Encuentros y Desencuentros Del Transport
Encuentros y Desencuentros Del Transport
Encuentros y Desencuentros Del Transport
net/publication/283859291
Encuentros_y_desencuentros_del_Transport(1)
CITATIONS READS
0 43
1 author:
Carme Miralles-Guasch
Autonomous University of Barcelona
108 PUBLICATIONS 1,090 CITATIONS
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
Movilidad cotidiana activa y saludable en entornos urbanos de proximidad. enfoques multimetodologicos: tracking living labs, encuestas (Ref: CSO2016-74904-R) View
project
All content following this page was uploaded by Carme Miralles-Guasch on 16 November 2015.
urbana, como un sistema de «lugar central» o como un «Sistema re l.1s innovaciones tecnológicas, en especial la máquina de vapor, y los
ticular» (Bairoch, 1990). 1•:imbios políticos, los inicios de la democracia (Benevolo, 1993),
l rastocaron la estructura física y social de la ciudad. Durante la pri-
Esta primera especialización de la ciudad moderna, insertada en
una región donde la actividad de la ciudad y del campo eran com
1 I
.
111era_JE�ad del §iglo �1 �L��D&!:Q_cl� . )é\. ci.udad. se. aso_cia . .a.espaciGs--
representación del poder: grandes plazas reales, lonjas, edificios
plementarias, cambió rápidamente. La combinación de una serie de ·
procesos históricos, que configuran «la edad moderna europea» 111onumentales. Será la época en que se multiplicarán las interven-
(Grau y López, 1985) con la incorporación de nuevas tecnologías 1·iones urbanísticas, de grandes conjuntos del urbanismo barroco y
(nuevas líneas de tren, de electricidad, motores de combustión in 1I· la actividad e.reciente de los ingenieros militares. Hacia media
terna ... ) y de nuevas estructuras de producción, fue fundamental dos del siglo XIX, la función del centro será, en cambio, de consu-
para romper el vínculo directo entre la localización de las fábricas y 1110 y ocio. Las calles y las plazas que representarán el centro de la
los lugares productores de energía: los pozos de carbón o los ríos. 1·iudad serán aquellas en las que se concentren las tiendas con gran-
Las unidades de producción industriales podían situarse cerca del ,¡ ·s escaparates y las actividades de ocio, como teatros, salas de
espacio de consumo, es decir, del mercado. Las fábricas se relocali rnnciertos, etc. Esta profunda transformación del concepto de cen-
zaron alrededor de las grandes ciudades, porque la estrnctura pro 1 ro de la ciudad (Rocanyolo, 1985) -como se verá en el apartado
ductiva valoraba las economías de aglomeración como factores po :iiguiente- revertirá directamente en nuevas formas de desplaza-
111iento de las personas. Al mismo tiempo, los. límites de la ciudad
sitivos para la producción industrial, y porque el carbón; como fuen
te de energía, podía llegar allí mediante el transporte marítimo y el 111od� . ..
_ ��- t�_n<lr<ín_rnuy _pq<;:p_ q�� ye_r �911 los ·cr�. 1a:· · Ciudácf prece 'd eñ:
-
· "'
ferrocarril. Entre 1840 y 1850 puede hablarse ya de un acelerado 1 ·, ��-�-se_d� fin J� c;:om<?. �.na. �igid _ �d .C:.9!11 P cct. t � : . 19p1� al m eñt e cii::-·
crecimiento de la industria en las ciudades. En este momento, pues, 1:111�sc;ri_t�_Y_s�m !:!��- �-��u..�t�-� interna jerárquicamente uñTtariaTdí::""
_
1 'renciada morfológkamente, peró cofi"-Liii'""altcr ríivél "de lritegracioñ
la ciudad se inserta en los procesos de transformación que origina la
Revolución industrial, revolución que no es tan sólo económica (el de funciones y de estratos sociales). La ciudad que nace con la Re
paso de una economía agraria y doméstica a una basada en la ma volución industrial, en cambio, es un esEacio de desarrollo infinito
�
nufactura y la empresa), sino también cultural, social, técnica y es 1 iuesto_ q1.,te las. nue��_estr.IJ��_i.�rn�_ p i;:o cfµ�Ü Y°a s_ �1"i.ia·�rL �liiifo!J i�[_eJ� ·
pacial (Cervellati, 1984). La <<nueva ciudad» existe en relación con la 111e:p._t_Q constrictivo, y a la vez consolida las «fronteras» n
inter as en
__
. · - -- _ .
- t á forma de Clico'foñ1ía entre- éentro y-p-ériferia·.- L; � ;;��� Ciu dad. ifone
�����:.t��d���ª�é�����L���1�-����� �á�����- ���f��;�� �!�� --
u
(\ ��
fuerza de trabajo (Piccinato, 1973). Los clientes, las nuevas tecnolo
11na estructura interna específica, en lo referente a la disposición de
las actividades en su interior, pero se caracteriza también por una
gías, los servicios y la mano de obra eran elementos que se organi morfología concreta y nueva.
zaban y se aprovechaban mejor si se localizaban de manera con La división del trabajo que impone la producción manufactu
centrada en el ambiente urbano. Pero, como advierten Hohenberg y rera genera cambios decisivos en las estructuras urbanas prein
Lees (1987), uno de los elementos verdaderamente capitales en este dustriales. La familia extensa, articulada como una unidad de
proceso de concentración industrial fueron, también, las infraes producción, es arrinconada progresivamente por la familia nuclear,
tructuras y la información, como piezas fundacionales y caracterís y la dispersión del trabajo en centenares de talleres va cediendo
ticas de los espacios urbanos. Todo esto provocaba que en la ciudad el paso a la concentración en grandes manufacturas. A ello va uni
aumentase tanto el volumen de los beneficios como la velocidad de da la aparición de dos tipologías constructivas, ausentes hasta en
la circulación económica. La ciudad se hace imprescindible al ma tonces en la ciudad posrnedieval: la casa de vecinos y la fábrica.
nifestarse y desarrollarse la nueva actividad productiva: la industria. La casa artesana o menestral2 cumplía funciones de producción y
Redefi.nir el centro, cambiar las p eriferias 2. Existían otras tipologías de vivienda, aunque aparecían con una frecuencia menor.
La casa aristocrática, ediíicada en parcelas más grandes con jardín o hue1·to, centraba su
función residencial en la primera planta, y las casas que acogían más de un grupo domés-
La transformación lenta pero profunda de la base productiva de 1 ico, las precursoras de lo que hoy conocemos como casas de vecinos, eran las casas de los
la ciudad y el consiguiente incremento de la población, junto con menestrales más humildes y de los •jornaleros» o trabajadores a sueldo (López, 1994).
70 CIUDAD Y TRANSPORTE
ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 71
residencia que se percibían claramente en su distribución inte mano de obra a jornal, la proletarización del factor trabajo y el
rior: en la planta baja se encontraba el obrador o la tienda y la arrendamiento de locales productivos en edificios próximos, aun
cocina, y en los pisos superiores estaban las habitaciones. Nor que disgregados del núcleo original, modifican las fórmulas de
malmente, la habitaba un grupo doméstico plurinuclear, tanto en convivencia tradicionales y señalan la independencia inmediata
el sentido vertical (plurigeneracional) como horizontal (hermanos entre la función residencial y la productiva. De esta manera se da
casados), además de aprendices y criados. Esta complejidad no paso a un modelo de segregación en el que se borra el perfil so
implicaba necesariamente un número elevado de miembros, p�es ciológico de la casa y de la calle del antiguo régimen y se empie
to que por lo general reunía núcleos familiares frag�e;it�nos.
?
