Cáncer de Esófago

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Cáncer de esófago

(Cáncer de esófago)
Por
Minhhuyen Nguyen
, MD, Fox Chase Cancer Center, Temple University
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Datos clave

 Factores de riesgo
 Síntomas
 Diagnóstico
 Pronóstico
 Tratamiento
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 El cáncer de esófago desarrollarse en las células que recubren la pared del
esófago (el conducto que conecta la garganta con el estómago).
 El tabaco y el alcohol, las infecciones por el virus del papiloma humano y
algunos trastornos esofágicos son los principales factores de riesgo para
determinados tipos de cáncer de esófago.
 Los síntomas característicos incluyen dificultad para tragar, pérdida de peso y,
más tarde, dolor.
 El diagnóstico se basa en la endoscopia.
 A menos que se descubra en una fase temprana, casi todos los casos de cáncer de
esófago son mortales.
 La cirugía, la quimioterapia y otras terapias diversas pueden aliviar los síntomas.
Los tipos más comunes de cáncer de esófago se desarrollan en las células que recubren
la pared del esófago e incluyen
 El carcinoma de células escamosas es más frecuente en la parte superior del
esófago.
 El adenocarcinoma suele aparecer en la parte inferior.
Estos tipos de cáncer pueden presentarse como un estrechamiento (constricción) del
esófago, un bulto, una zona plana anómala (placa) o una conexión anómala (fístula)
entre el esófago y las vías respiratorias.
Los tipos menos frecuentes de cáncer de esófago incluyen los leiomiosarcomas (cáncer
del músculo liso del esófago) y el cáncer metastásico (cáncer que se ha extendido desde
otra región del organismo).
Cada año en Estados Unidos se estima un número de 18 440 casos de cáncer de esófago
y de 16 170 muertes por esta causa. Tanto el carcinoma de células escamosas como el
adenocarcinoma son más frecuentes en hombres que en mujeres. El carcinoma de
células escamosas es más frecuente en personas de ascendencia africana, mientras que
el adenocarcinoma es más frecuente en las de ascendencia caucásica. El carcinoma de
células escamosas es el cáncer de esófago más frecuente en todo el mundo, aun así, la
frecuencia de adenocarcinoma ha aumentado rápidamente en Estados Unidos y ahora es
el tipo más frecuente, especialmente entre los hombres blancos.
Cáncer de esófago

