Periodización UEFA A
Periodización UEFA A
Periodización UEFA A
Figura 1. Acciones físicas durante un partido de fútbol y los metabolismos energéticos involucrados en cada caso.
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Diversos estudios han constatado descensos de la distancia total recorrida en las segundas partes respecto a las primeras de
un 5-10% como consecuencia de la aparición de la fatiga (Stolen et al., 2005) (Figura 2). Las acciones de sprint ocurren
aproximadamente cada 90 segundos y duran unos 2-4 segundos (Di Salvo et al., 2009).
Cada jugador realiza de media unas 1000-1400 acciones por partido (golpeos, saltos, sprints, disputas, etc) cambiando de
actividad frecuentemente cada 4-6 segundos. Por ejemplo, de media un jugador realiza entre 20-40 sprints, 15 entradas, 10
golpeos de cabeza, 50 acciones con balón, 30-60 pases.
1.1.2. Intensidad
Más allá del conocimiento de las características de los movimientos realizados por los jugadores en la competición, también es
importante estudiar las repercusiones internas o fisiológicas de ese tipo de exigencias.
Debido a la duración de los encuentros el fútbol es un deporte predominantemente aeróbico de alta intensidad. La intensidad
media durante un partido oficial ronda el 80-90% de la frecuencia cardíaca máxima. No obstante, es importante resaltar que
en el fútbol, al igual que en otros deportes de equipo de carácter situacional, la intensidad de trabajo no se mantiene constante
a lo largo de los 90 minutos. Es decir, debido al contexto del partido en cada momento, pueden existir periodos de mayor o
menor intensidad durante los 90 minutos, en los cuales la concentración de ácido láctico se eleva significativamente. También
se ha observado una bajada cercana a las 10 pulsaciones por minuto en las segundas partes del partido.
Si bien tal y como se ha apuntado anteriormente, el metabolismo aeróbico constituye la base energética durante la
competición, el metabolismo anaeróbico juega un papel relevante durante los periodos de mayor intensidad que se producen
de manera aleatoria en los encuentros y en los cuales los jugadores deben recorrer un mayor número de metros a alta
intensidad o sprint y con menor tiempo de recuperación (Bradley et al., 2010). Para la realización de sprints, duelos, entradas
o saltos, el metabolismo anaeróbico se vuelve fundamental. Por norma general las segundas partes de los partidos presentan
también una menor intensidad que las primeras, existiendo también diferencias entre jugadores profesionales y no
profesionales desde el punto de vista anaeróbico (Figura 3). La concentración de lactato es una de las variables más empleadas
para inferir la participación del metabolismo anaeróbico en el partido. Los resultados de los estudios presentan una elevada
oscilación durante los 90 minutos de juego, encontrándose valores máximos de 10 a 15 mmol/l en las fases más intensas,
permitiéndonos concluir la extrema exigencia física del fútbol. En términos medios, los valores referidos se encuentran entre
4 y 8 mmol/l, lo que sugiere una amplia participación del metabolismo de los glúcidos.
Otro de los aspectos interesantes en relación con las características bioenergéticas del partido es la diferencia en las
concentraciones medias de lactato entre jugadores de diferentes divisiones. Este hecho sugiere que cuanto más elevado de
rendimiento más elevada es la intensidad de los encuentros y, por lo tanto, más altas son las concentraciones de lactato.
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1.2. Exigencias condicionales del equipo
Figura 4. Diferencias en metros recorridos a muy alta intensidad entre sistemas de juego en los distintos puestos específicos.
Diferencias de género
La carga fisiológica total experimentada por jugadoras y jugadores de fútbol en un partido es muy similar entre ambos géneros,
lo que sugiere la importancia del metabolismo aeróbico y anaeróbico también en el fútbol femenino (Martínez-Lagunas, et al.,
2014). Sin embargo, las jugadoras de fútbol parecen poseer peores indicadores de condición física respecto a jugadores de
3
fútbol masculino en los test de rendimiento aeróbico y anaeróbico (Mujika et al., 2009). Por ello, no es sorprendente que las
jugadoras de nivel internacional recorran hasta un 30% menos de metros a alta intensidad que los jugadores del mismo nivel
competitivo (Martínez-Lagunas, et al., 2014). Recientemente, Bradley et al. (2013) analizaron las diferencias de género en el
rendimiento físico en partidos de UEFA Champions League de fútbol masculino y femenino. Los resultados del estudio
mostraron que si bien los jugadores recorrían sólo un 2.5% más de metros totales por partido respecto a jugadoras de fútbol
femenino, en las acciones de alta intensidad los jugadores de fútbol masculino recorrían un 30-35% más de metros que las
jugadoras del mismo nivel competitivo (Figura 7). Estos resultados ilustran la importancia de las acciones de alta intensidad en
el fútbol femenino y la menor capacidad anaeróbica de las jugadoras comparadas con el fútbol masculino. Las aplicaciones
prácticas a este respecto son claras; la necesidad de implementar programas específicos de entrenamiento aeróbico de alta
intensidad y el entrenamiento de velocidad en jugadoras de fútbol.
Figura 5. Metros recorridos a alta intensidad por jugadores y jugadoras durante la disputa de encuentros de UEFA Champions
League.
Tabla 1. Distancia total recorrida en metros en las 5 posiciones de campo (Di Salvo et al., 2007).
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Tal y como se puede apreciar en la Figura 6, un dato relevante en relación con la distancia recorrida en sprint es que la mayor
parte de las acciones a esta intensidad no superan los 5 m de longitud, siendo de 5 a 10 m la segunda distancia más repetida
por partido. Estos resultados parecen indicar importantes aplicaciones prácticas de cara a el entrenamiento de la velocidad de
desplazamiento en el fútbol.
Figura 6. Número y distancias de sprint por partido para cada uno de los puestos específicos.
Otro aspecto importante relativo a las acciones de velocidad de desplazamiento en el fútbol se puede apreciar en la Figura 7.
Tal y como podemos comprobar más del 75% de los sprints que realizan los jugadores en competición se inician desde
posiciones estáticas o desde parado, mientras que el 25% restante de los sprints los jugadores los realizan mediante un cambio
de velocidad (Di Salvo et al., 2010).
En relación con el puesto específico de portero, son los jugadores que menos metros recorren por partido, 5 km y medio, de
los cuales la mayoría son realizados caminando (4 km) o a trote de baja intensidad (1.2 km) (Di Salvo et al., 2008). Realizan
un total de 70 m a alta intensidad y 15 m en sprint por partido. De este análisis de las demandas competitivas del portero
se deducen las grandes diferencias condicionales existentes entre los jugadores de campo y los porteros.
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2. DISEÑO DE DINÁMICAS DE ENTRENAMIENTOS SEMANALES
Un problema habitual para los entrenadores y preparadores físicos en el fútbol es la determinación y gestión de cargas de
entrenamiento apropiadas para cada periodo, mesociclo, microciclo o sesión de entrenamiento. Factores como el nivel
del equipo oponente, el número de sesiones de entrenamiento semanales, los días que restan hasta el próximo partido,
la localización del partido (local o visitante), el nivel de condición física o el momento de la temporada, entre otros, influyen
en el diseño de las cargas de entrenamiento (Kelly & Coutts, 2007). Por ello, todos y cada uno de estos factores deberían ser
tenidos en cuenta en la gestión apropiada de la carga de entrenamiento impuesta a los jugadores en cada momento de la
temporada.
Debido a que en el fútbol actual habitualmente se realizan tareas de entrenamiento de diversa naturaleza (generales,
dirigidas y/o espaciales) han surgido diferentes técnicas y métodos de evaluación de la carga de entrenamiento como los GPS
para la evaluación de la carga externa o escalas de percepción subjetiva como el RPE o monitores de frecuencia cardíaca,
para la evaluación de la carga interna de los jugadores. Como es bien sabido, los GPS y monitores de frecuencia cardíaca
ofrecen una información válida y fiable de la carga de entrenamiento, no obstante, presentan serias desventajas como su
elevado coste o la complejidad para evaluar e interpretar los datos arrojados por tales dispositivos (Comyns & Flanagan,
2013).
Un método alternativo para la cuantificación del estímulo de entrenamiento es la percepción subjetiva del esfuerzo (RPE,
de sus siglas en inglés), método desarrollado por Foster et al. (2001) basada en la escala original de Borg (1982). Se trata de
una herramienta barata, práctica, válida y fiable para valorar las respuestas individuales a las sesiones de entrenamiento de
campo ampliamente utilizada por equipos de todos los niveles de rendimiento, tanto profesionales como amateurs.
La metodología para su implementación es muy sencilla, el jugador debe indicar en la escala de 0 a 10 puntos su percepción
de esfuerzo tras una sesión de entrenamiento y este valor se multiplicará por la duración de la sesión en minutos,
excluido el tiempo de estiramiento o vuelta a la calma, dando lugar a lo que se conoce como unidades arbitrarias (UA)
(Figura 8). Por ejemplo, un jugador contesta “6” en la escala RPE (Tabla 2) y ha entrenado un total de 80 min, dando lugar
a una carda de 480 UA en esa sesión. Multitud de investigaciones en el fútbol han demostrado que el cálculo de la carga de
entrenamiento basada en el RPE es un método fiable, y su utilización es preferente respecto a otros métodos más sofisticados
como los GPS incluso en jugadores profesionales.
Duración
Carga de
RPE de la
entrenamiento
sesión
Figura 8. Carga de entrenamiento (unidades arbitrarias) es el producto de la RPE por la duración de la sesión en min.
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Escala Descripción
0 Recuperación
1 Sumamente fácil
2 Fácil
3 Moderado
4 Algo duro
5 Duro
6
7 Muy Duro
8
9
10 Máximo
Tabla 2. Escala de percepción subjetiva del esfuerzo (Foster, 1996).
Tradicionalmente la asignación del valor de intensidad a la sesión (RPE) se realiza 30 min después de la finalización del
entrenamiento de manera individual, para asegurarnos que los deportistas indican un valor de RPE referente a la sesión
completa.
A continuación, se muestra un ejemplo del cálculo de la carga de entrenamiento basada en RPE para un microciclo
competitivo.
Figura 9. Evolución de la carga de entrenamiento a lo largo de un microciclo competitivo en un equipo profesional (Fuente: Campos
& Toscano, 2015).
La evaluación de la carga de entrenamiento basada en el RPE permite también calcular valores medios para unidades de
entrenamiento mayores como el microciclo o el mesociclo. A continuación, en la Figura 9 se muestra un ejemplo de la carga
de entrenamiento de un equipo a lo largo de las 43 sesiones de entrenamiento de pretemporada (Campos & Toscano, 2015).
Figura 10. Evolución de la carga de entrenamiento a lo largo de la pretemporada de un equipo profesional (Fuente: Campos &
Toscano, 2015).
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Además, el RPE también puede ser utilizado para evaluar la carga impuesta por una tarea o ejercicio de entrenamiento. Para
ello el RPE debe ser contestado por el jugador inmediatamente después de la finalización de la tarea o ejercicio. De este
modo los entrenadores podrán clasificar sus tareas en función del nivel de carga percibido por sus jugadores y así utilizar
dichas tareas a conveniencia en función del día de la semana, tipo de microciclo, momento de la temporada, etc.
Figura 11. Percepción subjetiva del esfuerzo durante la ejecución de juegos reducidos con distinto número de jugadores por
equipo.
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Después de estos dos primeros días del microciclo, durante los días centrales de la semana (miércoles y jueves) tiene lugar
la fase de adquisición para la mejora del rendimiento. Durante estos dos entrenamientos los jugadores deben asumir la
mayor carga en volumen (tiempo de entrenamiento) e intensidad (por ejemplo, RPE) con el objetivo de promover
mejoras en cualquiera de los factores de rendimiento. Desde el punto de vista condicional parece apropiado durante esta
fase abordar el desarrollo del metabolismo aeróbico y anaeróbico, de acuerdo con la planificación específica de cada equipo.
Por último, durante los dos últimos días del microciclo antes del siguiente partido (viernes y sábado) tiene lugar la fase de
afinamiento o “tapering” durante la cual se debe producir una reducción importante del volumen de entrenamiento
combinado con intensidades altas de trabajo (Mujika & Padilla, 2003).
En otro reciente estudio, Malone et al. (2015) analizaron también distintos indicadores de volumen e intensidad a lo largo
de una temporada completa en el Liverpool FC. Entre los principales hallazgos mostrados se ofrecen los minutos de
entrenamiento por sesión a lo largo de un microciclo competitivo los cuales oscilan entre 90 min (durante la fase de
adquisición del microciclo) y los 50 min (última sesión de entrenamiento antes de un partido) (ver Figura 12). Estos datos
sirven de orientación para la gestión del volumen en periodo competitivo.
Estos mismos autores nos ofrecen también la evolución de las unidades arbitrarias a lo largo de las distintas sesiones del
microciclo, las cuales pueden servir también de orientación para la gestión de la carga durante el periodo competitivo
(Figura 6). Podemos observar como de forma coherente los días más alejados del siguiente partido (MD-5, MD-3 y MD-2)
presentan la mayor carga con valores entre las 300 y las 450 unidades arbitrarias. El día inmediatamente anterior al partido
(MD-1) presenta la menor carga semanal a fin de facilitar el afinamiento de los jugadores para el partido del fin de semana.
Figura 13. Duración en minutos de las sesiones de entrenamiento a lo largo de un microciclo competitivo en un equipo de Premier
League. MD-5= 5 días antes del partido, MD-3= 3 días antes del partido, MD-2= 2 días antes del partido, MD-1= 1 día antes del
partido, CD= centrales, WD= laterales, CM= mediocentros, WM= interiores, ST= delanteros.
Figura 14. Unidades arbitrarias de las sesiones de entrenamiento a lo largo de un microciclo competitivo en un equipo de Premier
League. MD-5= 5 días antes del partido, MD-3= 3 días antes del partido, MD-2= 2 días antes del partido, MD-1= 1 día antes del
partido, CD= centrales, WD= laterales, CM= mediocentros, WM= interiores, ST= delanteros.
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2.3. Distribución de la carga del microciclo dependiendo de la competición
La competición es sin duda alguna uno de los mayores factores condicionantes de la planificación en el fútbol. En función
del número de partidos semanales que deba afrontar un equipo, la distribución de cargas de entrenamiento deberá verse
alterada inevitablemente para proporcionar la mejor recuperación y puesta a punto posible de los jugadores en los diferentes
partidos. A este respecto, en el fútbol podemos diferenciar entre microciclos de alta (3 partidos/semana) o baja densidad
competitiva (2 o 1 partido/semana) (Rey et al., 2010). Tal y como se ha apuntado anteriormente, el tiempo medio que
necesita un jugador profesional para lograr una óptima recuperación post-partido se estima en 72 h. Por ello durante
semanas de alta densidad (partidos: domingo, miércoles, domingo) el volumen (minutos) e intensidad (RPE) deberá
reducirse considerablemente en los jugadores titulares. Además, también deberá hacerse un mayor hincapié en proporcionar
métodos de recuperación apropiados para acelerar la recuperación de los jugadores. No en vano, durante los periodos de
alta densidad competitiva el riesgo de lesión de los jugadores aumenta considerablemente respecto a periodos de baja
densidad (Dellal et al., 2015) debido fundamentalmente al exceso de fatiga neuromuscular.
De modo orientativo se presenta en la siguiente tabla los minutes de entrenamiento por sesión de entrenamiento a lo largo
de microciclos con 1, 2 o 3 partidos de un equipo de Premier League. Los minutos de entrenamiento ofrecidos excluyen el
tiempo de estiramiento o vuelta a la calma, así como el tiempo de trabajo en sala o preventivo. Hacen referencia única y
exclusivamente al volumen de entrenamiento en campo. Podemos observar cómo durante microciclos de alta densidad (3
partidos por semana) el volumen de entrenamiento en campo ro n d a 50 min en todas las sesiones del microciclo. Sin embargo,
durante los microciclos de baja densidad (1 o 2 partidos por semana) oscilan entre los 24 min y los 78 min.
Tabla 3. Entrenamiento y partido durante el período de valoración de 7 días para las diferentes posiciones y promedio espacial
Otro aspecto importante durante los microciclos de alta densidad competitiva es evitar cargas o contenidos de
entrenamiento que requieran de tiempos elevados de recuperación como el entrenamiento aeróbico de alta intensidad
(potencia aeróbica) o la fuerza máxima, que demandan tiempos de recuperación de al menos 72h. Contenidos de
recuperación más rápida como la fuerza explosiva, coordinación o velocidad parecen más apropiados para dichos periodos
congestionados de partidos.
2.4. Distribución de la carga entre las diferentes semanas (microciclos)
Un problema habitual con el que se encuentran los entrenadores es determinar la carga de entrenamiento apropiada durante
el periodo competitivo. Factores como el nivel del oponente, número de días de entrenamiento entre partidos o la localización
del partido influyen en la periodización de las cargas de entrenamiento. Por ello Kelly (2007) propone que la combinación
de estos factores puede utilizarse para guiar la planificación de cargas semanales durante cada uno de los microciclos.
Por ejemplo, un equipo que deba afrontar un partido de “mayor dificultad” (rival fuerte, poco tiempo para preparar el
partido [3 días] y fuera de casa con un desplazamiento largo) debería programar cargas de entrenamiento más ligeras con el
objetivo de minimizar los efectos de la fatiga residual. Por el contrario, un partido en casa, frente a un rival débil y con
tiempo suficiente para preparar el partido (microciclo de 7 días) puede presentarse como una oportunidad para afrontar
cargas de entrenamiento superiores buscando elevar el nivel de rendimiento de los jugadores.
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Para llevar a cabo este sistema de planificación semanal, Kelly (2007) propone la siguiente secuencia de programación de
cargas semanales durante el periodo competitivo en fútbol y otros deportes colectivos:
De este modo un partido contra el 7º clasificado, con 5 días de microciclo y fuera de casa tendría un valor de dificultad de 15
unidades. En la Figura 7 se muestra una representación del nivel de dificultad de los encuentros en distintos microciclos.
Las fases 2 y 3 se realizarían de acuerdo con lo expuesto en el apartado 2.1 mediante el cálculo de las unidades arbitrarias
(RPE x min de entrenamiento en cada sesión). De manera general, la carga de entrenamiento debería reducirse en microciclos
de mayor dificultad e incrementarse en aquellos de menor dificultad.
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En la Figura 17 se muestra un ejemplo de esta relación entre dificultad semanal y carga de entrenamiento en unidades
arbitrarias. Se puede apreciar como esta metodología de planificación resulta en una periodización no lineal de las cargas de
entrenamiento, lo cual obedece a la propuesta de planificación en deportes colectivos mediante la microestructuración (Seiru-
lo, 1987).
Figura 17. Dificultad del partido vs. carga de entrenamiento en unidades arbitrarias.
La recuperación activa recibe también el nombre de vuelta a la calma activa, en la que el ejercicio es empleado como
herramienta terapéutica para acelerar la recuperación (Kenttä & Hassmen, 1998). La recuperación activa puede ser aplicada
en un nivel inmediato, justo después de finalizar la actividad (entrenamiento o partido), o aplazado, normalmente en la
primera sesión de entrenamiento después de un partido. Son fundamentalmente tres las técnicas de recuperación activa
aplicadas en el fútbol: jogging o carrera continua de baja intensidad; estiramientos; relajación muscular mediante movilización
y soltura de miembros por parejas (Reilly & Ekblom, 2005). Los ejercicios de soltura de miembros por parejas son
aquellos en los que a un jugador en tendido prono con las piernas elevadas un compañero le realiza movimientos de
“sacudida” de las extremidades inferiores consiguiendo un efecto tranquilizante, actuando sobre la fatiga neural (Reilly &
Ekblom, 2005). En relación a la carrera continua de baja intensidad las evidencias existentes en la literatura científica
recomiendan la realización del al menos 12 min de carrera a una intensidad aproximada al 65% de la velocidad aeróbica
máxima individual del jugador (Rey et al., 2012). En el caso de jugadores que deban ver reducidas las cargas de impacto
como medida preventiva de lesión, podrían realizar el trabajo aeróbico de baja intensidad en cicloergómetro. En relación
con los estiramientos, a fin de reducir el exceso de tono muscular como consecuencia de la propia actividad de
entrenamiento y competición, los jugadores deben realizar al menos 3 series de 30 segundos de manera bilateral de los
principales grupos musculares (cuádriceps, tríceps sural, aductores, glúteos, isquiotibiales) (Rey et al., 2012).
Durante la sesión de recuperación después de un partido pueden desarrollarse también tareas de base aérobica de baja
intensidad con el fin de facilitar la recuperación de los jugadores (por ejemplo, futbol tenis). En el caso de optar por tareas
basadas en los juegos reducidos para la primera sesión de entrenamiento semanal, los jugadores que hayan sido titulares
en el partido anterior deberían ejecutar tareas de al menos 7 vs. 7 / 8 vs. 8 sin exceder un volumen total por sesión de 20 min
(Clemente & Martins, 2014). De este modo las acciones de alta intensidad, relacionadas con un mayor riesgo de lesión, se
verán reducidas durante la primera sesión de entrenamiento.
La crioterapia o inmersión en agua fría (<15ºC) es sin duda alguna el método de recuperación que cuanta con mayor respaldo
científico en el fútbol. Múltiples investigaciones han constatado efectos beneficiosos de esta técnica en la recuperación de
los jugadores después de partidos y entrenamientos (Rey et al., 2016). Sin embargo, la utilización sistemática de este método
de recuperación parece limitar las adaptaciones neuromusculares al entrenamiento. Por ello, debería utilizarse
inmediatamente después de los partidos, cuando sea posible (partidos en casa) y en la última o penúltima sesión de
entrenamiento antes del siguiente partido. Para una correcta gestión de esta técnica regeneradora se recomienda 8-10
min de inmersión hasta el nivel de la cresta iliaca en agua a 10-15ºC (Ascensao et al., 2011).
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3. ASPECTOS DEL ENTRENAMIENTO CONDICIONAL
3.1. La sesión
Ideas clave:
Cada sesión de entrenamiento debe estar relacionada con la anterior y la posterior.
En cada sesión se busca el máximo efecto de carga.
Según la disponibilidad del atleta, habrá que hacer o no modificaciones en la misma.
Con respecto a su estructura, se lleva hablado mucho del orden de contenidos en la sesión de entrenamiento, sobre todo
en lo que respeta a la interacción de efectos de distintas capacidades condicionales.
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Tener en cuenta los conocimientos surgidos de las distintas investigaciones del aprendizaje motor para
asegurar la práctica coordinativa libre del estrés de la fatiga, salvo que esa situación la deseemos provocar
voluntariamente.
La sesión ha de constituirse también como elemento continuo para el control del entrenamiento, para
lo cual han de proponerse estrategias orientadas al control de los jugadores y de la propia carga de
entrenamiento
En la ubicación de las sesiones tendremos en cuenta los tiempos de recuperación de las distintas
capacidades, de reposición de sustratos, de restauración de los procesos nerviosos...
