Lectura Semana 1
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Introducción
Entre los usos más frecuentes pueden enumerarse los túneles para vehículos, para redes
de ferrocarril urbano o Metros, para uso peatonal, para abastecimiento de agua,
saneamiento, galerías de servicio y para almacenamiento de residuos (A.G.P.).
Si bien el túnel en sentido estricto se caracteriza por su marcado carácter lineal, aquí se
considerará, por extensión, el termino túnel en un sentido amplio, no sólo como obra
lineal sino como espacio subterráneo que incluye desde la caverna, la cueva natural
hasta amplios recintos subterráneos transitables dentro de lo que podría englobarse
como urbanismo y espacio subterráneo; en suma, el túnel como obra de tránsito y
también como hábitat.
Fig. 1. Imagen ficticia del túnel ideado por Thomé de Garamond bajo las aguas del Canal de la Mancha
(proyecto presentado en 1867 en la Exposición Universal).
El arte de los túneles se funde en sus orígenes con el arte de la minería. La mina más
antigua que se conoce en el mundo se localiza en el cerro de Bomvu, en Swazilandia, y
data del año 40.000 a.C.; en ella el hombre de Neandertal minaba hematites, piedra de
sangre, muy apreciada para ritos mortuorios; las herramientas no eran otras que piedras
afiladas y sus manos desnudas.
El primer túnel de la historia, allá donde ésta se difumina con el territorio del mito,
fue el que la leyenda dice mandara construir Semiramis bajo el Eúfrates para
comunicar el Palacio y el Templo de Belos en la Babilonia del 2200 a.C.. A este
formidable trabajo se refieren entre otros los historiadores Diodoro de Sicilia, Herodoto
y Estrabon. En realidad, se trataba de un falso túnel, por cuanto no se perforó en galería
sino mediante zanja a cielo abierto y posteriormente recubierta, para lo cual se
desviaron las aguas del Eúfrates aprovechando el período de estiaje.
El siguiente túnel construido bajo el cauce de un río se perforó cuatro mil años después
de aquel de Babilonia, obra de los Brunel padre e hijo quienes tras veinte años de lucha
denodada y arrojo lograron dominar las furiosas aguas del río Támesis que se resistía a
ver perforado su lecho.
Pero siguiendo con los principales hitos de la historia de los túneles merece especial
referencia el de la Isla de Samos, de un kilómetro de longitud y primero del que se
tiene noticia del ingeniero que lo construyó, Eupalinos de Megara, hijo de Naustrofo.
Esta obra construida hacia el 530 a.C., servía para el abastecimiento de agua a la capital
de la isla. Estuvo en funcionamiento durante un milenio y fue considerada y fue
considerada como una de las tres maravillas del Mundo Heleno.
También merece especial atención la época del Imperio Romano. Los romanos
construyeron túneles con muy diversos propósitos: galerías mineras, túneles para
abastecimiento de agua, para alcantarillado, para el drenaje de lagos volcánicos
(emisario de Fucino con 5500 m de longitud), en las calzadas romanas (como el túnel de
Pausilippo, cerca de Nápoles, con sus 1500 m de longitud), sin olvidar los túneles de
propósito militar y las catacumbas.
En la Edad Media, los túneles pierden esa potencia como obras vigorosas de ingeniería
civil y derivan en galerías y pasadizos en castillos y fortalezas, obras menores. Durante
este período, la minería se robustece y consolida, fundamentalmente en Centroeuropa,
surgiendo al filo del Renacimiento la obra maestra de la minería, De Re Metallica de
Georgius Agrícola publicada en el S. XVI. Dicha obra recoge con minuciosidad en su
texto y en sus grabados las prácticas y técnicas mineras, siendo un libro básico de
consulta durante los dos siglos siguientes a su publicación.
Fig. 2. Grabado extraído de la obra de De Re Metallica del autor alemán Georgius Agricola
Ésta, sirvió de referencia como manual de consulta durante los S. XVI-XVII
El Renacimiento marca el resurgir del hombre así como el de los túneles tras el letargo
de la época medieval. Leonardo da Vinci concibe niveles subterráneos en sus proyectos
de ciudades y piensa en la posibilidad de perforar túneles allá donde los canales se
encuentran con barreras montañosas.
