División La Cuestión Criminal
División La Cuestión Criminal
División La Cuestión Criminal
- Casi todos piensan tener solución a la cuestión criminal, o por lo menos opinan de
soluciones al respecto. Esto especialmente lo hacen los medios de comunicación.
Se suele hablar de la cuestión criminal como un fenómeno local, cuando en realidad
es algo globalizado. Usualmente se le da a los técnicos el espacio mediático para
hablar, pero lo hacen en su propio complicado dialecto. Por estas complicaciones, la
gente acepta las incoherencias que los políticos difunden.
- Se dice que la realidad es mediática es en donde todo se construye; sin embargo, la
única realidad en la cuestión criminal son los muertos.
- Hay tres etapas fundamentales: lo que se nos dice a lo largo de la historia/lo que nos
dicen los académicos, la palabra de los medios, y la palabra de los muertos.
- La cuestión criminal tiene varios dialectos académicos que se odian entre sí y no
suelen entenderse entre ellos. A veces los dialectos pasan a dominarse entre sí, el
dialecto conquistado es considerado un traidor o un perdido.
- Se suele creer que el penalista es el más calificado para proporcionar conocimientos
científicos sobre la cuestión criminal, pero no es así. Conocer el Derecho no es lo
único que se necesita para entenderlo, es bastante necesario conocer los
fundamentos pero la práctica es otra cosa.
- El Derecho Penal es la rama que se dedica a trabajar la legislación penal para
proyectar la doctrina jurídico-penal. Esta doctrina orienta la manera en la que los
tribunales resuelven los casos de manera ordenada y no contradictoria.
- La ciencia del Derecho Penal enseña a las cátedras de las universidades a
interpretar las leyes penales para facilitar la labor de los juristas. Tal interpretación
se basa en la dogmática jurídica.
- La doctrina de los alemanes es la fuente principal de la ciencia jurídico-penal. Otros
como los ingleses, franceses, italianos, suizos y austriacos tienen distintas maneras
de hacerlo. La ciencia alemana se basa en la “Teoría general del delito”. Esta
establece un orden prioritario para establecer sentencia sobre si una conducta es o
no delictiva.
- El delito es una conducta típica, antijurídica y culpable. En primer lugar, esta debe
ser una acción humana dotada de voluntad. En segundo lugar, debe ser prohibida
por ley. Y por último, debe ser culpable. Todo delito también requiere lesividad; es
decir, que haya un bien jurídico lesionado o puesto en peligro. En la realidad social
el delito no existe, solo existe la acción (matar, violar, robar, hurtar, etc). El delito es
algo jurídico. Por ello, el penalista se ocupa de la ley y no de la realidad.
- La corriente neokantiana pretende un corte total en el estudio del deber ser y el ser.
Estos dividen los conocimientos en ciencias de la naturaleza y ciencias de la cultura.
Para evitar este tipo de complicaciones, la criminología se encarga de estudiar la
convergencia de muchas fuentes (como la sociología, antropología, etc) que tratan
de explicarnos el fenómeno criminal.
2
● La estructura inquisitorial: 41-52
El contractualismo era un marco (hoy se llamaría un paradigma), dentro del que se daban
todas las posibles variables políticas, desde el despotismo ilustrado hasta el socialismo. Por
ende, también podía convertirse en algo peligroso para la propia clase que lo impulsaba,
que defendía la igualdad, pero que también empezaba a distinguir, entre los más y los
menos iguales.
Los pensadores de la cuestión criminal no podían ser insensibles a los temores del sector
social al que debían su posición discursiva dominante, por lo que comenzaron a adecuar su
discurso a la exigencia de no correr el riesgo de deslegitimar el poder para mantener
subordinados a los indisciplinados y fuera los colonizados y neocolonizados.
Dos momentos en la tarea académica:
● Hegelianismo Penal
○ máximo esfuerzo del pensamiento idealista
○ los ideológicos de la cuestión criminal que lo invocaban, partían de la idea
que el espíritu de la humanidad como potencia intelectual.
○ Hegel expone el espíritu absoluto como la sinterización del espíritu objetivo y
subjetivo
■ el derecho se encuentra en el esquema objetivo
■ concluye quien no tiene autoconciencia no es libre y no puede pasar
al momento objetivo o sea que su conducta no es jurídica.
■ la conducta no libre no era conducta para el derecho
■ los criminólogos y penalistas concluían que los seres humanos se
vivían en no libres y libres y que el derecho formaba parte de los
libres. (ejemplo: cuando un no libre lesionado a otro no cometió un
delito.)
■ el efecto práctico era que a los libres se le atribuía penas
proporcionales a la libertad infundida en el hecho mientras que a los
no libres se les podía someter a medidas de seguridad.
■ los no libres eran los locos, delincuentes reincidentes y los
multirreincidentes
○ el eurocentrismo de Hegel legitimaba el colonialismo
○ para Hegel el delito era la negación del derecho y la pena como la negación
del delito
● Positivismo Racista
○ se desprendía de toda racionalidad
○ hubo dos principales versiones del racismo
■ pesimista: afirma que hubo una raza superior que luego se fue
degradando por mezclarse y dieron por resultado una decadencia de
la especie.