Este tipo de casas, que disfrutaban de un contrato en teuyco y
zan a crear las bases estructurales de lo que será el concepto mo
derno de movilidad de las personas en la ciudad. Este modelo de
por tanto casi de propiedad, no tenía un valor de camb10, smo de segregación espacial y social que definirá la estructura de la ciu
uso, y la segregación social y funcional se expresaría en el e�pa dad moderna crea una nueva actividad urbana «obligada»: el des
cio urbano básicamente en un sentido horizontal y no vertical, plazamiento de las personas por motivos de trabajo y un incre
como veremos en etapas posteriores (García Espuche y Guardia mento de la circulación de las mercancías, que revaloriza un
Bassols, 1994). Era la casa tipo de la ciudad precapitalista, a me tiempo y un espacio en conexión (Vittadini, 1989). Eso explica la
dio camino entre la familia nuclear y la patriarcal, cuya distribu necesaria reconversión, reestructuración y modificación del tra
ción respondía a la organización del trabajo (Montaner, 1985). La mado viario medieval. En definitiva, no sólo habrán cambiado la
casa de vecinos será el resultado de una intensificación en el tipología edificadora y la relación entre los edificios y la calle,
aprovechamiento de la casa artesana, mediante una compart � sino que se habrán modificado el trazado y la tipología de la red
mentación generalizada del edificio, un aumento del volumen e? i viaria urbana.
ficado de la parcela y la superposición de nuevas plantas que m Como afirma Sica (1973), la ciudad industrial de la segunda mi
crementaban la altura de los inmuebles. La planta baja se desti tad del siglo XIX, respecto de la preindustrial, no supone tan sólo un
naba a tiendas a nivel de la calle (que después adquirirán un alto cambio en la dimensión, sino que es una entidad cualitativamente
valor monetario, sobre todo en el centro), Jas plantas se subdivi nueva, que se superpone a la precedente y que la utiliza según su
den y cada una de las divisiones pasa a ser una viviend:i inde propia lógica, que cambia su sentido y llega a transformarla com
pendiente comunicada con la calle por una escalera comun. Eso pletamente. Los procesos de concentración-centralización, de inter
dará lugar a una estructura social y jerarquizada en la altura: los dependencia y de segregación rompen la unidad orgánica de la ciu
burgueses en los pisos principales (mucho más amplios � y los «tr� dad preindustrial y conducen a una especialización funcional de las
bajadores en los ínfimos habitáculos de la parte superior del edi partes, lo que supone una traducción espacial de Ja división del tra
ficio». Si bien la transformación del espacio res.idencial pudo dar bajo y de la división social de las clases. Eso supone que haya zo
se de una forma velada, los cambios de los espacios de produc nas de la ciudad que resultan favorecidas, como el centro, donde se
ción tuvieron que hacerse más abiertamente, porque se necesita concentra una mayor inversión pública y privada, y zonas periféri-
ba mucho más espacio, y en muchas ciudades éste era un bien cas donde se localizan actividades marginales.
....t;...
...,e::
muy escaso. Si como ya se ha dicho existían rriú.ltiples y creciei: ���JLc.nntexto-sólo· se planifica y se. reestructura. la .es fur �
.._
tes razones para que las manufacturas se sintieran atraídas hacia productiva: las fábricas se modernizan y se reorganizan. En cam- i
los centros urbanos, sus exigencias espaciales .las expulsaban ha S10,!:i.esfera reproductiva·: donde se situarían Jas viviendas y los j
cia la periferia de la ciudad, aunque en un pr.incipio convivieron servicios públicos (incluyendo los transportes), se deja a la vo- ;,
con los espacios residenciales. Juntad del mercado. Pero la demanda, es decir, la ciudadanía, tie- ;
.
La mutación tipológica de los edi(icios (viviendas y espac10s ne unos niveles de remuneración tan bajos que no podrá incenti- i
fabriles) reflejará la transformación de la s cicdacl y de la estruc var la oferta. Esto se agrava cuando la ciudad se convierte en unj
tura urbana vinculada estrechamente a la introducción de las centro manufacturero importante, sin dejar de ser, a la vez, un es-i
manufactur �s y a la formación de un prol ·tariado que rompería pacio comercial y de servicios. Estas actividades múltiples, y en¡
los moldes de la organización gremial. La concentración de la ocasiones incompatibles, localizadas en el espacio urbano en una\
---.J
72 CIUDAD Y TRANSPORTE ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 73
situación de laisser faire,3 junto a un incremento de la densidad, cirros, etc., pasan a ser actividades recluidas en ámbitos cerrados: se
darán lugar al inicio de la decadencia formal y estructural de la construyen mercados donde se concentran las actividades de com
ciudad. En la segunda mitad del siglo xrx, los efectos beneficio praventa; los bares se convierten en los lugares de sociabilización;
sos que la aglomeración había reportado a la organización capi las actividades de ocio se reducen a los coros, los teatros, las salas
talista se transforman en externalidades negativas debido, funda de baile, las salas de conciertos; y las mujeres son recluidas en los
mentalmente, a las condiciones de vida que se habían generado espacios privados (Perrot, 1992).
en la ciudad. En este proceso de transformación del uso del espacio urbano
La organización caótica de esta primera ciudad capitalista, per -en el cual son más importantes los espacios interiores, privados y
fectamente analizada por Friedrich Engels4 y detalladamente des organizados- surgen nuevas actividades que, paradójicamente, con
crita en las novelas de Charles Dickens (1812-1870),5 fruto de las po tradicen dicha tendencia. La ciudad, sobre todo su espacio público
líticas liberales6 surgidas de las primeras leyes de mercado, provo (las plazas y las calles), se convierte en el lugar de la protesta, pero
có un descenso notable de la calidad de vida de los ciudadanos, es también en el lugar del consumo (Lefebvre, 1974a). La ciudad será
pecialmente de la clase obrera. Es lo que Patrick Geddes (1915) y el lugar en el que las diversas clases sociales se encuentren y se en
Lewis Mumford (1966) describen como la transformación de la ciu frenten cuando sea necesario. Éste es el marco apropiado donde
dad en slum.: barrios miserables con unas pésimas condiciones de encontrar todos aquellos elementos necesarios para que la protesta
vida. En estos lugares y en estas condiciones los trabajadores su tenga el eco suficiente: los funcionarios, los periodistas, los propie
frían una falta de espacio considerable y una alimentación inade tarios, etc. Además, los efectos de escala son elementos que ejercen
cuada, aunque el problema principal eran el agua y los inexistentes una influencia positiva en Ja organización popular de la moviliza
sistemas de saneamiento. Esta situación se manifestó especialmen ción. Un grupo social amplio hace posible un volumen de ciudada
te en las tasas de mortalidad y en la esperanza de vida, mucho más nos suficiente para iniciar una revuelta. La ciudad se convierte en el
alta aquélla y mucho más corta ésta en la ciudad que en el campo. lugar de los conflictos que originan las crisis sociales y que, si se te
En la Inglaterra de 1841, los hombres de las zonas rurales tenían rritorializan, provocan las crisis urbanas. Al mismo tiempo, el espa
una esperanza de vida media de 44 años, mientras que en Londres cio urbano, y en especial las calles que conforman el nuevo centro,
no llegaban a los 35 y en Manchester a los 22. Tales cifras reflejan, será el espacio de consumo por excelencia. La organización del co
muy especialmente, las tasas de mortalidad infantil de la época. Es mercio, basada en tiendas especializadas con graneles espacios abo
tas condiciones no empezaron a cambiar hasta finales del siglo XIX, cados al exterior con el fin de mostrar Jos artículos -los populares
cuando se inicia la regularización de la ciudad, tanto en su aspecto escaparates-, hace que las clases acomodadas de la ciudad utilicen
físico como en el social y el económico. la calle como lugar de consumo (Alessandri Cado, 1993).
