TFG Videla Marisol Leg-115103
TFG Videla Marisol Leg-115103
TFG Videla Marisol Leg-115103
2020
Página de aprobación
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Firma:
Lugar y fecha:
4
Dedicatoria
A mi compañero de vida que me acompañó y apoyó durante el proceso de este
Trabajo Final de Graduación.
Agradecimientos
A mi hermana Cristina quién me llevó al camino del Trabajo Social y acompañó
durante este largo camino.
A todo el plantel docente que me formó y guió para cumplir mi objetivo de ser
Licenciada en Trabajo Social.
6
Índice
Reflexiones finales……………………………………………………….159
Bibliografía………………………………………………………………164
Fuentes consultadas…………………………………………………..171
Entrevistas realizadas……………………………………………….178
Esquema de las entrevistas realizadas………………………….181
10
1
Debido a que la repetición de palabras obstaculiza la lectura (por ejemplo el/la niño/niña) y, dado que
aún no hay un consenso en las nuevas escrituras no sexistas del lenguaje y de la lectura, emplearemos el
género masculino, sin por eso dejar de considerar que su generalización expresa el sexismo que subyace
en el lenguaje habitual.
11
Índice de Siglas
Introducción
Objetivos específicos
Con el fin de arribar al propósito general enunciado en líneas anteriores, se
plantean los siguientes objetivos específicos:
Desarrollar el concepto de discapacidad intelectual en la infancia.
Analizar los diferentes modelos de abordaje de la discapacidad.
Caracterizar el proceso histórico de conformación del campo de la
Educación Especial en la Argentina.
13
2
En ambos distritos se produce la coexistencia de población urbana y rural.
14
observó la institución a fin de tener datos sobre las condiciones edilicias. Allí se pudo
apreciar una serie de problemas como: deterioro de las paredes, falta de pintura,
rajaduras en las edificaciones y manchas de humedad, entre otras. Además, se observó
el hacinamiento de niños en las aulas pequeñas, en general, muy precariamente
iluminadas. La escuela dispone de un patio interno pequeño, único espacio con el que
los estudiantes cuentan para jugar en el recreo. En general, las condiciones de la escuela
son precarias, ya que se percibe el olor a humedad y se puede visualizar la escasa
ventilación en toda la escuela. Su calle frontal está asfaltada y sus calles aledañas son de
tierra.
La escuela cuenta con comedor y alrededor del 70 % de los niños matriculados
asiste al mismo. Se ofrece desayuno, refuerzo a media mañana, almuerzo, refuerzo a
media tarde y merienda antes de la finalización de la jornada escolar, que se organiza en
dos turnos. Por la mañana, concurren, aproximadamente 550 niños3 del primero y
segundo ciclo, divididos en 11 cursos (dos 1°, dos 2°, dos 3°, dos 4°, dos 5° y un 6°), lo
que indica una media de 50 estudiantes por curso. El turno tarde recibe a unos 600
estudiantes que se distribuyen en 12 cursos (dos 1°, dos 2°, dos 3°, dos 4°, dos 5° y dos
6°), con 50 estudiantes por sección. Su matrícula total es de 1150 estudiantes (en los dos
turnos). De acuerdo con la información facilitada por el equipo directivo, la escuela
recibe a cinco estudiantes con Dispositivo Educativo de Inclusión (DEI): dos
estudiantes en 2° (uno en cada turno), un estudiante en 3° (en turno mañana) y dos
estudiantes 5° (uno en cada turno). Al consultar sobre el criterio adoptado para la
ubicación de estos niños en las secciones, se mencionó que es una decisión institucional
no “juntar” a los estudiantes con DEI en un mismo grado, como forma de favorecer el
trabajo del docente.
Para contextualizar a la población, se solicitó el Diagnostico Institucional del
EOE, donde se observa que las familias de la comunidad pertenecen a sectores
populares en condiciones de pobreza. Más del 80 % de la matrícula escolar son
estudiantes de familias migrantes de Paraguay, y de otros países limítrofes.
Muchas de las familias se encuentran debajo de la Línea de indigencia y se
sustentan económicamente a partir de la percepción de subsidios estatales como la
Asignación Universal por Embarazo, Asignación Universal por Hijo, la Pensión por
más de 7 hijos. Además, reciben la tarjeta de alimentos y, en ocasiones, retiran bolsas de
3
Cabe aclarar que los datos son obtenidos del Diagnostico Institucional del EOE del año 2018.
15
mercadería que entrega el servicio de Acción Social del Municipio. En cuanto a las
condiciones habitacionales, el EOE menciona que son precarias, en su mayoría son
casas de madera, chapa y pisos de tierra. No cuentan con agua potable ni cloacas. El
grupo familiar suele asistir al Centro de Atención Primaria de Salud (CAPs) del barrio.
Esta comunidad, sobre todo en la zona de influencia de la escuela, no dispone de
espacios de esparcimiento y recreación, o bien estos son muy escasos. Sólo tienen un
campo descubierto a dos cuadras de la escuela. A cinco cuadras de la escuela funciona
un Centro de Desarrollo Infantil (CDI), una biblioteca popular, una casa de la cultura y
una sociedad de fomento que ofrece apoyo escolar.
4
Cabe aclarar que los datos son obtenidos del Diagnostico Institucional del EOE del año 2018.
16
CAPITULO I
Los derechos de la infancia y las discusiones conceptuales
sobre la discapacidad. La mirada de la Discapacidad
Intelectual desde una perspectiva social.
19
5
Se promulga el 10 de diciembre de 1948, consta de 30 artículos.
20
procesos históricos, de luchas, de conflictos entre grupos sociales con diferentes valores
e intereses. Se destaca el “derecho para todos” por el sólo hecho de ser personas. Estos
marcos normativos establecen la igualdad de todos los niños, niñas y adolescentes en el
acceso a la educación sin distinción de ninguna índole dando un marco a una educación
inclusiva, entre otros. Es decir, el contexto normativo tanto internacional como nacional
promueve la igualdad de derechos, entendiendo por niño a todo ser humano desde el
momento de su concepción y hasta los dieciocho años de edad.
En este contexto, puntualmente en Argentina, se sancionan leyes a nivel
Nacional y Provincial acordes al paradigma de promoción de derechos y garantías de
niños, niñas y adolescentes. Se incorpora un instrumento que reconoce derechos
exigibles de los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derechos, siendo
merecedores de una protección integral y una ciudadanía plena. Siguiendo a Varela,
María del Rosario (2008), “el foco de atención no se dirige a los niños y las niñas
víctimas de la pobreza o en conflicto con la ley, sino que se amplía al conjunto de
población infanto-juvenil mediante políticas universales básicas (…) la vulneración de
derechos implica un déficit de obligaciones del Estado y, en todo caso, de la sociedad en
su conjunto” (Varela, 2008:34). Es decir, se abre un camino para fortalecer una política
social hacia la infancia. En este marco, el 21 de Octubre de 2005, luego de quince años
de la adhesión a la Convención, el congreso sanciona la Ley Nacional N° 26.061 de
Protección y Promoción Integral de Niños, Niñas y Adolescentes, derogando la Ley
10.903 “Ley Patronato de menores o Ley Agote” 6. A partir de allí, se cuenta con una
legislación Nacional que reemplaza la noción de “menor u objeto de cuidado” por niños,
niñas y adolescentes como “sujetos plenos y activos de derechos”. Se deben
implementar políticas de Estado para la protección y promoción de los derechos de
Niños, Niñas y Adolescentes, teniendo como objetivo principal la integralidad,
interdependencia, universalidad e indivisibilidad, a través de mecanismos de trabajo
interdisciplinario e intersectorial. Consecuentemente, el Sistema de Protección Integral
de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, de naturaleza política y social, es un
conjunto de interacciones en consonancia con la corresponsabilidad que tienen todos los
actores, puesto que los organismos estatales y entidades no gubernamentales que
intervienen ante situaciones de vulneración de derechos, deben trabajar en equipo a fin
6
La Ley Nacional de 1919 establece el primer paradigma del patronato de menores. Se consideraba a los
niños como “menores, objetos de cuidado y tutelaje”.
21
7
Los ejes a los que alude la autora son: desinstitucionalización de los niños; reorganización institucional;
co-responsabilidad de todos los actores sociales frente a la problemática de la infancia y
desjudicializacion de los problemas en torno a la infancia.”
22
consideraba que la PcD no tenía nada para aportar a la comunidad, que era
“improductiva” y se la tomaba como una “carga que deberá ser arrastrada, ya sea por los
padres o por la misma comunidad” (Palacios, 2008:39). La autora distingue, dentro del
modelo de prescindencia, dos sub-modelos: el “eugenésico” y el de la “marginación”. El
primero surge en la sociedad antigua en donde se conceptualiza a la PcD como un ser
que no merece seguir con vida, y se la somete a políticas de eliminación. Por ende, los
niños eran sometidos a infanticidios si se detectaban tempranamente dificultades
funcionales congénitas. Señala que era una costumbre de la época la eliminación de
niñas y niños con discapacidad congénita, ya sea por razones religiosas o razones
prácticas8. En ese momento se planteaba que criar a los niños con discapacidad era
improductivo e imposible económicamente. Asimismo, en este sub-modelo de
exterminio, la discapacidad era mirada como un centro de diversión, puesto que se
utilizaba a las personas con discapacidad para hacer “reír” a los clientes que asistían a
los diferentes lugares de distracción, pues “el mundo del entretenimiento proveyó en la
antigüedad la forma más lucrativa para las personas con discapacidad como objeto de
burla grotesca” (Palacios, 2008:54). El segundo Sub-modelo, que surge en la Edad
Media, es el de la marginación, teniendo como eje central la exclusión a través de la
subestimación de las PcD, considerándolas a las mismas como objetos de compasión, o
bien como efecto del temor o el rechazo por verlos como sujetos maléficos o como una
advertencia de un peligro inminente. Aquí ya no suceden los infanticidios, sin embargo,
muchos niños y niñas con discapacidad mueren por falta de interés del Estado y
familiares o por la espera de la “salvación” a través de la fe religiosa. Por ende, tenían
como medios de subsistencia la caridad, mendicidad o eran contratados como objeto de
diversión y eran considerados como marginados. Parafraseando a Palacios, las PcD en
este momento histórico, estaban incluidas en el grupo de pobres y mendigos. Los niños
que sobrevivían debían requerir la limosna y el orfanato de la Iglesia, siendo ésta su
única posibilidad de subsistencia. (Palacios, 2008:60-65).
El modelo rehabilitador data de los inicios del Mundo Moderno y justifica a la
discapacidad a través de causas científicas, pues se dejan de lado las concepciones
religiosas, ya no se habla de dioses o del diablo, ni de individualidades, sino que se
8
En el caso de las discapacidades adquiridas en edad avanzada, el tratamiento era diferente. Se llegaba
incluso a otorgar ayudas a los fines de subsistencia a las personas que adquierían una discapacidad a
causa de las guerras (Palacios, 2008:41).
23
aplicaban tratamientos médicos con la finalidad de salvar sus vidas y/o realizar las
rehabilitaciones correspondientes. Sin embargo, se sostenía que los niños o niñas con
discapacidad eran “anormales” y por ello se implementaron diferentes estrategias para
llegar a la rehabilitación o habilitación para que los niños llegaran a ser “normales” y
pudieran funcionar como tales. En ese sentido, “la práctica de la institucionalización
tradicionalmente ha dado lugar a un tratamiento degradante y a una forma de exclusión
de las niñas y niños con discapacidad en todos los ámbitos de la vida en sociedad”
(Palacios, 2008:85-88. Las comillas son del original). Dentro de este modelo, la
Educación Especial pasó a operar como una herramienta fundamental para lograr que
estos sujetos “funcionaran en la sociedad”.
Por último, se describirá el Modelo Social de la Discapacidad que comienza a
desarrollarse a finales de los años sesenta del siglo XX, en los Estados Unidos e
Inglaterra. Y tiene sus orígenes en el rechazo de todos los fundamentos que, a lo largo
de la historia, dieron lugar a viejas concepciones de discapacidad y de su impacto en la
vida real y concreta de las PcD. Este modelo manifiesta la mirada sobre el contexto del
sujeto con discapacidad, ese contexto al que pertenece cada ser humano, quedando
implicado en la discapacidad del otro, pudiendo dar resultado la dificultad o la
superación de ésta. Se alza la voz de un grupo de personas en situación de discapacidad
física, dando nacimiento al Movimiento de Vida Independiente o autonomía personal.
