Proceso de Testamentaría

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T.

12 PROCESO DE DIVISIÓN JUDICIAL DE PATRIMONIOS Y


DE LA HERENCIA (PROCESO DE TESTAMENTARÍA)
1. PROCESOS ESPECIALES
Los procesos especiales se regulan en el Libro IV LEC. Son procedimientos en los que las
materias no se van a tramitar a un procedimiento similar o al verbal, sino que son procesos que
regulan materias tan especiales que requieren un proceso que se ajuste a dicha materia. Dentro de
la LEC podemos encontrar tres tipos de procesos especiales, entre los que encontramos los
procesos no dispositivos (Procesos de familia, de menores, de medidas de apoyo a la
discapacidad… son especiales ya que las partes tienen una disponibilidad en el proceso ya que
hay un interés público, interviniendo el Ministerio Fiscal en muchas de estas materias), la división
judicial de patrimonios (Tengo patrimonio que pertenece a varios sujetos y lo divido para que
cada uno tenga el suyo). Por último, el proceso monitorio y cambiario.
Nosotros nos centraremos en la División Judicial de Patrimonio, que se divide a su vez en la
división judicial de la herencia (reguladas entre los Arts. 782 - 805 LEC), y la liquidación del
régimen económico matrimonial (Arts. 806 – 811 LEC).

2. DIVISIÓN JUDICIAL DE PATRIMONIOS


Cuando una persona fallece y tiene heredero, lo que se crea es una comunidad hereditaria. Con
independencia de que a uno le corresponda la mitad, a otro el 10%, al otro el 30%... los sujetos
que tienen derecho a la herencia forman una comunidad hereditaria regulada en el Código Civil,
por lo que, si hay cuatro bienes, por ejemplo, a uno le corresponde el 15% de un bien y el 15% de
los otros, y a otro por ejemplo el 30% de unos y de otros…
La idea es poner fin a esa comunidad hereditaria y que a los herederos se les asigne unos bienes
concretos que equivalgan al porcentaje que han de heredar. Este procedimiento se divide en tres
fases, la fase de partición, la fase de adjudicación y la fase de entrega.
En la fase de partición, lo primero que hay que hacer es realizar un inventario de bienes y de
deudas. donde se reflejen los bienes a repartir. Es importante recalcar que las deudas también se
heredan. Ya que un principio del Derecho Sucesorio que establece que primero se pagan deudas
y después se reparte lo restante. Seguidamente habrá que valorar dichos bienes recogidos en el
inventario, para saber cual es el total de la herencia y, una vez tenemos el total de la herencia
tendremos que ver cuales son los sujetos y ver cuanto le corresponde a cada uno, pudiendo acudir
al testamento, o, si no hay testamento, conforme a las normas de Derecho Sucesorio.
Es el testador o el contador partidor el que se llevará a cabo la división. El legislador intenta evitar
que dicha división judicial de patrimonio se lleve por vía judicial, dando prioridad a lo que dice
el testador. Otra parte fundamental es el acuerdo de los coherederos, ya que si hay acuerdo no hay
necesidad de acudir a la vía judicial. Si no, podremos llegar a un punto mixto, donde se podrá
poner en el testamento un Contador Dativo que lleve a cabo la división o que, se vaya únicamente
a la vía judicial para que se designe un contador partidor y después no se sigue por la vía judicial.
Se intenta evitar la vía judicial ya que causa muchos problemas.
Cuando ya sabemos cuanta herencia le corresponde a cada uno pasaremos a la fase de
adjudicación, donde se le adjudicará al heredero un bien que equivale al porcentaje de la herencia
que le corresponde. El problema mayor es que, o que sea difícil de valorar los bienes o que sea
un único bien (normalmente inmueble).
Una vez que tenemos hecha la adjudicación a cada heredero, se hace entrega de esos bienes.

