Modulo Ii 1era Parte Final

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MODULO II (1era parte)

En el módulo anterior recorrimos la historia de los Derechos Humanos, sus fundamen-


tos, las generaciones de los mismos, entre otros temas.
Hacía el final y, sobre la base de dicho recorrido comenzamos a ver específicamente el
tema del delito de trata de personas.
Conociendo ya el denominado plexo normativo internacional y nacional ahondaremos
esta temática.
¡Comenzamos!

¿Qué es la Trata de Personas?

Como explicamos en el módulo anterior, la trata de personas es un delito de criminali-


dad organizada y una violación a los derechos humanos. En la Argentina, según la Ley
26.364 y su modificatoria 26.842 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y
Asistencia a sus Víctimas, se la entiende como el proceso que implica el ofrecimiento, la
captación, el traslado, la recepción y/o la acogida de personas con fines de explotación,
tanto dentro del territorio nacional como desde o hacia otros países.
Existe explotación:

✔ Cuando se reduce o mantiene a una persona en condición de esclavitud o servi-


dumbre bajo cualquier modalidad.
✔ Cuando se obliga a una persona a realizar trabajos o servicios forzados.
✔ Cuando se promueve, facilita o comercializa la prostitución ajena o cualquier
otra forma de oferta de servicios sexuales ajenos.
✔ Cuando se promueve, facilita o comercializa la pornografía infantil o la realiza-
ción de cualquier tipo de representación o espectáculo con dicho contenido
✔ Cuando se fuerza a una persona al matrimonio o a cualquier tipo de unión de
hecho.
✔ Cuando se promueve, facilita o comercializa la extracción forzosa o ilegítima de
órganos, fluidos o tejidos humanos.

Resulta importante aclarar que estas formas de explotación consti-


tuyen delitos en sí mismos, como lo son por ejemplo la reducción a
servidumbre y la pornografía infantil (arts. 140 y 128 del Código Pe-
nal, respectivamente). Lo novedoso de la figura de la trata es que,
reconociendo que en muchos casos hay un proceso complejo que
lleva a la explotación de individuos, criminaliza también a las per-
sonas que participan en las etapas previas a la explotación.
La ley argentina establece que, aun-
que exista consentimiento de parte
de la víctima de trata y explotación
de personas, no se exime a los au-
tores, partícipes, cooperadores o
instigadores del delito de su res-
ponsabilidad penal, civil y/o admi-
nistrativa.

Repasando:

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó en 1949 el Convenio para la Re-
presión de la Trata de Personas y la Explotación de la Prostitución Ajena; En 2002 se
ratificó el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especial-
mente Mujeres y Niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas con-
tra la Delincuencia Organizada Transnacional.
En concordancia con estos instrumentos internacionales, se promulgó en 2008 la Ley
26.364, que permitió incorporar el delito de la trata de personas al Código Penal de la
Nación. Así, nuestro sistema legal quedó dotado de un marco preventivo, punitivo y
asistencial para hacer frente al delito con el fin de erradicarlo. Posteriormente fue mo-
dificada por la Ley 26.842, promulgada el 7 de diciembre de 2012, que incluyó algunos
cambios de gran acierto, en especial el artículo 2, que eliminó la necesidad de acredi-
tar los medios comisivos para demostrar la existencia del delito de trata de personas,
aun en el caso de las víctimas mayores de edad. Esto significa que, en ningún caso, es
necesario probar que existió engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier medio de
intimidación para que quede configurado el delito.

¿Qué implica esto? Determinar que se


configura el delito de trata de personas
sin hacer referencia a los medios comisi-
vos supone considerar que ninguna per-
sona puede consentir su propia explota-
ción. Por lo tanto, carece de valor toda
defensa o alegato por parte del tratante
basado en el presunto consentimiento
dado por la víctima.

El hecho de que una persona sea consciente de que se la está explotando, en cualquier
tipo de comercio sexual o en trabajos forzosos (entre otros) no modifica su condición
de víctima.
Aun si comprende la naturaleza de su “trabajo”, la persona que se convierte en víctima
puede haber sido engañada respecto de las condiciones —, puede hallarse bajo ame-
naza—en forma directa o a través de su familia— o, fundamentalmente, se le pudo ha-
ber presentado la “oferta laboral” aprovechando su situación de vulnerabilidad.

