LA ELABORACIÓN Y EMPLEO DEL BOSQUEJ0 Realdocx
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Por muchos años he podido comprobar que la mayoría de los manuales homiléticos no hablan del
tema de la elaboración del bosquejo y de su empleo. El énfasis está mayormente en la manera cómo se
debe entregar el mensaje por medio del sermón. Estos autores hablan de la mecánica de la homilética.
Dan por sobreentendido que los lectores sólo necesitan saber que un sermón en su plan tiene
divisiones y subdivisiones. De los libros de homilética el que considera más la elaboración del
bosquejo es “Manual de Homilética” escrito por el prolífico autor doctor Samuel Vila. El referido autor
nos sugiere una interpretación homilética del texto o textos bíblicos que ha influenciado mi postura
homilética. Personalmente recomiendo sin ambages este libro a todos aquellos que estén enamorados
de la tarea de la predicación. Es una joya homilética.
1. El predicador “perdido”
Estos son aquellos que desde que anuncian el título o el tema del sermón hasta que terminan han
estado perdidos. Ellos mismos no saben de qué han predicado. Su predicación en vez de ser tres o
cuatro puntos coherentes, son veinte o más puntos sin coherencia.
2. El predicador “alabanza”
En la predicación lo más que hace es predicar estos tres puntos: I. ¡Gloria a Dios!; II. ¡Amén! y III.
¡Aleluya! Lo menos que hace es predicar del texto que ha citado, de comentarlo y de aplicarlo. Por no
emplear bosquejos recurre las alabanzas para rellenar su sermón. La razón es que nunca se preparó
para predicar.
3. El predicador “experiencia”
El contenido de sus sermones son sus experiencias. No menoscabamos el valor de las experiencias del
predicador en la tarea de la predicación. Pero Dios no nos ha llamado a predicar nuestras experiencias
sino a predicar de Su Palabra. Muchas predicaciones no pasan de ser aplausos que el mismo
predicador se está dando a sí mismo.
4. El predicador “visionario”
Aunque cita un pasaje bíblico, le pone un título al sermón. Predica no de lo que Dios está revelando en
la Palabra, sino de lo que en su experiencia extática él ve en la congregación. Emplea el tiempo de la
predicación en llevar mensajes aislados a diferentes personas. No deseo que el lector tenga la
impresión de que rechazo el que Dios pueda usar a un siervo suyo revelándole la necesidad de alguna
persona. Pero ésta es la excepción y no la regla en la predicación. Dios, por medio de la predicación y
por intermedio del siervo que está predicando habla a su pueblo y a los necesitados.
El bosquejo es de gran ayuda cuando el predicador expone un sermón de carácter ético-moral,
doctrinal y apologético. Por la falta de bosquejos muchos “disparates” se han dicho desde un púlpito.
Las palabras que salen jamás se vuelven a recoger. Por eso hay que pensar antes de hablar y hablar
después de haber pensado. En la preparación del bosquejo el predicador piensa.
Segundo: El bosquejo le ofrece al predicador ciertas libertades al comunicar. El
bosquejo no es cadena que ata al predicador, es un medio que le facilita libre y espontáneamente la
comunicación del mensaje de Dios. Los predicadores que tienen mucha experiencia usando
bosquejos, los emplean tan discretamente que da la impresión que no los están usando. Un bosquejo
no es un sermón escrito, siempre ofrece al predicador las libertades de añadir por aquí y de quitar por
allá. El predicador tiene que usar el bosquejo y no el bosquejo usar al predicador.
Hay predicadores que en su tarea de la predicación parecen que están exhumando osamenta de un
cementerio. Lo que le dan a una audiencia es un saco de huesos, es decir, muchas divisiones y poca
carne. Un bosquejo sin aplicación y sin luición es como el valle de los huesos secos vistos por Ezequiel,
con aplicación y unción se convierten esos huesos en esqueleto, en cadáver y luego en un poderoso
ejército de pensamientos.
El predicador que usa bosquejos tiene ciertas experiencias que lo ayudarán emocionalmente en la
tarea de la predicación:
1. La experiencia de seguridad
La inseguridad en el púlpito es algo que el predicador no puede disimular. Una persona que se ha
preparado bien no se siente inseguro cuando le toca predicar.
2. La experiencia de confianza
La confianza es triple en la tarea de la predicación: Primero, el predicador confía en el Señor. Si lo ha
buscado y si ha recibido un mensaje del Señor, si se ha tomado el tiempo para entenderlo y saber
cómo explicarlo a otros, eso le dará confianza. Segundo, el predicador necesita confiar en que la
congregación recibirá el mensaje que Dios le ha encomendado a él para dar a otros. El necesita tener
esa confianza de que no chocará contra paredes de acero. La preparación del bosquejo le ayudará no
sólo a tener la piedra del mensaje divino sino a saber cómo usar la honda de la homilética. Tercero, el
predicador necesita tener confianza en sí mismo. El haber sacado tiempo para preparar el bosquejo, el
haber orado, le dará esa confianza de que Dios lo usará.
