Norma 087
Norma 087
Norma 087
Agente biológico.
Preparación de microorganismos, sus metabolitos o derivados que se utilizan con fines terapéuticos
o de investigación.
Atención médica.
El conjunto de servicios que se proporcionan con el fin de proteger, promover y restaurar la salud
humana y animal.
Cepa.
Combustión.
Método de tratamiento que consiste en la oxidación de los residuos mediante procesos controlados a
altas temperaturas.
Cremación.
Destrucción de los microorganismos patógenos en todos los ambientes, materias o partes en que
pueden ser nocivos, por los distintos medios mecánicos, físicos o químicos contrarios a su vida o
desarrollo, con el fin de reducir el riesgo de transmisión de enfermedades.
Sistemas de conductos que son utilizados para el transporte de residuos, usando como fuerza motriz,
aire a presión, vacío o gravedad.
El lugar público o privado, fijo o móvil cualquiera que sea su denominación, que preste servicios de
atención médica, ya sea ambulatorio o para internamiento de seres humanos y animales.
Muestra biológica.
Fracción de tejido o fluido corporal que se extrae de organismos vivos para su análisis, durante su
diagnóstico o tratamiento.
Organo.
El que contiene bacterias, virus u otros microorganismos con capacidad de causar infección o que
contiene o puede contener toxinas producidas por microorganismos que causan efectos nocivos a
seres vivos y al ambiente, que se generan en establecimientos de atención médica.
Sangre.
Tejido.
El método que elimina las características infecciosas de los residuos peligrosos biológico-
infecciosos.
La sangre.
Los productos derivados de la sangre, incluyendo, plasma, suero y paquete globular.
Los materiales con sangre y sus derivados, aun cuando se hayan secado, así como los
recipientes que los contienen o contuvieron.
Los cultivos y cepas almacenadas de agentes infecciosos.
Los cultivos generados en los procedimientos de diagnóstico e investigación, así como los
generados en la producción de agentes biológicos.
Los instrumentos y aparatos para transferir, inocular y mezclar cultivos.
Los patológicos.
Los tejidos, órganos, partes y fluidos corporales que se remueven durante las necropsias, la
cirugía o algún otro tipo de intervención quirúrgica.
Las muestras biológicas para análisis químico, microbiológico, citológico o histológico.
Los cadáveres de pequeñas especies animales provenientes de clínicas veterinarias, centros
antirrábicos o los utilizados en los centros de investigación.
Los residuos no anatómicos derivados de la atención a pacientes y de los laboratorios.
El equipo, material y objetos utilizados durante la atención a humanos o animales.
Los equipos y dispositivos desechables utilizados para la exploración y toma de muestras
biológicas.
Los objetos punzocortantes usados o sin usar.
Los que han estado en contacto con humanos o animales o sus muestras biológicas durante
el diagnóstico y tratamiento, incluyendo navajas, lancetas, jeringas, pipetas Pasteur, agujas
hipodérmicas, de acupuntura y para tatuaje, bisturíes, cajas de Petri, cristalería entera o rota,
porta y cubre objetos, tubos de ensayo y similares.
Para efectos de esta Norma Oficial Mexicana, los establecimientos de atención médica se clasifican
como se establece en la Tabla 1.
Las unidades médicas independientes que se encuentren ubicadas en un mismo inmueble y que
generen en su conjunto residuos peligroso en los términos y cantidades señalados en esta Norma,
deberán designar un representante común quien será el responsable del manejo de estos residuos.
Las obligaciones a que queden sujetas las unidades médicas señaladas en el párrafo anterior, serán
determinadas por la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, a través del
Instituto Nacional de Ecología.
MANEJO
Los establecimientos referidos en la Tabla 1 de esta Norma Oficial Mexicana, además de cumplir
con lo establecido en el Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente en Materia de Residuos Peligrosos, deberán cumplir con las siguientes fases de manejo
de sus residuos:
Las bolsas deberán ser de plástico, impermeables, de calibre mínimo 200 y deberán cumplir los
valores mínimos de los parámetros indicados en la Tabla 3 de esta Norma Oficial Mexicana
aplicando los métodos de prueba ASTM correspondientes. Los materiales utilizados deberán estar
libres de metales pesados y cloro, mientras que los colorantes deberán ser fisiológicamente inocuos.
Los recipientes de los residuos peligrosos punzocortantes deben ser rígidos, de polipropileno,
resistentes a fracturas y pérdida del contenido al caerse, destruibles por métodos fisioquímicos,
esterilizables, con una resistencia mínima de penetración de 12.5 N (doce puntos cinco Newtons) en
todas sus partes y tener tapa con o sin separador de agujas y abertura para depósito con dispositivos
para cierre seguro. Deben ser de color rojo y libres de metales pesados y cloro, debiendo estar
etiquetados con la leyenda que indique “PELIGRO, RESIDUOS PELIGROSOS
PUNZOCORTANTES BIOLÓGICO-INFECCIOSOS” y estar marcadas con el símbolo universal
de riesgo biológico (Anexo 1) de esta Norma Oficial Mexicana.
