4 Reinos y Elementos Alumno 2
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1 REINO VEGETAL
Los seres vivos que no están capacitados para movilizarse mediante una acción voluntaria integran el reino vegetal. Los
vegetales crecen, se desarrollan, se reproducen y mueren, pero tienen una capacidad muy reducida o nula para
reaccionar ante un estímulo exterior.
Como en la mayoría de las clasificaciones de los seres vivos en reinos, no existe un consenso científico acerca de qué
organismos deben ser incluidos en el reino vegetal. Incluso muchos dudan sobre la conveniencia de la existencia de esta
clasificación.
Hay muchas clasificaciones existentes acerca del reino vegetal, aunque, una de las más generalizadas, es la que establece
que se divide en dos grandes grupos:
-Las plantas sin flores, como sería el caso de los musgos y los helechos, entre otra serie amplia de especies.
-Las plantas con flores, que se reproducen mediante semillas y que la mayoría dan lugar a que se formen luego frutos. En
este grupo se engloban desde el abeto hasta el peral, entre otros.
No obstante, los expertos recomiendan que para poder llevar a cabo una exhaustiva y clara clasificación de los miembros
que dan forma al reino vegetal lo adecuado es hacerlo basándose en elementos como estos: los frutos, las semillas, los
vasos conductores, las hojas, el raíz, el tallo, los cotiledones…Así, si se parte de la presencia o ausencia de estos se
puede conseguir un claro agrupamiento de aquel.
Hay que destacar, de todas formas, que el reino vegetal ya estaba presente en las primeras clasificaciones de organismos.
En la Antigua Grecia se diferenciaba entre los animales (aquellos organismos que viven y pueden sentir y crecer), los
vegetales (viven y crecen, pero no pueden sentir) y los minerales (que crecen, pero no viven ni tampoco sienten).
En su sentido más amplio, hoy puede decirse que el reino vegetal está compuesto por las plantas y los alimentos que
derivan de ellas, como las frutas, las verduras, los cereales y las hortalizas.
Además de todo lo expuesto, se hace necesario que descubramos otra serie de datos de interés relativos a los sujetos
que forman parte del citado reino vegetal:
-Las plantas son autótrofas, a excepción de algunas especies muy concretas como son las carnívoras o las llamadas
parásitas.
-Se pueden reproducir de manera sexual y asexual.
-Llevan a cabo el proceso de la fotosíntesis, que permite transformar lo que es la luz del sol en energía química haciendo
que la materia inorgánica se convierta en orgánica.
-Los integrantes de este reino se identifican porque son los únicos seres capaces de fabricar su propio alimento y porque
no cuentan con órganos de los sentidos, aunque eso no significa que no puedan reaccionar a ciertos estímulos.
El reino vegetal, en este sentido, es imprescindible para la vida humana. Las plantas se encargan de absorber el dióxido
de carbono y de liberar oxígeno, por ejemplo. El hombre, por otra parte, se alimenta de todo tipo de vegetales: acelga,
cebolla, papa (patata), batata, arroz, maíz, zapallo, manzana, etc.
Del reino vegetal también proceden muchos de los tejidos que se utilizan para hacer la ropa y la madera que permite
construir viviendas y muebles, entre muchas otras cosas.
–Es heterótrofo.
Los animales se alimentan de otros organismos, debido a que son incapaces de producir su alimento a partir de sus
propias sustancias orgánicas. Casi todos los animales están dotados con una boca móvil útil para sujetar y/o masticar los
alimentos.
Pueden alimentarse de forma activa como lo hace la mayoría de los que se desplazan, o de forma pasiva cuando
aprovechan las partículas alimenticias suspendidas en el medio y las recogen cuando pasan cerca de su boca. Algunos
otros animales se alimentan por filtración; no hay mejor ejemplo de este proceso de alimentación que el que es realizado
por las ballenas con barbas, las cuales nadan y filtran el agua para capturar pequeños organismos.
–Peces. Los peces fueron de los primeros vertebrados ya que evolucionaron a partir de animales con columna vertebral
hace unos 500 millones de años.