Surge como defensa de los derechos civiles de colectivos sociales minoritarios o
marginales. Se pone el acento en la autodeterminación de las personas para decidir todo
lo que atañe a sus vidas, incluyendo los procesos rehabilitatorios; su lema es: “Nada
sobre nosotros sin nosotros”. Jiménez Lara señala que actualmente, “la meta es la
supresión de las barreras físicas y sociales del entorno que los rodea, por ser
consideradas las causas principales de la discapacidad, en oposición a la idea de que el
origen reside en motivos religiosos, médicos, científicos. El problema ya no anida en el
individuo de forma aislada sino en su entorno, en la situación de dependencia ante los
demás” (Jiménez Lara en Documento Conjunto. Abc, 2018: 4).
Las PcD que vivían en las instituciones residenciales fueron las primeras en
tomar la iniciativa de realizar un cambio político sobre la mirada de la discapacidad.
Como sostiene Palacios (2008), “Los activistas con discapacidad y las organizaciones
de personas con discapacidad se unieron para condenar su estatus como ‘ciudadanos de
segunda clase’, reorientaron la atención hacia el impacto de las barreras sociales y
25
9
Ley 26.378 Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
29
Social” del año 2011, la siguiente definición: “La discapacidad intelectual se caracteriza
por limitaciones significativas tanto en funcionamiento intelectual, como en conducta
adaptativa, tal como se ha manifestado en habilidades adaptativas, conceptuales y
prácticas. Esta discapacidad se origina antes de los 18 años” (Verdugo Alonso,
2010:15)10.
La perspectiva del Modelo Social plantea que el funcionamiento intelectual no
es estático y que se puede desarrollar en la medida en que se le brinden a la persona con
discapacidad intelectual (DI) los estímulos y las experiencias fundamentales. Se piensa
que la DI no es un problema médico o científico y que el enfoque educativo está ligado
al logro de una vida lo más independiente posible. Puesto que la persona con DI es un
sujeto en continuo cambio, si se efectúan las Configuraciones Didácticas y Apoyos
(CDyA) necesarias, podrá favorecerse un funcionamiento adecuado en la sociedad y así
dejar de considerarla como dependiente de por vida. La inclusión educativa y social de
las personas con DI depende más del contexto social que de las capacidades y las
limitaciones personales o individuales que tengan.
10
Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo.
31
CAPITULO II
Educación y Discapacidad. Reconstrucción histórica.
32
11
Entre 1850 y 1930, llegaron cerca de 6.000.000 de inmigrantes, en su mayoría procedentes de distintas
regiones de Italia y España. En un porcentaje menor, también llegaron franceses, rusos, alemanes,
polacos, galeses, irlandeses, armenios y judíos. Predominaban los varones en edad de trabajar.
12
Los maestros normalistas se sentían apóstoles del saber y concebían a la educación como un auténtico
misionariado. En el seno del normalismo fue reactualizada una tecnología educativa que fundaba sus
cimientos en la profunda autoridad moral del maestro, en la rígida disciplina escolar, en el nuevo saber
natural y positivo que se introducía, y en los rituales que van asegurar la eficacia de la escuela (Puiggrós,
2012:18).
34
fueron enmarcados dentro de diferentes pautas, teniendo como resultado lo que era
aceptable, deseable y esperable para “normalizar” a la infancia y someterlos a reglas
disciplinarias y rituales estrictos. Surgía la necesidad de crear un sentimiento de
pertenencia a partir de símbolos comunes que unificaran los diferentes orígenes
sociales, culturales y situaciones económicas, “con el objetivo de formar ciudadanos
aptos para participar en la vida política y económica de los Estados emergentes”
(Anijovich, 2014:19). Debían incluir a todos los sujetos al sistema educativo,
produciendo, al mismo tiempo, la exclusión de determinados sujetos que no podían
responder a estas pautas disciplinares y normalizadoras de la época. Tenía por objetivo
favorecer y dirigir el desarrollo moral, intelectual y físico de todos los niños de 6 a 14
años. Esta educación se podía cumplir en las escuelas públicas, escuelas específicas para
cada discapacidad o en el domicilio de los niños. De manera paralela y contemporánea
al sistema educativo primario, surgieron algunas experiencias de educación para
personas sordas y ciegas, ejemplo de ello es, en 1857, la Sociedad Filantrópica de
Regeneración. La primera escuela para sordos se formó, en la ciudad de Buenos Aires, y
en 1860 comenzó a ser financiada por el gobierno nacional. Además, en 1880, se creó el
Instituto Nacional de Sordomudos y la primera Escuela Normal para la formación de
pedagogos especializados.
Fueron los “pedagogos normalizadores”, nombre que se vincula al hecho de que
muchos de ellos fueron egresados de las primeras escuelas normales que se fundaron en
el país, quienes instauraron los cimientos del sistema educativo argentino a fines del
siglo XIX y principios del XX13. El objetivo de la creación de espacios concretos de
educación formal para las PcD quedó relacionado con las técnicas específicas para el
“adiestramiento, la cura, la contención y la compensación de patologías. Al igual que en
otros países, este sistema se inició íntimamente asociado al campo de la medicina”
(Pérez, 2018:38). Es por eso que, en ese momento, se sustentaba que la educación
especial era para los niños diferentes y por ello se caracterizaba por albergar a un menor
número de estudiantes y se trabajaba con equipos transdisciplinarios y se dividía, a los
grupos de niños, según la discapacidad (intelectual, sordos, ciegos, motores, etc.). Por
otro lado, en 1882, se desarrolla el Primer Congreso Pedagógico, donde se hizo “la
primera referencia a la necesidad de crear escuelas especiales para mendigos, sordo-
13
Las primeras escuelas que se fundaron en el país son la Escuela Normal del Paraná y las Escuelas
Normales N° 1 y 2 de la Capital Federal. A partir de allí, se propagó una pedagogía que modificó las
maneras de enseñar y aprender en la Argentina.
35
14
El primer ensayo de colonia fue el de Mar del Plata en 1895. Luego, la iniciativa fue tomada bajo la
presidencia del médico y referente del nacionalismo José Ramos Mejía, quien dispuso la creación de dos
escuelas para niños débiles. (Lionetti, 2012).
36
anexa. En este marco, “se podía evidenciar una presencia progresiva de niños
catalogados como ´anormales´, ´retrasados´, ´especiales´, ´débiles´ en las escuelas
primarias comunes, los cuales debían ser tratados desde un punto de vista médico-
escolar moderno” (Yarza De Los Ríos Víctor Alexander , 2012:127. Las comillas son
del original). En la provincia de Buenos Aires, en el año 1906, funcionaba el Instituto
para Afásicos y Retardados que dependía del Cuerpo Médico Escolar.
De este modo, se fueron creando diversas escuelas que se clasificaron por
diferentes patologías (escuelas de ciegos, escuelas de sordos, escuelas para discapacidad
intelectual, etc.). Al mismo tiempo, se crean instituciones para atender a niños con
patologías múltiples. Es decir que la propia práctica de la época demostró una
diversidad dentro del contexto escolar. Una diversidad que en palabras de Lionetti,
Lucia (2012), “ponía en serio riesgo el proyecto educativo homogeneizador que
permitiría afianzar la argentinidad”. Además, de la mano de los educadores, emergió el
de que “todos los niños, aun aquellos que presentaban un déficit pedagógico, podían ser
educados”. Sin embargo, este reclamo, acompañado por la medición y la medicalización
de la infancia “anormal”, estigmatizó a los estudiantes. “Los que no respondían a la
media de lo ´normal´ eran signados como ´anormales´. Un estigma que no debía
excluirlos de los beneficios de la educación” (Lionetti Lucia, 2012:60. Las comillas son
del original). El lenguaje que se utilizaba para denominarlos era de “desviados”,
“deficientes”, “anormales”, “dis-capacitados”. Por consiguiente, el pensamiento liberal
de la época llevó a sub-dividir el sistema. Por un lado, se encontraba la educación
común y, por el otro, la educación especial. Se sostenía que los estudiantes con
discapacidad tenían que asistir a escuelas diferentes. Esto suponía una operación de
etiquetación, en función del “déficit” que llegaba al plano de la segregación. En esta
época, surge el concepto de
los “niños débiles”, niños de naturaleza física y emocional “frágil”, que -según se
planteaba- debían ser intervenidos de manera especial. Se crearon sistemas de salud
escolar orientados a descubrir las patologías relacionadas con la “debilidad”, y se
implementaron algunas gestiones de refuerzo, como -por ejemplo- las colonias de
recuperación de la salud, visitas médicas domiciliarias, y formas de educación especial.
“Nótese que la idea de ‘niño débil’ está marcada por el vocabulario darwiniano de la
fuerza vital y la sobrevivencia del más apto. Estos niños débiles deben ser objeto de
detección temprana para no entorpecer el desarrollo de los fuertes y para recibir alguna
37
educación compensatoria” (Dussel, 2003:321. Las comillas son del original). Este tipo
de educación se encuadraba en el modelo médico desde un abordaje pedagógico-
terapéutico y rehabilitador.
En relación con la promoción de una educación diferenciada, la figura más
destacada fue la doctora Carolina Tobar García, puesto que, a partir de su formación
como maestra, retomó la postura de promover “un modo de educación que permitiera
diferenciar al niño retardado del normal, buscando una educación especial de
adaptación, para posibilitar la transformación de aquellos niños en elementos útiles para
la sociedad, sin entorpecer la tarea de los niños normales ni la de los docentes. En su
propuesta desarrolló un modelo organicista como médica psiquiatra, en el que
predominó su visión de la infancia bajo un eje médico que se centró en el déficit”. A
partir allí, se clasificaba a ese grupo de niños como “retardados pedagógicos”. Tobar
García afirmaba que era posible la educación en una escuela especial, es por ello que, en
1942, creó la primera Escuela Primaria de Adaptación para Deficientes Mentales o
niños retardados (como se los caracterizaba en esos años) que era llevada a cabo de la
mano de maestros, médicos y un gabinete psicopedagógico (Lionetti Lucia, 2012:79).
Desde sus orígenes, los diversos sistemas educativos se formaron y se
apuntalaron dentro del mandato de la homogeneidad, donde las diversidades fueron
negadas y sólo se focalizaron en formar sujetos idénticos, manteniendo que todos
aprenden y llegan al mismo resultado en el mismo momento, lo que derivaba en
situaciones de marginación y exclusión.
15
La segregación tiene lugar cuando un estudiante con discapacidad es remitido a un centro educativo
diseñado específicamente para responder a una deficiencia concreta, normalmente en un sistema de
enseñanza especial (Del Torto, 2015).
16
Además, se organizaron escuelas para niños anormales y deficientes mentales, niños ciegos, sordos y
deficientes físicos. Hoy la Dirección de Educación Especial es una de las tantas modalidades de la Ley
Provincial N°13.688.
40
17
Los primeros pasos hacia la integración se habían ya planteado en el marco del Plan 1972-1980´,
“contemplando la posibilidad de contar con la colaboración de la Inspección General de Educación
Primaria a fin de facilitar la instalación de grados especiales (para niños disminuidos mentales) anexos de
las Escuelas Primarias comunes (Urbanas y Rurales) como asimismo continuar con la valiosa experiencia
de integración a Servicios Escolares Comunes de niños físicamente imposibilitados (Ciegos, lesionados,
etc.)” (Dirección de Escuelas Diferenciadas. Resolución N° 13.212/99. Anexo 1. Las comillas son del
original).
18
“El objetivo central era la reestructuración global del aparato estatal, priorizando la configuración de un
Estado que garantice las funciones esenciales indelegables (Justicia, Seguridad Interna, Defensa Exterior,
Relaciones Exteriores y Administración) y que atienda la seguridad social, la educación y la salud en
concurrencia con el sector privado” (Zeller, 2007:54).
45
19
En dicha ley se planteó la suspensión por el plazo de ciento ochenta (180) días los subsidios,
subvenciones y todo otro compromiso del mismo carácter que, directa o indirectamente, afecten los
recursos del Tesoro Nacional y/o las cuentas del balance del Banco Central de la República Argentina y/o
la ecuación económico financiera de las empresas de servicios públicos de cualquier naturaleza jurídica,
en especial cuando éstas facturen tarifas o precios diferenciales. Ley de Emergencia Económica, N°
23.697.
46
20
Hintze, Susana. Políticas sociales argentinas en el cambio de siglo. Buenos Aires, Espacio Editorial,
2006.
47
21
Ministerio de Cultura y Educación “Documento para la concertación; acuerdo marco para la Educación
Especial, Diciembre de 1998”.
49
22
Ministerio de Educación de la Nación. “Educación Especial, una modalidad del Sistema Educativo en
Argentina. Orientaciones 1”. 2009. Pág. 13.