■ fábula de la raza aria
■ para el nuevo momento de poder mundial, el racismo pesimista no
funcionaba, ya que en ese momento de la historia se buscaba
desacreditar la esclavitud pero justificar el neocolonialismo.
■ optimista
○ surge figuras como Herbert Spencer, él cual concibió el darwinismo social:
los seres humanos que sobreviven son los más fuertes y así el ser humano
va evolucionando
■ por esta razón, no se debía ayudar a los pobres porque les privaba el
derecho a evolucionar.(así justificaban la renuncia de cualquier plan
social)
■ Spencer afirmaba sobre el neocolonialismo: que los ocupados son
seres inferiores ya que no han evolucionado
■ la conclusión práctica es que se podía dominar pero no esclavizar a
los colonizados
-La criminalidad se vinculó con los salvajes colonizados a través de un discurso cuya
historia se caracterizó por ser macabra y traer gran cantidad de consecuencias. Esta
historia se relaciona con Cesare Lombroso un investigador que nunca imaginó las
consecuencias que tendría la corriente en la que se movía, aunque hay que notar que este
no inventaría el reduccionismo biológico.
-El positivismo criminológico se desarrolló en el hemisferio norte para extenderse al sur del
planeta como parte de una ideología racista generalizada en la segunda mitad del siglo XlX
hasta que concluyó en la Segunda Guerra Mundial, tuvo múltiples autores iniciando
décadas antes que Lombroso con los médicos que buscaron exponer una etiología orgánica
del delito y mostrar la inferioridad de los colonizados.
-La síntesis lombrosiana: un bicho diferente. La tendencia a deducir caracteres psicológicos
en base a datos físicos se remonta a un viejo tratado de fisiognomía atribuido falsamente a
Aristóteles. Este saber se originó en el proceso de clasificación y jerarquización de los
animales en base a la atribución de virtudes y defectos humanos a estos como el perro fiel y
el gato diabólico, posteriormente a esto hubo quienes pensaron que por la semejanza de
algunos humanos con ciertos animales se les podía categorizar psicológicamente. En 1876
Lombroso mostró su primera división de L´uomo delincuente, en la que por los rasgos
físicos se podía identificar al criminal una especie de género humano. Donde explicaba al
criminal por su semejanza con el salvaje colonizado dando entender que eran menos
evolucionadas que la raza blanca europea, siendo que como en la época se creía que toda
la evolución desde el ente unicelular se daba en el seno de la madre, el criminal nato era un
error en este proceso un blanco que nacía mal terminado sin el último golpe del horno por
tanto un colonizado. Estos igual que el colonizado no tenían moral, ni pudor y eran
hiposensibles al dolor lo que se verifica en que se tatuaban. Siendo que como los
colonizados eran feos y malos se produjo un mecanismo fisiognómico en donde se
relacionaba la fealdad con lo malo.
-La estela del positivismo biologista: La consecuencia de la criminología positivistas de
Lombroso fue el aumento de la aceptación del positivismo criminológico dando como
resultados nuevos escritos. En esta línea el positivismo se enfrentó con el problema de la
naturalidad misma del delito ya que no podía negar que se criminaliza por decisión política y
que lo prohibido cambiaba de tiempo en tiempo y de sociedad en sociedad. A salvar esto
llegaría el barón Raffaele Garofalo, inventor del delito natural. Este afirmaba que con el
avance de la sociedad se refinaban los sentimientos de piedad y justicia, alcanzando su
punto más alto en Europa siendo expresión de esto la protección de los animales, entonces
el delito natural sería la lesión al sentimiento medio de piedad o justicia imperante en cada
tiempo o sociedad. Así construía un cuadro de valores y subvalores lesionados en el que
colocaba los distintos delitos.
Al final el positivismo criminológico desembocó en un autoritarismo policial correspondiente
a un elitismo biologicista, legitimando el neocolonialismo y la represión de las clases
subordinadas que querían mantener la elite. El positivismo restauró el discurso inquisitorial:
la criminología reemplazo la demonología y explicaba la etiología del crimen; donde el
derecho penal mostraba sus síntomas, el procesal explicaba la forma de perseguirlo sin
trabas para la policía, la pena neutralizaba la peligrosidad y la criminalística permitía
reconocer las marcas del mal.
La cuestión criminalidad siempre fue un tema central para quienes ejercieron o disputaron el
poder, por lo que hacía difícil un estudio de la criminalidad para los médicos o abogados.
Sin embargo, hay profesionales que se encargan de expandir este saber a otras profesiones
como las mencionadas. Fue con esta expansión del saber del análisis de la cuestión
criminal que nació el estudio de la sociología.
Entre 1830 y 1850, Adolph Quetelet y André- Michel Guerry se interesaron por la tendencia
de los homicidios y los suicidios (estadística moral y física social que luego cambiaría su
nombre por sociología).
- “La sociedad es un organismo y debe haber una ciencia que estudie sus leyes
naturales”.
Surgió otro sociólogo, Augusto Compte, el cual cambió el nombre de la “física social” por
sociología y fue el que fundó una ciencia sobre una base anticientífica y no verificable.