● Los objetivos.
● Los contenidos: comprenden todos los ejercicios que mejoran el rendimiento:
◦ Condicional
◦ Técnico
◦ Táctico
◦ Psicológico
● Tipos de ejercicios: generales, específicos, competitivos y de control.
● Los métodos de entrenamiento: determinados por los contenidos.
● El estilo de enseñanza y organización de la sesión
● Las leyes de adaptación y los principios de entrenamiento.
● Medidas específicas del entrenamiento:
• Vestimenta, higiene;
• Alimentación;
• Medidas de regeneración (masaje, baños, sauna, descansos activos y pasivos, etc);
• Estilos entrenamiento (dirección, organización, …)
● Las condiciones básicas.
• Dificultades materiales/económicas;
• Condiciones climáticas;
• Condiciones físicas y psíquicas del deportista;
● Los factores perturbadores.
• parte inicial, parte preparatoria o calentamiento: en la que se activan todos los sistemas orgánicos.
• parte principal: en la que se realizan los ejercicios de aprendizaje o entrenamiento, ordenados consecuentemente,
en orden de dificultad o carga.
• parte final o de vuelta a la calma: en la que se reajusta la actividad de los sistemas.
❖ Modelo de 5 partes:
Con el paso del tiempo, la estructura de la sesión no se ha limitado a asegurar una correcta gestión de la energía,
sino que se ampliaron los objetivos de cada una de sus partes, hacia objetivos didácticos no exclusivamente
motores sino también cognitivos o afectivos. Las cinco partes de este modelo serían:
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• logro de objetivos (parte central): en torno a un tema focal, sobre el cuál se plantean los
objetivos a lograr y sus ejercicios o tareas correspondientes.
• vuelta a la calma (relajación): fase también eminentemente motora, en la que se busca un
progresivo descenso de los valores orgánicos.
• análisis de los resultados (evaluación): en la que se realiza un resumen y conclusiones, se resalta
lo más importante, se motiva para la siguiente sesión, …
Siguiendo este último punto en común de las diferentes definiciones, vamos a citar los objetivos del calentamiento.
Como indica Villar (1992), presenta dos objetivos:
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Ayudar a la prevención de lesiones.
Preparar física, fisiológica y psicológicamente para el comienzo de una actividad distinta a la normal, como
sería un entrenamiento o un esfuerzo superior en caso de competición.
El calentamiento y estiramiento de los músculos incrementa la elasticidad y disminuye la posibilidad de tirones o desgarros
musculares. Un músculo caliente no está tan predispuesto a lesiones como estando frío, ya que puede alongarse
suficientemente cuando es forzado a soportar un duro y repentino esfuerzo. Psicológicamente, nada favorece tanto como
un buen calentamiento.
El estado de ansiedad que precede a la competición puede ser evitado si el deportista está entretenido en un calentamiento
metodológico y eficaz. El calentamiento no sólo prepara la musculatura, sino también el sistema cardiorrespiratorio y
neuromuscular, primeramente, se acelera los latidos del corazón, causando una mayor afluencia de sangre por todo el
cuerpo.
Este incremento en el aflujo ayuda a transportar el dióxido de carbono, ácido láctico y otros productos más rápidamente
en los músculos, aumentando seguidamente la transpiración y favoreciendo la vascularización periférica por dilatación de
los capilares. Un músculo que se ha contraído previamente varias veces durante el calentamiento se contrae con mayor
velocidad, potencia y eficacia que otro no calentado previamente (Villar, 1992).
Tipos de calentamiento
Siguiendo a Blanco (1997), clasifica el calentamiento dependiendo de la actividad que se va a realizar posteriormente,
diferenciando:
a) Calentamiento de entrenamiento: es un parte de la sesión que se aprovecha para realizar tareas concretas
(aumentar los niveles de flexibilidad, mejorar la técnica correcta, etc.), aparte de servir como
preparación para las tareas posteriores de la parte central de la sesión.
b) Calentamiento de competición: preparando física y psicológicamente para la competición.
c) Calentamiento en las sesiones de Educación Física: correspondería a la parte introductoria de la sesión y
preparatoria de la principal donde se trabajarán los objetivos de la sesión.
Weineck (1994) hace una clasificación según el tipo de actividades que se llevan a cabo, diferenciando:
a) Calentamiento general: en él, las capacidades funcionales del organismo deben ser conducidas a un nivel
superior (como indica Adam y Verhoshanskij, 1974). Se efectuará mediante ejercicios que actúan sobre
grandes grupos musculares. Según Rueda (2001), está destinado para prepararnos para cualquier tipo de
actividad.
b) Calentamiento específico: realizado en función de la disciplina. Los ejercicios ejecutados tienen el objetivo de
calentar los músculos directamente implicados en el deporte (Weineck, 1994). Según Rueda (2001), se
ha de tener en cuenta lo que se va a realizar en la parte principal, poniendo especial cuidado en las
regiones que van a cobrar especial importancia o protagonismo en el trabajo principal,
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Tabla 8. Clasificación funcional de los métodos de calentamiento. Estraído de Serrabona et al. (2
17
Tabla 9. Esquema-resumen extraído de Serrabona et al. (2004).
Se trata de la fase preparatoria de la sesión. Debe ser progresiva, con un período inicial de carreras y desplazamientos variados
con o sin balón, a ritmo lento y moderado para estimular el sistema orgánico.
Por regla general, existe siempre una relación entre el contenido del calentamiento y los objetivos de la fase de rendimiento.
Un estudio científico demostró que los equipos de fútbol juvenil que practican los “11+” como calentamiento habitual tenían un
riesgo de lesiones significativamente inferior a los equipos que calentaban de la manera normal.
Los equipos que practicaron los “11+” regularmente al menos dos veces por semana tuvieron un 37% menos de lesiones
durante el entrenamiento y un 29% menos de lesiones en los partidos. Las lesiones graves se redujeron en casi un 50%. Este
estudio se publicó en el renombrado British Medical Journal en 2008.
http://www.f-marc.com/downloads/workbook/11plus_workbook_s.pdf
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B. La fase de rendimiento
Constituye la parte principal de la sesión. Durante dicho período, se hará hincapié en el entrenamiento y la enseñanza
con objetivos claramente definidos. El contenido (juegos, ejercicios, actividades de aprendizaje) debe adaptarse a los
objetivos, pero debe igualmente aproximarse lo mejor posible a una situación real de partido. Se deberá respetar
absolutamente la dosificación de las actividades de entrenamiento, tanto a nivel de su volumen, como de su duración e
intensidad. Los entrenadores deberán asegurarse que durante los períodos de recuperación –generalmente de tipo activo–
, los jugadores utilicen el balón el mayor tiempo posible, particularmente en el caso de los juveniles.
En la etapa de la formación, particularmente de la formación previa, la práctica del fútbol deberá formar el núcleo del proceso
de entrenamiento. Deberá ocupar del 50 al 60% de la duración total de la sesión, aunque el entrenador deberá
asegurarse de que los jugadores adquieran asimismo cualidades técnicas, tácticas y mentales mediante ejercicios analíticos
progresivos. En el entrenamiento, el juego mejora si existe una repartición equilibrada entre los juegos de práctica en campos
de juego reducidos o en superficies pequeñas, y los ejercicios de entrenamiento.
Ejemplo: Después que los jugadores hayan concluido los ejercicios repetitivos y las acciones simuladas de partido en un
entrenamiento con acento en los remates a la meta, el juego de práctica en terreno reducido favorecerá su habilidad de
remate a la portería. De manera que el remate a la meta deberá incluirse en los juegos de práctica, con miras de permitir a los
jugadores a reproducir situaciones reales de partido (juego con temas).
Dependerá del entrenador el concebir una óptima combinación, alternando entre juegos de práctica, ejercicios analíticos
y otras formas de juego, o entre formas separadas de entrenamiento, sin balón, o formas integradas, con balón.
En dicha fase de enseñanza y aprendizaje, la calidad de la dirección técnica (es decir, la entrega y el esfuerzo
demostrados por el entrenador, la certeza de sus intervenciones, la precisión de sus correcciones, su dinamismo) garantizará
la participación de los jugadores y el logro de los objetivos de entrenamiento fijados.
La duración de este período es variable: en general, se sitúa entre 50 y 60 minutos, incluso 70, según los objetivos, el día
de la sesión, las condiciones climatológicas, las costumbres culturales y, muchas veces, la forma de sentirse del entrenador.
En los jóvenes, dicha fase tiene igualmente una finalidad educativa, ya que les enseña a conocer y respetar su salud y su
cuerpo. Es asimismo el momento en que el entrenador evalúa la sesión, fija nuevos objetivos, o simplemente se comunica
con los jugadores.
19
Tabla 10. Propuesta de Organización de una sesión de entrenamiento a nivel de la formación previa
20
Tabla 11. Ejemplo de una sesión de entrenamiento técnico-táctica en la etapa de la formación de un jugador (16-18 años de edad)
21
3.3 Tipos de sesiones
Las sesiones se pueden clasificar atendiendo a los siguientes aspectos:
Finalidad;
Las formas de organización;
La magnitud de la carga;
La orientación de los contenidos;
La duración.
TIPOS DE SESIONES
Finalidad Organización Carga Contenidos Duración
Aprendizaje Grupo Desarrollo Selectivas Cortas
Entrenamiento Individuales Mantenimiento Complejas Normales
Mixtas Mixtas Recuperación Complementarias Largas
Control
Recuperación
Modélicas
Tabla 12. Clasificación de los tipos de sesiones
a) Según la finalidad:
1. Sesiones de aprendizaje. Consisten en la adquisición de nuevos elementos técnicos o tácticos. Características:
Pocos contenidos.
Utilizadas mayoritariamente en la iniciación y en los periodos preparatorios.
2. Sesiones de entrenamiento. Encaminadas al desarrollo o la mejora de una o varias capacidades físicas.
Características:
Realización de ejercicios dominados.
En el momento de producirse adaptación tiene que haber un cambio de la carga, hasta entonces se mantiene la
misma.
3. Sesiones mixtas (de aprendizaje y entrenamiento). Realización de tareas que permitan mejorar la técnica
aprovechando la elevación de la condición física.
Características:
Se utilizan en la etapa de perfeccionamiento y en el periodo competitivo.
4. Sesiones de recuperación. Se diseñan para acelerar la recuperación y elevar la sobrecompensación del organismo.
Características:
Se usan antes y después de las competiciones y después de sesiones muy duras.
5. Sesiones modélicas. Se trata de incluir en la sesión situaciones o requerimientos futuros. Características:
Se utilizan mayoritariamente en los deportes en los que cambian las situaciones de competición.
Se trata de adelantar en el entrenamiento los problemas que vamos a encontrar en la competición.
Parten del análisis del adversario o de las características del material e instalaciones en que se va a competir.
6. Sesiones de control. Se utilizan para determinar el nivel de rendimiento del deportista.
b) Según la organización:
1. Sesiones de grupo. Realizadas por varios deportistas que realizan el mismo trabajo.
2. Sesiones individuales. Organizadas para un sólo jugador. Permiten al entrenador resaltar y solucionar problemas
de un sujeto concreto.
3. Sesiones mixtas. Encaminadas a mejorar las condiciones físicas de un grupo aportando datos que mejoran de
forma individual. Sesiones de grupo individualizadas (puestos específicos, cargas individuales, etc.)
c) Según la magnitud de la carga: Esta clasificación se basa en la cuantificación de las cargas de las sesiones de acuerdo con el
tiempo de recuperación.
22
1. Sesiones de desarrollo.
• Cargas extremas: más de 72 horas de recuperación.
• Cargas grandes: 48-72 horas de recuperación.
• Cargas importantes: 24-48 horas de recuperación.
2. Sesiones de mantenimiento. Utilizan una carga de entrenamiento media y necesitan un tiempo de recuperación de
24 horas. Generalmente este tipo de sesiones va a continuación de la sesión de desarrollo, quedando integrado el efecto
inmediato de entrenamiento.
3. Sesiones de recuperación. La magnitud de la carga es pequeña y la recuperación será suficiente con 12 horas.
Los ejercicios más utilizados en estas sesiones son:
• El trabajo continuo aeróbico extensivo.
• Los juegos deportivos.
• Los ejercicios de autocarga ligeros.
• Estiramientos y relajación.
d) Según la orientación de los contenidos:
1. Sesiones Selectivas. Todos los ejercicios se dirigen hacia un componente determinado de preparación (alguna
capacidad motora, técnica, etc.)
2. Sesiones Complejas. Los ejercicios se dirigen hacia un cierto número de componentes de la preparación.
Para establecer una sucesión racional de los contenidos de entrenamiento en una sesión compleja se suele recomendar
el siguiente orden:
3. Sesiones Suplementarias. Los ejercicios van dirigidos hacia un objetivo auxiliar que suple el programa básico.
Sesiones que preparan al deportista para las sesiones principales, tareas centradas en la mejora de algún ejercicio
técnico, grupo muscular, etc. También pueden organizarse para corregir deficiencias individuales.
e) Según la duración:
1. Sesiones Cortas. 30 – 60 minutos.
2. Sesiones Normales. 60 – 120 minutos.
3. Sesiones Largas. > 120 minutos.
23
4. CUALIDADES FÍSICAS BÁSICAS
Debemos tener todos claro, que el Fútbol necesita de una resistencia especial, compleja, que se puede llamar multicondicional
(Rodríguez, F.,1993) y que mantiene una estrecha relación con otras capacidades condicionales. En el fútbol, no se manifiestan
las situaciones metabólicas puras como en el Atletismo, Natación, etc., sino que se presentan con una alternancia anaeróbica
aláctica, láctica y aeróbica, lo que se conoce con el concepto de Resistencia Mixta.
24
El entrenamiento aeróbico puede mejorar el potencial de un jugador para mantener una tasa de trabajo global alta durante
un partido, ayudar a minimizar el deterioro del rendimiento técnico y la falta de concentración inducida por la fatiga (Ekblom,
1994) y mejorar la capacidad de recuperación entre esfuerzos de alta intensidad.
El entrenamiento anaeróbico supondrá un soporte para realizar las acciones de alta intensidad durante el partido.
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, el siguiente cuadro muestra las diferentes zonas de entrenamiento en las cuales
podemos trabajar cada manifestación de la resistencia:
Figura 23. Objetivos del entrenamiento de Resistencia en los Deportes de equipo (modificado de Massafret 1998).
25
4.1.4. Métodos de entrenamiento de Resistencia aplicados al fútbol
En el presente punto vamos a explicar los diferentes métodos de entrenamiento de la resistencia en el fúbol, empezando el
estudio desde una perspectiva más tradicional hablando de los métodos continuos y fraccionados; y continuando con los
métodos más indicados para el entrenamiento de la resistencia especial o la resistencia de juego del futbolista mediante los
llamados juegos reducidos o small games.
4.1.4.1. Métodos continuos
Se caracterizan por:
Aplicación de una carga de trabajo, sin interrupciones, sin pausa o periodos de descanso durante trabajo.
Provocan adaptaciones fisiológicas a nivel cardio-circulatorio-respiratorio
Mejora de la capacidad y/o la potencia aeróbica
Se distinguen dos formas:
a) el Método Continuo Uniforme, a su vez el método continuo puede aplicarse con mayor énfasis en el
volumen o duración de la carga (Método Continuo Extensivo) o con mayor intensidad (Método
Continuo Intensivo)
b) el Método Continuo Variable.
26
Indicado para:
➢ Aumento del VO2max (Potencia Aeróbica).
➢ Aumento de la velocidad del Umbral Anaeróbico posibilitando la capacidad de mantener esfuerzos
prolongados de elevada intensidad.
Medios de Entrenamiento:
➢ Carrera continua rápida (intensiva)
➢ Ejercicios técnicos: circuitos técnicos continuos, ruedas de pase, etc
c) Método Contino Variable
Se caracteriza por:
Método continuo en el que se modifica la intensidad, siendo por tanto un método mixto aeróbico-anaeróbico
(Resistencia Mixta).
La intensidad de trabajo puede variar entre el 45% y 90% del VO2máx,, 60/75%-80/10%VAM de la VAM con
cambios de intensidades frecuentes entre el umbral aeróbico (esfuerzos de baja intensidad, 2 mol/L de lactato)
y/o por encima del umbral anaeróbico (esfuerzos de alta intensidad, 2-5/6 mol/L de lactato),
Duración: 30-60m (adaptado al futbol: 2 x 12 min, 3x10min, 4x8min, específico para los deportes de equipo)
Vía metabólica predominante: aeróbica y anaeróbico
Dependiendo de la duración de las fases de alta intensidad y de recuperación, se distingue:
➢ Método Continua Variable Extensivo (tendencia más aeróbica):
o Predominan los esfuerzos largos situados entre el umbral aeróbico y anaeróbico con periodos
largos de recuperación entre los esfuerzos de alta intensidad
o Efectos: Mejora de la eficiencia aeróbica, mejora de la recuperación durante el esfuerzo.
➢ . Método Continuo Variable Intensivo (tendencia más anaeróbica):
o Más intenso que el método anterior porque los esfuerzos son más cortos, pero más intensos
(esfuerzos pueden superar el umbral anaeróbico) con recuperaciones más cortas
o Efectos: Es un método muy apropiado para nuestra modalidad por su similitud a la
competición en cuanto a los cambios de ritmo e intensidades de trabajo. Mejora la capacidad
de recuperación.
Medios de Entrenamiento:
➢ Fartlek: se trata de una carrrera con variaciones de ritmo ya sea debido al terreno o a diferencias
de intensidad establecidas.
➢ Carreras con Variaciones de Velocidad de Bosco (1991): mejora de la potencia aeróbica del
futbolista. Se realizan 2-3 series con los siguientes recorridos: Aceleración 10 mts. + 30” a
Velocidad de recuperación activa (VRA)+ Aceleración 30 mts. + 1’10” a VRA+Aceleración 50 mts.
+ 1’50” a VRA. Realizar 3 veces este recorrido para completar 1 serie(±8min). La recuperación
entre series será de 2-3 minutos estructura que presentan los deportes acíclicos.
➢ Método Intermitente: Se caracteriza por alternar variaciones de intensidad, duración, frecuencia,
acciones musculares. Los tiempos de trabajo y pausas no superiores al minuto, incluso se podría
hablar de tiempos no superiores a los 15 o 20 segundos (5",10",15",20",30") con pausas de
5",10",15",20",30". Relación trabajo-pausa, 1:1,1:2. La intensidad tomando como referencia la
VAM (Velocidad Aeróbica Máxima), partiría con ejercicios del 100 % de la VAM en adelante, es
decir, se utilizarían ejercicios de intensidad máxima a supramáxima
➢ Ejercicios técnicos variando el ritmo: circuitos técnicos continuos, ruedas de pase, etc
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4.1.4.2. Métodos continuos
Corresponde a todos los métodos ejecutados con un intervalo de descanso o recuperación entre cada tramo o tiempo de
carga de entrenamiento. Los métodos fraccionados los podemos clasificar en Métodos Interválicos y Métodos de
Repeticiones
b) Métodos de Repeticiones
En este método, a diferencia del intervalado, los intervalos de pausa son para que el deportista se recupere, por tanto, la
recuperación suele ser completa (FC por debajo de las 100p/m).
Estos métodos están orientados a mejorar la capacidad y potencia anaeróbica láctica utilizando distancias relativamente
cortas con una intensidad muy alta y una pausa de recuperación muy larga entre repetición. Esta estructura de carga, en el
fútbol apenas suceden durante la competición, por tanto podemos concluir que a pesar de tener beneficios en el
metabolismo anaeróbico, no es un método indicado para el entrenamiento en futbolistas.
c) Resistencia Especial/Resistencia de Juego: los Juegos Reducidos (Small Games, SSG)
La actividad competitiva en el fútbol se manifiesta en fases de cargas variables, donde las situaciones del trabajo y
recuperación no están estandarizadas. El entrenamiento de la Resistencia de Juego permitirá a los futbolistas continuar
jugando con una intensidad óptima sin pérdida de efectividad en la ejecución de los elementos técnicos-tácticos que
demanda el juego, siendo por tanto un método indicado para el desarrollo de la resistencia específica del futbolista
convirtiéndose en una alternativa al entrenamiento de resistencia de carácter analítico sin balón.
Los juegos reducidos son formas jugadas de competición de colaboración-oposición de 2x2, 3x3 hasta 8x8 con o sin
porteros, con o sin comodines, a veces con inferioridad o superioridad numérica con espacios adaptados al espacio
28
reglamentario, en los que aparte de mejorar los aspectos de condición física (sinergia de capacidades) también se mejoran
los aspectos técnicos (coordinativos) y tácticos (cognitivos) siendo una dimensión más compleja y más próxima la realidad
del juego, al integrar contenidos y objetivos físicos-técnicos- tácticos teniendo en cuenta las variables contextuales de la
competición manifestándose el principio de especificidad del entrenamiento.
A la hora de diseñar las diferentes tareas jugadas para la mejora de la Resistencia Especial por medio de los juegos
reducidos, debemos de tener en cuenta una serie de parámetros que configuran la estructura de la tarea los cuales deberán
estar perfectamente definidos para crear las situaciones que nos interesen en función del objetivo a alcanzar (no solo de
resistencia).