53
escuelas seleccionadas para nuestro trabajo de campo, ya que, de acuerdo con los relatos
de los actores intervinientes en el proceso de inclusión, estas condiciones no están
garantizadas23. Por ello, es sumamente importante que el Estado se responsabilice de
estas condiciones y pueda cumplir con el rol de garante para favorecer las trayectorias
escolares de todos los estudiantes y más aun de los estudiantes en situación de
discapacidad.
Encuadrándose en la ley Nacional de Educación N°26206, la ley Provincial de
Educación N°13688 considera en su artículo 3 que “la educación es una prioridad
provincial y constituye una política de Estado para construir una sociedad justa,
reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía
democrática y republicana, respetar los derechos humanos y las libertades
fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social sustentable de la Provincia en
la Nación”. Además, dice que “la educación debe brindar las oportunidades para el
desarrollo y fortalecimiento de la formación integral de las personas a lo largo de toda la
vida y la promoción de la capacidad de cada alumno de definir su proyecto de vida,
basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad
natural y cultural, justicia, responsabilidad y bien común”. (Art.4).
Aquí nos detendremos en el análisis de la ley provincial, ya que en el próximo
capítulo se profundizará sobre el funcionamiento de la modalidad de educación especial
en el territorio de Buenos Aires. Cabe aclarar que la Ley de Educación Nacional y la
Ley Provincial de Educación se referencian en el Modelo Social de la Discapacidad, que
-como señalamos en el capítulo 1- promueve un cambio de la mirada hacia los niños y
adolescentes con discapacidad, quienes son concebidos como sujetos de derecho. Es
decir, la Dirección de Educación Especial plantea explícitamente el reconocimiento de
la educación como derecho social, teniendo como eje principal la atención a la
diversidad. En palabras de Nuria Pérez “el cambio de mirada sobre el sujeto en la
educación especial supone acabar con el concepto prejuicioso de que el alumno con
necesidades educativas especiales es igual a su deficiencia diagnosticada (un síndrome
de Down, un paralítico cerebral, una psicótica, un sordo o un ciego…) o es un objeto de
tratamiento separado y específico cuando no un niño eterno para pasar a verle como un
ser humano completo” (Documento de apoyo N° 6 “Organización de Propuestas
Educativas Integrales”, 2011:7).
23
La mirada de los actores se desarrollará en el capitulo 4.
55
tienen el derecho a recibir en las escuelas comunes o de nivel, una educación adecuada a
sus necesidades. Situación que pone de manifiesto que es necesario trabajar en pos de
nuevos posicionamientos éticos, políticos y pedagógicos a fin de identificar y levantar
las barreras que el estudiante encuentra en la trayectoria escolar (…) El estudiante que
cuente con PPI será evaluado en función a ese proyecto y se certificará su trayectoria en
función a éste, deben ser evaluados, calificados y certificada su trayectoria, únicamente
de acuerdo con ese PPI y su promoción en el nivel” (Caniza de Paez, Guglielmino,
Valente, Rothar y Albornoz, 2018:3-8).. Aquí se plantea un avance respecto de la
Resolución N°4635 del 2011, pues la misma no acreditaba saberes, es decir que el
certificado de terminalidad no era homologable. A nivel provincial el 1 de diciembre de
2017, se deroga la Resolución 4635 del 2011 y se aprueba la Resolución Nº 1664
“Educación inclusiva de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y jóvenes-adultos con
discapacidad en la Provincia de Buenos Aires” (Resolución 1664, 2017)25.
En síntesis, a lo largo de la historia, las PcD han pasado por diversos modelos
que han impactado directamente en los diferentes abordajes educativos. Como sostiene
Haydée Musiera, “de acuerdo a las concepciones sociales imperantes inicialmente hubo
desatención y marginación para las personas con discapacidad, luego se crearon centros
y escuelas de Educación Especial con una consecuencia de segregación y aislamiento.
Muchísimos años más tarde surgió el concepto de Normalización e Integración de las
personas en el ambiente menos restrictivo posible, lo que dio lugar con posterioridad a
la propuesta de Inclusión educativa, laboral y social de los individuos afirmada en la
concepción de la importancia de las modificaciones actitudinales, ambientales, y del
reconocimiento de la diversidad social y cultural así como de la valoración de las
diferencias” (Musiera Haydée; 2008:119). Sin embargo, el modelo médico-educativo o
modelo clínico, fue el de mayor influencia, pues consideraba a la discapacidad como
enfermedad y a las personas como portadoras de un defecto que había que corregir y
que, por ello, se debía implementar una educación curativa, correctiva. A partir de esa
mirada, se crean diversos ámbitos educativos aislados, separados, segregados, es decir,
un sistema paralelo a la educación común. Dentro de este contexto es que surge la
educación especial “que significó, por un lado, el reconocimiento de la posibilidad de la
educabilidad de las personas con discapacidad, la necesidad de utilizar procedimientos
especiales para mejorar los aprendizajes, la necesidad de valerse de materiales
25
En el próximo capítulo se desarrollará exhaustivamente.
57
específicos, pero por otro lado, significó la segregación y marginación de los alumnos
respecto a las pautas sociales y culturales generales” (Musiera Haydée; 2008:119-120).
Cabe decir que fue el modelo médico-patológico el que marcó fuertemente a la
educación de los niños y jóvenes con discapacidad y que, a pesar de todos los avances
normativos tanto a nivel nacional como internacional, aún en la actualidad persiste, en
general, la perspectiva que pone el énfasis en las características individuales de los
estudiantes con Necesidades Educativas Derivadas de la Discapacidad Intelectual y no
en su interacción con aquellas que son propias del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Pues, “la gran mayoría de los estudiantes con discapacidad continúa fuera de la
educación común, y los que son integrados en las escuelas comunes no son
considerados alumnos de éstas, sino que se encuentran bajo la responsabilidad de la
Escuela Especial” (Musiera, Haydeé, 2008:120). Esta realidad se tensiona con lo
establecido en la Ley de Educación Nacional N° 26.206 del año 2006, que prescribe que
todos los estudiantes con discapacidad deben formar parte de la educación común,
contando con el apoyo de las distintas modalidades, entre ellas, la propia Educación
Especial.
Hasta aquí, hemos recorrido los principales procesos históricos que, en
Argentina, han intervenido en la configuración del campo de la educación especial. De
la misma forma, es importante resaltar que, en las décadas de los 80 y 90, en diferentes
países, se impulsan diversos cambios en los paradigmas acerca de la Diversidad
Funcional, así como de la intervención en la educación. En el transcurso de estas
décadas, es posible identificar diversos movimientos. Entre ellos, podemos mencionar:
-El Movimiento Reivindicativo de Padres de niños y niñas en situación de
discapacidad que no estaban de acuerdo con que sus hijos asistieran a escuelas paralelas
al sistema común.
-El Movimiento Independiente, donde se exigía el respeto que las PcD merecían
en tanto “personas” y la igualdad de derechos y oportunidades con el resto de la
población.
Es en el proceso de las luchas impulsadas por las PcD y sus familias
(acompañados, en ocasiones, por el apoyo de las políticas estatales) que se han desatado
las experiencias de alcance internacional que describiremos brevemente en el siguiente
apartado.
58
26
Elaborado por el Comité de educación, liderado por Mary Warnock. El mismo surge como un estudio
sobre educación especial.
60
en lo posible, al logro de los fines generales de la educación, que son los mismos para
todos (…) Ningún niño deberá ser considerado ineducable: la educación es un bien al
que todos tienen derecho (…) Los fines de la educación son los mismos para todos,
independientemente de las ventajas o desventajas de los diferentes niños (…)”,
(Bibiana, 2006: 25). Se afirma el concepto de sujeto de derecho real, por ende, se debe
eliminar las barreras que surgen en el entorno y diseñar diferentes configuraciones
didácticas y de apoyos a fin de ejercer el derecho a la educación de calidad. A partir de
allí, se comenzó a hablar de integración escolar, que buscaba unificar a la educación
común y especial a fin de brindar diferentes servicios a todos los niños en situación de
discapacidad. Al mismo tiempo, buscaba reorientar los servicios de educación especial
para combatir toda clase de discriminación, segregación y etiquetamiento.
Los conceptos de Normalización e Integración dan inicio a una nueva
perspectiva de inclusión educativa, laboral y social de todas las personas con
discapacidad. Es por eso que “las bases en que se asienta el principio de integración ya
dejan evidente la necesidad de una aproximación del entorno al sujeto (adaptaciones
curriculares o en el puesto de trabajo, medidas excepcionales de discriminación
positiva, etc.), desplazando del sujeto a su medio el peso central para el proceso de
incorporación de la persona con discapacidad” (Jurado, 2009:3).
En 1971 surge la Declaración de los Derechos del Retrasado Mental (ONU),
entre sus artículos se instituye el derecho a la educación, la capacitación y la
rehabilitación según la situación y en pos de desarrollar el máximo de su capacidad y de
sus aptitudes, apareciendo en primer plano, la integración o “incorporación a la vida
social normal” (art. 1). Luego, se agregó la consideración de otras discapacidades en la
Declaración de los Derechos de los Impedidos (ONU, 1975), donde se hace hincapié en
la igualdad de las personas con discapacidad respecto al resto de la población “El
impedido tiene esencialmente derecho a que se respete su dignidad humana (…)
Cualesquiera sean el origen, la naturaleza o la gravedad de sus trastornos y deficiencias,
tiene los mismos derechos fundamentales que sus ciudadanos de la misma edad, lo que
supone, en primer lugar, el derecho a disfrutar de una vida decorosa, la más normal y
plena que sea posible” (art. 3). Además, refiere que la persona con discapacidad tiene
derecho a la readaptación médica, social y a la educación y “servicio que aseguren el
aprovechamiento máximo de sus facultades y aptitudes y aceleren el proceso de su
integración o reintegración social” (art.6).
61
Por otro lado, durante finales de los 70 y principios de los 80 había una
permanente disputa entre integración y educación especial dentro del marco del proceso
de transición y cambio en los modos de atención. Por ello, se inició la crítica al modelo
de integración, pues desde ese modelo aún se seguía dando continuidad a la separación
de los estudiantes. Es decir, el modelo de integración buscaba estrategias educativas
para la inclusión de los estudiantes con discapacidad, en las escuelas de educación
común; el niño integrado necesitaba adaptaciones curriculares para integrarse; y la
diferencia se aceptaba y se comprendía. Pero era el estudiante quien debía adaptarse a la
escuela, pues se focalizaba desde lo individual del sujeto. Cabe reconocer que dicho
proceso brindó, a los niños con discapacidad, la posibilidad de transitar su escolaridad
en las escuelas comunes con niños sin discapacidad. Sin embargo, el currículum
utilizado para los niños con discapacidad era diferente del resto de sus pares. Los
docentes otorgaban al niño actividades paralelas al currículum común, teniendo como
consecuencia una subestimación de lo que podía o no realizar el estudiante con
Necesidades Educativas Especiales.
En 1981 se firma el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (ONU), “Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de
toda persona a la educación. Convienen que la educación debe orientarse hacia el plano
desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad” (art. 13). Además,
en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 se apunta nuevamente la
garantía de la no discriminación de las personas con discapacidad.
En 1990, en el marco de la Conferencia Mundial sobre Educación Para Todos en
Jomtien, Tailandia, se reunieron representantes de la comunidad internacional (155
países y 150 representantes de organizaciones). En ese marco, se aprobó la Declaración
Mundial sobre Educación Para Todos, enfatizando la educación como derecho humano.
En 1993 surge, en la Organización Mundial de la Salud, las Normas Uniformes sobre
Igualdad de Oportunidades para las PcD, tendiendo como finalidad “garantizar que
niñas, niños, mujeres y hombres con discapacidad, en su calidad de vida de miembros
de sus respectivas sociedades, puedan tener los mismos derechos y obligaciones que los
demás” (art. 15). Es decir, se afirma el principio de igualdad de oportunidades de
educación en los niveles primario, secundario y superior para los niños, niñas, jóvenes y
personas adultas con discapacidad. Además, se establece que la educación demanda la
62
27
Representantes de noventa y dos gobiernos y veinticinco organizaciones internacionales.
63
Es por eso que cualquier situación de discriminación contra una PcD es considerada
como una violación de sus derechos fundamentales.
Entre el 26 y 28 de Abril del año 2000 se realiza el Foro Mundial sobre
Educación en Dakar (Senegal). Allí se proclama que “todos los niños, jóvenes, y
adultos, en su condición de seres humanos tienen derecho a beneficiarse de una
educación que satisfaga sus necesidades básicas de aprendizaje en la aceptación más
noble y más plena del término”. Se reforzó la garantía de la no discriminación a las
PcD. El foro tenía como propósito presentar los resultados globales de la evaluación de
la década de “Educación para Todos”, publicada en marzo de 1990, en Tailandia. El
objetivo fue arribar a un nuevo marco de acción que reafirmara y se comprometiera con
la visión y las metas acordadas en Jomtien (Tailandia) en 1990 (Torres, 2000: 1).
