Historia Villa San Fernando Florida Region
Historia Villa San Fernando Florida Region
Historia Villa San Fernando Florida Region
HISTORIA de la VILLA
- de SAN FERNANDO de
la FLORIDA y su REGION
1750-1813
— MONTEVIDEO
. imp, “EL SIGLO ILUSTRADO”, San Josó, 930
1928
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO
DE LA FLORIDA Y SU REGIÓN *
1750 - 1813
ARIOSTO FERNANDEZ
HISTORIA de la VILLA
de SAN FERNANDO de
la FLORIDA y su REGION
1750 - 1813
MONTEVIDEO
Imp. “EL SIGLO ILUSTRADO", San José, 938
1928
Á mi señora madre
ARrIosTO FERNÁNDEZ»
ERRATA IMPORTANTE
(3) Pesado e inútil para el plan que nos hemos trazado, scría reseñar,
aun someramente, las continuas luchas que, desde los primeros días de la
fundación de Montevideo, sostuvieron las autoridades coloniales con los
aborígenes, y sólo haremos referencia a las que tienen relación con nuestro
estudio.
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 9
Guardadas, de las muchas entradas que hazen los Indios tapes como
también sepueda hazer corttes de Maderas y demas anexos (qe. oy
no se puede Ejecuttar; de hazer dos fuerttes para la defensa de
Ello, en los Parajes qe. llaman S.tta Lucia Chiquitto y el Arroyo
““ Casupá””... (4)
Esta era, en verdad, la única medida capaz de remediar los males;
ubicar en lugares más o menos estratégicos, fortines o apostaderos
militares, donde situar o establecer guardias capaces de oponer una
resistencia estable y enérgica a cualquier invasión de indios o ban-
doleros, tendía a resolver la situación angustiosa de los pobladores de
extramuros.
Para solventar los gastos que demandaban dichas construcciones,
dispúsose a continuación que, “como estto no se puede Ejecuttar
“* amenos que los Vezinos no Comparezcan, paraque ofreciendo cada
uno de los qe. puedan ser havidos, lo que Buenam.tte pudiesen,
ee
por euio motivo se les mando Zitar haziendo estte Cavildo ha-
** viertto...””. :
Concurrieron al llamado del Ayuntamiento cuarenta y un vecinos,
los que se ofrecieron a contribuir, unos con dinero, y otros con peones,
y préstamos de carros, para las obligaciones y trabajos que impusiese
la erección de los proyectados fuertes, llegando lo prometido y pago,
a la suma “qe. montta Cientto Nobenta y dos pesos y quatro rr.s Salbo
“* Yerro, que juzgo no lo ay...?””. (5)
Como a dicho acuerdo público no pudieron concurrir muchos ha-
cendados y habitantes de la campaña, se dispueo convocarles para
otro cabildo abierto a celebrarse el domingo siguiente, ““attendiendo
*“* — decían — a los Graves perjuicios que sele se guirían a los Ve-
“* zinos en Vajarlos de sus cetancias en dias desus Labores...”” (6)
A este nuevo acuerdo asistieron doce vecinos, los que aportaron a
la colecta anterior, la cantidad de ““ochentta y Siette p.s””, debiendo
destacarse de entre las demás dádivas, la aportada por los PP. de
la Compañía de Jesús, “que havian sido havisados porsi querian ha-
“* zer alg.n ofrecim.tto””.
Se resolvió, finalmente, que el Alcalde Provincial don Fernando
Jph. Rodríguez pasase a campaña com una lista de los vecinos que
** continuam.tte tienen asistencia en el Campo cuidando sus Estan-
ec
cias... a quienes manifestara lo acordado y les adberttira hagan la
cs
oferta q.e Buenam.tte cada uno pueda, previniendoles q.e lapaga
“* devera ser prompta para (q.e se empieze la obra...””.
La fábrica de los fortines no se ejecutó con la rapidez que parece
fluir del apuro con que el Cabildo trató de reunir los fondos ne-
cesarios,
Otras atenciones, y especialmente la construcción de la ““Real Car-
zel'”, a cuya erección también aportó su concurso pecuniario la po-
blación, suscitaron los afanes del Ayuntamiento.
Es interesante observar que, para la sociedad de aquellos tiempos,
no muy florecientes por cierto, tendría que ser pesado afrontar los
gastos que demandaban estas obras, y a tal punto era la exigencia
de las autoridades, que el comisionado Rodríguez, encargado de ob-
tener, como queda ya dicho, el dinero para la construcción
de los
dispuestos fortines, tenía orden expresa de percibir ““juntam.tte ...
** con la mayor promptitú””, las dádivas prometidas para costear la
“Real Carzel”.
Precisamente, al año justo, en el acuerdo realizado en 3 de octu-
bre de 1758, el Cabildo se dispuso a tratar de nuevo el asunto de las
fortificaciones. Por el acta de la referida sesión (7), nos enteramos
de que las ofertas formuladas por el vecindario en los acuerdos pú-
blicos de 1757, no se habían hecho efectivas, conviniéndose en sacar
*“* otra separada ra.on de lo que tienen ofrecido varios sujettos para
** el levanttam.to de los dos Fuertes... para q.e se les recombenga a
*“* los tales cumplan loq.e tienen ofrecido exhibiendo las cantidades de
** pesos que para este efecto tiene cada uno prometido...?””, comisio-
nándose al ya nombrado Alcalde Provincial don Fernando Rodríguez,
con el encargo de hacer cumplir esta disposición, y poder aprovechar,
como ellos decían, “*la Primabera aparente tiempo, paraq.e se ponga
“* por obra el dho. levantamiento de los Fuertes referidos...””.
Pero, a pesar de estas medidas, que hacen pensar en una inmediata
ejecución do las obras, el Cabildo mo adelantó en sus intenciones.
Finalizaba ya uno de los años más trágicos. Durante el decurso de
1758, las invasiones indígenas habían recrudecido en forma alarman-
te, extendiendo por toda la campaña el terror y la zozobra a un
extremo tal, que fué necesario intensificar laa medidas de defensa.
Tres salidas realizó la milicia urbana en aquel año: la primera, en
vv.
ra
“* Por treinta y seis dhos pa.el mismo fin con su hacha a Do-
** mingo Medina. . . +. . INES
** Por mes y ocho días de salario a Pasql Borat a 9 ps.
“* Por un mes a Anto.o Gonsales E .
“* Por mes y ocho días a Bern.do Contrera, aYd 3
“* Por el mismo Tpo a Juan Bap.ta Escobar á Ydem
“* Por el mismo á Fran.co Escobar . . . . . . o pué].
$ 318.5
“Por 15 res.s qe. sean comprado pa.el costo dela guardia, y manuten-
“* son delos travajadores de dho. Fuerte a un y m.o ps. importan Veinte y
*£ dos pesos yquatro rr.s”?
Tal, la historia de los fuertes del Pintado, que coronaron para “'de-
fensa y guarda de la Jurisdiz.on de Montevideo””, las lomas desiertas
«que bordean el Santa Lucía Chico. Primera valla opuesta, tierra aden-
“+ temor de log indios salvajes: que luego después habiend0se quitado estos
** destacamentos poblo una estancia que se decia del Cabildo siendo capataz
** de «lla un tal Zapata, que el declarante conocio; que despues el Cabildo
** en remuneración a sus servicios que havia hecho Zapata por algunos años
4 que estuvo de Capataz le dono por data real este campo que lo poseyo
** muchos años, y después de su muerte paso a su hija Da. Francisca que
** casó con don Pablo Gutierrez...””.
(1) Don Francisco de Alzáibar, don Manuel Durán y otros. *“Revista del
Archivo General Administrativo””, T. 3.0, págs. 158 y 190.
Pra, al parecer de estilo, que sincrónicamente con la erección de los for-
tines avanzados, se estableciera una estancia en sus tierras inmediatas.
Cuando a fines del siglo XVIII se fundó el fuerte del Cerro Largo, se le-
vantó a su vera, a igual que en el del Pintado, **...Una Pequeña estancia,
41 que se formó para mantener en seguridad la cavallada y Boyada del ser-
4t vicio de aquella Guardia.??.
30 ARIOSTO FERNÁNDEZ
(4) Integraban esta Comisión los Regidores don Manuel Durán, Alcalde
de la Santa Hermandad y don Luis Ximenes, Alcalde Provincial.
(5) La marca dispuesta por el Cabildo para señalar sus ganados estaba
constituida por una M, marca o señal que después se generalizó, llegando
2 ser grabada, en 1816, en los mojones de piedra que fijaban los límites de
las tierras de Propios. Es de interés precisar, que más adecuado hubiera sido
que el Ayuntamiento usara la —O— como letra inicial de la palabra Ca-
bildo, en vez de la M, indicadora del nombre Montevideo, pero era el caso,
que la Compañía de Jesús, la venía empleando desde 1745, para señalar sus
ganados y efectos muebles.
