Historia y Proceso de La Identidad de Los Peruanos
Historia y Proceso de La Identidad de Los Peruanos
Historia y Proceso de La Identidad de Los Peruanos
(UNA SÍNTESIS)
Llamamos peruanos a todos los habitantes del Perú a lo largo de su milenaria historia, pero sobre
todo, y esto es muy justificado, nosotros —los peruanos contemporáneos— nos reconocemos como
tales. Luego, resulta pertinente que en función de nosotros debamos darle un sentido a la Historia
del Perú, interpretando el pasado peruano. La historia que resulte tiene que satisfacer nuestras
inquietudes y necesidades, tiene que cumplir el papel alentador y constructor de toda lectura del
pasado propia de un país moderno.
La Historia del Perú es la historia que se ha desarrollado en el territorio peruano, son los hechos que
han protagonizado, consciente o inconscientemente, sus habitantes, los peruanos, desde los más
antiguos pobladores hasta los actuales, hayan o no nacido en él, tengan raíces antiguas o recientes.
La Historia del Perú Moderno nos muestra el proceso en curso de formación de una nación con
ingredientes diversos. El Perú que conocemos e integramos se ha constituido lentamente, es obra de
muchas generaciones, un resultado histórico, una consecuencia, un ser nuevo que antes no existía,
que se ha formado y sigue formándose pues el proceso no ha concluido.
La Historia del Perú se nos muestra a menudo fracturada, frustrada, trunca, como resultado de
profundos resentimientos y traumas que debemos superar, pero también de la manipulación
ideológica y política.
EL PERÚ ANTIGUO
- Tawantinsuyu fue un concepto quechua más bien restringido a las cuatro partes del Imperio
de los Incas, lo que era decir del mundo, en la mentalidad andina
- El Perú Antiguo lo ocuparon numerosas naciones enfrentadas muchas veces en guerra;
sobreviven algunas rivalidades regionales resultado de sus seculares contradicciones (vide
Huertas Vallejos).
- El Imperio de los Incas coronó un proceso de miles de años en el que participaron hombres y
mujeres llegados a este territorio de diversas procedencias, construyendo las "culturas" que
englobamos en lo que llamamos Perú Antiguo o Antiguo Perú.
- Los Incas son parte de la Historia del Perú, pero no viven el Perú Moderno. Más bien ponen
los cimientos, preparan el terreno, empiezan la construcción del edificio que es el Perú
actual, el cual, a medio construir, sufre importantes cambios en su estructura y acabados. Lo
que resulta es obra de los Incas —en realidad, del hombre del Perú Antiguo en general—
pero también de los españoles, de los negros y de otros hombres llegados para fundirse en
la obra secular y colectiva que es el Perú que nosotros constituimos.
LA CONQUISTA ESPAÑOLA
- La Conquista Española no fue la primera conquista sufrida por el antiguo hombre peruano;
en realidad, su historia da cuenta de muchas conquistas —waris, chancas, quechuas, etc.
Pero sí fue la última y la que lo alejó para siempre de sus patrones aborígenes al imponerle
la cultura occidental y descubrirle el sentido cristiano de la vida.
- La Conquista fue un hecho violento y brutal que horroriza en no pocos episodios, pero su
significación histórica no debe ser negada ni confundida. Por cierto, no seríamos cristianos si
restáramos importancia y aun aprobáramos los sufrimientos que causó.
- Los peruanos actuales, vale decir los modernos, venimos de españoles conquistadores y de
indios conquistados. Ni somos españoles ni somos indios. Nuestra raza y nuestra cultura no
son las suyas.
- Lo verdadero es que los españoles del siglo XVI —y ni aun todos en la misma medida—
conquistaron el Tahuantinsuyu, o a los Incas, o a los indios, o a los peruanos antiguos.
- La Conquista de los Incas y la de otros pueblos llevan a las siguientes reflexiones. Es verdad
que la muerte de los imperios y las civilizaciones es lamentable, como lo es la muerte en
general, cuánto más si es resultado de la violencia y de la dominación.