El 13 de diciembre de 2006 más de 80 países28 firma, en la Asamblea General de
las Naciones Unidas, la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (PcD), la que ha sido considerada como el primer tratado importante
sobre derechos humanos del siglo XXI ya que protege los derechos de estas personas.
También, se reconoce el derecho a acceder a una educación primaria y secundaria
inclusiva de calidad y gratuita, en igualdad de condiciones con los demás, en la
comunidad en la que viven. En su Preámbulo reafirma “…la universalidad,
invisibilidad, interdependencia e interrelación de todos los derechos humanos y
libertades fundamentales, así como la necesidad de garantizar que las personas con
discapacidad los ejerzan plenamente y sin discriminación” (CDPD; Preámbulo, inciso
C). Y su propósito comprende a las personas con discapacidad como aquellas que
tengan “deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al
interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la
sociedad, en igualdad de condiciones con las demás” (CDPD; Articulo 1, propósito).
Los Estados Partes tienen la obligatoriedad de promover, proteger y garantizar el pleno
disfrute de los derechos humanos de las PcD a fin de garantizar que gocen de plena
igualdad ante la ley. Asimismo, reconocen el derecho de las PcD a la educación sin
discriminación y en igualdad de oportunidades, asegurando así un sistema de educación
inclusivo a todos los niveles de enseñanza, y a lo largo de la vida. Es decir, la
28
Participaron organismos de la sociedad civil, federaciones internacionales y redes de personas con
discapacidad, expertos y representantes de algunos países, especialmente movilizados, entre los que se
encontró el grupo latinoamericano y, significativamente, la Argentina (Eroles, Carlos y Fiamberti, Hugo;
2001: 25).
64
29
Abc. Resolución 1269/11, pág. 2.
67
30
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. 2007.
31
Argentina. Taller regional preparatorio sobre Educación Inclusiva. América Latina, Regiones Andina y
Cono Sur, Buenos Aires, Argentina 12-14 de septiembre del 2007. “La inclusión educativa en la
Argentina hoy. Definiciones, logros, desafíos a futuro. UNESCO, pagina 1.
68
oportunidades a fin de formar parte de los circuitos sociales legítimos y desarrollar allí
el máximo de su potencialidad, garantizando el acceso y permanencia de todos los niños
con discapacidad a la escuela común. Es por eso que la educación inclusiva no sólo
pone en primer plano a las personas con discapacidad, sino que se preocupa de todos los
niños que tengan dificultades en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Busca eliminar
las barreras al aprendizaje que obstruye dicho proceso. Tomando a María Moreno, “La
inclusión educativa es producto de las actuaciones, la armonización y la
retroalimentación de sus agentes y relaciones a través de acomodamientos y
desacomodamientos dentro del sistema. La institución es la que debe poner en práctica
en el propio contexto las adecuaciones necesarias para garantizar la participación de
todos los actores en las actividades escolares (…) La inclusión debería cumplirse en
todas las instituciones como una estrategia de atención a la comunidad” (María Moreno,
2007:255).
En el ámbito escolar, la inclusión implica desarrollar la plena participación de
los estudiantes con discapacidad, y disminuir su exclusión de los diseños curriculares, la
cultura y la comunidad. Es decir, tal como sostiene Parrilla Latas, A. “la educación
inclusiva no es simplemente emplazar a los alumnos con discapacidades en el aula con
sus compañeros no discapacitados (…) no consiste en que profesores especialistas den
respuestas a las necesidades de los alumnos en la escuela ordinaria (…) tiene que ver
con cómo, dónde y por qué, y con qué consecuencias, educamos a todos los alumnos”
(Parrilla Latas, A., 2002: 25). Es decir, a partir de una educación inclusiva se debe
plantear una transformación de la cultura, lo social y de la organización que tiene el
sistema educativo general. “El planteo de educación inclusiva no se refiere solamente a
una propuesta educativa para los alumnos que presentan alguna necesidad específica,
sino que es para todos los alumnos, en donde se incluye no sólo a los alumnos con
discapacidad (…) Dar respuesta a los alumnos de acuerdo a lo que cada uno necesita,
siendo responsabilidad del sistema educativo en su conjunto (…) Rompe con una visión
homogeneizadora de la sociedad y de la educación”. Por lo tanto, significa transformar
la estructura, organización y la cultura de la escuela común a fin de favorecer las
trayectorias educativas de los niños. Esencialmente, los cambios en la política
educativa, en la gestión administrativa, en la formación de los docentes y los
profesionales que forman a éstos, de la incorporación de las diversas estrategias en las
aulas, de curriculum flexibles, etc. (Haudeé Misera, 2011:124).
69
32
Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Ratificada y aprobada en
el año 2008 por Argentina a través de la Ley 26.378.
70
CAPITULO III
La inclusión educativa de niños, niñas, adolescentes y jóvenes
con discapacidad en la provincia de Buenos Aires.
72
33
Resolución N° 3655/7. Abc.
73
Tanto el Marco Normativo Nacional como el Provincial establecen que los niños
y las niñas con discapacidad deberán ser escolarizados en instituciones educativas
pertenecientes a los niveles de educación obligatorias y, en las situaciones que lo
requieran, accederán a un Dispositivo Educativo para la Inclusión. Cuando estas
necesidades tengan una complejidad a la que no puedan dar respuestas las escuelas de
educación ordinaria, se plantea que se escolarizarán en la sede de la Escuela Especial.
Por último, la modalidad de la educación especial se centra en los principales
lineamientos del Modelo Social de la Discapacidad, considerando a las personas con
discapacidad como sujetos de derechos. De este modo, la Dirección de Educación
Especial en la actualidad tiene como política educativa la atención a la diversidad.
34
Resolución 4635/11 “La inclusión de alumnos y alumnas con Discapacidad con Proyecto de
Integración en la Provincia de Buenos Aires”.
35
Resolución 311/16 del Consejo Federal de Educación.
74
36
Quedaba derogada la resolución anterior (Nº4635).
37
“Es responsabilidad del sistema educativo y lleva implícito una pedagogía que posibilite el máximo
desarrollo de las capacidades de los niños, jóvenes y adultos con discapacidad en proyectiva a la
construcción de su autonomía personal” (Resolución 1664, 2017; 14).
38
Se denominará el género femenino, ya que sólo se pudo entrevistar a mujeres.
75
trayectoria escolar del estudiante39 al inspector del Nivel. Este legajo pasa a una primera
instancia de análisis, supervisión y de considerarse necesario, se plantea la situación a la
“Mesa de Inclusión”40. Asimismo, se informa a la familia del estudiante sobre el DEI y
se anticipan las acciones llevadas a cabo por los equipos intervinientes.
El análisis del desempeño del estudiante debe estar plasmado desde el inicio del
año en cada una de las áreas, dando a conocer los avances, el nivel de autonomía
alcanzado y la forma de vincularse con los otros. Además, debe describir los contenidos
y abordajes metodológicos desarrollados, que deben enmarcarse en los Diseños del
Nivel, contemplando las variables didácticas en cada una de las áreas curriculares,
acordes a las necesidades del niño. Es decir, el informe evaluativo (que es inicial para
armar el legajo para solicitar la MAI) debe constituirse en una tarea colectiva donde
deben intervenir los diferentes actores institucionales que fueron evaluando durante un
determinado proceso y período de tiempo. Asimismo, se prescribe que, al momento de
diseñar los informes, se deberá redactar en forma clara y precisa, tender a la objetividad,
evitar información superflua, incorporar informes profesionales si lo amerita, registrar
los procesos de cambio, desempeño del estudiante en contexto, en situaciones de
aprendizajes con otros y posibilitar la visualización del compromiso de la familia con la
trayectoria educativa del niño.
Por último, el legajo debe ser organizado de la siguiente manera:
1. Carátula
2. Índice
3. Organización cronológica del legajo
4. Informe de los docentes que trabajan con el estudiante
5. Producciones del estudiante
6. Acciones realizadas con la familia del niño
7. Intervenciones del Equipo Directivo del Nivel
8. Intervenciones del E.O.E
9. En anexo; estudios médicos relevantes e informes de profesionales de la
salud.
10. Emisión de criterio del Equipo Directivo y E.O.E.
39
Informes Pedagógicos y Emisiones de criterios de los docentes, E.O.E y Equipo Directivo.
40
Desde la Escuela de Nivel se solicita un turno a Jefatura Distrital para que, en ámbito de “reunión
distrital”, el Inspector de Nivel, el Inspector de Educación Especial y el Inspector de Psicología
Comunitaria y Pedagogía Social revisen dicho legajo a fin de aprobar o no la solicitud del PPI.
76
41
Este proceso depende del distrito. Existen diferentes Escuelas Especiales N°500. Por ejemplo, en el
distrito de zona norte tomado como caso de estudio, se encuentra la Escuela Especial N° 501 que recibe
DI. La Escuela Especial 502, recibe DI, ciegos, motores, sordos e hipoacúsicos. La Escuela Especial
N°503 recibe sordos, hipoacúsicos, ciegos, disminuidos visuales y discapacidad múltiple. La Escuela
Especial N°504 recibe todas las discapacidades. En cambio, el distrito de zona oeste sólo cuenta con la
Escuela Especial 501 y Escuela Especial N° 502. Ambas reciben todas las especialidades.
42
Integrada por el maestro y/o profesor de grupo, (Educación Inicial, Educación Primaria, Educación
Secundaria, Educación Técnica y Agraria, Educación de Adultos, Formación Profesional, Educación
Física, Educación Artística) y Maestro de Apoyo a la Inclusión (Educación Especial).
77
43
Dirección de Modalidad de Educación Especial. “Instructivo “El trabajo de la pareja pedagógica en los
PPI. Página 4”. 2011.
78
44
Síntesis de elementos culturales (conocimientos, valores, costumbres, creencias, hábitos) que
conforman una propuesta político-educativa. Es importante destacar que esta definición contempla tanto a
los documentos curriculares –ya sean diseños, propuestas o materiales de desarrollo curricular- como a las
prácticas concretas que se expresan en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Es decir, no sólo lo
que se establece a través de documentos, sino también lo que efectivamente se enseña –en forma explícita
e implícita- y se aprende en el aula. DGCyE. Marco General de Política Curricular (Pág. 15).
79
45
DGCyE. Provincia de Buenos Aires. Marco General de Política Curricular (pág. 17).
80
las CDyA propuestas por la MAI para el estudiante, de forma tal que posibiliten
especificar qué, cómo, cuándo, dónde, por qué y hasta cuándo plantear propuestas
pedagógicas y didácticas especializadas e individualizadas, respondiendo así a los
mismos objetivos generales del nivel.
Las CDyA pueden ser curriculares, técnicas, tecnológicas, de materiales y
recursos, de contexto, de agrupamiento, entre otros. Están “constituidas por redes,
relaciones, interacciones, etc. Que acontecen entre sujetos, grupos e instituciones como
marco para la organización de propuestas inclusivas” 46. Las configuraciones están
orientadas para que el estudiante con Discapacidad Intelectual (DI) acceda a los
contenidos propuestos de acuerdo con el Diseño Curricular, correspondiente a la edad y
al ciclo en que se encuentra el estudiante. La CDyA será definida por las características
individuales, el contexto familiar y social del estudiante, y por el contexto institucional.
Por ejemplo, para un niño con DI, se debe resguardar que las consignas en un examen
sean claras y precisas. Para un niño ciego, deberían estar en Braille y para un niño
sordo, en Lengua de Señas Argentina. En el acompañamiento y la configuración de los
contenidos, lo importante es poder preguntarse cómo hacer, cómo trabajar con los niños
con discapacidad que no puedan acceder a los contenidos propuestos por el nivel para
que puedan avanzar en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
En síntesis, cada niño con NEDDI necesita un DEI, sin embargo, eso no
significa que se desfavorezca el aprendizaje social del mismo, puesto que la interacción
con sus pares es ineludible. Es así que cada actor que interviene en el proceso de
inclusión deberá buscar estrategias posibles a fin de favorecer la enseñanza y el
aprendizaje en un contexto grupal. De lo contrario, si los apoyos son sólo individuales,
la propuesta corre el riesgo de caer en un modelo clínico desprovisto de la mirada social
de la discapacidad. Por ende, los apoyos involucran a la escuela, al aula, a la familia, a
la comunidad y a otras instituciones del Estado.
46
DGC y E. Dirección de Educación Especial “Orientaciones curriculares Configuraciones didácticas y
apoyos”. Circular técnica N°2/2018.