A lo largo de este proceso también se produjo un cambio en el Las primeras transformaciones que se originan en la ciudad,
uso del espacio urbano. Las formas socioeconómicas que invadie fruto de Ja Revolución industrial y de las condiciones que impone
ron la ciudad reportaron un nuevo tipo de relación con el espacio el nuevo orden económico, no son únicamente cambios de magni
público. Las actividades ciudadanas que hasta ese momento se de tud, como el aumento de la superficie y de la población urbana,
sarrollaban en las calles y plazas: la venta, los encuentros entre ve- sino que son cambios de usos y de relaciones en todos Jos ámbitos
urbanos: sociales, técnicos, económicos, culturales, etc. Así, la ciu
dad pasa a estar especializada hmcionalmente en partes con una va
3. Este término es utilizado por Benevolo cuando describe la ciudad organizada loración desigual, donde se potencia el centro en detrimento de la
en torno a las pautas y los valores que impone la esfera privada, es decir, con el objeti periferia. Desde esta perspectiva, pues, deben analizarse los cam
vo de obtener el máximo beneficio.
4. Condition of' !he working class in England ( 1844).
bios en Ja estructura urbana que se evidencian por medio de la for
S. La descripción de la ciudad imaginaria de ccCoketown» está inspirada parcial mación y consolidación de fronteras sociales internas, los cambios
mente en Manchesler y es una de las páginas más célebres de su novela Tiempos difíci en Jos usos y en la forma de los espacios residenciales con el paso
les (1854). de la casa menestral a la casa de vecinos, y productivos con la con
6. Por esta razón, Benevolo (1993) clasifica esta primera ciudad como «Ciudad
liberal»,
solidación del espacio fabril. Ello implica un aumento considerable
··1
-
.
1
1·'
'
palmente desde el XIX, en casi todas las ciudades se promulgan nor gran medida de la que existe actualmente: aceptación de todos los
mativas que irán rehaciendo estas tramas; normativas que hacen viajeros, itinerarios y lugares de parada fijos, tarifa única, horarios
referencia a las alineaciones de las casas a lo largo de las calles y regulares, etc. Sin embargo, todas las políticas y los principios que
a sus anchuras. Las remodelaciones de las antiguas calles medie rigen el transporte urbano se aplican cuando la estructura econó
vales, mediante el derribo de casas con el fin de darles salida o para mico-social de la ciudad lo requiere (Merlín, 1985), y las carroses a
enderezarlas, son algo habitual en las ciudades europeas a lo largo cinq sois de 1662 no eran una necesidad funcional para ésta.
de todo el siglo XIX. La calle se habrá convertido, como afirma La reciente y necesaria movilidad de la ciudadanía impregna el
Bohigas (1985), en espacio urbano con otra característica: la accesibilidad. Sin embar
go, hay que tener en cuenta que cuando la movilidad de las perso
! [ ] la esencia urbana, porque la ciudad occidental europea -quizá
. . .
nas por la ciudad se realiza a pie, el espacio no lleva implícitos dis
fuera necesario decir mediterránea- es fundamentalmente un me tintos niveles de accesibilidad más allá de los que impone la propia
canismo de información y accesibilidad, un conglomerado de artifi distancia. Los ciudadanos tampoco tienen diferentes niveles de ac
cios de comunicación: un lugar de paso. cesibilidad, ya que no hay opciones desiguales que puedan diferen
ciar a la población según la velocidad que utilice en sus desplaza
Si bien es cierto que la formalización del espacio conectivo se mientos (Robert, 1980), a excepción, quizá, de un grupo muy mi
realiza mediante la remodelación de la red viaria medieval, la modi noritario que utiliza la fuerza animal para desplazarse. En este sen
ficación del tiempo conectivo mediante un incremento de la veloci tido, no se ha producido todavía una ruptura entre el espacio y el
.
aaa-5; · -Fürmaltza ctiando . se-fricorpóran;·-casi ·éierC afio:Scí��sP.'ü éS," 1os tiempo. La distancia sólo se puede recorrer a una velocidad limita
r feaios-cle-transporte··mecán±cos a-ia-CiíTcfád. Como se ��rá e� el suo da por la propia disponibilidad de caminar. A cada unidad espacial
capítulo siguiente, la inclusión de estos nuevos elementos urbanos no se le atribuye un tiempo fijo de conexión.
se hace de manera general en todo el espacio urbano, ni de manera
homogénea para todos los ciudadanos. Por el contrario, el incre
mento de velocidad, como el elemento más distintivo que aportan los 2. La velocidad, un elemento urbano (1860-1900)
medios de transporte, se incorpora a la ciudad de manera muy se
lectiva: en el centro de la ciudad, como lugar más privilegiado, en lo En la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad convertida en slum
referente al espacio, y en el grupo hegemónico, la burguesía, en empieza a suÍTir las disfunciones de la desorganización en que la
lo que respecta a la estructura social. La periferia y la clase obrera han sumido los agentes urbanos privados sin que pueda detener su
tendrán que esperar unas decenas más de años para poder modificar ingente crecimiento. De esta doble necesidad de organizar y ampliar
su tiempo conectivo mediante un incremento de la velocidad. surgirá, gracias al pacto que establecerán los agentes públicos y pri
Sin embargo, existe una experiencia fallida y precoz que nos in vados, el urbanismo: disciplina específica dedicada a «ordenar» la
dica que las modificaciones en los tiempos conectivos surgen cuan ciudad, aunque en este período estará débilmente planeada y siem
do el sistema económico, en conjunción con !ª_esc.<!_l.i;l_urbana, lo re pre inacabada. En este estadio, la ciudad se ha convertido en «Ciu
quiere. Dicha experiencia la protagoniza�B1aise
. Pascal, -qúien, a me dad-capital», entendida en las dos acepciones que le da Sola-Mora
diados del siglo xvn, fundó una socie.dii:d de explotación de ca?rozas les (1994): la ciudad como un centro de decisiones, donde se acu
en París: ésta tenía un .trayecto estaihle, con horas reglamentad s y J mula la capacidad organizativa y donde normalmente están locali
un precio fijo de cinq sols (se la den �,m
inó la carrose a cinq solsJ La zados los órganos de poder, o bien como un lugar en el que se
primera línea se inauguró el 18 de 1n,arzo de 1662. Se crear6n un concentran los bienes y los recursos en forma de capital fijo. La
'
total de cuatro líneas; la más modem a- �a la cuarta, qu�/ aba la tf reorganización de los espacios centrales y de las periferias se reali
vuelta a París como una línea de circunval-aci�ro.....Iós precios zará a partir de proyectos preestablecidos y pactados entre los dife
elevados y el continuado aumento de las tarifas provocaron que el rentes agentes urbanos que, a diferencia de proyectos anteriores
transporte se hiciese impopular y desapareciese en 1667. Esta pri más puntuales, tendrán un sentido de globalidad que conferirá a la
mera organización del transporte colectivo ciudadano no difería en ciudad la idea de un sistema unitario. Paralelamente, surgen las tec-
78 CIUDAD Y TRANSPORTE ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 79
nologías como soporte a las características del desplazamiento, d i vidualista del primer capitalismo y una etapa de ordenación de
apropiadas al reciente contexto urbano, lo que introduce la veloci l a expansión. Sin embargo, en lo que sí están de acuerdo es que,
dad y empieza a transformar los tiempos conectivos. En este senti l ' l l esta etapa, la ciudad misma se convierte en una actividad eco-
do, se establecerán dos estrategias complementarias: la continua 116mica de producción de capital.