Elementos de la Modificaciones pedagógicas Consecuencias funcionales en el juego
lógica interna
del fútbol
AMPLIACCIÓN Facilita la fluidez del juego
Disminuye la densidad jugadores/espacio
Estimula la aparición de interacciones positivas en los jugadores
Juego de conjunto más seguro
Más tiempo para el control del balón
Visión de juego facilitada
Juego sin balón más controlable
Intensidad física de juego menor
Disminución de situaciones 1*1
REDUCCIÓN Aumenta la densidad jugadores/espacio
Dificulta la aparición de interacciones positivas en los jugadores
ESPACIO
Juego de conjunto más difícil
Menos tiempo para el control del balón
Visión de juego dificultada
Juego sin balón más difícil
Intensidad física de juego mayor
Incremento de situaciones 1*1
Disminuye el espacio de tránsito entre el ataque y la defensa
ZONAS CON LIMITACIONES EN LA Aparición de comportamientos específicos (carácter, velocidad de
INTERVENCIÓN DE LOS juego, etc,..)según tipo de consigna introducida por el entrenador
JUGADORES (zonas de lanzamiento, Facilita la fluidez en el juego
movimientos de los jugadores, …)
ACELERAR EL RITMO DE JUEGO Intensidad de juego mayor
Mayor exigencia en la elaboración de las acciones ofensivas
Necesidad de llevar la iniciativa en el juego
Velocidad de juego incrementada
Incremento de la exigencia en cuanto a la destreza técnica
Incremento de la destreza en cuanto a la comprensión táctica
(percepción y decisión)
TIEMPO RALENTIZAR EL RITMO DE JUEGO Menor exigencia en la elaboración de las acciones ofensivas
Actuación con la expectativa en el juego
Intensidad del juego menor
Velocidad del juego disminuida
COMBINACIONES DE DIFERENTES Exigencia de saber “leer” correctamente el juego
SECUENCIAS TEMPORALES (juego Combinaciones de las características propias de la
rápido-lento, rápido-rápido, lento- aceleración/ralentización del ritmo del juego.
rápidp,…)
INTRODUCCIÓN OBJETIVOS Descentralización de las acciones de juego en los espacios próximos a
PARCIALES EN EL JUEGO (llegar las porterías
con el balón controlado a …. Dar Facilitar la fluidez de juego
“x” número de pases antes de …. Mayor dispersión de la acción de juego 8más escenarios para la acción,
Etc) atención dispersa)
META
Determina el comportamiento estratégico de los jugadores y equipo en
función de la zona en donde se desarrolla el juego (más cerca, más lejos
de la meta y zonas de rentabilidad táctica y/o ganancia parcial)
Aparición de diferentes orientaciones en la dirección del juego: su
utilización para adquirir/evitar profundidad en la dirección del juego: su
29
utilización para adquirir/evitar profundidad(juego a lo largo orientando
hacia la meta), verticalidad (centrado/descentrado respecto a la meta)
y amplitud (juego en anchura, mismo lado/opuesto), el juago a lo largo
y ancho, la concentración (juego en espacio próximo), la dispersión
(juego en espacio lejano), la alternancia (cerca/lejos) y el uso del espacio
en función de la posesión, o no, del móvil por parte de un equipo
(ampliación/reducción de espacios)
INCREMENTAR EL NÚMERO DE Favorece la comprensión del juego
PORTERÍAS Descentralización de las acciones de juego en los espacios próximos a
las porterías
Facilita la fluidez del juego
Distribución de los jugadores por todo el espacio
Aumenta el número de focos de interés
JUEGO SIN PORTERÍAS Surgen objetivos propios en la tarea diferentes de específicos del fútbol
(gol)
Mayor concentración de los jugadores en torno al balón
Menos focos de atención para los jugadores
MODIFICACIÓN ESPACIAL DE SU Favorece la comprensión del juego
SITUACIÓN Incremento de la complejidad del juego
VARIAR EL SISTEMA DE Facilita la comprensión del juego
PUNTUACIÓN Incrementa la fluidez del juego
Aumenta la complejidad del juego
Puede facilitar el pensamiento estratégico en el juego
INTRODUCIR REGLAS ESPECIALES Puede facilitar el pensamiento estratégico en el juego
Puede ajustar el equilibrio de opciones para todos los jugadores
REGLAS
Puede facilitar la eliminación del espacio de tránsito
Puede facilitar la calidad de las acciones de los jugadores
Incrementa la complejidad del juego
MODIFICAR EL SISTEMA DE Disminuye o incrementa la densidad espacio/jugador
RELACIONES ENTRE LOS Estimula o dificulta la calidad de las interacciones entre jugadores/as
PARTICIPANTES
SUPERIODIDAD NUMÉRICA Estimula la aparición de interacciones positivas en los jugadores
(3*1,4*2,..) Facilita el desarrollo de la fase ofensiva
Desequilibrio ataque/defensa
Incrementa el tiempo de compromiso motor de los atacantes con el
balón
JUEGO CON NEUTRALES Permite aproximarse progresivamente a una situación de
ADICIONALES (3*3+1,..) cooperación/oposición real disminuyendo las facilidades para el ataque.
JUEGO EN IGUALDAD NUMÉRICA Equilibrio permanente entre el ataque y la defensa
ADVERSARIOS (6*6, …)
/ JUEGO CON IGUALDAD Especificidad del entorno del juego en el comportamiento de los
COMPAÑEROS NUMÉRICA Y SITUACIONES DEL deportistas
ENTORNO DE COMPETICIÓN
SIMILARES A LAS REALES (espacio,
tiempo, reglas,…)
INFERIORIDAD NUMÉRICA (4*6, Limita la aparición de interacciones positivas entre los jugadores
6*8, …) Dificulta el desarrollo de la fase ofensiva
Desequilibrio defensa/ataque
SIN OPOSICIÓN Facilita la relación jugador-balón
Incrementa el tiempo de compromiso motor de los participantes
INCREMENTO DEL NÚMERO Incrementa la fluidez del juego
Estimula la maduración de las precepciones visuales y la toma de
decisión
Incrementa la complejidad del juego
BALÓN Modifica el sistema de interacciones entre los jugadores
Incrementa el número de focos de atención de los deportistas
PESO-PERÍMETRO Introduce elementos perturbadores en el desarrollo del juego
Incrementa la dificulta en la construcción del juego
Tabla 13. Propuesta de consecuencias funcionales de la modificación de los elementos de la lógica interna del fútbol, Martín Acero y Lago (2005).
30
Desde el punto de visto condicional las principales variables que podemos manipular para modular la intensidad en los JR
son las siguientes:
• Dimensiones de espacio de juego
Si el espacio se amplía, se incrementa el número de desplazamientos, pero hay menor presión para realizar las acciones
ofensivas, por el contrario, si se reduce el espacio de juego, se incrementa las situaciones de duelo 1x1, mayor presión
sobre el equipo poseedor de balón y como resultado de todo esto se incrementa el ritmo de juego.
• Número de jugadores por equipo
A menor número de jugadores la frecuencia cardiaca (FC), la concentración de lactato y la percepción subjetiva de esfuerzo
(PSE) es mayor.
• Inclusión/exclusión de porteros
Si aumentamos el número de porterías en el espacio de juego, se aprovechará y ocupará mejor, provocando más cambios
de orientación y más basculaciones defensivas. Con respecto al tamaño, si aumentamos el tamaño de las porterías, se
incrementa el éxito de finalización y también el trabajo defensivo, por el contrario, si se reduce el tamaño, es necesario
tener mayor precisión y el porcentaje de éxito será menor en la finalización, pero también disminuye la presión para
maniobrar en ataque.
• Límite en el número de toques por jugador
Como consecuencia del límite de toques se incrementará la movilidad de los jugadores sin balón, la velocidad de circulación
del balón y la frecuencia de pases por tiempo por tanto provocan una mayor intensidad fisiológica.
Los juegos sin límite de toques provocan mayor número de duelos individuales y mayor número de porcentaje de éxito en
los pases y la intensidad fisiológica y física es menor
• Presencia/ausencia del entrenador (Hoff y col. 2002; Rampinini y col., 2007).
Los entrenadores tienen muy en cuenta las variables relacionadas con las dimensiones del espacio, el número de jugadores
participantes, las normas del juego, etc pero en algunos casos no se presta la atención que se merece al aliento realizado
por el entrenador durante la realización de la tarea, que es la variable que se ha mostrado más influyente y determinante
durante el proceso de entrenamiento.
Ventajas e inconvenientes de los Juegos Reducidos (JR) (Small Side Games, SSG)
Ventajas:
Permite trabajar a la vez aspectos técnico-tácticos y físicos
Efectos positivos tanto en la mejora de aspectos técnicos (Sánchez-Sánchez y col., 2014) y táctico-estratégicos
(Fradua y col. 2013).
Se manifiestan respuestas cardiacas similares al entrenamiento intermitente de corta duración (Dellal y col. 2008)
y carreras interválicas de alta intensidad (Hill-Haas y col., 2011; Impellizzeri y col., 2006).
Aportan al entrenamiento una mayor especificidad (Reilly y col. 2009)
La presencia del balón provoca un aumento en la motivación del jugador (Hoff y Helgerud, 2004; Mallo y Navarro,
2008)
Permite establecer un ambiente competitivo donde los jugadores deben rendir bajo presión y fatiga (Gabbet y col.
2010) y
Optimización del tiempo de entrenamiento (Little y Williams, 2007; Little, 2009).
Idóneo para equipos de futbol base y fútbol aficionado en el que el tiempo de entrenamiento es reducido
incidiendo de manera específica y simultánea en todas las dimensiones del juego
Aunque estamos todos de acuerdo que el entrenamiento de la Resistencia específica a través de los Juegos Reducidos es el
medio fundamental para la mejora de diferentes capacidades físico-técnico-tácticas, tampoco se debe sobrevalorar esta
forma de entrenamiento y pensar que es la única y suficiente para desarrollar todas las capacidades físicas del futbolista.
31
En determinadas ocasiones tendremos que recurrir a la Resistencia de Base (Nivel General) y Resistencia Aplicada (Nivel
Dirigido) para complementar las deficiencias que no cubre la Resistencia de Juego, ya que para determinados tipos de
Resistencia y de Fuerza podría no suponer un estímulo suficiente para su desarrollo y con otros métodos de entrenamiento
de carácter más analítico se puede incidir directamente.
Inconvenientes:
Dificultad para controlar la carga de entrenamiento (volumen, intensidad, densidad y complejidad) de las tareas o
juegos.
Diferencias individuales de rendimiento y carga de trabajo para una misma tarea de entrenamiento.
Con los jugadores cuyos rasgos psicológicos sean de indisciplina, pereza, falta de rigor en el trabajo, individualismo,
etc., este tipo de tareas se deberían llevar a cabo con una observación y registro de su rendimiento individual
(pulsómetro, GPS, número de acciones, etc.) y una implicación y motivación hacia el trabajo a desarrollar.
Determinados futbolistas por su formación y experiencias anteriores con otros entrenadores, etc., pueden preferir
otras tareas más analíticas para "sentir" que han entrenado bien.
4.2. La Fuerza y sus métodos de entrenamiento
Desde una perspectiva condicional, el fútbol, se caracteriza por ser una actividad de carácter intermitente de elevada
intensidad, en la que los jugadores tienen que realizar secuencias de esfuerzos imprevistos y aleatorios de diferente
intensidad y duración, separados por intervalos de recuperación de características y duraciones también variable que en
ocasiones no permiten una recuperación completa (Bangsbo, 1994; Carling y col., 2005; Di Salvo 2007).
Estas acciones de alta intensidad someten a un alto grado de estrés el sistema neuromuscular de los jugadores (Gaudino
y col. 2013; Osgnach y col. 2010), por tanto, los futbolistas deben estar preparados y entrenados para soportar acciones
de alta intensidad neuromuscular durante un tiempo prolongado. Estas acciones físico-técnico-tácticas serán eficaces
durante el juego, entre otras cosas, si las propiedades musculares del jugador se entrenan de forma adecuada.
Durante un partido de fútbol, las acciones decisivas, como la capacidad de salto, la variedad en los golpeos, los cambios
de ritmo y dirección, los duelos para apoderarse del balón o ganar la posición, etc., están directamente relacionadas con
las diferentes manifestaciones de la fuerza, que desarrollaremos en los siguientes puntos.
La importancia del entrenamiento de la fuerza en el fútbol ha sido puesta de manifiesto en las últimas décadas. A partir
de la década de los 90 la aplicación del entrenamiento de Fuerza en el fútbol ha adquirido un protagonismo relevante en
el proceso de entrenamiento. Cada vez estamos más convencidos que el entrenamiento de la Fuerza es una de las claves
para el desarrollo y evolución en la preparación condicional del futbolista y con ello en la mejora del rendimiento colectivo
de los equipos. De este modo, a día de hoy, una de las tendencias actuales del entrenamiento en los deportes de equipo
es la transición de un modelo de entrenamiento basado en lo bioenergético hacia otro orientado hacia lo neuromuscular
(fuerza + velocidad) (Martín Acero, 2003) (Fig.26)
Figura 26.-Transición en el modelo de entrenamiento en los deportes de equipo: del modelo bionergético al modelo neuromuscular.
32
4.2.1. Conceptos
Definir el concepto de fuerza ha sido fruto de muy diversas interpretaciones en este ámbito. Es común observar una multitud
de definiciones y etiquetas terminológicas.
De forma general, la fuerza sería la capacidad de crear tensión intramuscular;
González Badillo y Gorostiaga (1995) la definen como la capacidad de producir tensión que tiene el músculo al activarse
o, como se entiende habitualmente, al contraerse.
Kuznetsov (1989), Ehlenz et al (1990), Manno (1991), Harre y Hauptmann (1994) Zatsiorsky (1995), o Hartman y
Tünnemann (1996) la definen como la capacidad de vencer u oponerse a una resistencia externa mediante tensión
muscular.
Finalmente, Grosser y Muller (1989) proponen una definición que especifica lo anterior: capacidad del sistema
neuromuscular de superar resistencias a través de la actividad muscular (trabajo concéntrico), de actuar en contra de
estas (trabajo excéntrico) o bien de mantenerlas (trabajo isométrico).
La cuestión es la siguiente: ¿podemos entender la fuerza en el futbol como la simple generación de tensión máxima o esta
tensión tiene que estar en sintonía con el entorno competitivo buscando eficiencia y eficacia en la generación de estas tensiones?
No cabe duda de que si queremos progresar en el entrenamiento de la fuerza orientada hacia los deportes de equipo, no
podemos quedarnos solamente con las definiciones que nos aporta el Entrenamiento Deportivo (capacidad neuromuscular de
soportar o vencer una sobrecarga, conjunto de contracciones musculares que tienen como fin vencer, mantener o al menos
generar la fuerza suficiente para intentar superar una resistencia, etc.), debemos dar un paso más. Este paso más lo encontramos
en el concepto de Fuerza aplicado al Fútbol y a los deportes de equipo:
Massafret, Seiru-lo y Espar (1995): "capacidad condicional que mediante la actividad muscular, nos permite superar o
contrarrestar física y psíquicamente, una carga específica de trabajo de una intensidad alta y variable que se manifiesta
en intervalos cortos de tiempo, permitiéndonos mantener el nivel óptimo de rendimiento en la ejecución de las
necesidades coordinativas que exige el juego ".
4.2.2. Tipos
En la figura 28 podremos ver los distintos tipos de fuerza que presentó un estudio de la FIFA en su día.
33
cada una de estas acciones necesitan de todo el potencial del sistema neuromuscular en relación con la fuerza-velocidad y que
va a ser requerida en función de cada acción para ejecutar estos movimientos con precisión y velocidad.
a) Fuerza de salto
En el fútbol se dan continuamente acciones en las que se requiere de la fuerza de salto, ya sea para rematar de cabeza
a portería, o para despejar un balón defensivamente. Algunas de las características más destacables las observamos
en la Figura 30.
b) Fuerza de desplazamiento
La actividad motriz más importante del futbolista durante el juego es la carrera caracterizada por una gran variabilidad:
desplazamientos a diferentes velocidades (desde trote hasta sprint pasando por carreras a velocidad submáxima)
partiendo desde diferentes posiciones con desplazamientos variados (atrás, adelante, lateral…), acelerando y/o
frenando repentinamente con cambios de dirección, en ocasiones manejando el balón y soportando cargas del
oponente, etc.
– Puestas en acción (aceleraciones).
– Frenadas (desaceleraciones). El jugador que no dispone de buenos frenos musculares corre el riesgo de llegar
siempre con retraso porque está obligado a ralentizar antes. Demanda una activación muscular excéntrica.
34
– Combinación de aceleraciones-desaceleraciones (re-aceleraciones). suelen manifestarse de forma combinada y
secuencial todo ello realizado a alta intensidad.
– Cambios de dirección (CdeD). Los jugadores realizan aproximadamente una media de 700 giros y cambios de
dirección durante el partido, aproximadamente entre 8 y 9 (CdeD) por minuto, siendo uno de los factores de
rendimiento en los deportes de equipo.
c) Fuerza de golpeo
El golpeo se puede clasificar como una de las acciones técnicas que más trascendencia adquiere en un deporte como
el fútbol. Al igual que en el caso de los saltos, la media de golpeos por partido se verá influenciada por el puesto que
cada jugador ocupe en el terreno de juego rondando entorno a los 50-70 golpeos.
35
FUERZA DE
GOLPEO
FUERZA TÉCNICA DE
EXPLOSIVA GOLPEO
d) Fuerza de lucha
La última manifestación de la fuerza en el fútbol es la fuerza lucha, que hace referencia a aquella fuerza en la que dos
o más jugadores disputan por un balón o una posición en el campo. Un tipo de fuerza que está adquiriendo una
mayor relevancia en el fútbol actual debido a la reducción de espacios útiles en el campo y a la trascendencia que hoy
día tiene el juego a balón parado en el resultado final (Grehaigne, 2001).
4.2.4. Objetivos del entrenamiento de la Fuerza para el/la futbolista
Incremento del rendimiento
El objetivo de desarrollar los niveles de fuerza en el futbolista responde al “por qué, para qué” y no es otro incrementar la
capacidad y habilidad de utilizar la fuerza muscular, sobre todo del tren inferior, de un modo eficaz en las acciones técnico-
tácticas durante el partido. Según lo visto en apartados anteriores, para que el futbolista alcance un óptimo rendimiento en la
competición, el trabajo de fuerza deberá estar orientado a desarrollar especialmente la Fuerza-Velocidad (Harre, 1988; Bognomi,
1994; D´Ottavio, 1998; Martin Acero, 1998; Cárdenas, 1999; Cometti, 2001; Bisciotti, 2003) y la Resistencia a la capacidad de
repetir acciones de Fuerza-Velocidad y Resistencia a la Fuerza Técnica.
Prevención de lesiones
El entrenamiento de la fuerza le proporciona al futbolista no sólo un incremento en su desempeño físico, sino que además
también juega un papel determinante en la prevención y en la readaptación de lesiones.
A lo largo de la temporada, son pocos los jugadores de una plantilla que no se ven afectadas por alguna lesión. Numerosas
investigaciones han demostrado que una buena planificación del entrenamiento de la fuerza reducirá el número de lesiones de
tipo articular y muscular por temporada incidiendo en los siguientes aspectos:
Prevenir la aparición de los desequilibrios musculares.
Desde el punto de vista metodológico, en un programa de fuerza preventiva en el futbolista, debemos potenciar aquellos
grupos musculares que sufren descompensaciones en relación con otros. Para ello debemos incidir en el trabajo de
flexibilidad de la musculatura que más participa y que tiende acortarse por la propia actividad del juego y estimular
aquellos que tienen menos protagonismo y que tienden a elongarse y debilitarse, como es el caso de desequilibrio
muscular entre abdominales y lumbares o entre la musculatura adductora con respecto a la abductora o los flexores de
rodilla (isquiotibiales) en relación con los extensores (cuádriceps) (Fig.34 y 35).
Figura 34. Programa de fuerza preventiva para el equilibrio entre flexores y extensores de rodilla (Domínguez, 2008)
36
Figura 35. Programa de fuerza preventiva de control postural de fortalecimiento lumbopélvico (Domínguez, 2008)
Figura 36. Programa de Propiocepción, fuerza preventiva para el fortalecimiento de la articulación de la rodilla y el tobillo (Domínguez, 2008)
En este punto no vamos a hablar de todos los métodos de entrenamiento para el trabajo de fuerza, sino de los que consideramos
más adecuados para el trabajo de fuerza en fútbol y para el futbolista.
Ya hemos visto en los apuntes del curso UEFA B, los principales medios para el entrenamiento de fuerza:
1- Ejercicios con todo tipo de sobrecargas (discos, cinturones, chalecos lastrados, trineos…) que permiten ejecutar los ejercicios
respetando la funcionalidad del movimiento.
2- Ejercicios con compañero en situaciones de contacto cuerpo a cuerpo: arrastres, empujes, desequilibrios.
3- Entrenamiento en suspensión utilizando el propio peso corporal y la resistencia a la gravedad.
4- Ejercicios con equipamientos elásticos.
5- Ejercicios variando las condiciones externas (cuestas, arena,...)
6-Máquinas clásicas de musculación.
Nos centraremos ahora en los principales métodos del entrenamiento de fuerza para el futbolista, teniendo como referencia los
diferentes tipos de fuerza (fuerza máxima, fuerza-velocidad y fuerza resistencia) que podemos trabajar.
37
4.2.5.1. Métodos de entrenamiento para la fuerza máxima
Los métodos encaminados al aumento de la fuerza máxima pueden basarse en la mejora de la coordinación o en la
hipertrofia muscular.
Coordinación muscular:
Los métodos de entrenamiento para la Fuerza Máxima se caracterizan por superar una resistencia externa cerca de su
capacidad máxima en un determinado ejercicio y por la producción de una gran cantidad de tensión intramuscular.
Las razones por las cuales el porcentaje de la carga (% 1RM) debe ser elevado, es precisamente para que se activen las
unidades motoras rápidas, conseguir altas frecuencias e incrementar el reclutamiento y sincronización de unidades
motrices. Una de las características de estos métodos de entrenamiento es que no provoca un crecimiento muscular.
El entrenamiento de fuerza con cargas altas utiliza cargas del 85-95%-1RM y pocas repeticiones 3-4 series x 1-3 Reps., con
un descanso entre series de 150-180 segundos entre, movilizando la carga lo más rápido en la fase concéntrica ha
demostrado ser eficaz en la mejora de la coordinación intramuscular.
Pero esta metodología de entrenamiento no es común en las rutinas de un entrenamiento de un equipo profesional. Se
necesitan periodos largos (6-8 semanas) para mejorar la Fuerza Máxima y con una frecuencia semanal de 3-4 sesiones. Este
hecho, reduciría necesariamente el tiempo de trabajo dirigido a otros factores de rendimiento. Debemos buscar otros
medios como son los ejercicios de carácter explosivo sin carga o con cargas ligeras ejecutados a la máxima velocidad.
Hipertrofia muscular:
Existen una gran variedad de métodos para desarrollar la hipertrofia muscular, pero en general se caracterizan por:
Cargas submáximas (60-90% de 1R.M).
Volumen alto de series (5-8 Series) hasta alcanzar el agotamiento completo del grupo muscular.
De 8 a 12 repeticiones.
Ejecución del movimiento lento, y en particular en la fase excéntrica.
Pausas cortas (1-2 minutos) y un mínimo de 4-5 series hasta alcanzar el agotamiento completo del grupo
muscular.
Los métodos de entrenamiento que se utilizan para incrementar la masa muscular, como es el caso de las personas que se
dedican al culturismo no sería la forma más adecuada, porque utilizan grandes sobrecargas a velocidad lenta y un gran
volumen para promover el efecto de hipertrofia y al ejecutar los ejercicios a velocidad lenta y con rangos de amplitud
articular cortos, se incide en el desarrollo de las fibras lentas perjudicando la transferencia en la ganancia de potencia.
38
Tabla 15. Métodos de entrenamiento de Fuerza Máxima para el Desarrollo Muscular. (1)Badillo y Gorostiaga, (1995) (2) Vidal (2000) (3) Cometti (1989);
Tous (1999) y Vidal (1999)
39
Método Intensidad Distancias Rep Series Rec.