82
actores que intervienen en dicho proceso, de más estar decir, inclusive con el niño con
discapacidad y su familia. Tomando a los autores Aznar y González, “El equipo
transdisciplinario implica el contacto y la cooperación entre disciplinas diversas y
actores no disciplinarios (…) El eje que sostiene este trabajo no está ocupado por una
teoría en particular, sino por una concepción ética común que hace posible el dominio
de una multiplicidad cuantitativa de saberes a fin de ubicarlos –al momento de su
práctica- en caminos convergentes que los conduzcan hacia un horizonte en permanente
producción, plural y diverso” (Aznar y González, 2007:172-175).
El nuevo paradigma del sistema educativo que buscaba articular la modalidad de
educación especial con la escuela común, pone en un lugar principal a los equipos
interdisciplinarios. Es por ello que, a partir del Acuerdo Marco para la Educación
Especial, firmado en el año 1999, se especifica el nuevo perfil de los mismos. “Los
equipos interdisciplinarios deberán contribuir a la transformación de las prácticas
profesionales de los equipos docentes; aplicar estrategias para la prevención e
identificación de las necesidades educativas especiales de todos los alumnos, su
evaluación, intervención y seguimiento a lo largo de todos los niveles del sistema
educativo y del sistema no formal”. A partir de allí, ha surgido la necesidad de
incorporar a los profesionales en la escuela especial desde un ámbito más amplio,
traspasando el espacio cerrado que caracterizaba a los mismos a fin de asegurar la
atención a la diversidad (Boggino y De la Vega, 2006:32-33). La “modalidad
transdisciplinaria es la que mejor se adapta a las exigencias que plantea al cambio de
paradigma, así como a la complejidad de las situaciones educativas-en general- y de las
situaciones educativas con sujetos con discapacidad, en particular” (Circular Técnica
N°1, 2008:3). Además, los equipos Transdisciplinario toman decisiones en relación
con la trayectoria educativa de los estudiantes con NEDD, con la participación y
acuerdos con el resto de los docentes y la familia como parte de la comunidad
educativa.
47
http://servicios.abc.gov.ar. Dirección de Educación Especial. Disposición N°15/2003.
83
este equipo deben intervenir en diferentes problemáticas del niño con NEDD desde una
mirada inclusiva, permitiendo superar lo fragmentario -esto es, la visión de cada
especialista- apuntando a un accionar que permita una visión integradora. El equipo está
integrado por Maestros Especializados, Maestros de Trayectos Técnicos Profesionales,
Preceptores, Equipo Técnico (Asistente Educacional, Fonoaudiólogo, Médico, Terapista
Ocupacional, Psicólogo y Asistente Social) y Equipo Directivo. Cabe aclarar que sólo se
describirá la función del Equipo Técnico y la función de cada uno de sus integrantes,
puesto que son los que intervienen en el proceso del Dispositivo Educativo para la
Inclusión.
En términos generales, se describirán las funciones que tiene el Equipo Técnico
y que están relacionadas con el estudiante, con el contexto educativo, con el contexto
familiar y con el contexto socio-comunitario. Este equipo evalúa, diagnostica y ajusta
conjuntamente con los docentes las necesidades pedagógicas de cada niño con el
propósito de diseñar las configuraciones de apoyo que favorezcan el acceso al Diseño
Curricular. Asimismo, toma decisiones sobre la admisión, permanencia, seguimiento,
integración, egreso y/o derivación a sede de Educación Especial. Favorece los canales
de comunicación, consultas y apoyos a la familia a fin de garantizar su participación
activa. Por último, trabaja en equipo con otras instituciones para la atención de las
personas con discapacidad, para favorecer su inclusión en instituciones de la
comunidad. El Equipo Técnico se reúne con la Maestra de Apoyo a la Inclusión (MAI)
cada quince días para evaluar las novedades de cada Propuesta Pedagógica para la
Inclusión (PPI) y, en ese marco, se irá decidiendo y evaluando diferentes estrategias y
abordajes. Asimismo, se efectúan tres instancias interinstitucionales en el período
lectivo: a principio de año, se firman los acuerdos entre las instituciones y la familia.
Luego de tres meses, se firma el primer informe pedagógico. A mitad de año, se realiza
el segundo informe pedagógico en donde se ven los avances de la inclusión, de forma
tal de poder decidir si se deben modificar los objetivos de la misma. Y, por último, a fin
de año, se confecciona un informe pedagógico final donde se definen las promociones y
proyecciones para el siguiente año48.
Cada uno de los miembros del Equipo Técnico aporta, desde su especificidad,
sus saberes y experiencias, a fin de confeccionar la PPI más conveniente para el niño.
Por ello, es importante hacer mención las funciones específicas de cada uno:
48
Dirección de la Modalidad de Educación Especial. Resolución 1664/17.
84
49
http://servicios.abc.gov.ar.
50
Ley de Educación Provincial N° 13.688. Título II. Estructura del Sistema Educativos Provincial.
Capítulo XII. Psicología Comunitaria y Pedagogía Social. Art. 43.
86
cada función. Por ende, se definen dentro del marco de la Disposición 76/0851, los roles
de cada integrante:
El Orientador Educacional (OE), orienta todos los procesos de enseñanza-
aprendizaje en la trayectoria escolar de los docentes y estudiantes, proponiendo
estrategias pedagógicas, didácticas y bibliográficas específicas.
El Maestro Recuperador (MR)/Orientador del Aprendizaje (OA), facilita
información y propone estrategias a fin de favorecer la enseñanza y el
aprendizaje como procesos de enlace entre la situación cognitiva y psicosocial
de los estudiantes y los contenidos del Diseño Curricular. También debe
colaborar con las prácticas de los docentes a través de la implementación de
estrategias y diseñar, conjuntamente con el plantel docente, secuencias
didácticas que favorezcan un verdadero aprendizaje escolar, en sintonía con los
lineamientos curriculares.
El Fonoaudiólogo (FO) debe promover y aportar estrategias que favorezcan la
recuperación del diálogo y las prácticas sociales del lenguaje, a través de un
análisis de desempeño y circulación de capacidades lingüísticas y
comunicacionales de la comunidad escolar, a fin de orientar sobre modos o
estrategias posibles.
El Médico (DO) orienta e informa a través de estrategias específicas a toda la
comunidad educativa sobre la promoción y prevención integral de la salud, a fin
de propiciar el desarrollo, crecimiento individual y grupal de los niños.
El Trabajador Social, que es denominado Orientador Social (OS), tiene como
función generar vínculos favorables entre la institución educativa en la cual
trabaja y la comunidad, a partir de la realización de un diagnóstico de la
situación socioeducativa, comunitaria e institucional. Asimismo, debe promover
el trabajo en equipo con las instituciones educativas, instituciones de salud,
instituciones barriales, etc. que existen en el distrito, la región y las
jurisdicciones provincial y nacional, con el propósito de garantizar el ingreso, la
permanencia y el aprendizaje de los estudiantes.
51
Ídem.
87
52
Abc.gov.ar/formación continua.
92
53
Encuesta Nacional CTERA: Salud y condiciones de trabajo de las/os trabajadoras/es de la educación de
la Argentina. Condiciones dignas de enseñar y aprender para garantizar una educación pública de calidad.
Mayo 2019. www.ctera.org.ar.
96
CAPITULO IV
En este capítulo, daremos cuenta de la función y miradas que tienen las docentes
(D), el Equipo de Orientación Escolar (EOE) y el Equipo Directivo (ED) del Nivel
Primario. Del mismo modo, a las Maestras de Apoyo a la Inclusión (MAI), Equipo
Técnico (ET) y Equipo Directivo (ED) de la Modalidad de Educación Especial en el
proceso de inclusión educativa. Además, se hará mención de la función y mirada que
tiene el Inspector de Enseñanza del Nivel Primario (IE) e Inspector de la Modalidad de
Educación Especial (IE). Por último, la mirada que tienen las familias de los niños con
Necesidades Educativas Derivadas de la Discapacidad Intelectual.
Como ya se anticipado en la introducción, se han seleccionado dos distritos de la
provincia de Buenos Aires, uno de zona oeste y otro de zona norte. En cada distrito, la
indagación se focalizó en el abordaje de los procesos de inclusión educativa que tienen
lugar en el marco de la tarea conjunta desarrollada por una escuela de nivel primario y
la Escuela Especial N°501 (perteneciente a la modalidad de educación especial) de
ambas zonas. Además, se entrevistó a un IE de cada modalidad y del Nivel Primario.
En el desarrollo del texto, emplearemos la sigla MAI para referirnos a las
Maestras de Apoyo para la Inclusión, la sigla D para las Docentes del nivel primario, la
sigla EOE para Equipo de Orientación Escolar, la sigla ED para Equipo Directivo, la
sigla ET para Equipo Técnico y la sigla IE para cada Inspector de Enseñanza.
En cada caso, se consignará la zona correspondiente (“O” cuando se trate de
zona oeste y “N” cuando se aluda a zona norte) y el número asignado a cada actor
entrevistado.
54
La idea de apoyos se asocia a la de Accesibilidad: accesibilidad al medio físico, accesibilidad en la
comunicación, accesibilidad web, accesibilidad académica, accesibilidad cognitiva, etc.
101
“Tengo nueve alumnos en total y los veo una vez a la semana, dos horas,
pero a veces no se cumplen, porque viajo en colectivo y tengo que salir
antes de cumplir las dos horas, ya que no llego a la otra escuela, si me
quedo esas dos horas” (MAIO3, entrevistada el 25 de Octubre de 2017).
102
“Lo veo una vez por semana, porque tengo muchos chicos (…) Tengo ocho
chicos incluidos. Y no llegamos a verlos dos horas, en general es una hora y
media, porque viajo en colectivo y no son todos de la misma escuela. Queda
lejos una escuela de otra, entonces, tardo mucho en el viaje” (MAIO1,
entrevistada el 2 de Octubre de 2017).
reuniones con las familias o ver cómo se sigue trabajando con el niño”
(MAIO2, entrevistada el 17 de Octubre de 2017).
“Trabajo con el nene en el salón y a su vez, veo el cuaderno y veo cómo
trabaja la docente con él (…) Le explico a la maestra cómo debe configurar
las actividades” (MAIN2, entrevistada el 3 de Octubre de 2017).
Por otro lado, se observó que una MAI de la zona Oeste y una de la zona Norte
parecerían no coincidir en la modalidad de trabajo de las MAI citadas anteriormente. Es
decir, dichas maestras relatan que, al llegar al ámbito áulico, retiran al estudiante del
salón, pues aluden que es más favorecedor para trabajar de manera individual en el
ámbito de la biblioteca o en el patio.
“Trabajo fuera del aula, porque es más fácil para mí trabajar en silencio
(…) Cuando evalúo que necesita mucho de mi ayuda, trabajo aparte y me
sirve, me funciona” (MAIN1, entrevistada el 4 de Octubre de 2017).
perspectiva de inclusión, el trabajo fuera del aula puede llegar a ser una última opción a
la que se apela, cuando -como señalan las MAI- se produce una situación de
hacinamiento en aulas pequeñas (con, por ejemplo, cuarenta y dos niños, como se
comenta en uno de los casos). Sin embargo, aún en estas situaciones, el retiro del niño
del aula puede desfavorecer el proceso de inclusión del mismo.
Estas MAI manifestaron la importancia de trabajar en conjunto con la docente
del nivel, a pesar de que se sienten con pocas posibilidades para pensar estrategias en
conjunto con la misma, porque indican que no tienen tiempo para sentarse con las
docentes del nivel. El planteo que realizaron es que las condiciones aún no están
facilitadas para el trabajo en equipo, puesto que las docentes del nivel no tienen tiempo
por la falta de espacios a causa de las condiciones laborales que atraviesan las mismas.
Dan a entender que comprenden que las docentes no tengan tiempo para sentarse con
ellas y realizar la PPI. Como ya consignamos en el capítulo anterior, la PPI se elabora
en el marco de un proceso de toma de decisiones, a partir del trabajo conjunto entre la
MAI (modalidad) y la docente (primaria), que tienen la función de configurar y
complementar los contenidos propuestos del diseño curricular para dar respuestas a las
necesidades educativas de cada niño con discapacidad intelectual, favoreciendo el
proceso de enseñanza y aprendizaje. Se busca la construcción de un plan pedagógico
que contenga objetivos específicos y claros donde se visualicen las CDyA que necesita
el niño para acceder a los diferentes contenidos propuestos durante su trayectoria
educativa. Ambas docentes toman decisiones respecto a qué tiene que aprender y con
qué continuidad, cómo hay que enseñarle y cómo evaluarlo.
Cabe aclarar, que el hecho de que cada niño tenga una PPI no quiere decir que
sea un currículum paralelo al resto de los estudiantes, puesto que el mismo es realizado
a partir de la planificación anual de la docente del nivel, utilizada para el año en que
cursan todos los estudiantes conjuntamente con las orientaciones y propuestas por parte
de la MAI.