Son animales adaptados completamente al medio acuático, respiran por medio de branquias y se mueven gracias a las
aletas. Pueden ser cartilaginosos (esqueleto de cartílago) u óseos (esqueleto calcificado).
–Mamíferos. Fue el último grupo de animales que apareció en la Tierra, hace unos 65 millones de años. Las más de 5,000
especies de mamíferos tienen sangre caliente, dan a luz crías vivas y se alimentan con leche materna durante su
desarrollo temprano. Están adaptados a hábitats diversos.
–Aves. Son en realidad reptiles homeotermos y se cree que descienden de los
dinosaurios. Existen cerca de 10,000 especies de aves hasta la fecha que habitan en todo
el mundo excepto en regiones polares de temperaturas extremas.
La mayoría de las aves tienen la facultad de volar, pero algunas, como las gallinas y los
avestruces, no pueden hacerlo. Algunas otras pueden bucear y hasta nadar. Son animales
ovíparos.
–Reptiles. Fueron los primeros vertebrados que sobrevivieron fuera del agua debido a los
huevos que podían incubarse en tierra firme. El grupo de reptiles comprende tortugas,
lagartos, serpientes, cocodrilos y tuátaras. Son animales de sangre fría con una piel
cubierta de escamas duras y secas. También son capaces de regular su temperatura.
–Anfibios. Estos vertebrados son curiosos: poseen sangre fría al igual que los reptiles,
pero su piel es lisa y cuentan con 4 patas. Se caracterizan por ocupar hábitats terrestres y desovar en agua dulce.
-Invertebrados. Estos animales constituyen la forma de vida animal más antigua del planeta. Están clasificados en unos
30 filos y por lo tanto es el grupo de animales más cuantioso.
Aunque están desprovistos de esqueleto óseo, muchos tienen algún tipo de esqueleto interno o externo. Se multiplican
mediante reproducción sexual o asexual y algunos tienen ambos órganos sexuales, masculinos y femeninos. Algunos de
El reino mineral, a diferencia de los reinos de los animales y los vegetales está formado por todo lo que no tiene vida, por
ejemplo, el agua, el suelo, los gases, los minerales y las rocas. El origen de los minerales se caracterizan por el
enfriamiento del magma, la precipitación de sales o el reordenamiento de iones (metamorfismo).
▪ Seres inorgánicos
▪ Ausencia de vida
▪ Orden geométrico
▪ Durabilidad, transparencia, color, brillo (rocas y minerales)
▪ Sólidos cristalinos (rocas y minerales)
▪ Ausencia de Inteligencia
Minerales
Los minerales son sustancias sólidas, naturales, inorgánicas, que tienen una disposición interna (cristalización) que se
caracteriza por ciertas propiedades físicas y químicas que con los años se han formado por la acción de la naturaleza
debido a la temperatura, calor, presión, etc. En otras palabras, los minerales son compuestos químicos formados por
sólidos cristalinos, divididos en: minerales metálicos y no metálicos.
1. Minerales Metálicos: minerales tienen estos elementos en su composición con características físico-químicas de los
metales, por ejemplo, hierro, cobre, aluminio, entre otros.
2. Minerales no metálicos minerales: Este grupo está formado por los minerales que no contienen en sus propiedades
de la composición de los metales, por ejemplo, arena, diamantes, piedra caliza, entre otros.
Minerales orgánicos Fósiles
Llamados recursos de energía fósil, estos minerales se componen de elementos de origen orgánico, por ejemplo,
petróleo, gas natural, petróleo, carbón, lanzamientos, asfaltos y betunes.
Ejemplos de Minerales
Rocas
Las rocas naturales agregados y multigranulares compuestos de dos o más minerales y, de acuerdo con la formación de
sus tipos de roca son:
1. Sedimentarias Rocas: formadas por la sedimentación de partículas y materias orgánicas, por ejemplo, piedra
arenisca.