- Así, la Conquista dio muerte a los Incas, pero dio vida al Perú Moderno, resultado del
proceso que con ella se inició y continúa su marcha. N
EL VIRREYNATO
- A partir de 1532 empezó el proceso de formación del Perú Moderno, del Perú actual que
formamos. Desde ese momento se fueron colocando las bases del edificio nacional peruano
al producirse la llegada —invasión dicen algunos en tono de condenación— de miles de
europeos españoles inmigrantes y de no menos africanos esclavizados. Ambos flujos
migratorios se sumaron al poblador aborigen radicado desde antiguo, en su momento quizá
también un invasor, el cual reconocía una diversidad cultural y política que los Incas habían
respetado en cuanto no se opusiera a sus planes.
- . Los españoles constituyeron así una minoría nacional trasplantada de su lar nativo
imperante sobre una mayoría indígena fragmentada en cientos de colectividades fieles a
ancestrales tradiciones, a las cuales cabe llamarlas “naciones étnicas”, como también
advertir sus desarticulaciones, contradicciones y crisis. Los negros estuvieron lejos de formar
una “comunidad nacional” dadas su diversa procedencia, situación servil y variadas
tradiciones culturales, todo lo cual no les privó de practicar actitudes y conductas solidarias.
- Muy pronto, tan temprano como al promediar el siglo XVI, en el Virreinato surgió una
sociedad marcadamente jerarquizada por la raza —se suele llamarla “sociedad de castas”—,
pues en ese tiempo, aparte de consideraciones políticas y económicas, la separación y
dominio de los hombres que eran distintos y se consideraban inferiores, era un hecho que se
concebía natural y ético. Por cierto, los españoles ocuparon la cima de esa pirámide racial-
étnico-social, lo que no impidió sus relaciones con indios y negros, a pesar de expresas
prohibiciones, ni muchas excepciones a su plan de liderazgo. Sin embargo, en términos
legales sólo hubo dos “repúblicas”: la de los españoles y la de los indios.
- La Ilustración dio lugar a valiosos y precursores estudios peruanistas, como los publicados en
el Mercurio Peruano (1790-1795), donde Hipólito Unanue, criollo nacido en Arica, hizo
evidente no sólo el patriotismo de su estirpe sino una proyección protonacionalista en sus
escritos.
- la evangelización de los indios, un medio de occidentalizarlos o españolizarlos empleado
desde el siglo XVI, a fines del XVIII se sumó el uso obligatorio de la ropa de Castilla, esa que
hoy mismo es la base de la indumentaria típica de muchos peruanos de los Andes.
- ¿Qué nos dejó el Virreinato además de la “sociedad de castas” —forzoso saldo de los
conceptos raciales vigentes en la época—, los cimientos y la gestación de la nacionalidad
peruana? Un balance desde el ángulo de los asuntos esenciales no puede desestimar que
entonces se trazó el perfil territorial del Perú actual, que se alentó su unidad física gracias a
la tupida red de relaciones políticas, sociales y económicas tejida desde Lima y otras
ciudades importantes, aunque la separación de Charcas por obra del equivocado
reformismo borbónico trajo largas y dolorosas consecuencias.
LA INDEPENDENCIA.
LA REPÚBLICA.
- El siglo XIX. El establecimiento del sistema republicano trajo decisivos avances en materia
de nacionalidad. Se adoptaron principios democráticos que, no obstante su poco realismo,
fueron transformando lentamente el universo social. Por cierto, la jerarquía virreinal no
desapareció de inmediato por razones obvias y por formar parte de la mentalidad colectiva
- Surgieron los símbolos nacionales —la bandera, el escudo, el himno— y se exaltó el
patriotismo, echándose a andar el carro del animoso y juvenil nacionalismo peruano,
alentado por sus primeros triunfos sobre España y la Gran Colombia. En tal sentido, el
Supremo Delegado Marqués de Trujillo, autorizado por el Ministro Bernardo Monteagudo,
decretó en 1822 que se dijera "¡viva la patria!" al empezar un acto público de obligación o
de pasatiempo, y el Congreso de 1823 dio una ley para exclamar "¡viva el Perú!"
