Tema 01. La Romanización

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HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO

TEMA 1: LA ROMANIZACIÓN

INTRODUCCIÓN (poner específicamente introducción, desarrollo y


conclusión)
La Romanización es el proceso de asimilación de los pueblos que habitaban la
Península Ibérica de las formas de vida y cultura romanas. La civilización romana
aportaba claras ventajas en la calidad de vida, como el agua corriente, el
alcantarillado, los puentes, las calzadas... También era un estado sólidamente
organizado y respaldado por un ordenamiento jurídico y legal, delque carecían la
gran mayoría de los pueblos conquistados.

La romanización fue un proceso lento que afectó de manera desigual a los distintos
territorios peninsulares. Este hecho hay que relacionarlo con el momento de la
conquista y la oposición o colaboración de la misma (pregunta huecos). Las zonas
más rápida e intensamente romanizadas fueron el levante peninsular incorporando en
el contexto de la Aegunda Guerra Púnica y Carthago y el valle del Guadalquivir (en
contacto previo con colonizadores fenicios, griegos y cartagineses), el interior y el
noroeste se romanizó más lentamente y con menor intensidad al ser incorporados
más tardíamente y con oposición de sus habitantes (resistencia de Numancia de
Viriato con los lusitanos).

Los factores que intervinieron en este proceso fueron los que aparecen explicados a
continuación en el desarrollo de tema: la organización administrativa romana sobre la
península, con la creación de una serie de demarcaciones que fueron variando con el
tiempo; el proceso de urbanización; la creación de una extensa red de calzadas; el
papel del ejército; las obras públicas y la implantación de la estructura social romana,
la lengua, la religión y el derecho.

DESARROLLO
 La organización administrativa: Roma implantó una división administrativa que
le permitiera explotar más eficazmente los recursos económicos y controlar y someter
a la población indígena.(se pone sí o sí)
Desde el 197 a.C. hasta el 27 a.C. Hispania fue dividida en dos provincias: la Citerior
con capital en Tarraco y la Ulterior, con capital en Cartago Nova y después en
Córdoba. En época de Augusto (27
a. C.) la Ulterior se dividió en
Bética, con capital en Córdoba, y
Lusitania, con capital en Emerita
Augusta (Mérida), la Citerior se
transformó en Tarraconensis, con
capital en Tarraco. Por último el
emperador Diocleciano (siglo III
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d.C.) dividió el Imperio en trece diócesis Hispania en siete provincias: las


anteriores(Lusitania, Tarraconensis y Bética) más Gallaecia, Carthaginensis, Baleárica
y Mauritania Tingitania (norte del actual Marruecos).
Al frente de cada provincia había un gobernador que tenía a su mando una legión y
diversos contingentes de tropas auxiliares. A éste le ayudaba un cuestor para el
cobro de impuestos y labores judiciales. Cada provincia estaba dividida además en
conventos jurídicos, demarcaciones más pequeñas para la administración de justicia,
recaudación de impuestos, levas de militares...
 El proceso de urbanización. La romana era una civilización urbana. Para los
romanos romanización, urbanización y civilización significaban lo mismo. La creación
de ciudades de nueva planta, o la trasformación de antiguos asentamientos o la
obtención de derechos jurídicos romanos de las ciudades preexistentes fue un
importante factor de romanización. Los núcleos urbanos existentes en la península
tenían diferentes estatus jurídicos dependiendo de su colaboración u oposición a la
dominación romana. Por otra parte, los romanos crearon ciudades de nueva planta
como Emerita Augusta, Itálica, Cesar Augusta… en las que se establecieron militares
romanos licenciados jugando un importante papel en la romanización de estos
territorios. por tanto una variada casuística en función de los derechos jurídicos y
políticos de los que gozaban. De menor a mayor grado de romanización nos
encontramos:
o Civitates. Eran núcleos urbanos preexistentes. La mayoría estaban sometidas al
pago de un tributo anual y a la obligación de proporcionar tropas auxiliares.
o Municipios. La municipalización era la concesión por parte del estado romano de
privilegios jurídicos a ciudades indígenas preexistentes que habían alcanzado un
alto grado romanización. Existían dos clases de municipios, los municipios
romanos (a los que el estado romano otorgaba el derecho de ciudadanía a todos
sus habitantes), y los municipios de derecho latino (ius latii) en los cuales se
otorgaba el derecho de ciudadanía solo a los habitantes que hubieran
desempeñado una magistratura municipal anual.
o Colonias. Eran ciudades de nueva planta habitadas por ciudadanos romanos
venidos de Italia, normalmente exlegionarios que el estado romano asentaba en
el territorio en el que habían desempeñado el servicio militar mediante el
otorgamiento de tierras de labor. La más antigua de ellas es Itálica (Santiponce),
cerca de Sevilla, pero también Córdoba, Palma, Pamplona, Lérida, Mérida,
Zaragoza, etc.
En un principio solo los itálicos gozaban de los privilegios que otorgaba la ciudadanía
romana, pero la municipalización y la colonización fue extendiendo este derecho.
Normalmente lo recibía gente que colaboraba con Roma y tenía un alto grado de
integración en el mundo romano.