Ejemplos Roca
En tiempos antiguos se tomó considerable nota para la comprensión de los elementos, puesto que se les consideraba los
ladrillos de construcción del Universo, y muchos creyeron que ellos eran parte también de su estructura básica propia.
Los Sabios de esos tiempos los vieron como un reflejo del universo. Estudiaron las estrellas y la naturaleza, y utilizaron la
información que reunieron como un método para comprender a su Creador y sí mismos. Todos nosotros ahora vivimos
entre naturaleza, aún quienes viven en pueblos y ciudades, y a la mayoría de nosotros nos tranquiliza caminar por el
campo o a lo largo de la playa. Pocos de nosotros se toman el tiempo para verdaderamente estudiarlos, pero si nos
interesamos en seguir estas creencias antiguas, hallaríamos que la misma naturaleza contiene la clave de mucho
conocimiento interno sobre nuestra propia naturaleza, y la parte que desempeñamos en el gran Plan Cósmico. Cada día
nos calentamos con Fuego, nos bañamos con Agua, sentimos el Viento en nuestros cabellos, caminamos sobre la Tierra.
Muchos se pasmarían al darse cuenta que esos mismos elementos se pueden interpretar como funcionando dentro de
nosotros. Estamos hechos por las mismas leyes, y estos elementos no sólo se sienten alrededor de nosotros, sino que
muy ciertamente se pueden expresar a sí mismos en muchas formas dentro de nuestra naturaleza. A causa de esto los
elementos son considerados por algunos como muy importantes y, por analogía, se pueden comparar como sigue:
Y hay muchas analogías más, si nos interesamos en pensarlas. Mientras más estudiamos la naturaleza, y la comparamos
con nosotros, más podemos saber y quizás aprender y a entendernos, y lo especial de nuestra propia individualidad.
¿Alguna vez deseó saber por qué decimos "Dios el Padre," y llamamos al mundo en que vivimos como "la Madre Tierra"?
La naturaleza se puede considerar como la Novia y el reflejo de la Creación. El Padre es el Creador, la Madre es quien
alimenta a todo lo que se manifiesta en la Tierra - ambos funcionando en polaridad perfecta. Se nos dice que todo en la
naturaleza está hecho con los 4 elementos básicos, y vale la pena examinar cómo esto puede afectarnos también.
Cuando me dicen que si creo, tiendo a decir que sí, que creo, o sea que creo en Dios. Pero también como soy muy rara,
también creo en otras cosas: Creo en las personas, sólo a veces; creo en el equilibrio que se representa por el yinyan,
posiblemente uno de mis símbolos favoritos; creo en las cuatro fuerzas de la naturaleza, quizás porque aprendí a
respetarla gracias a cuentos y leyendas indias; creo en la protección de determinados símbolos, y sobre todo creo que si
la gente tiene fé en algo, exista o no, tendrá sus efectos, positivos o negativos. Es por esto que gente con mucha fé se
cura cuando los médicos lo han dado por imposible o que personas con muchos problemas tienen una increible energía y
fuerza interior.
Hoy por ejemplo hablaremos de los Cuatro Elementos de la naturaleza. Se ha hablado de ello en la Antigua Grecia, en
leyendas y cuentos de la antigüedad (celtas, indios…) y aparecen en la literatura de cada país de una u otra forma, ya sea
en poesía o en prosa.
El Aire: Nos mantiene con vida, si se aprende a respirar de forma pausada se puede usar como método de relajación y
también el aire purifica el ambiente que nos rodea.
Actividad benéfica: brisas cálidas o frescas, impulsa los barcos, permiten los vuelos en aviones, los juegos con cometas,
El Agua: Está relacionado con la energía, con la naturaleza y con sus propiedades de limpieza.
