El temario poético de Rosario Castellanos

Author(s): Yvette E. Miller

Source: Hispamérica, Año 10, No. 29 (Aug., 1981), pp. 107-115
Published by: Saul Sosnowski
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/20541911
Accessed: 10-03-2016 06:22 UTC

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El temario po?tico de
Rosario Castellanos
YVETTE E. MILLER

La obra po?tica de Rosario Castellanos est? recogida en su volumen

Poes?a no eres t?,1 publicado en 1972. Contiene sus libros de poemas
titulados Apuntes para una declaraci?n de fe, Trayectoria del polvo,2 De
la vigilia est?ril, El rescate del mundo, Poemas, Al pie de la letra, Salom?
y Judith (poemas dram?ticos), L?vida luz, Materia memorable, Ver
siones (?Poemas?, ?Emily Dickinson?; ?Oda segunda?, ?Paul
Claudel?; ?Marcas?, ?St. John Perse?), En la tierra de en medio,
Di?logos con los hombres honrados, Otros poemas y Viaje redondo. La
trayectoria de estas publicaciones abarca un per?odo de casi veinticinco
a?os, habiendo aparecido Trayectoria del polvo en 1948.
Es interesante penetrar el proceso de creaci?n po?tica, especialmente
cuando es alumbrado por el propio creador. Rosario Castellanos abre
una brecha dentro de su musa en entrevistas y ensayos. Sobre su obra
completa dice en un tono burl?n:

... cuando, como en mi caso, se re?nen todos los libros de

poemas en un solo volumen que, al abrirse deja leer un primer ver
so que afirma que
?el mundo gime est?ril, como un hongo?
no queda m?s remedio que, apresuradamente, proceder a dar ex
plicaciones. Pues, como en su momento me hicieron ver los comen
taristas, el hongo es la ant?tesis de la esterilidad ya que prolif?ra con
una desvergonzada abundancia y casi con una completa falta de
est?mulos. Y, en verdad, lo que yo quise decir entonces era que el
mundo ten?a una generaci?n tan espont?nea como la del hongo,
que no hab?a surgido de ning?n proyecto divino, que no era el
resultado de las leyes internas de la materia, ni la conditio sine qua
non para que se desarrollara el drama humano. Que el mundo era,
en fin, el ejemplo completo de la gratuidad.'

Naci? en Chile. Ha publicado: La novel?stica de Gabriel Mir?, Latin American Women

Writers: Yesterday and Today y numerosos art?culos sobre autores hispanoamericanos.
Dirige la revista Latin American Literary Review.

1. Rosario Castellanos, Poes?a no eres t?, M?xico, Fondo de Cultura Econ?mica, 1972.
Las referencias futuras aparecer?n en el texto mismo bajo Poes?a.
2. Trayectoria del polvo antecedi? en fecha de publicaci?n a Apuntes para una
declaraci?n de fe.
3. Rosario Castellanos, Mujer que sabe lat?n..., M?xico, SepSetentas, 1973, pp. 201-02.

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Para comprender el t?tulo becqueriano de su obra completa, que es el del

?ltimo poema de En la tierra de en medio, es necesario examinar esos
versos y escuchar la exegesis de la autora:

Porque si t? existieras
tendr?a que existir yo tambi?n. Y eso es mentira.

Nada hay m?s que nosotros: la pareja,

los sexos conciliados en un hijo,
las dos cabezas juntas, pero no contempl?ndose
(para no convertir a nadie en un espejo)
sino mirando frente a s?, hacia el otro.

El otro, Con el otro,

la humanidad, el di?logo, la poes?a, comienzan (Poes?a, pp.
311-12).