Esfuerzos
3-5´
Dinámicos 30% 8-6 4-6
Pliometría
Máxima 5-12 3-6 5´
Método de
EP 3 rep. +
Contrastes
ES 8 rep. 4 3-5´
(F. E. T) 80-20%
Series
15,20,30,40 m
repetidas Máxima 2-6 3-4 45” -1´
Métodos Resistidos
Carreras en
Máxima 15,20,25 m
Cuesta 5-10 3-4 45”- 1
Arrastres de
Máxima 15,20,25 m 45”-1´ entre rep
Trineo 5-10 3-4
4´ entre series
Máxima 15,20,25 m
5-10
Cinturones 45”-1´ entre rep
Tareas 4´ entre series
Lastres y
Específicas 3-4
Chalecos
Alternancia (ej. con
3-4´
(alta-baja) balón, juegos 4-6
reducidos)
Dispositivos
45”-1´ entre rep
elásticos Máxima 15,20,25 m 5-10 3-4
4´ entre series
Tabla 16. Métodos de entrenamiento para la Fuerza-Velocidad, Domínguez y Casáis (2005).
Esfuerzos dinámicos:
El objetivo de este método de entrenamiento con cargas ligeras (30%RM) es mejorar la capacidad de reducir el tiempo
necesario para aplicar la máxima fuerza en los gestos específicos del juego y con ello la velocidad de contracción.
Son ejercicios con cargas bajas (30-40% de 1RM) x 4-6 Series x 6-10 Rep, con recuperaciones de de 3 a 5 min. entre series,
si son ejecutados a la máxima velocidad (movimientos explosivos), producen un valor de fuerza por unidad de tiempo
superior que los métodos tradicionales para el entrenamiento de la fuerza máxima
Entrenamiento Pliométrico.
Este método de entrenamiento es comúnmente
implementado en jugadores de fútbol a través de la
realización repetida de saltos como actividad motriz.
Diversos estudios han demostrado la efectividad del
método pliométrico en jugadores de fútbol sobre la
velocidad, la capacidad de salto, la fuerza de golpeo o
la agilidad entre otras variables de rendimiento
(García-Ramos et al., 2017).
Figura 387. Trabajo de pliometría
40
El incremento de los niveles de fuerza como consecuencia de esta metodología de entrenamiento, es debido principalmente
a las adaptaciones neurales, mejorando la capacidad de reclutamiento y sincronización de unidades motrices (coordinación
intramuscular e intermuscular), aprovechando el efecto explosivo-elástico-reactivo en el momento del contacto con el
suelo, Ciclo Estiramiento-Acortamiento (CEA) (caída desde un banco, caída después de saltar una valla, carrera saltada,
etc...) sin aumentar la masa muscular.
Metodología:
1º Una rápida acción excéntrica.
2º Una corta fase de acoplamiento.
3º Intensa acción concéntrica en la acción muscular.
Durante nuestras sesiones de entrenamiento podemos variar entre saltos horizontales y verticales con el objetivo de
mejorar la fuerza velocidad, Con la siguiente normativa de trabajo:
- Duración: desde 3''-8''
- Intensidad: Alta
- Pausa: Micropausa 30''-1´; Macropausa 3' - 5'.
- Volumen: 40-300 saltos por sesión.
Consideraciones a tener en cuenta en el entrenamiento pliométrico.
Realización de una Técnica Correcta: Para algunos autores, la técnica correcta consiste en contactar con el suelo
con el metatarso del pie para absorver la mayor cantidad de energía del salto y luego contactar con los talones,
flexionando las rodillas para absorber aún más la fuerza del impacto, esta fase debe ser lo más rápido posible, la
clave es "tocar" y "marcharse" del suelo.
Superficies y terreno: el césped natural es siempre recomendable. En superficies de contacto duras (gimnasio,
pista, cemento, etc) es conveniente colocar una colchoneta en la zona de impacto, de una densidad no demasiado
blanda, para amortiguar la recepción con el fin de evitar sobrecargar las articulaciones del tobillo y rodilla así como
la columna vertebral.
Utilización de sobrecargas: La utilización de sobrecargas en el entrenamiento pliométrico, disminuye la velocidad
de transición del trabajo muscular excéntrico al concéntrico, el peso del chaleco lastrado debería ser como máximo
un 13% del peso corporal del jugador.
Variación de la altura de caída: La altura de caída dependerá del grado o nivel de entrenamiento del deportista,
pudiendo variar desde 40-70 cm hasta la pliometría intensa que propone Verhoshansky de 1,10 cm, válido para
saltadores. La altura de caída óptima para los futbolistas no es muy elevada: 30-40 cm aproximadamente.
Los entrenamientos de Pliometría se deben realizar cuando el deportista está descansado y al principio de la
sesión, debido a su grado de exigencia, por tanto, evitar la realización de pliometría con cansancio o dolor
muscular.
La necesidad de respetar al menos un día de descanso (sin trabajo pliométrico) entre dos sesiones consecutivas.
Se recomienda 48-72 horas de recuperación entre sesiones.
Con respecto al volumen óptimo. Algunos estudios coinciden que el número de saltos por sesión para sujetos no
entrenados no debe superar los 20 saltos. Si hablamos de deportistas entrenados, este número aumenta
considerablemente; así, en la literatura encontramos desde los 40 saltos por sesión (4 series de 10 saltos) hasta
los 200-400 saltos por sesión que realizaban en su preparación los jugadores de la selección estadounidense
ganadora del oro en voleibol durante la Olimpiada de 1984.
A modo de resumen, el número de saltos por serie o por sesión debe estar determinado en todo momento por
dos variables: por la calidad de la ejecución técnica y la altura del salto posterior, el empeoramiento en
alguna de estas variables indica que el volumen de los saltos es excesivo.
41
Método de contraste:
Consiste en alternar un ejercicio de carga alta seguido de otro de menos carga y/o sin carga, ejecutados a la máxima
velocidad, dejando un tiempo de recuperación suficiente para poder manifestar la máxima potencia de ejecución en cada
serie, en la misma sesión de entrenamiento. Numerosos estudios han demostrado un incremento en la respuesta muscular
contráctil al realizar ejercicios explosivos después de haber realizado previamente contracciones musculares máximas.
El método búlgaro consiste en realizar series con cargas altas (6 RM, ±85%1RM) seguido de series con cargas ligeras (6 Rep.
con el 40-50% 1RM). La primera tarea intenta estimular la coordinación intramuscular y la segunda tarea la coordinación
intermuscular.
El “Método búlgaro orientado” consiste en la ejecución de un ejercicio de fuerza con carga seguido de un ejercicio dinámico
finalizando con un gesto específico de la disciplina deportiva.
Métodos resistidos:
Son aquellas formas de entrenamiento en las que se realizan acciones específicas de la actividad deportiva como son
aceleraciones, sprint, saltos, cambios de dirección, incluso situaciones de juego real, en la que le jugador traslada una
resistencia añadida.
El objetivo que se persigue con los ejercicios de entrenamiento resistidos es que la musculatura que participa en los
diferentes desplazamientos y en las acciones específicas del juego (como el caso de los partidos en espacio reducido)
trabajen con una ligera sobrecarga. Algunos de estos métodos solaron permiten mejorar la acción de técnica de carrera
(aceleración, sprint) como son los arrastres de trineos, paracaídas, carreras en cuesta, dispositivos elásticos, carreras sobre
la arena de playa, etc, pero otros métodos permiten más libertad de movimientos y por tanto más especificidad en las
acciones motrices como es el caso de los chalecos y cinturones lastrados.
Carreras en cuesta
Se trata de realizar carreras de corta distancia con una pendiente entre el 8-12% en superficie de tierra o hierba. El
objetivo de este método de carácter general de la fuerza es mejorar la técnica de carrera sobre todo en la capacidad
de impulsión (propulsión) y la fase de aceleración (fase que se inicia desde una posición estática y finaliza cuando
se consigue la máxima velocidad de carrera).
Los componentes de la carga de entrenamiento, como son el volumen, recuperación y frecuencia, deben ser
similares a los utilizados en el entrenamiento estándar para el desarrollo de la máxima velocidad.
Arrastres de trineos
Las sentadillas, subir escalones, etc. son ejercicios que entrenan los
músculos involucrados en las aceleraciones, sus movimientos no son del
todo específicos a la hora de imitar el gesto del sprint o un desplazamiento
lateral explosivo. Pero el entrenamiento con trineos de arrastre al igual
que otros métodos de entrenamiento resistido cumple el objetivo de
desarrollar de la fuerza aplicada a un patrón motor específico. El objetivo,
al igual que las carreras en cuesta, incide en la capacidad de impulsión de
zancada y en la fase de aceleración. No se debería añadir una carga
superior al 10% del peso corporal del deportista ni que se pierda una Figura 38. Trabajo de fuerza con trineos
velocidad superior al 10%.
Cinturones y chalecos lastrados
Los efectos provocados por la utilización de estos dispositivos
son una mejora de la fuerza explosiva en el salto vertical y una
mejora del ciclo de estiramiento acortamiento
Se habla hasta de un peso equivalente al 5 % del peso corporal.
42
Dispositivos elásticos
Se trata de dispositivos que
aportan una resistencia al avance
a través de una tracción no
constante contraria a la dirección
del desplazamiento o movimiento
corporal.
ACCIONES EXPLOSIVAS
………
Figura 41. Manifestaciones repetidas de acciones explosivas
La mejora de la Resistencia a la Fuerza Velocidad representa uno de los problemas metodológicos más difíciles de resolver.
Son muchas las disciplinas deportivas en las que esta cualidad es clave para mantener un óptimo rendimiento hasta el final
del partido. En los deportes de equipo el problema fundamental es desplazarse lo más rápido posible, enfrentarse al
adversario, llegar antes que el adversario, etc , pero recuperarse lo más rápido posible para estar disponible para realizar
otra acción técnico-táctica. Los tiempos de recuperación no están normalizados y uniformes, sino que vienen determinados
por las acciones que demanda la dinámica del juego. Estas pausas de recuperación pueden ser activas o pasivas, es decir
que los jugadores pueden estar parados y caminando o pueden volver recuperando lentamente a sus posiciones. Por lo
tanto, el problema principal, es conseguir la capacidad de realizar una expresión de altos niveles de implicación muscular
(fuerza velocidad) y mantener durante el tiempo (en este caso 90 minutos o más) esta capacidad, Bosco (2000).
Los principales métodos para el entrenamiento de la fuerza velocidad aplicados al fútbol son:
El Entrenamiento Intermitente-Fuerza (EIF).
Entrenamiento de la Fuerza Secuencial (EFS).
43
El entrenamiento intermitente de la fuerza
Basándonos en las propuestas del Entrenamiento Continuo Variable Intermitente para la mejora de la Resistencia Mixta
(aeróbica-anaeróbica), en la que se alternan esfuerzos de máxima intensidad con esfuerzos de recuperación, si en los
esfuerzos de alta intensidad, introducimos ejercicios de fuerza durante el encadenamiento combinando con cambios de
ritmo y con acciones específicas del fútbol (golpeos, remates de cabeza, conducción de balón, dribling, etc), obtendremos
el Entrenamiento Intermitente-Fuerza (EIF).
Lo que se pretende es incrementar la capacidad del futbolista de repetir esfuerzos a la máxima intensidad durante un
tiempo transfiriendo la fuerza a las situaciones de juego y mejorar su capacidad de recuperación en los periodos de baja
intensidad. Es un método muy apropiado para el futbolista por su similitud a la competición en cuanto a los cambios de
ritmo e intensidades de trabajo.
Normativa de trabajo:
Tiempo. de trabajo/Tpo. de recuperación: 15-15, 20-20, 10-20, 15-30 segs.
Duración total: 6-15 min
Velocidad de carrera superior a la VAM en las fases de alta intensidad y al 60% en los periodos de recuperación
Repeticiones: 2 a 5 dependiendo de la duración total
Recuperación entre Repeticiones: 7 a 10 minutos
44
Tipo de trabajo: Ejercicios de Fuerza Velocidad sin carga o con carga, sin o con acciones específicas de futbol
Series: 3 a 6.
Repeticiones: 3 a 4.
Recuperación entre Repeticiones: 1 a 2 minutos.
Recuperación entre Series: 5 a 8 minutos.
Otros métodos para la mejora de la Resistencia a la Fuerza -Velocidad, son los empleados en el entrenamiento de Fuerza-
Velocidad (Cuestas, Lastres, Arrastres, Dispositivos elásticos, etc) pero incrementando la duración de la carga, el número
de repeticiones y reduciendo los períodos de recuperación.
4.2.5.4. Métodos de entrenamiento para la fuerza resistencia
La Fuerza Resistencia es la capacidad de un músculo o grupo muscular de resistir durante un largo tiempo contracciones
musculares repetidas.
La Fuerza Resistencia juega un papel
importante en el desarrollo de la
condición física general del futbolista,
pero especialmente dentro de la
musculatura de apoyo (abdominales,
musculatura de la espalda, etc)., es el
conocido como entrenamiento
complementario o compensatorio.
Se busca principalmente no sólo el
desarrollo de un trabajo compensatorio
(equilibrando y compensando las cadenas
musculares), sino también el desarrollo
de ejercicios que “capaciten” y preparen
para el desarrollo de trabajos de mayor
impacto. Sirve de base para el Figura 45. Ejemplo de tarea de fuerza resistencia.
entrenamiento Específico de la Fuerza de
los periodos posteriores al Periodo
Preparatorio. Forma parte del
entrenamiento General de la Fuerza.
45
Método Intensidad Nº Ejercicios Tiempo Rep Series Rec.
Entrenamiento en Circuito
Circuitos Interválicos Extensivo 25”- 35” (rep)
10-20% 10-12 30-45 seg 25-40 3-4 3´- 5´ (series)
Circuitos Interválicos Intensivo 15”- 20” (rep)
30%-50% 10-12 15-25 seg 15-20 3-4 3´- 5´ (series)
Intermitente Fuerza Variable 6´- 15´ 2-5 7´- 10´ (rep)
Tabla 17. Sistemas y métodos de entrenamiento para la Fuerza Resistencia Domínguez y Casáis (2005).
Tabla 18. Características de los esfuerzos de alta intensidad en fútbol. Adaptado de Arjol, J.L. (2004)
Figura 46. Acciones físicas durante un partido y los metabolismos energéticos involucrados en cada caso. FIFA (2002)
46
4.3.1. Conceptos y tipos de velocidad
Si consultamos el diccionario nos encontramos con la siguiente definición de velocidad:
“Espacio recorrido en la unidad de tiempo” (Diccionario RAE).
Lógicamente esta definición tan genérica no se adapta a lo que nosotros entendemos como velocidad en el entrenamiento
deportivo de forma tradicional/general o lo que podemos entender más concretamente como la velocidad específica del
jugador/equipo de fútbol.
Así, de forma genérica o más tradicional dentro de la teoría del entrenamiento podemos entender la velocidad como:
Capacidad de efectuar acciones motoras en un tiempo mínimo en determinadas acciones (Zatciorskij, 1970).
Capacidad psicofísica que se manifiesta cuando el cansancio no limita su máxima expresión (Harre y Haupmann, 1994).
Capacidad que permite, en base a la movilidad de los procesos del sistema neuromuscular y de las propiedades de los
músculos para desarrollar la fuerza, realizar acciones motrices en un lapso de tiempo situado por debajo de las
condiciones mínimas dadas. (Frey 1977).
Capacidad condicional de realizar acciones motoras en el menor tiempo posible en las condiciones dadas. (Harre 1987).
Pero la velocidad en fútbol es más que desplazarse rápido de un sitio a otro, depende de más factores que los eminentemente
condicionales y de la misma forma que estamos hablando de deportes de equipo no solo nos estamos refiriendo a la velocidad
en cuanto al aspecto individual del jugador, sino que también nos estamos refiriendo a la velocidad del equipo.
De esta podemos hablar de la velocidad específica en fútbol y la vamos a entender como:
La capacidad condicional que permite dar una respuesta motriz rápida y correcta (óptima) a los diferentes estímulos y
distintas necesidades que se suceden en el juego, así como la capacidad condicional que permite efectuar de forma
rápida óptima las acciones cognitivas y motrices necesarias para el desarrollo eficaz del juego. (Massafret 1999).
Capacidad múltiple, no solo compuesta de la velocidad de reacción, de las salidas y carreras rápidas, de la velocidad
gestual, sino también determinada por el rápido conocimiento y valoración de la situación de juego. (Benedek y Palfai
1980).
Factor de prestación que permite realizar acciones motrices, en las condiciones dadas, en el menor tiempo posible,
garantizando una anticipación, una precisión, la óptima aplicación de la fuerza..., en definitiva, posibilitando el
rendimiento competitivo buscado” (Martín Acero 1987).
A modo de conclusión podemos decir que la velocidad de un futbolista es la suma de la percepción, de la toma de ejecución y la
ejecución.:
Figura 48. Factores relacionados con la velocidad en deportes acíclicos. Garcia Manso, Navarro Valdivielso y Ruiz Caballero (1996)
47
Este cuadro nos introduce de forma gráfica en lo que debería consistir el trabajo de velocidad en el fútbol en cuanto a la velocidad
con base en la fuerza (Fuerza explosiva), la resistencia (Resistencia a la fuerza explosiva), marcada por una influencia de la técnica
y la toma de decisiones (Táctica).
Hasta aquí hemos hablado de la velocidad del futbolista a nivel individual, pero no hemos de olvidarnos de que estamos hablando
de la velocidad en deportes de equipo, por lo cual daremos un paso más allá para definir un concepto que desarrollaremos en
profundidad más adelante la velocidad del equipo.
- La capacidad de un equipo y/o jugador para resolver de manera óptima las tareas/ objetivos consubstanciales a las
diferentes fases y subfases del juego”. (modificado de A. Vales y A. Areces. 2002).
- La velocidad del equipo determinará la velocidad de juego por encima de la velocidad de cualquiera de sus
jugadores, por tanto las acciones de juego casi nunca vendrán determinadas con la velocidad con la que se desplazan
los jugadores, sino que normalmente se verá condicionada por la velocidad con que se mueve la pelota”. (García
Manso. 1996).
Así, comprobamos que debemos ampliar el concepto de la velocidad de los deportes colectivos ya que tradicionalmente las
manifestaciones de velocidad siempre se definían sobre la relación gesto técnico-individual.
48
Tabla 19. Manifestaciones de la velocidad a nivel individual.
49
- Velocidad máxima: Después de una aceleración segmentaria o global, acíclica o cíclica, es la máxima velocidad
obtenida.
Velocidad gestual (segmentaria): Todos aquellos recorridos segmentarios.
Independientemente del momento en el que se produce también podríamos hablar de las manifestaciones de la velocidad en
función de las relaciones que se establecen con otras cualidades físicas, las más relevantes serían:
Resistencia a la velocidad: Capacidad de efectuar durante todo el partido un número elevado de sprints sin que se produzca una
disminución elevada de la velocidad de desplazamiento.
Velocidad resistencia. Capacidad de mantener movimientos a velocidad máxima o submáxima. Son esfuerzos de 8” a 60.
b) Manifestaciones de la velocidad a nivel colectivo
Velocidad de juego: La podemos definir como: “La capacidad de un equipo para resolver de manera óptima las tareas/ objetivos
consubstanciales a las diferentes fases y subfases del juego.” (modificado de A.Vales y A.Areces. 2002).
Es la velocidad con la que el equipo se mueve para conseguir los objetivos.
El grado de esta manifestación dependerá de factores de naturaleza preferentemente táctica sobre los factores de carácter
energético funcional, aunque deben estar contemplados estos últimos. De ellos también dependerá el grado de la
manifestación que podamos alcanzar: energético, muscular o coordinativo.
Vales y Areces (2002) plantean una clasificación de la velocidad colectiva, como la llaman ellos, en el fútbol. Estructuran la
velocidad colectiva desde el aspecto ofensivo y desde el aspecto defensivo.
Velocidad ofensiva: Capacidad de un equipo para imponer un ritmo de juego elevado, manifestando rápidas circulaciones del
balón y jugadores en la aproximación a la portería adversaria.
- Velocidad de progresión de balón Capacidad de un equipo para trasladar rápidamente el centro del juego, desde
el sector de recuperación hacia los sectores propicios para la finalización, adaptándose a las circunstancias de cada
situación de juego.
- Velocidad de circulación de balón Capacidad de un equipo para transmitir/intercambiar rápidamente el balón
entre sus componentes, adaptándose a las circunstancias de cada situación de juego.
Velocidad defensiva: Capacidad de un equipo para imponer un ritmo de juego elevado, ejerciendo una fuerte presión sobre el
rival, orientada a interrumpir rápidamente y sin ceder terreno la acción ofensiva de éste.
- Velocidad de Recuperación Capacidad de un equipo para interrumpir rápidamente de forma momentánea o
definitiva la circulación del balón entre los componentes del equipo adversario, adaptándose a las circunstancias
de cada situación de juego.
50
4.3.3. Metodología del entrenamiento de la Velocidad
Antes de empezar a hablar de los diferentes métodos de entrenamiento de la velocidad, iniciaremos este punto con las pautas
de trabajo o con los condicionantes que debe tener cualquier tarea que diseñemos y planteemos a nuestros jugadores para
desarrollar dicha cualidad física.
Así haciendo una revisión de la bibliografía más relevante al respecto nos encontramos las siguientes recomendaciones en
cuanto al entrenamiento de velocidad:
La velocidad se debe entrenar después de un período de reposo y al comienzo de una sesión de entrenamiento.
El entrenamiento debe desarrollarse bajo altas condiciones de motivación y de esfuerzo mental total (concentración,
voluntad, atención).
Realizar los movimientos a máxima velocidad/intensidad.
Distancias cortas o similares a la competición, la duración de un ejercicio no deberá exceder de 7 a 8 segundos en los
futbolistas adultos.
Planificar una recuperación variable entre los ejercicios.
Variar las formas de entrenamiento: ejercicios de carrera, competencias, juegos (duelos por pareja para incrementar
la motivación y la máxima intensidad) y tareas integradas.
“Pocas” repeticiones. Un entrenamiento de la velocidad demasiado prolongado conduce a la fatiga, aumenta los
riesgos de lesiones musculares y de los ligamentos, y compromete la buena ejecución del ejercicio.
Utilizar acciones iguales o similares a las de competición (espacio y jugadores).
4.3.3.1. Métodos de entrenamiento
Dentro de los métodos de entrenamiento haremos solo una diferenciación entre los métodos analíticos y métodos
intregrados.
El entrenamiento de la velocidad con elementos separados (método analítico) y descontextualizados del juego se practica
frecuentemente con jóvenes jugadores, especialmente durante su fase de aprendizaje. Este método de entrenamiento
beneficia la intensidad máxima de la velocidad, la fuerza muscular y mental de los jóvenes. Es la base del entrenamiento de
la velocidad de ejecución y de reacción.
No obstante, la forma integrada de entrenamiento (velocidad + trabajo técnico, velocidad + trabajo técnico-táctico), que
favorece la calidad coordinativa, es fundamental en las sesiones de entrenamiento. Permite a los jugadores aplicar la
velocidad máxima en las acciones individuales y colectivas de juego. Se trata de la velocidad óptima del futbolista.
Es importante planificar un justo equilibrio entre las dos formas de entrenamiento mencionadas en la sesión de
entrenamiento de la velocidad.
