Escribir Mùsica 2

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Escribir música 2

-URU (audio, 1:54-4:28)

1.-

Escribir música tiene y ha tenido desde siempre un significado muy especial en mi vida,
pero, aun siendo una actividad prioritaria, jamás ha dejado de ser algo que he considerado
muy relativo respecto a los andares de la vida y del contexto en el que he vivido.

Si se tiene en cuenta la profunda diferencia entre una ciudad de la provincia boliviana de


los ’50-’60 (en la que seguramente se han marcado los trazos fundamentales de mi
educación, de mi sensibilidad, de mi personalidad, de mis curiosidades) y la sociedad,
testimonio de un secular quehacer artístico-intelectual y en pleno desarrollo industrial,
económico y político como ha sido la Italia de los ’70 (en la que he aprendido una técnica,
un oficio, he definido mis intereses y he madurado los gérmenes de una visión política del
mundo, de la sociedad y de la vida), el cuadro es bastante amplio, complejo y hasta casi
fácil de poder confundir.

De todos modos, quien sabe, el hecho de tener la posibilidad de ver las cosas desde
puntos de vista tan diferentes ha sido una ventaja que ha funcionado como filtro en el
tratar de definirme como individuo, como músico y como persona.

Sería ameno contar la experiencia de un joven de 19 años que aterriza a Roma para
estudiar en el Conservatorio de Santa Cecilia sin la menor idea de lo que debe hacer y de
lo que le espera, en términos de trabajo, tiempo y economía y que para complementar no
habla ni una palabra de italiano….

Tengo la idea de que inclusive este aspecto haya contribuido a la síntesis de lo que se
refleja en la música que escribo: la sorpresa, la curiosidad, el interés por algo ajeno, pero
ni tanto, que te atrae y que te rechaza, tanto como lo tuyo, otro tanto ignoto que quieres
hacer propio pero que tampoco conoces y, finalmente, poco a poco, a veces una a veces la
otra, van configurando esa síntesis que sin ser buscada o rebuscada se manifiesta en tu
quehacer musical y define tu identidad cultural geográfica, generacional, política y
artística.

Con el tiempo, me he dado cuenta que no tengo mucho que decir, es más, no tengo

nada que decir a través de Ia música que escribo. AI máximo lo que hago es satisfacer una

curiosidad instintiva: Ia curiosidad de explorar dentro del sonido, de intentar el juego de


mezclar los

sonidos en un paseo, una excursión acústica en lo desconocido que me fascina a Ia cual, a


lo mejor

algún oyente, de pronto, se une, haciéndose de hecho compañero de este camino.

Ej. “Arie sospese” (audio min 3:09-4:40)

https://www.youtube.com/watch?v=4FJX9k3zqos

2.-

Seguramente las influencias familiares y existenciales han sido muy importantes en la


formación de mi idea de cultura, de gusto, de conocimientos que me han llevado al
estudio del piano, a la pasión por la música, por ejemplo. Además, el haber crecido en una
ciudad obrera en tiempos de contrastes e injusticias sociales que llevaron en su culmine a
las güerillas del Che Guevara en un país de taras ancestrales tan fuertes como el racismo
discriminatorio y por otra parte el encuentro, el fascinante descubrimiento y el choque
con lo más significativa de la seduciente cultura dominante son los ingredientes que se
cocinan en la música que hago tratando de no abandonarme y más bien de calibrar ora la
una hora la otra parte de las dos caras de la medalla con las que tengo y he tenido que
hacer cuentas siempre.

Quien sabe vale la pena comentar una singular constante en el desarrollo de mi formación
musical desde el principio. De niño a los 11 años fui echado de la Escuela Nacional de
Música “M.L. Luzio” de Oruro por haber tenido el atrevimiento de “componer”, más tarde
en una audición con el entonces Director del Conservatorio Nacional de Música de La Paz,
Humberto Vizcarra Monje, él me aconsejaba de dedicarme a la arquitectura. Al final
durante los cursos de la Academia Nacional de Santa Cecilia, Franco Donatoni opinaba: “si
quieres quedarte a trabajar por aquí debes hacer lo que hacemos nosotros; de otro modo
sería mejor que vuelvas a tu país y hagas folklore”.

Estos pequeños alicientes y la flojera congénita de la que era víctima y férvido practicante
hicieron el resto en la natural decisión de continuar en el tema de la creación musical y la
de ser, en todo caso, un músico.