Por eso es tan importante el equilibrio entre elementos. El Equilibrio que suele ser representado por el símbolo del
YINYAN, del que hablaremos mañana
El Fuego
El Fuego es deseo. Es entusiasta, calentador, y la chispa de la vida. Es
apasionado, emocional, indomable, el más poderoso de las fuerzas de la
energía, porque él representa la fuerza del Espíritu. Es una llama que palpita,
o una llama que destruye. . . Brilla en el Sol. Danza en el Fuego del hogar,
atrae el ojo, y el deseo. Da color a la sangre. Es el pulso de nuestro ser. El
Fuego es rojo. Es el calor moderado que mueve con deleite la tierra; el ansia
por vivir, la luz por la que vemos. Dinámico, movible, lleno de chispas,
atrevido, vital, inteligente en su urgencia. El Fuego es activo, se eleva. Es el
principio de la vida. Su esencia es la vida, calienta, compele, excita, propulsa
con entusiasmo. Ama la pasión de la juventud. El Verano es Fuego - el silencioso pero penetrante latido del corazón de la
creación. Es vida en su plenitud. El Mediodía es Fuego, cuando el Sol quema más fuerte. Es estar de pie con los brazos
estirados hacia el dador de vida, de luz y calor que fluyen hacia abajo - un acción de gracias a la alegría, la felicidad y la
maravilla de juventud. El Fuego es el Cetro de nuestro nacimiento. Es la intrepidez y la irreflexión del joven. Es el salto de
deleite salvaje, el bullicio de la excitación. Es nuestra esperanza, nuestra meta, nuestro deseo, nuestra energía y urgencia
por el futuro. Vive. ¡Es! El Fuego yace derretido en el centro de la tierra, pero tiene el poder para abrirse paso a través de
la corteza. Es nuestro impulso incontenible, nuestro calor, nuestra fiebre, nuestra pasión por amar u odiar. El Aire abanica
sus llamas, pero se necesita de la Tierra para contenerlo. Solo el Agua puede apagarlo. El Fuego no puede construir,
aunque es la esencia de "ser." No puede absorber, pero por sí mismo, atrae a otros asu tibieza. Da vida, pero puede
destruir la vida que da. Es tenazmente protector, pero se necesita protección contra él mismo. El Fuego es el Padre de la
Esperanza y el deseo del Espíritu. Es la fuerza viviente. Somos Fuego. Con nuestra chispa de vida, somos divinos.
¡Vivimos!
El Agua
El Agua es emoción, sentimientos, sueños y alimento del corazón. Refresca, enfría, es húmedo, fluido, pesado y
misterioso, toma la forma de cualquier cosa que lo contiene. El Agua es el alimento de la vida, y esencial para la vida,
puesto que todas las cosas emergieron del mar. El Agua apaga la sed de la Tierra hecha estéril por el Fuego y el Aire. El
Agua es serenidad. Es azul, claro y pasivo, pero se cuela por las grietas de nuestras defensas. Fluye con nuestro humor, y
no se puede agarrar, ya que se resbala por las manos. Es la rápida corriente de una tormenta en ciernes, la pesada
espuma a lomos de las mareas del océano. Puede corroer y ahogar. Empero también es la apacibilidad de las ondas en
una piscina de cristal. Mueve, mengua, fluye, limpia, alivia. Es el brillo del Santo Grial, sostenido en alto y desbordando
con amor, o repentinamente volcado para sofocar con lágrimas. Es el lamento de la alegría o el sollozo de la angustia.
"Camina cuidadosamente con tu corazón, pues te atreves a caminar sobre el Agua". El Agua es crepúsculo - el Sol,
sombreado en el oeste, y la líquida luna de plata, escalando lentamente para reclamar el cielo oscurecido de las sombras.
Es otoño - el temblor de las hojas a medida que pasa el ánimo del verano.