VIDEO
Factores de riesgo del cáncer de esófago
El consumo de tabaco (de cualquier clase) y alcohol son los factores de riesgo
principales del cáncer de esófago, aunque es mayor la relación con el carcinoma de
células escamosas que con el adenocarcinoma. También tienen mayor riesgo de cáncer
de esófago las personas que han tenido determinadas infecciones por virus del papiloma
humano, cáncer de cabeza y cuello o que han recibido radioterapia sobre el esófago para
el tratamiento de otros tumores malignos de regiones próximas.
Las personas con un trastorno del esófago, como la acalasia, membranas esofágicas
(síndrome de Plummer-Vinson) o una estenosis causada por la ingestión previa de una
sustancia corrosiva (como lejía), corren también mayor riesgo de sufrir de esófago de
células escamosas. La mayoría de los adenocarcinomas aparecen en personas con una
afección precancerosa conocida como esófago de Barrett, que se desarrolla a partir de
una irritación prolongada del esófago causada por el reflujo repetido del ácido del
estómago (reflujo gastroesofágico). Las personas obesas tienen un mayor riesgo de
padecer un adenocarcinoma debido a que la probabilidad de padecer reflujo
gastroesofágico también es mayor.
Esófago de Barrett
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El reflujo repetido del ácido del estómago (reflujo) puede hacer que las células
del esófago cambien y se vuelvan precancerosas. En esta foto, las áreas rojas son
ejemplos de estos cambios.
Imagen proporcionada por Kristle Lynch, MD.
Síntomas del cáncer de esófago
En las fases iniciales, el cáncer de esófago puede pasar inadvertido. El primer síntoma
del cáncer de esófago suele ser la dificultad para deglutir alimentos sólidos, que se
desarrolla a medida que el cáncer crece y estrecha el esófago. Varias semanas más tarde,
aparece dificultad para tragar alimentos blandos y posteriormente, líquidos y la saliva.
La pérdida de peso es frecuente, incluso cuando la persona continúa comiendo bien. La
persona afectada puede tener dolor torácico que irradia a la espalda.
A medida que el cáncer progresa, frecuentemente invade varios nervios y otros tejidos y
órganos. El tumor puede comprimir el nervio que controla las cuerdas vocales, lo que
puede causar ronquera. La compresión de los nervios circundantes puede causar dolor
en la columna vertebral, parálisis del diafragma e hipo. El cáncer suele extenderse hacia
los pulmones, donde puede causar ahogo, y hacia el hígado, donde puede producir
fiebre y distensión abdominal. Si se disemina a los huesos puede causar dolor. Si se
disemina al cerebro puede causar dolor de cabeza, confusión y convulsiones. La
extensión al intestino puede causar vómitos, sangre en las heces y anemia por carencia
de hierro. Con frecuencia, la diseminación a los riñones no produce síntomas.
En las fases finales, el cáncer puede obstruir completamente el esófago. La deglución se
vuelve imposible, haciendo que se acumulen secreciones en la boca, lo cual puede ser
muy angustiante.
Diagnostico de cáncer de esófago
 Endoscopia y biopsia
 Papilla baritada
 Tomografía computarizada (TC)
 Ecografía
La endoscopia, en la cual se introduce a través de la boca un tubo flexible de
visualización (endoscopio) para ver el esófago, es el mejor procedimiento diagnóstico
cuando se sospecha la existencia de un cáncer de esófago. La endoscopia también
permite al médico obtener muestras de tejido (biopsia) y células desprendidas (citología
por cepillado) para su examen al microscopio.
Un procedimiento radiológico llamado papilla baritada (en el cual la persona ingiere una
papilla con bario, que es visible en las radiografías) puede también mostrar la
obstrucción. La tomografía computarizada de tórax y abdomen y la ecografía realizada
mediante un endoscopio (véase ecografía) introducido en el esófago pueden utilizarse
para valorar mejor la extensión del cáncer.
Pronóstico del cáncer de esófago
Dado que el cáncer de esófago, por lo general, no se diagnostica hasta que la
enfermedad se ha diseminado, el índice de mortalidad es muy alto. Menos del 5% de las
personas sobreviven más de 5 años. Muchos mueren en el plazo de un año tras los
primeros síntomas. Entre las excepciones se encuentran los adenocarcinomas que se
diagnostican cuando aún son muy superficiales. Estas neoplasias poco profundas a
veces se curan al ser destruidas con ondas de radio (ablación por radiofrecuencia) o
seccionadas con ayuda de un endoscopio.
Dado que casi todos los casos de cáncer de esófago son mortales, el principal objetivo
del médico es el control de los síntomas, especialmente el dolor y la dificultad para
tragar, que pueden ser aterradores para la persona afectada y sus seres queridos.
Tratamiento del cáncer de esófago
 Extirpación quirúrgica
 Quimioterapia asociada a radioterapia
 Inmunoterapia combinada con quimioterapia para el cáncer avanzado
 Alivio de los síntomas
La cirugía para la extirpación del tumor ofrece el alivio más prolongado pero raramente
es curativa, ya que en el momento de la intervención quirúrgica el cáncer suele estar ya
diseminado. La quimioterapia asociada a la radioterapia ver Quimioterapia combinada
(poliquimioterapia) puede aliviar los síntomas y prolongar la supervivencia algunos
meses. A veces, antes de la intervención quirúrgica, se combina la radioterapia con la
quimioterapia, lo cual puede aumentar el índice de supervivencia.
La inmunoterapia implica la administración de fármacos que estimulan el sistema
inmunitario del organismo para combatir el cáncer. Este tratamiento se dirige a ciertas
características genéticas específicas de las células tumorales. La inmunoterapia
combinada con la quimioterapia son un tratamiento recomendado para el carcinoma de
células escamosas avanzado de esófago y el adenocarcinoma de esófago.
Otras medidas tienen por objeto únicamente aliviar los síntomas, sobre todo la dificultad
para tragar. Tales medidas incluyen el estiramiento para abrir el área constreñida del
esófago y después insertar un tubo de malla de metal flexible (stent) para mantener
abierto el esófago, eliminar el tumor con un láser para ensanchar la abertura y el uso de
radioterapia para destruir el tejido canceroso que está obstruyendo el esófago.
Otra técnica para aliviar los síntomas es la terapia fotodinámica, en la que se administra
por vía intravenosa un colorante sensible a la luz (medio de contraste) 48 horas antes del
tratamiento. El colorante es absorbido por las células cancerosas en mayor grado que
por las células normales del esófago. Cuando se activan por la luz de un láser que se
introduce en el esófago a través de un endoscopio, el colorante destruye el tejido
canceroso, abriendo así el esófago. La terapia fotodinámica destruye las lesiones
obstructivas más rápidamente que la radioterapia o la quimioterapia en personas que no
pueden tolerar la cirugía debido a su deteriorado estado de salud.
Una nutrición adecuada hace que cualquier tipo de tratamiento sea más viable y mejor
tolerado. Si el paciente es capaz de tragar, puede tomar suplementos nutricionales
líquidos concentrados. Las personas que no pueden tragar pueden requerir alimentación
mediante un tubo colocado en el estómago a través de la pared del abdomen (tubo de
gastrostomía).
Dado que la probabilidad de muerte es alta, una persona con cáncer de esófago debe
tomar todas las disposiciones necesarias. La persona debe hablar francamente con el
médico acerca de sus preferencias para los cuidados médicos (véase Voluntades
anticipadas) y de la necesidad de cuidados terminales.

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