Con respecto al trabajo conjunto de la MAI y la docente del nivel, en general, las
MAI refieren que las docentes del nivel primario suelen sentir miedo y rechazo cuando
tienen un estudiante con discapacidad intelectual, pues, por lo general, dicen no estar
preparadas para enseñar a un niño con esas características. Indican que las docentes del
nivel suelen plantear que el niño con PPI no es estudiante suyo, sino que es estudiante
de la MAI. Se puede visualizar que se cataloga a la misma como única responsable de la
105
que visualizar cuáles son esas barreras que hay y, a partir de allí, suministrar las
orientaciones y apoyos necesarios. Por ejemplo, en ocasiones, suele ser una barrera la
forma en que está dispuesto el banco donde el niño se sienta o si está lejos del pizarrón,
los textos complejos o la cantidad de actividad, etc.
Al ser consultadas sobre el trabajo con el Equipo de Orientación Escolar (Nivel
Primario) y el Equipo Técnico (Modalidad Especial), las MAI y las docentes del nivel
de ambas zonas acuerdan con la modalidad de trabajo que tienen con el E.O.E, es decir
que manifestaron que dicho equipo colabora y acompaña en todo el proceso.
Argumentan que hay buena comunicación, trabajo en equipo y que, en ocasiones,
pactan diferentes reuniones para acordar estrategias favorecedoras para la enseñanza y
el aprendizaje de cada niño incluido. Además, programan reuniones con las familias de
los estudiantes para firmar acuerdos institucionales (se trata de acuerdos de institución-
familia que involucran aspectos vinculados con la PPI, evaluaciones medias y
evaluaciones finales)55.
Con respecto al Equipo Técnico, las MAI coinciden en que acompañan y pactan
estrategias posibles a fin de favorecer la trayectoria escolar de los niños incluidos.
Asimismo, comentan que son citadas cada quince días en sede de Escuela Especial para
mantener reunión de seguimiento. En esas reuniones, relatan las inquietudes que tienen
sobre el proceso, solicitan orientaciones y acuerdan posibles intervenciones que el
Equipo Técnico se compromete a realizar ante situaciones que ellas no pueden resolver,
por ejemplo, en situaciones de ausentismo, tramitación de Certificado Único de
Discapacidad, abusos y violencia familiar, entre otros.
Por último, al consultar a las MAI sobre sus miradas en torno del proceso de
inclusión, se observó coincidencia en la mayoría de los relatos. Por lo general, aluden a
falencias vinculadas con la formación de las docentes del nivel en la temática de
discapacidad. Encuentran que el hecho de que las docentes no estén lo suficientemente
formadas para trabajar con niños con discapacidad es un obstáculo para incluir a los
niños a las escuelas comunes y responder, de ese modo, a un derecho adquirido que los
coloca en situación de igualdad con los otros estudiantes. También, enfatizan la
importancia que cobran otros obstáculos –tan significativos como el anterior- como la
situación edilicia y de súper población de los cursos –una restricción clara para el
55
Existen diferentes protocolos administrativos institucionales que responden a la normativa de la
Modalidad de Educación Especial para ser firmados por las escuelas y las familias.
107
desarrollo de las CDyA- así como el escaso tiempo asignado para la “visita” a las
escuelas de nivel, pues dicen que un día y dos horas no son suficientes para acompañar
la trayectoria de cada niño. Mencionan que se debe modificar el proceso, incorporando
más días y extendiendo el horario, así como también abriendo más cursos para que no
haya súper población de estudiantes y así favorecer no sólo la trayectoria escolar de los
niños con NEDDI, sino también la del resto de la población estudiantil, puesto que
manifiestan que las aulas están preparadas para veintitrés niños, pero allí hay alrededor
de cuarenta y dos estudiantes.
Cabe destacar el caso de la MAIO3, ya que es la única que nombra al Estado
como responsable de las condiciones edilicias que tienen las escuelas, como aspecto
desfavorecedor para los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
Al respecto dice:
obstáculos que interponen las condiciones edilicias y la súper población que hay en el
aula. Señalan que no se sienten formadas para trabajar con niños con discapacidad y
toman esta limitación al momento de fundamentar una posición que se inclina por
pensar a la escuela especial como el ámbito en el cual deberían formarse los niños con
discapacidad.
“La MAI sólo viene una vez a la semana, una hora y algo. La verdad… No
es suficiente…Necesitamos que nos acompañen más (…) Nosotras no
tenemos la formación para atender a esa clase de niño. No estamos
preparadas (…) Tenemos más de cuarenta chicos en el aula. No podemos
trabajar con el nene integrado, es imposible” (DO2, entrevistada el 2 de
Noviembre de 2017).
56
Se piensa como un espacio de segregación porque en vez de aprender con sus pares, con los chicos de
su barrio, en la escuela de su barrio, concurren una escuela donde sólo asisten niños con discapacidad, un
ámbito donde están estigmatizados en función de su discapacidad (por lo general, son escuelas céntricas
del distrito).
110
“Nos tienen que capacitar, pero esos cursos tienen que ser en horario de
servicio, porque yo trabajo todo el día y tengo a mi familia, no puedo ir
después de las 18hs hasta las 20hs (…) Aparte, imagínate que llego súper
cansada a mi casa, después de haber enseñado a dos aulas con cuarenta
chicos en cada una de ellas. Tenemos muchos chicos y a veces estamos muy
cansadas. Las escuelas están que explotan de tantos alumnos. Tienen que
112
hacer algo con eso, no puede ser que los chicos aprendan de manera
hacinada” (DN2, entrevistada el 2 de Noviembre de 2017).
“La verdad es que no tenemos tiempo para trabajar con los integrados,
porque tenemos muchos chicos que atender (…) La integradora trabaja con
el nene en la biblioteca, ahí es mejor, porque están solos” (DO3,
entrevistada el 2 de Noviembre de 2017).
113
Con respecto al trabajo con el E.O.E, ambas -las docentes del nivel y las MAI-
de la zona Oeste y la zona Norte, coinciden en que los profesionales nunca entran al
aula a trabajar con ellas y que tampoco realizan orientaciones sobre estrategias para
implementar con los niños con NEDD. Claramente, se observa que no hay un trabajo en
equipo en esta situación.
57
El Equipo Técnico está conformado por un Asistente Social, Asistente Educacional y Fonoaudióloga.
En cuanto al EOE, el mismo está conformado por Orientador Social y Orientador Educacional.
114
a dicha solicitud. En caso de darle lugar, eleva los legajos a la Comisión Distrital de
Inclusión58.
El E.O.E del distrito escolar ubicado en la zona Oeste, señala que se evalúa si el
niño con discapacidad intelectual necesita el apoyo de la Escuela Especial, más allá de
que la familia acerque un informe de solicitud del DEI por parte del profesional de la
salud (Neurología). Pues, el E.O.E refiere que en ocasiones el estudiante con
discapacidad no necesita el apoyo de la Escuela Especial, pues argumenta que, con el
acompañamiento de la docente del nivel, el E.O.E y el Equipo Directivo, el niño puede
acceder a los contenidos propuestos por el nivel.
Al respecto, se dice:
“Hay niños que, con el acompañamiento de todos los profesionales
intervinientes de la comunidad educativa, logran transitar su trayectoria
escolar, sin necesitar el acompañamiento de una maestra de inclusión (…)
Hay otros niños que sí lo necesitan y nosotras lo pedimos, pero si no es
necesario no utilizamos ese recurso, ya que sabemos que hay una lista larga
de espera” (Orientadora Educacional de zona Oeste, entrevistada el 23 de
Octubre del 2017).
58
Esta comisión está conformada por el Inspector de Enseñanza de la Modalidad de Educación Especial,
el Inspector de Enseñanza del Nivel Primario y el Inspector de la Modalidad de Psicología y Pedagogía
Social.
115
En cambio, el E.O.E del distrito escolar ubicado en la zona Norte señaló que,
cuando ingresa un niño con discapacidad, solicitan informes médicos, informes
profesionales externos que están interviniendo a fin de requerir una MAI. No obstante,
expresaron que trabajan de manera conjunta con la docente del nivel y el Equipo
Directivo para elaborar las CDyA para que el estudiante pueda acceder a los contenidos
propuestos por la docente, aún antes de que el DEI sea aprobado por la Mesa de
Inclusión Distrital. Efectúan la solicitud de una MAI para que el niño tenga un apoyo
especializado con respecto a su discapacidad. Hacen mención a las orientaciones y
apoyo pedagógico que le brindan a la docente del nivel para que pueda trabajar con el
estudiante. Del mismo modo, trabajan de manera conjunta con la docente del nivel para
el armado de las CDyA.
“Lo primero que se hace es evaluar al niño para ver en qué nivel
pedagógico se encuentra y la forma en que adquirirá sus aprendizajes (…)
Nos reunimos con la maestra y, en conjunto, realizamos las configuraciones
de apoyo para que el alumno acceda a los contenidos propuestos en la
planificación de la docente” (Orientador Educacional de zona Oeste,
entrevistado el 23 de Octubre del 2017).
y dos días en turno tarde o viceversa59. Cabe aclarar que el criterio que se toma
para definir la rotación en los turnos depende de la demanda de la institución
educativa y se termina de acordar con el Equipo Directivo de dicha institución.
En los EOE entrevistados se puede visualizar el trabajo en equipo, pues
orientan y acompañan el trabajo diario de la docente del nivel. Explican que una
vez que el legajo es aprobado, mantienen una reunión con la MAI para acordar
formas de trabajo y firmas de acuerdos inter-institucionales, dicen que la misma es
el nexo con la Escuela Especial. Organizan reuniones con la familia para firmar
las actas acuerdos, PPI, evaluaciones medias y evaluaciones finales (protocolos
administrativos).
Con respecto al trabajo puntual de la pareja pedagógica, el E.O.E de zona
Oeste, dice que generalmente no hay tiempo para que ambas docentes se junten y
realicen la PPI del niño por la escasa presencia que las MAI tienen en la Escuela
Primaria, porque sólo concurren a la escuela, una vez por semana, en una franja
horaria de una hora y media o dos horas. A eso se suman las situaciones en que
necesitan hacer uso de licencia o las suspensiones de clases por paro docente. Se
analiza que estas condiciones desfavorecen la inclusión del niño, ya que se
considera que la mirada realizada por el profesional del campo de la Educación
Especial es fundamental.
Al respecto, se dice:
“En ocasiones, no se logra que la maestra de grado se junte con la maestra
de inclusión, porque ésta sólo viene una vez por semana, dos horas, y a
veces está de licencia o hay paro, o feriado (…) Si la maestra de inclusión
falta mucho, no se puede trabajar correctamente, porque es ella la
especializada en la materia de especial” (Orientadora Social de zona
Oeste, entrevistada el 23 de Octubre del 2017).
59
Resolución N° 1039/01; “Distribución Horario Laboral de los E.O.E en las Instituciones Educativas
Comunes de la Provincia de Buenos Aires”.
118
propuesta. Por otro lado, señalan que les cuesta avanzar con aquellos DEI que no
cuentan con el compromiso de las docentes. A veces, la pareja pedagógica no
logra entablar una buena relación, llegando al extremo de que la MAI y la docente
no se hablan entre ellas. En esta situación queda claramente obstaculizado el
proceso de aprendizaje de los estudiantes.
“La escuela tiene cuarenta y ocho chicos en las aulas y las aulas son chicas
y los nenes están amontonados, y de esa manera, no se puede trabajar (…)
Para mí, es multicausal cuando fracasa la inclusión, porque no sólo
funciona mal la relación entre las maestras, sino también las condiciones
119
En cuanto a la relación que tienen con las familias de los niños con
NEDDI, el E.O.E de zona Oeste, comparte dos situaciones diferentes con respecto
al niño con discapacidad. Por un lado, relata la situación que suele darse cuando la
familia ya sabe que su hijo tiene una discapacidad intelectual, y se presenta en la
escuela con estudios médicos, CUD e informes de profesionales externos. Los
integrantes del E.O.E explican que la familia llega a la escuela dispuesta a
escuchar sobre las estrategias tomadas por parte de la misma, cuando el equipo
explica todo lo relacionado con la inclusión, las CDyA, las firmas de protocolos
administrativos, etc. Manifiestan que estas familias escuchan atentas y que
acompañan el proceso de su hijo, ya aceptando la discapacidad del mismo. Por
otro lado, en aquellas situaciones donde la familia es citada para darle información
sobre las dificultades que en el ámbito escolar se detectaron en el niño, se hace
más difícil el trabajo diario, pues, por lo general, son situaciones donde la familia
toma contacto por primera vez con la idea de que su hijo pueda tener una
discapacidad intelectual. Allí el equipo orienta a que se haga consulta con el
Neurólogo y profesionales externos para saber si tiene o no discapacidad
intelectual. Comentan que cuando las familias traen los estudios médicos, donde
consta la discapacidad de su hijo, el trabajo se dificulta, en el sentido de que se
plantea la necesidad de llevar adelante una tarea previa, vinculada con la
concientización y aceptación de la situación por parte de la familia.