1. Unidad
Aunque un bosquejo pueda tener dos divisiones, tres o más, en realidad el sermón es un solo asunto.
Cada división tiene que unirse a la otra en el texto o asunto bajo consideración. Predicadores sin
experiencia homilética hacen de las divisiones del bosquejo minisermones lo cual no debe ser. Cada
división debe arrojar luz al asunto considerado.
Nos dice Sweazey:
“Aguantar un tema o texto no da necesariamente unidad”. 1
Muchos predicadores creen que por repetir el tema, el título o pasaje bíblico tienen unidad en su
predicación.
2. Proporción
El bosquejo le permite al predicador distribuir su tiempo de manera proporcionada a cada división. A
menudo encontramos predicadores que le dan mucho énfasis a una división a expensas de las otras.
La proporción le da lucidez a la predicación.
3. Simetría
La simetría no aplica al hecho de tener en cada división el mismo número de subdivisiones. El
homileta Juan A. Broadus nos dice:
“Y deben ser las divisiones simétricas. Aun predicadores hábiles reúnen a veces materiales tan
incongruentes como lo serían una cabeza humana, un pescuezo de caballo y un cuerpo compuesto de
partes de diferentes procedencia y cubierto con plumas de todas clases, y terminado en cola de
pescado, según el decir de Homero. Las divisiones todas deben guardar la misma clase de relación con
el asunto”.2
Por simetría se quiere decir que una división sea hermana de la otra e hijas de un mismo asunto. Una
división no debe ser extraña a la otra sino parecida pero no idéntica. Si el lector consulta mis libros
“Bosquejos para predicadores” verá muchos ejemplos de simetría homilética. Sin embargo deseo
presentar algunos ejemplos para aclarar lo que he expresado. 3
Ejemplo #1
DIEZ LEPROSOS
San Lucas 17:12
1. La misma enfermedad -“… le salieron al encuentro diez hombres leprosos” (verso 12).
2. La misma distancia -“… los cuales se pararon de lejos” (verso 12).
III. La misma petición -“Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros” (verso 13).
1. La misma receta -“Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
2. No hubo la misma gratitud -“Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando
a Dios a gran voz” (verso 15).
Ejemplo #2
LA MISION INTEGRAL DE JESUS
San Mateo 4:23
1. Enseñando:
2. Predicando:
III. Sanando:
Ejemplo #3
BABEL VERSUS PENTECOSTES
Génesis 11:7; Hechos 2:4
1. Obedeciéndolo:
2. Siguiéndolo:
III. Reconociéndolo:
4. Progreso
El bosquejo se mueve hacia una meta. Plantea el problema pero sugiere y ofrece la solución. Enfoca lo
abstracto pero señala lo negativo pero pasa a lo positivo. De lo general dirige la atención a lo
particular. Lo complicado se va tornando simple.
5. Propósito
El bosquejo presenta lo que el sermón quiere hacer. Nos dice Sweazey: “Un sermón a menudo logra
muy poco porque el predicador confunde un tópico por un propósito”. 4 El bosquejo siempre debe
responder al propósito del sermón y del predicador.
III. La elaboración del bosquejo
Los sermones se clasifican dependiendo del texto, textos y asunto temático. Su clasificación conforme
a la homilética tradicional es:
* Textual.5 Estos son aquellos que tratan de un solo pasaje bíblico o texto. Aunque bajo esta
clasificación entran aquellos sermones que consideran más de un texto, pero bajo una misma unidad.
De ese mismo pasaje “emergen” las divisiones, el plan o el bosquejo.
* Temático.6 Estos son aquellos donde las divisiones “emergen” no del pasaje bíblico en su análisis
inmediato, sino del tema o asunto que se infiere del mismo.
* Expositivo.7 La homilética tradicional considera el sermón expositivo como aquel que toma en
consideración una porción extensa de las Sagradas Escrituras. En este caso las divisiones nacerán de
la manera como el predicador desee considerar el pasaje. Muchos homiletas consideran el sermón
expositivo como el de más contenido bíblico.
* Mixto.8 En esta clase de sermón hay una combinación de cualquiera de las clasificaciones ya
mencionadas. Es decir, se puede predicar un sermón textual-temático, textual expositivo, expositivo-
temático.
Por otro lado los sermones se pueden clasificar por su contenido histórico, doctrinal, evangelístico,
didáctico, ético-moral, biográfico, apologético, de puntos, de análisis, etcétera. Consideramos algunos
de éstos:
* Sermón biográfico.9 Es aquel cuyo propósito está en señalar parcial o completamente los rasgos
característicos de algún personaje bíblico. Los muchos personajes bíblicos ofrecen bastante material
homilético para los predicadores. Aquellos predicadores que poseen la habilidad natural para
dramatizar son muy usados por Dios en este tipo de sermón. Ya que los personajes bíblicos cobran
vida delante de una audiencia.
* Sermón evangelístico.10 Es conocido también como el sermón “kerygmático”. Su propósito es más
bien el de evangelizar al oyente confrontándolo con la realidad del plan salvador de Dios en la persona
del Logos eterno, Jesucristo. Todo sermón debe ser evangelístico en su aplicación.