Debo un reconocimiento particular a mis primeras profesoras de piano: la Sra. Electra


Guerrero de López Videla, la Sra. Jirina Kuklisinova de Liebermann y al compositor Alberto
Villalpando por la generosidad y el entusiasmo con que me alentó a emprender el oficio
de la música y obviamente a mi profesora de Santa Cecilia, Irma Revínale que tuvo,
además de su sabiduría musical, mucha paciencia conmigo.

Resuelto el problema de la formación y la información profesionales en Italia y por otra


parte la influencia del haber tenido contacto con personalidades artísticas y culturales de
altísimo nivel como mis tíos (hermanos de mi padre), los pintores Miguel Alandia Pantoja y
Oscar Alandia Pantoja (Oscar Pantoja), los escritores Jaime Sáenz, Sergio Suarez Figueroa,
políticos del nivel de Guillermo Lora o Filemón Escobar, durante mi infancia y adolescencia
en Bolivia, el trabajo con el gran coreógrafo Maurice Bèjart en Bélgica y los encuentros
con compositores como Goffredo Petrassi, Franco Donatoni, fueron las experiencias
importantes útiles, en el momento de plantearme, el por dónde empezar.

Se supone que las actividades musicales se enmarquen en lo que se define CULTURA. Por
eso, es

Lógico que a un cierto punto y después de haber diligentemente estudiado, leído y


practicado

"arte y cultura", siendo Ia duda uno de mis principales "defectos" se me haya ocurrido
tratar de

entender el significado de tal palabra.

En una ocasión el poeta y escritor boliviano Jaime Sáenz me aclaraba: "Cultura no es


entender,

es más bien comprender, que no es lo mismo, Ia comprensión implica Ia vivencia de una

experiencia¨ y esa vivencia constituye un fragmento, una célula más que forma el

conocimiento de las personas, la cultura de las personas y el cuestionar y o bien compartir

estas experiencias con otras personas es posible llegar a formar una conciencia colectiva,
una cultura compartida, los trazos culturales de un grupo social y hasta de una sociedad

que no son lo mismo que la demagógica “identidad cultural”

Siguiendo este sendero se llega a entender que no hay culturas mejores o culturas peores.
Que las

cosas, las experiencias de Ia vida, pueden ser, simplemente, "diferentes" y que las escalas
de

valores establecidos no son otra cosa, y han sido siempre, solo una invención del sistema

dominante.

3.-

Luego de los gajes del aprender un oficio y el entender cuan familiar y cuan extraña me
era la “cultura” europea el instinto primario fue el de tratar de “identificarme” con lo que
era, o quería decir de ser: un boliviano andino.

Nunca me atrajo el objeto artístico sino como reflejo de algo más profundo, más
emocionante: el pensamiento que lo había generado. Por lo tanto, no me ocupé ni
preocupé de reproducir melodías o temitas que sonaran a la música popular andina y
menos aún ideas estéticas o reivindicaciones culturales pseudo-ancestrales; en cambio,
me atraía el sonido andino, el timbre del viento de las montañas y del altiplano andino, el
timbre de los instrumentos de viento no perfectamente afinados con ese color tan cálido e
introvertido que añoraba desde los tiempos de mi infancia.

De eso, creo, trata la primera parte de mis composiciones, aquellas que están entre 1976-
1983, basadas sobre técnicas seriales y post seriales a la búsqueda, además del hecho
tímbrico, de concientizar un modo de pensar la música, un modo de organizar el sonido.

Pienso que todo material sonoro contiene en sí características y posibilidades tales de


poderse ordenar en una gramática y hasta una sintaxis propia, está al compositor Ia tarea
de estudiar el material lo

suficiente como para luego poder hacer que él le revele algunas de sus posibilidades y le
sugiera

los procesos adecuados. Material y proceso están íntimamente ligados y creo que de Ia
coherencia

entre estos elementos dependa Ia buena composición de una pieza.

Es de decir que algunos elementos de las dos culturas entre las cuales he tenido Ia suerte
de crecer y de vivir, Ia formación humanística y técnico-artística adquirida en el colegio,
mis estudios musicales en Italia, el

conocimiento del desarrollo de Ia creación musical en un sentido amplio, histórico y


geográfico, y Ia influencia tan fuerte de un modo de pensar, de vivir y de entender Ia vida
como es el de Ia cultura andina en Bolivia .. me han involucrado harto, pero de manera
relativa, nunca se me ha
ocurrido representarlas como un ornamento con el cual disfrazarme para llamar Ia
atención u obtener

fáciles éxitos, cierto es que conscientemente me he interesado a algunos aspectos de ellas


y creo que,

inconscientemente, las influencias de estos dos mundos, de estos dos modos de pensar,
de vivir,

de sentir hacen parte de mi sensibilidad, de mi ética y para quien le interese de mi


estética.

