El Ministro y Yo

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EL MINISTRO Y YO

Con las ocurrencias del llamado “Cantinflas”, desde el punto de vista solicitado,
tenemos, que empieza por el nivel más bajo y fronterizo, para entrar en el mundo de la
administración, en este caso público, un simple escritor de redacciones (General), en la
película podemos definir que en el mundo de la administración, es el arte de mandar a
los mandados para obtener beneficios económicos y aumentar el llamado ego y las
contradicciones entre los burócratas y administrados (maltrato) “parecemos del rebote y
rebote” haciendo referencia para ubicar el catastro. El papeleo como herramienta de
fastidio, las cosas triviales más importantes que sus obligaciones establecidas por su
reglamento, amplitud de leyes que se contradice a normas que estancan las normas de
la misma entidad en este caso publica, recurrir a instancias superiores para solución el
problema, en la película fue una exageración al mismo ministro (Línea directa)

Cantinflas el burócrata: Es recomendado, cosa habitual en la administración estatal, se


sale de los formalismos o meritocracia, tantas veces pronunciada, aunque el personaje
es todo lo contrario. Observar la lentitud de las soluciones a los expedientes, y otros
expedientes, según la película se tienen que quemar expediente por orden burocratica,
esta expresión se acogería aquella frase “la realidad supera a la ficción”, hay un
precepto de Confucio que dice “la vida es sencilla, pero el hombre lo complica”-
solucionar problemas, recordando a Pareto de 100 personas, 80 no hacen nada e
ineficaces y 20 son los que asumen todo el peso, ¿Serán porque no son los
privilegiados dentro del sistema administrativo? O aspiramos más halla, que el culpable
es el gobierno mismo no es mala idea, donde las resoluciones del ente
administrativo(s) son como un mercado persa o fenicio mercaderes, donde la solución
favorable provenga del bolsillo del administrado

Cultivar influencias, crear amistades por conveniencias someterle presión a un


burócrata o administrador es digno de una comedia, presión para que obedezca el
reglamento, con esa gente Napoleón I nunca hubiera ganado Austerlitz o el Berezina.
El estado policía o garante, cambia su definición de anti-policía, los reglamentos en la
práctica no son pro-hombre, un estado anti-hombre, digno de un estado semi-feudal de
LUIS XIV.

El problema visto, es que si se pierde al hombre que te dio el poder burocrático, es


cuestión de doblegarse o irse y caer en desgracia, algo que está prohibido en la
práctica, pero en teoría es tan común como la Inca cola y el ceviche.

Y desde la época de los 70 hasta hoy, hay una coincidencia, de ver quien asciende, sin
los medios adecuados, fuera de la teoría, formalismos, fines y declaraciones, darse un
golpe bajo en el mundo laboral público o privado es una ley que va más allá que la
misma constitución. ¿La meritocracia son solos sueños, como la obra la vida es un
sueño del célebre español Calderón de la Barca?

Al final de las películas, las colas siguen, los maltratos también, democracia vs
burocracia, jefes que se sirven del poder, no el jefe que canaliza el poder, para
mantener el equilibrio democracia-burocracia. Democracia “gobierno del pueblo” y
burocracia “el poder en el escritorio”

Un axioma más de Confucio 2500 años después que dice “no hagas lo que no te
gustaría a ti”

JORGE IVAN RASMUSSEN GUILLEN

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