Platón postuló algo parecido a la sociología anteriormente:
La ley de los tres Estados
1. El teológico (primitivo)
2. El metafísico (iluminista)
3. El científico (comenzó con las ideas de Compte)
Es importante recalcar que no se puede estudiar el delito sin analizar el aparato de poder
que decide, ¿que define y que reprime como delito?
Causas del delito:
1. Desorganización social
2. Asociación diferencial
3. Tensión
4. Control
5. Conflicto
Antes de que algo esté desorganizado, eso estaba organizado y ocurrió algo que provocó
esa desorganización. Así pasa en la ciudad, hay un grupo organizado que son los primarios
y los desorganizados, los secundarios (teoría de Cooley). Los grupos primarios, según
Cooley son los de crianza y formación. Y los secundarios las instituciones. La diferencia
entre ellos es el trato, ya que en los grupos primarios es personalizado y en los secundarios
despersonalizado, lo que provoca desigualdad.
Teoria de Thomas: Si los hombres definen las situaciones como reales, sus consecuencias
son reales.
Asociación diferencial
Una persona se vuelve delincuente por efecto de un exceso de definiciones favorables a la
violación de la ley, que predominan sobre las definiciones desfavorables a esa violación.
Con esto se puede decir que no hay delito solo en las zonas de bajo ingreso económico.
Los ricos tienden a realizar delitos de cuello blanco (grandes estafas, quiebras fraudulentas,
etc).
Control
Teoría de Sykes y Matza: proponen cinco tipos en la que los jóvenes justifican sus delitos:
1. Negación de la propia responsabilidad.
1. Negación del daño.
2. Negación de la víctima.
3. Condenación de los condensadores.
4. Apelación a lealtades superiores.
Esto nos lleva a la pregunta de ¿por qué es más fácil para unos aprender la conducta de un
delito? Por el conformismo de algunas personas (los que delinquen).
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● ¡Se cayó la estantería!: 149-160
El líder no es el más hábil, sino que era el más hábil porque era el líder.
No queremos que nos cambien las reglas del juego porque con estas estoy ganando, con
unas nuevas puedo perder.
Los medios masivos manipulan la opinión.
Imaginación Sociológica de C.Mills
Las cosas no surgen de la nada, sino que requieren de alguien que las cree, que las evalúe
mediante el método científico y que les brinde credibilidad.
La criminología sociológica no podía seguir preguntándose por las causas del delito sin
reparar en el poder punitivo.
Nadie había cuestionado el poder represivo, el delito se atribuía a muchos factores sin
embargo nunca se concluía algo con verdadera certeza, por lo cual se dice que cuando
surge esta disciplina de la criminología, se cayó la estantería, es decir, cuando se cae la
estantería se debe volver a colocar todo en orden, lo que supone que nos centremos en
arreglar lo que se derrumbó debido a que era inestable, a fin de que no se vuelva a caer.
Se abre una nueva etapa de la criminología académica, a la que, por incorporar el poder
punitivo, se le llama criminología de la reacción social, aunque también puede llamarse
criminología crítica.
Se distinguen dos corrientes de esta criminología, una liberal y una radical.
Toda criminología de la reacción social critica el sistema penal y el poder punitivo.
La criminología de reacción social llega a América Latina en los 70´s y la difunden dos
criminólogas venezolanas: Lola Aniyar de Castro y Rosa del Olmo.
La criminología liberal muestra que el poder punitivo es altamente selectivo, que no respeta
la igualdad, que se funda en el prejuicio de unidad valorativa, no persigue actos sino
personas, selecciona conforme a estereotipos.
La estantería se cayó para siempre, la criminología actual no puede eludir el análisis del
sistema penal y del poder punitivo en general.
Encuentro con los marcos ideológicos que reclaman cambios sociales y civilizatorios
profundos. Responde a tantas versiones como marcos ideológicos la inspiran. Impactada
por el marxismo.
Obra: “Pena y estructura social”: profundiza el análisis del poder punitivo desde el
marxismo. Afirma que existe una relación entre el mercado de trabajo y la pena. El mercado
determina las penas conforme a la ley de menor exigibilidad, es decir, las condiciones de la
vida carcelaria debían ser inferiores a las peores de la sociedad libre.
Melossi y Pavarini sostienen que la tesis anterior peca de excesivo economicismo. Propone
una idea de disciplinamiento: cada sistema de producción tiende al descubrimiento de
castigos que corresponden a sus relaciones productivas.
Quinney: los delincuentes son rebeldes inconscientes contra el capitalismo→ si el criminal reacciona
es porque se lo brutaliza: visión romántica de los delincuentes
Chambliss: racionalidad del delito como respuesta a las contradicciones del capitalismo.
Ahora bien, una pregunta que se le hace al abolicionismo: ¿qué sustituye al sistema penal?
Minimalismo penal: no abolir el punitivismo, sino reducirlo. Este debe limitarse a conflictos
muy graves y resolver conflictos de menor entidad por otras vías.
Este apartado comienza con que algunos criminólogos contienen una crítica
de que la criminología fracasó o que fue un momento de euforia o moda
superada.
Ese reemplazo propone una CRIMINOLOGÍA ADMINISTRATIVA.
