Hacia Una Nueva Cultura Visual
Hacia Una Nueva Cultura Visual
Hacia Una Nueva Cultura Visual
En las últimas décadas del siglo XIX y principios del siglo XX aparecen una serie de nuevos
fenómenos artísticos a la vez que se transforma radicalmente la teoría del arte y de la
arquitectura. Los más trascendentales de estos fenómenos artísticos son el Art Nouveau, el
impresionismo y el expresionismo.
EL ART NOUVEAU
CARACTERISTICAS:
Temática Naturalista
Motivos Icónicos
Tipologías Del Arte Japonés
Morfología Basada En Arabescos Lineales Y Cromáticos
Tiene una predilección por los ritmos determinados por la curva y el color de tintas
frías, suavizadas, transparentes, planas o bien irisadas y difuminadas.
IMPRESIONISMO
No se concibe como una combinación de planos, sino como un bloque unitario plasmado y
escavado. Las soluciones formales que da Mendelsohn a sus edificios no solo se corresponden
a su función sino que la expresan como un movimiento vital integrado en el dinamismo de la
realidad social.
Paralelamente a los nuevos fenómenos artísticos que aparecen en las últimas décadas de siglo
XIX, en un breve arco temporal de apenas veinte años se transforma radicalmente la
metodología de análisis y teoría del arte y de la arquitectura. Los sistemas filosóficos de
Immanuel Kant, Johan Friedrich Herbert y la psicología, hacia los magistrales inicios de August
Schmarsow, Alois Riegi, Heinrich Wolfflin, Paul Frankl y otros. Posiblemente nunca se vuelva a
dar un cambio tan trascendental en la teoría, la crítica y la historia como aquel final de siglo
XIX. La base de estas nuevas teorías y de las diferentes escuelas es el puro análisis formal y la
noción del espacio. Derivando del pensamiento de Kant, del reconocimiento de la autonomía
de la forma y del lenguaje artístico, emerge una nueva teoría de la percepción. Inicia esta
nueva interpretación de la obra, la doctrina de la “pura visualidad” creada por el filósofo
Konrad Fiedler(1841-1895) y por el escultor Adolf von Hildebrand (1847-1921) quien realiza
una transformación radical en la interpretación de la obra de arte delimitando sus valores
espirituales y figurativos sin recurrir a referencias externas y dependiendo del punto de vista
del receptor.
Edmund Burke, admitía que la belleza produce ciertos efectos corporales que
particularizaba en la contemplación de superficies lisas y suaves, pues producen una
relajación muscular en tanto que los rugosos o angulosos conmocionan y excitan los
sentidos. Aparece, por tanto, en este planteamiento, el sentido de la belleza ligado con
los sentidos corporales.
Robet Vischer, introdujo en 1872 la “empatía” como la unión emocional –
comunicación- entre el ser humano y el mundo exterior. De esta manera los
sentimientos del artista se insertan en la obra de arte y se convierten en el contenido
de esa obra.
Geoffrey Scott, al hacer una “distinción” entre las medidas mecánica, visual y la
sensación que este produce sobre el observador, nos revela el profundo dilema que el
siglo XX heredo de la ilustración: la sobrevaloración del sentido de la vista a lo largo de
muchos siglos, de modo que cualquier otro medio sensible se consideraba inferior o
menos importante. Pues, el mismo término de “iluminismo” aludía a la metáfora
platónica de la vista que relaciona la visión y la luz con la verdad.
EL FORMALISMO DE KONRAD FIERDLER Y ADOLF VON HILDEBRAND
El escultor Adolf Hildrebrand, a finales del siglo XIX y comienzos del XX analizaba la
escultura como arte visual derivada del dibujo y distinguía aquella hecha para ser vista
de lejos y de aquella otra vista de proximidad.
Hildrebrand relaciona la forma con la apariencia, visión lejana, mientras introduce la
noción de espacio vinculada con una visión dinámica, cercana, analítica, científica y
tridimensional, que recorre la obra con el constante movimiento ocular del estudioso
alcanzado una visión tectónica y táctil. Así la percepción visual se basa en la visión
lejana y bidimensional, sistemática y propia del artista. Pero ambas percepciones,
tanto la visual como la espacial, señalan hacia una transformación radical en la
interpretación de la obra exclusivamente desde el punto de vista de su recepción a
través del sentido de la visión.
Hildebrand encabeza la corriente del “formalismo” teoría de la que fue divulgador.
La reducción de la forma a sus componentes más esenciales que llevaron a cabo los
grandes maestros de la arquitectura moderna salidos del expresionismo alemán, fue
en gran parte, fruto de una potente voluntad de experimentación formal y expresiva.
Conceptos en el arte y la arquitectura moderna como la simultaneidad futurista, la
cuarta dimensión cubista, el espacio-tiempo neoplástico, la rotura de la caja wrigtiana,
el paseo lecorbusiano, la fluidez espacial miesiana, etc. están relacionados con los
conceptos de hildrebrand.
LA TEORIA DE LA GESTALT
El arte no puede regirse por cánones de belleza sino por criterios dialecticos y relativistas en la
percepción visual.
Dicho libro constituye una autentica gramática del diseño moderno, basada en
las ideas de la pura visualidad, en la centralidad de la experiencia del espacio y
en el creacionismo. Para ello tenía que partir de un idealizado hombre natural,
primitivo e incontaminado que con su energía creativa configuraría un mundo
abstracto y neoplasticista, obviamente mescla del racionalismo cartesiano, del
positivismo y del cientifismo de August comte y Gottfriend Semper.