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LEGITIMACIÓN
Será o el coheredero o el legatario de parte alícuota tal y como establece el Art. 782 LEC que dice
“Cualquier coheredero o legatario de parte alícuota podrá reclamar judicialmente…”, siendo el
legatario de parte alícuota aquel que se le asigna en legado un 5% de los bienes de la herencia.
Los cónyuges están legitimados. El problema surge en los casos de la pareja de hecho ya que en
las comunidades forales se han regulado los casos de las parejas de hecho de modo que, en el caso
de las parejas de hecho si se encuentra equiparado al cónyuge en dicho Derecho Foral, podrá estar
legitimado también. En los demás casos no.
ACREEDORES
Los acreedores (tanto de una parte como de la otra) no están legitimados para realizar un proceso
de división de judicial de la herencia.
Veremos que, los acreedores podrán participar en el proceso para asegurarse de que se pagan sus
deudas, pero la ley no tratará a todos los acreedores por igual, dependiendo en función de como
tengo documentada la deuda. Si yo tengo un documento privado mi crédito no está reconocido.
Si tengo un título ejecutivo y/o en el testamento reconozco una deuda, tendrán un trato especial.
PROCEDIMIENTO
Se inicia con una solicitud llevado a cabo por uno de los interesados con los documentos que se
deben de acompañar, se les convoca a una Junta para nombrar al contador-partidor poniéndose de
acuerdo todos los coherederos o por vía judicial. Este contador-partidor debe ser un abogado
especializado en Derecho Sucesorio, ya que este llevará a cabo el inventario de bienes, sumar el
valor de estos y proponer un reparto entre todos los sujetos que forman parte de la herencia. Esta
propuesta es lo que se denomina el cuaderno particional. Además, deberá de nombrarse a peritos
ya que, a la hora de valorar los bienes, habrá que nombrar un perito por cada tipo de bien y será
la valoración que haga este la que tendrá en cuenta el contador-partidor.
Los coherederos pueden conformarse con la partición dictando el LAJ un decreto aprobando las
operaciones divisorias y mandando a protocolizarlas entregando los bienes adjudicados a cada
interesado. Del mismo modo los coherederos también pueden oponerse mediante un escrito
formal, especificando las operaciones concretas a las que se opone y fundamentado,
convocándose a las partes y al contador-partidor a una segunda junta para ver si es posible
introducir algunos cambios para ver si la partición puede quedar a gusto de todos.
Pero, si tras esta segunda junta no es posible modificar dicha propuesta para que todo el mundo
esté de acuerdo, es cuando tendremos que tramitar dicha situación a través de un Juicio verbal
Sumario, siendo este aquel donde las partes tienen limitados los mecanismos de defensa,
centrándonos solo en el escrito de oposición (de ahí la importancia de fundamentarlo). El juez no
conocerá de toda la partición, sino de solo lo que está sometido a conflicto. Del mismo modo,
dicho Judicio Verbal Sumario se celebrará una vista con la prueba limitada y las alegaciones,
dictándose sentencia SIN EFECTO DE COSA JUZGADA, entregándose los bienes adjudicados
a cada interesado, quedando las puertas abiertas para que el perjudicado pueda acudir al
procedimiento ordinario.
Ante esto, el TS elaboró una doctrina inventando el principio de conservación de la partición,
donde se establece que en los procedimientos ordinarios que se abran tras esto, mantendrán la
partición introduciendo los cambios mínimos solo en los casos que se hayan infringido la norma
sustantiva, que haya un perjuicio grave y desproporcionado, etc. Según la doctrina, además, en
caso de los bienes que han sido enjuiciados en los juicios verbales sumarios, no se tendrán en

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cuenta ya que ya ha sido resuelto. A la hora de oponerse o no, hay que tener en cuenta lo que
podemos conseguir o no.
INTERVENCIÓN DEL CAUDAL HEREDITARIO
La realización del inventario no está regulada en la LEC como lo primero que se va a hacer en el
proceso. Normalmente se solicita, se cita a la junta, se elige al contador-partidor y este ya realiza
el inventario. Pero hay otra posibilidad, donde, si una vez que se ha abierto el proceso judicial,
puedo solicitar que se intervenga el caudal hereditario para garantizar la integridad de esta. Es
decir, puedo pedir el inventario de inventario sin que se haya nombrado ya a un contador-partidor,
realizando entonces el inventario el LAJ. Si el inventario lo hace el LAJ, dicho inventario se puede
recurrir, pero si lo hace el contador-partidor podemos acabar en un juicio sumario verbal.
La Administración del caudal hereditario se regula en la última sección, pero se establece en el
último artículo de la segunda (795 LEC), pudiendo ser llevado a cabo por el acreedor una vez se
haya abierto el proceso. (ya hemos mencionado que estos no pueden iniciarlo).
Esta medida no es una fase del procedimiento, ya que el único objetivo es conservar el caudal
relicto. Es decir, se refiere sólo al supuesto en que se ha llevado a cabo la intervención a instancia
de parte.

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