El primer túnel del Renacimiento es la Mina de Daroca en la provincia de Teruel.
Cuenta con 600 m de longitud, 6 m de anchura y una altura variable entre los 7 y 8 m.
Fue construido entre 1555 y 1570 por Pierres Bedel para reconducir y desviar las aguas
torrenciales que venían castigando la villa aragonesa.
Pero es en el siglo XVIII cuando surge la Era de los Canales y dentro de ella los
túneles comienzan a adquirir peso propio: el túnel de Malpas, cerca de Beziers en el
Canal de Midi para la unión de los dos mares (Atlántico y Mediterráneo), obra
portentosa que impulsa Colbert bajo el reinado del Rey Sol (Luis XIV) es el primer
túnel para canal. Este túnel, de 155 m de longitud, 6,5 m de altura y 8 de anchura, fue
perforado por Pierre-Paul Riquet, empleando la pólvora por primera vez. Así
comienza la Era de los túneles para canales: tras él muchos túneles se construirán en las
siguientes décadas destacando los túneles ingleses para canal, muchos de ellos obra de
ese prodigioso ingeniero que se llamó James Brindley.
En la historia de los Ferrocarriles, que se desarrolla a partir del siglo XIX, los
túneles tuvieron gran auge; en la historia de los túneles de ferrocarril se agolpan grandes
hazañas en una denonada lucha del hombre por dominar el arte de perforar la tierra;
incorporando progresivamente maquinaria y procedimientos constructivos a partir de
los cuales el esfuerzo manual va cediendo en pro de una incipiente mecanización.
En el siglo XVI existía ya el transporte por carriles cuya infraestructura estaba
construida de madera y se utilizaba para mover por ella vagones en las minas. Los
avances técnicos del siglo XIX, que surgen gracias a la Revolución Industrial hacen que
aparezcan los ferrocarriles. En 1803 se abrió el primer ferrocarril tirado por caballos del
mundo en Surrey, Inglaterra. Así, los raíles de hierro se extendieron al transporte de
mercancías y viajeros. Con las primeras locomotoras de vapor el desarrollo del tren
estaba decidido. En 1825 se inauguró el primer tren traccionado por una locomotora de
vapor creada por Stephenson.
Fig. 4. Imagen correspondiente a la bendición de los raíles de la vía del túnel de Perruca en León (1884)
Durante esta período también tiene lugar la gesta de la perforación del primer
túnel bajo el Támesis entre Rotherhithe y Wapping, el primero que se construye en
terreno blando y con enorme presencia de agua y en el que por primera vez se aplica la
técnica del escudo que pantentase Marc Brunel. Cuando la Reina Victoria inaugura el
túnel en marzo de 1843 han transcurrido casi veinte años de brutal lucha contra las
inundaciones del Támesis (en cinco ocasiones), contra la quiebra financiera, contra ese
gran agujero del que casi todos recelaban pero que los Brunel superaron enfrentándose a
todas las dificultades con arrojo y valentía sin límites.
Fig. 5. A la izquierda una imagen de época del túnel construido bajo las aguas del río Támesis
y a la derecha otra del escudo utilizado y patentado por Brunel para este mismo proyecto (1843)
Son innumerables los túneles construidos desde entonces hasta la actualidad, así
como las mejoras en las técnicas y elementos constructivos que poco a poco han
alcanzado un grado de eficacia inimaginable. Debido precisamente ha esta evolución
vale la pena hacer un alto en el camino y revisar los distintos métodos nacionales de
construcción de túneles que fueron surgiendo desde la Era de los Canales y los
Ferrocarriles hasta la actualidad y que, aún, hoy día se utilizan en algunos casos
concretos en los que el terreno no da otra opción.