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En el año 70 d.C. el emperador


Vespasiano otorgó el ius latiia
todos los núcleos urbanos
existentes en Hispania, dato
que nos informa del importante
grado de romanización que
había adquirido la península en
este momento. En 212 el
emperador Caracalla otorgó la
ciudadanía romana a todos los
habitantes libres del imperio.
 Las calzadas. Fue otro
importante factor de
romanización. Las calzadas
aseguraban el control político y militar, facilitaban la comunicación y el comercio,
drenaban los recursos económicos hacia Roma y cohesionaban política, social y
económicamente el territorio.
Hispania contó con una importante red de calzadas (que fue la única hasta el siglo
XVIII), que aún hoy sigue siendo la base de la red de carreteras española.La vía
principal (vía Augusta) era la que desde el extremo oriental de los Pirineos penetraba
en la península y recorría el litoral mediterráneo hasta Cartago Nova y el valle del
Guadalquivir (hasta a Gades a través de Córdoba y Sevilla).
o Otra vía importante comunicaba el sur de Francia, desde Burdeos, con la región
minera del Bierzo, con capital en Asturica Augusta (Astorga), pasando por
Pamplona y León.
o El occidente peninsular quedaba comunicad0 de norte a sur por la vía de la
Plata, que unía Astorga con Mérida a través de Cáceres y Salamanca. Sendos
ramales unían aquellas con Galicia y con Huelva.
o Estas vías principales se unían entre sí con una red secundaria que garantizaba
la rápida comunicación de todos los núcleos urbanos importantes y las zonas de
explotación económica entre sí.
o Las vías romanas eran construidas por el ejército. Constaban de varias capasy
estaban señalizadas con miliarios cada mil pasos (grandes cilindros pétreos)
que informaban de las distancias y del nombre de la vía.
o Complemento de las calzadas eran los puentes: sólidas construcciones en
piedra y hormigón que salvaban los ríos, a veces con considerables alturas
sobre el lecho. Tal era así que muchos de ellos han llegado hasta nosotros en
aceptable estado conservación, como el puente de Alcántara, levantado sobre el
Tajo en un ramal secundario de la vía de la Plata.

El ejército. Fue un importante agente de romanización. Los campamentos


legionarios transmitían la lengua y cultura romanas y eran un foco de atracción
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económico junto al cual se establecían todo tipo de instalaciones para satisfacer las
necesidades de los legionarios. Muchos campamentos legionarios se convirtieron en
ciudades, como León (cuyo nombre deriva de la palabra latina legio).
También contribuyó a la romanización el reclutamiento de tropas auxiliares. Los
romanos exigían a los pueblos sometidos la entrega de soldados que se integraban en
el ejército romano en calidad de tropas auxiliares. Estos, en contacto con los
legionarios ciudadanos, se romanizaban rápidamente. Al acabar el servicio militar
obtenían la ciudadanía romana y lotes de tierra cultivable como los legionarios
ciudadanos.

La estructura social (estudiarla del esquema). Se adopta la estructura social de


los romanos: Patricios (clase alta: senadores, caballeros y decuriones) y plebeyos
(clase baja) libres; esclavos (carecen de derechos y libertad). La mayor parte de la
población hispana formaba parte de la plebe o eran población esclava.

