Parasha 13 Shemot
Parasha 13 Shemot
Parasha 13 Shemot
Resumen
Se hace un recuento de los nombres de los hijos de Yisrael. Su descendencia llegó a ser muy
numerosa; después de toda la primera generación hubo un rey que no conoció a Yosef y
decidió oprimir a los israelitas con mayor carga de trabajo, pero aún así les temían. Este rey
dio la orden de matar a todos los niños varones israelitas recién nacidos, y dejar vivir a las
niñas; pero las parteras no acataron la orden y fueron prosperadas por El Eterno. El rey
mandó entonces echar al río a los niños recién nacidos.
Un niño nació, y su madre al ver que no podía ocultarle más lo deja en una arquilla en medio
del río; la hija de Far’öh cuando se bañaba lo vio y tuvo compasión de él, por lo que llamó a
la madre del niño para que le cuidara. Cuando el niño creció fue llevado a la hija de Far’öh,
quien le puso por nombre Mosheh. Un día Mosheh vio que un egipcio maltrataba a uno de
sus hermanos, y lo mató. Después vio dos de sus hermanos que reñían y quiso disuadirlos
para que no pelearan; uno de ellos le recuerda que había matado a un egipcio, lo que llega a
oídos de Far’öh, quien quiere matarle, por lo que Mosheh huye a Midian. Al llegar a un pozo
vio como unos hombres desalojaban a unas mujeres que estaban allí, por lo que las defiende;
ellas le cuentan a su padre, quien le invitó a su tienda. Le fue dada por mujer a Tsiporah,
quien le dio a luz un hijo al que llamó Gershom.
El pueblo de Yisrael clamó por causa de su servidumbre, y el Eterno les escuchó. Un día
Mosheh llevó sus ovejas hasta Jorev; un ángel se le apareció en una zarza que ardía en fuego
pero no se consumía; Mosheh fue llamado por El Eterno, Quien se le presentó como el Elohim
de sus ancestros; El Eterno le dice que escuchó el clamor de Yisrael y la librará de mano de
los egipcios para llevarla a una tierra que fluye leche y miel, y para esto lo comisionará a él
para que vaya a Far’öh y saque a los Benei Yisrael. Mosheh pregunta qué responderá cuando
le pregunten sobre quién le envió, razón por la que El Eterno le menciona Su Nombre
Inefable. Mosheh es comisionado para ir a los ancianos y revelarles que Yisrael saldrá de
Mitsrayim con mano poderosa y con gran riqueza, además de que Mitsrayim será herido
severamente.
Mosheh duda que le puedan escuchar, por lo que El Eterno le da dos señales para que le
crean: Su vara se convirtió en culebra y su mano fue llena de tsaraät; Mosheh argumenta
que no es un hombre de fácil palabra, por lo que El Eterno le dice que su hermano Aharon
hablará por él y su vara hará señales para que le crean. Mosheh le dice a su suegro que
volverá a Mitsrayim, lo cual hace con su mujer e hijos. El Eterno advierte a Mosheh que
endurecerá el corazón de Far’öh, por lo que habrá de decirle que El Eterno matará al
primogénito. En el camino El Eterno quiso matar a Mosheh, pero su esposa Tsiporah lo evitó
circuncidando a su hijo. Mosheh se encontró con Aharon y le relató lo que El Eterno le había
encomendado; el pueblo le creyó a Mosheh.
Estando en la presencia de Far’öh; Mosheh y Aharon le dijeron que dejara ir al pueblo de
Yisrael para que sirviera a El Eterno en el desierto. Far’öh se muestra arrogante, y no sólo no
permite la salida del pueblo sino que hace aún más pesados sus trabajos para que no
escucharan las palabras de Mosheh. El pueblo fue obligado también a recoger la paja para los
ladrillos, sin disminuir su carga en el trabajo. Mosheh y Aharon claman a El Eterno porque se
han hecho abominables ante los egipcios y los Benei Yisrael están muy afligidos. El Eterno
reafirma que Yisrael saldrá con mano fuerte.
El Sefer Shemot comienza repitiendo quiénes son los Benei Yisrael; uno de los grandes
propósitos de tal mención tiene que ver con el hecho de que El Eterno tiene buen cuidado de
clarificar quiénes realmente conforman el pueblo de Yisrael, el portador de todas las
promesas y pactos celestiales. Esto evita cualquier mínima posibilidad de que otra nación
usurpe los derechos de Yisrael1. Es una declaración de la legitimidad del pueblo de Yisrael
como nación, pero también de la autenticidad de los propósitos de HaShem en cabeza de Su
pueblo.