32 ARIOSTO FERNÁNDEZ
“* qe. dedujo ante el dho Sor. Gov.or por raz.n de no allar Docu-
““* mto. qe. afixe en propied.d la extens.on y limites siertos de la
““dha Estancia”. (8)
Esta grave deficiencia fué inmediatamente subsanada. En el mismo
acuerdo, el Cabildo manifestaba que tenía por conveniente disponer
** ante todas cosas, que el ambito que se reconose sele deve designar
se
desde luego por extencion sierta y segura ala reter.da Esta de
113
esta Ciud.d es en primer lugar desde la Ilorqueta de el Arroyo
se
de Pintado, hasta el desague de este en S.ta Lucia Chico, y 3i-
.
guiendo este mismo Arroyo de Sta. Lucia Chico aguas arriva hasta
st
donde entra en el mismo Sta. Lucia Chico el Arroyo de la Cruz;
y por lo qe. hace ala ¡parte de la Campaña se señala por lindero
“* de la misma Est.a de esta Ciu.d desde la Horqueta del Arroyo
nombrado de los Molles, hasta donde entra el Arroyo de la Cruz
en S.ta Lucia Chico, linea recta””, (9)
El pedido que en 1773 formulara a la Gobernación don Cosme Al-
varez y que, por falta de elementos probatorios, no pudo resolverse
en concordancia con sus deseos, aun cuando los hechos denunciados
fueran ciertos, dió motivo para que, años más tarde, — y en virtud
de que los abusos del vecindario continuaban en forma harto molesta
y perjudicial — al ocupar los terrenos y servirse de ellos — el Ca-
bildo ordenara, en acuerdo del 14 de noviembre de 1780 (10), un
reconocimiento de los límites señalados en aquella oportunidad como
término de su propiedad fronteriza.
Para llevar a cabo la investigación, se designó' al Alcalde de la
Santa Hermandad don Antonio Santos de Olmedo, y a don Claudio
Márquez, Juez comisionado en aquella región, quienes debían dar
expresa noticia de “si hay algunos que ocupen dhos territorios, y
** que conste pr.acuerdo las Diligencias que se obrasen en el asunto””.
Y, en conformidad con lo resuelto y precisando la gestión a eva-
cuarse, el Cabildo, en sesión del 1.? de diciembre, se exredía orde-
nando que “*Por quanto en acuerdo Zelebrado con fha. de catorse de
“* Noviembre ultimo tenemos determinado por mayoria de votos se
** pase a hacer reconocimiento de los linderos q.e corresponden a la
“* Estancia de esta Ciu.d con arreglo a la extención que le perteneze,
“* es desde la Orqueta del Arroyo del Pintado hasta el desague de
de don Santos Zapata, que había recibido ese predio por donación
capitular.
Iniciada en 1760 la formación de la estancia de la “*Ciudad””, por
los motivos y con los elementos aducidos, uno de los primeros cuida-
dos del Cabildo fué designar un peón encargado «e su administra-
ción y cuidado.
Nombrado en primer término don Joseph Torres, permaneció muy
breve tiempo al frente de aquel establecimiento, pues, a mediados
de 1761, el Ayuntamiento disponía que, dado lo crecido del sueldo
y lo poco o nada del beneficio que aportaba la estancia, '“destinada
“* privadam.te en pró de esta Ciu.d al tpo. del establecimiento de
ella”””, se despidiese **el dho Capataz, y ensu lugar se entrase un
Peon que sea ajustado en menos Cantidad paraq.e con este solo
se Sobstenga el cuidado del Corto numero deganado q.e por aora
** sehalla alli...”. (13)
En sustitución de Torres, el Cabildo designó a don Santos Zapata,
quien, peón en los primeros años, fué encargado más tarde de su
capatacía.
Larga fué la administración de Zapata: nombrado en 1761, daba
término a ella con su fallecimiento acaecido en marzo de 1778, (14)
Su gestión, no siempre recomendable, dió lugar a graves censuras que
arrastraron su nombre al borde de la ruina moral. A los quince años
de existencia, la estancia del Pintado daba la misma impresión de los
primeros tiempos, tal era el abandono y desidia de su encargado, quien
nunca extremó esfuerzos en procura de su adelanto y progreso. El
Cabildo, si en verdad no se había mostrado muy cuidadoso y vigi-
(13) Acuerdo del Cabildo del 9 de junio de 1761, **Revista del Archivo Ge-
neral Administrativo””, T. 3.%, pág. 221.
(14) Archivo de la Catedral de Montevideo, Libro 2.0 de defunciones, fo-
lio 103 v.
Fué la familia de don Santos Zapata — vecino de Montevideo— donde
arribó integrando el número de ““los Segundos Pobladores que vinieron de
“1 las Islas Canarias””, —una de las primeras kque se establecieron en tierras
del actual departamento de Florida. Casado en 28 de octubre de 1734 con
doña María Justa Ladrón de Guevara, procrearon una hija, Antonia Fran-
cisca, que se desposó en primeras nupcias con D. Pablo Gutiérrez. De esta
unión nacieron, Narcisa, que casó con D. Juan Diaz Antichelli, natural del
Ducado de Parma, y avecindado al partido de **Pintado”?, — Mateo y Marga-
rita, Tiempo después de enviudar, Antonia Fram.ca Zapata volvió a con-
traer matrimonio en Montevideo, con D. Baltasar Padín, con quién no tuvo
descendencia.
36 ARIOSTO FERNÁNDEZ
tado”? había contraído con la Junta de Propios desde 1808 hasta el momento
en que dichos campos fueron destinados por la Comuna de 1609 para servir de
planta y ejido a la villa de la Florida, proyectada y fundada por el Pbro. D.
Santiago Figueredo. Puesta a informe de Artigas la referida solicitud, éste
se manifestó en forma laudatoria al decir, en oficio de 18 de noviembre de
1815. ““Para mí es diguo de toda consideración por sus servicios, y si V. S.
“* halla conv.te absolverle de la deuda contraída sobre los propios de la
*1 Ciudad, yo mo haré sino aprobarlo.” (a). Refiriéndose a este mismo asunto
en certificado que expidiera en enero de 1831, el Archivero General de la
República, don Pedro M.a Taveyro, decía en forma harto elocuente al reseñar
los notables servicios prestados a la causa de la patria por don Juan de León
que “*...en el año 15 el Exmo. Cabildo Gobernador a q.n servia en calidad
“* de Secreta.o del despacho de asuntos municipales y de los de gobernación en
“* sus tres Departamentos; considerando los distinguidos servicios que havia
+1 prestado al pais, desde el año 11 en qe. estalló la revolucion en esta vanda,
“£ Dn. Juan de León vecino hazendado en el arroyo de la Cruz: el estado de
** ruina de su fortuna, pues siendo en dho. año esta de un capital de 24 a 265
** mil cavezas de ganado se havia reducido a una total decadencia porque
** la mayor parte, se havia consumido en la manutencion de las Divisiones
«* Orientales por ser su Estancia el frecuente punto de reunión de ellas, y
“1 las restantes se havian dispersado: penetrado al mismo tiempo del deber en
“1 que estaba la Patria de premiar servicios de tanta maguitud: creyendolo por
“1 este principio acreedor a una pension vitalicia qe. era imposible en aquella
“1 epoca podersele asignar por las gravísimas urgencias que extrechaban al
“* gobmo por la falta de fondos para subvenir aun a las de l.a necesidad,
“* resolvió en su razón considerar sus servicios según las circunstancias lo
“1 permitían entonces, exonerandolo del pago de los arrendamientos de la Es-
“* tancia de la Ciudad q.e adeudaba?”...
EBvacuada la plaza de Montevideo por las tropas porteñas como consecuen-
cia de la derrota de Guayabo, y constituído en 1816 el segundo Cabildo pa-
triota, era don Juan de León designado Alcalde Provincial por el Congreso
Elector. Patriota entusiasta, siguió sin desmayos las luchas contra la inva-
sión portuguesa, hasta que, inútil toda resistencia, tras largos y heroicos es-
fuerzos, de León reiniciaba su vida de estanciero en sus propiedades de la
Cruz,
Juró en la Florida —el 22 de noviembre de 1822— juntamente con un grupo
de viejos servidores de la patria, la Constitución y autoridades del Imperio
46 ARIOSTO FERNÁNDEZ
amorosamente.
CAPITULO III
——
(13) ““Expediente obrado a solicitud del Cura Párroco don Santiago Fi-
gueredo, sobre la nueva Población de aquél en el nominado de San Fernando
de la Florida”. Foja primera. Archivo General de la Nación. Libro núm.
151, Expediente publicado trunco, en la “Revista Histórica”, Vol. V.
(14) Oficio de Fr. Sebastian Malvar y Pinto, Obispo de Buenos Aires, al
Gobernador don Joaquín del Pino. Archivo General de la Nación. Caja 118,
carpeta 4, documento núm. 20.
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 55
nio, y con ella la copia de Carta del Ylmo. Obpo. y del consenti-
miento qe. V. S, presta Vice-Real Patrono, para la erección de las
Vice-Parroquias contenidas en los oficios expresados en la copia.
En cuya virtud quedo gustosamente pronto a practicar todos los
medios conducentes, al pronto efecto de lo acordado. A V. S, doi
muchas gracias; y no hallando otro modo de expresar el agrade-
cimiento de parte mia y de los vecinos favorecidos, por todos que-
do con la oblig.on para toda mi vida, de rogar a Dios N. S. le con-
el
ceda toda la felicidad en los empeños, y asuptos de su cargo, y
6
le gue.e la importante vida de V. S, ms. as.”. (15)
Podemos decir, que desde este momento surge, por los fueros y de-
rechos adquiridos con el consentimiento que otorgara la Gobernación
para las proyectadas fundaciones, la más norteña y a la vez lejana
villa en la campaña de Montevideo.
