dicho acuerdo y traça entre todos ellos y si no lo habian puesto luego en execusion fue
por hirlo dilatando por ber si podian thenersic horden entre estos tratos de haçer otro danosic
mayor que el de los dichos padres siempre lo tubieron por muy çierto y que no les podria faltar
por que como tiene declarado el dicho Turilipe, fue el autor de las dichas muertes y danossic
que se hiçieron despues que el dicho padre luis de baldivia le dexo hirsic libremente a su tierra
pensando que por medio del se podia asentar la paz de que tratava y es çierto y sin duda que
aunque las dichas mugeres del dicho anganamon no se hubieran benido a los espanoles havian
de matar los dihos padres por haverlo acordado asi entre todos de que no pudieron dexar de ser
sabido vas las? dichas mugeres por haver sido tanto publico y notorio entre los dichos yndios
de guerra____
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–––Preguntado que en que raçones se fundan los dichos yndios de guerra no admitir la paz que
se les ha ofreçido pues por ella se les promete dejarlos libremente en sus tierras
Imagen 20: con quietud y descanso que es lo que se puede desear ––Dixo que fuera de las raçones
que tiene dicho porque no se an dispuesto a admitir la dicha paz es porque les pareçe que dandola
an de bivir christianamente con sola una muger debaxo de matrimonio y no an de hacer las
maldades que hacen agora y por esto lo rehusan porque generalmente son demasiadamente
dados a todo genero de viçios espeçialmente del de la carne y asi tienen muchas mugeres que es
toda su feliçidad por la satisfaçion de sus sensual apetitossic y para que les hagan mucha chicha
para bever y no quieren ni desean otra cossa y la paz que se les ofreçe no entienden como tiene
declarado que es sino de miedo que les tienen los espanoles y que ya no pueden prevaleçer
contra ellos____
–––Preguntado que causa son las que los dichos enemigos daban para haberse lebantado contra
el real serviçio papel roto sin horden == Dixo que las que dan son el haçerlos trabaxar los
espanoles en sus haçiendas y haberles de pagar tributo y haverlos de servir que sentian mucho y
esto son los agravios que este declarante les bio proponer y representar pero al fin no es sino el
odio que nos tienen que como dicho este declarante es mortal y que realmente aun el nombre
espanol ni nombre de christianos no querrian oyr de ninguna manera como tengo declarado
–– Preguntado que que poder es el que tiene anganamon entre los yndios rebelados y si por si
solo es poderoso para asentar los medios de paz y resebirla y que facultad y estimaçion es la que
tiene entre ellos ––Dixo que de ninguna manera tiene poder ni facultad el dicho anganamon para
admitir
Imagen 21: ni resçibir la paz ni asentar los medios della ni los demas toques de las demas
provinçias ni todos juntos ellos porque como tiene declarado la estimación en que los tiene es
por un modo de superioridad para las juntas y congregaciones de la guerra que an de hazer y
entre ellos no es mas estimado un hombre de quanto es buen soldado y acude a la defensa de la
patria y de estos tales cada uno por si le paresçe segun son de sobervios y arrogantes que puede
ser cabeça de los demas y tiene facultad para haçer qualquier contradición y si es enparentado y
tienen amigos no se les da un quarto por ninguno de los dichos toques ni por todos ellos juntos
que cada uno por si puede matar y dar de palos a qualquiera de los dichos toques y quedarse con
ello y que al dicho anganamon se le papel roto por persona prudente de buen entendimiento
y traças y ardides en las cosas de la guerra mas no porque tenga mas mando ni facultad que los
demas toques ni este en mas estimaçión que ellos porque como tiene declarado en materia de
govierno ni de republica ni cosa que paresca a junta no ay cabeça ni la tienen ni modo ni horden
de conserbarse en alguna puliçia y solo para la guerra se conforman entre todos por el bien
comun en la forma que tengo dicho.