Pero también esta “aclaración” busca crear conciencia dentro del mismo pueblo de Yisrael
para que conozca, más que sus derechos, sus deberes, entre los que se cuenta en gran
medida el ser luz a las demás naciones y se preocupe por cumplir en primer lugar la voluntad
de El Eterno2.
Aunque posiblemente no se pudiera ver muy claramente, el hecho de que sean setenta
personas quienes formaron inicialmente el pueblo de Yisrael denota proféticamente que todas
las naciones tienen acceso a las promesas hechas a Yisrael y a ser consideradas como dignas
de habitar en las moradas del Olam Haba. 3
1
Y a pesar de ello, hoy en día observamos el “contraejemplo” del pueblo palestino, que alega derechos sobre una tierra que
definitivamente no le pertenece; ello está escrito en la propia Torah, donde se concede el derecho de la tierra a Yisrael. Esto
no es un juicio contra el pueblo palestino; simplemente es una ilustración de cómo, a pesar de las cosas que han sido
escritas, la humanidad se empeña en ignorarlas.
2
Ver Matitiahu 6:33.
3
De acuerdo con los sabios de nuestro pueblo son setenta naciones las que existen bajo el Cielo.
4
Shemot 1:7.
Esto, sumado a que el nuevo rey no conoció a la primera generación y seguramente tenía el
mismo temor de los mitsrim, de ser dominados por los Benei Yisrael, precipitó el que nuestro
pueblo comenzara a sufrir una enorme opresión por parte de los mitsrim 5.
Estas pruebas a las que fue sometido nuestro pueblo no fueron gratuitas; tuvieron un gran
propósito, que era que el pueblo de Yisrael hiciera teshuvah y buscara la santidad, tan
necesarias para que en forma adecuada el pueblo pudiera salir al desierto para servir a El
Eterno. Entonces las pruebas no sólo se dieron en el momento preciso en el cual habría de
salir nuestro pueblo de Mitsrayim, sino que eran un requisito para servir a HaShem, quien
quiso separar a Yisrael de las demás naciones.
La orden de echar al agua a todos los niños muestra que el pueblo egipcio no conocía la
justicia de HaShem, Baruj Hu. Los egipcios sabían del mabul ocurrido en la generación de
Noaj, y sabían que no habría otro mabul para destruir la tierra; por lo tanto, no habría cómo
recompensar mida keneged mida por el delito de echar los niños al agua porque no era
posible que hubiera otro diluvio, y por lo tanto no se daría la recompensa por esta acción;
empero, no sabían que la promesa era universal y no local, por lo cual no previeron que el
Amo del Universo sí daría el pago mida keneged mida, como ocurrió después en Yam Suf al
perseguir infructuosamente Mitsrayim a Yisrael.
Independientemente de las situaciones que tengamos que afrontar, debemos saber que
cuando hay intensificación de las pruebas, cuando vienen las pruebas más duras, detrás
viene una gran bendición6; pero ello también sirve para mostrar quiénes son verdaderos
tsadiqim, quienes serán los que muestren la gloria de El Eterno y ser instrumentos útiles para
la consumación de Sus propósitos. No debemos mirar hacia atrás, como la mujer de Lot; lo
importante no son los ajos y las cebollas de Mitsrayim, sino el maná y la miel que hemos de
recibir de El Eterno.
La preparación de Mosheh
5
Esto nos enseña que muy fácilmente las naciones paganas pueden olvidar las bendiciones de que han sido objeto por gozar
de la presencia de Yisrael entre ellos. Igual sucede en casos individuales; es posible que hayamos tenido que vivir la amarga
experiencia de recibir humillación por parte de personas a quienes hemos servido. Pero ni siquiera en esta situación
debemos renegar de los designios divinos; por el contrario, estas son oportunidades que El Eterno nos brinda para darle el
honor, agradeciendo todo lo que nos ha sido provisto por las demás personas.
6
Es mejor la libertad futura que la esclavitud presente; por ello debemos luchar para que ella llegue pronto. Nuestra meta no
es el Olam Haze sino el Olam Haba.
Al revisar las circunstancias que rodearon el comienzo de la vida de Mosheh nos encontramos
que sus primeros años de vida fueron realmente un milagro. Fue salvado de las aguas
cuando el decreto impuesto por Far’öh le era totalmente adverso; contra toda imaginación
fue alimentado por su propia madre, Yojeved, y fue criado en la corte misma de Far’öh,
privilegio del que difícilmente alguna persona podría disfrutar.