- RUMI (audio min 0:00- 1:40)

https://www.youtube.com/watch?v=JtfuP9f2ih4

4.-

Otro aspecto muy importante para mí, fue intentar involucrar, en mi trabajo, una
perspectiva política…eran los tiempos de las dictaduras militares y mi educación, la
experiencia familiar militante, los hechos delictivos que se daban en toda America Latina.
El contraste, los contrastes sociales entre Ia opulencia de Ia sociedad dominante y Ia
miseria de Ia sociedad dominada, Ia injusticia social y Ia lucha contra ella, me dieron la
firme idea de tener que ser, para siempre, comunista.

¡Dos obras fueron muy importantes para el desarrollo de mis curiosidades musicales
sucesivas, “Rumi” para chelo y piano y “grito!” para soprano, por haberme dado la pauta
de un mundo armónico natural posible (Rumi) y la posibilidad de organizar una estructura
rigurosa que diera la impresión de una percepción, de una dimensión casi improvisativa
GRITO! (video-audio, min 5:14-fine)

https://www.youtube.com/watch?v=MYW4IwkbUdY

5.-

En cuanto a cuestiones estéticas, Ia cuestión de Ia belleza, en cuanto concepto


compartido, no me

interesa, creo que sea una idea para- dogmática a uso y consumo de Ia superficialidad.
Otra cosa

es Ia autenticidad y su fascinación. Creo que pocas cosas sean mas bellas que Ia expresión

autentica de una emoción sincera expresada a través de un pensamiento claro y esencial.

Suponiendo ser capaz de escribir una obra que resulte muy bella, estéticamente, según los

dictámenes del momento, esa acabarla siendo parte de las infinitas obras bellas que
existen ya por

miles y se perdería en ese catálogo sin fin sin otra perspectiva que Ia casualidad, en
cambio creo

que un pensamiento de peso, un pensamiento que genere interés, un pensamiento que


genere

dudas y sugiera posibilidades tiene alguna probabilidad de perdurar en el tiempo como


referencia
para las más variadas interpretaciones.

De ahí mi incapacidad de representarme a través de Ia música y en general de


representarme en

un objeto musical o no. El objeto no me interesa, me llama Ia atención lo que va por


detrás del

objeto mismo, o sea Ia fantasía y el pensamiento que representa.

– COMO UNA LUZ DE INVIERNO A MI LADO (audio, 6:55-8:11)

https://www.youtube.com/watch?v=d4AGZDdE9NM

En un periodo de gran entusiasmo, confianza y de delirio intelectual, “Paititi” (tal como)


para cuarteto de cuerdas y orquesta del periodo 1984-1987, representa mi experiencia de
especulación estructural de mayor complejidad, trata de un material básico desarrollado
por uno de los instrumentos del cuarteto que “tal como” el original, viene desarrollado
por los otros tres instrumentos del cuarteto. Este material se constituye como el nuevo
material base para el instrumento cuarteto que se desarrolla en la orquesta organizada en
13-16 cuartetos que elaboran “tal como” el cuarteto original; cuartetos diferentes por
timbre, registro, familia, etc. La textura orquestal sugiere el nuevo material básico a uno
de los instrumentos del cuarteto que general el nuevo ciclo, “tal como” ... etc.

“Paititi” quedó incompleta, le falta poco, pero habiendo sido abandonada por demasiado
tiempo me ha sido difícil volver a entenderme conmigo mismo.

6.-

La fase sucesiva (1987-1995) representa la práctica de estructuras firmes entorno a pernos


generadores de campos armónicos naturales, resultado de combinaciones disonantes y
consonantes contextualizadas en cada obra por el material sonoro original del que parte la
obra misma. Es de este periodo que tengo esa ocurrencia de que todo material contiene
en sí las posibilidades de ser organizado en una gramática y hasta en una sintaxis propia.

Mi mundo tímbrico se enriquece de las nuevas técnicas de los instrumentos y se van


definiendo los “tics” de los que soy víctima, entre ellos un modo de ver, de sentir de
percibir el tiempo, el espacio, el mundo de un modo simétrico que llega a ser mi modo de
trabajar, de organizar los materiales de organizar la composición misma: mi modo de
pensar, mi modo de ser.

A este punto es necesario aclarar cómo cada obra sigue un “principio” derivado de las
características intrínsecas de cada material. Obviamente un principio sonoro, un principio
que suene. Creo que toda música no necesita de explicaciones verbales o escritas. Ella
debería explicarse sola, por si misma, en el momento en el que suena.