Fundamentalmente han de considerarse los sistemas inglés, belga, alemán y
austriaco. Con posterioridad se introduciría el Nuevo Método Austriaco, con una
inmensa proyección y aplicación de forma diversificada.
A continuación revisaremos de forma esquemática los diversos métodos y que
se centran principalmente en las diferentes secuencias de excavación.
El Método Inglés: recibe su nombre por haber sido aplicado en túneles a través
del tipo de terreno que usualmente se localiza en Inglaterra, como son las arcillas y
areniscas. Siguiendo el ejemplo establecido en la construcción del primer túnel bajo el
Támesis, su principal característica es proceder el avance de la perforación a sección
completa del túnel, en una sola operación.
El Método Alemán: este sistema fue utilizado por primera vez en 1803 para
construir el túnel en el Canal de San Quintín, y desarrollado por Wiebeking en 1814,
siguiendo el sistema de núcleo central, también empleado en la construcción de las
amplias bóvedas de cerveza de Baviera.
• En relación con las características del entorno de trabajo, cabe resaltar las
notables mejoras en sistemas de ventilación e iluminación, un control más eficaz
del agua subterránea mediante equipos de bombeo o a través de sobrepresión
ambiental.
BIBLIOGRAFÍA
Las funciones del túnel son diversas: se construyen túneles para transporte, para
almacenamiento, para albergar instalaciones diversas, por necesidades científicas y túneles
para protección de personas.
2.1.1.- Transporte.
Se podría decir que es la función más antigua. La construcción de túneles para salvar
obstáculos naturales se practica desde la antigüedad; podríamos resumir diciendo que en un
principio fue el transporte de agua lo que necesitó de la solución túnel, debido a los
requerimientos de pendiente mínima o nula; más adelante el desarrollo del ferrocarril, y
posteriormente el desarrollo de los vehículos motorizados, hicieron necesaria la construcción
de túneles por razones parecidas a las anteriores (evitar fuertes pendientes) pero también por
razones nuevas: acortar distancias y ganar seguridad.
2.1.2.- Almacenamiento.
2.1.3.- Instalaciones
Aquí se incluyen las grandes instalaciones subterráneas que se construyen por distintos
motivos (prácticos, estratégicos, etc).
A continuación se nombran las distintas aplicaciones que con esta función se
construyen por medio de túneles aunque, al igual que los de almacenamiento, más que túneles,
son por sus dimensiones, verdaderas cavernas:
- Centrales energéticas
- Estacionamiento de vehículos
- Depuradoras de aguas residuales
2.1.4.- Científica
2.1.5.- Protección
Estos factores que se enumeran por separado son, sin embargo, dependientes entre sí,
de manera que la acción de unos condicionará la de otros.
- La ubicación del túnel, que podrá ir a través de una montaña, ser subacuático o urbano.
- El terreno puede ser desde un limo blando hasta una roca dura; la selección que se haga del
terreno implicará cambios en la geometría, en la forma de la estructura y por supuesto en el
método de construcción.
- Las dimensiones del túnel acabado (ancho, altura y longitud), así como los parámetros que
definan la planta (curvas circulares, de transición) y el alzado (pendientes máximas); estos
límites podrán ser muy reducidos en unos casos, y se podrá disponer de un amplio campo de
posibilidades en otros.
- La forma estructural, que podrá ser un círculo, rectangular, de herradura, etc. el material
utilizado será el hormigón con mayor o menor espesor y el acero. La forma estructural deberá
soportar las presiones de los terrenos. Tanto el tipo de terreno como el método de construcción
influirán decisivamente sobre la forma estructural.
-El sistema de construcción que presenta numerosas posibilidades, desde, la excavación por
explosivos hasta las máquinas tuneladoras a sección completa, pasando por los procedimientos
de corte del terreno y posterior relleno para los túneles más superficiales. La elección del
método vendrá determinada por las condiciones del terreno pero también por los medios
económicos de que se disponga.
- El equipamiento del túnel ya terminado, las calzadas o las vías de ferrocarril, la iluminación,
los sistemas de control, los acabados decorativos en su caso.