Existían dos estratos sociales claramente diferenciados en función de las relaciones


económicas, funciones y prestigio: un estrato social elevado y un estrato social bajo.
El estrato social elevado se dividía a su vez en tres órdenes (de mayor a menor
estatus) en:
o Senadores. Constituía la elite de la sociedad romana. Era un grupo selecto de
unas 600 personas que representaba los viejos ideales del estado romano. Hay
una primera generación de senadores romanos hispanos en el siglo I a.C. En el
I d. C. los senadores hispanos fueron en aumento gracias al impulso de flavios
y antoninos.
o Caballeros. Por debajo de los senadores se situaban los caballeros (unos 20.000
en todo el imperio). A esta situación se llegaba por concesión individual del
emperador a aquellos miembros del orden de los decuriones especialmente
ligados a importantes familias romanas.
o Decuriones. Constituido por las elites indígenas que copaban las magistraturas
urbanas de las civitatesy de los municipios. Cuando cesaban en el cargo
obtenían la ciudadanía romana.
Dentro de este estrato social bajo podemos distinguir:
o Los ciudadanos romanos de pleno derecho. Gozaban de privilegios como formar
parte de las asambleas urbanas y ser beneficiarios de juegos, espectáculos o
donaciones en dinero o en especie.
o La población libre sin derecho de ciudadanía. Carecían de derechos políticos.
o Los esclavos. No eran considerados personas, sino instrumentos. Carecían de
derechos personales y patrimoniales. Había esclavos públicos (que trabajaban
en las minas o al servicio del emperador) y privados. Sus circunstancias vitales
diferían enormemente. Muchos esclavos alcanzaron la libertad convirtiéndose en
libertos, aun así quedaban vinculados mediante relaciones clientelares con sus
antiguos dueños.
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 La economía. Los romanos introdujeron en Hispania el modo de producción


esclavista, en el que el motor de la producción era la mano de obra esclava.
o En la agricultura introdujeron el regadío y herramientas como el arado romano.
La base de la producción era la tríada mediterránea (cereales, vid y olivo). El
vino y aceites hispanos eran muy apreciados en Roma. Estos productos
llegaban a la capitala través de las calzadas, o por mar hasta Ostia, el puerto de
Roma.
o Hispania era rica también en minerales: oro en León (Las Médulas) y Asturias,
plata en Sierra Morena, cobre en Río Tinto (Huelva), plomo en Cartagena... los
romanos perfeccionaron las técnicas de extracción de minerales, y muchas de
las minas que ellos abrieron siguen en explotación. La mayoría de estos
productos iban a parar a la capital del Imperio, y se utilizaban, entre otras
cosas, para acuñar moneda.
o En cuanto a la industria no había en España zonas especializadas en la
producción artesanal, con la excepción de salazones y de transformación de la
pasta de pescado llamada garum que enloquecía a los romanos.
 Las obras públicas. Las grandes obras públicas y de ingeniería eran las que
mejor plasmaban en la práctica las ventajas de pertenecer a la civilización romana,
y por tanto constituyeron otro factor fundamental de romanización.
Las ciudades de nueva planta se ajustaban al modelo urbanístico romano (tomado
de los campamentos legionarios): planta cuadrada o rectangular y trazado
hipodámico u ortogonal, con dos grandes ejes perpendiculares (cardoy decumano)
cuya intersección conformaba el foro, gran plaza donde se ubicaban los edificios
principales de la ciudad (la curia, la basílica o el templo principal). Solían estar
rodeadas de murallas. En el exterior del perímetro amurallado se situaban los
grandes edificios de uso público, como las termas, los circos, los anfiteatros y
los teatros.
Los grandes espectáculos públicos (carreras de carros, luchas de gladiadores,
luchas contra fieras, obras teatrales) eran gratuitos para los ciudadanos romanos
(sufragados por los magistrados municipales o los senadores) y ocupaban gran
parte del año.
Las termas eran grandes instalaciones lúdicas e higiénicas a las que tenía acceso
toda la población (hasta los esclavos) por un precio simbólico. Constaban de varias
salas con agua a diferentes temperaturas y una gran piscina. Las termas tenían
función higiénica y social (practicar gimnasia, leer -tenían bibliotecas-, charlar,
cerrar tratos.
Las termas eran posibles gracias a una de las más características obras de la
ingeniería romana: los acueductos. Estos garantizaban a todas las ciudades
romanas un caudal abundante y permanente de agua de gran calidad que se
suministraba a las termas, a las casas de los ciudadanos adinerados y a una gran
cantidad de fuentes públicas. Este flujo continuo permitía que las ciudades
pudiesen soportar un gran número de habitantes que veían así garantizada
abundante agua para beber, para su higiene personal y de la propia ciudad, y para
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instalaciones industriales de todo tipo. Los acueductos eran grandes canalizaciones