Corazón del Sol y de todos los Fuegos de la tierra, porque él es el Señor del Elemento Fuego, y reside bajo la jurisdicción
del Arcángel Mikael, su Amo. Cuando se le pide protección a Mikael, se puede ver a Djinn fluctuando al lado de Él, ávido
de cumplir Sus mandatos, como un magnífico genio de la lámpara. Juntos, estos Grandes Seres poderosos dirigen y
controlan el movimiento del Fuego, y las fuerzas de la energía de vida alrededor de la tierra. Quien ve a este Rey
Omnipotente dice que se les aparece como una explosión de energía estallando en luz, la forma puntiaguda táctil,
dotado con zarcillos de calor al rojo blanco y chispas de Fuego, una vibrante masa de llama viviente. Sus ojos de
diamante brillan con la oscuridad de las ascuas de carbón, y su capa va del vibrante amarillo al rojo de la lava fundida
cuando hace erupción desde adentro de la profundidad de los iracundos volcanes de la tierra. Este Rey es imponente en
magnitud, y tan incontenible y aterrador como una tormenta eléctrica pero, aunque parezca feroz, también puede ser
tan gentil y confortante como la trémula luz de una vela en un cuarto oscuro, o el calor moderado de una lámpara en una
noche invernal. Se dice que si nos atrevemos a captar su mirada, Djinn nos retendrá inmóviles y cautivos, suspendidos en
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su
mirada fija, a medida que quema hasta llegar a los profundos deseos de nuestros corazones -deseos que laten en el
centro de nuestro ser- y que cuando habla el crujido de las hogueras resuena en su voz. Es por la fuerza del poder de
Djinn que atrae a las diminutas chispas de luz -las Salamandras de su Reino- bajo su mandato. Luminosos y exigentes,
llevan sus linternas dentro de sí mismos, llameantes y chispeantes, titilando y cayendo en forma de cascada mientras lo
rodean, estallando con energía en su insistencia por entrar en acción.
El Agua es Madurez, la hermana de Sentimiento. Cambia. Ajusta. Es el azul jade de la depresión, y el tinte sutil, pasivo de
la alegría. Es nuestro ser astral. Forma nuestros pensamientos, pero los pensamientos pueden darle forma. Es empujado
e inspirado por los vientos del aire, absorbido en la plenitud de la Tierra, pero en una tormenta amenaza con ahogar el
Espíritu, la energía, el deseo de la vida. Porque el Agua escupe en la cara del Fuego. Sólo el Agua puede traer la santidad
del amor verdadero, el balance de la armonía. Es engañoso, sutil y huidizo. Tiene fuerza y poder, ritmo y ciclo, caridad y
compasión. Es el espejo brumoso de los instintos subconscientes de nuestro pasado, y nuestra necesidad consciente del
futuro. El Agua es el murmullo secreto de nuestro corazón, y la reflexión gentil del Espíritu en manifestación.
Las Emociones son tan extrañas e inexplicables como lo es el agua. Ellos surgen
dentro de nosotros, a menudo por su propia cuenta, sin tener en cuenta la razón
o el pensamiento y, sin control, pueden conducirnos al trauma y la confusión.
Muchas veces una persona podrá decir "conozco la lógica del asunto, pero en
realidad es un asunto diferente." Cuando estamos heridos a menudo lloramos.
Cuando estamos felices a menudo lloramos, y a menos que podamos contener
nuestras emociones, podemos anegarnos y a otros con nuestras lágrimas. El
Agua necesita ser contenida porque si no corre desenfrenada y desperdiciada.
Observa el movimiento de agua cuando cae en forma de cascada, cristalina y
clara encima de las rocas de una quebrada, luego compárala con la quietud límpida de un claro herboso junto aun
remanso, y cómo se expresan ambas cosas dentro de tu propia naturaleza. Deja correr el agua de la llave y siente su
frescura deslizándose entre tus dedos, después intenta recogerla con tus manos. Imagina lo que pasaría si e rompieran
las paredes de un dique, o si los ríos se secaran y la temporada de lluvias no llegara nunca. Todo esto se puede comparar
con los sentimientos dentro de nosotros, tranquilos y mansos como la quietud de un remanso, o tan furioso e
incontrolable como las altas y poderosas olas de un mar tormentoso. El Agua es el gran purificador, limpia y lava el
desorden y la mugre, lo mismo que la emoción más elevada de amor puede limpiar y revitalizar nuestro ser interno. El
Agua no es ligera y luminosa como el Aire, que representa el coqueteo, y no tiene el calor del Fuego, que es el deseo. Es
blanda, límpida, maleable, y se puede contener fácilmente o derramar por el toque del amor. Los pensamientos pueden
agitar las ondas del agua, o batirlas en una tormenta. Nuestro Espíritu de entusiasmo puede humedecerse severamente
por la emoción incontenida, pero la Tierra y la estabilidad dentro de nosotros se avivan y se enriquece con el fresco y
gentil toque de la lluvia. ¿Que tan emotivo eres tú? ¿Puedes contener tus sentimientos para que enriquezcan tu
naturaleza, y nutrir y reavivar a quienes están a tu alrededor? ¿O eres demasiado reactivo, rápido en ofenderte, o quizá
inmovilizado por miedos irracionales? ¿Qué significan la alegría y la tristeza para ti? ¿Te atreves a permitirte amar
verdaderamente?