Ambos equipos mencionan que, en general, tienen buena relación con las
familias y que acompañan en la realización de trámites; Certificado de
Discapacidad, solicitud de turnos médicos o de reuniones con profesionales
externos. También destacan la presencia de dicha familia al momento que se
solicita que se acerquen a la escuela de nivel para firmar los protocolos
administrativos o acordar diferentes estrategias.
Al momento de preguntar sobre los facilitadores y obstaculizadores en el
proceso de inclusión, ambos E.O.E coinciden en que los problemas que se
despliegan son diversos y obstaculizadores, uno de los mayores problemas son las
condiciones edilicias en que se encuentran las escuelas, la súper población que
hay en las aulas, también, docentes del nivel que hayan recibido o no una
formación especializada sobre la temática de discapacidad y requieren mayor
presencia en la escuela común de la MAI, idónea de llevar adelante la
metodología de enseñanza adecuada y orientación al respecto.
El E.O.E de zona Oeste destaca la significativa cantidad de niños que
necesitan el DEI, y el problema de que la escasez de maestras especializadas
desfavorece la trayectoria de estos niños.
deben asistir a las escuelas especiales, ya que allí podrían recibir una enseñanza
individual, como si fuese una enseñanza encuadrada en la salud. Una enseñanza
de tipo terapéutica, de manera individual.
Por su parte, el E.O.E de zona Norte, alude que las condiciones para
aprender no están garantizadas, no sólo para el niño con discapacidad, sino que no
están dadas para ningún niño, ya que son desfavorables las condiciones edilicias
de las escuelas en general.
“Las escuelas públicas no están preparadas para ningún niño, porque las
escuelas están desbordadas, no hay sillas, las aulas son pequeñas, sin luz
del día, llenas de humedad. Ni siquiera tienen ventanas (…) Son aulas para
20 alumnos y hay alrededor de 45 chicos (…) En esas condiciones, no se
puede hablar de una educación de calidad” (Orientadora Educacional de
zona Norte, entrevistada el 19 de Octubre de 2017).
mayor sistematicidad con los niños con discapacidad intelectual. También, que los
docentes puedan capacitarse sobre inclusión, y que el Estado debe hacerse cargo
de capacitar a las maestras de grado.
“Las MAI tienen que venir más tiempo a la escuela de nivel y trabajar más
días con los niños incluidos (…) Los docentes no se capacitan, el Estado no
envía capacitaciones sobre inclusión” (Orientador Educacional de zona
Norte, entrevistada el 19 de Octubre de 2017).
El EOE de zona Oeste expone que hacen falta más recursos humanos,
no sólo en las instituciones educativas, sino también en el ámbito de salud. Hablan
de un cambio macro económico- social, ya que no sólo alcanzaría con una
resolución de inclusión, sino que se debe dar un cambio en la estructura, ya que
las condiciones de las escuelas son desfavorables para cualquier niño o docente
que transita en las mismas. Cuenta que la realidad los interpela en todo momento,
ya sea por las condiciones materiales o simbólicas que viven en lo cotidiano.
“La escuela no está preparada para ningún chico, porque las escuelas
están desbordadas (…) Los chicos tienen que estar amontonados dentro de
un salón que, a veces, no tiene ventana y tiene las paredes llenas de
humedad” (EOE de zona Norte, entrevistados el 19 de Octubre de 2017).
“La escuela no está preparada para ningún alumno (…) Falta formación
docente, capacitaciones, más compromiso. Los docentes no estudian y las
capacitaciones que vienen de educación no sirven, porque no se trabaja
123
“Citamos a la MAI cada quince días. Allí exponen todas las dudas que
tengan y solicitan intervención del equipo técnico (…) Aportamos diferentes
estrategias para las configuraciones de apoyo y acordamos reuniones en
las escuelas de nivel” (Asistente Educacional de zona Norte, entrevistado el
21 de Noviembre de 2017).
124
60
Ambas son Trabajadoras Sociales y tienen la misma función en ambos lugares. Sólo cambia la
denominación formal.
125
de la PPI. Hacen referencia a las diferencias que existen entre la Escuela de Nivel
y la Escuela Especial en cuanto a la matrícula que reciben (entre seis o siete
estudiantes por sección en la Escuela Especial y alrededor de cuarenta en el Nivel)
y a las condiciones edilicias. Por ello, cuentan que la MAI solicita a las docentes
la planificación anual y que, una vez que es confeccionada la PPI, la MAI les
envía su propuesta a través de correos electrónicos o mensajes de WhatsApp para
que la revisen y le informen si están o no de acuerdo con las configuraciones de
apoyo, realizadas por ella. Luego, una vez que las docentes manifiestas que
estarían de acuerdo con la PPI confeccionada por la MAI, ésta la imprime y la
lleva a las escuelas para que sea firmada por los actores intervinientes en el
proceso. Por lo tanto, no se estaría cumpliendo la confección de la PPI de manera
conjunta a casusa de las problemáticas mencionadas en el párrafo anterior.
Con respecto a la función que tiene la MAI, el E.T de zona Norte hizo
mención a que la misma entrega cuadernillos de actividades a la docente -para que
el niño con NEDDI pueda realizarlas los días en que ella no asiste- y orientaciones
para que el niño acceda a los contenidos propuestos por la docente del nivel.
En cuanto al equipo de zona Oeste, relató que la MAI brinda orientaciones
a la docente para que la misma pueda configurar las actividades que propone día a
día. También, menciona que en ocasiones la MAI trabaja de manera individual
con el niño dentro o fuera del salón.
“La MAI orienta sobre las configuraciones de apoyo que debe realizar la
docente en todas las actividades propuestas (…) Hay casos en que la MAI
tiene que trabajar de manera individual, uno a uno con el niño. Sabemos
que no debe ser así, pero en ocasiones lo hace para fortalecer la
alfabetización del alumno” (Asistente Educacional (ET de zona Oeste,
entrevistada el 2 de Octubre de 2017).
127
En cuanto a la relación vincular con la familia de los niños con PPI, ambos
Equipos Técnicos, acuerdan en que se construye una buena relación, puesto que
argumentan que las familias suelen sentirse más cómodas con la Escuela Especial,
ya que encuentran que se sienten acompañadas y entendidas cuando plantean sus
dudas respecto del proceso de inclusión de sus hijos.
“La familia viene más tiempo acá, ellos nos dicen que prefieren hablar con
nosotras, porque la escuchamos y la entendemos (…) Siempre cuando hay
algún inconveniente nos vienen a ver a nosotras. Se sienten más seguros,
eso, creo yo” (Asistente Educacional de zona Oeste, entrevistado el 2 de
Octubre de 2017).
“En las aulas de las escuelas hay más de cuarenta niños, esas condiciones
no son favorables para ninguno (…) Los niños con discapacidad tienen el
mismo derecho que el resto, por lo tanto, deben cursar en la escuela de su
barrio, con sus vecinos” (Asistente Educacional de zona Oeste, entrevistada
el 2 de Octubre de 2017).
4.3 Equipos Directivos de dos Escuelas de Nivel Primario (zona Oeste y zona
Norte)
130
“La idea es que estos niños que tienen alguna discapacidad, algún
diagnóstico de discapacidad o alguna capacidad diferente, accedan a un
PPI, ya que sus procesos de aprendizaje son distintos (…) Necesitan un
proyecto específico e individual para que sus aprendizajes y
potencialidades se desarrollen al máximo” (Directora de zona Oeste,
entrevistada el 2 de Octubre de 2017).
“La MAI es quien orienta a la docente de grado, pero también trabaja codo
a codo con ella (…) antes sólo trabajaba con el nene sola, fuera del aula,
pero ahora no, ahora está dentro del aula” (Directora de zona Oeste,
entrevistada el 2 de Octubre de 2017).
“El Estado debería hacerse cargo con respecto a la formación inicial de las
docentes. Se debería dar materias que hablen sobre discapacidad (…)
Debería haber una formación específica para que ese niño no necesite una
MAI (…) Debería ser el docente del nivel quien sepa cómo enseñar al niño
con discapacidad intelectual” (Directora de zona Oeste, entrevistada el 2
de Octubre de 2017).
“Se debe trabajar desde la diversidad, pero los docentes son de hace años
(…) La homogeneización es su parámetro a seguir y como a ellos le han
enseñado, ellos enseñan de la misma forma (…) El marco teórico va por un
lado y la práctica va por otro. Nosotros vemos que tienen claro la
diversidad que tenemos en las escuelas, pero se manejan de manera
133
grado tiene muchos chicos y no tiene tiempo para poder sentarse con la
MAI” (Director de E.P de zona Norte, entrevistado el 4 de Octubre de
2017).
En cuanto a la pareja pedagógica (MAI y D), dice que ambas son las
responsables y que deben trabajar en equipo para favorecer las trayectorias de los
estudiantes con NEDDI. También, relata que ambas son responsables del armado
de la PPI, siendo ésta, en palabras del Director, “una secuencia de contendidos
que tiene el diseño curricular, que se confecciona a partir de la planificación
anual de la docente del nivel”. Además, dice que las configuraciones de apoyo y
didácticas son apoyos pedagógicos que se realizan desde los diseños curriculares
para que el estudiante pueda acceder a los contenidos propuestos por la
planificación docente.
En relación al trabajo con la familia comenta que el encuentro con ellos es
sumamente importante, ya que sería el pilar fundamental del proceso de inclusión.
Cuenta que, si la familia no se interioriza sobre la inclusión de su hijo, el trabajo
de todos se dificulta, ya que es importante que la misma acompañe y apoye a su
hijo con discapacidad.
“El trabajo con la familia es muy importante (…) Ambas escuelas podemos
tener las mejores intenciones y estrategias en el proceso, pero sin la familia
es muy difícil sostener la inclusión (…) La familia es el sostén de ese niño
con discapacidad y debe saber cómo va el proceso de aprendizaje de su
141
“A veces, las docentes del nivel no tienen ganas de enseñar a un niño con
discapacidad (…) A veces, suceden actos de discriminación por parte de la
maestra de grado a causa de desconocimiento de las normativas que hay
sobre los derechos de las personas con discapacidad (…) Los niños con
discapacidad tienen derecho de estar en los lugares que se encuentran sus
pares, ya sea en supermercados, plazas, club, etc.” (Director de E.E de
zona Norte, entrevistado el 3 de Octubre de 2017).
“En algunos casos, falta hasta la sensibilidad humana. Así como hay
docentes que, sin saber de discapacidad, laburan para poder dar lo mejor
de ellos (…) Hay miserias de discriminar y no querer saber nada de ese
niño con discapacidad” (Director de E.E de zona Norte, entrevistado el 3
de Octubre de 2017).
especial es un ámbito de segregación, puesto que la misma debe ser mirada como
un apoyo más para el proceso de enseñanza y aprendizaje del niño con
discapacidad. Además, menciona al Estado como responsable de las condiciones
edilicias en las que se encuentran las escuelas de nivel. Evalúa que las inclusiones
no van a ser plenas hasta que no se construyan más escuelas y se arreglen las que
están. Pues, señala que las aulas están súper pobladas con cuarenta y ocho chicos
en un aula que sólo admite veinte o treinta niños. Además, menciona las
condiciones laborales que atraviesan las docentes, que las mismas deben dar
clases a esa cantidad de estudiantes y que es imposible tener en cuenta la
particularidad de cada niño.
“Hay que insistir con la escuela inclusiva, hay que seguir transformando y
alejando la idea de que la Especial es un ámbito de segregación (…) La
Especial debe ser mirada como un apoyo más para fortalecer la enseñanza
de ese niño con discapacidad (…) El Estado debe ofrecer más apoyos a las
escuelas de nivel” (Director de E.E de zona Norte, entrevistado el 3 de
Octubre de 2017).
“El Estado debe hacerse cargo de las condiciones en que se encuentran las
escuelas (…) Los niños que están incluidos deben ser incluidos en un aula
de tres por tres donde hay más de treinta o cuarenta pibes, eso no es
inclusión (…) Las docentes del nivel no pueden atender, en general, las
particularidades de cada niño, son muchos dentro del aula” (Director de
zona Norte, entrevistado el 3 de Octubre de 2017).