Es importante decir que el “principio” jamás es un objetivo más bien es solo una
referencia, muy importante, imprescindible pero solo una referencia entorno a la cual
moverse con la máxima libertad al mismo tiempo de moverse con la mayor claridad
posible.

Otro aspecto de relieve es entender como la obra musical no es otra cosa que la
materialización, la cristalización del pensamiento que se desarrolla musicalmente
partiendo de las características básicas del material según un principio. Dicho en otras
palabras: la obra musical es el pensamiento del compositor que suena, eso y nada más.

Creo que los trabajos que mejor representan este periodo son “se me ha perdido ayer, el
canto de las estrellas” para 5 instrumentos y “...y sigue la escondida senda” para viola y
orquesta de cámara.

- “se me ha perdido ayer, el canto de las estrellas” (audio, 6:22-8:00)

https://www.youtube.com/watch?v=XTg1YM9f0LI

7.-

En este lapso de tiempo he tenido, además, la posibilidad de verificar mi incapacidad de


escribir melodramas. La ópera tal como se la entiende no llega a conformar una dimensión
ideal en la que, según mi entender, un texto importante por poesía y significado puede ser
expresado. Entonces, volviendo a lo de antes, si se aplica un principio compositivo musical
similar al principio que se supone haya generado un texto se obtiene un “objeto”
profundamente significativo, unitario y homogéneo.

En “Perla, fabula triste”, el principio del “estado de ánimo” es el sentimiento en el que se


basa el texto original y el que se expresa en todos los parámetros creativos estructurales,
la música, la poesía y la coreografía. Utilizando en la “opera” un “truco” útil a valorizar
sobre todo el texto.

El “recitativo” se da en la parte instrumental (recitativo instrumental) y las “arias” son


dadas al recitante, es decir la música es expresada por las palabras (los fonemas) del texto.

La peculiaridad y el experimento, creo bien logrado, consiste en el hecho de que el


escritor, el coreógrafo y el compositor trabajan autónomamente entorno a la novela y
“componen” la propia parte individualmente y sin la interferencia de los otros lenguajes.
El montaje total se hace solo en la fase final determinando simplemente la cronología y la
duración de cada escena.

“Perla...” ha sido presentada en Roma, Cesena (Italia) y ha inaugurado el Festival de


Alicante (España) en 1997

El experimento se desarrolló sucesivamente en “sottili canti, invisibili” y en “Oruro, 3706


s.n.m.” con los mismos excelentes resultados desde el punto de vista de la unidad formal.

- PERLA, SOTTILI CANTI... (video)

8.-

En un cierto momento me di cuenta de que una de las características de mi modo de


pensar y de

inventar procesos era Ia simetría. Curiosa coincidencia con todo lo que habla visto desde
niño en

todo lo que son los tejidos, grabados, Ia arqueología y hasta Ia organización de los sonidos
de Ia

supuesta escala pentafónica en Ia que se dice se base Ia música andina ya que en realidad
se trata
de dos tricordes grupos de 3 sonidos) repetidos simétricamente.

Decidí entonces intentar escribir una cosa que jugara

declaradamente sea con el material de los tricordes que con las simetrías usando, además,
un

instrumento nativo o la voz, como solista de un conjunto de cámara. La experiencia


sorprendente fue Ia cadencia central en Ia que combinando todo por simetrías salió, casi
automáticamente, una

melodía andina hecho que me convenció sobre Ia posibilidad de pensar justamente lo que
mencioné antes, o sea, que los objetos sonoros,

las piezas musicales, se pueden ir formando si se aplican a un material los procesos


apropiados

específicos y naturales que el mismo material ya los contiene. La música llega a revelarse a
través

de los procesos independientemente del haberla imaginado: ej.” tu avrai delle stelle
come nessuna ha”

-SOLO (video, 0:21-1:52)

https://www.youtube.com/watch?v=OCDxPrNiTTk

9.-

Este periodo es en el que se me revela la posibilidad de entender el común denominador


entre mi naturaleza simétrica y la cultura originaria andina. Quien sabe solo coincidencias,
hecho es que la coincidencia me es útil a investigar sobre materiales, o, mejor dicho, el
material esencial de la música andina. No para reproducirla más bien para desarrollarla de
una manera actual y de una manera consciente.

En esta investigación coinciden, de un modo evidente, los “principios” simétricos de la


arqueología andina, de los tejidos andinos, de algunos instrumentos musicales andinos, de
la música autóctona andina.