El Aire
El Aire es pensamiento. Es movimiento, contacto, comunicación, y los
impulsos de la mente. Es la flexibilidad de acción - lo rápido, lo alerta, lo
chispeante y lo nuevo. Se estira hacia afuera y hacia arriba, hacia abajo y
¿Alguna vez te han perseguido las hojas en otoño, y te has reído cuando
saltaron sobre tus pies? ¿O has ofrecido la cabeza al viento mientras caminabas
en los abiertos espacios del campo? El Aire tiene que ver con nuestro
pensamiento y nuestra razón, y para expresarlo necesitamos comunicarnos, lo
mismo que una brisa juguetea con nuestros cabellos, luminosa, brillante y fácil.
Como elemento, es casi totalmente incontenible pues no podemos verlo. No es
sólido como la Tierra, o ardiente como el Fuego, o fluido como el Agua. Si
tratamos de cogerlo, obtenemos un manojo de nada, lo mismo que si tratamos
de coger un pensamiento, que se resbala de nuestro agarre. Los pensamientos y
las palabras no nos pertenecen, así como el Aire no está bajo nuestro control.
Probablemente todos hemos experimentado el sentimiento de “tener la mente en blanco", o haber "quedado sin
palabras." A menudo hablamos de salir a tomar aire fresco para "despejar las telarañas," pero ¿cuantos de nosotros nos
hemos tomado un momento para estudiar el viento y su acción, para luego compararlo con nosotros? Asimila el proceso
de comunicación al elemento Aire, y verás cómo el contacto es refrescante y ligero, continuamente en movimiento y
cambiable. El Aire no le debe nada a ninguno de los otros elementos, pues él es el amo de su propio destino; sin
embargo, cuando está atrapado en bolsillos de agua o de tierra, puede volverse pesado y opresivo por falta de
movimiento. El Aire nació para ser libre, así como nuestras mentes deben permanecer claras y ágiles, sin ser nubladas
por la emoción o el prejuicio. Demasiada estabilidad puede amortiguar la alerta y la originalidad, pero demasiadas
preguntas pueden cegarnos a la simplicidad del sentido común. Compara el viento en las diferentes estaciones del año,
desde la ligereza de una brisa primaveral hasta los vientos helados de pleno invierno, y mira cómo pueden afectar a los
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otros
elementos, y a ti y tu naturaleza. ¿Cómo usas tus pensamientos? ¿O tus pensamientos te usan, dominan tu vida? ¿Por
qué no comenzar a llevar un diario de lo que percibes sobre ti mismo, y comenzar a buscar quien eres verdaderamente?
La Tierra
La Tierra es estabilidad; es todas las cosas que nos traen nutrición, plenitud, y
fertilidad. Es nuestra base y nuestra necesidad básica. La Tierra es el terreno
bajo nuestros pies, la fundación sobre la que construimos nuestra vida. Es el
centro de nuestro sentido común, nuestra sensualidad, y nuestros sentidos.
Por ella tocamos, saboreamos, olemos, vemos y oímos con nuestros ojos y
orejas. La Tierra es verde. Danza en las hojas, en los campos, y en los setos.