ción de la transformación del trazado viario, que ahora atañe a toda El pacto entre ambas esferas requirió unas condiciones previas:
la ciudad construida, y la introducción de los medios de transporte 1 1 11. poder local fuerte, una maquinaria administrativa adecuada
mecánico (el tranvía y el ferrocarril), que empezarán a ser elemen para programar y dirigir las intervenciones de carácter público, y
tos urbanos integrados en la ciudad. unos conocimientos médicos suficientes para hacer frente a las
precarias condiciones higiénicas y sanitarias. Sin embargo, los pri
meros pasos para ordenar la ciudad se produjeron en plena etapa
E L PACTO ENTRE LO PÚ BLICO Y LO PRIVADO
1 i beral y fueron de carácter legal. La ley de expropiación dictada
por Francia en 1810, con el fin de iniciar la construcción del fe
El siglo XIX es una etapa de transición urbana: las viejas formas rrocarril, perfeccionada en 1833 y en 1841, sirvió de modelo tanto
medievales, barrocas y neoclásicas han quedado obsoletas, pero a Inglaterra como a Italia. La ley sanitaria nacional inglesa de 1848
aún no han sido sustituidas por otras. A lo largo de la segunda mi
tad del siglo XIX, aunque con mayor o menor retraso, las ciudades 'y la francesa de 1850, más innovadora, también fueron instrumen
1 os eficaces de intervención en la esfera privada de la ciudad. La
van creciendo de manera espectacular: «[... ] las ciudades parecen ·onvergencia de intereses privados y públicos organizó diversas
crecer no de año en año, sino de hora en hora» (Hohenberg y Lees, ·strategias de crecimiento urbano, controladas según la idiosincra
1987), y la ciudad de mediados de siglo llegó a su- máxima con sia de cada cultura y la situación de cada ciudad, que inician, no
centración histórica. Esta situación había creado ciudades densas y sólo la reestructuración de la ciudad existente, sino un cambio de
desorganizadas en las que los problemas sanitarios, la congestión ·scala urbana.
y las revueltas populares amenazaban con destrozarla (Bergeron, En esta lógica de control del crecimiento, la ciudad se expandió
1989), tanto en un sentido espacial como social, al aumentar su utilizando dos dinámicas diferentes. Primero, se reorganizó la ciu
ineficacia funcional, que afectaba directamente al sistema econó dad construida. Después, el crecimiento se hizo por adición, aña
mico. El capitalismo había sido más eficiente para promover la ur diendo nuevos espacios urbanizados alrededor del núcleo original.
banización que para superar sus disfunciones. Frente a esta situa Esta ampliación de la ciudad, en forma de vastos movimientos de
ción, y en busca de una solución, la esfera privada requiere la in descentralización, se realizará mediante ensanches, como un creci
tervención de la esfera pública después de casi un siglo sin que esta miento controlado y contiguo a la ciudad preexistente, o bien me
última interviniese en la disposición de las actividades económicas diante la suburbanización, como un proceso de crecimiento de di
sobre el territorio. En España, una de las dinámicas que refuerzan ferentes núcleos periféricos (Monclús y Oyón, 1990). Son formas de
la idea del pacto entre la esfera pública y la privada son las atri crecimiento donde predominan fuerzas centrípetas, que intensifican
buciones que a lo largo del siglo XIX se otorgan a los ayuntamien la reconstrucción del centro, o bien fuerzas centrífugas, que se con
tos en materia urbanística. Este hecho es corroborado sobre todo centran en la construcción de las periferias (Hohenberg y Lees,
a partir de dos leyes generales, la «Ley de alineaciones» y la «Ley 1 987). A pesar de que ambas dinámicas urbanas se apuntan corno
de ensanche de las poblaciones», y otras menores. El proceso se procesos sucesivos, primero se reconstruye el centro y después la
complementa con el intento de control y beneficio que ensaya la ciudad crece hacia la periferia, no sucede así en todas las ciudades.
burguesía dentro del proceso de transformación urbana controla En algunas se produce de una manera simultánea, en otras sólo se
do por la esfera pública. La ciudad deja de ser liberal y se inicia la ha experimentado uno de los dos procesos, o uno de ellos ha sido
época posliberal. Los historiadores del urbanismo interpretan de mucho más importante. Wagenaar (1992) advierte que la opción de
manera diversa el proceso de transición entre una etapa y otra. Así, una u otra dinámica depende de las relaciones de fuerza que se es
mientras para Benevolo (1967) significa una ruptura, para Sola tablecen entre la esfera pública y la privada. En aquellas ciudades
Morales (1973) significa una continuidad entre la etapa liberal e in- en las que la primera ocupa una posición fuerte (como es el caso de
80 CIUDAD Y TRANSPORTE ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 81
París, que cuenta con el apoyo del estado francés) se reorganiza la ralelamente, en otras ciudades europeas, básicamente las del sur, las
ciudad construida. En cambio, en aquellas ciudades en las que el intervenciones urbanísticas se hacen por adición de nuevos espacios
conjunto de fuerzas privadas ocupa una posición privilegiada, los urbanos, bajo la denominación de ensanches, como Barcelona, que
esfuerzos se concentran mayoritariamente en las periferias. hicieron renacer, e incluso nacer, algunas ciudades dentro de un
Hall (1975) identifica cada uno de estos procesos como el ori nuevo orden económico, expresando los valores de la nueva socie
gen de las diferencias entre los dos tipos de ciudad occidental, la an dad industrial. Sola-Morales lo expresa de este modo:
glosajona (en la que están incluidas la ciudad norteamericana y la
británica) 'º y la del resto de Europa. En la primera, las fuerzas cen En los ensanches se recoge esta voluntad de proyectar la totali
trífugas y el crecimiento por adición, en forma suburbial, habrían dad de la fábrica urbana como si se tratase de un ú nico edificio... Se
tenido un papel predominante a la hora de configurar la morfología trata de entender lúcidamente que la ciudad ha dejado... de ser físi
de la ciudad moderna. En el caso de la Europa continental, las fuer ca secreción fósil de estructuras sociales más profundas, y que se
zas centrípetas y el crecimiento por transformación habrían sido las convierte en motor activo y protagonista de la dinámica económica...
En estas ciudades meridionales la claridad del juego de mercado del
piezas clave para desarrollar un tipo de ciudad más compacta en la
suelo y la instrumentación de la construcción de la ciudad como ne
que el centro se usa para múltiples funciones. En ningún caso, una gocio especulativo ya habían hecho aflorar mecanismos urbanísticos,
y otra estrategia se identifican de m anera exclusiva con uno u otro a pesar de ser elementales y terriblemente eficaces. U nos mecanis
tipo de ciudad, sino que hay que considerarlas como tendencias pre mos que por vez primera relacionan de manera mú ltiple y abierta la
dominantes que m arcan espacios urbanos desiguales. in fraestructura y la edificación de la ciudad (Sola-Morales, 1992).
La construcción de esta nueva ciudad se realizará a lo largo de
dos etapas, que coincidirán con épocas de gran crecimiento econó Todas ellas son intervenciones públicas o semipúblicas que de
mico y urbano separadas por unos años de estancamiento. La pri una u otra manera quieren reorganizar la ciudad para que pueda
mera, situada entre 1850 y 1870, se caracteriza por la generalización continuar siendo una pieza fu ncional eficaz para el nuevo sistema
de las intervenciones en buena parte de las ciudades europeas, tan capitalista. En ningún caso, los instrumentos públicos querían sus
to de gran corno de mediana escala (Lyon, Bruselas, Florencia, Vie tituir a los privados, sino que pretendían reconducirlos para que pu
na, Londres, Berlín, París, etc.). La segunda etapa, entre 1890 y diesen continuar apropiándose de las plusvalías que generaba, no
1900, se inicia con la implantación de la electrificación; fue la épo sólo la estructura productiva, sino también la construcción de la
ca de la consolidación de las obras iniciadas, en la que se constru propia ciudad.