Anotamos ya, en este capítulo, al destacar la importancia adqui-
rida por el pago del Pintado, el hecho de que, desde 1771 — año en
que, a propuesta del Gohernador Viana, se designaron los “Jueces
Comisionados”? — contó con un representante de su autoridad, en-
cargado de mantener el orden, ejercer vigilancia y solucionar las pe-
queñas desavenencias entre el vecindario, resultando así, la primera
división jurisdiccional en la Banda Oriental. Cúpole en aquel entonces
al teniente de Forasteros, don Juan Angel del Llano y Braceras (16),
«* Esclavos
“6 Solteros . . .. . .. . . 15 9
€ Parbulos. 1 1. e o. . 0. 4
*“Nota. Que las personas qe. al margen se notan existen en treinta y siete
“* casas o ranchos””,
(19) Ver las dos declaraciones de don Bornardo Suárez del Rondelo, trans-
critas al principio del capítulo.
(20) ““Revista Histórica”?, V. núm. XV, pág. 687. ““La Banda Oriental en
1787””, por el doctor Pérez Castellano; cuando al referirse a las Capillas de-
pendientes de la Parroquia de Canelones, dice: **y la de Pintado, cerca de
** donde está la estancia de la ciudad, servida por un Eclesiástico Paragua-
** yo que yo no conoxo...””.
(21) Datan de este año, dos de sus primeros libros parroquiales, el de bau-
tismos y el de defunciones, pues los matrimonios recién se empezaron a oficiar
en 1794.
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 59
jas, Nicolás Vázquez, Miguel Irigaray, Andrés Martínez, Felipe Pérez y Ma-
riano Pérez. fs. 54 y siguientes del expediente citado,
Al referirse a la visita pastoral que en 1804 realizara el Obispo Lué y Riega
a la Gobernación de Montevideo, el señor Montero Bustamante nos describe en
forma harto pintoresca, el arribo de S. S. L a la villa del Pintado, lo que nos
ha hecho pensar fuera transcripto de la crónica de algún testigo presencial.
Pero es el caso afirmar aquí que no son sino bellas fantasías. El nombrado pre-
lado no llegó a la citada villa, a pesar de haber visitado otras mucho más
alejadas como la de Melo y Capilla de Santa Teresa. En los libros de Secreta-
ría del Arzobispado de Buenos Aires, existentes actualmente en la sede del
Arzobispado porteño, correspondientes a 1804 y 1805, en donde se anotaron
de puño y letra del secretario asesor actuante doctor José de la Riestra, todas
las disposiciones que de índole eclesiástica se suscitaron y cumplieron durante
la visita, no se hace mención alguna de su estada en la villa dol Pintado. Co-
rrobora esta afirmación el hecho de haber examinado los libros parroquiales en
Canelones, lo que consta en las actas de Santa Visita, extendidas en los de
bautismo, casamiento y «Jlefunción con fecha 17 de noviembre de 1804.
(29) Según opinión de los peticionantes, los límites que debían señalarse a la
futura Parroquia, eran **...por el lado del naciente el Arroyo llamado Sta. Lucia
“1 Grande, por el Poniente Sn. Josef, por el Norte el Río Yy y por el Sud
“1 aquel punto en qe. forman barra con Carreta Quemada, bien entendido
** que estos Arroyos haian depertenecer festa Parroquia solo pr. las bandas
** que miran al centro que esta Situada, por allarse todos los extremos de
“* este terreno de doce a diez y seis leguas de distancia de la Capilla princi-
““ pal.”,
62 ARIOSTO FERNÁNDEZ
(30) *““Padron de todos los Vezinos y Feligreses, qe. concurren a la Vice Pa-
“* rroquia y Capilla de Pintado, a oir Misa y recibir los Santos Sacramen-
“+ tos, pertenecientes tudos al Curato de la Villa de los Canelones; por Par-
** tidos, con la enumeración y distincción de los qe. son de confesion, Comu-
“1 nion, y Labradores al fin con una S mayor.'?. Foja 53 del expediente del
Archivo de la Secretaría del Arzobispado de Montevideo, citado anteriormente.
(31) Expediente citado, Archivo de la Secretaría del Arzobispado de Monte-
video.
| 55
Padron de todos los Vé, pertenecientes todos
al Curato de la Villa dein con una S. mayor”.
e eo
Rivas, José Braulio Alberni, Joaquín Griera y Manuel Pinto, los que
declarados “estar aptos y con idoneidad necesaria para pasar a oyr
Filosofía'”, por el tribunal examinador, integrado por el Cancelario
y Catedrático de Teulogía y Filosofía, doctor don Carlos J. Montero.
y los Preceptores de Gramática presbíteros Pedro Fernández y Ber-
nardo Greu. asistieron seguidamente, como Figueredo, a los cursos
superiores. Cumplida con éxito esta parte inicial de sus estudios uni-
versitarios, concurrió, en el decurso de marzo de 1795 a 29 de noviem-
bre de 1797, al aula de filosofía, en la cátedra que con todo lucimiento
dictaba el presbítero doctor don Dieryo Estanislao Zabaleta, conquis-
tando, sucesivamente, en los exámenes de orden, la nota de ““plena-
mente aprobado””. (8).
(11) Archivo del Juzgado Letrado de lo Civil de 1*". Turno. Protocolos. Año
1504. T. 2.0, f. 535 vta. y siguientes: ...'*Sea notorio como nosotros¡Don. Fran.co
*£ Moresco, y Da. Lucia Garay, marido y mujer vecinos de esta Ciudad de
** Montevideo, decimos: qe. por quanto la Divina Omnipotencia ha sido ser-
vida colmarnos de bienes temporales, y aunq.e tenemos herederos legítimos
que nos hereden, y por quanto á éstos llegado el caso de subcecion en ellos
les queda los suficientes, según lo dispuesto por nuestras Leyes; por tanto,
correspondiendo en algún modo a tan grandes beneficios, y a las benditas
ánimas del Purgatorio, y en especial las de nuestros Padres; y bien echo-
res, gosen de algun alivio y logren quanto antes ia vicion beatifica, unico fin
para qe. todos fuimos criados, y qe. al misuw tiempo los becinos de esta
Ciudad, tengan una Misa mas, y un Sacerdote qe. les sirva, y qe. nuestros
suberesorez qe. se inclinen al estado Sacerdotal puedan conseguirlo, y
vivir con la desencia correspondiente, hemos deliberado fundar Capellanía
** Eclesiástica Colativa, a título de la qual se ordenen, y para qe. tenga
efeto en la via y forma qe. haya lugar en derecho, cerciorados de lo qe.
nos compete, otorgamos, qe. instituimos, ercgimos y fundamos la referida
Capellania en la Yglesia Matriz de esta Ciudad, y Altar de nuestra Señora
*£ de Dolores... en cuya consecuencia procedemos a la fundación de dicha
Capellania vajo las siguientes condiciones: — 1.0 Que dicha Capellania la
fundamos de principal de dos mil pesos corrientes afianzados sobre la
finca referida, para que a titulo de ello se ordene de ordenes mayores,
Don Santiago Figueredo, natural de esta Ciudad, hijo legítimo de don Santiago
y Da Ana Burruezo a quien nombramos por primer Capellan, en segundo a
nuestros subcesores por linea recta, y en tercero a falta de estos a log hijos
de esta Ciudad, prefiriendo siempre a los más pobres.
** 20 Que todos los qe. se urdenaren a título de dicha Capellanía hande
*£ decir diez Misas en cada un año en el Altar de nuestra Señora de Dolores
“£ de la Yglesia Matriz de esta Ciudad, aplicandolas por la intención de los
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 713
(20) Archivo General de la Nación, Año 1509, Libro N.o 151, — *“*Expe-
** diente obrado a solicitud del Cura Párroco del Pintado, Dn. Santiago
** Figueredo sobre la nucba Poblacion de aquel en el nominado de Sn. Fer-
“* nando de la Florida”. Fs. 1 a 3 vta.
Parte de cste expedienta fundacional está publicado en la “'Revista
Históricta””, tomos V y VI (núms. 14, 15 y 16); pero, considerándolo de
primordial interés, transcribiré aquellas piezas de mayor importancia. (Apén-
dice. Documento N.o 4),
Don Bernardo Suárez del Rondelo
Sindico Procurador del Cabildo de Montevideo, 1809
Cofundador de la Villa de San Fernando de la Florida
AP —
(31) Expediente cit., fs. 8 vta. a 16 vta. —- *““Revista Histórica?”, núm. 14,
pígs. 554 a 560, y núm. 15, pígs. 832 a 835.
(32) Expediente cit. f. 16 vta, Revista cif., núm. 15, pág. 835.
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 83
(33) Idem, f. 18, Idem pág. $36. (Apéndicza. Documento N.o 6).
(34) Los historiadores de la Sota, Buuzá y Miranda en sus respectivos
estudios titulados **Catecismo Geográfico-Político e Histórico de la R. O,
del Uruguay””, 1852, “* Historia de la Dominación Española en el Uruguay?”
y “Población definitiva de la Banda Oriental”?”, publicado en la “*Revista
Histórica”?, sólo dedican ligeros comentarios al referirse a la fundación de
la Florida, dando como única fecha la del año de fundación.