También se aclara que para los latinoamericanos este sistema no era tan extraño
Los aportes de la criminología académica actual nos preparan para comprender el sentido
de la criminología mediática y para escuchar mejor la palabra de los muertos, lo que nos
hace o nos permite acercarnos a la realidad de la cuestión criminal.
Junto con John Lea,Richard Kinsey y Roger Matthews sorprendió al comienzo de los 90 con
un replanteamiento que llamaron REALISMO DE IZQUIERDA y cuya consigna es tomar en
serio el delito a partir de verificar que causa graves daños a víctimas de las clases
populares urbanas, en especial a las mujeres que son más vulnerables.
El feminismo ha aportado dos conceptos que hoy son uso corriente: Patriarcado y género.
Patriarcado: se entiende por decirlo claro, el dominio machista y todas sus implicancias
Genero: destapa la principal trampa del patriarcado: la confucion de sexo con la del rol
asignada.El se xo es algo anatomico, pero el genero no tiene que ver nada con la anatomia.
así mismo se va haciendo todo un desarrollo de los roles tanto de la mujer como del
hombre en que si bien se dice que la criminología crítica de que las mujeres insidian menos
en la criminalización, pero no sucedió lo mismo con la victimización, por ende contrasta que
no solo tiene incidencia la delincuencia callejera , sino también otros aspectos que
perjudican a la sociedad
habla de los imputados o condenados a sí mismo que sufren por cometer un delito
en el sentido de que se le priva de los beneficios sociales, se expulsan de sus
viviendas.
La criminología de la vida cotidiana, que apela a todos los recursos preventivos,
mecanismos electrónicos, etc. Pero, por otro lado, apela a una criminología de otro
que resucita, en definitiva, las versiones más tenebrosas del viejo positivo.
La criminología de la vida cotidiana incorpora el delito como el riesgo normal y nos
lleva a utilizar ingenios humanos preventivos. O sea que la prevención del delito no
depende de los valores morales sino de los obstáculos físicos que priva de
oportunidad.
La criminal.Del otro, basada en la venganza que se expresa como exclusión defensa
social.Neutralización del sujeto peligroso. O sea que usa el discurso del viejo
Positivismo pero en un sentido bien vindicativo .
Clinica criminologica
Inica con que el estado mantiene sus prácticas burocráticas, así mismo hace una
mención importante enfocado en el usos del apartheid
hay muchas situaciones que generan la victimización de los pobres , así mismo las
múltiples campañas mencionan y hacen uso de la victimización con respecto a
delitos para atraer , mas que todo tratan de pintar el víctima héroe y si bien se llega a
gobernar a base del miedo.
Por ende, hace una investigación más que todo desde una perspectiva sociológica y
psicológica donde la sociología como tal se enfocará.En Grupo y la psicología en
solo un sujeto.
Por otro lado es inocultable, que el delito y el poder punitivo producen víctimas o sea
que ejercen violencia que afectan a muchas personas y si bien la criminología
sociológica aporta información para políticas reductoras de los daños
René Girard: Función de realidad mimética, es decir, todos quieren las mismas
cosas, de tal forma que se llega a la violencia colectiva, sólo cesa al canalizarse en
una víctima expiatoria, quien se convierte en el blanco del problema social, el poder
punitivo intenta canalizar la venganza.
Las personas tienen una idea de la cuestión criminal que se construye por los
medios de comunicación, aparecen las convergencias con prejuicios.
La televisión se impone con imágenes, con una comunicación concreta (imágenes),
que debilitan el pensamiento abstracto (base del lenguaje simbólico) y no dan lugar
a la reflexión.
Los movimientos políticos de restauración del estado de bienestar actuales no son inmunes
a la criminología mediática y suelen caer en sus juegos, lo que se traduce en una
permanente ambivalencia frente al fenómeno. Como los políticos no conocen otra
criminología que la mediática, frente a los embates de esta responden conforme a su
discurso de causalidad mágica y, para demostrar que están preocupados por la seguridad,
caen en la trampa de plegarse a sus exigencias, por eso adoptan medidas paradojales.
Pocas cosas son más irracionales que la criminología mediática, lo cierto es que las
decisiones de poder se adoptan siguiendo sus incoherencias y su base causalidad mágica.
- Debemos alarmarnos que la criminología deje estos datos por fuera y no los cuente
como homicidios. La criminología los debe empezar a contar, y que la criminología
negacionista llegue a su fin.
La indiferencia de todos los países del mundo son los que permitieron estas
masacres.
- En una masacre de esa índole, los países que no actúan también son culpables.
- Conforme a la filigrana que recorta el concepto legal de genocidio, tal como lo
acabamos de expresar, tampoco hablarían los cadáveres producto de todos los
desplazamientos forzados de población, incluyendo los de la ex Yugoslavia en la
guerra de 1991-1995, que comenzó con la independencia de Croacia y Eslovenia y
terminó con el establecimiento de las fronteras internas y externas de Bosnia.
En el caso de la ex Yugoslavia, los juristas se esfuerzan por distinguir entre la
limpieza étnica y el genocidio.
- A ese efecto -y siguiendo con correcciones a Semelin, que es un estudioso del tema,
usaremos el término más amplio de masacre, entendiendo por tal toda práctica de
homicidio de un número considerable de personas por parte de agentes de un
estado o de un grupo organizado con control territorial, en forma directa o con clara
complacencia de estos, llevada a cabo en forma conjunta o continuada, fuera de
situaciones reales de guerra que importen fuerzas más o menos simétricas.
