Luis Cernuda
Luis Cernuda
Luis Cernuda
- POESÍA
La poesía cernudiana es una poesía de la meditació n, y consta de cuatro etapas, segú n Octavio Paz: los añ os
de aprendizaje, la juventud, la madurez y el comienzo de la vejez.
A la etapa inicial pertenecen las primeras poesías, publicadas en 1927 con el título de Perfil del aire y É gloga,
elegía, oda, que toca algunos temas muy cernudianos: amor y eros en especial.
Comienza el ciclo de la juventud con Un río, un amor y Los placeres prohibidos, escritos entre 1929 y 1931.
Esos dos libros revelan la adhesió n de Cernuda al surrealismo. Lo esencial de esos poemarios es su espíritu
de rebeldía contra el orden establecido. En Los placeres prohibidos la rebelió n crece con la abierta
reivindicació n de la homosexualidad. Donde habite el olvido es un libro neorromá ntico, «superbecqueriano»,
que desarrolla una elegía amorosa.
El período de madurez arranca con Las nubes (1940 y 1943), uno de los má s bellos libros de poesía sobre la
Guerra Civil, donde lo elegíaco alcanza su plenitud. Prolonga tono y estilo en Como quien espera el alba
(1947). Obsesionado con sus recuerdos sevillanos, elabora en prosa Ocnos.
En México se desarrolla su ú ltima etapa. Allí compondría Variaciones sobre tema mexicano y Vivir sin estar
viviendo.
Es perceptible la sustitució n de la anterior musicalidad elegante, garcilasiana, por un ritmo seco, duro, y sin
ornamentació n. Este estilo alcanza su plenitud en Desolació n de la Quimera (1962).
Junto a todas estas presencias de la tradició n cultural europea, Cernuda también tendrá en cuenta la obra de
sus contemporá neos:
1. Juan Ramó n Jiménez, por la visió n de que la verdadera literatura es aquella que se dirige a la esencia
de las cosas.
2. Los poetas del 27 le enseñ an a enfrentarse a la obra literaria desde la perspectiva del Surrealismo.
La funció n del poeta en la obra de Luis Cernuda entronca perfectamente con la tradició n romá ntica, segú n la
cual el artista aparece como un ser solitario dotado de un don sobrenatural que le permite ver y expresar lo
que otros no pueden. En esta línea, Cernuda se nos presenta como un integrante de una tradició n que arranca
con los romá nticos, sobre todo con los alemanes como Hö lderlin, Novalis o Heinrich Heine y que en Españ a
representa la figura de otro sevillano, Gustavo Adolfo Bécquer. El poeta es, por tanto, un «elegido», bien sea
por Dios o por el Demonio. Es un ser maldito, marginado por la sociedad, hecho del que deriva su soledad
total. En el caso de Cernuda, esa condició n de maldito, de diferente, viene reforzada por su forma distinta de
entender el amor. Su homosexualidad choca frontalmente con los usos y las normas propias de la sociedad
burguesa a la que pertenece y en la que vive. Como consecuencia del sentimiento de la diferencia, la actitud
del poeta sevillano frente al mundo se definirá por la rebeldía y por el sentimiento de frustració n provocado
por el choque constante entre la realidad que vive y el deseo de vivir, de amar, de forma diferente.
El nú cleo temá tico de la obra de Cernuda es la antítesis entre la realidad y el deseo, hecho que explica que a
partir de 1936 titulara el conjunto de su poesía con esta oposició n. Esta antítesis nace, sin duda, de las
peculiares circunstancias vitales del poeta sevillano, pero entronca perfectamente con lo que en los poetas
romá nticos y simbolistas era la colisió n entre la libertad individual y la sociedad burguesa, ademá s de ser un
tema característico de la poesía del siglo XX, como lo demuestra su aparició n en poemas de autores muy
variados, desde Antonio Machado, a Federico García Lorca, pasando por Rafael Alberti, por citar solamente a
algunos contemporá neos de Cernuda.
El tema de la realidad frente al deseo podemos concretarlo en la obra de Cernuda en una serie de motivos
temá ticos recurrentes:
4. El amor, como el gran tema cernudiano. Este motivo adopta distintos planteamientos a lo largo de su obra
que podemos reducir a cuatro momentos:
Un amor no disfrutado, pero presentido. Entendido má s como experiencia literaria, leída. Es lo que
encontramos, principalmente, en el libro Los placeres prohibidos.
La experiencia amorosa marcada por la insatisfacció n, por el dolor y el fracaso, por la incomprensió n. Lo
podemos encontrar, principalmente, en el libro Donde habite el olvido.
El amor como experiencia feliz, exaltada, pero marcada por la brevedad. Así lo leemos en los Poemas del
cuerpo.
El tiempo y su discurrir es otro de los grandes temas del poeta sevillano. Vinculados a este motivo temá tico
encontraremos el deseo de juventud eterna, marcada por las experiencias amorosas, por la belleza y por la
fuerza de espíritu que le permite mantener una actitud rebelde frente al mundo que le oprime; la nostalgia de
la infancia, asociada a la ingenuidad y, por ello, a la felicidad y el deseo de eternidad, de llegar a fundirse con
la Naturaleza en un universo perfectamente ordenado.
5. La naturaleza. Es clara la oposició n que se produce en los poemas de Cernuda entre el mundo burgués,
contra el que el poeta reacciona de maneras diversas, y el mundo natural, considerado como un paraíso en el
que el artista puede vivir en perfecta armonía. Ese mundo social burgués viene marcado por el caos, es la
realidad, y frente a él, el orden natural, el deseo. Esa naturaleza cernudiana viene dominada por la
espontaneidad y por la proyecció n libre de los sentimientos y los instintos que en el á mbito burgués deben
ser reprimidos.