Caso Rosendo
Caso Rosendo
Caso Rosendo
Rosendo Radilla Pacheco nació el 1 de marzo de 1914 en Las Clavellinas, un pequeño rancho a
tres kilómetros de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Cuando tenía 28 años se casó con Victoria Martínez Neri,
con quien tuvo once hijas y un hijo. Fue campesino, pero sobre todo fue un líder social ejemplar. Gran
parte de su vida la dedicó al cafetal, al cultivo y venta del café cereza. Hombre de congruencia con cada
acto apuntaló ideales y acciones solidarias. Cantautor, sus corridos ―sobre la realidad de México, Lucio
Cabañas, Genaro Vázquez o el Partido de los Pobres, entre más― comenzaron a pasar de boca en boca,
de guitarrero a guitarrero, de casa en casa: las personas encontraban en su palabra hecha canto y ritmo
ecos de su realidad, motivos para su luchar, su organizarse para la defensa de sus derechos humanos.
A Rosendo, el cantar la cabal memoria histórica, los abusos, la indignación ante la injusticia, y las
condiciones de su pueblo lo llevó a la presidencia municipal de Atoyac, ocupó esa función entre 1955 y
1956. Durante su gestión construyó los primeros cuatro puestos del mercado municipal, adquirió el primer
recolector de basura e irónicamente construyó el primer cuartel militar en Atoyac. Cuentan que ha sido el
único presidente municipal que ha salido más pobre de cómo entró, pues en muchas ocasiones tuvo que
poner de su dinero para terminar las obras que se había propuesto. También participó en la organización
del Congreso Campesino en Atoyac, con la Liga Agraria del Sur “Emiliano Zapata”, promoviendo la
autonomía colectiva y cuestionando la tenencia y repartición de la tierra.
La familia de Rosendo Padilla era y es tan combativa como él. Desde el momento de la
desaparición forzada, inició su búsqueda por el ex cuartel, las oficinas de los gobiernos locales y las
cárceles del estado de Guerrero y la Ciudad de México. Hasta la década de 1990, el contexto de Guerra
Sucia hizo imposible la denuncia formal. Desde entonces hasta ahora, 2020, han tramitado seis denuncias
penales ante distintas instancias, pero todavía no obtienen resultados por parte del Estado mexicano.
Si bien en 2001, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación
26/2001, reconociendo la práctica de desaparición forzada como política de Estado, los familiares de
Rosendo y de otras víctimas de desaparición forzada y ejecución extrajudicial presentaron, el 15 de
noviembre del 2001, el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como un
ejemplo paradigmático de lo sucedido a cientos de familias durante la Guerra Sucia. El 23 de noviembre de
2009 el organismo emitió una sentencia, notificándola al Estado mexicano el 15 de diciembre de ese año.
En ella, éste fue hallado responsable de la violación a los derechos a la libertad, a la integridad personal, a
la vida y al reconocimiento a la personalidad jurídica de radilla pacheco, así como los derechos a la
integridad física y mental. a las garantías judiciales y a la protección judicial de sus familiares. Además,
señaló que el proceso ante la jurisdicción militar no respetó los estándares internacionales en materia de
debido proceso.
En 2015 los archivos de la guerra sucia fueron clasificados como reservados en lo que se considera
un intento de borrar la memoria histórica oficial. El delito de desaparición forzada se ha convertido en uno
de los temas de mayor relevancia en los últimos años dentro de la agenda pública, debido al número
creciente de casos presentados ante las autoridades correspondientes, hechos públicos y su difusión en
medios de comunicación.
A Rosendo Radilla el Estado mexicano aún no le ha hecho justicia, no ha desenredado la trama de
la desmemoria histórica, todavía no ha investigado a fondo hasta el mínimo detalle. En cumplimiento a la
sentencia de la CIDH, en 2002 publicó las letras de los corridos de Rosendo Radilla, y la historia de su
vida, en el libro Voces acalladas (vidas truncadas): perfil biográfico de Rosendo Radilla Pacheco, de
Andrea Radilla Martínez, una de sus hijas, pero nada más. Es la Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de Derechos Humanos A.C. (CMDPDH) el organismo que ha seguido y sigue más de cerca el
caso de nuestro cantor de Atoyac, y en 2019 convocó al Concurso de Reinterpretación de Corridos de
Rosendo Padilla Pacheco, peculiar conmemoración mantenerlo vivo en la memoria histórica a los 45 años
de su desaparición forzada.
Siendo el caso Radilla la primera sentencia por violaciones a derechos humanos en contra del
Estado mexicano esta resultó un gran avance en cuanto a las garantías de no repetición. De igual forma
tuvo un gran impacto en el sistema jurídico mexicano propiciando así avances significativos en materia de
derechos humanos.
Como ejemplo tenemos que: