5PERSONA Y FAMILIA. LECCIÓN 4 Imp

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

II.PERSONA Y FAMILIA. LECCIÓN 4: EL MATRIMONIO.

LECCIÓN 4: EL MATRIMONIO.

Es la unión de un hombre y una mujer, consorcio en todas las cosas de la vida,


comunicación de derecho divino y humano. El matrimonio es coniunctio (unión), consortium
(consorcio) y communicatio (comunicación).
A)CONIUNCTIO MARIS ET FEMINAE: tal unión de dos personas de diferente sexo,
constituye la base natural y la fisiología del matrimonio, por lo que también podría aplicarse a
cualquier otra relación sexual no configurada como tal, como el concubinato y el contubernio.
B)CONSORTIUM OMNIS VITAE: consorcio para toda la vida, significa la participación de
una misma suerte en todas las cosas de la vida. Y consortes, como se denomina a los cónyuges,
son aquellos que al convivir unidos en matrimonio, comparten la misma suerte que el destino
los depare, adversa o propicia.
C)COMMUNICATIO DIVINI ET HUMANI IURIS: encierra la idea de complicidad, y parece
aludir al hecho que el hombre y la mujer así unidos, “hacen causa común” y se entregan
recíprocamente en cuerpo y espíritu.
En Derecho romano no existen formas específicas a través de las cuales daba
manifestarse la voluntad de los cónyuges. Todas aquellas ceremonias tienen importancia social
pero no son relevantes jurídicamente hablando. No son imprescindibles, y en todo caso, tienen
como finalidad el probar que ha tenido lugar el consentimiento (consensus).
No exige forma o acto simbólico alguno, ni la presencia de un sacerdote o magistrado,
y ni siquiera Justiniano requería solemnidad alguna para celebrar el matrimonio, sí en época
cristiana se solía practicar ante un sacerdote que bendecía la unión, pero su colaboración no se
exigió hasta mucho más tarde.

2.ELEMENTOS DEL MATRIMONIO.

El matrimonio es la unión de dos personas de diferente sexo que conviven con la


voluntad de ser marido y mujer. Dos elementos afloran en este concepto:
A)UN OBJETIVO, EXTERNO, QUE ES LA CONVIVENCIA CONYUGAL (CONIUNCTIO),
conectada íntimamente con el honor matrimonii, que hace referencia a la forma en que los
cónyuges deben comportarse y respetarse mutuamente, y con respecto a la mujer, exterioriza
socialmente su condición de esposa, haciéndola partícipe de la dignidad y rango del marido.
B)OTRO SUBJETIVO, INTENCIONAL, QUE ES LA VOLUNTAD RECÍPROCA DE
PERMANECER UNIDOS COMO MARIDO Y MUJER (CONSENSUS). Es el elemento más
importante, el matrimonio no lo hace la cópula sino el consentimiento. La esencia del
matrimonio la constituye el consentimiento no la cópula carnal.
En el Derecho clásico se exige no una voluntad inicial, sino continuada de permanecer
unidos en matrimonio, los juristas hablan de affectio maritalis. De tal modo, que la existencia
del matrimonio depende de la persistencia de de esta recíproca voluntad de permanecer
unidos, y basta con que uno de los cónyuges la pierda para que el matrimonio se considere
disuelto. La interrupción de la affectio maritalis lleva consigo automáticamente el divorcio. El
Derecho postclásico y justinianeo, la constitución del matrimonio subsiste con independencia o
no de la affectio maritalis, y sólo se entenderá disuelto cuando se efectúe formalmente el
divorcio.
3.PROMESA DEL MATRIMONIO. ESPONSALES.

El matrimonio puede ser precedido de un acuerdo mediante el cual los futuros


esposos, o sus respectivos padres si estaban sometidos a su potestad, se comprometen a
contraer matrimonio. Tal acuerdo tomaba la forma especial de una sponsio. Para llevar a cabo
los esponsales cuentan prácticamente los mismo requisitos e impedimentos que para el
matrimonio, salvo que podían contraerse entre impúberes, fijando Justiniano la edad mínima
de 7 años.
Los esponsales daban lugar a un vínculo más bien social que jurídico, sin embargo, de
su celebración se derivaban algunas consecuencias jurídicas, especialmente en relación a los
supuestos en que hayan mediado arras. En Derecho justinianeo el que rehúse cumplir la
promesa pierde las que entregó, o deberá devolver al duplum las que recibió.