- Los indios recibieron un trato bifronte, protector y paternalista por las leyes del Estado,
marginador y hasta explotador por muchas autoridades y buena parte de la sociedad (vide
Méndez). Los mestizos, negros y mulatos fueron a la vez víctimas y verdugos de aquella
situación. Hubo incomprensión y desprecio de lo andíno en reputados escritores como
Felipe Pardo y Aliaga y Manuel Atanasio Fuentes, o señales del viejo temor que producía “la
indiada”. Incluso alguno — Fuentes— confesó sentir vergüenza de ser peruano
- La conciencia del "problema del indio", de su regeneración e integración, se hizo cada vez
más aguda en la segunda mitad de la centuria, pero no bastó la supresión del tributo para
resolverlo, como creyeron los liberales en 1854. Por la misma época, la esclavitud del negro,
un pecado no purgado de la sociedad peruana, se resolvió aboliéndola y pagando el Estado
una cuantiosa indemnización.
LA REPÚBLICA. EL SIGLO XX
- El país "creció" al incorporarse la selva —tarea iniciada con tesón y sacrificio en el siglo XIX—
y en ésta tomaron la nacionalidad numerosos pueblos amazónicos que hoy mismo reclaman
un lugar digno en la sociedad peruana.
- En buena parte del siglo XX han tenido vigencia dos posturas antagónicas: el hispanismo y el
indigenismo, o sea la sobrevaloración y afirmación exclusiva de lo hispano y de lo andino,
respectivamente, así como la negación o relativización de la otra vertiente. El hispanismo,
real o figurado, pues la verdad es que se le ha atribuido mucho más de lo que realmente
pensaba, se hizo patente cuando, por ejemplo, subestimó la Historia del Perú Antiguo (vide
Zavala Oyague) o cuando manifestó perseguir "la afirmación de lo peruano en la síntesis
hispanista, cuyo optimismo prefiere la fe al desconsuelo", sin embargo de aceptar el
mestizaje, el arquetipo del Inca Garcilaso, y de tener un alto concepto del peruano y de su
historia
- Junto al apabullante mestizaje y consiguiente retroceso del racismo, existen aún muchas
señales de separación social fundadas en la raza (vide Nugent y Callirgos), que incluso se
prestan a generalizaciones apresuradas fruto de una superficial observación
EL PERÚ ACTUAL
En los últimos años, las clases altas y medias del país han cobrado más conciencia de la gravedad
de los problemas sociales y, al mismo tiempo, de los muchos rostros del Perú
Los marxistas y socialistas han aportado una formidable crítica a las visiones del Perú heredadas
de otras generaciones, pero ella no siempre ha sido ponderada ni ha considerado todos los
factores y limitaciones.
REFLEXIONES FINALES.
La historia del hombre que ha habitado en el Perú es la historia de la lenta evolución de grupos
humanos separados, distintos y hasta contrapuestos, que el paso del tiempo y la sucesión de las
generaciones han convertido, no sin fricciones, en una sociedad en camino de plasmarse como
nación, la cual reconoce identidades o matices varios (geográficos, sociales, culturales, etc.) y
orígenes diversos. Lo peruano admite pues diferentes contenidos, y así lo debemos aceptar,
pero también es una categoría que engloba una sola idea nacional, una sola simbólica (vide
Calvo C.), una sola configuración política, una historia común moderna antes que antigua, una
identidad nacional supracultural y suprarracial que comprende en realidad una familia de
variados estilos humanos estrechamente ligados por los mismos o semejantes elementos
compartidos.
La cohesión de la nación peruana se sustenta en factores políticos antes que sociales o
culturales. Prima entre los peruanos la solidaridad de ese signo, la voluntad de integrar la
nación. A pesar de las diferencias, los peruanos queremos ser peruanos, no se nos ocurre ser
otra cosa, no negamos nuestra nacionalidad, no proyectamos el fraccionamiento del país en
diferentes nacionalidades.