Por un lado, las potencias se pelean para hacer que sólo la otra sea criminalizada,
pero por otro, las víctimas se pelean para ver quién es más víctima. En medio
quedan unos cuantos millones de cadáveres de los que ni la criminología se
acuerda.
Esto debe alertarnos sobre los riesgos de la trampa de la jerarquización. Por regla
general, la cuestión de la jerarquización se plantea frente a la Shoah, y a la pregunta
acerca de si fue única o si no se diferencia de otras masacres. En rigor, toda
masacre tiene caracteres particulares. Además, toda masacre es única para las
víctimas. El problema es que si la consideramos sustancialmente diferente, estamos
a un paso de estimar que es irrepetible.
Las masacres pretenden un control territorial que comenzó en Europa y salió al resto del
mundo mediante el colonialismo y neocolonialismo; luego volvió a Europa. Hubo sociedades
que no cometieron masacres, entonces, ¿cuándo se cometen?.
Cuando se dan en el mismo territorio necesitan estados de policía, a menos que se
cometan contra pueblos originarios, por ej: la Campaña del Desierto Argentina. Cuando se
cometen fuera del territorio del estado genocida, puede ser por estados liberales, ej:
neocolonialismo.
Girard dice que las masacres las practican estados débiles que intentan salir de sus crisis
creando un chivo expiatorio para reafirmar su poder; si hablamos de un “grupo hegemónico
masacrador”, es cierto. Por ej: la Inquisición consolidaba el poder papal, los nazis
necesitaban concentrar poder para montar un estado totalitario, el Imperio Otomano estaba
en una crisis de disolución cuando comenzaron a masacrar armenios, etc. El chivo
expiatorio aparece cuando un grupo hegemónico débil lo crea para acumular poder, las
masacres son un instrumento de consolidación del mismo; sin embargo, no significa que es
un medio eficaz, la Alemania nazi acabó en un desastre y el Imperio Otomano se disolvió,
por ejemplo.
El pánico moral casi siempre es ilusorio, no alucinado, es decir, deforma la realidad pero
rara vez la inventa del todo. Es más fácil alterar la percepción de un objeto real que hacer a
las personas creer en uno inexistente. La existencia de un objeto capaz de hacer daño
facilita manipularlo para hacer creer que debe aniquilarse para sobrevivir.
Es más fácil negar el daño si los hechos ocurren fuera del territorio; cuando ocurren en
territorio propio, se fomenta la resistencia a creer. Quienes viven en los barrios residenciales
de grandes ciudades se resisten a creer en las ejecuciones dentro las áreas marginales de
la misma urbe, se muestran como enfrentamientos. La revolución comunicacional no eliminó
la negación del daño.
3. Negación de la víctima
Los masacradores tachan a los que condenan sus crímenes de traidores, tontos que no ven
el peligro y encubridores de los supuestos crímenes que se les imputan a los otros. Sin
embargo, la condenación de los condenadores no es solo un recurso defensivo de los
masacradores, estos neutralizan sus valores hasta el punto en que no pueden retroceder
porque, si llegaran a reconocer sus atrocidades o dudar, los llevaría a un desmoronamiento
psíquico por la culpa. Por eso no hay masacradores arrepentidos, solo entre los niveles
participativos más bajos; los verdaderos responsables solo admiten algunos “excesos
inevitables” como efectos colaterales.
Hay distintos niveles de ejecutores, están los ejecutores materiales y los ejecutores de
escritorio que probablemente no han ejercido personalmente una violencia. Los primeros
tienen una atracción al sentimiento de omnipotencia que da disponer de una vida; por eso
para los ejecutores materiales se eligen jóvenes o adultos con problemas psicológicos. Las
agencias ejecutivas nunca van a actuar sin la decisión previa de las cúpulas
gubernamentales.
¿Por qué un grupo de poder monta un estado de policía, elimina las limitaciones a su
poder punitivo y aniquila a una masa humana que señala y sustancializa como e
imita?
Las masacres por supuesto que son un crimen, y estamos buscando la forma de prevenir
este delito.
Para lograrlo hay dos niveles de prevención:
- Prevención primaria: Va a la raíz social del conflicto.
- Prevención secundaria: Opera contra el hecho mismo
Las masacres deben ser abordadas desde la prevención primaria, corregir nuestra neurosis
civilizatoria y detener el efecto acelerador del capitalismo salvaje, el cual debe le
corresponde a la humanidad.
El derecho penal concebido como contención jurídica de las pulsión es vindicativas del
poder punitivo y como garantía del estado de derecho, asumiría en el momento político un
papel equivalente al del derecho humanitario en el momento bélico; serviría para frenar un
factum a la guerra el derecho internacional humanitario y al poder punitivo. No podemos
creer que este mismo poder sea capaz de prevenir las masacres, pues sería como poner al
zorro al cuidado del gallinero.
El poder punitivo cumple funciones útiles, tanto en la práctica como en la teoría, en la
práctica sirve para evitar un posible caos por descontrol del principio universal, según el
cual cualquier estado puede juzgar un crimen contra la humanidad, aunque no se haya
producido en su territorio.