Las características de trabajo de los métodos analíticos son las siguientes:
Intensidad del estímulo máximo o submáximo.
Recuperación variable
Duración del estímulo: 4-8 seg. 30-60mts
Volumen del estímulo: 3-5 series. 8 repeticiones
Efectos:
o Aumento de la fuerza (desarrollo de las
fibras de contracción rápida).
o Aumento de las reservas musculares de
energía.
51
Las características de trabajo de los métodos integrados son las siguientes:
Intensidad del estímulo submáximo.
Recuperaciones incompletas y activas.
Duración del estímulo: 0-10´´
Nº repeticiones: hasta 50 (depende del nivel del
equipo)
Nº jugadores: 4 (2x2), 5 (3x2), 6 (3x3), 7 (4x3), 8 (4
x 4), (3 x 3+ 2)
(En todos los métodos de entrenamiento que citamos anteriormente debemos respetar los aspectos metodológicos del
entrenamiento citados en el punto 4.3.3. Metodología del entrenamiento de velocidad.)
4.4. La Flexibilidad y sus métodos de entrenamiento
En este tema, vamos a intentar aclarar el concepto de flexibilidad, explicar los diferentes métodos para el desarrollo y el
entrenamiento de esta y su aplicación al entrenamiento del fútbol y del futbolista.
Cualquier actividad deportiva requiere un determinado grado de movilidad, flexibilidad o amplitud de movimiento (ADM) y el
fútbol no es una excepción. En el fútbol se requieren diferentes rangos de movilidad articular que permitan realizar los diferentes
gestos técnicos que nos demanda el entrenamiento y la competición.
52
Un deportista que tenga una amplitud de movimiento restringida observará una disminución del rendimiento: tendrá dificultad
para realizar determinados gestos técnicos que requieran de recorridos articulares grandes. Además, una pérdida de flexibilidad
va a provocar un menor movimiento de las articulaciones, un excesivo acortamiento y unos desequilibrios musculares que puede
ser foco generador de lesiones músculo-ligamentosas.
He aquí algunas de las razones de la importancia de un adecuado entrenamiento de flexibilidad en nuestros deportistas, que
tradicionalmente se ha considerado una capacidad física menor en el entrenamiento del fútbol.
4.4.1. Conceptos flexibilidad
Podemos encontrar diferentes términos a lo largo de la bibliografía que hacen referencia a este concepto como pueden ser:
movilidad articular, amplitud de movimiento (ADM), rango de movimiento (ROM), estiramiento, streaching, elasticidad,
complianza, etc; que nosotros vamos a englobar en cuanto al entrenamiento deportivo con el término de flexibilidad.
Así podemos definir flexibilidad como:
El rango máximo de movilidad articular o movilidad articular máxima (Porta, 1998).
Capacidad de movilidad articular de un segmento o articulación (Kirkendall, Gruber y Johnson, 1987)
Capacidad para movilizar un músculo en su gama plena de movimiento, con capacidad para recuperar su estado
inicial con el mismo nivel de fuerza y sin daño en otras estructuras (Rasch, 1989; Prentice, 1997; Alter, 2000).
Amplitud de movimiento de una/s articulación/es, reflejando la capacidad de las estructuras músculo-tendinosas de
estirarse dentro de los límites propios de cada articulación (Hubley-Kozey, 1991).
A modo de conclusión podemos definir la flexibilidad de forma sencilla, como la capacidad de ejecutar movimientos con soltura
y con la mayor amplitud de movilidad posible. Su objetivo es permitir al deportista “ejecutar movimientos de gran amplitud
articular por sí mismo o bajo la influencia de fuerzas externas” (Blum, 1996; Prentice, 1997).
La flexibilidad está determinada principalmente por dos factores, como elementos limitantes de la misma.
53
4.4.2. Tipos de flexibilidad
Para el estudio de los diversos tipos de flexibilidad, vamos a proponer las propuestas de Fleischman y Medveiev.
Fleischman (Manno, 1991; Porta, 1998), propone una clasificación de la flexibilidad en función del tipo de movimiento y según
este criterio podemos hablar de:
- Flexibilidad estática o pasiva: grado de movilidad alcanzado con movimientos lentos y realizados con ayuda
- Flexibilidad dinámica o activa: sería la movilidad alcanzada en la gran mayoría de los movimientos deportivos, generados por
fuerzas como la contracción del antagonista y efectos combinados de la gravedad u otros elementos externos.
Por su parte, Medveiev (en García Manso et al, 1996; Porta, 1998) establece una clasificación en relación con el grado de
desarrollo de esta y en función de este criterio podemos hablar de:
54
MÉTODOS
MÉTODOS
• Estiramiento
pasivo. • P.N.F
• Estiramiento • 3S de Holt
pasivo asistido.
• Stretching
Figura 57. Métodos para el entrenamiento de la flexibilidad
Métodos dinámicos
Se trata de realizar diferentes acciones a través del movimiento activo del deportista (balanceos, rebotes), o a través de un
compañero (tracciones), para provocar una deformación o estiramiento en el músculo rápida, que supere el límite del
estiramiento.
El riesgo puede estar en que como no hay tiempo suficiente para estimular el reflejo de estiramiento o la energía aplicada
• pueden provocarse daños en las diferentes estructuras (fibras musculares,
es superior a la contracción refleja del músculo,
fascias o unión miotendinosa) si la fuerza externa ejercida provoca una elongación excesiva.
55
Sin embargo, si se realiza con cierta precaución, es progresivo y el deportista tiene experiencia para determinar qué grado
de movimiento debe alcanzar antes del daño biológico, puede ser muy útil para mejorar la capacidad de elongación del
músculo, tendones y ligamentos. Además, estos ejercicios dinámicos permiten mantener la capacidad elástica del músculo
necesaria para acciones técnicas y de producción de fuerza, mientras que otros métodos estáticos la inhiben (Chu, 1993;
Cornwell et al, 2001).
Entre ellos encontramos los rebotes, balanceos, lanzamientos, tracciones. Se busca una posición y su movimiento y se
realizan de 5-10 repeticiones, con amplitud y velocidad creciente, con varias series de cada ejercicio.
56
ya que el propio sujeto cuando nota tensión busca una posición más cómoda, con lo que el avance es mínimo y es fácil
estancarse.
Es el método más adecuado para reducir el tono muscular (no tanto para el desarrollo puro de la flexibilidad), por tanto,
debería ser ésta la forma de estirar en la vuelta a la calma (Moeller, 1985; Henning et al, 1994).
Figura 60. Propuesta de estiramientos estáticos pasivos para el tren superior e inferior
57
Estiramientos estáticos pasivos
Este método consiste en realizar un estiramiento estático pasivo durante 20 segundos, seguido de relajación y nuevo avance
en el estiramiento de otros 20 segundos. Se trata de provocar relajación muscular por reflejo de estiramiento al estimular
los usos neuromusculares: cuando se estira un músculo, los sensores reciben esa tensión excesiva, con lo que envían una
orden al músculo para que se relaje y disminuya la tensión (con lo que se gana recorrido muscular, y se disminuye el tono
muscular).
Después de relajarse en la posición de estiramiento, el reflejo comienza a hacer efecto y desaparece parte de la tensión,
con lo que podemos avanzar a una nueva posición de estiramiento y repetir de nuevo el ciclo 2-3 veces. Podría
denominarse entonces estiramiento estático progresivo. Este método es una buena técnica para reducir el tono muscular.
Estiramientos pasivo-asistidos
La dinámica es similar al anterior, sólo que ahora se utiliza un elemento externo que permite aumentar la movilidad de la
articulación y mantener una posición de estiramiento más forzada.
1- Un estiramiento de 20´´.
2- seguido de una contracción isométrica del agonista o músculo estirado de entre 6-10 segundos (para conseguir una
nueva relajación sobre el músculo).
Según diferentes estudios, este método es de los que resulta más eficaz en el desarrollo de la flexibilidad (Nelson, 1986;
Handel, 1997; Kjaer et al, 2003)..
Ideado por Holt (1974) después de aplicar las bases del PNF de Kabat al deporte. Para llevarlo a la práctica se requiere
un proceso que dura al menos 60 segundos y que consta de tres fases:
58
1- Se busca una posición de máximo estiramiento mantenida 20 segundos.
2- Se realiza la contracción isométrica del agonista (músculo que se estira) durante 6 segundos.
Toda esta secuencia es seguida de relajación, y una nueva repetición de los tres procesos. Este método provocaría los
mejores efectos para el desarrollo de la flexibilidad por vía muscular.
Los dos métodos (dinámicos y estáticos) son compatibles en el entrenamiento del futbolista, y están reconocidos como métodos
para mejorar y mantener la flexibilidad, siendo un factor determinante para la recuperación de la capacidad general
de rendimiento del jugador.
El entrenamiento de la flexibilidad deberá estar presente en todos los entrenamientos, durante el calentamiento, y/o durante
el enfriamiento. Más aún, deberá integrarse en el programa general de entrenamiento al menos dos veces por semana, durante
10 a 15 minutos.
El estiramiento por sí no es suficiente para mejorar la flexibilidad: deberá completarse con un entrenamiento dinámico de
la flexibilidad (trabajo de movilidad y de elasticidad).
59
El método de entrenamiento por estiramiento estático (extensión o elongación), es la forma más utilizada, consistente
en estirar lenta y progresivamente los músculos, hasta llegar al punto de tensión que se desea conservar.
El acortamiento de los grupos musculares como resultado de un esfuerzo puede tener efectos adversos para las articulaciones,
y provocar, en particular, la sobrecarga de los cartílagos articulares. Los tendones de los músculos acortados reaccionan
frecuentemente con inflamación de las inserciones. Los músculos contracturados y que no han sido debidamente estirados
corren el riesgo de romperse.
El estiramiento no es esencial en jugadores antes de la pubertad. No obstante, a fin de acostumbrar a los jugadores al concepto
del estiramiento, se recomienda introducirlo dos o tres veces por semana al final de una sesión de entrenamiento para jugadores
en la etapa inicial.
•Deterioro de la coordinación.
La flexibilidad es importante para que el deportista pueda ejecutar con soltura, armonía y en toda su amplitud todos los
movimientos definidos por las articulaciones. Con un buen desarrollo de la flexibilidad vamos a mejorar la eficacia en las acciones
del futbolista y disminuiremos el riesgo de lesiones.
•La flexibilidad influye en el desarrollo general y especial de otras cualidades físicas. Así para tener una buena fuerza,
velocidad…; se requiere tener una gran movilidad de nuestros segmentos óseos y una gran movilidad articular. Así, para
desarrollar fuerza, esta será mayor si el movimiento se realiza con el músculo en su elongación óptima que si lo hace en
una menor.
• La flexibilidad influye en la ejecución técnica. Ya que la amplitud de los movimientos aumenta la capacidad mecánica
del músculo y su energía, lo que se traduce en una mejor ejecución del gesto técnico en cuestión.
Si analizamos los rangos de flexibilidad/movilidad articular que nos demanda el fútbol nos encontramos que estamos ante un
deporte que implica una serie de exigencias de flexibilidad, centradas en una amplitud de movimiento moderada.
También sabemos que estos gestos se dan bajo requerimientos de fuerza y velocidad, por lo que se debe hablar de flexibilidad
dinámica o activa en el caso del futbolista.
Así pues, hay que considerar varios aspectos en el desarrollo de la flexibilidad en el fútbol:
El entrenamiento debe garantizar que las posibilidades de movimiento del futbolista cubran dichas exigencias. Además,
asegurará también el rango extra de movilidad que aporte cierta seguridad ante lesiones por sobreestiramiento muscular o
ligamentoso (flexibilidad residual). Pero por otra parte esta exigencia de movilidad no debe interferir en la capacidad para
estabilizar las articulaciones, ya que el futbolista requiere movilidad y estabilidad en dichas articulaciones (rodilla, tobillo, …).
60
Así tendremos que encontrar una situación equilibrio artromuscular, donde se desarrolle la flexibilidad residual de forma
preventiva, sin llegar a niveles de flexibilidad máxima que puedan provocar excesiva laxitud ligamentosa.
El trabajo de flexibilidad en el fútbol se orienta genéricamente a dos grandes objetivos: desarrollo de determinados niveles de
movilidad articular y/o extensibilidad muscular, y regulación del tono como vía para la recuperación muscular. Ambos objetivos
se intentan conseguir a través de los estiramientos, de manera que no sólo se estira para desarrollar la flexibilidad, sino también
para reducir el tono muscular.
Así, algunas de las actividades relacionadas con el trabajo de esta cualidad física como pueden ser los estiramientos, son parte
ya esencial de los programas y sesiones de entrenamiento y competición. De hecho, están presentes de forma casi diaria en
diferentes partes de la sesión (calentamiento, vuelta a la calma, descanso activo entre ejercicios o repeticiones, etc.), y podría
decirse que constituyen en torno al 5-10% del tiempo total de preparación.
Durante la sesión de entrenamiento realizaremos estiramiento en las diferentes partes y con distintos objetivos:
Tabla 22. Propuesta de objetivos para la flexibilidad según el momento de la sesión de entrenamiento
61
5. LOS MODELOS DE PLANIFICACIÓN
62
fin claramente colectivo del equipo y la planificación individual de cada componente, de cada jugador, cuyo referente es su
nivel de desarrollo formativo.
En definitiva:
La planificación es una propuesta teórica de todos los elementos presentes en el entrenamiento.
La planificación nos permite controlar y reajustar el entrenamiento con el fin de optimizar resultados.
La planificación deportiva está basada en un modelo, por lo tanto, es hipotética, flexible y está sujeta a diferentes
interpretaciones.
La preparación y la competición no es por tanto un proceso espontáneo y sin racionalizar. Se ha de poseer una
capacidad de respuesta instantánea debida a los conocimientos previos observados y los resultados deseados.
“En la lucha deportiva en competición, cuando las fuerzas están igualadas, la victoria la obtienen aquellos que utilizan planes
preparados de antemano. Hay que saber evaluar la situación de juego, elegir rápidamente la solución adecuada y aplicarla sin
demora” (Bordanov, citado por Naglak, Z. 1978).
A lo largo de la historia del entrenamiento deportivo se han desarrollado y empleado diversos modelos de planificación los
cuales han ido evolucionando y modificándose a la par que lo han hecho los retos propios del proceso de entrenamiento y el
cuerpo de conocimientos disponible en cada momento histórico. Los autores J.M. García Manso, M. Navarro Valdivieso y J.A.
Caballero (1996), teniendo como criterio principal, el aspecto metodológico, distinguen tres fases o etapas en el proceso
histórico de desarrollo de los modelos de planificación, a saber:
1ª fase: Desde los orígenes hasta 1950, año en el que se inicia la sistematización del proceso planificador.
2ª fase: De 1950 a 1980, momento en que se hace un replanteamiento y cuestionamiento de los modelos
denominados clásicos y empiezan a aparecer nuevos modelos.
3ª fase: De 1980 a nuestros días, enmarcados por una gran revolución científica de esta clase de conocimientos.
De acuerdo con esta evolución y desarrollo histórico, nos centraremos en la tercera fase, correspondiente a los modelos
contemporáneos, por ser los más utilizados en el fútbol actual.
63
MODELOS
CONTEMPORÁNEOS
(de 1980 a nuestros días)
Caracterizados a Caracterizados a
través del propio través del
deporte deportista
Modelo de
Bloques Modelo de Modelo
Concentrados Modelo Prolongado Cognitivista
de Integrador de Estado de deSEIRUL-LO
VERKHOSHANS BONDARCHUK Forma de
KY BOMPA
ATR de Periodización
ISSURIN y Táctica de V.
KAVERIN FRADE
64
2. Mesociclo de Transformación: Tiene como objetivo la transformación de ese potencial técnico y motor
general en potencial específico. Sobre la base de la fuerza desarrollada, aumenta la resistencia de fuerza
específica, y sobre la base del desarrollo aeróbico se perfecciona el abastecimiento energético mixto (aeróbico-
anaeróbico), incrementándose el entrenamiento de la resistencia específica, así como el de la técnica en
condiciones específicas. Este tipo de mesociclo está caracterizado por máxima carga y acumulación de fatiga;
una cantidad esencial de este entrenamiento debe ser ejecutado en un estado fatigado.
3. Mesociclo de Realización: Tiene como objetivo el logro de la mejor forma deportiva, afinando al
máximo el potencial técnico y motor del deportista. El entrenamiento principal en este mesociclo se centra en
la condición física integrada que, típicamente, incluye el trabajo de la velocidad en condiciones técnico-tácticas
competitivas, en un estado bien descansado.
5.2.1.1. Ordenamiento de los mesociclos
La secuencia de los mesociclos es la que sigue, donde podemos ver en la tabla 23 tanto los objetivos como los contenidos
a insertar en cada espacio temporal:
Tabla 23. Objetivos y contenidos de cada mesociclo dentro del modelo ATR
Figura 66. Propuesta de contenidos condicionales en cada mesociclo bajo el modelo ATR
65
5.2.1.2. Características principales del modelo ATR
Concentración del trabajo en capacidades/objetivos. Se renuncia al entrenamiento simultáneo de muchas cualidades
y se concentra el efecto del entrenamiento en un menor número de capacidades. La experiencia, en la preparación
de deportistas de élite, muestra que el número óptimo de capacidades/objetivos que pueden ser simultáneamente
desarrolladas incluye dos capacidades motoras y una peculiaridad esencial de la técnica.
Secuenciación de mesociclos basados en la superposición de efectos de entrenamiento residuales. El entrenamiento
debe iniciarse desarrollando aquellas capacidades que generen el mayor efecto residual. Dado que el entrenamiento
de resistencia aeróbica y de fuerza máxima posee el mayor efecto residual, esta clase de entrenamientos deben ser
la base sobre la cual se implementen las acciones posteriores. El mesociclo posterior debe orientarse al desarrollo de
capacidades con efectos residuales medios tales como la fuerza-resistencia y la capacidad anaeróbica, y el mesociclo
final, de realización, debe incluir las cargas de menor efecto residual, anaeróbicas alácticas, competición, etc.
La ordenación de diferentes macrociclos a lo largo de la temporada. El macrociclo ATR siempre presenta la
secuenciación de los 3 mesociclos concentrados: (1) Acumulación, (2) Transformación, (3) Realización. Al finalizar cada
mesociclo de realización, el deportista debe de estar en condiciones de conseguir los mejores registros, razón por la
cual en ese momento deben de incluirse las competiciones. Como unidad estructural de entrenamiento, los
mesociclos poseerán una duración suficientemente larga para alcanzar los cambios morfológicos, energéticos y
coordinativos que sean necesarios, lo que exige la atención preferente al entrenamiento de determinadas
capacidades. Los mesociclos duran de 14 a 28 días.
La distribución racional de macrociclos en el plan anual. En la práctica esta distribución depende:
Del momento e importancia de las competiciones dentro del ciclo anual. Debido a que el número de
competiciones a principio del ciclo de entrenamiento es mucho menor y el entrenamiento se centra en la
formación de los fundamentos básicos de la preparación, la duración de primeros macrociclos del ciclo de
preparación debería ser de mayor duración (alargando especialmente el mesociclo de acumulación).
Del nivel de calificación del deportista. Una característica particular del deporte de élite es la participación en
muchas competiciones durante gran parte de la temporada. Por esta razón los deportistas de élite,
usualmente, tienen más macrociclos que los de clase media. Otra razón es que los deportistas de clase media-
baja realizan un entrenamiento más generalizado y menos concentrado que requiere períodos más
prolongados de adaptación. En consecuencia, tienen menos macrociclos y más largos.
De la especificidad (peculiaridades) del deporte. Se debe poner atención en la formulación y distribución de
los macrociclos durante los períodos competitivos, como puede ser en los deportes colectivos. Por ejemplo,
la práctica de torneos en fútbol requiere una duración más prolongada de los macrociclos en el período
competitivo.
Figura 67. Propuesta de planificación acorde a las competiciones con el modelo ATR
66
Variaciones en la planificación con diferentes planteamientos de los ciclos de entrenamiento: a)
Planteamiento con 3 mesociclos diferentes, y b) planteamiento con 5, 4 y 3 mesociclos.
El entrenamiento consecutivo de acumulación, transformación y realización es la mejor forma para obtener una
concentración más elevada de cargas de entrenamiento. Más aún, este diseño de entrenamiento hace más fácil
planificar e interpretar la preparación de acuerdo con el repertorio de ejercicios, programa de evaluación, empleo de
los medios de recuperación y condiciones de nutrición.
Aumenta la eficacia en el control del entrenamiento. Como el objetivo sobre el que actúa el entrenamiento se
restringe en cada mesociclo, se puede registrar los cambios justamente en las capacidades sobre las cuales se actúa
preferentemente.
5.2.1.3. Propuesta de contenidos, métodos y medios en un modelo ATR para fútbol
Figura 68. Propuesta de planificación de las capacidades condicionales por cada mesociclo en un modelo ATR
Figura 69. Distribución y evolución de las capacidades condicionales a lo largo de los cuatro Macrociclos
67
Entre las ventajas más señaladas del sistema
contemporáneo se encuentra la oportunidad de
conseguir efectos de entrenamiento más selectivos,
inmediatos y acumulativos. Más aún, el efecto
residual de entrenamiento de un mesociclo y la fase
de entrenamiento precedente podría utilizarse para
estimular las reacciones de un deportista sobre otro
tipo de ejercicios. Esto está en oposición directa con
el diseño convencional, puesto que el deportista
entrena simultáneamente para muchas
capacidades, y el efecto inmediato de
entrenamiento de cada ejercicio y de cada sesión se
ve disminuido. Unos períodos muy prolongados de
trabajo para la condición física general en el período
preparatorio no garantizan un nivel óptimo de
fuerza máxima y de resistencia aeróbica en el
Figura 70. Diseños alternativos de un ciclo de entrenamiento de un año
momento de las competiciones principales.
Otras facilidades adicionales de la periodización contemporánea se encuentran en las posibilidades para mejorar el control
de los mesociclos, transformar la perfección técnica de acuerdo con la especificidad del mesociclo, compilar los programas
más especializados de recuperación, y corregir el programa de entrenamiento del mesociclo basado en la experiencia del
macrociclo de entrenamiento precedente.
En la siguiente tabla se representan las ventajas principales de la periodización contemporánea y sus pre-requisitos básicos.
68
Tabla 25. Ventajas de la periodización contemporánea sobre la periodización convencional
69
Es una propuesta aplicable a los deportes en los que la situación
de competición no es estable, está cargada de incertidumbre y se
presentan grandes niveles de interacción, de cooperación-
oposición.
Se desprende de todo ello un nuevo paradigma que no es conocer
el deporte, sino conocer al deportista, y las teorías cognitivas y
estructuralistas nos acercan al conocimiento del ser humano.
Estas teorías se centran en el conocimiento de la persona como
ser vivo, como una estructura hipercompleja que se articula a
través de las relaciones de seis capacidades. Estas estructuras
evolucionan y están conectadas entre sí, en tanto en cuanto su
intervención con el medio y con ellos mismos.