En un comienzo (mientras vivió en la corte de Far’öh) gozó de libertad, pero él no vio en esa
vida plena de abundancia material sus metas: La verdad es que al conocer la esclavitud de su
pueblo sufrió en gran manera, pues sabía cuál era su origen y añoraba otro destino para sus
hermanos; el episodio en el cual da muerte a un egipcio que estaba maltratando a uno de sus
hermanos así lo demuestra. Cuando posteriormente trata de establecer paz entre dos
hebreos, es delatado ante Far’öh por causa de su acción contra el egipcio, lo que le valió huir
de Mitsrayim, pues lo más probable era que de quedarse allí hubiera sido ejecutado.
Siendo como era, muy manso y humilde, comenzó a vivir situaciones que fueron probando su
carácter, con el fin de que en un futuro fuera el líder que el pueblo requería para salir de
Mitsrayim 7. Su estadía en el desierto cuidando ovejas aparentemente lo haría ver
desempeñando una labor “menor”; sin embargo, fue precisamente esa la forma en que El
Eterno, Bendito sea, moldeó su carácter para preparar su misión al frente del pueblo de
Yisrael. Fue compasivo no sólo con los animales a su cuidado, sino también con las
personas8, y de ahí que fuera escogido para llevar a cabo la labor que ya habría de comenzar.
En el episodio de la zarza que no se consumía por el fuego mostró debilidad y hasta temor
por lo que habría de hacer, pero El Eterno mismo se encargó de hacerle ver que justamente
con esas limitaciones él sería el guía del pueblo 9. Consciente de su dificultad en el habla10,
Mosheh duda que pueda ser capaz de hablar a Far’öh11; pero para El Eterno no hay nada
imposible, y si Él lo dice, las cosas siempre son posibles; nuestra perspectiva humana por lo
general trata de ver las cosas humanamente y no desde el punto de vista del Creador. Esta
duda le valió el enojo de El Eterno, pues puso en duda que Sus planes se pudieran llevar a
cabo con él como líder.
Así mismo cometió el pecado de lashon hara contra sus hermanos, pues declaró que ellos “no
creerán”; esto le valió recibir su recompensa, pues fue otra forma de dudar de El Eterno, a
pesar de las muestras que ya estaba recibiendo de Su parte. Pero aún así, este gran hombre
fue el líder que Yisrael necesitaba como instrumento para su redención de Mitsrayim. Todas
las limitaciones que poseían jamás fueron un obstáculo para El Eterno. Esto nos enseña que a
pesar de nuestras dificultades El Eterno puede hacer verdaderas maravillas; sólo creámoslo;
7
Un buen líder siempre es probado para demostrar su idoneidad.
8
Cuando abogó por una relación armónica entre sus hermanos y al proteger a las hijas del que sería su futuro suegro.
9
Si dependemos exclusivamente de El Eterno, cualquier limitación que veamos con nuestra humana percepción
básicamente es no existe.
10
En la historia de nuestro pueblo son varios los casos en los cuales quienes están al frente adolecen de ciertas limitaciones;
pero justamente ello es un factor que impide que consideremos la posibilidad de que las victorias se han obtenido por algún
mérito o cualidad nuestra; por el contrario, tales circunstancias llenas de limitaciones son las que nos muestran la grandeza
de El Eterno y nos enseñan que es exclusivamente de Él de quien proviene nuestro sustento, nuestra protección y también
nuestras victorias sobre los demás pueblos. De esta manera siempre estaremos motivados a mostrar una actitud humilde.
11
La duda es algo muy humano (aunque de cierta forma muestra falta de fe auténtica), por la cual pasaron Abraham Avinu
y Sarah cuando les fue anunciado el nacimiento de su hijo, y Gidon al ir a la batalla contra los midianitas, por ejemplo.
como lo enseñan varios maestros de nuestro pueblo: “Un judío que no cree en milagros no es
realista”.
Sin embargo, un comentario final: En últimas, ¿para qué enviar a Mosheh? El Eterno mismo
habría podido, sin ningún esfuerzo, efectuar juicio sobre Mitsrayim, puesto que Él no necesita
de alguien para llevar a cabo Sus planes; lo que sucede es que por causa de Su gran amor
hacia nosotros, HaShem nos da la oportunidad de mostrarle nuestra fidelidad en las
pequeñas o grandes empresas en las que Él nos demande nuestra acción; nuestro deber es
entonces esforzarnos leshem shamaim .