Con eco profundo quedan resonando los dos ?ltimos versos. Y Rosario
Castellanos dice: ?Lo que ocurre es que yo tuve un tr?nsito muy lento de
la m?s cerrada de las subjetividades al turbador descubrimiento de la
existencia del otro, y, por ?ltimo, a la ruptura del esquema de la pareja
para integrarse a lo social, que es el ?mbito en que el poeta se define, se
comprende y se expresa?/
La poeta emite juicios sint?ticos pero penetrantes acerca de su obra,
que a menudo contienen una punzante autocr?tica. Su primer libro de
poemas, Trayectoria del polvo, aparece como un resumen de sus conoci
mientos sobre s? misma, sobre los dem?s y sobre la vida. Castiga im
placablemente sus Apuntes para una declaraci?n de fe como un ex
perimento dominado por la ret?rica, un poema malogrado, falto de con
tinuidad y plet?rico de lugares comunes.5
Como lectores observamos el esfuerzo consciente del proceso de la
creaci?n po?tica para proyectarse, debati?ndose entre lo abstracto y lo
concreto. As?, de la tendencia a la abstracci?n de los primeros libros pasa
la poeta a una expresi?n de im?genes m?s concretas, influenciadas por
lecturas de Gabriela Mistral y de la Biblia. Resultado de este esfuerzo son
De la vigilia est?ril y Rescate del mundo. El p?ndulo creativo, siempre en
un esfuerzo ascendente hacia la interpretaci?n m?s pura, oscila
nuevamente hacia el polo de lo abstracto. Esta vez la abstracci?n est?
templada por su paso a trav?s de lo concreto. Aparecen entonces los

4. Ibid., 203.
5. Emmanuel Carballo, 19protagonistas de la literatura mexicana del siglo XX, M?xico,
Empresas Editoriales, S. A., 1965, p. 413.

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Poemas, seg?n Rosario Castellanos su comunicaci?n m?s lograda entre

la idea y la palabra po?tica que la interpreta. Se considera influida en esta
?poca por Jorge Guillen, particularmente en su concentraci?n en las
cosas como objeto de contemplaci?n po?tica.
En Al pie de la letra reconoce el influjo que su prosa ejerce sobre su
estil?stica, que ideol?gicamente destila conceptos substanciales.6 L?vida
luz es un libro que se puede considerar en gran parte como ?literatura
engag?e?. All? encontramos la representaci?n del mundo que nos rodea
como un sitio de lucha. Los poemas, impregnados de pesimismo, refle
jan las experiencias de la poeta en el estado de Chiapas, cuando traba
jaba para el Instituto Indigenista.
Su pr?ximo libro es Materia memorable, libro en que impera un
tono sombr?o y l?gubre, rara vez interrumpido por alg?n cuadro l?rico
que lo aligere. Sobre estas dos colecciones, L?vida luz y Materia
memorable, dice la autora: ?Y todo ba?ado por la L?vida luz de la
muerte, que vuelve memorable toda materia?.7
Refiri?ndose a Di?logos con los hombres m?s honrados escribe:
?Hay que re?r, pues. Y la risa, ya lo sabemos, es el primer testimonio de
la libertad. Y me siento tan libre que inicio un Di?logo con los hombres
m?s honrados, es decir con los otros escritores. Al t? por t?. ?Falta de
respeto? ?Carencia de cultura si cultura es lo que defini? Ortega como
sentido de las jerarqu?as? Puede ser. Pero concedamos el beneficio de la
duda. Y dejemos que el lector-c?mplice se tome el trabajo de elaborar
otras hip?tesis, otras interpretaciones.?*
Versiones contiene variaciones tanto en verso como en prosa po?tica
sobre poemas de Emily Dickinson, la ?Oda segunda? de Paul Claudel y
las ?Marcas? de St. John Perse, escritores estos dos ?ltimos cuya in
fluencia la poeta reconoce.9 Al llegar a La tierra de en medio, es
necesario enfatizar las ideas que Rosario Castellanos ha expresado sobre
su concepci?n de la poes?a, y que explican el flujo y reflujo de su creaci?n
po?tica, oscilante entre lo abstracto y lo concreto. Atada a la funci?n de
di?logo que la poes?a tiene con la humanidad, expresada en el poema
?Poes?a no eres t??, emerge la conexi?n que Rosario Castellanos hace
con la filosof?a y que ella explica:

Entre los g?neros literarios ninguno se aproxima tanto a la

filosof?a como la poes?a. En una y otra se trata de llegar a lo esen
cial de los objetos. La diferencia se encuentra en el lenguaje. Si la
filosof?a tiene su principio de identidad, la poes?a tambi?n lo tiene:

6. Ibid., 414.
7. Rosario Castellanos, p. 207.
8. Ibid., pp. 207-08.
9. Emmanuel Carballo, p. 417.

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es la met?fora. Para m?, la poes?a es un ejercicio de ascetismo, un

intento de llegar a la ra?z de los objetos, intento que, por otros
caminos, es la preocupaci?n de la filosof?a. "'

En sus ?ltimas colecciones se advierten el tono de desenga?o y la mueca

ir?nica y sarc?stica, salpicada a veces de humor, aplicados a temas con
cretos y de connotaci?n social. Los t?tulos de algunos poemas indican su
preocupaci?n por los problemas de la sociedad inmediata: ?Memorial de
Tlatelolco?, ?Valium 10?, ?Kinsey Report?, ?El pasaporte?, etc.
Un an?lisis textual de las afirmaciones expresadas por la poeta acer
ca de su obra nos conduce en general a una corroboraci?n. Es evidente la
tendencia a la abstracci?n en ese resumen sobre s? misma, sobre los
dem?s y sobre la vida, que es su caracterizaci?n de Trayectoria del polvo.
Los versos iniciales del poema exploran los misterios del ser y de la
creaci?n del mundo por un dios omnipotente y caprichoso:

Me desgaj? del sol (era la entra?a

perpetua de la vida)
y me qued? lo mismo que la nube
suspensa en el vac?o (Poes?a p. 17).

Sobre s? misma dice:

Novedad de mi cuerpo
que se hallaba a s? mismo en cada
cosa
y para poseerse se entregaba
a la solicitud del universo (Poes?a, p. 20).

En esta cita observamos la identificaci?n con la naturaleza, reflejada en

las im?genes narcisistas que brotan en s?bitas r?fagas.
La vigilia est?ril, a pesar de denotar su renovada tendencia a la
abstracci?n, demuestra al mismo tiempo su meta consciente de referirse a
im?genes concretas. En ?En el filo del gozo?, que tiene como tema la
pasi?n amorosa, leemos los versos:

(Cuajada de cosechas bailo sobre las eras

mientras el tiempo llora por sus guada?as rotas) (Poes?a, p. 31).

Y m?s adelante, en ?Canci?n del tentador?, al interpretar el vac?o y la

10. Ibid., p. 415.

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EL TEMARIO PO?TICO DE ROSARIO CASTELLANOS 111

soledad:

Hurgas en t? y encuentras
alacenas saqueadas
y en el hogar un copo de ceniza
y un haz de le?a verde y hogueras apagadas (Poes?a, p. 51).

En El rescate del mundo el tono se hace m?s di?fano, m?s ligero. Parece
levantarse el signo ominoso que domina en De la vigilia est?ril. Hay un
cierto rescate, una mirada placentera a las cosas que nos circundan. El
mundo de carne y hueso, las im?genes concretas proliferan en diferentes
poemas. En ?A la mujer que vende frutas en la plaza? escribe:

Con reposo de hamaca

tu cintura camina
y llevas a sentarse entre las otras
una ignorante dignidad de islas (Poes?a, p. 59).

En su ?Di?logo con los oficios aldeanos? se suceden las im?genes con

cretas de lavanderas, escogedoras de caf? y tejedoras (Poes?a, p. 66).
Es interesante comprobar c?mo en Rescate del mundo la poeta tam
bi?n lleva a cabo su intento de austeridad ret?rica, de proyectar una idea
por medio de dos o tres im?genes referidas a un mismo tema, o a trav?s
de lo que ella denomina ?un chispazo?.u Ejemplos de esta t?cnica se en
cuentran entre otros poemas, en ?Estrofas en la playa?, en descripciones
que se refieren al r?o:

El r?o viene de secretas grutas,

desconocidas fuentes.