En este sentido fue el profesor Seirul-lo quien rompió con las
planificaciones rígidas y cerradas, presentando una propuesta
integradora llamada “MICROESTRUCTURACIÓN”.
Figura 71. Componentes del modelo cognitivista de Seiru-lo
El modelo de Seirul-lo es un microciclo auto-estructurado, con su propia unidad funcional, integrado en la temporada,
compuesto por tantas microestructuras como sean necesarias para completar el tiempo total de competiciones.
La microestructura vendrá determinada por el acoplamiento idóneo entre las características del individuo y su estado de forma,
la carga de entrenamiento y su orientación y el calendario de competición.
Además, cada una de esas microestructuras es dependiente de las demás que componen la temporada y, a su vez, en ella se
contemplan los elementos de carga que permite estar en el estado de forma deseado al final la microestructura, para poder
competir al más alto nivel, el fin de semana y/o durante la semana.
Respuesta biológica
Figura 72. Ejemplo de microestructura de Seirul-lo con 1 partido en domingo, y con 2 partidos, en miércoles y domingo
70
Figura 73. Ejemplo de especificada de la carga bajo el modelo cognitivista. BT: bloque de temporada / I: Intensidad / V.T.T.: Volumen técnico-táctico /
V.C.G.: Volumen de Cualidad General
Pero la gran pregunta que surge entonces es: ¿Cómo conseguimos integrar todos los elementos propios del entrenamiento
y mantener o mejorar la forma del jugador y/o equipo a lo largo de toda la temporada?
Seirul-lo sostiene que el entrenador debe proponer “esquemas motores” aplicables a situaciones variables (evitando los
modelos cerrados), modificando la organización de los acontecimientos y situaciones del entorno, para estimular al
deportista al autoaprendizaje, de modo que desarrolle nuevos comportamientos, basándose en la interpretación que puede
hacer sobre lo vivido. Así, los intereses de los deportistas y sus tiempos son los que marcan el ritmo del proceso.
Propone diseñar lo que él denomina “Situaciones Simuladoras Preferenciales”, es decir, crear situaciones que simulen al
propio juego y que incidan sobre alguna de las estructuras de la persona de manera preferente. Tareas reales de interacción
en las que para resolverlas sea necesaria la optimización de alguna de estas estructuras respecto a otras.
El jugador no deja de ser un ser humano que está en constante estado de evolución y adaptación, en donde se interrelacionan
sentimientos, emociones, procesos de información, relaciones sociales, inteligencia y por lo tanto su entrenamiento debe
ser enfocado como “un todo organizado” (Teoría general de los Sistemas) en los que se pretende hallar reglas generales o
situaciones válidas y aplicables a cualquier sistema y en cualquier nivel de la realidad.
De este modo la orientación de las cargas de entrenamiento está supeditada a la estructura condicional, coordinativa y
también cognitiva, del proceso de entrenamiento, destacando la interrelación de todas ellas (pues todas aparecen juntas,
durante la ejecución de cualquier acción deportiva).
71
Figura 75. Propuesta de organización semanal para el trabajo de las estructuras cognitivas
Existe una prioridad diferenciada cada día de entrenamiento semanal, ajustada a las necesidades del deportista. Hacia el
final de la semana se integran todas las prioridades de la síntesis preparatoria.
Los contenidos totales de cada microciclo se relacionan con los sucesivos y próximos microciclos, para obtener altos niveles
de optimización de las estructuras.
¿Cómo se manifiesta la dinámica de cargas durante el microciclo?
Dado que la temporada presenta diversas fases, se emplean diferentes dinámicas en cada una de ellas.
¿Cómo se controla el volumen? A través del tiempo total del entrenamiento.
¿Cómo se controla la intensidad? A través de la ESPECIFICIDAD de la carga de los contenidos. En el microciclo estructurado
se puede ver como:
El volumen disminuirá a medida que éste se acerca a la competición, sobre todo a partir del jueves.
La intensidad aumentará progresivamente a medida que se acerca el partido.
La frecuencia cardiaca suele tener también una tendencia creciente pero la Fc media conseguida disminuye en los
últimos días del microciclo (mayores pausas) para que se pueda dar el fenómeno de la supercompensación.
72
En el microciclo anterior al inicio de liga, el
volumen disminuye y se ajusta al valor
medio del que se empleará durante el
periodo de las competiciones. En cuanto a
la Intensidad, en la Pretemporada, se inicia
baja y a medida que pasan las semanas
aumentará progresivamente hasta situarse
en un valor alto (70- 80% tanto de
especificidad como de Fc) pero no máximo.
Plantea concentrar el volumen de las
capacidades condicionales específicas en la Figura 77. Ejemplo sobre la especificidad de la carga. V.C.C.E.: Volumen concentrado de condición
unidad de tiempo. específica / V.T.T.: Volumen Técnico-Táctico / V.C.G.: Volumen de Cualidad General
Generalmente a final de Pretemporada se intenta ubicar varias competiciones amistosas cuya finalidad será aumentar el
carácter específico y competitivo de los ejercicios y así aumentar la intensidad del entrenamiento.
Hay que desterrar viejos preceptos que indican que la dinámica de cargas de la pretemporada sirve para preparar toda la
Temporada. Un jugador profesional de hoy en día pierde, en líneas generales, muy pocas adaptaciones físicas en la época de
transición. La pretemporada debe buscar como objetivo recuperar el nivel de esas adaptaciones (individualizar en lo posible
los entrenamientos) y preparar los primeros partidos de Liga.
¿Cómo se manifiesta la dinámica de cargas durante la Temporada?
Se utilizarán las cargas de tipo Uniforme, caracterizadas por presentar unos porcentajes de volumen e intensidad muy
parecidos y sin presencia de grandes oscilaciones durante todo el periodo competitivo.
El volumen tenderá a disminuir de forma muy
paulatina llegando a sus valores más pequeños
(50%- 60%) al final de la liga, donde generalmente
se disputan los objetivos (títulos, ascensos, evitar el
descenso, plazas europeas). La intensidad suele
presentar una tendencia contraria llegándose al
final del campeonato a su máximo valor (90%-95%).
Las curvas de volumen e intensidad, a lo largo de la
temporada, siguen un diseño similar al propuesto
por Tschiene, para poder mantener la plataforma de
Figura 78. Ejemplo de cuantificación de la carga durante la temporada
alta forma deportiva.
Algunos entrenadores y preparadores físicos alteran un poco estas dinámicas en función del rival que toca en el microciclo,
pero igual sería más adecuado no modificarlas mucho y sí jugar más con la variedad de contenidos y en la motivación extra
en los partidos clave.
La siguiente pregunta que surge es: ¿Cómo organizamos los contenidos de cada microestructura?
Mediante una serie de cambios en el planteamiento de los ejercicios o tareas. La tarea es una situación simuladora del juego,
modificada y/o aceptada para incidir sobre determinados aspectos de nuestros jugadores y equipo que deseamos mejorar.
La tarea está compuesta por un contenido y por unas condiciones que acompañan su realización (el número de repeticiones,
la intensidad, el descanso, las consignas a respetar en su ejecución, etc.) La semejanza de todos estos componentes con el
juego determinará el nivel de especificidad de la tarea.
En función del predominio del carácter de las situaciones de una tarea habla de:
Tareas de carácter Genérico (GENÉRICAS): la naturaleza y la organización de la carga es totalmente diferente a la
manifestada en la competición. Por ejemplo, para un futbolista en el Periodo Transitorio, mejorar su resistencia
realizando excursiones en bicicleta.
73
Tareas de carácter General (GENERALES): la naturaleza y la organización de la carga es algo parecida a la observada en
competición, pero la toma de decisión es nula. Un ejemplo podría ser realizar un fartleck sin balón en el campo de
fútbol. El criterio es aproximar la capacidad básica (fuerza, velocidad, resistencia) al deporte que en cuestión.
Tareas de carácter Dirigido (DIRIGIDAS): la naturaleza y la organización de la carga se asemeja a la observada en
competición. Incluyen elementos coordinativos específicos y toma de decisiones inespecíficas. Por ejemplo, un circuito
técnico donde se incluya el balón con los elementos que conforman la fuerza (saltos, lucha, carreras y golpeo a portería).
Tareas de carácter Especial (ESPECÍFICAS O ESPECIALES): La naturaleza y organización de la carga es parecida a la de la
competición. La toma de de decisión es específica. Por ejemplo, una conservación 4 x 4 con 3 comodines. Son ejercicios
que permiten optimizar los aspectos técnico- tácticos del jugador.
Tareas de carácter competitivo (COMPETITIVAS): aquellas que están compuestas por contenidos competitivos. Por
ejemplo, un partido 8 x 8 con porteros con principios y subprincipios tácticos concretos (demarcaciones habituales de
los jugadores). Ejercicios que logran superar o igualar, de una forma parcial, las situaciones en que se manifiestan las
cualidades en la competición.
Tabla 26. Tipos de microciclos estructurados durante la temporada, tareas y porcentaje realizado en cada uno de estos
El INEFC de Barcelona, basándose en el modelo de planificación del profesor Seirul-lo, y en consenso con él, ha redefinido y
diferenciado una serie de características de los microciclos estructurados para deportes de equipo.
74
a) Microciclo Preparatorio. Se caracteriza en la fase regenerativa en el predominio de sesiones de carácter genérico y
general. Pero ya durante en el inicio de Pretemporada se alternan muchas más sesiones de carácter general y dirigidas y
también algunas de carácter especial despreciándose por completo aquellas que son de carácter genérico (esquí de fondo o
natación, por ejemplo).
b) Microciclo de Transformación dirigido. Se caracterizan por un predominio de carácter dirigido y especial. Se emplean ya
desde la segunda semana en Pretemporada y a lo largo de ésta hasta el último microciclo antes de la primera semana de
competición. La razón que se da para ello (en controversia con otros modelos de planificación) es que durante la corta fase
de transición (4 semanas generalmente) las adaptaciones fisiológicas y musculares que se pierden, en jugadores
profesionales de alto nivel, son pocas y con ello no es preciso abusar de sesiones generales y/o genéricas y en métodos
(fuerza máxima, extensivos, continuos, etc.) de difícil transferencia al fútbol.
Hay que llegar lo más rápidamente posible a un estado de forma bueno (Bompa) y tratar de mantenerlo durante toda la
temporada con sinergias apropiadas.
Ya en temporada se utilizarán de forma estratégica dependiendo del calendario competitivo del equipo (en semanas de poca
actividad competitiva).
c) Microciclo de Transformación especial. Donde predominan las sesiones de carácter especial y dirigido sobre las de
carácter competitivo.
d) Microciclo de Mantenimiento: Existe un equilibrio entre las sesiones de orientación dirigida y especial con las de tipo
competitivo. Este microciclo es el que impera durante toda la fase competitiva.
e) Microciclo de Competición: Se caracteriza por presentar un claro dominio de las sesiones especiales y de competiciones.
Se emplea en muchos momentos de la liga donde se dan partidos de gran trascendencia o semanas donde debemos jugar 3
partidos.
5.2.2.3. Organización de las cargas según el tipo de microciclo estructurado
Los microciclos de un solo partido a la semana se
organizarán de la siguiente forma: al inicio de semana se
aplica un bloque concentrado de carga condicional
general y/o específica, y a medida que se acerca el
partido del fin de semana se centrarán más en las tareas
de orden especial y competitivo. Las sesiones de mayor Tabla 27. Ejemplo de microciclo de mantenimiento con un solo partido de
contenido físico se realizarán el martes y miércoles (si se competición. Seirul-lo. F. 1993 y F.C. Barcelona. Temporada 2005-06
jugó el domingo). El resto de las sesiones se centrarán
en el trabajo específico con balón (situaciones técnico-
tácticas).
Cuando en el microciclo haya dos partidos en una misma
semana, se utilizará el primer partido como carga
específica y se adaptan las sesiones de entrenamiento
de la semana para optimizar el rendimiento de los
jugadores y poder afrontar los dos partidos en buenas
condiciones.
Tabla 28. Ejemplo de microciclo con dos partidos. Seirul-lo, F. 1993 y F.C. Barcelona. Temp
2005-06
Dinámica de las cargas en el periodo Transitorio.
El objetivo de esta fase es una pérdida de forma específica y un mantenimiento de la genérica. En una primera la dinámica
de las cargas de se desploma y en una segunda fase, anterior a la pretemporada, los porcentajes de los componentes de la
carga irán progresivamente aumentando, siendo el volumen quien predomina claramente sobre la intensidad. De esta forma
evitaremos las sobrecargas musculares tan típicas de las primeras semanas de pretemporada.
75
.
Figura 80. Fases del microciclo y ejemplos
5.2.2.4. Fases del microciclo y ejemplos
En los deportes de equipo como el fútbol, el microciclo es la unidad temporal más importante de las estructuras que
configuran el proceso de la planificación. La dinámica de las cargas que se plantee debe permitir al jugador rendir a un nivel
muy bueno u óptimo uno o dos días dentro del microciclo.
Tabla 30. Ejemplo de microciclo donde se establecen las fases y la organización de los contenidos para 1 competición semanal
Tabla 31. Ejemplo de microciclo donde se establecen las fases y la organización de los contenidos para 2 competiciones semanales
Los factores básicos que tendremos en cuenta para diseñar el microciclo son los que describe Yagüe (2003):
a) Características de los jugadores. Edad y tiempo que llevan entrenando. Tener en cuenta la magnitud y recuperación de
las cargas (individualización del entreno en la medida que sea posible).
b) Partido anterior. Evaluar el estado físico y anímico del equipo.
c) Partido siguiente. Analizar al adversario y programar el entrenamiento para afrontar con garantías el próximo envite.
76
d) Lugar que ocupa el microciclo dentro de la temporada. Relacionarlo con la dinámica de cargas y el momento de la
temporada.
77
5.2.2.5. Ejemplo de un microciclo estructurado de mantenimiento en la fase de competiciones. (F.C. Barcelona.
Temporada 2007-08
78
Figura 82: La táctica como principal elemento de diseño de microciclo
Xavier Tamarit la define del siguiente modo: “La periodización táctica es una metodología de entrenamiento cuya preocupación
máxima es el jugar que un equipo pretende producir en la competición. Es por ello que el Modelo de juego se asume como guía
de todo el proceso, produciéndose una modelación a través de los Principios, Subprincipios y Sub-SubPrincipios del juego que lo
forman, consiguiendo alcanzar una adaptación específica y de calidad al respetar los principios metodológicos que lo
sustentan”.
La planificación de los microciclos va a ir por tanto enteramente enfocada al desarrollo de la táctica, concretamente al
desarrollo del Modelo de Juego del equipo.
¿Cómo se puede definir y qué importancia tiene el Modelo de Juego?
El Modelo de Juego puede ser considerado como el conjunto de comportamientos idealizados por el Cuerpo Técnico y que
deseamos que nuestro equipo realice durante un encuentro, dentro de todas las dimensiones que presenta el fútbol, táctica,
técnica, psicológica, física dentro de otras que también pueden ser incluidas en éstas, y que deben ser valoradas por igual,
como las dimensiones afectivas y social.
MODELO
INTENCIÓN CONCRETIZACIÓN
(Plano conceptual) (Plano de realización)
“Conectados”
REFLEXIÓN
79
Tamarit define el Modelo de Juego como la “organización que presenta un equipo en cada momento del juego”. Es una visión
futura de cómo pretendemos que el equipo se comporte regularmente en los diferentes momentos del juego, no debiendo
confundirlo con el sistema de juego del equipo.
Es importante definir que todo entrenador tiene un modelo de juego, aún cuando no lo sepa, porque cualquier
comportamiento presentado por un equipo lleva a un modelo de juego que será cómo va a jugar ese equipo y qué
comportamientos llevará a cabo.
Según Tamarit, el Modelo de Juego no sólo quedará establecido por la intención del entrenador, sino que también estará
condicionado por la cultura del país, la historia y cultura del club (contraste Barcelona y Real Madrid), la estructura de objetivos
del club, el sistema de juego, y las características y el nivel de los jugadores. Este conjunto de variables armará, desde un punto
de vista teórico, la “intención previa” del Modelo de Juego.
“Ese Modelo, como Modelo que es, se asume siempre como una conjetura y está permanentemente abierto a factores
individuales y colectivos, por eso, en continua construcción, nunca es, ni será, algo adquirido-estático-acabado. El Modelo final
es siempre inalcanzable, porque está siempre en reconstrucción, en constante evolución" José Guilherme Oliveira.
El Modelo de Juego se monta y sustenta sobre la puesta en práctica de diversos principios establecidos por el entrenador,
estando a su vez estructurados de una forma jerárquica en subprincipios y sub-subprincipios en cada una de las cuatro fases o
momentos del juego: ataque, defensa, y transiciones ataque-defensa y defensa-ataque.
Es por tanto el Modelo de Juego el que va a marcar la planificación, y a partir de él se van a plantear las tareas de entrenamiento,
siguiendo el principio de propensión, según el cual la repetición de diversas tareas va a favorecer la aparición de las conductas
deseadas.
Como afirma Tamarit, “cuando llegamos a un equipo, cada jugador tiene una idea de juego, y nuestra pretensión es que todos
pasen a tener una idea de juego común. El problema es el subconsciente. Si queremos que el delantero juegue bien abierto
cuando antes lo hacía cerrado, los primeros 15 minutos del partido lo vas a tener pegado a la raya, pero después se tirará hacia
adentro porque fue lo que siempre hizo”. La clave está en desarrollar, a partir del Modelo, la planificación, organización y
estructura de cada entrenamiento.
Plantea “deshabituar costumbres” para que cada jugador se aleje de su intención individual para hacer algo colectivo. Hay que
crear patrones de respuesta ante situaciones que el juego me va a exigir. “Hay que crear hábitos. El 90% de las decisiones que
tomamos son a través del subconsciente, están adquiridas, no las decidimos al momento. Por eso si no lo entrenamos, por más
que se les pida cosas a los jugadores, no las van a hacer”.
Como el patrón de planificación, Morfociclo Patrón (MP), va de “partido a partido”, abarca entrenar la idea de juego más lo
que haya que corregir del partido anterior, más lo que se pretende hacer en función del próximo rival. Todo esto a través de
una mirada global, donde el trabajo táctico incluye lo técnico, físico y mental, sin perder que todo se haga sobre situaciones
reales de juego: “debemos lograr, a través de la creación de ejercicios contextualizados, que aparezca un gran número de veces
lo que queremos que nuestros jugadores vivencien y adquieran”.
Pasemos a detallar los postulados clave relacionados con la Periodización Táctica:
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resolución de los problemas que sean sub-conscientes. La especificidad que creamos en los entrenamientos va a permitir que
el jugador se adapte a una determinada forma de jugar que, en consecuencia, de esto en la competición se anticipe a un
conjunto de situaciones permitiendo una respuesta bastante más rápida” Rui Faría.
El entrenar en Especificidad permite que los jugadores no lleguen al olvido de los Principios y Sub-principios que conforman el
Modelo de Juego, ya que éstos están siendo entrenados en todo momento, así como de habilidades táctico-técnicas
fundamentales para dicho Modelo.
Como dice Vítor Frade, “en esta Metodología, el Principio de Especificidad, que debe ser cumplido en todo momento del
entrenamiento, pasa a determinarse como el Principio de Principios de la Periodización Táctica”.
La Supra-dimensión Táctica.
“Lo táctico no es físico, ni es técnico, ni es psicológico, pero necesita de ellas para manifestarse” Vítor Frade.
Para esta metodología, la Supra-dimensión Táctica será la que regule todo el proceso.
“El modelo de juego adoptado y los diferentes principios de juego deben ser sujetos a un cuidadoso proceso de
planificación y periodización dinámicos, lo que presupone que el componente físico, técnico y psicológico aparecen
arrastrados por el componente táctico, pero siempre en paralelo” José Guilherme Oliveira.
“Conseguir un Modelo de Juego lleva tiempo, por ello es necesario entrenarlo desde el primer día de entrenamiento y
subordinarlo todo a la supra-dimensión táctica. Será el principio de Especificidad quien dirija la Periodización Táctica. La
forma de jugar caracterizada por ciertos Principios y Sub-principios que conforman un Modelo de Juego (permitiendo
la aparición del resto de dimensiones por arrastre) provoca que cada ejercicio esté dotado de una Especificidad del
juego que queremos. O sea, siempre estamos entrenando nuestro juego” Vítor Frade.
La Repetición Sistemática.
“Sólo el movimiento intencional es educativo. Estamos diciendo que ese hábito que pretendemos crear en el jugador,
a través de la repetición sistemática, debe ser intencional y contextualizado al Modelo de Juego pretendido. Es por ello
que hay que entender la necesidad de emergencia de la dimensión táctico-técnica en detrimento de la dimensión física.
Se evidencia de esta forma que el aspecto táctico debe ser el guía de todo el Proceso, dando intencionalidad al ejercicio,
lo que obliga a estar activo mentalmente al jugador, produciendo en él una nueva adquisición perteneciente no sólo a
la esfera del “saber hacer”, sino también a la del “saber sobre un saber hacer”. Vemos, de esta forma, que el Fenómeno
Complejo Fútbol está compuesto por dos esferas del conocimiento. Una esfera centrada en el “saber hacer” y otra
esfera que se centra en el “saber sobre un saber hacer” Vítor Frade.
El equipo como un “mecanismo no mecánico”.
Durante la semana de trabajo, los ejercicios deberán promover situaciones donde surjan acciones espontáneas, de
modo que exista un caos dentro de un orden establecido que se refiere a la organización funcional o cómo nuestro
equipo se va a desenvolver en el terreno de juego.
Buscamos una creatividad que destruya ese mecanismo rígido, ejercicios que obliguen a que nuestros futbolistas
constantemente resuelvan situaciones de manera espontánea y creativa.
“Imagínese un alumno con gran capacidad para realizar dictados. Cualquier texto sujeto a dictado es estudiado, escrito
y reescrito por el alumno, hasta el punto de que lo decora. Nada más fácil…ni un único error. Pero cuando le piden que
escriba una redacción sobre un tema o escoger o sobre una temática expuesta por el profesor, ¿presentará la misma
facilidad? Nos parece que, por lo menos, está limitado en su capacidad de crear, recrear, a partir del nuevo contexto
que le fue presentado. Versatilidad, adaptabilidad, espontaneidad, invención, son cualidades que no presenta muy
desarrolladas. Sin embargo, un alumno con gran capacidad para realizar redacciones sea cual sea la temática, si ésta le
es familiar, escribe, crea, recrea, se adapta, inventa siempre” Amieiro, Oliveira, Resende y Barreto.
La Fatiga Táctica o Desgaste Emocional. La Intensidad o concentración táctica.