El derecho que no juzga al criminal contra la humanidad pierde su fuerza ética, e impunidad
dejándolo en condición de no persona.
Con esto no se previenen las masacres y, por lo tanto, analizando tantos conceptos y
definiciones, nos damos cuenta de que estos no sirven para prevenir las masacres, por lo
tanto, la criminología debe enfrentarse al tema olvidado.
El poder punitivo con su estructura selectiva criminaliza a unas pocas personas y las usa
para proyectarse como neutralizador de la maldad social. Como el poder racional que
encierra la irracionalidad en prisiones y manicomios, canalizando las pulsiones de
venganza, y proporcionando “eficacia política”.
Cuando el poder punitivo se descontrola, el fenómeno pasa directamente a la teoría política,
y esto provoca una desintegración y conflictos los cuales se neutralizan de dos modos:
Potenciando los modelos eficaces de solución de los conflictos, lo que reforzaría la cohesión
social, o con el sacrificio de la víctima expiatoria, con la masacre. Si se quiere evitar esta
última, se debe imponer fortaleza alternativa y lo más contraindicado es potenciar el poder
punitivo, es decir acelerar el camino hacia la masacre.
Se debe analizar las conflictividades violentas en todas sus particularidades locales, con el
fin de señalar la vía más adecuada para desmotivar los comportamientos violentos y motivar
los menos violentos; esta última la podríamos clasificar como tarea teórica, práctica y
militante.
Si no se logra convencer, como mínimo provocar mala conciencia y ya nunca serán
perpetradores ingenuos de masacres.
Frente a las masacres la criminología paso por dos etapas:
- La primera: la legitimación de las masacres, con él reduccionismo biológico y los
disimulos posteriores, en la que vio los cadáveres y los consideró normales.
- Luego la negacionista por omisión, en la que no se ocupó del tema; en esta los
cadáveres fueron enmudecidos. Esa etapa llega a su fin, ya que es insostenible en
el mundo contemporáneo.
- Comienza una tercera etapa, la criminología cautelar: criminología que proporcione
la información necesaria y alerta acerca del riesgo de desborde del poder punitivo
susceptible de derivar en una masacre.
Supera el negacionismo y llega a la cautela y necesidad de reconocer el poder masacrados
y el punitivo tiene la misma esencia de la venganza y más aún que la masacre es el
resultado del funcionamiento del mismo poder punitivo cuando logra hacer saltar por los
aires la contención jurídica.
Su tarea central es desarrollar los instrumentos para investigar y determinar lo más
precozmente posible los signos de esta ruptura de límites de contención y las condiciones
ambientales de esta tenebrosa posibilidad.
Concluyendo en adentrarse mínimamente en un esbozo de criminología cautelar, teniendo
claro que debemos de comenzar analizando el funcionamiento del aparato de poder
punitivo, ósea del sistema penal, y desde sus características destacar los puntos de mayor
riesgo de desborde y las modalidades que este puede asumir.
Específicas:
· Penitenciarias
Inespecíficas:
· Partidos políticos
Los sistemas penales son distintos de país a país y estas diferencias también se muestran
dentro de los países federales.
Los sistemas penales de la región latinoamericana son el foco de este análisis, esto se debe
a que sus aristas suelen ser más violentas que las centrales, pues corresponden a
sociedades más estratificadas. En los sistemas centrales es más difícil detectar las semillas
de las masacres.
Todos los sistemas penales presentan dos características estructurales: sus agencias son
compartimentalizadas y cada una de ellas tiene un doble discurso.
La compartimentación hace que las agencias carezcan de una dirección común, incluso
cada una depende de una autoridad diferente. Una orquesta sin director (o con muchos
directores) o una fábrica en la que cada sección tiene su propia gerencia general y su propio
control de calidad del producto. Nadie es responsable del producto final; por el contrario,
suelen imputárselo recíprocamente.
· Etc.
· De rating y sintonía con intereses corporativos más amplio para los medios
masivos
· Etc.
Todas las agencias del sistema penal inciden sobre el poder punitivo, pero no todas lo
ejercen. Las que realmente ejercen el poder punitivo son las policiales (en sentido amplio:
servicios de inteligencia, aduanera, bancaria, de fronteras, tributaria, etc.) Las otras
agencias influyen sobre estas, las limitan o las impulsan, pero no ejercen directamente el
poder punitivo. En el aspecto del poder punitivo que tiene verdadera importancia, los jueces
no tienen injerencia alguna. El poder punitivo de criminalización secundaria no tiene mucha
importancia, porque recae sobre un número muy chiquito de personas y que está
compuesto por algunos psicópatas y muchos ladrones bobos.
Puede objetarse que hay algún preso VIP, pero esto es rarísimo, nos damos cuenta de que
cayó bajo el poder punitivo porque peleó con otro poderoso y le fue retirada la cobertura.
Además, para mantener su vida tiene que dársele un trato carcelario especial, lo que nos
demuestra que la prisión no está hecha para esta clase de individuos.
La criminología mediática lo exhibe como la contracara del self made man, para proyectar
una imagen social, igualitaria y con movilidad vertical (el conserje se volvió gerente, el
poderoso acabo en la cárcel, son casos publicitarios plurifuncionales).