Por último, plantea que aún se sigue enseñando en los profesorados desde
el marco de la homogeneidad. Asimismo, dice que los docentes deben seguir
capacitándose para poder atravesar los cambios que la escuela va teniendo a
medida que pasa el tiempo.
“Al momento que llega un DEI, con mis colegas, lo evaluamos…Para ver si
necesita o no ese niño el apoyo de la educación especial” (IEMEE de zona
Norte, entrevistada el 19 de Noviembre de 2018).
“Tengo la función, entre otras cosas, de evaluar con mis colegas los DEI en
la mesa de inclusión” (IEEP de zona Oeste, entrevistada el 24 de
Noviembre de 2017).
contenidos que se está trabajando en el nivel. Refieren que la MAI debe orientar y
acompañar a la D en el desarrollo de las Configuraciones de Apoyo y Didácticas
que el estudiante necesite durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que
sería la idónea para trabajar con niños con discapacidad intelectual. Además,
mencionan que la pareja pedagógica es la que realiza la PPI.
“La MAI aporta las configuraciones de apoyo para los niños (…) La MAI
trabaja con la maestra y aporta y planifica, de acuerdo a la planificación
de la maestra” (IEMEE de zona Norte, entrevistada el 19 de Noviembre de
2018).
En relación con el trabajo con la familia de los niños con NEDDI, los IE
narran que es un trabajo que se inicia desde el primer momento que el niño es
147
en esas condiciones, porque uno puede tener todas las ganas pero no
estamos formados para atender esa población de alumnos” (IEMPCyPS de
zona Oeste, entrevistada el 16 de Abril de 2019).
“Esta frase de que ‘yo no estoy preparado para esto’… Me parece que, si
yo no estoy preparado, tengo que escuchar la palabra del otro y que el otro
está formado (…) No tienen ganas de pensar otras maneras de enseñar y
eso hace que no tengan ganas de problematizar las situaciones de
enseñanza” (IEMEE de zona Oeste, entrevistada el 2 de Octubre de 2017).
“El Estado debe encargarse de que se forme a los futuros docentes sobre la
discapacidad, es decir, que éstos puedan trabajar con alumnos con alguna
discapacidad” (IEMPCyPS de zona Norte, entrevistado el 19 de Abril de
2019).
Por último, sostienen que las planificaciones deberían ser realizadas desde
la diversidad áulica y no desde una mirada homogénea, esa mirada que ya no
debería existir en las escuelas. De la misma forma, mencionan la importancia de
poder pensar al estudiante con discapacidad en igualdad de condiciones que el
resto. Pues, el mismo es un sujeto de derechos y se le deben garantizar las mismas
posibilidades que sus pares.
“La planificación tiene que ser para toda la diversidad que tenemos en el
aula. Por ahí, en general, hay una planificación que tiende a homogeneizar
todas las situaciones de aprendizaje (…) El pensar que la escuela especial
debe formar a los alumnos con discapacidad para el ámbito laboral, como
única opción, es errónea. Los niños con discapacidad tienen el mismo
derecho de seguir estudiando como el resto de los alumnos” (IEEP de zona
Oeste, entrevistada el 24 de Noviembre de 2017).
basta sólo con la acción de las familias, sino que además es necesario el
compromiso del Estado y la acción en materia de derechos para las PCD.
Tomando a Nogués, “las familias que tienen un miembro con discapacidad deben
tener ciertas garantías para poder cumplir su rol esperado. Se le debe brindar la
posibilidad de acceder a los recursos básicos para la inclusión (…) Todas las
familias en general, y en particular las que tienen entre sus miembros a una
persona con discapacidad, necesitan de acciones de promoción familiar” (Nogués,
Sandra,2006:128).
Cuando la familia es contactada por los actores intervinientes en el proceso
de inclusión que su hijo con Discapacidad Intelectual y éstos le plantean que su
hijo requiere el apoyo de la Escuela Especial, en general, se presenta una situación
difícil y estresante. Puesto que, aún en la actualidad, la Modalidad de Educación
Especial es mirada desde una connotación negativa, ya que, se la relaciona con la
escuela de los “idiotas”, “discapacitados”, “débiles mentales”, “enfermos”, entre
otros.
Para poder describir la mirada con respecto al proceso de inclusión que
tienen las familias de los niños con Necesidades Educativas Derivadas de la
Discapacidad Intelectual que transitan su escolaridad en el Nivel Primario, se han
realizado cuatro entrevistas; dos en un distrito de la zona Oeste y dos en un
distrito de la zona Norte de la Provincia de Buenos Aires. Se entrevistó a cuatro
mujeres, cada una de ellas madre de un niño con discapacidad intelectual. Cabe
aclarar que, más allá de que se convocó a la familia en general, sólo las madres
concurrieron a la entrevista.
En el desarrollo del texto, emplearemos la sigla M para referirnos a cada
Madre y, en cada caso, se consignará la zona correspondiente (“O” cuando se trate
de Zona Oeste y “N” cuando se aluda a Zona Norte) y el número asignado a cada
entrevistada. Además, se utilizarán nombres de fantasía de los niños con
discapacidad a fin de preservar el anonimato de cada uno de ellos.
Al preguntar sobre cómo fue el inicio del proceso de inclusión de sus hijos,
las entrevistadas de ambas zonas, manifestaron que el EOE, conjuntamente con el
Equipo Directivo, les ha solicitado informes médicos (Neurología y Psiquiatría) e
informes de los profesionales externos que trabajan con sus hijos, ya sea,
Psicopedagogas, Fonoaudióloga, terapista Ocupacional, etc.
152
Todas las familias necesitan el apoyo de todos los docentes, más aún las
familias que transitan su vida con un hijo con discapacidad. Tomando a Núñez,
“Toda la familia necesita recibir elogios, aliento, palabras de aprobación y
reconocimiento por lo que están haciendo. Pocas veces recordamos esto.
Privilegiamos el señalamiento de lo que falta por hacer, la crítica y hasta el reto y
el enojo por lo que no se hizo” (Núñez, 2010: 27). Las familias tienen la necesidad
y el derecho de recibir desde la escuela el acompañamiento, sostenimiento, apoyo
y sobre todo comprensión. Siempre desde el marco del respeto por los derechos
humanos.
En relación al vínculo con la MAI y el resto de los actores intervinientes
(E.T y Directivo) de la Escuela Especial, tres de las entrevistadas coinciden en que
el acompañamiento de la escuela favorece la trayectoria de sus hijos, puesto que
sienten que la institución sabe sobre discapacidad y pueden acompañar más el
proceso, porque están capacitadas para acompañar a los niños con NEDDI.
Por último, a lo largo de las entrevistas, las madres de los niños con
NEDDI fueron compartiendo su caracterización de las condiciones en que se
encuentran las escuelas en las que sus hijos transitan su escolaridad. En general,
dicen que las aulas están súper pobladas y son de tamaño pequeño. Además,
convergen en destacar cierto papel protagónico que le atribuyen a la MAI en el
proceso de enseñanza de sus hijos. En ese contexto, plantean la necesidad de que
la dinámica institucional contemple una mayor presencia de la MAI en la escuela
de nivel. Según la mirada de las madres, éstas serían las que deben enseñar a sus
hijos, porque son maestras de estudiantes con discapacidad intelectual y no así la
docente de grado.
con mi hija, lástima que viene poco tiempo a la escuela” (M1N, entrevistada el 30
de marzo de 2017).
Obstaculizadores:
La infraestructura de las escuelas comunes, que desfavorece el
proceso de inclusión. La reiterada alusión al tamaño pequeño de las
aulas, su escasa iluminación, la presencia de humedad, la ausencia
de mobiliario acorde, etc.
La súper población que hay en las aulas.
La falta de capacitación de las docentes en relación a la temática
de discapacidad intelectual.
La falta de acuerdos y la escases de espacios de comunicación y
trabajo conjunto entre la docente del nivel y la Maestra de Apoyo a
la Inclusión.
El carácter reducido de la franja horaria de trabajo presente de la
MAI en la escuela de nivel.
Facilitadores:
El proceso de enseñanza y aprendizaje basado en apoyos a través
de las Configuraciones Didácticas y Apoyos
El Modelo Social de la Discapacidad.
Las normativas vigentes en relación a los derechos de las Personas
con Discapacidad.
El reconocimiento, por parte de los docentes, de la necesidad de
acceder a una capacitación sobre la temática.
El reconocimiento, por parte de las familias, del acompañamiento
que reciben por parte de la Escuela Especial y de la Escuela
Común, en la orientación y en la escucha de sus inquietudes.
159
Reflexiones finales
entre tres grupos de factores, tales como los individuales, los contextuales y los
vinculares, por lo tanto, son los factores y mecanismos del contexto los que discapacitan
a las PcD. Al mismo tiempo, es indispensable retomar que entendemos a la inclusión
educativa como el proceso que logra identificar y responder a la diversidad de las
necesidades de todos los estudiantes, promoviendo la mayor participación en el
aprendizaje, en las culturas y en las comunidades. Involucra cambios y modificaciones
en contenidos, enfoques, estructuras y estrategias. Esta concepción se basa en el
principio de que cada estudiante tiene capacidades, necesidades, intereses y
características de aprendizaje diversos y es por eso que el sistema educativo debe ser
planteado desde el marco de la diversidad escolar. Por lo demás, se torna indispensable
el trabajo interinstitucional con una dinámica transdisciplinaria desde el marco de la
corresponsabilidad entre todos los actores intervinientes en el proceso de inclusión
educativa de los estudiantes con NEDDI.
En un principio se planteó que no siempre las infancias fueron consideradas
como sujetos de derechos, puesto que los niños pasaron de ser simplemente objetos de
tutelaje a ser sujetos plenos de derechos. Dicho proceso se dio a lo largo de la historia
mediante luchas de movimientos sociales en gran parte del mundo. Conjuntamente, se
marcaron los diversos modelos de discapacidad que fueron surgiendo a lo largo de la
historia. Las personas con PcD fueron miradas desde las concepciones que se fueron
planteando desde el Modelo de Prescindencia, el Modelo Rehabilitador (Modelo
Médico) y el Modelo Social de la Discapacidad. En general, los dos primeros modelos
coexisten en alguna medida en el presente, donde prevalece una pugna entre el abordaje
del Modelo Médico individualizado y el trabajo comunitario desde el Modelo Social.
Además, es importante mencionar que, a lo largo del proceso en el que fueron
cambiando las miradas, el sistema educativo nacional fue también modificando sus
formas de intervención en el abordaje de la educación de los estudiantes con
discapacidad, pasando, primero, por la normalización, luego por la integración y
llegando a plantear la inclusión educativa de los niños con discapacidad que cursan los
diferentes niveles (Inicial, Primaria, Secundaria). En consonancia con este proceso, la
Educación Especial pasó de ser un Régimen Especial a ser una Modalidad transversal
para acompañar y apoyar las trayectorias educativas de los niños con discapacidad.
Estos cambios promovieron que ya no se pusiera el foco en la diversidad funcional del
estudiante con NEDDI, sino en eliminar las barreras al aprendizaje y a la participación
161
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Fuentes consultadas
Entrevistas realizadas
Entrevistada Nº2
8. ¿Crees que es favorable que los niños con DI estén en las escuelas de nivel?
10. ¿Cómo es el trabajo con la MAI?, ¿Con los profesionales del EOE?, ¿Te parece
que debería cambiar algo?
16. ¿Recordas alguna situación que te parezca que valga la pena rescatar, ya sea por
lo positivo o por los aspectos negativos del proceso de inclusión educativa?
17. ¿Tenes algún comentario que te resulte importante para complementar este
tema?
9. ¿Crees que la escuela de Nivel está preparada para tener a un niño con
Discapacidad Intelectual?
10. ¿Te parece que sería necesario introducir algún cambio en los procesos de
inclusión educativa? Si es así, ¿Qué tipo de cambios?
11. ¿Recordas alguna situación que te parezca que valga la pena rescatar, ya sea por
lo positivo o por los aspectos negativos del proceso de inclusión educativa?
7. ¿Crees que la escuela de nivel está preparada para tener un niño con DI?
8. ¿Tienen algún comentario que les resulte importante para complementar este
tema? O ¿Alguna experiencia que quiera recordar?
Equipo Técnico
7. ¿Ustedes, como equipo, visitan las escuelas de nivel? ¿Qué trabajos realizan?
9. ¿Crees que la escuela de nivel está preparada para tener un niño con DI?
10. ¿Tienen algún comentario que les resulte importante para complementar este
tema? O ¿Alguna experiencia que quiera recordar?
11. ¿Crees que la escuela del nivel está preparada para que haya un niño con DI?
6. ¿Les parece que debería cambiarse algo?, ¿Qué les parece que debería cambiar
en el proceso de inclusión educativa?