Por Qué Hay Tantas Lenguas

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¿POR QUÉ HAY TANTAS LENGUAS?

Para contestar esta pregunta, primero es necesario recordar algunas cosas.


El lenguaje comenzó a evolucionar hace uno o dos millones de años y recién hace 100.000
años, los homo sapiens sapiens (homo hombre, sapiens que piensa) tenían un lenguaje
similar al nuestro. Estos homo sapiens vivían en pequeñas comunidades, separadas entre
sí. Algunos científicos opinan que el lenguaje fue inventado solo por una de esas
comunidades. Imaginemos lo siguiente: un pequeño grupo de homo sapiens sapiens
comenzó a hablar. Hablar les permitía hacer cosas fundamentales para la supervivencia
(avisar a otros cuando venía alguna fiera; planificar actividades compartidas, como ir de
caza juntos, sentirse unidos; transmitir experiencias a los jóvenes).
Con el tiempo, aumentó mucho los miembros de esa comunidad. Entonces, los recursos
(comida, agua) que tenían alrededor del lugar donde vivían comenzaron a escasear. Y ese
grupo, que ya no era tan pequeño, se dispersó: unos viajaron hacia un lugar y otros hacia
otro. La gente de esas comunidades iba conociendo en su viaje nuevas cosas (animales,
ríos, plantas, fenómenos meteorológicos) y para hablar de ellas les fueron poniendo
nombres. Pero, claro, como cada grupo no sabía cómo el otro nombraba esas cosas,
utilizaron palabras diferentes.
Esto volvió a ocurrir muchas veces: cada uno de esos grupos volvió a separarse y también
volvió a viajar y a ponerle nombre diferentes a las cosas. Y así es una explicación.
Otros científicos dicen que los homo sapiens sapiens de distintas comunidades inventaron
el lenguaje al mismo tiempo (o más o menos al mismo tiempo) sin conocerse. Cada uno de
esos grupos utilizaba formas diferentes de nombrar a las cosas. Y lo mismo que antes,
esos grupos se separaron y fueron poniendo nombres distintos a las cosas. Esto explicaría
por qué hay tantas lenguas diferentes.
Si bien las lenguas son diferentes, tienen cosas en común. En todas, por ejemplo, usamos
oraciones, y esas oraciones tienen sujeto y predicado, sustantivos y verbos. En todas hay
palabras para cuestiones tan fundamentales como “yo, “vos” y “nosotros”, aunque las
palabras con las que las digamos sean distintas; en todas distinguimos los objetos y los
animales, y en todas tenemos maneras de nombrar el sol, el fuego, la naturaleza.
Todos los seres humanos usamos también el lenguaje para estar juntos y contarnos lo que
nos pasó, planificar actividades, y guardar memoria de las historias de los abuelos de
nuestros abuelos…
Y esas similitudes entre todas las lenguas son difíciles de explicar como las diferencias.
Todavía los científicos no llegaron a un acuerdo, pero hay distintas hipótesis.
Como todos coinciden en pensar que tenemos en nuestro cerebro una especie de órgano
(como el estómago o el corazón, pero no se distingue tan fácilmente) que funciona para
que podamos hablar. Así como en todas las culturas la gente se alimenta con comidas
distintas pero en todos los casos el sistema de nutrición funciona de la misma manera, las
lenguas que hablamos pueden parecer diferentes, pero el órgano del lenguaje que se
encuentra en el cerebro impone algunas limitaciones al lenguaje humano (por ejemplo el
hecho de que usemos oraciones con sujeto y predicado, sustantivos y verbos).
Además, algunos estudiosos explican las semejanzas diciendo que la razón es que todas
las lenguas del mundo provienen de una misma comunidad aunque hayamos ido
agregando palabras y formas de hablar diferentes.
Otros sostienen que los seres humanos de esas pequeñas comunidades se iban
encontrando en sus largos viajes, y se fueron comunicando como podían, y en esos
intentos se “prestaban” palabras y formas de hablar.
En realidad, la primera y las dos segundas hipótesis no son incompatibles.
Las lenguas americanas en la actualidad
Hoy en día, las lenguas dominantes en América son tres: español, portugués e inglés, es
decir, las lenguas de los conquistadores. Esta son la que hablan la mayoría de los
americanos, como lengua materna o segunda lengua.
El uso de las lenguas americanas no sólo se fomentó en los distintos países hasta hace
muy poco (y sólo en algunos) sino que en muchos se prohibió hablarlas, y hasta se lo
castigó. Hasta hace poco, incluso la escuela fue un espacio donde se intentó imponer
como única lengua al español. En los últimos tiempos, esto ha comenzado a modificarse al
incorporar la enseñanza bilingüe en muchas escuelas.
La lenguas de los pueblos originarios que sobrevivieron al a conquista y posterior acción de
los países independizados son 600, que son habladas por 18 millones de personas. Sólo
17 de esas 600 lenguas tienen más de 100.000 hablantes. El resto de las lenguas es
hablado por menos del 10 % de la gente que hablan lengua americana.
De todas las lenguas vernáculas de América, la que tiene más hablantes en nuestros días
es el quechua hablado por 14 de millones de personas (Perú, Bolivia, Ecuador, norte de
Argentina y algunas zonas de Brasil). En segundo lugar se encuentra el guaraní con 8
millones de hablantes (Paraguay y varias regiones de la Argentina y enclaves del Brasil y
Bolivia). Alrededor de un millón seiscientas mil personas hablan el aymara, sobre todo en
Perú y Bolivia. En México y en El Salvador hay un millón seiscientas mil personas que
hablan náhuatl . Y en Guatemala el quiché es hablado por 14 millones de hablantes.
Entre otras lenguas, en América Latina se hablan las siguientes: arawá, maipureano,
aruák, yabero, cacua, yameo, tehuelche, tacana, maco…

Las lenguas que se hablan en la Argentina


En la Argentina la lengua dominante o mayoritaria es el español. Además es la lengua
que se usa en los trámites habituales de la vida ciudadana: desde la inscripción en el
Registro Civil hasta las argumentaciones en un proceso judicial.
Sin embargo, en la Argentina, como en todos los países, se hablan muchísimas lenguas,
vernáculas y no vernáculas (llamadas también lenguas de inmigración).
Las lenguas vernáculas son las que existían antes de la colonización, aunque
actualmente los hablantes no la utilizan exactamente igual que cuando llegaron los
colonizadores, porque todas las lenguas varían con el tiempo.
Las lenguas no vernáculas son las de quienes han decidido venir a vivir a nuestro país.
Entre los grupos más importantes de hablantes de lenguas no vernáculas en la
Argentina, además del español, se encuentran quienes hablan alemán, árabe,
catalán, croata, esloveno, sueco, francés, guaraní, inglés, coreano, japonés, romaní
(lengua de los “roma”, llamados vulgarmente gitanos).

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