Estudios de varios científicos del Centro para la Neurobiología del Aprendizaje y Memoria sugieren mejores resultados
de memorización en situaciones de elevada excitación emocional. La memoria, de alguna manera, recuerda mejor los
acontecimientos que van acompañados de una alta carga de emociones. Vemos así que la intervención del entrenador
en cada ejercicio, transmitiendo y creando emociones (negativas o positivas) a determinados comportamientos de los
jugadores, ante diversas situaciones Específicas de nuestro jugar, influirá en las futuras situaciones, idénticas o similares
a las ya experimentadas, ayudando en la toma de decisión, y creando ciertas regularidades que dotarán al Equipo de
una identidad.
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El desgaste emocional de determinado ejercicio/partido está directamente relacionado a la intensidad de concentración
que los jugadores deben desprender para tener éxito en el objetivo propuesto. Cuanto más compleja sea la situación, a
mayor desgaste mental/decisional estará sometido el jugador, y consecuentemente mayor será la fatiga de su SNC
(Sistema Nervioso Central), fatiga que estará interrelacionada con la fatiga fisiológica post-ejercicio/partido.
En boca de José Mourinho, “La fatiga más importante en el fútbol es la fatiga central y no la física. Cualquier equipo
profesional mínimamente entrenado, desde el punto de vista energético, acaba por resistir, con mayor o menor
dificultad, aquello que es el juego. Ahora la fatiga central es aquella que resulta de la capacidad de estar
permanentemente concentrado y, por ejemplo, de reaccionar inmediatamente y de forma coordinada ante la pérdida
del balón”.
La intensidad y el volumen para crear un nivel de rendimiento o estabilización.
“Nosotros cuando hablamos de intensidad, hablamos de intensidad de concentración, cuando hablamos de volúmenes,
hablamos de volúmenes de intensidad de concentración” Rui Faría.
Para comprender su enfoque metodológico se hace necesario conocer lo que para ellos son los términos de Intensidad
y Volumen.
La intensidad se refiere principalmente a la concentración, no a la velocidad de desplazamiento como se conoce
tradicionalmente, porque el juego implica principalmente pensar, y el pensar exige que el jugador esté concentrado, y
esto se ve acentuado todavía más en situaciones de máxima oposición, muchas veces en espacios reducidos y en muy
elevados y/o cortos períodos de tiempo.
El volumen en cambio es visto como las diferentes fracciones de intensidad máxima relativa acumulada. Es decir, será
un volumen de intensidades.
“La intensidad máxima relativa debe mandar siempre, siendo el volumen aquí es la suma de fracciones de máxima
intensidad relativa (volumen de calidad) de acuerdo con el Modelo de Juego adoptado y los respectivos principios que
le dan cuerpo”. Freitas, S.
Se habla de un volumen de intensidades máximas relativas (un volumen de Principios y Sub principios de juego, o lo que
es lo mismo, un volumen que se genera a través de la repetición sistemática.
“Si queremos correr una distancia a máxima velocidad, lo haremos con una gran intensidad. Sin embargo, si queremos
realizar esa misma distancia con una bandeja llena de copas, y si hiciéramos ese trayecto con la máxima velocidad
posible sin que las copas se caigan, necesariamente esta segunda acción, a pesar de ser más lenta, tiene más intensidad
porque exige más concentración. Por lo tanto, este último ejercicio se vuelve más intenso en la medida que exige
articulación, la relevancia de la estructura implicada es la perceptivo-cinética” Vítor Frade.
La Inespecificidad y los trabajos descontextualizados, así como las evaluaciones.
“La necesidad de considerar a los tests un poco como los bikinis, o sea, muestran mucha cosa, aunque no dejan ver lo
esencial” Vítor Frade.
Bajo esta metodología, no se conciben ni los trabajos con pesas en el gimnasio, ni el correr en un parque o en la playa,
ni los tests para evaluar diferentes capacidades, porque de esta forma estaríamos percibiendo la realidad de forma
incompleta y descontextualizada.
“La Periodización Táctica pone énfasis en la asimilación de una forma de jugar, en sus principios: organización de la
defensa; del ataque; y de los principios que son sus fronteras, o sea el modo como se transita de un momento al otro,
siendo que esto sólo se hace en concentración. La Periodización Táctica trabaja siempre en Especificidad, no dando
lugar, por tanto, a ejercicios analíticos y descontextualizados. Es por ello que rechaza entrenamientos físicos o técnicos
separados del Modelo de Juego, ya que esto conduce a una inespecificidad en el Proceso con sus posteriores
consecuencias” Vítor Frade.
Morfociclo Patrón (MP). Forma de cómo llegaremos a un nivel de rendimiento o estabilización.
“La forma no es física. La forma es mucho más que eso. Lo físico es lo menos importante en la adquisición de la forma
deportiva. Sin organización y talento en la exploración de un modelo de juego, las deficiencias son explícitas, aunque
poco tienen que ver con la forma física” José Mourinho.
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Como ya hemos comentado, el núcleo de la planificación en la Periodización Táctica es el microciclo, que en esta
metodología se denomina morfociclo patrón, y que va a ser exactamente igual a lo largo de toda la temporada, siendo
la distribución de principios y sub-principios lo que va variando entre sesiones.
El morfociclo patrón es la forma en cómo se organizan los entrenamientos del equipo semanalmente, repasando
siempre el encuentro anterior y el siguiente.
Una vez tenemos la estructura básica del morfociclo toca establecer los contenidos de trabajo que vamos a desarrollar a lo
largo del mismo.
El término Morfociclo tiene su base en el concepto de Morfología – tratado de las formas que la materia puede tomar. La
intención es que el modelo de juego de nuestro equipo tome forma, y para eso deben acontecer una serie de procesos a lo
largo de la semana.
Esto no significa que no exista un mesociclo o un macrociclo, pero son apenas guías generales de programación y planificación,
con menor interferencia en el proceso de entrenamiento que el morfociclo.
Este diseño se sustenta sobre 3 grandes principios metodológicos:
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PRINCIPIO DE LA ALTERNANCIA HORIZONTAL EN ESPECIFICIDAD: Respetar siempre los periodos de recuperación y
adquisición del equipo, teniendo en cuenta el último y el próximo partido. La Periodización Táctica considera que hay
tres factores que caracterizan los tipos de contracción muscular que son:
- la tensión de contracción,
- la duración de contracción y
- la velocidad de contracción.
En función del día de la semana, se prioriza el factor principal de la sesión, permitiendo un adecuado proceso de
entrenamiento semanal para llegar en las mejores condiciones posibles a la competición. Así, los tres entrenamientos
centrales del MP (miércoles, jueves y viernes) se trabajará de manera prioritaria tensión, duración y velocidad
respectivamente.
PRINCIPIO DE LA PROGRESIÓN COMPLEJA: Creación de una jerarquización de los principios y subprincipios a trabajar
durante la semana, buscando que el nivel de complejidad de las tareas, a nivel cognitivo, vaya aumentando durante la
sesión para que exista una adecuada comprensión de los contenidos. Asimismo, debe existir una progresión y
organización durante los diferentes días del MP para que se consiga al finalizar el mismo, los aprendizajes tácticos
planteados.
Así, en la sesión de Tensión la complejidad de los ejercicios será baja debido a la intensidad de los ejercicios. En las
sesiones de menor intensidad es donde la complejidad de los ejercicios aumentará.
La complejidad irá en aumento a manera que van pasando las sesiones y semanas de trabajo y todos los principios y
sub-principios van siendo adquiridos.
PRINCIPIO DE LAS PROPENSIONES: Establece que los principios y sub-principios pretendidos se repitan en todas las
tareas de las sesiones de entrenamiento. Esta repetición sistémica busca interiorizar la dimensión táctica de trabajo y
conseguir automatismos con suficientes grados de libertad para alcanzar una variabilidad adecuada para el aprendizaje.
“Sólo la acción intencional es la educación” Martins (2003). La duración de las sesiones no será superior a 90 minutos,
siguiendo una estructura similar a la competición.
“Este es otro de los principios en que se basa la Periodización Táctica, el Principio de las Propensiones, que consiste en
hacer aparecer un gran porcentaje de lo que queremos alcanzar, del objetivo pretendido. Para ello, debemos condicionar
el ejercicio, para que surja repetidamente el comportamiento pretendido. La forma de operacionalizar un Principio, con
el fin de conseguir una adaptación por parte de los jugadores, es entonces a través de la repetición sistemática (en
Especificidad), permitida en este caso por el Principio de las Propensiones. Imaginemos que queremos conseguir que los
jugadores de nuestro Equipo hagan un tipo de presión. Realizamos un ejercicio donde 6 jugadores presionan, los tres
delanteros y los 3 medios (en un sistema 1-4-3-3) ante 7 jugadores con posesión del balón, por ejemplo, los 4 defensores
más 3 medios. Si lo que queremos es que los jugadores adopten este Principio deberé poner normas al juego de manera
que se den muchas recuperaciones del balón por parte de los jugadores que presionan, cumpliendo de esta forma la
repetición sistemática que les hará llegar a un hábito. Al ser Específico de nuestro juego este hábito, podremos alcanzar
la esfera del “saber sobre un saber hacer”, que no es otra cosa que “hacer consciente lo que sequiere” Rui Faría.
Con lo expuesto, podemos observar en el gráfico, los contenidos a trabajar durante un Morfociclo Patrón para una semana con
un solo partido.
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Tabla 35: Ejemplo de un morfociclo patrón para 1 partido
En la planificación del morfociclo y en la elaboración de las sesiones habrá una serie de factores a tomar en cuenta que pasamos
a enumerar a continuación:
TENSIÓN: Es el tipo de contracción muscular al que será expuesto el jugador. Cuantas más contracciones excéntricas
mayor será la tensión.
DURACIÓN: Es la duración de la contracción muscular. Cuanto más largo sea el ejercicio, mayor será la duración de las
contracciones, en general más concéntricas.
VELOCIDAD: Es la velocidad de contracción muscular. Cuanto más rápida sea solicitada la acción motriz, más rápida será
la contracción, generalmente en situaciones cortas y veloces.
DESGASTE EMOCIONAL: Es el desgaste que el ejercicio va a proporcionar y está relacionado con los siguientes criterios:
1. Complejidad del/los principio(s): Está directamente relacionado a la intensidad de concentración que el jugador
debe dar a uno, dos o más principios o sub-principios. Cuanto más complejo, más concentración.
2. Complejidad de la dinámica: Está ligado a las reglas y objetivos del ejercicio. Cuanto mayor el número de reglas,
más concentración exige al jugador y más complejo se vuelve la tarea. Cuidado con poner muchas reglas, ya que
podemos conseguir que el objetivo principal (desarrollo de un Principio) se vea descontextualizado y no se
consiga.
3. Cantidad de jugadores: Está directamente relacionada a las variables de la toma de decisión. Cuanto mayor sea
el número de jugadores, en términos sectoriales, mayor será la complejidad de desenvolvimiento de los grandes
principios.
4. Espacio de juego: Está relacionado con la velocidad en la toma de decisión del jugador. Cuanto menor es el
espacio, mayor es la solicitud de participación del jugador dentro de un determinado objetivo.
Consecuentemente aumentará la cantidad de contracciones excéntricas. Está directamente relacionada al
tiempo del ejercicio.
5. Tiempo de duración del ejercicio (tiempo de juego): Está relacionado con el tipo de ejercicio, número de
jugadores y principalmente con el principio que se irá a entrenar. Cuanto más colectivo sea este principio, mayor
será el espacio, y cuanto más individual fuera este sub-subprincipio, menor será el espacio. Se puede entrenar
subprincipios en espacios grandes, por estar insertos jerárquicamente dentro de los grandes principios, pero se
recomienda que la parte principal esté constituida por los grandes principios.
Estos factores están estrechamente relacionados, y en la construcción del ejercicio todos deben ser tomados en
consideración al mismo tiempo.
DISCONTINUO: Es la duración del ejercicio, cuanto más discontinuo más corto será.
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Veamos un ejemplo de morfociclo patrón con un encuentro por semana (domingo):
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2º DÍA (MIÉRCOLES) – DÍA DE LA SUB-DINÁMICA DE TENSIÓN EN RÉGIMEN TÁCTICO.
- En lo físico: Ejercicios de tensión elevada, espacios muy reducidos, ejercicios muy intermitentes, intensos y cortos.
El más intenso y discontinuo de la semana. Subprincipios de juego.
- En lo táctico: Ejercicios donde se trabajen los Sub-Principios de juego a nivel sectorial e intersectorial.
- En lo Psicológico: Debido a que los jugadores no están todavía recuperados, se busca una exigencia en esta área
muy baja todavía.
Ejemplo de ejercicio:
*Rondos 4x1 en espacio reducido a un toque. Ejercicios de posesión donde se estimule aspectos importantes de nuestro
Modelo de Juego (Cambio de mentalidad ante pérdida o ganancia del balón). Los ejercicios deberán ser muy intensos y
discontinuos debido a la gran intensidad del trabajo.
Principios: Subprincipios Sectoriales o
Intersectoriales.
Factores:
Tensión +++
Duración –
Velocidad +
Desgaste Emocional +
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4º DÍA (VIERNES) – DÍA DE LA SUB-DINÁMICA DE VELOCIDAD EN RÉGIMEN TÁCTICO.
- En lo físico: Ir preparando la recuperación para el siguiente encuentro (Compensación). Los ejercicios deberán tener
una elevada velocidad de toma de decisión y ejecución. Al ser los ejercicios muy intensos y no haber máxima
tensión, el número de repeticiones deberá ser bajo. No se debe confundir la velocidad de ejecución con la velocidad
de desplazamiento.
- En lo táctico: Subprincipios de juego a nivel sectorial o intersectorial. Sin o con poca oposición.
- En lo Psicológico: Niveles de concentración inferiores al día anterior. Se reducen los niveles de complejidad. Se
buscan ejercicios simples donde no haya oposición.
Ejemplo de Ejercicio:
*Ataques sin oposición o con leve oposición. Movimientos de finalización o de transición defensiva.
Principios: Subprincipios. Individuales,
Sectoriales o Intersectoriales.
Factores:
Tensión +
Duración -
Velocidad ++
Desgaste Emocional –
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Este sería un ejemplo de Morfociclo Patrón en el fútbol:
Figura 92: Ejemplo de organización semanal por subdinámicas acorde a un ataque organizado
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6. DESARROLLO DE UNA PLANIFICACIÓN
6.1. Contextualización
Tradicionalmente los entrenadores y preparadores físicos de los deportes de largo período competitivo, como es el caso del
fútbol, trasladaban las experiencias utilizadas en los deportes de corto período de competiciones (atletismo, natación,
piragüismo, etc.) a la hora de realizar sus propias planificaciones.
Esto, desde una perspectiva científica y práctica, ya no se sostiene, por lo que se hace necesario afrontar el problema desde
una perspectiva diferente y específica para cada deporte.
El deporte de alta competición, cada vez con más intereses sociales y económicos, requiere de una planificación profesional y
científica. La competición deportiva está en un constante proceso de evolución (en el fútbol no todo está inventado, ni siquiera
el hombre está inventado), surgiendo nuevas posibilidades que ayudan a mejorar los aspectos de la planificación del
entrenamiento.
Cuanto más alto es el nivel de la especialidad deportiva mayor es la necesidad y exigencia de una planificación actualizada.
El desarrollo de un jugador de fútbol y la preparación de un equipo se asemejan a la construcción de una casa. A fin de alcanzar
los objetivos fijados, se habrá de seguir una serie planificada de etapas, a base de un plan maestro. Este plan, en el mundo del
deporte se conoce con el nombre de planificación.
La planificación, a grandes rasgos, consiste en determinar objetivos y poner en práctica un conjunto de programas cada vez
más detallados con la finalidad de alcanzar dichos objetivos.
Podemos afirmar que es la herramienta básica que nos permite coordinar y ordenar los múltiples factores y contenidos
(técnicos, tácticos, estratégicos, condicionales, psicológicos, teóricos, etc.) que conforman la compleja estructura del
entrenamiento, para tratar de conseguir el óptimo rendimiento del jugador y del equipo.
Viene a ser la elaboración de un plan de actuación, una declaración de intenciones, y una tarea esencial del entrenador, con el
fin de hacer progresar a los jugadores, de desarrollar su capacidad de rendimiento, y de prepararlos individual y colectivamente
para la competición o campeonato.
Cuando los técnicos deportivos (entrenadores y/o preparadores físicos) planifican una temporada, lo que pretenden es decidir
anticipadamente:
• ¿Qué se va a hacer en el futuro?
• ¿Cómo se va a hacer?
• ¿Cuándo se va a hacer?
• ¿Quién lo va a hacer?
Por lo tanto, el entrenamiento y la competición no son un proceso espontáneo y sin racionalizar. Se ha de poseer una capacidad
de respuesta instantánea debida a los planteamientos y conocimientos previos observados.
“En la lucha deportiva en competición, cuando las fuerzas están igualadas, la victoria la obtienen aquellos que utilizan planes
preparados de antemano. Hay que saber evaluar la situación de juego, elegir rápidamente la solución adecuada y aplicarla sin
demora”. Bordanov, citado por Naglak, Z. (1978).
En el entrenamiento, como en toda formación, se deberá, por tanto, minimizar el factor “azar”, aunque una razonable porción
de intuición, “la mano de oro del entrenador”, tenga su razón de ser en dicho proceso.
Entre los PRINCIPALES REQUISITOS DE LA PLANIFICACIÓN EN FÚTBOL, deporte de colaboración- oposición y de largo período
de competiciones, como ya se ha dicho, hay que tener en cuenta que:
El fútbol requiere de modelos de planificación adaptados y específicos que respeten sus características de deporte de
interacción sinérgica, de contexto abierto y socio motriz.
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Se obtenga el máximo rendimiento en cada competición (partido), de forma que mantengamos la capacidad deportiva
en máximo estado de rendimiento, el mayor tiempo posible (a lo largo de toda la temporada).
La acumulación tan grande de partidos y la duración tan larga de la temporada, obliga a realizar planificaciones a corto
plazo (microciclos).
Se manifiesten plenamente las capacidades del futbolista (gran requerimiento coordinativo y perceptivo-decisional),
y se alcancen los mejores resultados en las competiciones.
Nos permita, en cualquier momento, evaluar e intervenir en consecuencia, gracias a la obtención de datos cualitativos
(observación) y cuantitativos (test), tanto del proceso (entrenamiento) como del producto (partido). Dado que la
competición y los resultados son variables, su planificación también lo han de ser, aplicando un comportamiento
flexible.
Debe crear los fundamentos para que continúe mejorando la preparación y los resultados en las temporadas
posteriores, y por consiguiente, para que se desarrollen de modo integrado sus capacidades y se fortalezca su salud.
Ha de tener dos sistemas de referencia distintos y paralelos, pero complementarios como son: la planificación general,
con un fin claramente colectivo del equipo, y la planificación individual de cada componente cuyo referente es el nivel
de desarrollo formativo.
Todas estas cuestiones deben ser resueltas y plasmadas anticipadamente para que nada de lo que suceda en el proceso de
entrenamiento sea improvisado e imprevisible. Sólo el conocimiento del deporte y la experiencia nos permitirá dominar cada
situación.
¿PARA QUÉ UNA PLANIFICACIÓN? VENTAJAS DE LA PLANIFICACIÓN:
Para decidir – tras reflexiones y análisis – los objetivos a alcanzar a corto y largo plazo.
Para favorecer una mejor dosificación cuantitativa, intensiva y cualitativa de las cargas del entrenamiento.
Para facilitar la programación de los entrenamientos y evitar la improvisación en el trabajo.
Para evitar la rutina y para transmitir confianza al cuerpo técnico y a los jugadores.
Para permitir un mejor control del entrenamiento y para facilitar su evaluación. Permite saber
qué y cuándo se ha trabajado (aciertos y errores).
Para respetar y controlar los principios biológicos, fisiológicos y psicológicos que determinan el rendimiento de los
jugadores.
Para facilitar la programación de los siguientes años, temporadas posteriores.
Se puede decir, a grandes rasgos, que los FACTORES DETERMINANTES de una planificación son:
1. Las características y el nivel condicional-técnico-táctico-psico-social de los jugadores.
2. Los objetivos del club y los personales (equipo técnico).
3. Estudio del calendario de competiciones y sus equipos.
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En un nivel de concreción mayor, diremos que los CRITERIOS PARA ELABORAR LA PLANIFICACIÓN
1.- Las propias características del deporte (rendimiento multifactorial, superficie y estado de los terrenos de juego).
2.- El calendario de competición (muchos partidos - amistosos, estudio de los adversarios).
3.- Las características de los jugadores (nivel de juego, edad de rendimiento, fase de desarrollo) y composición de la plantilla
(número de jugadores disponibles - jugadores jóvenes y veteranos, nacionales y extranjeros).
4.- Análisis y evaluación de los rendimientos pasados y respeto a los principios del entrenamiento (condicionado por los
principios de adaptación, biológicos y pedagógicos).
5.- Tipo de juego y sistema de juego a utilizar (condiciona el modelo de juego y su aplicación práctica, así como el perfil de
jugador a contratar).
6.- Los objetivos deportivos y sociales del club y los objetivos de rendimiento del Cuerpo Técnico (salvar la categoría,
ascender, títulos).
7.- Infraestructuras, condiciones de entrenamiento en las que se desarrolla la planificación (instalaciones y material, horarios,
sesiones y días de entrenamiento).
8.- Recursos humanos - cuadro técnico a disposición (entrenadores, apoyo médico, apoyo psicológico).
9.- Criterios complementarios:
Pruebas médico-deportivas
Etapa de preparación o de recuperación
Entorno social de los jugadores (familia, lugar de residencia, escuela, trabajo, etc.)
La planificación, como vemos, no es una tarea sencilla, y posiblemente, nos encontremos con una serie de cuestiones que
puedan dificultar la labor.
¿QUÉ COMPLICACIONES NOS VAMOS A ENCONTRAR A LA HORA DE PLANIFICAR EN EL FÚTBOL?
1.- Un largo periodo de competiciones (entre 9-10 meses).
2.- Una elevada frecuencia de competiciones (entre 2-3 en la semana).
3.- Un desarrollo complejo de muchas capacidades al mismo tiempo (físicas, técnicas, tácticas, psicológicas y las derivadas
de los deportes de regulación externa).
4.- Contar con numerosos puestos específicos dentro del juego (porteros, centrales, laterales, centrocampistas, delanteros,
..., y sus variantes dependiendo del sistema de juego).
5.- No poseer períodos de descanso amplios entre los ciclos de competiciones (que sí existen en otros países y competiciones
de Europa).
6.- La existencia de necesidades económicas y publicitarias que exigen realizar competiciones en el período preparatorio,
incluso en el período de transición (giras veraniegas, compromisos del Club).
Queda claro que nuestra responsabilidad como técnicos es llevar a cabo un plan de actuación que oriente todo el proceso
de entrenamiento – competición, y para ello debemos seguir una serie de FASES EN LA ELABORACIÓN DEL PLAN:
1.DETERMINACIÓN DE LOS OBJETIVOS. El punto de referencia para la planificación es la determinación de los objetivos que
se pretende alcanzar en la temporada.