Con la pulpa fresqu?sima

de su pecho sombr?o
y su espumoso belfo
de potro repentino.
11
Atardece en la playa. En el r?o madura
una profunda noche duplicada (Poes?a, p. 64).

Poemas, 1953-1955, es el libro que la autora considera como su m?s

alcanzada realizaci?n po?tica,72 otra etapa abstracta, aunque influen

11. Ibid., p. 414.

12. Ibid.

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ciada por su paso anterior sobre lo concreto. Contiene entre otros, los
poemas ?Misterios gozosos?, ?Resplandor del ser? y ?Lamentaci?n de
Dido?.
?Misterios gozosos? comienza en una nota de desolaci?n, en una
negaci?n a la felicidad, expresada con el uso reiterado de la palabra
?nunca?. El poema progresa, a trav?s de versos que oscilan entre
angustia, expectativa y soledad, hasta un recocijo desbordante en la
pasi?n amorosa y el amor compartido. El poema es muy rico y merece un
an?lisis mucho m?s detenido de lo que este trabajo permite, pero las
pr?ximas citas sirven de aclaraci?n:

Ah, nunca, nunca m?s la conocida

ternura, la palabra peque?a, familiar
que cab?a en mi boca.

Voy a entrar en tu hora, soledad; en tu mano,

destino.

14
Solo como de viaje, como en sue?os.

Como quien ama un r?o,

como quien hace casa para el viento.

Solo como quien deja un palomar

abierto

17
M?s hermosa que el mundo tu mirada
y el mundo es tan hermoso!
Preferible tu amor
a los frutos amables de la tierra,
a la embriaguez amante de los aires.

Tu presencia m?s grande que los mares (Poes?a, pp. 80-8).

?El resplandor del ser? nos hace pensar en la discrepancia que en

Poemas la poeta advierte entre su intento y el juicio emitido por los
cr?ticos. Se?ala que en este libro volvi? a una vivencia religiosa del mun
do, a una interpretaci?n emotiva de los objetos que virti? en im?genes
traspasadas por una emoci?n gozosa, y que los cr?ticos juzgaron como
dolorosa./J Evidentemente, ?El resplandor del ser? est? envuelto en una

13. Ibid.

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EL TEMARIO PO?TICO DE ROSARIO CASTELLANOS 113

aureola de gozo que brilla en el despertar del Ser, en la conciencia del Ser
y luego en la alegr?a de ser y estar:

Amanence en el valle. Con que lento

resplandor se sonrosa la nieve de las cimas
y como se difunde la luz en el silencio.

Hechizada, contemplo el milagro de estar

como en el centro puro de un diamante.

Ah, despertar, vivir,

amar, amar el viento
?como un amor de p?jaro! (Poes?a, p. 89).

Pero notamos que esta imagen de gozo total no aparece en los otros
poemas. En ?La lamentaci?n de Dido?, poema en el que reconoce la in
fluencia de St. John Perse, la autora quiso proyectar una experiencia per
sonal a trav?s de una imagen tradicionalu el abandono de Dido por
Eneas y su clamor de mujer desesperada en la soledad:

Y yo am? a aquel Eneas, a aquel hombre de promesa

jurada ante otros dioses.

Lo am? con mi ceguera de raiz, con mi soterramiento

de raiz, con mi lenta fidelidad de ra?z,

Eneas parti?.
Nada detiene al viento. Como iba a detenerlo la
rama de sauce que
llora en las orillas de los
r?os

Rasgu? m? coraz?n y ech? a volar una bandada de

palomas negras. Y hasta el anochecer permanec?, inc?lume como
un acantilado, bajo el brutal abalanzamiento de las olas (Poes?a,
pp. 93-7).