4.REQUISITOS PARA DEL MATRIMONIO

Los requisitos para contraer legítimo matrimonio son los siguientes:


A)CAPACIDAD NATURAL: no pueden contraer matrimonio los impúberes que eran los
varones menores de 14 años y as hembras menores de 12, no han alcanzado el desarrollo
necesario para procrear.
B)CAPACIDAD JURÍDICA: la aptitud para contraer matrimonio se denomina conubium.
Tal capacidad la tenían solo las personas libres y los ciudadanos romanos.
C)CONSENTIMIENTO DE LOS ESPOSOS: no es válido si se hubiera prestado bajo el
influjo de la violencia. Si eran alieni iuris se exigía también el consentimiento de sus
paterfamilias. Bastando con que no se opusieran al matrimonio. Si el paterfamilias se negara a
prestarlo sin suficiente motivo, los esposos podrían recurrir al magistrado.

5.IMPEDIMENTOS

Circunstancias que impiden el matrimonio. Pueden ser absolutos o relativos, según


impidan contraer matrimonio con cualquier persona, o sólo con alguna determinada.
A)MATRIMONIO PREEXISTENTE: el matrimonio romano es monogámico; la bigamia era
castigada con la pena de infamia.
B)PARENTESCO DE SANGRE (COGNATIO): entre ascendentes y descendientes, el
matrimonio está prohibido hasta el infinito. En línea colateral, entre hermano y hermana y
entre personas de las cuales algunas sean hermano o hermana de un ascendiente de otro, por
ejemplo entre tíos y sobrinos.
C)AFINIDAD: entre afines, el matrimonio está prohibido entre suegro y nuera, suegra y
yerno. A partir de Constantino también se prohibió entre cuñados.
D)VIUDED: la viuda no podía contraer matrimonio antes de transcurrido un año a
contar desde la muerte del marido.
E)LA PROHIBICIÓN DE MATRIMONIO ENTRE LA ADÚLTERA Y SU CÓMPLICE: es recogida
por Justiniano que la extiende a los matrimonios entre raptor y raptada.
Otros impedimentos obedientes a motivos sociales, éticos o religiosos. Así, ni el tutor
ni su hijo pueden contraer matrimonio con su antigua pupila, hasta que no haya tenido lugar la
rendición de cuentas.
6.LIBERTAD PARA CONTRAER MATRIMONIO Y LAS LEYES DE AUGUSTO.

El matrimonio en el mundo romano era plenamente libre y no existía disposición


alguna que presionara a los ciudadanos a celebrarlo. Pero a finales de la República, ante la
decadencia de las costumbres, y alarmado por los bajos índices de natalidad, el emperador
Augusto hizo aprobar leyes que establecían de forma indirecta la obligación de contraer
matrimonio para todos los romanos comprendidos entre los 25 y los 60 años y para las
romanas mayores de 20 y menores de 50. La obligación también incluía a los viudos y
divorciados.
Se conceden premios y ventajas a los matrimonio prolíficos. Tales disposiciones fueron
derogadas paulatinamente por influencia del cristianismo, que no cree conveniente coacción o
injerencia alguna en la libre voluntad para contraer matrimonio.

7.EFECTOS DEL MATRIMONIO

El matrimonio es fuente de derechos y deberes entre los cónyuges, unos de carácter


personal, otros inciden directamente en la esfera patrimonial.
A)Existiendo entre los cónyuges una obligación de recíproco respeto
(reverentia). El adulterio de la mujer se castiga con más severidad que el del marido,
disponiendo Justiniano el ingreso de la mujer adúltera en un convento, y facultando al marido
para para hacer cesar la pena, reemprendiendo con su mujer la vida conyugal. Ni el marido ni
la mujer pueden actuar en juicio el uno frente al otro. Las acciones legales o infamantes no se
pueden ejercer entre cónyuges.
B)En el orden patrimonial, cuando el matrimonio iba acompañado de la
conventio in manum, todos los bienes que la mujer poseyera antes de contraerlo, y todos los
que durante el mismo adquiriese, pasaban a ser propiedad del marido. Si el matrimonio no iba
acompañado del conventio in manum, se producía un régimen de separación de bienes, que
funcionaba de distinta forma según que la mujer fuese sui o aliene iuris. Si era aliene iuris, todo
lo que adquiría durante el matrimonio redundaba en beneficio de su paterfamilias, y si era
independiente (sui iuris), todo lo que tuviese antes del matrimonio o adquiriese después, le
pertenecía en propiedad.
C)En virtud de la presunción Muciana todo incremento operado en el
patrimonio de la mujer cuya procedencia no pudiera demostrarse, se presume proviene del
marido, salvo prueba en contra.
D)Excluidas de la prohibición estaban las donaciones efectuadas por causa de
muerte o con ocasión de divorcio.