El presbítero don Dámaso Larrañaga y don José R. Guerra, en sus ““Apun-
tes Históricos??, publicados en la *“Revista Mistórica*?, Tomo VII, pág. 557,
anota el año de 1808, y don Francisco A. Bcrra, “Bosquejo Histórico de la
República O. del Uruguay”?, 1805, indica el año 1805. Indudablemente, el
doctor Berra confunde el año de la fundación con el de la institución del
Curato de Nuestra Señora del Luján, en Pintado.
En cambio, sostienen el 5 de setiembre de 1809, como fecha fundacional,
entre otros, los señores De-María, en “Páginas Históricas”?, O. Araújo, en su
**Diccionario Histórico Geográfico””, Montero Bustamante, en “La Virgen
de los Treinta y Tres”, y don Adolfo Acosta y Lara, en “Florida y sus
progresos??,
Pero, el Hermano Damaseno (H. D.), en su popular *““Ensayo de Historia
Patria””, 5,2 edición, con un absoluto desconocimiento de aquel y otros acon-
tecimientos que relaciona, incluye a la Florida en cl plan colonizador que el
virrey Aviicz entregó en 1800 al coronel don Jorge Pacheco. Dice el señor
Damaseno, que don José de Bustamante y Guerra concibió la idea de reunir en
varios pueblos a muchas familias españolas, y úe indígenas sometidos, desparra-
madas por las secciones de Vívoras, Soriano y Paysandú. Con tal objeto decretó
a fines de 1800 la fundación de la Florida y Belén. Seguidamente, en nota
S4 ARIOSTO FERNÁNDEZ
“£ del gozo con que ha oído la indicación de tan sublimes virtudes patrióticas
“£* ha tenido a bien conceder a ese Ayuntamiento la gracia de que desde á ora
*£ tenga en cuerpo el tratamiento de Excelencia y sus individuos el de Señoría,
££ pudiendo estos usar por distintivo hononfivo una vanda blanca o del color,
** que mas acomodado al gusto del Paiz se quiere elegir y establerer, debiendo
“+ esperar esa Ciudad y todos sus naturales mayores pruebas Del alto aprecio
*£ y estimación con que les distingue el mismo Consejo de Regencia. De orden
*£ del mismo lo comunico a V. E. para su inteligencia y satisfacción. Dios
*£ guarde a VE. muchos años, Real Isla de León a 15 de Octubre de 1810.
“* Firmado) Nicolás María de Sierra.—Señores Justicia i Ayuntamiento de la
** Ciudad de Montevideo””.
Si honrosa fué esta expresiva manifestacion del Consejo de Regencia hacia
el Cabildo montevideano, mucho más significativa, y por razones diversas, de
notable, podemos calificar la ““Real Carta de Privilegio””, que en absoluto con-
cordante con las apreciaciones expuestas en aquella oportunidad, expidió en
Cádiz, en 11 de agosto de 1811, juntamente con la “Real Cédula””, aprobando
la fundación de la Villa de San Fernanao de la Tlorida. Este interesante docu-
mento, que en 1825 fué publicado impreso en hoja suelta por disposición del
¿uerpo capitular, se conserva en el Libro 460 úe *Reales Cédulas—1791-1811””,
existente en el Archivo General de la Nación. (Apéndice. Documento N.o 9).
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2)
(37) Florida no contó nunca con casa capitular o concejil, como dice
el acta referida. Poco numerosa, en sus orígenes, la población de la villa,
fué privativo de la Gobernación de Montevideo designar las autoridades
lugareñas, hasta que, incluída, tiempo después (en días de la dominación
portuguesa), dentro de los límites jurisdiccionales del departamento de San
José, recayó tal prerrogativa en su cuerpo capitular, quien nombraba su *“Juez
Comisionado”? o **Alcalde”?, autoridad que no tuvo su sede oficial en el
predio indicado. Pese a aquella precisa disposición, — este solar, que estaba
limitado por las calles de San Prudencio y Yan Lucas, y la callejuela de San
Fernando (divisoria de la aludida manzana), — pasó a poder de don San-
tiago Figueredo (padre), quedando a la muerte de éste en posesión de su
señora esposa, quien, como aseveramos anteriormente, lo enajenó en 5 de
julio de: 1813 a doña Ana Hernández. Años más tarde, por escritura pública
de fecha 5 do enero de 1825, este sular y su población, constituída "por un
rancho de paja y ladrillo, era udquirido por el capitán don Basilio Fernández,
que en cila so estableció con pulpería.
Los grandes acontecimientos político-militares de aquel memorable año
25, harían de este rancho y solar, a igual que de la Piedra Alta, dos históricos
monumentos nacionales. Siendo la Florida, por su posición estratégica, centro
do acción militar, reuniéronse en su seno y encontraron albergue en el humilde
rancho de don Basilio Fernández el Gobierno patrio y la Honorable Sala de
Representantes de la Provincia Oriental que en 25 de agosto firmó la decla-
ratoria de la independencia provincial y su incorporación a las Unidas del
Río de la Plata.
88 ARIOSTO FERNÁNDEZ
fué limitado con “la cañada nombrada del Cerrito que corre al S. de
““* la Población por la parte de Santa Lucía Chico, y la del Pintado
“* hasta el lugar nombrado el Paso Viejo de Calleros””.
Practicadas estas diligencias primeras, se pasó a señalar el terreno
de chacras, las que en número de 121, y con trescientas varas de
frente y mil doscientas de fondo cada una, fueron entregadas a los
colonos presentes, siendo comisionado el presbítero Figueredo para
repartir los predios “*vacuos”? a los pobladores que más tarde se esta-
blecieran en la villa.
Estos son, en síntesis, los actos exigidos por el cumplimiento de este
proceso fundacional, obrados desde el 24 al 29 de abril, día en que
los delegados Suárez del Rondelo y Murguiondo dieron por “*fenecido
y concluído”” el encargo tan delicado y honroso.
Con la fundación de la Florida, el presbítero Figueredo tenía la
base inicial para hacer efectivos sus nobles y sentidos propósitos
colonizadores, pero, por estar en absoluto supeditada a sus esfuerzos
y empeños, quedaba aún la parte más seria y ardua de aquellla sim-
pática empresa, — la formación y consolidación del núcleo social,
asiento y cabeza de su incipiente feligresía. Y, si poco a poco, merced
a su deciciido e incansable espíritu de acción se levantaron sobre la
otrora solitaria colina las humildes fábricas de los primeros ranchos
Ingareños, (38), no faltaron, empero, elementos interesados que ardo-
rosamente se opusieran a su obra patriótica. Designado Cura Vicario
del Pintado, encontró, — como ya dijimos — desde el momento de su
arriho al lugar, no sólo indiferencia y vacío, sino una absurda reacción
de la población regional, decidida a sostener al ex párroco interino
don León Porcel de Peralta. Si en verdad el plan colonizador del
presbítero Figueredo atentaba contra algunos intereses creados, él no
debía posponerse al bienestar general, por notables que aquéllos fueran.
Fué al cumplimiento de esa altruísta aspiración, que Figueredo dedicó
todo el cariño y entusiasmo de su corazón, lo que, al provocar cierta
infundada alarma, agravada de inmediato por el hondo resentimiento
que, como causa fútil y ridícula, distanciara a los nombrados sacerdo-
tes (el pretendido derecho sostenido por el padre Figueredo sobre la
(45) Idem ídem. **D. Francisco Alva y otros vecinos del Pintado oponién-
dose al traslado del Curato””, Expediente N.o 107. Año 1810 (Apéndice. Docu-
mento N.o 11),
04 ARIOSTO FERNÁNDEZ
**Apuntes ligeros desde el año 9 ilos demas qe. se siten aunq.e sin las fechas
“£ del mes y año pr. qe. jamas los ha llevado, ni pensado aser uso de ellos.
““El movimiento en esta Plaza de los dos batallon.s de Morguiondo iel de
“£ los berdes del mando de Balbin ya fue convinado con Bs. Ays. con los
“* hombres qe. despues sepusieron al frente dela revolucion, en aquella epoca,
“£ fuí invitado de Bs. Ays. por barios personajes pa. preparar en la Campaña
““ a los patriotas idisponerlos auxiliar este movimiento desde qe: en la capital
“£ la fuerza qe. asi sesostubicse, tubo mal exito iconcluyo pr. la rendicion de
“* estos cuerpos enla ciudadela, y Morguiondo preso y mandado a España.
*““Como mis trabajos en la campaña fueron conocidos en este pueblo, iel
“* de algunos amigos qe. sequedavan, el Gob.o de ¡Montevideo mando á
*“* D. Joaquín Navia con una partida fuerte pa. prehenderme, lo mismo qe.
“* £ Dn. Pedro Celestino Bauzá, D. Francisco Melo y el Padre Figueredo cura
“* en aquellla epoca del pueblo de Pintado, qe. despues lo traslado ala costa
“* de Sta. Lucia Chico con el nombre de Florida.—D. Mateo Gallego amigo
** de mi padre ien aquella epoca pertenecia ala junta qe. sehavia instalado
*£ en esta capital medio aviso privado dela medida pa. qe. mepusiera en
“* salbo con los demas amigos, idesde aquella epoca tubimos qe, vivir enla
“* campaña con precaucion””... Documento original en el Archivo General
de la Nación. (Fondo ex Museo y Archivo Nacional).