yen grandes infraestructuras, como los trenes metropolitanos de En defini tiva, las d iferentes estrategias de crecimiento urbano
Berlín (1896), París (1900) y Viena (1904), y grandes proyectos pretenden organizar, de manera distinta, la ci udad existente con el
de viviendas accesibles a las clases populares. Las ciudades en las fin de que ésta pueda convertirse en «Ciudad-capital» ; eso quiere de
que la transformación urbana se hizo más necesaria fueron las gran cir que el espacio urbano es capaz de racionalizar los procesos de
des ciudades de finales de siglo, los ámbitos urbanos donde las prác producción, facilitar el transporte de mercancías y de personas (en
ticas liberales habían provocado situaciones más críticas. Así, en la ciudad y hacia la periferia), y establecer las relaciones funciona
1855 se aprueba el primer plan urbanístico de la ciudad de Berlín. les imprescindibles entre la industria, las infraestructuras de trans
E n Londres se formó «The Royal Commission on the Housing of the porte y la población obrera (López de Lucio, 1993). Es decir, se tra
Working Classes» en 1885, y en Nueva York, la «Tenement House ta de construir un espacio urbano eficaz y capaz de organizar la
Commission» en 1894. En París se reforma el centro histórico de la nueva forma de estructura económica. Este nuevo concepto de ciu
ciudad con la construcción sobre la trama medieval de grandes ave dad, que dejará de existir a principios del siglo XX (y que en algu
nidas (1840-1880). El proceso se conocerá como la h aussm aniza nas ciudades se alargará hasta la primera guerra mundial), se de
ción , puesto que el técnico impulsor fue el prefecto Haussmann. Pa- batirá entre dos conceptos de «ciudad-capi tal » : la ciudad « vitrina»,
corno capital del consumo, del lujo y de la residencia cara, o la ciu
J O. No se incluyen las ciudades escocesas, cuya morfología es similar a la de las dad « fábrica » , la capital de la producción, de las fábricas y de los
ciudades de la Europa continental. obreros.
82 CIUDAD Y TRANSPORTE ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 83
EL URBANISMO, CIENCIA DE LA CIUDAD por Geddes (1915), extraída de las ciencias naturales, que relacio
naba el concepto de ciudad con el de « organismo» . Esta noción im
Para solucionar los problemas de la «Ciudad-slum» de finales pl ica la correlación entre los diversos elementos que configuran la
del siglo XIX, así como los crecientes índices de movilidad y para 1·i u dad, cuyo funcionamiento es necesario asegurar mediante dos
sistematizar el tramado viario a fin de aumentar el nivel de ltigie 1·lcmen tos funcionales: la higiene y la circulación. Más adelante,
ne y de control sobre los ciudadanos, se establece un pacto entre 1•sle concepto de ciudad integral fracasó, hasta tal punto que la ciu
los agentes privados y los públicos. Esto se formalizó a través de dad llegó a identificarse con una «empresa» en lo que respecta a la
una nueva disciplina: el urbanismo. Tal y como señala Piccinato g ·stión, más o . menos independiente, de diversos sectores funcio
( 1973): «El deterioro de las condiciones urbanas se verifica con nales. La vivienda, el transporte, las zonas verdes, etc . , serán pro
temporáneamen te al afirmarse una ciencia de la ciudad . » Sin em v"ctados autónomamente (Piccinato, 1973). Entre 1870 y 1914 se
bargo, Monclús ( 1989) advierte que las raíces teóricas de la disci ; lcsarrolla el período en el que el urbanismo adopta un aspecto
plina se pueden encontrar ya en el siglo xvm, cuando se pasa de ·ientífico. Uno de los canales de divulgación de esta nueva ciencia
una reflexión parcial de la ciudad a una global (que comparten serán las exposiciones internacionales, como la que se inauguró en
geógrafos, arquitectos, médicos e incluso funcionarios), en rela Uerlín en 19 10. En ésta (y otras exposiciones) se formulan las
ción con objetivos funcionales: higiene y circulación; y establece ideas y propuestas para organizar la ciudad que acompañará los
dos posibles inicios: una toma de conciencia gradual de los pro primeros decenios del siglo xx. Berlín apuesta por el « gran Berlín» ,
blemas de la ciudad, surgidos con los procesos de industrializa 'Omo ciudad metropolitana perfectamente integrada; esto e s l o que
ción, o bien un proceso relacionado con determinadas circuns tan •n el ámbito general se conoce como el gross- stand, la « gran ciu
cias históricas. Monclús afirma que los «padres)> de esta discipli dad » . En esta propuesta, la ciudad se convierte en un instrumento
na se localizan en Francia, corno Laugier ( 1763) que señala tres ·conómico, en el que hay que incluir los servicios y las infraes
elementos esenciales para la ciudad: entradas, calles y edificios; se l ructuras, que tendrían como objetivo el crecimiento económico de
trataría de intervenir en los caminos de acceso. Blondel y Patte 1 1 0 territorio determinado. Las otras dimensiones de la ciudad es
( 1766), por su parte, insistían en los problemas de viabilidad y de tarían relacionadas con el consumo y la monumentalidad. En la
circulación y en otras cuestiones como la ordenación de las calles, propuesta metropolitana de Berlín destaca el énfasis puesto en el
la higiene, etc. enlace de los sistemas de feITocarriles al norte y al sur de la ciu
Esta nueva ciencia, que en la segunda mitad del siglo XIX se con dad, en la solución de los problemas del tránsito urbano, en el es
vertirá en la disciplina urbanística, tenía dos líneas de actuación, tudio cuantitativo del problema de la vivienda, en la creación de un
por entonces muy diferenciadas: por un lado, la de los utópicos, que cinturón de bosques y de agua y en la definición de nuevos siste
se aproximaban a los problemas a partir de un modelo ideológico mas de parcelación (Hegemann, 1975). Al otro lado del Atlántico
global, presentado como una alternativa a la realidad existente que surgió, de manera paralela, otra teoría urbanística: el city p lanning.
era necesario desarrollar lejos de ésta; y, por otro, los técnicos vin Según ésta, la ciudad se concibe como el resultado de una serie de
culados a la ciudad real, los cuales intentaban corregir los defectos elementos estructurantes: el sistema de transporte, el sistema via
creando un cuerpo legislativo no sólo urbanístico sino también sa rio, los parques y las facilidades de esparcimiento. El orden en que
nitario (Benevolo, 1967). Este segundo grupo, que a la larga preva surgen los elementos es significativo: el transporte es considerado
lecerá (aunque influido por los u tópicos), intentó arreglar las dis un factor central en el crecimiento económico urbano y un ele
funciones de la ciudad moderna, no a partir de la investigación de mento ineludible en las ciudades que inician un proceso de exten
los orígenes externos, sino buscando las soluciones dentro de la pro sión de la vivienda de baja densidad. Esta propuesta apostaba por
pia ciudad a fin de crear, en todo caso, una <<nueva estructura de los enlaces ferroviarios, la creación de subways y la difusión de los
ciudad» que podría sustituir a la existente. ómnibus, que eran preferidos frente a los trenes elevados y al tran
Los primeros pasos de esta disciplina se orientaron a entender vía (Roca, 1979).
el funcionamiento de la ciudad y a evidenciar sus elementos más Es importante subrayar que, en los inicios de esta disciplina, se
importantes. E n este sentido es fundamental la imagen ofrecida quiere resolver uno de los grandes problemas de la ciudad: la ere-
84 CIUDAD Y TRANSPORTE ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 85
ciente movilidad . A principios del siglo XX, las cuestiones «Cómo 1 1 1 ismo: calles largas, rectilíneas y amplias. Es en este período
deben moverse las personas por la ciudad» y « cómo se estructura l " l t ando se profundiza en el concepto de «calle contemporánea»,
la ciudad » se entienden como las dos caras de un mismo proble l 'omo una continuidad en los cambios que se iniciaron en lo que
ma. En este sentido, Rocanyolo (1985) entronca la importancia que • · había definido como «calle moderna» , la cual se fijará como
a principios del siglo xx la urbanística confiere a la movilidad y es 1 1 n a vía de circulación y consumo (Alessandri Carla, 1993) al aban
pecialmente a la viabilidad con los aspectos que caracterizan la donar una de las funciones más importantes que había tenido has
evolución de las ideas del pensamiento urbano en los inicios del si t a entonces: lugar de encuentro entre vecinos. Así, dejará de ser el
glo XIX en Francia, una de las cuales la constituyen los proyectos lugar de la coincidencia y la simultaneidad para pasar a ser el del
de red de comunicaciones; las otras son la utopía social y el pen i n tercambio y la conexión. Esto supone la consolidación de la ca
samiento urbano. l l e como ligazón, como espacio viario, que permite acceder a lu
gares diversos.
