Don Álvaro

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Emiliano Rojas Sáenz.

408. 07/01/2023.
Noveno Reporte de Lectura.
Don Álvaro o La Fuerza del Sino.
Duque de Rivas.
1 Ángel de Saavedra o Duque de Rivas ha pasado a la historia como uno de los
2 máximos exponentes literarios de su movimiento: el romanticismo español.
3 Obteniendo su título nobiliario por sus influencias políticas, siempre se dedicó en
4 paralelo al arte creando teatro, poesía y pintura; todas con un punto en común: la
5 pasión y excentricidad romántica que lo caracteriza.
6 La relevancia histórica de esta obra no puede ser ignorada. Don Álvaro o La
7 Fuerza del Sino es sin duda alguna una de las obras más históricamente relevantes
8 que ha dado España en toda su historia; quizá poniendo al Duque de Rivas en un
9 mismo peso y valor histórico que Lope de Vega o José Zorrilla (eso sin hablar de la
10 calidad en sí misma de las obras.) Más de una vez se le ha comparado a esta obra
11 con Romeo y Julieta por su trágico desenlace para los dos amantes. Esto suma al
12 ambiente romántico que envuelve a la obra con una fuerza tal que parece querer
13 definir al movimiento mismo. Además, y para ilustrar aún más fuertemente el peso
14 que tuvo esta obra en el desarrollo de la literatura, vale la pena mencionar que
15 muchos historiadores del are fechan el inicio del romanticismo español en la
16 literatura con el estreno de esta obra en 1835.
17 Ahora vale la pena explicar la trama para extraer los próximos puntos a partir de
18 ella. Don Álvaro o la Fuerza del Sino se divide en cinco jornadas, donde la primera
19 nos presenta el misterio alrededor del personaje de Don Álvaro, un hombre rico y
20 extranjero que llega a Sevilla sin que la gente sepa nada de su pasado. Con las
21 opiniones dividas, la gente no sabe qué pensar sobre él, pues a pesar de demostrar
22 todas las características de un buen caballero, su piel morena y sus esclavos no
23 dejan de parecerles extraños a las personas del lugar. “Canónigo: Sólo sabemos
24 que ha venido de Indias hace dos meses, y que ha traído dos negros y mucho
25 dinero… Pero ¿quién es?...” (Página 7, 1835.)
26 Asimismo, en esta primera jornada es la única aparición del personaje de la
27 Preciosilla, una gitana que leyó la mano de la enamorada de Don Álvaro, Leonor, y
28 vio un destino fatídico. “Preciosilla: ¡Pobre niña!... ¡Qué linda es y qué salada!...
29 Negra suerte le espera.” (Página 8, 1835.)
1 A través de estas conversaciones descubrimos que Don Álvaro intentó pedir la
2 mano de Leonor a su padre, el Marqués de Calatrava, pero esta le fue negada por
3 su pasado incierto. A partir de ahí, el Marqués decide llevarse a su hija para que
4 deje de pensar en su amado y Don Álvaro va a llevársela para huir juntos. Sin
5 embargo, Leonor lo duda y retrasa las cosas. “Don Álvaro: Muchacha, ¿qué te
6 detiene ya?” (Página 16, 1835.) Don Álvaro termina prácticamente obligándola a
7 irse y, cuando ya están por partir, son atrapados por el Marqués. En ese momento
8 Don Álvaro lanza su pistola al suelo como señal de respeto, pero esta se dispara y
9 hiere mortalmente al Marqués, firmando así su condena y provocando todo lo que
10 sucede después en la obra. “Don Álvaro: ¡Dios mío! ¡Arma funesta! ¡Noche terrible!”
11 (Página 18, 1935.)
12 En la Segunda Jornada se nos muestra a Leonor pidiendo asilo en un convento de
13 Italia, haciéndose pasar de hombre, para que le permitan estar aislada y morir
14 lentamente en una casa en las montañas. Por la decisión de Leonor es que el
15 Guardián accede a acompañarla en este proceso.
16 En la Tercera Jornada comenzamos con el personaje de Don Carlos Vargas, hijo