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 97
(49) Parte publicado por primera vez en Buenos Aires, impreso en hoja suelta
(José M. Gutiérrez, ob. cit., pág. 531), e inmediatamente transcrito en la **Ga-
ceta?? de aquella capital con fecha 13 y 15 de junio de 1811. ¡Posteriormente
ha venido siendo copiado en nuestros principales textos de historia nacional.
100 ARIOSTO FERNÁNDEZ
--
exaltación desempeñó el doble oficio de Capellán del ejército y ayu-
.
dente de Campo. Esto no es broma, yo lo ví esa misma noche, que no
se le entendía lo que hablaba según lo ronquera por tanto grito
"
durante la acción, animando a la tropa”... (50).
No sólo fué en la lid guerrera donde los voluntarios de la Florida
se esforzaron en demostrar su adhesión y simpatía a la causa de la
patria. Las crónicas de la época nos recuerdan dos colectas promo-
vidas entre los jefes y soldados de aquella legión. Una de ellas, la
primera, se levantó al momento de la incorporación al ejército de
Artigas en Canelones, y está fechada a 12 de mayo, y su producto,
que alcanzó a la suma de $ 569 con 2 reales, fué destinado ““á bene-
ficio de las tropas auxiliares del exército que está al cargo del señor
general D. José Artigas”. (51). Documento interesante por varias
razones, nos permite conocer en su casi totalidad, como ya dijimos,
la nómina de los integrantes de la división lugareña. La otra colecta,
intitulada “Segunda contribución patriotica que hace la division de
** los vecinos voluntarios de la villa de la Florida a favor del exér-
““* cito auxiliador de la Banda Oriental del Río de la Plata””, (52) más
fructífera que la anterior, ya que lo recogido alcanzó a un monto de
$ 597 y 1i£, no nos presenta, sin embargo, una lista tan completa
de los soldados de la referida división. No es ésta, por cierto, la
última jecaudación que promoviera el presbítero Figueredo. Conocida
la noble gestión iniciada por las autoridades de la plaza ante Artigas,
ofreciendo hacer el canje de heridos de Las Piedras por prisioneros
tomados al general Belgrano, cuando su expedición al Paraguay, ppro-
pició entre un distinguido grupo de damas y caballeros una colecta
destinada a servir, “para auxilio de los heridos, y prisioneros can-
““ geados del Paraguay; cuya totalidad se entregó al general D. José
“£* Artigas”. figurando entre las donantes, la señora doña Gervasia
Basabilvaso, la señora doña Consolación Obes (hermana del doctor Lu-
cas Obes y esposa de don Nicolás Merrera), las señoritas María y Mar-
garita Villagra (Villaerán), doña Jerónima Vidal y doña Felicia
Porras, juntamente con los señores Manuel de Cavia, Gabriel Piedra
Cueva, fray Bartolomé Muñoz, presbítaro León Porcel de Peralta,
Manuel Encina, don Paulino Balbín, don Juan Molina, el propio
Figueredo, y doce personas que eseudaron sus nombres eon el pseudó-
(644)
644
Primera suscription patriotica , que hacen los individuos
de la division de D. Tomás García de Zuñiga dá beneficio
de las tropas auzihares del exército que está al eargo
del señor general D. José Artigas: á saber.
Ps.fa. rs. Pafs. 13.
Comandante D. Tomás Gar- Americanos.
cia, 100 44 Santiago Roman. 5
Tcuiente D. Alexandro Du- Miguel Quintana, 1
bal. 50 24 Jose Cabral. 2
Alferez D. José Antonio Ra. Domingo Ledesma. 1
mirez. 334 Bernardo Rodriguez, 2
Capellanes, Tomís Guerra, 33
D. Santiago Figueredo. 50 21 Pedro Josó Sierra. 1
Fray Casimiro Rodriguez. 60 23 Pantalcon Altamirano, 1
Sargento José Alrarimo 1 Eustaquio Sierra, 4
Cabog. Gerónimo Rivero. 1
Tomis Gonzalez, 1 Josó Nuñez.
Gregorio Castilla. 1 Jnan Lcon Fernandez.
Suldados. Bartolo Soria. 4
Alcios Mas. 33 4, Estanislado Castro,
Estsnislado García. 30 2 Antonio Ferreyra,
Cenon Gareía. $0 2 Miguel Lopez.
José Anticheli, 106 Pudro Santos,
Europeos. Manuel Graseras,
Pedro Matos. 83 Manuel Amaro,
Manuel Lamas. 3 Josá Amaro,
Gabriel Gonzalez. 6 José Antovio Espindola.
Pedro Varcla. 2 Jose Reyes. :
Juan Alberto Fernandez. 4 Juan Ventara Morales,
Luis Zelayeta. 1 Antonio Santos. vo
ro
tu
mud
do
AD
eYDA
Cristobal Navarrete, 2 Fraocisco Roman.
Francisco de Lallave. 1 Joaquia Suares,
Togleses. Manuel Perror, $OS
o
Francisco Gutierrez, 2 AMS
** nerme; en esta virtud lo cedo íntegro para las urgencias de la Patria, por
¿+ el término de ua año, contando desde la fecha de mi propuesta, reserván-
“£ dome extender la misma oferta si en lo sucesivo no variasen las circuns-
** tancias, y espero qe. tenga V. E. la bondad de aceptar esta pequeña demos-
“£ tración de mi amor patrio. Dios guarde 4 V. E. muchos años. Buenos Aires,
“£ 13 de Abril de 1$12.—Santiago Figuercdo*?.—Al día siguiente, el gobierno
** expedía el siguiente decreto: Admitase esta generosa oferta, se le dan las
$£ expresivas gracias á nombre de la Patria, y publíquese en la Gaceta, to-
** - mándose razón y dándome aviso'?. (Dos rúbricas).—Ilerrera. (Monseñor
Agustín Piaggio, “'Influencia del Clero cn la Independencia Argentina””.
pág. 137).
(55) “Gazcta de Buenos-Ayres”?. Edic. facs,, T. 2,0 núm. 19, págs. 74 y 75.
“*Ariículo Cotuuvicado””.—-Enecro de 1812.—La influencia del clero fué decisiva,
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 105
Del cotejo de los censos del Pintado y la Florida, a que nos hemos
referido anteriormente, con el '“Padrón de las Familias emigradas
de la Vanda Oriental, qe. siguen a el Ex.to del m.do del Sor. Coronel
Dn. José Artigas””, publicado por el distinguido historiador doctor
don Ramón lIdambías de Olivar, en su insuperable estudio sobre el
*£ qué están fundados sus razonamientos, y los descubre cuando cree que
los apoya más en la justicia de la causa que defiende; esto le ha sucedido
al autor de la carta, él quiere que los párrocos dediquen todo su zelo,
todos sus talentos a enseñar a sus feligreses a seguir el sistema actual de
Buenos Ayres, para prueba de que deben hacerlo, saca el exemplar de los
dos curas citados, a cuya doctrina deben Artigas, y su exército lo que
son””... Y al final pregunta con sorna y petulancia: ““Yo quisiera que el
Observador me dixcse, si los Curas que se han metido o se meten en seme-
jante asunto son Ministros de Dios, o de Baal? Si siguen las Máximas del
“* Evangelio? ¿Si siguen el exemplo de los Apóstoles?>”.
(539) “Revista Histórica”?. Tomo XIL, núm. 34, págs. 308 a 351.
(60) Don Ramón de Cáceres, en su ““Reseña histórica e imparcial” (Museo
Mitre.—Contribución documental para la historia del Río de la Plata. Tomo 5.o,
púg. 255), al referirse a estos sucesos, es preciso y elocuente cuando dice:
“*... Este hombre (Sarratea), luego que llegó, trató de desmoralizar el ejército
de Artigas y de deshacer esa unión que constituye la fuerza; al efecto, empezó
por reducirle los jefes de más capacidad que aquél tenía, ofreciéndoles oro,
charreteras y galones, que Artigas no podia darles; y como no todos los hom-
bres tienen la virtud suficiente para conformarse con la miseria y privaciones,
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 107
don Eusebio Baldenegro, don Ventura Vázquez, Baltar Vargas, Viera y otros
jefes, se dejaron seducir, y en seguida los pidió Sarratea con los cuerpos que
cada uno de ellos mandaba, y que eran los mejores del ejército oriental,
especialmente el de Blandengues que mandaba Vázquez para formar como con-
tingente de la provincia Oriental el ejército nacional??”.,
Otro actor en los sucesos de aquellos días, el coronel don Nicolás de Vedia,
en su conocida memoria intitulada: “*Comento jara el completo de las noti-
cias que se historian del segundo sitio puesto por las armas de las Provincias
Unidas del Río de la Plata a Montevideo”?*, (ob. cit. pág. 286), dice, también
en forma por demás expresiva, al referirse a los sucesos que estudiamos, que:
“$... General en jefe, representante, capitán general de la Provincia Oriental,
he aquí los predicados con que Sarratea salió “le in capútal. La elección' de este
sujeto fué un insulto, un desacuerdo cometido por el gobierno central, hecho
f Artigas que estaba a la cabeza del pueblo oriental, que él había sublevado
en masa llenando más de lo que había exigido el gobierno patrio... Era un
insulto 4 Rondeau que en calidad de general en ¡jefe había mandado el primer
sitio; conduciéndose en él con acierto... Así, pues, preferir á estos dos
hombres beneméritos, que acababan de hacer tan señalados servicios, un tinte-
rillo atolondrado, que se mofaba de las dignidades mismas que revestía, que
jamás había saludado la milicia, ni siquiera aprendido a tirar el florete en
su educación, fué no una falta imperdonable, no fué falta, fué el resultado
de un complot amalgamado en una cuadrilla de bribones, que haciendo de
Publicistas se proponía regimeutar los destinos e América...??,
Y don Carlos Anaya, en su interesante memoria inédita sobre la **Revolu-
ción de la Banda Oriental del Uruguay, situada en la margen Izquierda del
Río de la Plata, América del Sur””. (Archivo General de la Nación. Fondo
Lamas), completa las concordez manifestaciones de los militares anteriormente
citados, cuando dice: ““Mas, desgraciadamente tubimos que lamentar pr. mu-
chos años, los desacuerdos de aquellos Grefes que dividían las fuerzas patrias
y debían unir sus operaciones contra el Encmigo Comun. No es del caso
recordar quales fueron los principios en que me podrían simpatizar, pues ya
se difundieron los síntomas de una política hostil entre ambas fuerzas; habia
un genio de dislocac.n cerca del Sor. Sarratea, que fomentaba la discordia pr.