Este hermoso cuadro también nos muestra la futura fidelidad que sale del corazón de quienes
entran a formar parte del pueblo de Yisrael, pues los convertidos al Elohim de Yisrael
ayudarán al pueblo judío a cumplir sus mitsvot, evitando que haya castigo sobre ellos, de la
misma forma que Tsiporah circuncidó a su hijo para evitar la muerte del propio Mosheh 13.
Tsiporah en gran medida representa a los hombres de las naciones que se aferran al manto
de un judío para ir con él, porque saben que El Eterno está con él14.
En Shemot 3:9 está escrito: “El clamor, pues, de los hijos de Yisrael ha venido delante
de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.” Esta expresión ya la
habíamos visto en Bereshit 18:20-21, 19:13 (ver parasha 4 – Vayera, el clamor de S’dom),
expresión que denota un juicio inminente por parte de El Eterno, quien espera hasta el último
momento que los pueblos se arrepientan de sus malos caminos, para evitar el castigo que
ellos merecen15. Pero la dura esclavitud siguió su curso y por ello El Eterno decretó la justa
recompensa para los mitsrim.
Cuando se dice que HaShem “escuchó el clamor” es porque la situación de pecado es tan
grave e irreversible, que el juicio no se tarda. Aunque El Eterno es paciente, llega un
12
Aquí se habla de amor hacia los goyim, no de participar en sus prácticas.
13
Un hecho interesante podemos aprender también aquí: A los gentiles no les está obligado circuncidarse (Tsiporah por su
condición de mujer no tenía que hacerlo), pero sí a los judíos. Esto es una cuestión de roles, no de acepción de personas por
parte del Creador, puesto que Su gran amor es para toda la humanidad.
14
Ver Zejariah 8:23.
15
El gran primer ejemplo sobre juicio divino es el mabul (parasha Noaj), que sucedió por causa de la gran maldad imperante
en ese entonces.
momento en el cual ya no hay otro recurso diferente del juicio, pues cualquier otra acción en
definitiva no es suficiente para compensar la vana manera de vivir, que está plagada de
injusticia y demás pecados.
Pero esto no sólo se refiere a la maldad de Mitsrayim; también la tierra prometida está
sometida a las costumbres paganas de los pueblos allí asentados; tanta, que ya ha llegado la
hora de hacer efectivas las promesas a Abraham Avinu, entregando esta tierra como heredad
a los Benei Yisrael.
Por lo tanto, cuando hay un justo clamor hacia El Eterno, Él responde; pero el clamor no
debe estar dirigido a que Su justicia se haga efectiva sobre los pecadores (puesto que de
hecho todos lo somos), sino a que nos ayude a salir de la opresión a la que estamos siendo
sometidos en cada exilio; el clamor debe ser una expresión en la cual debemos expresar
nuestra total sumisión a HaShem, Baruj Hu, confiando en que Él es bueno para escuchar a
Sus hijos y proveerles las salidas hasta en las más duras pruebas.
Esta es una pregunta que nos podría conducir a pensar que, aunque el pueblo de Yisrael
estaba siendo duramente esclavizado, la verdad es que podían, entre otras cosas, acceder a
los alimentos de los mitsrim y participar en algunas de sus actividades. ¿Qué futuro podría
esperar entonces a una multitud de varios millones de personas en el desierto? ¿Acaso no es
“mejor viejo conocido que nuevo por conocer”?
Una vez más debemos darnos cuenta que todo interrogante que hagamos con nuestro
corazón o nuestras emociones en definitiva no nos conduce al camino correcto, que es el que
se ve con los “ojos espirituales”. Por ello, para responder a la pregunta de “¿para qué salir?”
veamos lo que nos dice la misma Torah; en el Sefer Shemot está escrito: “Deja ir a mi
pueblo, para que me sirva”. Este texto está explícito en Shemot 5:1, 7:16, 8:1,20, 9:1,13,
10:3,7. El hecho de que ello se repita tantas veces indica la urgencia e inminencia de la
acción, que ya no debe ser demorada16.
Y para que ese servicio sea el mejor, debemos ser conscientes de que el servicio a HaShem
no es un derecho sino un privilegio...