También hay masacradores presos, pero cuando perdieron el poder y los que se sirvieron
de ellos les retiraron la cobertura, porque ya no les fueron útiles (o les resultaban
contaminantes) y los libraron al poder punitivo.
Lo políticamente importante del poder punitivo es la vigilancia que las agencias ejecutivas
ejercen sobre todos los que andamos sueltos. Esos pocos ladrones tontos y los aislados
psicópatas son los que legitiman nuestro sometimiento a crecientes medidas de control.
En comparación con nuestros abuelos, nos van quedando cada vez menos espacios sin
vigilancia. Compartimos la vida con personas que se sienten seguras, con más controles y
no se dan cuenta de que vamos recto a la inseguridad más absoluta al caer en manos de un
estado gendarme neoestalinista. A este estado le son indispensables los bobos y algunos
psicópatas asesinos; y si no los hubiera los inventa.
Para el poder es más importante que criminalizar a un ladronzuelo saber todo de nosotros
(donde vamos, con quien hablamos, que leemos, que vemos, qué bancos usamos, que
amantes tenemos, etc.) porque todo eso es tanto material de control como de eventual
extorsión. Y este poder se le sale de las manos al mismo estado, se privatiza. Crecen las
bases de datos personales que manejan las corporaciones que pasan a ser servicios de
inteligencia privados.
Espías eran los de antes. Hoy esa profesión está desprestigiada porque todos nos espían.
En el siglo XIX, cuando nuestros países se organizaron, las autoridades políticas pactaron
con las agencias policiales la concesión de áreas de recaudación autónoma a cambio del
control de las mayorías como garantía de gobernabilidad, sin ocuparse de los medios de los
que estas se valían, habilitando toda forma de violencia, siempre que recayese sobre las
clases subalternas y los disidentes.
A medida que avanzaba el siglo XX, este modelo de policía asumió formas más complejas
como resultado de los movimientos de ampliación de ciudadanía. No obstante, se mantuvo
con variables más o menos técnicas y acomodándose a las nuevas condiciones sociales.
Por lo general, los políticos no tienen una idea clara de la cuestión policial, lo que es grave,
pues no hay país sin policía, ya que es una cuestión fundamental de la vida social moderna
y su descuido señala una falla de imprevisibles consecuencias políticas generales. El
modelo del siglo XIX hace tiempo dejó de ser funcional para nuestras democracias, porque
es incapaz de hacerle frente a las nuevas formas de tráficos e incluso al delito convencional
y porque posibilita golpes de estado.
Es un modelo suicida, que sirvió para una sociedad estratificada y oligárquica que ya no
está. Hoy en día destruye una institución necesaria, porque va anulando su funciona
manifiesta, pierde eficacia preventiva, se le descontrolan los mandos medios, no es posible
el control interno cuando se vuelve muy grande, el reclutamiento indiscriminado solo
acrecienta los males, la imagen del estado se deteriora y cunde el desengaño.
La criminología mediática oscila: algunas veces hace eco del discurso policial que atribuye
el fracaso a las garantías penales y en otras lo atribuye a la corrupción o ineficacia policía,
según los momentos políticos.
Además, el modelo vigente permite una violencia que por momentos alcanza límites de
masacre. El grado depende del nivel de deterioro institucional que se haya alcanzado. Este
modelo lleva a una violación de los derechos humanos de los más vulnerables de la
sociedad y también a una violación de los derechos humanos del propio personal policial
que sufre pésimas condiciones de trabajo.
Esta particularidad hace que las cúpulas se resistan a cualquier forma de sindicalización del
personal policial, que desnudaría su injusta distribución. Esto causa que los policías no
tengan las mismas garantías laborales de cualquier otro trabajador, esto conspira
seriamente contra el cremento de la conciencia profesional. Es natural que los policías no
tengan el derecho a la huelga, como todos los servicios de primera necesidad, pero no por
eso se niega al personal de esos servicios el derecho a sindicalizarse.
Hoy los políticos van quedando presos de un poder policial que amenaza su estabilidad: las
policías automatizadas protagonizan y precipitan nuevas formas de golpes de estado. Un
par de hechos simulados que son presentados por los empresarios de comunicación masiva
y aprovechado por algún sector político como signo de caos, para crear un despiche social
capaz de arrastrar a un gobernante.
Sobre la composición del personal policial, el de menor nivel es seleccionado de las capas
sociales más humildes y entrenado en un proceso de miedos que es en parte bastante
análogo al deterioro por criminalización. La persona es sumergida en un medio con
discursos contradictorios y en una funciona asociada con un estereotipo negativo. El
estereotipo del policía no es nada positivo, en particular en las clases medias (no confiable,
vivo, astuto, machista, violento y en nuestra región en particular, corrupto). Nada tiene que
ver que la persona sea correcta o no, el estereotipo lo ensucia. En América Latina padecen
muchísimos policías de una suerte de aislamiento social, cuando no de rechazo. Este
fenómeno lo sufre más fuertemente el llamado personal de tropa, que es el que está en
contacto con la misma población de la que se selecciona a los criminalizados y victimizados
con los que debe convivir como resultado de su pertenencia al mismo segmento social y al
mismo vecindario. No es el mejor estado psicológico el del funcionario que sufre tanto en
tantos frentes.