animosidad con el Gral. Artigas: Fste cra D. Santiago Vázquez Feyjoó6, hijo
de Montevid.o, y que había echo de Sec.o de Rondó en el Sitio anterior: So-
guido la separación de Artigas hacia el Uruguay creyendo tener la la. influen-
cia, que luego zeloso de la preferencia que aq.l daba a su primo Barreyro,
secret.o suyo; le abandonó, adhiriendose al Gob.no Arg.no pa. destruirlo, qui-
tándole al Mor. Baldenegro que hacia el brazo dro. del Gral. Artigas; y ulti-
mamente arrastrando de la obediencia 4£ su Herm.o D. Ventura Vázquez, que
108 ] ARIOSTO FERNÁNDEZ
** tiago abrió el Villete con suma curiosidad, le pasó el líquido pa. descubrir
*£ la escritura, y enterado esclamó “*Ya somos felices”? montando acaballo
*£ y precipitandose en el Cuart.i Gral. del Sr. Sirratea, con las albricias de que
*£ Artigas (o anarquista, como ellos llamaban), tenia ya contado los pocos
dias que le quedaban de vida.—La carta, su abertura y contenido, yo lo
*£ he presenciado... (f. 27 vta.); 1813. Y he aqui el descenlace de todas las
Tramas El com.te Otorgués fué al C.tel Gral. de su pariente Artigas, en
el Yí; le presentó las pistolas qe. le habian regalado pa. asesinarle, revelán-
dole todo el proyecto y sus Autores. Y el resultado fué que, el comandante
Otorgués amaneció en la retaguardia del campo sitiador, el mismo día
ofrecido 4 Artigas pa, el asesinato, con cerca de 2000 soldados en protección
de una Revolución practicada en el Exercito, que destituyó al Represen-
“£ tante Sarratea de la autoridad Poltico-Militar, al sor. Viana, de Gral. en
** Gefe, a todo el E. M. G. y al muy empecinado Presbítero Canónigo Figue-
** redo, "comprendiendo al consejero D. Santiago Vazq.s, lanzando á todos del
.e
Campo, y dandoles pasaporte pa. la Capital, cuyo camino hicieron pr. Tierra
.,
Yendo a pasar el Paraná pr. la Bajada, con cxepcion de Santiago que por
** bondades de Rondo le pern:itió no marchar”?..,
El historiador don Gregorio F. Rodríguez, que pone en duda lo aseverado
por don Nicolás de Vedia, referente a las órdenes que tenía Sarratea para
asegurar la persona de Artigas (obra cit. pág. 223), no habría aceptado como
verídicas las citadas manifestaciones de don Carlos Anaya; duda, que obliga
Aa pensar que el nombrado historiador desconoció los pormenores de la polé-
mica Anchorena-Sarratea, cn 1820.
(66) En el Archivo General de la Nación, existe una copia autógrafa de
don Miguel Barrciro, y certificada por Artigas, del texto “*“eopia subst.cial
de ntras. pretencion.s””, las que no son otra cosa que una síntesis del convenio
estipulado, infructuosamente, entre Artigas y los delegados de Sarratea, seño-
res Sebastián Rivera, Ramón de Cáceres, Felipe Pérez, Juan Medina, Tomás
García de Zúñiga, Bruno Méndez, José León Pérez y el presbítero don Barto-
lomé Muñoz, en el campamento del Yí, en enero de 1813 (Gregorio F. Rodrí
guez, obra cit. Tomo I, pág. 207). Documento publicado, entre otros, en la
“*Contribución Documental para la Historia del Río de la Plata””, del Museo
Mitre; C. L. Fregeiro, “Artigas. Estudio Histórico. Documentos justificati-
vos??, 1886, pág. 133 y 134; Santiago Bollo, en su **Historia de la República
Oriental del Uruguay?”?, 1897, pág. 663.
112 ARIOSTO FERNÁNDEZ
(67) Desde 1813 a febrero de 1532, la actuación del presbítero don San-
tiago Figueredo se desarrolla exclusivamenta ea la República Argentina, en
donde conquistó, por sus méritos y virtudes, una distinguida posición social.
Nombrado en 13 de setiembre de 1914 Teniente Vicario del ejército del Alto
Peru, le cupo integrar, también, en esa época, la Asamblea General Constitu-
vente. Adicto al gobierno y a la facción alvearista, los sucesos de abril de 1815,
surgidos a consecuencia de la sublevación de Fontezuelas, le tocarían de cerca.
En efecto, instaurado el proceso político a los prohombres de aquel partido,
Figueredo era condenado a confinamiento en la “*Guardia del Monte””, según
“*sentencia definitiva”? dictada en 3 de julio por la **Comisión de Justicia””.
Designado Canónigo Lectoral de la Catedral de Bucuos Aires en 8 de mayo
de 1818, era electo, diez años más tarde, cuarta dignidad del Senado Eele-
siástico. .
A mediacos de abril de 1824, cireuló en Buenos Aires, con insistencia, la falsa
noticia de la muerte del doctor Figueredo, de resultas de un trágico accidente.
Haciéndose £eo de aquellas vocus, don Pedro Feliciano Sáinz de Cavia
— su antiguo e íntimo amigo —en carta a su hijo don Luis Bernardo, fe-
chada el 14 del citado mes, al comunicarle aquel doloroso suceso, le dice:
*£ Todas estas cosas me bienen muy contristado (se refiere a las novedades
** políticas y al fallecimiento de varias señoras de su amistad), y también
“* la desgracia de Santiazo Figueredo, de quien no se sabe, que rumbo ha
*£ Nevado. Estaba poblando una esta junto al pueblo de Areco; y estos días
*£ se ha encontrado su Calesa hecha pedazos, sin q.e se haya podido encon-
** trar a Él, ni a su criado suyo, ni vivos ni muertos??”,
En 21 de diciembre de 1829, al cumplirse el primer aniversario del fusila-
miento del Gobernador Dorrego, Figueredo pronunció, con carácter oficial, una
notable oración fúnebre en el acto de los funerales, oficiados con gran pompa
y solemnidad en medio de una numerosa y disringuida concurrencia. Diputado
au la legislatura provincial en 1830, vería culminar inmediatamente su vida
pública al ser nombrado, por decreto de 23 de agosto de 1830, Rector de la
Universidad de aquella capital, destino que había sido desempeñado hasta
entonces ¡por los ilustres patricios doctores Antonio Sácnz y José Valentín
Gómez.
¿£ Al comparar las exigencias de tan importante destino, con la debilidad
“* de mis recursos, casi me abandona la conformidad””, exponía el doctor
Figueredo ul Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, en oficio de 2
de agosto, al agradecer y aceptar tan alto cometido, **Conozco mis pocas
** aptitudes para la dirceción de un establecimiento aientífico — agregaba —
*£ y siguiendo el dictamen de mi propia conciencia, yo debería resistirla abso-
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE LA FLORIDA 113
8
114 ARIOSTO FERNÁNDEZ
AA
A
ea
(bD «Padrones de San Jos% y su jurisdicción».—1791-1834 y 1835.— (Libro 278. Archivo Ge-
neral de la Nación).
116 ARIOSTO FERNÁNDEZ
YJos
Eugenio Mandure Eda... 03
Casimiro Calleros Eda... 23 Maria Antonia Mandure
o 01
Otra familia portuguesa
Y Jos YJos
Años Meses Años Meses
Y.Jos Y Jos
Salbador Dias....Eda.... 12
Juan YNacio Andaresa
Clara Mari Dias Eda.... 10
lEda....... dcir a 30
Maripaula Dias. Eda..... 01
Juana Andaresa Eda.... 11
ABaristo Andaresa Eda.. 09
Otra familia deunabiuda.
DOCUMENTO N.o 2
Dn. Juan Anto. Delgado casado de Thomas Corea de edad 45 as. su Es-
edad de 46 años, posa Da. Manuela Gomez suedad. de
Buesposa da. Maria Simona Machado 20 años, una hija llamada Gertru-
Su edad de 33 años, dis de 2 as.
Tn hijo llamado Franco. Delgado su
edad de 12 años. Dn. Jph Martinez suedad 52 as., su
esposa Da. Ana Sosa su edad 33 as.