subterráneas que recogían el agua de algún manantial o de algún embalse
construido al efecto y la transportaban hasta las ciudades, una vez allí
desembocaban en unos enormes depósitos desde donde se distribuían a termas,
casas y fuentes.
El alcantarillado permitía sanear las ciudades y alejar de ellas las aguas sucias
impidiendo la transmisión de enfermedades. Eran canalizaciones subterráneas a
las que vertían las aguas fecales, las de lluvia y las de la limpieza de la ciudad y
que desembocaba en el río en una zona alejada de la ciudad aguas abajo.
 Religión, cultura y derecho. La religión romana era politeísta y toleranba otros
cultos y dioses. A la religión romana tradicional se añadieron todos los dioses
griegos a los que los romanos dieron otros nombres. En la época imperial se
extendió el culto al emperador, más de carácter cívico que religioso. De Oriente
asimilaron también las religiones de otros pueblos: los cultos a Mitra, a Isis, a
Cibeles... y en los últimos siglos del Imperio se extenderá por él el cristianismo. El
cristianismo fue perseguido en principio porque no toleraba a las otras religiones
ni se prestaba a practicar el culto imperial, lo que era considerado subversivo por
las autoridades romanas. A pesar de esto fue creciendo y el emperador
Constantino acabó por legalizarlo en el año 313 por el Edicto de Milán. En el 381 se
convirtió en la religión única y oficial del estado romano, quedando las viejas
creencias prohibidas y perseguidas.
La lengua romana, el latín, era hablado por casi todos y las lenguas y los cultos
locales fueron desapareciendo progresivamente. De todas las lenguas anteriores
sólo sobrevivió el vasco en una zona escasamente romanizada. El latín floreció en
la Península con escritores como Séneca, Lucano y Marcial.
El Derecho es una de las más grandes creaciones del pueblo romano y una de sus
más valiosas aportaciones a la civilización occidental. De toda la herencia dejada
por Roma, ningún otro aspecto continúa teniendo una vigencia similar a la del
Derecho Romano.
La legislación escrita, aprobada por las asambleas, garantizaba una seguridad
jurídica de la que carecían los pueblos prerromanos (bárbaros). Estos se regían por
normas consuetudinarias que, al no estar escritas, quedaban sometidas a la
interpretación arbitraria de jefes tribales y reyezuelos.
Lo más llamativo del Derecho Romano es que no desapareció al desaparecer el
poder político de Roma. Desde la Edad Media, en que fue acogido y asimilado por
los pueblos bárbaros, pasando por la Modernidad, hasta el siglo XIX –con el código
napoleónico-, el Derecho Romano no sólo sobrevivió, sino que se extendió a otros
continentes. El sistema jurídico que nos legó Roma constituye hoy en día el núcleo
del Derecho de todo occidente.

CONCLUSIONES
La Península se romanizó rápida e intensamente, sobre todo la Bética y el levante
(los primeros emperadores provinciales fueron hispanos, Trajano y su sucesor
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Adriano).La cultura grecorromana sentó las bases de la civilización occidental. La


conquista romana introdujo por tanto a la península en la Historia y en la
Civilización. Los romanos nos dejaron la lengua y la escritura, el derecho, la
administración, la economía monetaria, y grandes avances en arquitectura,
ingeniería, obras públicas y vida cotidiana, integrándonos en la Civilización
Occidental, cultura hegemónica hoy en el mundo.

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