17 del Marqués y hermano de Leonor, el cual entra en una riña por un juego de cartas.
18 Entonces llega Don Álvaro y lo salva. “Don Carlos: Mil gracias os doy, señor; sin
19 vuestro heroico valor, de cierto estaba perdido.” (Página 43, 1835.) Al presentarse,
20 estos dos se dan nombres falsos y se vuelven amigos. Después, cuando Don Álvaro
21 cae herido, Don Carlos lo salva y en el hospital, husmeando en sus cosas, encuentra
22 la verdad.
23 En la Cuarta Jornada, Don Carlos es matado en duelo por Don Álvaro y este último
24 es arrestado y llevado a prisión, de la cual huye durante un ataque del enemigo de
25 guerra de España en ese entonces. En esta jornada, Don Álvaro descubre que
26 Leonor no estaba muerta como él pensaba. Me atrevo a decir que esta es la jornada
27 mejor escrita en la obra, ya que contiene diálogos poderosísimos y muy
28 impactantes. “Don Álvaro: Entiendo. Que soy un monstruo, una fiera. Que a la
29 obligación más alta he faltado. Que mi ciega furia ha dado muerte a un hombre cuyo
30 arrojo y nobleza debí la vida en el campo.” (Página 63, 1835.)
1 Finalmente, en la Quinta Jornada conocemos a Don Alfonso, el otro hermano de
2 Leonor que encuentra a Don Álvaro ahora convertido en padre. Lo reta a un duelo
3 y, después de resistirse, Don Álvaro accede. En esta conversación se nos revela el
4 verdadero origen del protagonista: un mestizo entre princesa inca y un noble
5 español. “Don Alfonso: De aquel virrey fementido que formó planes de tornar su
6 virreinato en imperio, y coronarse, casando con la heredera última de aquel linaje
7 de los Incas, eres hijo.” (Página 81, 1835.) Luchando, Don Alfonso muere y Don
8 Álvaro va a buscar un padre que lo confiese, llegando así con Leonor que se hacía
9 pasar por un padre monje y, cuando esta acude, es descubierta por su hermano
10 quien la mata por ser la provocadora de todo el problema. Al encontrarlos muertos,
11 “Don Álvaro: ¡Te hallé, por fin… sí, te hallé… muerta!” (Página 84, 1835.) Don Álvaro
12 decide lanzarse de un monte para quitarse la vida.
13 Habiendo descrito la historia, podemos encontrar más fácilmente la esencia de lo
14 que representa, es decir, el romanticismo. Dentro de los diálogos dramáticos,
15 devastados por la falta de honra y el sentimiento de los personajes de que la mala
16 suerte los persigue, de que merecen la muerte, de que su amor es lo único que
17 importa encontramos todo lo que los románticos querían representar en su
18 movimiento artístico. El suicidio y muerte del final de todos los personajes es el
19 cuadro máximo de lo que se quiere representar. “Don Álvaro: Infierno, abre tu boca
20 y trágame. Húndase el cielo, perezca la raza humana, exterminio, destrucción…”
21 (Página 84, 1835.)
22 Sin embargo, en mi opinión, no puedo dejar de pensar que eso también hace a los
23 personajes poco redondos, ya que si bien los sentimientos son parte crucial de la
24 esencia humana, no existe humano sin razón tampoco. Considero que la historia es
25 forzada en ocasiones, como con la muerte del padre de Leonor o la razón por la que
26 a Don Álvaro le es posible huir de la prisión. El desarrollo de Don Álvaro sí es muy
27 interesante, pero ninguno de los personajes parece tener sustento de ser una
28 persona real, pues si bien apasionados, son hasta un tanto absurdos en su actuar.
29 Eso me desesperó a lo largo de la obra, por lo que, en conclusión, no fue mucho de
30 mi agrado.
Bibliografía:
Saavedra, A. (1835). Don Álvaro o La Fuerza del Sino. Primera Edición en la
Colección “Sepan Cuantos…” Ciudad de México. México: Editorial Porrúa.

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