Dn. Juan Días de edad de 45 años, un hijo llamado Manuel de A as,
Su esposa da. Narcisa Xutierez su y una hija llamada Gertrudis de
edad de 26 años, edad 12 as.
Un hijo llamado Jph Dias su edad
de 9 años. Patrisio Gonzalez suedad 27 as. su
Una hija amada Ana su edad 6 Esposa .Da. Teresa Gomez de 24as,
años. un hijo llamado Juan Jose de 2 as.
Otra llamada Petrona de 4 as., otra una hija llamada Rosalia 4 as.
llamada Maria Vicenza de 2 as.,
una ahijada llamada Ysidora de 12 Manuel Cepas suedad 27 as, su esposa
años. da. Gustina Laredo, suedad 25 as.
Dn. Felipe Hernandes 48 as. su es- otra llamada Paula 4 as. Neri de
posa. Da. Juana del Balle suedad 3 as. un hijo llamado Antonio de
26 as. un hijo llamado Francisco de 7 as. Marcos de 10 as. otro lla-
5 as. y una bija llamada Antonina mado Santiago de 7 as,
suedad de 3 as.
Mariano Salgero deedad de 42 as. su
Franco; Soler soltero suedad de 28 esposa Andrea Frutos de 20 as. un
años. hijo llamado Bentura de 2 as.
DOCUMENTO N.0 3
Ylimo. Señor.
Así lo otorgó y firmó el otorgante, aquien Yo dho. Juez doy y conozco siendo
testigos Dn. Josef de Lima, y D. Fran.co Melo Vecinos coi quienes autorizo
a falta de Esc.no.
DOCUMENTO N.o 4
S, S, P. y V. V.
tandolos solo con las esperanzas, qe. fundo en el acreditado zelo de V. 8. S,,
porge. esta Parroquia no tiene mas tierras asignadas q.e las precisas para
rohlación, olvidados enteramente sus fundadores, q.e esta no podia subsistir
no tenzendo terrenos, ge. franquear para labranzas: pero aun quando los tu-
viera jamas podrian los Pobres sacar de ellos el fruto de su trabajo por su
mala situación. Está Pintado en una cuchilla, muy alta y pedregosa, y no
tiene en sus inmediaciones asua ni leña, esta se conduce del arroyo, q.e da
nombre á la Población, y dista dos leguas por la parte más cercana, y aquella
se suple con el auxilio de un pequeño manantial, el qual solo en tiempo de
lluvias da la bastante para el consumo. Con tal localidad, ¿de qe. podrían
eervir los terrenos, aunqe. los hubicse abundantes, para distribuir cn chacras
fi los Pobres? ¿Como habian estos de Cultivarizs? Faltos de agua para los
enimales precisos del Trabajo, distantes del arroyo para las necesidades de
sus casas, y lo qe. es mas, imposibilitados de cercar sus sementeras por la
falta de madera jamas podrian sembrar, pues de otro modo su trabajo solo
serviria para pastos de los animales.
¿Un donde pues se colecará tanto Pobre errante, para qe. fixando su domi-
cilio, fixen tambien el principio de su felicidad y de sus familias? El lite.
Cubildo de esta Ciudad tiene una estancia en equellas inmediaciones situada
entre los arroyos Sa. lucia Chico y Pintado cn la ae. se pueden colocar muchos
vecinos.
Si V. S, S, ?onecden estos terrenos, para fomentar los labradores, formar
Chacras, y colocar en ellos la Parroquia, yo me lisongeo y me atrevo asegurar
a V. S, S. qe. antes de mucho tiempo se llegará 4 formar un Pueblo de alguna
consideración, quedando a V. S. S. la satisfacción de haber proporcionado á
tanto pobre un principio de felicidad, y 4 esta Campaña una Población ex-
tensa, de haber protegido la agricultura y fomentado la industria, y 4 mi la
de haber llevado mis feligreses hasta los umbrales de la prosperidad. Entonces
tendré el consuelo de poder educarlos Christianamente, asistirlos en sus en-
fermedades, y fortalecerlos espiritualmente con la frequente participacion de
Sacramentos. Entonces se verán cumplidas las beneficas disposiciones del
Soberano, qu. nada tan repetidamente tiene recomendado como el fomento de
las Poblaciones, Entonces se veran cumplidos lus deseos de este Govierno de
purificar de vagos la campaña; y entonces finalmente el artesano asegurara
su subsistencia, el labrador sacará de la ticrra agradecida a sus afanes abun-
dantes cosechas qe. sean la fuente de su felicidad y al negociante se le fran-
queará un nuevo canal, qe. aumente su alegre suerte.
De V. $. $., pues depende el feliz exito de mi solicitud, y el bien de tantos
pobres, qc. seguramente ocupan en gran parte la atención de V. 8. 8, Ellos
y Yo han fixado sus esperanzas, en qc. todos y cada uno de los SS.es. qe.
componen esta Muy Tlte. y respetable Junta son verdaderos Españoles entre-
gados enteramente a promover el bien de la Patria, y aumentar cada dia
mas su felicidad sin arredrarles dificultades ni trabajos, y no dudo nos con-
cedan V. $. S. poblarnos en los terrenos del Jltr. Cabildo del modo y forma qe.
llevo expuestos.
Montevideo, 25 de Febrero de 1809,
(Firmado): Santiago Figueredo.
HISTORIA DE LA VILLA DE SAN FERNANDO DE La Forma 125
DOCUMENTO N.0 5
M. LC.J. y R.
Si el instituto de esta M. N. Corporacion es [:2omoveher en todos respetos
la felicidad del Ciudadano, la menor duda en decidirse por la solicitud del
Presvitero D. Santiago Figueredo deve ser un delito. El pretende una parte
del patrimonio Público para establecer 8u Parroquia, y el Sindico cré qe. ella
deve sacrificarse econ gusto, antes qe. servír de remora a los deseos V. S, —
Dos, y tres veces felix el Ayuntamto. qe. ftan poco costo puede proporcionarse
el doble gusto de hacer un obsequio a la religion y un serv.o a la Patria.
Seria preciso vivir mul ignorante de nuestra propia infelicidad, si se dudara
qe. la formaciun de Pueblos hien situados de un solo golpe llena ésos dos
fines. El desorden, la prostitucion, las ibomira:iones no se hubieran aven-
tado en las felices praderas de este Distrito, si por desgracia no fuera tan
difícil reunir en pequeñas Sociedades a todo3 nuestros campesinos. El Ladrón,
cl vago, el Abigeo, el Quatrero, no progresan sino substraiendose aél poder
de la Ley; ni manchan impugnemente con sus torpesas la chozas del Pastor
laborioso; del buen padre de familias, sino abismandose en ese gran Yermo
á el qual no alcansa el ójo de la Ley.—La Religion no fructifica aproporcion
de nmros, descos, La cultura nu se introduce, 'a harbaric no se ha desterrado,
la agricultura no progresa, la Patria no se augmenta, la America es tan pobre
en medio de sus Tesoros, per que falta la poblacion, porque no hai Ciudades
porque no hai Villas, Aldeas, Pueblos, o si los hai su posición es la menos
ánaloga á la naturaleza del Pais, y necesidades comunes.
A unos les falta el Comercio, a otros la labranza, a otros el ganado, el agua
a los otros, y de este modo luchando siempre con el poder de adversas cir-
eunstancias, siempre son los recintos donde naviia Solo el miserable.—Mi diu-
turna y casi constante asistencia en la Campaña, me ha deparado conoci-
mientos bastante profundos de Ja matcria, y no és esta la primera ves que
he declamado contra un sistema tan fatal pero en vano.—Mi vos no podia
ser escuchada. El Pueblo de Pintado acaso fué uno de aquellos q.e mas lagri-
mas me han merecido por su situacion verdaderam.te. desgraciada. Falto de
todo, ni aún el simple necesario facilita 4 sus habitantes: huien esos por lo
regular de sus recintos quando tienen proporción para conocer su desdicha, y
se agregan a las villas inmediatas quando (lo qe. es mas frecuente) no van
a unir su suerte con los miserables Pobiadores de nro. gran desierto.—De
aqui proviene cl miserable estado en q.e le ha encontrado el nuebo Parroco,
y es probable q.e nunea mude de forma si nunca muda de localidad.
Aquella qe. quiere darsele, opina el Sindico que és de las mejores, y que
quando menos proporciona los dos articulos mas esenciales a la subsistencia
del vecindario, que son la leña y el água; el terreno es también propio para
sembrado: las dos costas de los dos Arroyos inmediatos no solo convida con
las maderas suficientes para la formación de cercados q.o les aseguren de
todo daño sus sembrados, sino también 4 los cortes de leña y elaboraciones
de carbon, las quales surtiendo á este Pueblo en lo venidero, Mevarán la
abundancia a la casa del infelis q.o falto de recursos inevitablemente se vé
condenado á una inaccion perpetua.
126 ARIOSTO FERNÁNDEZ
Finalmente, bajo los auspicios del Gov.o y con la proteccion de V. S., podrán
agregarscle otros ramos de industria que hagan incontrastable su prosperidad,
y quando la hubiere logrado, entonecs no podrá menos que pronunciar con
entusiasmo y reconocimiento los titulos de esta M. N. y M. L. Ciud. R. á
quien devera toda su existencia.