* Sermón ético-moral.11 Es de un carácter situacional en cuanto a la conducta y deberes morales. El
creyente es retado a vivir en un estado moral en armonía con los principios divinos y en su trato con
su prójimo.
* Sermón doctrinal.12 Todo sermón de una manera u otra, resalta una o.más doctrinas cristianas. Pero
el sermón doctrinal se enfoca exclusivamente en el análisis y aplicación de alguna doctrina cristiana,
tal como está revelada por Dios en la Biblia.
* Sermón apologético.13 En los siglos II y III la apología caracterizaba la tarea de la predicación. El
propósito de este tipo de sermón es argumentar lógica y bíblicamente en favor de los principios fe y
doctrinas cristianas, con la finalidad de presentarlas y defenderlas.
* Sermón didáctico.14 Es de un carácter pedagógico. La verdadera predicación es también enseñanza.
Pero esta clase de sermón es analítico, exegético e informativo. Está bien documentado y lógico en su
exposición.
* Sermón de puntos.15 Muchos han tratado de clasificar los sermones por el número de puntos. A eso
se deba a que hablen del sermón de dos puntos, tres y cuatro puntos. Considero que el número de
puntos es algo arbitrario con el estilo del predicador, el asunto a ser tratado, la porción bíblica y la
habilidad homilética del predicador.
* Sermón mixto. Este es aquel que combina las características de dos o más de los ya explicados. Muy
rara vez un sermón será de una caracterización independiente y única. Por decirlo así, un sermón
biográfico se puede combinar con un sermón evangelístico. Aunque es un solo sermón goza de una
doble caracterización en su contenido. Un sermón apologético se puede combinar con uno didáctico y
aun con otro doctrinal.
La homilética tradicional ha complicado tanto la tarea de la predicación, que en vez de ser ésta una
llave para los predicadores, se ha convertido en un candado de combinaciones. Sin embargo en la
tarea de preparar bosquejos es imprescindible echar mano de las etiquetas empleadas para la
clasificación de los sermones conforme a su base textual y a su contenido.
Los bosquejos nacen del pasaje bíblico mismo, del tema o asunto, o de alguna palabra, frase o frases
del mismo texto. Las divisiones se pueden expresar en forma de preguntas o interrogaciones, a
manera de retórica y de manera lógica. La forma más corriente es la consideración directa del pasaje,
citando palabras o frases del mismo texto. A continuación quiero presentar algunos ejemplos de estas
clases de divisiones.16
Ejemplo #1
“¿QUIEN SOY YO?”
Exodo 3:11
Divisiones interrogativas
1. Juan 16:33
Divisiones retóricas
1. Poniéndome en el ministerio”.
* Bosquejo textual-analítico. Muchas veces el método ilativo no responde a las necesidades que el
predicador quiere considerar. En este caso después de enfocar el pasaje ilativamente, el predicador
escribe alguna palabra, frase u oración a cada una de sus partes. El método analítico puede ser
presentado con el sistema interrogativo, retórico y lógico, el cual ya tratamos. La declaración analítica
puede ir antes de la cláusula ilativa del texto o después de la misma. 18
Ejemplo #1
“VOSOTROS ME LLAMAIS MAESTRO”
1. Juan 13:13
2. La definición del maestro, “me llamáis Maestro …”:
3. La opinión del discípulo, “y decís bien”:
III. La autorrealización del Maestro, “porque lo soy”:
Ejemplo #2
EL LIDER COMO MODELO
Gálatas 4:12
1. Lucas 15:28
2. Tipo del creyente fiel (verso 29):
3. Tipo del creyente que se enoja (verso 28):
III. Tipo del creyente que tiene que aprender a perdonar (versos 31 al 32):
* Bosquejo temático-textual. El tema está claro y visible en el texto. Las divisiones arrojarán luz al
referido tema. Las mismas se pueden enunciar a manera interrogante, retórica o lógica. 20
Ejemplo #1
LA FAMILIA DE LA FE
Gálatas 6:10
1. Es santa:
2. Es unida:
III. Es cuidadosa:
Ejemplo #2
LA AUTOJUSTIFICACION
San Lucas 6:42
1. Viene de Dios:
2. Es dado en la persona de Jesús:
III. Es gratuito:
Ejemplo #2
EL AMOR ES SUFRIDO
San Lucas 22:63–65
1. Jesús rechazado:
2. Jesús traicionado:
III. Jesús vituperado:
* Bosquejo temático-independiente. El texto se usa como base a la exposición. El contenido del
sermón no depende de la consideración temática textual o temática doctrinal. Las divisiones surgen
de manera sintética sin ninguna relación al texto, pero sí al tema que el predicador tiene en mente. 22
Ejemplo #1
EL CRECIMIENTO
1. Marcos 4:28
2. Es excitante:
3. Es experimental:
III. Es gradual:
Ejemplo #2
PABLO TUVO DECEPCIONES
2 Corintios 11:29