Los cuerpos como mercancías

La trata de personas supone una de las más aberrantes formas de violencia en cuanto
deshumaniza al sujeto convirtiéndolo en un mero engranaje de un sistema de produc-
ción y consumo, por lo cual resulta indispensable dimensionar todas las aristas que re-
viste el consumo de los cuerpos de quienes resultan víctimas de estos delitos. La trata
de personas cosifica a los individuos tratándolos como mercancía en tanto que consi-
dera al sujeto como alguien que dispone de su trabajo y de su cuerpo para enajenarlo
al mercado en las condiciones que éste instituya.

Diferencias entre la migración y la trata de personas

¿Cómo distinguir migración, tráfico de personas y trata de personas?

La migración de personas es un fenómeno que se da en el mundo por múltiples fac-


tores y refiere a todo desplazamiento de la población que se produce desde un lugar
de origen a otro destino que lleva consigo un cambio de la residencia habitual.

Existen varios tipos de migraciones:

Según el tiempo, la migración puede ser temporaria, cuando el migrante va a estar en


el lugar de destino por un tiempo y luego regresa a su lugar de origen, o permanente,
cuando el migrante va a estar en el lugar de destino de manera permanente o de por
vida.
Según su carácter, la migración puede ser forzada, cuando el migrante parte de su lu-
gar de residencia por situaciones que amenazan su vida o en contra de su voluntad —
por ejemplo, en caso de conflicto armado o de desastre natural— o puede ser volun-
taria, cuando el migrante parte por decisión propia en busca de una mejor calidad de
vida.

Según su destino, la migración puede ser interna, cuando es dentro del territorio de
un mismo país, o bien internacional, cuando implica el desplazamiento hacia otro país
diferente.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la migración de per-


sonas responde a varias causas, algunas de las cuales son:

✔ La globalización.
✔ La integración regional.
✔ El desempleo o la falta de oportunidades en los países de origen.
✔ El envejecimiento de la mano de obra de los países receptores.
✔ El aumento de la demanda de mano de obra en ciertos sectores económicos de
los países receptores.
✔ La atracción (expectativa) que ejercen los países más desarrollados.
✔ Los conflictos armados internos.
✔ Los desastres naturales.
✔ La discriminación por razones de género, etnia, orientación sexual o ideológica.

Trata laboral y trabajo migrante


Muchas veces se migra en busca de un empleo que permita cubrir las necesidades bá-
sicas de un trabajador y su familia. Sin embargo, puede ubicar a las personas en situa-
ción de vulnerabilidad, y, por correlación el delito de la trata tiene especial incidencia
en las categorías de trabajadores migrantes. El desplazamiento acrecienta así su situa-
ción de vulnerabilidad, que en muchas oportunidades es aprovechada por los em-
pleadores para imponer condiciones de trabajo abusivas. El engaño, la captación, el
fraude o abuso de poder son cuestiones a las que los trabajadores migrantes se en-
cuentran expuestos. La migración de trabajadores se puede dar, entre otras, por razo-
nes sociales, políticas, económicas, geográficas y/o culturales

La relación entre la Trata de personas con fines de explotación laboral y el trabajo mi-
grante es innegable. Sin embargo, no todo trabajo migrante se traduce en un caso de
trata de personas, aunque, el hecho de trasladar a alguien, el desarraigo que le repre-
senta y la contratación informal, son circunstancias que propician la comisión del de-
lito.

La trata de personas puede existir,


aun cuando las víctimas hayan ingre-
sado al país de destino de manera le-
gal y por pasos fronterizos habilita-
dos.
Diferencia entre trata y tráfico de personas

Cuando hablamos del delito de trata es preciso diferenciarlo del delito de tráfico de
personas tipificado en la Ley de Migraciones N° 25.871 del año 2004.

El tráfico ilícito de personas consiste en realizar, promover o facilitar el ingreso irre-


gular de una persona al país. El ingreso es considerado irregular cuando se realiza por
lugares no habilitados, eludiendo o engañando el control migratorio, o con documen-
tos falsos, adulterados o ajenos. Quien comete el delito es el traficante, que facilita el
ingreso clandestino a cambio de un beneficio.

