Neoliberalismo
Neoliberalismo
Neoliberalismo
Mi nombre es Isi Merari González Vásquez, estudiante del Colegio de Bachilleres del
Estado de Veracruz plantel 26 y vengo cordialmente a departirles acerca del fenómeno
conocido como el Neoliberalismo.
El neoliberalismo es una actualización del modelo capitalista, que pone por sobre todas
las cosas la acumulación de capital. No es sólo un modelo económico, sino que impone
pautas culturales y deforma otras, debilitando el orden simbólico social que busque
proteger la vida o ser solidario.
Esto, no sólo es aplicado desde los planes gubernamentales, si no que imprime en la vida
diaria como una forma de pensar que busca que nos pensemos como “hombres de
negocio” sin capital o en desgracia temporal y establece ideas sobre cómo salir de ese
estado de “no productividad” o “sin riqueza” por cualquier medio, imponiéndose sobre
otros parámetros éticos, jurídicos o políticos, para al final justificar el despojo a
otros, la violencia y la inversión en la impunidad.
El neoliberalismo fragmenta el tiempo, es decir, rompe la narrativa de las naciones, de
las identidades, los valores, las visiones de los pueblos originarios, además de que de
igual forma fracciona los territorios. Este proceso económico y cultural funciona a
partir de la explotación, el despojo, el desplazamiento forzado de los pueblos, a través
de la violencia.
Adam Smith creía que el egoísmo del ser humano individual, al generar un choque de
múltiples voluntades que quieren intervenir en el mercado, anularía unas a otras y se
lograría un equilibrio natural. Así, esta teoría depositaba una gran confianza en la
armonía natural del mundo, creía que las partes cuyos intereses estaban en juego
llegarían a un equilibrio y justicia cuando se extendiese a la generalidad, es decir, que
consideraba al mercado mundial como de funcionamiento autorregulado.
Las visiones contrarias al neoliberalismo realizan una crítica que descubre las promesas
e ilusiones promovidas por este modelo. Es decir, comprenden que es uno hecho por los
ricos para los ricos, de los poderosos para los poderosos, dejando de lado a las minorías
y usándolas como el medio por el cual se puede producir más riqueza sin que el estado
las ampare.
David Harvey, teórico social marxista británico, considera que es un proyecto político
que trata de salvaguardar la integridad económica, política y social de la clase
dominante ante los movimientos revolucionarios y sociales que apelan a la igualdad, al
cooperativismo y a una visión más social y empática con los más vulnerables.
Bauman considera que el neoliberalismo funciona como una medida por la cual quienes
tienen más producen más capital, y los que menos tienen contribuyen a esa
reproducción. El capitalismo y el neoliberalismo venden la idea de que en Latinoamérica
vivimos en una sociedad donde se tienen todos los medios y beneficios de la
globalización por el simple hecho de acceder a internet y otros tipos de tecnologías.
Esto es una ilusión: el consumismo transnacional provoca ese “sentimiento de
satisfacción”, al hacernos creer que somos modernos portando o utilizando mercancías
con marcas internacionales, accediendo a servicios por medio de aplicaciones o por
comer en franquicias que se presentan en todo el mundo