8.DOTES Y BIENES PARAFERNALES

1.BIENES PARAFERNALES: Cuando el matrimonio era libre, es decir, cuando no iba


acompañado de la conventio in manum, se llamaban bienes parafernales aquellos que
pertenecían a la mujer y de los cuales ésta, no habiéndolos constituido en dote, conservaba la
libre disposición. La mujer podía administrarlos por sí misma o encomendar al marido su
custodia o administración. Confiados al marido, debían ser tanto la mujer como sus herederos
podían reclamarlos con la acción de depósito o la de mandato, incluso mediante la acción
reivindicatoria.
9.DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO: DIVORCIO.

El matrimonio se disuelve por la muerte de uno de los cónyuges o por la pérdida de la


libertad de uno de ellos, y desde luego por el divorcio. Este término deriva del término
divortium, que a su vez deriva de divertere (separarse). También se emplea el término
reudium, se utilizaba para el divorcio unilateral y el término anterior para el bilateral. Como el
matrimonio se basaba en el mutuo consentimiento o affectio maritalis, la desaparición de la
misma lo disolvía automáticamente.
Durante la época republicana el divorcio parece haber sido admitido sin restricción
legal, se hicieron mucho más frecuentes hacia el final de la época republicana y el bajo
imperio. El divorcio tenía lugar o por mutuo acuerdo o por decisión de uno sólo de los
cónyuges, exigiéndose en ambos casos el cese de la vida en común. En época postclásica se
introdujo el uso de redactar un documento que formalizase el divorcio, y más tarde, Justiniano
exigió para el divorcio una declaración oral o escrita, comunicada al otro cónyuge en presencia
de siete testigos. Finalmente Justiniano, innovando y corrigiendo la oscilante legislación
precedente, sistematiza la materia referente al divorcio, distinguiendo los siguientes
supuestos:
*El divorcio por mutuo consentimiento (divortium communi consensus): sin
motivo o causa justificada, cuenta con el acuerdo de ambos cónyuges. Fue prohibido por
Justiniano, castigando a los cónyuges con la entrada en un convento y con la pérdida de todos
sus bienes a favor de los hijos habidos del matrimonio o en su defecto de los ascendientes. En
el año 566 su sucesor, Justino II lo vuelve a permitir, declarándolo libre de toda sanción.
*Divortium ex iusta causa: motivado por uno de los cónyuges que incurre en
una de las justas causas previstas al efecto, y entre las cuales cabe citar, el atentado a la vida
del marido, el adulterio, la mala conducta o el abandono del domicilio conyugal por parte de la
mujer; el atentado a la vida de la mujer, falsa acusación de adulterio e intento de prostitución
por parte del marido. El adulterio del marido no constituye para la mujer una causa justa de
divorcio, más que cuando aquél tenga relaciones con otra mujer en el domicilio común.
*El divorcio sin causa justificada (sine causa): no es lícito pero es válido, aun
cuando entraña siempre determinadas sanciones.
*Divotium bona gratia: divorcio que no es imputable a ninguno de los
cónyuges, y se permite para prestar el voto de castidad, por causa de impotencia del marido y
por cautividad de guerra tras cinco años sin dar noticia.

10.CONCUBINATO

La unión estable entre personas libres sin la maritalis affectio, esto es, sin la voluntad
de ser marido y mujer. Su estabilidad fue la característica que lo distinguió de otras relaciones
esporádicas y pasajeras, consideradas ilícitas. La causa de su difusión parece encontrarse en la
legislación matrimonial de Augusto que prohibía el matrimonio con personas de rango social
inferior. Los soldados recurrían al concubinato. Los emperadores cristianos, por vía indirecta,
buscaron la manera de hacer desaparecer el concubinato. A pesar de ello, el concubinato
subsistió como institución tolerada por la Iglesia. Justiniano, mostrándose favorables, conectó
al concubinato determinados efectos, como conceder a la concubina y a los hijos naturales un
limitado derecho de sucesión intestada, convirtiéndolo así, desde el punto de vista social, e
una especie de matrimonio de orden inferior, que exigía en la práctica de los mismos
requisitos que el matrimonio legítimo.

También podría gustarte