La resistencia mínima de penetración será determinada por la medición de la fuerza requerida para
penetrar los lados y la base con una aguja hipodérmica calibre 21, mediante dispositivos como el
Instrón, Calibrador de Fuerza Chatillón o tensiómetro.
Los recipientes de los residuos peligrosos líquidos deben ser rígidos, con tapa hermética,
etiquetados con una leyenda que indique “PELIGRO, RESIDUOS PELIGROSOS LÍQUIDOS
BIOLÓGICO-INFECCIOSOS” y estar marcadas con el símbolo universal de riesgo biológico.
Estar separada de las siguientes áreas: de pacientes, visitas, cocina, comedor, instalaciones
sanitarias, sitios de reunión, áreas de esparcimiento, oficinas, talleres y lavandería.
Estar techada y ubicada donde no haya riesgo de inundación y que sea de fácil acceso.
Contar con extinguidores de acuerdo al riesgo asociado.
Contar con muros de contención lateral y posterior con una altura mínimo de 20 cm (20
centímetros) para detener derrames.
Contar con señalamientos y letreros alusivos a la peligrosidad de los mismos, en lugares y
formas visibles.
Contar con una pendiente del 2% (dos por ciento) en sentido contrario a la entrada.
No deben existir conexiones con drenaje en el piso, válvulas de drenaje, juntas de
expansión, albañales o cualquier otro tipo de comunicación que pudiera permitir que los
líquidos fluyan fuera del área protegida.
Tener una capacidad mínima, de tres veces el volumen promedio de residuos peligrosos
biológico-infecciosos generados diariamente.
El acceso a esta área sólo se permitirá al personal responsable de estas actividades y se
deberán realizar las adecuaciones en las instalaciones para los señalamientos de acceso
respectivos.
El diseño, la construcción y la ubicación de las áreas de almacenamiento temporal
destinadas al manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos deberán contar con la
autorización correspondiente por parte de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos
Naturales y Pesca, a través del Instituto Nacional de Ecología.
Sólo podrán recolectarse los residuos que cumplan con el envasado, embalado y etiquetado
o rotulado como se establece en el punto 6.2 de esta Norma Oficial Mexicana.
Los residuos peligrosos biológico-infecciosos no deberán ser compactados durante su
recolección y transporte.
Los contenedores referidos en el punto 6.4.2 deberán ser lavados y desinfectados después
de cada ciclo de recolección.
Los vehículos recolectores deberán ser de caja cerrada, hermética y contar con sistemas de
captación de escurrimientos, además de sistemas mecanizados de carga y descarga.
Las unidades para el transporte de residuos peligrosos biológico-infecciosos deberán contar
con sistemas de enfriamiento para mantener los residuos a una temperatura de 4ºC (cuatro
grados centígrados) cuando la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca
lo considere necesario.
Los residuos peligrosos biológico-infecciosos sin tratamiento, no deberán mezclarse con
ningún otro tipo de residuos municipales o de origen industrial durante su transporte.
Tratamiento.
Los residuos peligrosos biológico-infecciosos deberán ser tratados por métodos físicos o
químicos.
Los métodos de tratamiento serán autorizados por la Secretaría de Medio Ambiente,
Recursos Naturales y Pesca, a través del Instituto Nacional de Ecología y deberán cumplir
los siguientes criterios generales:
Deberá garantizar la eliminación de microorganismos patógenos, y
Deberán volver irreconocibles a los residuos peligrosos biológico-infecciosos.
Los residuos patológicos deben ser cremados, excepto aquéllos que estén destinados a fines
terapéuticos, de investigación y docencia.
Los métodos de tratamiento deberán cumplir previo, a su autorización, un protocolo de
pruebas que al efecto determine la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y
Pesca, a través del Instituto Nacional de Ecología.
El tratamiento podrá realizarse dentro del establecimiento generador o en instalaciones
específicas fuera del mismo. En ambos casos se requerirá la autorización de la Secretaría de
Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, a través del Instituto Nacional de Ecología.
Los establecimientos que presten atención médica deberán presentar su programa de
contingencias en caso de derrames, fugas o accidentes relacionados con el manejo de estos
residuos.
DISPOSICIÓN FINAL
Una vez tratados e irreconocibles, los residuos peligrosos biológico-infecciosos se eliminarán como
residuos no peligrosos.
En localidades con una población hasta de 100,000 habitantes se podrán disponer los residuos
peligrosos biológico-infecciosos sin tratamiento, en celdas especiales, conforme a lo establecido en
el Anexo 2 de esta Norma Oficial Mexicana.
El diseño, la construcción y la operación de las celdas especiales serán autorizados por la Secretaría
de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, a través del Instituto Nacional de Ecología.
Los elementos y preceptos de orden técnico y jurídico en esta Norma Oficial Mexicana se basan en
los fundamentos técnicos y científicos reconocidos internacionalmente.