––Preguntado el dicho anganamon tubo asentada la paz que se les enbio a ofreçer y si la admitio
== Dixo que nunca supo ni entendio que la hubiese admitido antes habiendo ydo Turilipe su
cunadosic a tratar della e le respondio lo que tiene declarado y por resca
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Imagen 22: tarlo el dicho anganamon andubo en algunas estratagemas debaxo de engano y
cautela con los espanoles y con todos los otros yndios belicosos y briosos por sospechas que
tubieron de los dichos tratos no fuesen berdaderos y que los enganase a ellos amigandose con
los espanoles le quisieron matar en una o dos borracheras y lo que hubieran echo si en las dichas
ocasiones como honbresic astuto y prudente no se hubiera ocultado y escondido habiendo
dexado de bever por no embriagarse para poderlo hazer y por quitarlos de estas vida el y su
cunado turelipi enbiaron por los dichos religiosos y los mataron como tiene dicho en las
preguntas antes desta
––Preguntado que como theniendo conosidas las miliçias de los dichos enemigos y que los tratos
que tenian con los espanoles heran nobles y debaxo de fraude para hacer algunos danos papel
roto tiene declarado escreviasic el padre luis de baldivia y al senor presidente y governador
alonso de ribera que los dichos yndios admitian la paz y que pedian saçerdotes que les fuesen a
predicar la ley ebangelica == dixo que el haber escripto las dichas cartas hera porque se lo
mandavan ansi los dichos yndios de guerra de desic quien hera cautibo y despues de escriptas
las daban a lehersic a otras personas y de temor de que no le matasen lo haçia mas que
tanbiensic deçia al dicho governador con palabras neutrales que andubiese con recato y que no
se descuydase ni se fiase de los enemigos y otras cosas semejantes con toda la mas claridad que
le hera pusible para que no biniese algun notable
Imagen 23: danosic a los espanoles que hera lo que ellos pretendian y por lo que andaban como
tiene declarado es este su dicho___
–––Preguntado por las preguntas generales de la ley dixo que es de hedad de quarenta e ocho
años poco mas o menos y que no le toca ni empeçe ninguna dellas ni le a movido / odio ni
enemistad haçer esta declaraçion que a sido como deve como christiano en conçiencia y religion
lo qual es la berdad para el juramento que tiene echo en que se afirmo e ratifico habiendole sido
e ydo este suso dicho en presençia de los del dicho cabildo que lo firmaron y el dicho padre
declarante y su prior___
––Preguntado si los dichos yndios de guerra al padre luis de baldivia lo estimavan y querian por
papel roto les habia traydo y comodidad para que goçase papel roto dello___dixo que lo que
save es por lo que tiene dicho es que los dichos yndios es sic deseavan mucho coger al dicho
padre luis de baldivia para lo matar y haçer pedaços como a los demas padres y este declarante
les bio en sus juntas tratarlo muchas beçes___
––Preguntado que personas mataron los dichos yndios quando mataron los padres de la
compania mas que ellos y por que ocasión ––– dixo que en la dicha ocasion mataron a un casique
llamado canuemanque toque de yllicura por haber entendido los dichos yndios que queria dar la
paz y que asi mesmo quisieron matar a otros quatro / o çînco caçiques
Imagen 24: de Puren y de la prouinçia de ylicura a los quales dexaron por ocasion de que algunos
dixeron que no los matasen por ser casiques enparentados y por no destruir la tierra y que los
españoles se holgasen dello y el castigo que se les dio por haver tratado de dar la dicha paz los
privaron como lo estan de los cargos que tenian sin acudir ni llamarlos para ninguna cosa de
86
guerra lo qual supo por publico y notorio entre los yndios de guerra y que el que habian muerto
y los castigados habiasic sido porque los demas escarmentasen de tratar de pases____
––– y habiendosele leydo se bolvio a afirmar en el y lo firmaron y el dicho cabildo, don gonçalo
de los rios, don francisco de cunigasic, Donsic diego papel roto guillermo? çapata de
mayorga alonso del campo lantadilla gines de toro maçote, juan de açocasic don diego
xaraquemada, sebastian despinosa, luis de las cuevas mendoça christoval lopez de agurto, fray
juan falcon de los angeles fray diego de santander ante mi manuel de toro maçote escrivano
publico y del cabildo
Ya e mendado, es aun o ni? e nuestra?, le daño, y entre rreuglones y trueco deste declarante,
porque muchas vezes, corre a tierras, y en la margen, de un lado, adonde, en la de arriba, eran,
verdad?, por, to, sitian?, es ninidadessic, y e, s , demendado q, que, an no se entiende
Yo manuel de toro maçote escrivano publico y de el nuestro cabildo de la dicha çiudad e hay
presente a la dicha declaracion con el dicho cabildo declarante y su prior y lo saque de
mandamiento de la justiçia y rregimiento de la dicha çiudad de santiago
Imagen 25: y de pedimento de el capitan martin de çamora procurador general de la dicha ciudad
y concuerda con la original que queda en mi poder a que me rrefiero y hago mi sinosic en
testimonio de verdad manuel de toro maçote Escrivano publico y de cabildo los escrivanos que
aqui firmamos certificamos y damos fee que manuel de toro maçote de quien ba firmado y
signado este tresladosic es tal escrivano como se nombra y husa y exerse el dicho oficio y con
tal se da entera fee y credito en juicio y fuera de el a los autos y escripturas que ante el pasan y
an pasado como de tal escrivo fiel y legal en santiago de chille a veinte dias del mes de abril del
año de mill y sesçientos y catorze.
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