Bibliopatio
Bibliopatio
Bibliopatio
Tenía ganas de contar esta experiencia, porque es de esas ideas que van conformándose con el
tiempo.
Bibliopatio surge para ofrecer a los niños en el tiempo del recreo y en el patio escolar, la
oportunidad de dedicarse a la lectura.
Escuché por primera vez esta idea a Jaume Centelles, del que he aprendido tantas cosas bonitas e
interesantes sobre bibliotecas y lecturas, y mis compañeras del CEIP Gabriel y Galán han
conseguido ponerla en marcha.
Con un carro de la compra que nos dieron en un supermercado, una buena mano de pintura de
colores y una decoración alegre, la Bibliopatio se pasea por el recreo repartiendo lecturas para
quien quiera, a solas o en compañia, disfrutar de buenas palabras e ilustraciones.
Puedes leer más sobre esta actividad en el blog El refugio del lector, de la biblioteca escolar del
CEIP Gabriel y Galán de Cáceres.
MAY
Nos sucede en ocasiones cuando terminamos la lectura de un libro, que queremos más.
Este es el hilo de una lectura capaz de tejer otras muchas lecturas: un libro nos lleva a otro libro y
nos vemos atrapados en el deseo de leer.
A veces el hilo de la lectura busca otros libros de ese mismo autor (en este caso, Roald Dahl
siempre es un acierto porque prácticamente todas sus obras son geniales). Esto está muy bien
como recomendación no sólo para los lectores que se apasionan por el autor o autora, y terminan
leyendo muchas de sus obras, también para aquellos lectores voraces que leen a la velocidad de la
luz, que los hay.
En otras ocasiones podemos continuar el hilo buscando lecturas con temáticas parecidas; o con
subgéneros que nos han atrapado (quiero más manga, o más thriller, o más aventuras…); o bien
con perfiles de personajes que nos han enamorado.
Piensan, toman decisiones, sienten inseguridades porque están en el camino de la infancia con
muchas cosas que no comprenden del mundo adulto: buscan explicaciones y se hacen preguntas.
Las protagonistas están vivas y se sinceran ante el lector con todos sus sentimientos y esto es un
gran alivio para los niños y adultos que les leemos, porque también nos hacen vivir.