Colorea las plantas que surgen a la vida desde los fundamentos de la
estabilidad. La Tierra es su fuente raíz, como lo es para nosotros. La Tierra es la
media noche. Una oscuridad eterna, donde no podemos ver, pero somos
obligados a percibir. Es calurosa, bochornosa y silenciosamente protectora. Es la confiabilidad y la vulnerabilidad de la
vejez. El tiempo de conocer y comprender - la parte de nuestra vida donde el crecimiento empieza y finaliza. Es el disco
de la materialidad; circular, significando la redondez y plenitud de la naturaleza; el ciclo continuo de la vida; el fénix
levantándose de las cenizas, el renacer anual de la tierra. La Tierra es invierno, donde todo aparenta morir, pero sigue
viviendo bajo la superficie, debajo de la sólida corteza y en el moderado calor de la tierra. La promesa de un nuevo
nacimiento por venir con la primavera, cuando la savia sube por las raíces de todas las cosas vivientes. La Tierra es
confiable. Comprende la vida. Es la solidez del futuro, construido sobre los fundamentos del pasado. Es rica y oscura,
fuerte e inmóvil. Contiene la sal de nuestras lágrimas y construye desde su refresco, pero puede quedar mustia por el
calor de nuestro deseo. Ella nutre la raíz, le da sustento a la felicidad que requerimos. Siente su textura en tus manos.
Siente la energía que penetra por las plantas de tus pies, cuando corres descalzo por el césped.
La Tierra es estar en casa con uno mismo, integrado, sin obsesiones, fecundo y preparándose para todas las cosas. La
Tierra es la Madre de la Fuerza, de la Justicia y de la Ley, la base del mundo físico y el habitáculo del Espíritu en
manifestación.
La Tierra es más contenible y más segura que el Fuego, porque ella es el sustento de la vida, así como nuestra propia
estabilidad; puede sostener la vida de una idea, de un deseo o un sueño. Sin este elemento dentro de nuestra
naturaleza, no habría fruición de nada, puesto que sin acción, todo quedaría en los reinos de la imaginación. De todos los
elementos, es el más fidedigno. Muchas personas buscan seguridad o compañía en animales, pero el tacto de la tierra
bajo nuestros pies es la cosa más sólida y fiable que hay. La llamamos la Madre Tierra, por su hermoso Ser verde y
fecundo no es una esfera inanimada de roca y piedra, sino el sustento de nuestras vidas. Y así como una madre, a
menudo la tomamos por garantizada. La arrasamos, la quemamos y la aramos, pero siempre permanece. Toma un
puñado de tierra después de la lluvia, y toca la humedad en su textura. La tierra necesita del agua para evitar que se
vuelva yerma y seca, y el agua es emoción, compasión y amor. Requerimos amor y emoción para permanecer estables y
evitar que nos sequemos por dentro. La combinación es buena pero, mezclada con demasiada agua, se puede convertir
en ríos de barro, ocasionando que nuestra estabilidad resbale. Compara las diferentes texturas de la piedra, la madera, el
carbón de leña y la tierra y lasdiferentes fases desde el polvo al barro, o el fresco campo recién sembrado con otro sin
arar y sin sembrar. Hay mucho que podemos deducir sobre nosotros
mismos a partir de todas estas cosas, al vincular la Tierra con los otros
elementos. Los zapatos son una de las cosas más difíciles del hombre
civilizado. Quítatelos alguna vez, y percibe tu fuerza y buen humor
regresando cuando caminas sobre el césped y atraes energía de la tierra.
¡No tienes que creer que esto sea verdad - sólo ensáyalo! ¿Cuánta tierra
hay en ti? ¿Eres confiable, sólido, fidedigno? ¿O estás acosado con
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preocupaciones emocionales, o deseos obsesivos? ¿Piensas demasiado, dejando que esto altere tu seguridad? ¿Sabes
verdaderamente cuan fuerte y capaz eres? Demasiada cantidad de cualquiera de los otros elementos perturbará nuestra
estabilidad; pero demasiado poco de ellos para atemperar la Tierra, ocasionará que nos volvamos inertes, aburridos e
incapaces de adaptarnos al cambio.