La determinación de los objetivos va a depender de:
Objetivos del club.
Objetivos propios.
Objetivos jugadores.
Carácter de los objetivos: objetivos a largo, medio y corto plazo.
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2.CONDICIONES DEL ENTRENAMIENTO. Una vez establecidos los objetivos se deben analizar las condiciones de las que
disponemos para llevar a cabo el plan de entrenamiento:
Número de jugadores a entrenar.
Instalaciones y material existente.
Lugar de entrenamiento.
Número de horas para entrenar.
Horario de entrenamiento.
3.FIJAR LAS PRINCIPALES COMPETICIONES. Estudio del calendario de competición (Amistosos, Liga, Copa, Homenajes, …).
4.CLASIFICACIÓN DE LOS PERIODOS Y FASES DEL ENTRENAMIENTO ANUAL. Para finalizar se realizará la periodización de la
planificación anual, dividiendo ésta en varios períodos y estableciendo objetivos parciales en cada uno de ellos.
Establecimiento de los contenidos concretos de cada fase.
Sistemas y métodos de entrenamiento a utilizar.
Procedimientos metodológico-didácticos.
Características de las cargas de entrenamiento (cuantitativa y cualitativamente, relación trabajo -
recuperación).
Fijar los test para controlar y comprobar la eficacia con que se realiza la preparación en cada
fase (control periódico del entrenamiento).
- Test físico: preparador físico.
- Test médico: equipo médico.
- Test psicológico: psicólogo.
6.2. Desarrollo de una planificación
La planificación constituye, básicamente, la elaboración de un plan de trabajo de forma generalizada y sistemática, con una
definición clara de los objetivos y teniendo siempre presente los Principios del Entrenamiento Deportivo.
Seirul-lo (1999) la define como: “Una propuesta teórica construida por la descripción, previsión, organización y diseño de los
acontecimientos del entrenamiento, en una determinada fase de la vida deportiva de un deportista, así como los mecanismos
de control que permitan modificar esos acontecimientos a fin de obtener un proceso de entrenamiento ajustado para lograr
los resultados deseados en la competición”.
La planificación anual es, por tanto, la base de todo programa de entrenamiento, y la primera tarea del entrenador al comienzo
de una nueva temporada.
La planificación varía de país en país, particularmente debido a su calendario de competiciones, o eventualmente también en
función de motivos climáticos, culturales e incluso económicos. Se sobreentiende que difiere asimismo según trabaje el
entrenador con jugadores profesionales, amateurs o con jóvenes en vías de formación, aunque se base sobre los mismos
principios metodológicos.
El entrenamiento deportivo ha sido definido por numerosos autores de múltiples formas. La definición de Mora Vicente (1995)
dice: "El entrenamiento deportivo es un proceso planificado y complejo que organiza cargas de trabajo progresivamente
crecientes destinadas a estimular los procesos fisiológicos de supercompensación del organismo, favoreciendo el desarrollo de
las diferentes capacidades y cualidades físicas, con el objetivo de promover y consolidar el rendimiento deportivo."
El entrenamiento deportivo, por tanto, como proceso planificado y complejo que es, estará estructurado en una serie de
unidades o sistema de ciclos grandes, medios y pequeños, denominados macro, meso y microciclos, que faciliten la
organización del trabajo y permitan alcanzar los objetivos, de cada ciclo, a lo largo de toda la temporada.
Este sistema tiene una estructura jerárquica en el que cada ciclo mayor está constituido por otros ciclos menores.
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Figura 94. Secuenciación de las unidades temporales
•PLAN DE ENTRENAMIENTO PLURIANUAL. Denominado también plan de etapas de entrenamiento, cuyo objetivo es la
organización a largo plazo del entrenamiento del deportista. Está compuesto por varias temporadas de entrenamiento. Su
organización abarca los siguientes niveles: Iniciación, Especialización y Rendimiento
•PLAN DE ENTRENAMIENTO ANUAL. Es la configuración del entrenamiento anual del equipo y comprende uno o varios
macrociclos (generalmente 2 ó 3).
•PLAN DE ENTRENAMIENTO DEL MESOCICLO. Es la configuración a medio plazo, esto es, a varias semanas vistas del proceso
de entrenamiento. Está compuesto por varios microciclos (de 4 a 8 semanas).
•PLAN DE ENTRENAMIENTO DEL MICROCICLO. Es el plan de entrenamiento semanal (de 6 a 15 días).
•PLAN DE ENTRENAMIENTO DE LA SESIÓN. Es la unidad básica de la planificación y contiene las instrucciones concretas para
configurar el entrenamiento.
Surge pues la necesidad de una PERIODIZACIÓN, concepto que según Matveiev (1977) viene a ser: “El cambio regular
(periódico) de la estructura del entrenamiento dentro de un ciclo (temporada) con el objetivo de dirigir / controlar
voluntariamente el desarrollo de la forma deportiva a lo largo de dicho ciclo”.
T. Bompa (2004) añade: “La periodización consiste en dividir el plan anual en fases de entrenamiento más cortas y manejables.
Esta división mejora la organización del entrenamiento y permite a los entrenadores dirigir el programa sistemáticamente”.
La periodización representa en la planificación los procesos parciales de entrenamiento para la mejora del rendimiento del
deportista coincidiendo con las competiciones más importantes.
Todos sabemos que el jugador no puede estar durante toda la temporada (10 meses) en un estado óptimo de forma, por lo
que las fases de adquisición, estabilización o mantenimiento y regresión o pérdida temporal de la forma deportiva deberán
alternarse periódicamente.
FASE DE ADQUISICIÓN DE LA FORMA DEPORTIVA → PERÍODO DE PREPARACIÓN O PREPARATORIO
FASE DE ESTABILIZACIÓN DE LA FORMA DEPORTIVA → PERÍODO DE COMPETICIÓN O COMPETITIVO
FASE DE PÉRDIDA TEMPORAL DE LA FORMA DEPORTIVA → PERÍODO DE TRANSICIÓN O TRANSITORIO
El fútbol, al revés de los deportes individuales, es una especialidad deportiva que se caracteriza por tener un breve Período
Preparatorio (Pretemporada, generalmente, 1 mes), y un largo Período de Competición (9 meses).
Todo lo que nos dice la Teoría del Entrenamiento Deportivo es realmente fácil de respetar y seguir durante la Pretemporada,
ya que se trata de un ciclo especial, pero a partir de ahí, el trabajo secuencial que genera la Temporada de competiciones va a
estar sujeto a innumerables y diversos imprevistos: resultados, influencias del entorno (medios de comunicación, impagos,...),
factores psicológicos individuales, lesiones, bajo rendimiento individual y colectivo, convocatorias de selecciones, malas
condiciones climáticas, no disponibilidad de instalaciones, y un largo etc.; que nos obligarán en muchas ocasiones a alterar y
adaptar el trabajo previsto. Por tanto, es imposible copiar o repetir una Periodización.
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Figura 95. Organización de los períodos de una temporada
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Características:
Volumen alto de trabajo.
Intensidades moderadas o submáximas.
El período de preparación se divide en 2 fases:
– Fase de Preparación general o básico basada en altos volúmenes de carga física: muchas sesiones (doble y triple sesión
diaria), y contenidos de entrenamientos generales y básicos.
– Fase de Preparación específica o precompetición con integración de componentes técnico- tácticos. Se reduce el volumen
del entrenamiento, y aumenta progresivamente la intensidad de trabajo.
Dicho período, subdividido en 3 ó 4 ciclos de 1 a 3 semanas, se denomina mesociclo de preparación.
B) EL PERÍODO DE COMPETICIÓN.
Objetivos generales:
Período en que las formas generales y específicas de entrenamiento se convierten en formas competitivas: cuando
los jugadores alcanzan un alto estado de forma y rendimiento y tratan de mantenerlo el mayor tiempo posible.
Adquirir un estado óptimo de forma deportiva en momentos puntuales (2 o 3 picos anuales, de 3 a 4 semanas,
habitualmente).
Objetivos específicos:
Perfeccionamiento técnico-táctico.
Mantener un nivel elevado de condición física. Puesto que durante dicho período el nivel de rendimiento dependerá
de la entrega y esfuerzo de los jugadores en las diferentes competiciones, y de su potencial personal, el entrenador
deberá tener en cuenta la individualización del entrenamiento.
Preparación psicológica y volitiva del futbolista, ya que, durante dicha fase, se despierta y se produce la necesidad de
competición en los jugadores, y se generan las emociones y la presión de competición.
Duración:
La duración del período dependerá del calendario de competiciones. Habitualmente dura de 8 a 10 meses (según el
país y el nivel de juego).
El período se subdivide en ciclos semanales denominados microciclos.
Con la finalidad de dosificar y controlar óptimamente el entrenamiento, varios de los microciclos se convertirán en
mesociclos de competición de 3 a 4 semanas de duración.
Teniendo en cuenta la enorme carga que pesa sobre los jugadores respecto al número de partidos jugados (muchos
futbolistas disputan dos partidos por semana) en el fútbol contemporáneo, es indispensable planificar ciclos de
recuperación y de regeneración en el mesociclo, particularmente para los jugadores jóvenes.
Características:
Volumen de trabajo disminuye de forma progresiva.
Intensidad se incrementa progresivamente y se mantiene.
Teniendo en cuenta la enorme carga que pesa sobre los jugadores respecto al número de partidos jugados (muchos
futbolistas disputan dos partidos por semana) en el fútbol contemporáneo, es indispensable planificar ciclos de
recuperación y de regeneración en el mesociclo, particularmente para los jugadores jóvenes.
C) EL PERÍODO DE TRANSICIÓN.
Objetivos generales:
Es el período en el que se reduce el rendimiento y el jugador puede recuperarse física y psíquicamente (regeneración
del organismo) de los esfuerzos realizados durante la competición.
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Objetivos específicos:
Crear las condiciones necesarias para el descanso y la recuperación de los sistemas orgánicos, especialmente el S.N.C
y muscular.
Garantizar la próxima adquisición de la forma deportiva.
Este período permite igualmente poner a punto físicamente a los jugadores que estuvieran lesionados durante mucho
tiempo o que registraran un bajón durante el período final de la competición o campeonato.
Duración:
El período dura entre 4 y 8 semanas (dependiendo del país y de la categoría de juego). Esta fase se prevé para el
período después de la actividad de competición. Sin embargo, a sabiendas de que 2 a 3 semanas de absoluto reposo
pueden ser suficientes para disminuir el rendimiento de resistencia general en un 20 al 25%, el VO2máx en un 4 al 6%,
así como la fuerza y la coordinación, se recomienda prever un programa para que los jugadores mantengan su estado
físico con una actividad física progresiva.
Ejemplo:
− Fase 1, de 7 a 14 días de duración.
Después de algunos días de descanso total (según el jugador), introducir un reposo y recuperación activos mediante actividades
y deportes complementarios (excursiones, ciclismo, natación, tenis, etc.)
− Fase 2, de 10 a 20 días de duración.
Programa especial individual de resistencia, flexibilidad y tonificación de los músculos. De 3 a 4 sesiones por semana, de 45 a
60 minutos, a un 60–70% de la intensidad requerida durante la fase de entrenamiento.
Figura 96. Propuesta de evolución del volumen e intensidad durante los períodos de una temporada
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6.3. Ejemplo de una planificación anual de entrenamiento
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6.3.1. El Macrociclo
Es la unidad de mayor volumen dentro de los ciclos de entrenamiento. Su duración varía de 3 a 6 meses, y en ocasiones pueden
emplearse años completos o algunos años, en función de los objetivos competitivos de la práctica deportiva.
Configura la macroestructura que engloba el total de objetivos marcados en un proceso completo de entrenamiento con una
finalidad concreta.
En fútbol se distinguen básicamente dos grandes macrociclos que dividen por la mitad la temporada deportiva de un equipo. El
primero suele tener unos 4 mesociclos aproximadamente, abarcando desde el comienzo de la preparación hasta la navidad, y el
segundo, en función del calendario lo suelen formar entre 4 y 5 mesociclos en el periodo que va desde navidad hasta el final de
las competiciones principales (suele ser Liga y Copa). Hay un periodo que se queda sin organizar entre el final del segundo
macrociclo y el comienzo de la pretemporada que suele ser el tercer macrociclo, denominado también ciclo de transición, pero
como varía en función de los calendarios y es un periodo de descanso absoluto, no se suele contemplar dentro de la preparación.
MACROCICLO I
- Período Preparatorio: (1 mes aprox.)
• subperíodo de preparación general
• subperíodo de preparación especial
- Período Competitivo I (1ª vuelta - 4 meses aprox.)
MACROCICLO II
- Período Competitivo II (2ª vuelta - 5 meses aprox.)
- Ciclo Especial (liguilla de ascenso - 1 mes aprox.)
6.3.2. El Mesociclo
También llamados ciclos, son la suma de varios microciclos caracterizados por tener una orientación u objetivos similares. En
ellos se desarrollan todos los aspectos del entrenamiento, y se configuran como una unidad relativamente completa que provoca
ganancias en algún aspecto del rendimiento.
Cuando se agrupan 3 o 4 mesociclos, nos encontramos con un macrociclo, y cada uno de ellos debe centrarse en una serie de
objetivos genéricos que han de guardar entre sí una línea de continuidad. Campos J. – Ramón V. (2003).
Su estructura debe respetar las fases del Síndrome General de Adaptación (S.G.A.), y tienen una duración que va de las 4 a las 8
semanas, en función de la estructura del entrenamiento y del calendario.
Tipos de mesociclos:
Siguiendo a Matveiev y a Manno se distinguen:
MC Graduales o entrantes (son los mesociclos iniciales de cualquier estructura de entrenamiento. En ellos se crean las
bases de condición física que se precisan para afrontar con garantías todo el programa de trabajo)
MC Básicos o de base (son los que contienen las cargas fundamentales de entrenamiento durante una temporada. Sus
objetivos son de dos tipos: de desarrollo y de estabilización)
MC De precompetición (están destinados a transformar los niveles condicionales y técnicos alcanzados durante los
mesociclos de base, a los niveles precisos y concretos que se precisan en la competición)
MC De competición (son los mesociclos que incluyen las principales competiciones deportivas)
Dentro de los planteamientos más modernos y contemporáneos de periodización, aparece el conocido y popular Modelo ATR,
que se organiza en función de la carga que se aplique.
Se establecen tres tipos de mesociclos:
ACUMULACIÓN: Tienen como objetivo elevar el potencial técnico y motor. Sus contenidos están relacionados con
volúmenes relativamente altos e intensidad moderada.
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TRANSFORMACIÓN: Tienen como objetivo transferir las capacidades motoras en formas específicas según las
demandas técnicas y tácticas, y enfatizar la tolerancia a la fatiga y la estabilidad técnica. Contienen entrenos con
volumen e intensidad aumentada.
REALIZACIÓN: Tienen como objetivo utilizar de forma completa las capacidades motoras y técnicas dentro de la
competición específica, y obtener la disposición para la próxima competición. Sus contenidos están relacionados con la
modelación de la actividad competitiva, empleo de ejercicios de máxima intensidad, con grandes recuperaciones.
La duración de los mesociclos va a depender del tiempo necesario para obtener mejoras en las distintas cualidades, y de las
condiciones del calendario de competiciones.
Pero la exigencia del calendario en fútbol no permite establecer ciclos tan amplios de trabajo, excepto en pretemporada, por la
ausencia de partidos oficiales.
Además, si atendemos al concepto inicial de mesociclos en el que se especifica que deben tener una orientación u objetivos
similares, en fútbol no es posible debido a la alta variabilidad y nivel máximo de exigencia que se necesita para cada partido de
competición. Son tan importantes los tres puntos del primer partido de liga como los del último.
6.3.3. El microciclo de competición.
En el fútbol optamos por planificaciones muy a corto plazo, centradas en el presente, que tengan cabida en ciertos períodos de
planificación más largos (macro y mesociclos), pero en las que su esencia, su unidad de trabajo base, sea el microciclo semanal,
el cual, variará, se modificará, se ajustará, en base al estado/rendimiento del equipo/jugador en la competición.
Del griego Micro + Kiklo (pequeño + círculo), esta pequeña y breve estructura semanal de entrenamiento (conjunto reducido de
sesiones), por motivos del calendario competitivo en el fútbol, tiene una duración de 7 días.
El microciclo no debe ser una mera repetición del precedente, sino que debe de estar determinado y condicionado por:
Los procesos de esfuerzo-recuperación (leyes y principios de adaptación psico-fisiológica).
Los objetivos y contenidos de aprendizaje fijados para dicho microciclo (ajustar aspectos condicionales y técnico-
tácticos del rendimiento).
Los resultados obtenidos por el equipo (varios partidos sin ganar, o sin perder).
El nivel de rendimiento del equipo en general o de los jugadores individuales (desgaste físico y emocional).
El análisis del próximo rival a enfrentarse (debilidades, fortalezas).
Las condiciones climáticas (prever instalaciones y trabajos alternativos, campo o región en la que vamos a jugar, etc.).
Debe implicar una renovación parcial de los medios y métodos de entrenamiento, cambiando igualmente las cargas de
entrenamiento.
En el sector profesional, e incluso entre los jóvenes que juegan a nivel internacional, el elevado número de partidos,
frecuentemente 2 a 3 encuentros por semana, impone microciclos de 3 a 4 días de duración, orientados hacia la recuperación y
la preparación para el próximo partido.
La estructuración, fisiológica y física, del microciclo.
Definir siempre la vía de energía que constituirá la base fisiológica de la sesión. Ejemplo: Entrenamiento técnico con
trabajo sobre el régimen de capacidad aerobia (70–80%).
Prestar atención a las exigencias musculares y neuromusculares.
Apenas finalizado el encuentro, se deberá iniciar el ciclo con recuperación activa a base de oxigenación, de
capilarización muscular, de resistencia cardio-respiratoria (resistencia aerobia básica/capacidad aerobia) y resistencia
muscular (fortificación de los músculos).
Entrenar la fuerza, la capacidad de coordinación y la velocidad, considerando igualmente
momentos de reposo.
Ubicar la “cima” del entrenamiento (el momento más intensivo del entrenamiento) en la mitad del período del ciclo.
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Estimular la tonificación muscular al término del ciclo y al comienzo de la actividad competitiva (velocidad reactiva,
velocidad aláctica, coordinación).
Considerar la dosificación del ciclo (cantidad, intensidad).
Disminuir las cargas de trabajo en la segunda parte del ciclo.
Planificar las fases de recuperación y de regeneración energéticas.
La estructuración interna del microciclo en fútbol siempre está supeditada al día de competición de forma que las cargas de
trabajo se efectúan en base a este momento. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de microciclos en fútbol están
encuadrados dentro del periodo competitivo, la estructura de este, a efectos de carga de entrenamiento, suele seguir un modelo
tipo.
En equipos profesionales donde se juega de domingo a domingo (7 días) y dentro de un microciclo de aumento de la carga se
suele aplicar esta distribución. Como se aprecia en la ilustración, los días de mayor volumen e intensidad son los días centrales
de la semana (miércoles y jueves), y el viernes baja mucho el volumen y un poco más la intensidad, suele ser una sesión de
descarga, para el día previo al partido realizar una sesión de duración media-corta con intensidad media-alta.
Del mismo modo hay semanas que se juega el domingo y posteriormente se vuelve a jugar el sábado, por lo que hay un día
menos de preparación.
Este tipo de microciclo se diferencia básicamente en la pérdida de un día de descanso, puesto que, dentro de un microciclo de
7 días, el primer día de este se realiza una sesión de regeneración, que es la gran sacrificada en microciclos de 6 días. Hay que
destacar que, en ocasiones, hay técnicos que prefieren realizar la sesión de regeneración a expensas de no tener día de descanso.
En este microciclo se realiza una distribución en la que el primer día de acumulación de carga principal es más suave o
introductorio a diferencia del microciclo de 7 días.
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La distribución de la carga también se ve afectada cuando nos encontramos semanas en las que se juega de sábado a domingo,
siendo microciclos de 8 días.
Al tener un día más de entrenamiento suelen ser microciclos en los que se administra la carga alta en 3 días, en lugar de 2 días
que es lo habitual. También son buenos microciclos para ofrecer 2 días de descanso al grupo si se viene de mucha carga con
anterioridad, o bien si se viene de una semana corta o lo que es lo mismo un microciclo de 6 días.
6.4. Ejemplo de un microciclo de competición con un partido por semana
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La confección de la distribución de la carga dentro de un microciclo en equipos amateurs o de categorías inferiores, siempre va
a depender de los días que se disponen para entrenar. En estos casos si se entrenan 3 días por semana, se sacrifica el día de
regeneración y se distribuye la carga alta en los dos primeros días del microciclo, utilizando el día previo a la competición del
mismo modo que se plantea en equipos profesionales, menos volumen y media intensidad. En cualquier caso, la distribución
debe realizarse de forma equilibrada y siempre con el objetivo de llegar a la competición con la dosis adecuada de estímulo.
6.5. Ejemplo de un microciclo de competición con un partido por semana
En el fútbol profesional existen muchos microciclos de 3 y 4 días e incluso en ocasiones llegan a ser de 2 días. Esto sucede en
equipos con una alta carga competicional.
García J.M, Navarro M. y Ruiz J.A. (1996) definen varios Tipos de microciclos y sus características básicas, vinculados al objetivo,
la duración y la carga de entrenamiento:
1) De ajuste (o introductorios):
Presentan bajos niveles de carga.
Se emplean después de una interrupción del entrenamiento.
2) De carga:
Se caracterizan por utilizar cargas medias-altas.
El volumen de trabajo es creciente sin llegar a agotar las reservas energéticas.
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3) De impacto (o choque):
Se caracterizan por una acumulación máxima de la fatiga.
Las cargas de entreno son máximas y submáximas.
En Pretemporada se utilizan altos volúmenes de carga.
En Temporada las intensidades de trabajo son muy elevadas.
4) De activación (o aproximación):
Utilizan cargas específicas muy similares a las de la competición. En ellas predomina el trabajo especial sobre el
general.
Se sitúan antes de la competición y facilitan su preparación inmediata.
5)De competición:
Se caracterizan por integrar en su organización las competiciones importantes. En ellos se deben conocer
perfectamente los mecanismos de recuperación con la finalidad de llegar al día de la competición en el momento de
máxima supercompensación.
Se contemplan actividades antes y después de la competición.
6)De recuperación (restablecimiento o descarga):
Su objetivo es asegurar el desarrollo óptimo de los procesos de recuperación.
Siguen a una serie de microciclos de choque o de competición.
Se utilizan medios de recuperación activa (ejercicios de baja intensidad) y pasiva (masajes, baños, etc.).
Tabla 39: Tipos de microciclos junto con sus características y duración aproximada
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Aunque existen diferentes variantes de ordenación, tales como:
Tabla 41: Cuantificación de la presencia de cada tipo de microciclo dentro de una planificación anual
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