Es importante resaltar que a la persona que ha ingresado por medio de una maniobra
de este tipo le acarreará consecuencias diferentes según la situación concreta. En
este sentido, nuestra legislación migratoria reconoce el derecho a migrar como un
derecho inalienable, y en consecuencia, no criminaliza a los migrantes ni agrava los
delitos que cometan dentro del país en virtud de esa sola circunstancia. Las personas
en situación migratoria irregular son alentadas a regularizar su situación y no son de-
portadas. Sin embargo, las víctimas del delito de trata suelen desconocer esta situa-
ción; desconocimiento que es aprovechado por sus tratantes.

En ocasiones, el tráfico ilícito de migrantes puede estar asociado al delito de trata in-
ternacional.
Repasando:

¿Cómo funcionan los mecanismos y las acciones de la


trata de personas?

Ya hemos visto las diferencias entre migración, tráfico de personas y trata.

Ahora profundizaremos los mecanismos que caracterizan a la trata de personas. Por


ello volveremos sobre el cuadro presentado con anterioridad sobres las acciones que
configuran el delito:
Dentro de cada una de ellas, operan diversos mecanismos, veamos:

Ofrecimiento y captación

El ofrecimiento implica la acción de presentar o comprometerse a entregar a una per-


sona con fines de explotación. Por su parte, la captación hace referencia a un segundo
estadio, que implica ya la obtención física de la persona que va a ser luego explotada.
Esto puede hacerse a través de diversos medios.

Los medios de captación suelen incluir engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier
otro medio de intimidación o coerción, abuso de autoridad o de una situación de vul-
nerabilidad, o concesión o recepción de pagos o beneficios.
La forma más utilizada para captar víctimas es el engaño. Para dar inicio a la explota-
ción, se realizan ofertas laborales que son engañosas en cuanto a su naturaleza o a
sus condiciones.

Muchas mujeres son engañadas mediante ofertas de trabajo en casas de familia como
empleadas domésticas o para cuidar niños, niñas, ancianos o ancianas.

También son habituales los ofrecimientos laborales para desempeñarse como mese-
ras o empleadas en algún comercio.

Otras modalidades comunes son: la realización de castings en la zona elegida para la


captación., la publicación de afiches en la vía pública con promesas de trabajo, redes
sociales, la estrategia de “enamoramiento” a mujeres y varones (mediante la cual el
tratante simula una relación sentimental con la persona).

En todos estos casos, quienes reclutan prometen a las víctimas buena paga y la posibi-
lidad de mejorar su calidad de vida rápidamente

Suele ocurrir que quienes son explotadas sexualmente sean obligadas a reclutar a
otras mujeres bajo coacción. Según un informe de la OIM , “los regentes de los prostí-
bulos amenazan a las mujeres con dañar a su familia en su lugar de origen si no regre-
san o si lo hacen con menos chicas de las encargadas”. Cabe aclarar que nos referimos
a mujeres ya que representan la mayoría de los casos de explotación sexual, lo que no
excluye a otras identidades.

Lo que tienen en común ambos tipos de trata es que el trabajo ofrecido siempre está
disponible en otro lugar (pueblo, región, provincia o país) y la víctima debe trasladarse
para obtenerlo.
Traslado

La trata implica el traslado de las personas a un lugar diferente del que viven, dentro
del propio país o hacia otros.

Las redes de trata tienen un denominador común: el lugar de origen suele ser más po-
bre que el de destino.

El traslado dentro del territorio nacional o internacional fortalece el control de los


tratantes sobre las personas en virtud de su desarraigo. Y aumenta su situación de vul-
nerabilidad. Esto se produce por varios motivos:

✔ El traslado y la distancia aíslan a la víctima de las redes sociales conocidas a las


que podría recurrir.
✔ Las víctimas del delito se encuentran en una jurisdicción distinta de la que no
conocen las leyes.
✔ El reclutador suele facilitar a la víctima el dinero o los medios para el traslado
y le retiene su documentación, le genera una deuda y le restringe su posterior
movilidad.
✔ La localización de las víctimas del delito es más difícil en el proceso de investi-
gación y búsqueda.
✔ La víctima desconoce sus derechos y los organismos de asistencia en los lugares
de destino.
Recepción o acogida

La recepción hace alusión a tomar o hacerse cargo de la persona enviada por un ter-
cero, mientras que la acogida implica albergar por un tiempo relativamente prolon-
gado a las víctimas del delito. Si bien la diferencia parece sutil, la ley incluye ambas ac-
ciones ya que busca castigar a las personas que participan aún por un lapso corto de la
cadena de trata de personas.