Seria demás el querer demostrar á V. S. el pormenor de la necesidad en
que se alla estos campos de que se forme cierto numero de Poblaciones en
éllos 4 que se redusean moradores, y los convinientes q.e pueden resultar de
la traslación de la Capilla de Pintado á la costa de Sta. Lucia Chico, y Arroyo
del mismo nombre, q.e por su localidad sin otro costo álguno qe. el de dar
este paso, promete una reunion considerable en el momento mismo en qe. se
practique.—
V. S. para lograr este vencficio, se vé precisado á desprenderse del dro. de
propiedad adquirido al rincon de Pintado y Sta. Lucia Chico, comprehensibo
en álgo mas de tres suertes de Estancia, y como de tres leguas quadradas de
superficie de campo.—Perderá el total valor de mil y ochocientos 4 dos mil pa.
que baldrá esta propiedad, 6 en lugar de estos, dodientos ps. anuales en qe. se
hacen los remates do arrendamiento, y qe. se afiansan y afiansarian Sub-
cesiva.mte. en este campo.—Mas quando considere V, S. que divididas solo
dos leguas quadradas en pequeñas suertes de chacras de 4 doscientas varas
de frente, y mil quinientas de fondo, aseguran el patrimoniq y futura
subsistencia de doscientas y quarenta familias pobres, que errantes y sin
conocer posecion territorial alguna vagan por esos campos.—Que entre este
número, forma de nuebo (digamoslo assi) ciento sesenta labradores cuios bra-
sos se multiplican en la labor con prosperidad y augmento conocido en toda
clase de granos: Que augmenta en el ramo de provicion de leña y carbon
para el ábasto de esta Plaza quarenta Carros ó Carretas, qe. incesantemente
contribuien á proveherla, y en este sencillo ramo de industria aseguran su fru-
gal manutencion quarenta familias miserables: Que del mismo modo asegura
ia de otras quarenta que reducidas á la Poblacion y Su circulo se establecen
en cosa propia y promucben otros ramos de industria pa. subsistir, segura-
mente que V. $. estimará mui en poco el total valor ó renta qe. puedan
producir las dos leguas de campo que divididas en pequeñas porcions. pueden
proporcionar al Publico tantas ventajas, y maxime qdo. considere qe. en ma-
pos de un Arrendatario siempre seria un paramo qe. su producion se redu-
eiría 4 solo pastos.
Con esta pequeñes de Terreno se puede formar un floreciente ramo de
labransa, y la legua restante sobraria pa. la formacion de Poblacion, exido,
y demas usos necesarios f un Pueblo qe. pudiera proporcionar pr. su situacion
ventajas al Pais.—
El Sindico no ercé que V. S. pueda apetecer una renumeracion mejor del
pequeño terreno qe. se solicita, y assi, concluie que puede cederse arbitrando
medios para cumplir con los Arrendatarios qe. en el dia lo tengan ócupado.—
DOCUMENTO N.0 6
A los veinte y quatro dias del mcs de Abril del año de mil ochocientos
nueve: Nosotros Dn. Bernardo Suarez Capitan retirado y Síndico Procurador
de la Muy Noble y Reconquistadora ciudad de San Felipe y Santiago de
Montevideo, y D. Prudencio Murguiondo Teniente coronel y Comand.te. del
Regimiento de Voluntarios del Rio de la Plata, hallandonos por orden de la
Mui Noble Junta de Gobierno en el lugar nombrado el Rincon de Pintado y
campos propios del M. I. Cav.do de la referida ciudad con el objeto de leban-
tar el Plan de la nueva Villa de Sn. Fernando de la Florida, y distribuir
los terrenos de la misma ciudad entre varios individuos pobladores que se
han presentado para este efecto; dimos principio al indicado acto conbocando
en la que deve ser plaza mayor de la Villa a el Cura Parroco de Sn. Fer-
nando con tres vecinos en la clase de testigos y después de haberles leído en
altas é inteligibles vozes el acuerdo de la Noble Junta y repetido cinco vezes
consecutivas: la Villa de San Fernando de la Florida está erigida por 8. M.
nuestro amado Monarca (cuyo nombre augusto hizo resonar en el aire el entu-
ciasmo de los muebos colunos) se dio principio a la operacion en la forma
siguiente.
Primeramente se quadró una Plaza mayor 4 la dirección de Nordeste Suddo
este, y N. O.; S. E., por el orden que manifiesta el adjunto plano, y por el
mismo orden se continuó la formacion de una figura quadrada señalando cinco
manzanas ó quadras desde la Plaza en los expresados quatro sentidos ó direc-
ciones de donde resulta un total de onze quadras por cada lado del quadro
que forma la Poblacion.
Practicada esta dilig.a consultando con el cura Parroco el sitio mas combe-
niente para la formacion de Iglesia Parroquial acordamos destinar para este
objeto la mitad derecha de la manzana que huce frente á la referida plaza
y rumbo del N. E.; y la otra mitad izquierda de la referida Manzana p.a
cavildo 6 casas concegiles: En seguida se repartieron á los antiguos havitan-
tes de la capilla de Pintado los demas solares de las tres Manzanas restantes
que se hallaban presentes, destinando á cada uno, una octaba parte por el
frente que mira á la Plaza, y la quarta parte por el lado opuesto y restantes
Manzanas, colocando de este modo, á todos los colonos que presente se halla-
ron. Verificado el señalamiento de Pueblo y colocacion de colonos pasamos
á señalar el terreno que deve servir de Exido 4 'v enunciada Poblacion, y obser-
vando que desde la nucba Villa hasta la confluencia del Arroyo Pintado con
Santa Lucia chico solo podria contener una superficie de media legua de
campo, señalamos por terminos de este la cañada nombrada del Cerrito que
corre al S. de la Pobiacion por la parte de Santa Lucia chico, y por la del
Pintado basta el lugar nombrado el Paso Viejo de Calleros.
En seguida de este señalan:iento tomando la direccion aguas arriba de
“Santa Lucia chico que corre al N. 1/4. N. E. señalamos quarenta suertes de
chacra de trecientas varas de frente y mil doscientos de fondo, que fueron
las que se encontraron hasta tocar en el extremo del campo y pertenencia de
125 ARIOSTO FERNÁNDEZ
Don Juan Lrón; de las quales se puso en posecion á otros tantos moradores
que al efecto se presentaron como colonos pobladores de la nueva Villa; y
desde alli bolviendo á tomar las aguas de Pintado desde el punto nombrado
el paso de Calleros y termino del Exido, al rumbo de S. E. 1/4 E. que es
contrario al de las aguas de dho. Arroyo, señalamos treinta y nueve chacras
por el mismo orden que se practicó en la operacion precedente, y se repar-
tieron en los mismos terminos: Resultando que el numero de colonos concu-
rrentes este dia al que permitia la divicion del Territorio en el expresado
numero de chacras, pasamos á medir otras sobre las costas de quatro Arro-
yuelos 6 cañadas que cruzan el campo y mantienen aguas hasta dejar colocados
todus sus individuos que se havian preseutado como Pobladores, á obtener
esta gracia y son los contenidos en el adjunto Padrón.
Practicadas las indicadas diligencias hemos entregado al Cura Parroco un
Plano de la nueba Villa para que continue la distribucion de los Solares en
los mismos sujetos agraciados con terreno de labor, igualmente que el Padron
de chacras que han quedado señaladas y destinadas á igual numero de becinos,
con el objeto de que le sirva de regla i norma ¡ara las operaciones subcesi-
vas, y dimos por fenecida y concluida nuestra comicion en dha. nueba Villa
de San Fernando de la Fiorida 4 veinte y nueve de Abril de mil ochocientos
hueve.
DOCUMENTO N.o 7
(Firmado:) Yo El Rey.
Gabriel Ciscar.
(Firmado:) Pedro Telmo Iglesias. (Hay tres rúbricas) R.s Diros treinta
y tres rr.s—Dup.do.
Guardese y cumplase esta Rl. Cedula, y pa. evacuar el informe qe. previene
á este Gob.no pase antes coja autorizada de ella al Exmo. Cabildo con el
oficio de estilo pa. ge. me exponga su concerto. Contextese entretanto su
recibo, y archivese,
(Firmado:) Vigodet.
DOCUMENTO N. 8
Con el papel de V. S. fha. 1.2 de Abril ultimo, ha recivido este Exmo Cavildo
la copia de la Real Cedula expedida en Cadiz 4 11 de agosto de 1811, con motivo
de aprobar S. M. la nueva poblacion de S.n Fernando de la Florida en la jurts-
diccion del Govierno de esta Ciudad; y como al mismo tpo. previene V.S, que
139 ARIOSTO FERNÁNDEZ
DOCUMENTO No 9
Don Fernando Septimo por la Gracia de Dios, Rey de España y de las Indias,
y en su ausencit y cautividad el Consejo de Regencia autorizado interinamente
por las Cortes Generales y Extraordinarias. Teniendo en consideración los par-
134 ARIOSTO FERNÁNDEZ
DOCUMENTO No. 10
Exmo. Sor.
(Firmado:) Abella.
(Una rúbrica).
““En veinte y dos dias de «ho. notifique el auto decreto £ Dn. Francisco
“* de Alva Doy fé””.
(Firmado:) Márquez.
DOCUMENTO N.o 11
Señor Governador.
Sr. GChovor.
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 1IT
CAPÍTULO IV
APÉNDICE DOCUMENTAL A a O