El OBSESIVO Y SU DESEO
El OBSESIVO Y SU DESEO
El OBSESIVO Y SU DESEO
- Evanescente
- Aniquilado
- Prohibido
Esto quiere decir que el obsesivo le quita interés al deseo porque si se acerca a su
deseo se desvanece entonces lo que hace es prohibírselo para que no se desvanezca.
En la neurosis el sujeto sólo puede sostener su deseo frente al deseo del otro, el
neurotico obsesivo lo hace con un deseo imposible, el sujeto obsesivo siempre
encuentra un obstáculo que hace que su deseo que imposibilitado, ya que de esta
manera sostiene el deseo.
En lugar de deseo enigmático aparece un deseo anulado Lacan lo llama deseo
subzero. El acento está puesto en la dependencia respecto del otro en el acceso al
deseo, el obsesivo hace del deseo del otro un mandato se debe cumplir de forma
inmediata. Va a tratar siempre cumplir el deseo del otro, así sostiene el deseo pero a la
vez busca imposibilitar esto.
La dialéctica de la demanda siempre pide algo que es más que la satisfacción a la que apela y
va más allá del lugar donde se sitúa el deseo. Está más allá de la demanda en tanto que la
demanda apunta a la satisfacción de la necesidad y está más acá de la demanda en tanto que
demanda por estar articulado en términos simbólicos va más allá de todas las satisfacciones a
las que apela, es demanda de amor que apunta al ser del otro. Lo que caracteriza a la
demanda del obsesivo es la demanda de muerte del otro. La demanda necesita ser formulada
por el otro, si no hay demanda. Busca matar al otro porque si lo mata se mata la demanda si
pero si le quitamos la demanda al obsesivo queda perdido.
La noción de la relación con el otro siempre se ve arrastrada hacia su deslizamiento que tiende
a reducir su deseo a la demanda. Lo que trata de obtener el obsesivo es precisamente esto el
permiso del otro, se infringen toda clase de tareas particularmente duras agotadoras y por
parte lo consiguen lo consiguen tanto más fácilmente cuánto qué es lo que desean hacer.
Más allá de toda demanda, de todo lo que dice el sujeto, se trata de ver a que va dirigido en su
conjunto el comportamiento del obsesivo. Su objetivo esencial no hay duda, es el
mantenimiento del otro.