El autor no sabe cuáles derechos humanos se violan más, los de los criminalizados o lo de
los policizados; no sabe de qué lado opera con mayor crueldad el modelo. Cuanto más
deteriorada esté la institución policial en un país como resultado de la vigencia de este
modelo, mayor será el grado de deterioro que provoque en su personal y, por supuesto,
menor el grado de eficacia específica.
La victimización se reparte de igual modo selectivo sobre los segmentos más carenciados
de los barrios más peligrosos. Como no pueden pagar seguridad privada, a veces quedan
en manos de justicieros locales o de traficantes que controlan la zona, y en cualquier caso
padecen las consecuencias de un servicio de seguridad deteriorado y con personal en el
que no confían.
En los desajustes peligrosos del sistema penal no suele haber conspiraciones maquinadas
por ningún genio maligno, sino que son tendencias que se van dando y nadie las detiene en
la medida en que resultan funcionales a los diferentes intereses sectoriales. En este caso es
muy funcional que los pobres se maten entre ellos, pues mientras se entretienen en matarse
no puede coaligarse, dialogar ni tomar conciencia de su situación, neutralizando toda
posibilidad de participación política coherente. Se trata de la forma más sutil al mismo
tiempo brutal de control social de la exclusión.
Los escuadrones de la muerte, los justicieros barriales, las muertes por tóxicos o para
eliminar competidores en su distribución o en el mercado y la ejecución policial sin proceso,
como también la victimización de los habitantes del propio barrio y la de policías, son todos
aspectos funcionales a esta táctica de control de la exclusión social. Esta serie de muertes
configura una masacre por goteo, muertes día tras día en vez de todas de una sola vez.
Muertes que no preocupan a los internacionalistas.
Urge definir nuevos modelos policiales, si es que se quieren prevenir nuevas masacres y
detener las masacres por goteo en curso.
El aparato de la justicia penal (jueces de todas las instancias penales, fiscales, abogados,
defensores, con el consiguiente equipo administrativo) tiene un importante papel de control
y contención sobre el ejercicio del poder punitivo negativo, aunque no así sobre el de
configuración o positivo. La criminología mediática señala a los jueces como responsables
de la violencia social.
Poder punitivo:
Desde el siglo XIX la privación de libertad es en todo el mundo la columna vertebral del
sistema de penas.
En la mayoría de los países se sabe los efectos deteriorantes de la prisión, es por esto que
solo se llevan a prisión los crímenes mayores, y no aquellos de infracciones menores.
Criminología mediática:
- Las medidas impulsadas son absurdas, pues llevan a un círculo vicioso, más
prisionización, más homicidios.
- Encarcelar a todo infractor, sin importar el grado de su delito, llevaría a las prisiones
a ser campos de concentración.
- Aumentan el efecto reproductor del crimen.
Medida cautelar:
La reincidencia
Labilidad personal:
Durante años se trató de solucionar los crímenes violentos con leyes violentas, y las
novedosas leyes inventadas por los políticos no cambian este hecho. Y entre tanta ley
penal, se lesiona la seguridad de todos, pues la ley penal pierde certeza, nadie sabe lo que
está prohibido y lo que no.
La criminología militante debe tener un espacio académico para estar en las calles, en los
medios y la formación de profesionales, de operadores del sistema penal y del personal
policial y penitenciario.
La actitud militante no puede ser otra que el diálogo. El criminólogo debe vencer el
obstáculo que no le permite comunicarse con todos los sectores sociales y detectar sus
prejuicios. El diálogo rompe el sector del sistema penal que alimenta prejuicios, en la
medida que cada uno ve un poco del todo. El prejuicio más común es el del personal policial
y penitenciario.
Se debe estar atento a las condiciones que favorecen la instalación de un mundo paranoide
por parte de la criminología mediática. La cual requiere un campo de inseguridad
existencial, que proviene del:
Los resultados de estos estudios científicos sirven para realizar una criminología
preventiva del Estado, es decir, enfocarse en la prevención de las actividades criminales por
medio de las acciones del Estado. Cuando se piensa en el ejercicio punitivo del Estado se
piensa en cómo se juzga a los criminales, sin embargo, el poder punitivo tiene que buscar
como objetivo la cautela/prevención de las actividades criminales, es por eso que se llama
criminología cautelar.
Durante la lectura se menciona que el sistema penal no sirve para prevenir delitos.
Al contrario de lo que la ideología re (reinserción del preso por medio de prisión) o la
criminología mediática proponen las personas no les tienen miedo a las leyes penales, a las
normas o penas que estos indiquen. El miedo al sistema penal no es una forma eficiente de
terminar con la delincuencia, en CR las penas subieron el máximo de años de 25 a 50, esto
no representó una medida preventiva real porque hace uso del miedo y no de la estadística
criminológica. Esto nos lleva al siguiente punto, la necesidad de la estadística. No hay
táctica posible sin un cuadro de situación, es irresponsable establecer una táctica de
prevención criminal sin antes realizar una revisión extensa y científica de lo que se pretende
solucionar.