Este poema nos lleva hacia una visi?n de los temas trascendentales y
recurrentes en la poes?a de Rosario Castellanos: el amor, la soledad, el
destino y la muerte. Para ella el amor est? ligado a los conceptos de
destrucci?n y soledad. En Trayectoria del polvo escribe: ?el amor es tam

14. Ibid., p. 416.

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bien polvo y ceniza? (Poes?a, p. 24). La idea se repite en ?Dos poemas?

(De la vigilia est?ril). Vemos la resignaci?n ante un amor despedazado, la
pasi?n que se levanta como una hoguera e irremisiblemente se extingue
para dejar el vac?o, la nada. S?lo quedan los escombros y las cenizas de
los recuerdos que se esparcen en la naturaleza, testigo inmutable de la
tragedia:

Vine a saberlo aqu?: el amor no es la hoguera

para arrojar en ella nuestros d?as
a que ardan como le?os resecos u hojarasca.

Mientras escribo escucho

como crepita en m? la ?ltima chispa
de un extinguido infierno (Poes?a, p. 54)

En ?Eclipse total? la imagen amor-dolor-cenizas reaparece:

Que tremendo es el rostro del amor

cuando lo contemplamos
con los ojos sin l?grimas!
Su visi?n nos destruye. S?lo queda
una ceniza oscura
como la de un papel escrito por el fuego (Poes?a, p. 77, Poemas)

Los conceptos de amor, dolor y muerte se entrelazan en L?vida Luz:

Matamos lo que amamos. Lo dem?s

no ha estado vivo nunca (Poes?a, p. 171).

El encuentro es a oscuras. En el beso se mezcla

el sabor de las l?grimas.
Y en el abrazo ci?es
el recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte (?Lo coti
diano? Poes?a, p. 180.)

Con diferentes grados de intensidad, la asociaci?n dolor osa y

destructora del amor se repite a trav?s de la poes?a de Rosario
Castellanos. Pero es el concepto de soledad el que parece imperar en su
visi?n. Escribe en Trayectoria, ?En mi genealog?a no hay m?s que una
palabra: Soledad? (Poes?a, p. 46) La preocupaci?n por la muerte se hace
constante en L?vida luz. En el poema parad?jicamente titulado
?Amanecer? ?tal vez el amanecer a la otra orilla ? escuchamos su
pregunta:

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EL TEMARIO PO?TICO DE ROSARIO CASTELLANOS 115

?Qu? se hace a la hora de morir? ?Se

vuelve la cara a la pared?
?Se agarra por los hombros al que est? cerca y oye?
?Se echa una a correr, como el que tiene
las ropas incendiadas, para alcanzar el fin? (Poes?a, p. 179).

En su po?tica aparecen tambi?n fusionados los conceptos de vida y

muerte, llegando a la visi?n extrema de la vida s?lo nutriendo a la
muerte. Y leemos sentencias y vaticinios estremecedores. En Trayectoria
del polvo:

Sabed que ambas ?muerte y esperanza ?

crecen como el par?sito
alimentado en nuestro propio cuerpo (Poes?a, p. 25).

Y en ?Muro de lamentaciones?:

Porque los ni?os surgen de vientres como ata?des

y en el pecho materno se nutren de venenos.
Porque la flor es breve y el tiempo interminable
y la tierra un cad?ver transform?ndose
y el espanto la m?scara perfecta de la nada (Poes?a, p. 45).

A pesar de que este an?lisis termina enfatizando la nota sombr?a en

Rosario Castellanos, no se debe olvidar el tono ligero y humor?stico de
los poemas de su ?ltima ?poca, la de ?Valium 10?, ?Kinsey Report? y
?Telenovela.? Y como evidencia de su versatilidad y genio art?stico
debemos tener en cuenta asimismo el lirismo desbordante, plet?rico de
im?genes orientadas hacia lo bello, que se encuentran en parte de su
obra.
El talento creador de Rosario Castellanos, se dispersa en todos los
g?neros, la coloca no s?lo en un lugar destacado entre las escritoras mexi
canas de la generaci?n de 1950 sino tambi?n entre los escritores contem
por?neos de Latinoam?rica y del mundo hisp?nico.

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