“Como se suena de la rosa y del viento” para orquesta (1998-2009) es la obra en la que
me tranco por largo tiempo. No logro integrar la estructura, el rigor, la caracterización del
material, la fluidez del sonido en algo homogéneo e interesante y que al mismo tiempo se
explique sonando de manera inteligible no obstante la complejidad de su estructura.

Tratando de entender por dónde ir me doy cuenta que no tengo, nunca he tenido mucho
que decir, nada que expresar en la música que hago que no sea la simple curiosidad de
“descubrir” el sonido y sus características de por dentro. Se trata simplemente de una
excursión dentro del sonido y sus posibilidades, una experiencia a compartir con un
auditorio en el cual, a lo mejor, algún oyente se une a este viaje de la fantasía para
disfrutar de la experiencia.

Las obras en las que creo se logra un cierto equilibrio, respecto a cuanto dicho en el
anterior párrafo, son dedicadas al contrabajo: “como silenciosas gotas de lluvia, caen”
para contrabajo y piano y “concertó grosso” para 8 contrabajos, además de “como una luz
de invierno a mi lado” para 5 instrumentos.

–COMO SILENCIOSAS GOTAS DE LLUVIA CAEN (audio, 2:51-4:31)


https://www.youtube.com/watch?v=NaQ7cmv0b10

https://www.youtube.com/watch?v=zyRbxvTt9Jg

El material utilizado en los trabajos de este periodo es muy esencial y se basa sobre una
interpretación de la dicha “escala pentafónica” de la música andina que, en mi modo de
ver, no sigue el concepto de escala, sino más bien, la sucesión simétrica de dos tricordes
formados por una tercera menor y un tono: un intervalo grande y uno más pequeño.
Proporción que caracteriza, además, los sonidos complementarios que están entre estos
sonidos (un tono-intervalo grande, y un semitono-intervalo pequeño). Todo el desarrollo
de este material sigue principios simétricos, no por definir algo “a priori”, más bien
siguiendo un modo de pensar más natural.

Son fundamentales, entre otras, las reflexiones sobre la importancia del gesto, del timbre,
de las proporciones de duración de los sonidos y la definición indefinida de los eventos
teniendo en cuenta, siempre, que, en la comprensión ligada a la percepción, todo lo que
se oye lo se relaciona con lo anteriormente oído. La absoluta necesidad de un sentido de
equilibrio (por supuesto muy subjetivo) entre la claridad de las informaciones (señales
sonoras) y el recurso a la memoria.

-STILL REMAINS (video, 4:05-5:05)

https://www.youtube.com/watch?v=tnS2DcZ7RkI

10.-

Un aspecto que influye bastante en el resultado fónico de mis trabajos es Ia cuestión


tímbrica. El

sonido que imagino se ha hecho de alguna manera una característica, para obtenerlo a
menudo

debo recurrir a soluciones instrumentalmente no fáciles, pero tales complicaciones son

definitivamente funcionales a Ia idea del “mural" sonoro que propongo, jamás son
finalizadas a Ia

complicación gratuita y exigen, de mi parte, un trabajo de detalle, ese sí, bastante


complejo, largo

y fatigoso además de exigir un estudio muy profundizado sobre las posibilidades técnicas
de cada

instrumento que también tiene su lado apasionante.

He descubierto que por casualidad o de una manera inconsciente, que Ia música que
escribo tiene

una característica típica del sound y Ia manera de expresarse de Ia gente de los Andes. Los

habitantes de los altiplanos andinos canta silabeando y hablan cantando. No obstante, mi


larga

permanencia (más de 40 años) en Ia tierra del bel canto mi sensibilidad melódica no


supera las

tres o cuatro notas seguidas. Entonces, pequeños detalles como este me dan Ia idea y Ia
convicción de que uno es nomás como es y que las culturas que ha vivido, las culturas que
vive, las

culturas que siente, están nomás dentro de cada uno. Vale Ia pena aceptarse con las
propias

posibilidades y las propias limitaciones y tomarlas como referencia para vivir con

coherencia, claridad y simplicidad sin pretender cosas como el estilo u otras.

11.-

¿Descubro, finalmente, que en mi música no hay silencio…mi silencio siempre suena...leo


sucesivamente que las civilizaciones andinas, condicionadas por los inmensos espacios en
que han vivido, en los que he nacido y crecido están obsesionadas por el horror vacui,
miedo del vacío…será? – HUELLAS, Y LAS QUE QUEDAN QUE SEAN BELLAS (audio- video)

https://www.youtube.com/watch?v=X2YhugBvyg0

https://www.youtube.com/watch?v=MwrNhhtxp7Y

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