16
Cada negativa de Far’öh de dejar salir al pueblo trajo como consecuencia una manifestación de El Eterno contra las falsas
deidades de Mitsrayim, que se constituyó así mismo en un castigo para toda la nación, excepto para los Benei Yisrael.
TESOROS ENCONTRADOS EN LA PARASHA
De acuerdo con las enseñanzas de nuestros sabios, la hija de Far’öh se llamaba Batia, y su
nombre, que significa “hija de HaShem” le da un propósito profético, pues en realidad cuando
ella iba al río a bañarse lo que esperaba hacer era una tevilah, pues estaba convencida de
que las verdades del pueblo de Yisrael eran las que ella deseaba abrazar porque las
consideraba como las más justas. Su deseo de rescatar a Mosheh de las aguas fue movido
por la misericordia que sólo se encuentra en los verdaderos justos, y por esta razón fue
hallada fiel y justa delante de El Eterno. Esto nos muestra que cualquier gentil con la actitud
correcta puede tener acceso a las delicias del Olam Haba prometido para los justos 17.
En Shemot 4:11 está escrito: “Y El Eterno le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O
quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo El Eterno?” De aquí
podemos ver que muchas personas con alguna diferencia física como las ya anotadas 18 son
obra de El Eterno, Bendito sea. Sin embargo, no todas las diferencias son Su creación.
Quienes, por ejemplo, siendo homosexuales alegan que “nacieron así”, lo que están es
justificando ante el mundo un comportamiento que está en total contradicción con la
conducta correcta que la Torah establece.
¿Qué es lo enseñado por la Torah? En Bereshit 5:1-2 está escrito: “Este es el libro de las
generaciones de Adam. El día en que creó Elohim al hombre, a semejanza de Elohim lo hizo.
Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adam, el día en que
fueron creados.” No existen “sexos intermedios” creados por HaShem, sólo varón y hembra;
El Eterno no se equivoca en Su creación 19; siendo semejantes a Elohim, podríamos siquiera
imaginar este atributo en Él, jas veshalom ?
El primogénito, no el unigénito
En Shemot 4:22 está escrito: “Y dirás a Far’öh: El Eterno ha dicho así: Yisrael es mi hijo, mi
primogénito.” Al hablar de un primogénito nos está dando a entender que hay más hijos, que
no son primogénitos (por razones obvias), pero que son hijos al fin y al cabo. El primogénito
17
Al analizar su acción de salvar a Mosheh y conseguir una nodriza que le cuidase, a pesar de los decretos emitidos por su
padre, Batia estaba mostrando su buen corazón; su mérito es muy grande puesto que a pesar de su condición en el mundo
gentil decidió llevar a cabo lo que era correcto.
18
Preferimos decir “diferencia física” o “limitación física” en lugar de “defecto físico”, pues todo lo que hizo el Creador es
bueno; estas diferencias siempre tienen un propósito que lleva a inclinarse ante la grandeza y sabiduría del Amo del
Universo, Bendito sea Su Nombre.
19
Una gran ilustración de esta afirmación lo encontramos en el texto de 1 Corintios 6:9.11, donde está escrito: “¿No sabéis
que los injustos no heredarán el reino de Elohim? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los id ólatras, ni los adúlteros, ni los
afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
heredarán el reino de Elohim. Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Yeshua y por el Espíritu de nuestro Elohim.” Esto nos indica que la
homosexualidad no es un defecto físico sino un estado del cual se puede salir (“esto erais”); ¿Acaso El Eterno crearía seres
que desde el mismo momento de su creación ya estaban condenados? ¡Él es justo por encima de toda justicia!
tiene unos deberes especiales, pero ello no significa que sea el único o el más amado. De
aquí que al declarar a Yisrael como el primogénito, lo que está diciendo es que las demás
naciones también son o pueden ser hijas20! ¡Y por ello los propósitos de El Eterno son
para toda la humanidad, por medio de Yisrael!
La zarza ante la cual estuvo Mosheh no se consumía porque allí estaba presente la Shejinah,
un cuadro que nos recuerda lo acontecido durante la fiesta de Shavuot, después de la partida
de nuestro Rebe HaQadosh cuando algo similar a “lenguas de fuego” se posó sobre sus
shaliajim. Allí estaba anunciándose la posterior entrega de la Torah al pueblo de Yisrael, lo
que es una figura de la entrega de la Torah en nuestras mentes y corazones en Shavuot.
20
Excelentes ejemplos de ello son Rajav y Rut, quienes se decidieron por el Elohim de Yisrael y fueron antepasadas del
Mashiaj.