Ello provocará que algunos autores discutan su calificativo de
T ECNOLOGÍ A Y MOVILIDAD
l ugar, puesto que no existe un tiempo de encuentro, sino tan sólo
1 1 11 tiempo de intercambio, en el que la velocidad será el elemento
En la organización de la ciudad, además del desarrollo tecnoló a incrementar. La velocidad es entendida como aquello que permi
gico del proceso productivo, se tiene que valorar la tecnología rela t e pasar rápidamente un espacio conectivo, espacio que no tiene
cionada con las necesidades de desplazamiento: las infraestructuras una función por sí m ismo, a excepción de la distancia, entendida
viarias y ferroviarias. Si la ciudad moderna nace y se explica por un ·orno fricción o elemento a superar. Las calles haussmanianas son
cambio en los procesos de producción, su desarrollo, ·tanto desde el las primeras que adoptan esta función a gran escala (Lavedan,
punto de vista morfológico corno funcional, está directamente rela 1 959). La nueva forma de la calle surge y se potencia, para dotarla
cionado, no sólo con las posibilidades técnicas de los medios de de una nueva función: facilitar el movimiento mediante el aumen
transporte, sino, sobre todo, con la integración de éstos en el siste Lo de velocidad. Eso provoca que la calle se transforme en infraes
ma social. Una integración que dependerá de la relación entre los tructura destinada a soportar la demanda de movimiento. Esta fun
agentes urbanos. Con el objetivo de organizar racionalmente la ciu ción permite desplazamientos rápidos y seguros y, por tanto, debe
dad es necesario que el instrumento urbanístico, el plan, resuelva concluir en un sistem a eficiente de circulación. En la ciudad, con
los aspectos patológicos de la ciudad (la falta de viviendas y la con cebida como un sistema unitario gracias a Ja propuesta de una re
gestión del tránsito), a la vez que debe estructurarla como un sis novada tecnología de calles que integra una nueva red viaria, sur
tema unitario, cuyas interconexiones se establecen, en gran medi gen conceptos urbanos como la accesibilidad y la centralidad. El
da, a través de la red de las nuevas calles y de las nuevas líneas de tramado viario de la ciudad favorece la accesibilidad de unas par
transportes. tes de la ciudad en detrimento de otras; esta desigualdad espacial .se
ha ido traduciendo en un desigual j uego de rentas, que al mismo
La calle-infraestructura
tiempo ha influido en el nivel de centralidad. Son relaciones espa
ciales que se comportan como elementos unificadores de la ciudad
La transformación del trazado viario no es un elemento nuevo (Rocanyolo, 1989).
en la ciudad de finales del siglo pasado, puesto que a lo largo del
siglo xvm y durante la primera parte del siglo xrx, en casi todas El ritm o de lo u rban o
las ciudades se llevan a cabo obras de remodelación de los traza
dos medievales. La novedad radica, en este período de gran creci E l perfeccionamiento de los medios de transporte mecánicos
miento urbano, en la dimensión: ya no serán remodelaciones par adaptados a la ciudad, que se concretó con la incorporación �el
ciales, sino de toda la ciudad. Tanto si se construyen ensanches tren y del tranvía, supuso un avance i mportante por el progresivo
como si se realizan reformas interiores (de los espacios medieva cambio de las características del desplazamiento de las personas
les de la ciudad), el diseño del trazado viario es prácticamente el en el medio urbano, a la vez que fue uno de los factores que con-
86 CIUDAD Y TRANSPORTE
ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 87
dicionaron la morfología y la funcionalidad urbana. Paso a paso, do no estaba funcionalmente integrado. El tranvía, con recorridos
los nuevos medios de transporte fueron desplazando a las viejas más cortos y paradas más frecuentes, tenía un ámbito de actua
diligencias, los ómnibus y los carricoches. Aunque, durante varios ción más restringido que el ferrocarril, el cual, por sus caracterís
años, se continuó u tilizando la fuerza animal en los transportes ticas técnicas, debía tener las paradas m ás separadas entre sí y su
urbanos al adaptar los viejos ómnibus a un desplazamiento sobre recorrido podía ser más extenso (Balzarotti Barbieri, 1979). El uso
raíles que les permi tía aumentar considerablemente la velocidad y se ceñía a una clase media y acomodada, a aquellos que no po
la seguridad, convirtiéndose, así, en los primeros tranvías de la dían tener un coche de caballos propio, pero que tampoco estaban
ciudad . Al mismo tiempo, se reservaba la fuerza del vapor, utili dispuestos a restringir el uso de la ciudad al reducido y circuns
zada por el ferrocarril, para los transportes interurbanos, puesto crito ámbito que les permitía el desplazamiento a pie (Monclús y
que era considerada una fuente energética nociva p ara un am Oyón, 1990).
biente densamente poblado (McKay, 1979). Por dicha razón, el La primera incorporación de los medios de transporte mecáni
tranvía de tracción animal fue la primera innovación moderna en cos en la ciudad, fruto de concesiones públicas a diferentes empre
los transportes urbanos, que originó protestas ciudadanas en las sas privadas, las cuales no actuaban según criterios de servicio pú
calles por las que pasaba, puesto que consideraban que no eran blico sino, como toda empresa p1ivada, para obtener el máximo de
vías de circulación adecuadas para la velocidad que podían al beneficio, no iba dirigida a las clases trabajadoras, sino a las clases
canzar esos nuevos medios de transporte. medias, que podían pagar los elevados precios de los billetes (Mer
Hacia 1870, según Forer (1978), se inicia la etapa de implan lin, 1984). Por esta razón, las líneas de transporte tenían unos re
tación de las innovaciones tecnológicas en la ciudad, aunque éstas corridos que o bien se establecieron para enlazar los centros de pro
fuesen los viejos ómnibus tirados por caballos, que circulaban so ducción con el puerto o el mercado, especialmente si se trataba del
bre raíles. Para el espacio urbano, y también todo para el periur ferrocarril, o bien para cubrir las necesidades de desplazamiento de
bano, la introducción de esta tecnología significaba la diferencia los pequeños empresarios y de los comerciantes para ir a sus luga
ción radial de la ciudad. Al ser transportes de infraestructura fija, res de trabajo, a los lugares de consumo, de ocio o a las segundas
el servicio que ofrecían estaba restringido por donde pasaban, que residencias. Es por eso que los recorridos eran básicamente radia
eran normalmente recorridos radiales que confluían en el centro les, al enlazar el centro, donde se concentraba el espacio comercial
de l a ciudad. Eso creó áreas desigualmente conectadas: por un con las zonas alejadas y poco densas de la ciudad o de la región, allí
lado, unos espacios intersticiales que no recibían los servicios de donde se ubicaban las residencias, en algunos casos de veraneo, de
dichos medios de transporte, y otros m uy bien conectados con el esta clase urbana.