Una vez que ha sido trasladada al lugar de destino para su explotación, la víctima es
recibida por un intermediario o por quien será su explotador. Esta situación es otro
eslabón del circuito de la trata.

Cuando una persona es tratada con fines de explotación sexual dentro de su mismo
país, se la suele llevar a otros lugares y se la rota e intercambia de sitio a través de un
sistema denominado “de plazas”. Como los proxenetas no cuentan generalmente con
establecimientos propios, envían a las mujeres a prostíbulos en los que son explotadas
por períodos variables.

La circulación de un prostíbulo a otro mediante el sistema de plazas es un mecanismo


importante dentro del delito de trata, porque resulta útil tanto para los proxenetas
como para los regentes. Para los primeros, por razones de seguridad, dado que las
mujeres se ven impedidas de establecer relaciones duraderas con los llamados “clien-
tes” (prostituyentes) y con otras personas explotadas y pedir auxilio por esa vía. Para
los segundos, la circulación responde a las propias exigencias de la demanda.

En la Trata con fines de explotación laboral la recepción o acogida suele coincidir con
el lugar de explotación. Es común que la víctima viva en el mismo lugar donde realiza
las tareas.
Cuando hablamos de trata de personas es importante reforzar la idea de que las perso-
nas no son mercancías, no pueden ser compradas y vendidas, ni despojadas de sus de-
rechos, identidad, dignidad y voluntad para ser sometidas a explotación.

Resumiendo:
¿Cuáles son las formas de sometimiento?

Los tratantes de personas utilizan diversas técnicas para mantener sometidas a sus víc-
timas, algunas de las cuales son:

✔ Endeudamiento Inducido: Es una situación en la cual, aprovechando la vulne-


rabilidad económica de la víctima, el tratante utiliza mecanismos para generar
un círculo de endeudamiento del cual le es imposible salir. Por ejemplo, los
tratantes suelen abonar el costo del pasaje de la víctima desde su lugar de ori-
gen hasta el lugar de explotación, financian el alojamiento y la comida a precios
muy superiores a los del mercado, e instalan un sistema de multas y castigos
pecuniarios por supuestos incumplimientos del “trabajador”, que hacen que es-
tas adeuden al tratante una suma de dinero que se va acrecentando hasta llegar
a ser mucho mayor que el salario prometido.
✔ Aislamiento: que no significa solamente encierro, sino que generalmente se re-
fiere a la limitación del contacto con otras personas y el control de la comuni-
cación con red vincular.
✔ Amenaza de deshonrar a las víctimas revelando las circunstancias a la familia:
✔ Confiscación de pasaportes, visados o documentos de identidad: La retención
de documentación es un delito, pero además una estrategia utilizada para que
la víctima no pueda movilizarse.
✔ Atemorización y manipulación de las víctimas: a quienes hacen creer que, si se
ponen en contacto con las autoridades, serán encarceladas o deportadas por
violar disposiciones de inmigración.
✔ Violencia física, psicológica y/o sexual contra las víctimas o contra sus familia-
res, así como la amenaza de aplicarla.
✔ Control del dinero de las víctimas.

Debe tenerse presente que, en las víctimas de trata, hay un factor primordial que las
inmoviliza y anula en sus acciones, ese factor es el “miedo”.

El control de sus movimientos, de su entorno físico, de su psiquis, la fuerza o la ame-


naza del uso de la misma para infringir el padecimiento, la sujeción constante a un tra-
tamiento de extrema crueldad las deja en una situación de desprotección y temor
permanente. Aún en el caso hipotético de que no se hallara con una persona que cus-
todie sus movimientos, la esclavitud se ha instalado en su psiquis. Las cadenas psico-
lógicas son tan fuertes como las cadenas físicas.

En la segunda parte de este módulo avanzaremos sobre los tipos de trata que encon-
tramos, la caracterización de las mismas y haremos hincapié en la temática en los ni-
ños, niñas y adolescentes.

Nos leemos!

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