centro. Será también la época en que se empieza a pensar cómo A caballo de los siglos XIX y xx, los trabajadores y las trabaja
puede integrarse el ferrocarril, aún de vapor, en la ciudad para que doras fabriles, aún estaban obligados a vivir junto al lugar de tra
se convierta en un elemento urbano. En este sentido, destacan bajo, ya que no se podían permitir pagar el coste del desplaza
August Orth, que en 1871 ideó una posible integración del ferro miento. Esta estructura urbana del trabajo intensificaba los lazos
carril para la ciudad de Berlín, e Ildefons Cerda, que formuló en de parentesco y vecindad y reforzaba los espacios públicos de la
1860 una teoría urbanística en la que el ferrocarril se convertía ciudad ( Miralles y Oyón, 1998). Por esa razón , J a tradición cultural
en un elemento principal. aún m an tenía un carácter protoindustrial que finalizará cuando
A finales del siglo XIX, la calificación de transporte urbano o esta clase social pueda acceder a los medios de transporte de for
i nterurbano no se restringía a la peculiaridad espacial, sino que ma cotidiana y puedan desligarse la esfera del trabajo y la de la vi
también incluía di ferencias de uso, tanto en el sentido temporal vienda. Para los trabajadores, la ciudad era igual que cincuenta
(la frecuencia) como social (qué grupos lo utilizaban ) . Cuando se años antes (Hall, 1975), a excepción de que de vez en cuando los
tienen � n cuenta estas tres variables: recorrido, uso temporal y nuevos medios de transporte les permitían alejarse de la ciudad al
uso social, se puede apuntar que tanto los tranvías como el ferro gún que otro festivo. La frecuencia de tales salidas irá incremen
carril tenían características interurbanas, periurbanas y, en algu tándose a m edida que avance el siglo xx, de acuerdo con la dismi
nos casos, urbanas, puesto que servían a un espacio que a menu- nución relativa de los precios del transporte y con la ampliación de
88 CIUDAD Y TRANSPORTE ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 89
las líneas. De todas formas, tanto en lo relativo al acceso de la po gares) de las unidades administrativas urbanas en la ciudad real.
blación como a los espacios que podían conectar, y a pesar de su Además, con la participación de los agentes públicos se produce un
uso restrictivo, estos primeros medios de transporte inician de for cambio en los medios de transporte, que incluye la introducción de
m a tímida la transformación de los tiempos conectivos puesto que nuevas tecnologías, fuentes energéticas y gestión. Todo ello, junto a
incrementan la velocidad urbana. otros cambios en la esfera productiva y en las disposiciones espa
ciales de las actividades urbanas, hace que los medios de transpor
te urbanos (todavía colectivos) pasen a ser elementos relacionados
3. Los transportes y la cotidianidad ( 1900-1940) con el mundo laboral y se conviertan en una parte imprescindible
de la estructura productiva.
El incremento de la centralidad y la consolidación de la subur
banización son las transformaciones que definirán la ciudad en las Sub urb anizació n versus centralidad
primeras décadas del siglo xx . Es lo que se denominará la «gran
ciudad». Los medios de transporte incorporan un número impor El centro de la ciudad de finales del siglo xrx se identifica, ha
tante de innovaciones (tecnológicas, de organización, de gestión) bitualmente, con los límites de la ciudad histórica y se caracteri
que, junto a las transformaciones que se dan en el seno de la esfe za por incluir una gran variedad de funciones (industriales, co
ra productiva, les otorgarán una nueva posición en el contexto so merciales ó residenciales) y por ubicarse, todavía en él, la resi
cial urbano. Desde este momento, serán considerados servicios co dencia de diferentes grupos sociales: se da una mezcla de funcio
lectivos, a los que tendrán acceso los trabajadores, y se convertirán nes o un uso múltiple del espacio. En este ámbito de la ciudad, a
en elementos relacionados con las actividades laborales. Simultá caballo entre los siglos XIX y xx, se inició una dinámica de fil
neamente, aparece el concepto de com.m uters: ciudadanos que utili tración, como consecuencia del traslado de ciertas capas de pobla
zan el transporte para ir al trabajo. ción h acia espacios periféricos, iniciando el proceso de suburba
El nuevo modelo urbano se originará básicamente en dos ciu nización, que ocasionó una reducción de la residencia en favor de
dades americanas (Nueva York y Los Ángeles) y experimentará un la actividad terciaria, dando lugar a las diferencias morfológicas y
proceso de difusión hacia todo el mundo occidental favorecido y re funcionales que hoy tienen dichas ciudades. Sin embargo, esta di
forzado, en los criterios para ordenar la movilidad de los ciudada námica fue más débil en las ciudades europeas que en las ameri
nos, por la teoría de la «ciudad moderna» surgida en Europa entre canas. White (1984) señala tres razones que explican esta diferen
los años veinte y treinta. Por lo que los modelos urbanos que trata cia. Primero la renovación, reconstrucción y remodelación de los
rán de implantarse en Europa después de la segunda guerra mun bienes inmuebles en el centro de la ciudad europea permite que la
dial se basarán en la segregación y en la dispersión de las activida burguesía pueda pennanecer allí y pueda, a la vez, revalorizar la pro
des y de los grupos sociales. Paralelamente se genera una estrate ximidad a la multifuncionalidad que o frecen estas ciudades. Ade
gia de sustitución de los medios de transporte colectivos por los pri más, la planificación urbanística, a la vez que evi ta la degradación,
vados, que se desarrollará a escala sectorial y territorial. ha i mpedido también la segregación social. Hall (1975) comple
men ta este análisis y advierte que existían elementos sociales, eco
nómicos y tecnológicos para que este proceso de suburbanización
L A GRAN CIUDAD se pudiese iniciar. El abaratamiento de los costes de construcción,
así como el crecimiento y Ja diferenciación de las clases medias
La transformación urbana, con un proceso de terciarización , respecto a los trabajadores con una estrategia de diversificación de
más o menos intenso, del centro y l a ampliación y l a intensificación las tipologías edificatorias y una redefinición de los barrios urba
de la suburbanización, origina una nueva manera de entender la nos. En el ámbito tecnológico, Hall subraya la importancia de las
ciudad: una red de relaciones en la que las infraestructuras serán innovaciones en los transportes urbanos, que junto a políticas pú
un elemento clave. Al mismo tiempo, el crecimiento efectivo de l a blicas diversas se han convertido en mecanismos inductores de
ciudad conlleva una adaptación (desigual según los casos y los lu- centralidad y convergencia o elementos impulsores de suburbani-
90 CIUDAD Y TRANSPORTE ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 91
zación y divergencia, en unos entornos socioeconómicos distintos. En otras ciudades se iniciaron procesos de agregación o ane
La creación de nuevos barrios alrededor de la ciudad fortalece la xión de las ciudades periféricas a la ciudad central. Tanto en una
separación espacial de los grupos sociales, lo que será una de las fórmula como en la otra, la importancia de la movilidad diaria por
características básicas de la ciudad contemporánea. En la cultura ·
motivos de trabajo (los commuters) de las personas en relación al
angloamericana, los residentes de estas periferias serán la clase desarrollo de la actividad laboral empezó a convertirse en una va
burguesa; en cambio, en las ciudades de la Europa continental la riable fundamental.
periferia será el destino de los proletarios expulsados del centro de
la ciudad. El transporte en el crecimiento urbano
El proceso de crecimiento y ensanchamiento de la superficie,
la multiplicidad de funciones, la selección y separación . social y E n este período de transformación urbana, el papel de los nue
económica dan lugar a una nueva manera de entender la ciudad, vos medios de transporte tiene dos posibles interpretaciones. Según
que se percibe como una red de relaciones entre elementos y par los análisis clásicos, el crecimiento de la ciudad no hubiera sido po
tes diferenciadas y alejadas, en la que las infraestructuras y los sible sin un medio de transporte eficiente, por lo que los suburbios
sistemas de transporte serán un elemento principal. Es lo que se identifican con una intensificación de los transportes urbanos: el
convierte a la ciudad en «gran ciudad» (Sola-Morales, 1994). Su crecim iento de la periferia de las ciudades se ha podido desarrollar
organización pretenderá imitar u n espacio fabril, como una uni gracias a la creciente eficacia de los transportes, especialmente a
dad de producción capitalista donde es necesario concentrar los partir de la implantación de los cambios tecnológicos adecuados.
medios de producción al mismo tiempo que se deben facilitar las Pero cuando se observan detenidamente los diferentes procesos de
relaciones funcionales, imprescindibles, entre las diferentes uni suburbanización, la relación entre las infraestructuras de transpor
dades productivas. En definitiva, es la voluntad de t aylorización te y las periferias no es tan casual ni general, sino más compleja,
del espacio urbano (Torres Capell, 1985). La estrategia para al dialéctica y adaptada a cada una de las condiciones particulares.
canzar estos objetivos fue organizar mediante un sistema de in Por este motivo, las restricciones respecto a dicha relación que
fraestructuras, tanto viarias como ferroviarias, la conexión de to plantean algunos autores son principalmente de matiz metodológi
dos los elementos de la ciudad. Fue el momento de representarla co, en el sentido que se debe acotar y matizar la in fluencia de los
mediante « esquem as de organización urbana» que subrayaban las transportes sobre el crecimiento de la ciudad insertándolos en cada
redes de infraestructura. En este sentido, son célebres los organi realidad urbana y cultural.
gramas de expansión de Berlín que construyó Eberstadt en 19 1 O , En las ciudades americanas existe una relación evidente (lo
o los organigramas de Londres, Berlín, París y Moscú diseñados que no quiere decir causal) entre las in fraestructuras de transpor
por Eugene Henard . El proceso de ampliación constante de la di te y el crecimiento de las periferias urbanas. Pero esta relación es
námica urbana condujo a obligadas reformas administrativas que mucho más compleja en las ciudades de la Europa continental,
siguieron estrategias diferentes según el momento y el lugar. En porque en ellas muchos crecimientos periurbanos se desarrollaron
19 10 se estableció en Estados U ni dos la categoría de «distrito me sin ningún tipo de infraestructura de transporte. Numerosos su
tropolitano» ; el primero que definió, en términos políticos y ad burbios h abían aparecido sin tener (ni quizá necesitar) una red
ministrativos, la gran ciudad. Fue un reconocimiento de la fase eficiente de transportes y eso obligaba a la movilidad residencial
urbana en la que el tejido físico de la ciudad y su realidad social de los trabajadores, a la vez que motivaba una morfología del su
no coincidían: burbio mucho más compacta y autocentrada. De esta experiencia
surge una segunda in terpretación, más elaborada, que advierte
[ . . . ] y no se trataba tanto de un reajuste administrativo como de un que la descentralización y la dispersión suburbana no son simples
reconocimiento del compromiso cotidiano con las personas que vi consecuencias de la implantación del transporte colectivo, aunque
vían fuera de la ciudad, quienes trabajaban en ella diariamente y de su influencia no es en ningún modo despreciable ( Monclús y
pendían de sus recursos (Jones, 1992, p. 45). Oyón , 1990). En este período, los medios de transporte resultan
imprescindibles para una buena parte de la población que los ne-
92 CIUDAD Y TRANSPORTE ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DEL TRANSPORTE Y LA CIUDAD 93
cesita para realizar las tareas cotidianas. Eso provoca que, al mis caballos-, 1 1 que habían desempeñado una importante labor en la
mo tiempo, se hayan convertido en elementos u tilizables como ciudad de la segunda mitad del siglo XIX, resultaban poco ú tiles
« Constructores» de ciudad. Es por eso que los transportes pasarán para las nuevas exigencias de la «gran ciudad». Sus velocidades no
a ser opciones políticas sobre el modo de vida de los futuros ciu permitían moverse con una frecuencia diaria por el nuevo espacio
dadanos (Merlin, 1985). De acuerdo con esta idea, y a pesar de que urbano funcional. La fragmentación organizativa entre las diferen
el metro es tradicionalmente la infraestructura menos estudiada tes líneas de transporte, producto de una gestión dividida en pe
en relación a la ciudad, el de París es un buen eje mplo. Creado queñas empresas privadas, dificultaba la integración de los distin
para servir únicamente a la ciudad, en tanto que se « olvidaba» a tos medios en un sistema de red integrada, y el elevado precio del
la periferia, el metro se construyó como una infraestructura «lo billete hacía prohibitivo el uso de los transportes para la gran masa
cal » y no « metropolitana», a pesar de que París, tanto por su for de la población trabajadora. Todo ello provocó lo que los autores
m a como por su funcionalidad, fuese a principios de siglo una ciu americanos denominan una segunda crisis of urban transport. Sin
dad metropolitana. Era necesario, sin embargo, preservar el cen embargo, quizá sería más apropiado calificarla como «crisis de la
tro de la ciudad, aislarlo de la periferia, y el metro fue un elemento movilidad », puesto que no son los medios de transporte existentes
importante para llevar a cabo esta estrategia urbana de selección los que entran en crisis. La crisis proviene del desfase entre lo que
(Rocanyolo, 1988). éstos ofrecen y lo que necesita la nueva estructura de la ciudad en
A pesar de todas las matizaciones que deben hacerse al hablar relación a la movilidad de sus ciudadanos. La movilidad debe ser
de la relación entre el crecimiento urbano y las nuevas tecnolo una actividad frecuente, barata y que permita llegar a todo el terri
gías de transporte durante los primeros años del siglo, y teniendo torio urbano, a toda la « gran ciudad » . En relación a estas nuevas
en cuenta diferen tes escalas urbanas, ritmos de crecimiento desi características que debe adoptar el desplazamiento de las personas
guales y diversas tradiciones culturales, las innovaciones en los me en la ciudad, se hace necesario un proceso de innovación, que im
dios de transporte contribuyeron a la lógica de la transformación plique tanto la tecnología como la organización y la gestión de los
que entonces estaba implícita en la estructura social y económica medios de transporte urbanos.
de la ciudad ( Offner, 1992): ampliar las periferias e intensificar la
terciarización del centro de la ciudad. En este sentido deben en La mecanización de los tranvías fue de este modo una respuesta
tenderse las modificaciones que las redes de transporte colectivo a las necesidades de la ciudad. El crecimiento urbano explica la adop
sufrieron en este período. El aumento de la frecuencia y el incre ción de las in novaciones y no a la i nversa (Monclús, 1992, p. 27).
mento de la velocidad posibilitaron el alargamiento de las líneas y,
paralelamente, la extensión de la ciudad tres veces más allá de su En lo que respecta a la innovación tecnológica hay un hecho
perímetro inicial. Pero no cambió el sentido radial de la red, lo que clave: la incorporación de la electricidad como fuente energética.
indujo a un notable incremento de la mejora de la accesibilidad en Esta nueva fuente de energía hizo posible que se realizasen trayec
el centro de la ciudad . tos urbanos por espacios densamente poblados que no podrían re
correrse con las máquinas de vapor. También significó un aumento
Todo el inundo en tranvía considerable de la velocidad media (15-20 km/h), un consiguiente
alargamiento de los recorridos y un aumento de las capacidades.
La nueva disposición de las actividades productivas y residen Pero uno de los hechos fundamentales fue la oportunidad de reba
ciales sobre el territorio urbano y la consiguiente renovación de la jar los costes de explotación y, por consiguiente, abaratar el precio
escala, de la organización e incluso del concepto de ciudad, im de los billetes, lo que hizo posible el uso de los medios de transporte
plicaron nuevas necesidades de desplazamiento de las personas: por los trabajadores de forma cotidiana con una frecuencia diaria
era imprescindible que los ciudadanos, especialmente aquellos que
realizaban tareas productivas, pudiesen moverse por todo el espa 1 1. Aunque algunas de las más importantes ciudades americanas y europeas in
corporaron las innovaciones tecnológicas de una manera precoz, podemos denominar
cio urbano de una manera rápida y barata. Los medios de trans a ese período, hasta finales de siglo, como «la era del tranvía de caballos» (Monclús,
porte existentes -«a pie», el ómnibus, los trenes y los tranvías de 199 2 , p. 45).
View publication stats