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“LA IGLESIA”
Mateo 16:18 “Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las
puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.”

Efesios 3:10 “Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de
la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
Efesios 3:11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor.”

Hechos 2:41 “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día
como tres mil personas.
Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.
Hechos 2:43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por
los apóstoles.
Hechos 2:44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;
Hechos 2:45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad
de cada uno.
Hechos 2:46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
Hechos 2:47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a
la iglesia los que habían de ser salvos.”

Estos pasajes que acabamos de citar son muy conocidos en cuanto al tema de la iglesia, hablar
de la iglesia para muchos:
 No parece ser un tema muy atrayente
 No parece ser un tema desafiante
 No parece ser de gran enseñanza

Y todo parte porque hemos limitado el tema a algo tradicional, estamos tan cómodos y seguros
que creemos que:
 Lo que hemos hecho es lo único que podemos hacer
 Lo que hemos aprendido es lo único que podemos aprender
 Lo que se nos ha trasmitido por tradición es lo que siempre hemos de seguir

Pero para poder salir de todo ello tenemos que empezar de nuevo a definir que es la iglesia y no
solo ello, si no preguntarnos, si lo que somos como iglesia es lo que Dios tenía en mente que
fuera.

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Imagina que te encuentras en una isla desierta y lo único que tienes es una copia de la Biblia. No
cuentas con experiencia alguna en el cristianismo, y todo tu conocimiento acerca de la iglesia
provendrá de lo que leas en la Biblia.
 ¿Cómo te imaginarías que sería y funcionaría la iglesia?
Cierra tus ojos por unos minutos, y trata de imaginar la «iglesia». Ahora, piensa en tu iglesia
actual.
 ¿Se parecen?
 ¿Puedes aceptar el resultado?

Francis Chan es un autor, maestro y predicador protestante estadounidense. Él es el ex pastor

docente de Cornerstone Community Church, una iglesia evangélica en Simi Valley California
fundada por Chan en 1994 a la edad de veintiséis años.

Después de 9 años dejo la iglesia de más de 5000 personas, muchos le preguntaban:

➢ ¿Por qué dejaste una iglesia exitosa?
➢ ¿Por qué dejaste a todas esas personas que amabas?
➢ ¿Por qué dejaste el país justo cuando parecía que tenías más influencia?
➢ ¿Cambiaron tus convicciones?
➢ ¿Sigues creyendo?
Fundaste una mega iglesia, comenzaste una escuela, escribiste libros exitosos, tanta gente
escuchaba tus transmisiones multimedia y, de pronto lo dejaste todo.

Cuando Chan inicio la iglesia tenía tres puntos que quería cubrir:
1. Quería que todos le cantaran directamente a Dios.
Se refería a cantar de verdad, y no cumplir con el tiempo de alabanza solamente por rutina
o incluso por culpa.

2. Quería que todos pudieran escuchar la Palabra de Dios.

Que no fuera como los que se reúnen a escuchar de autoayuda y tampoco que se ignorara
la mitad de la Biblia. Quería adentrarse en las Escrituras, aún en los pasajes que parecen
contradecir nuestros deseos y lógica. Quería que la exposición de la verdad de Dios fuera
poderosa y que se tomara con seriedad. De manera que, comenzó a predicar semana a
semana, versículo por versículo de la Biblia. Nos propusimos escuchar verdaderamente
todo lo que la Palabra de Dios nos estaba diciendo.

3. Quería que todos vivieran vidas santas.

Y es que he existen muchos cristianos sentados en tantas iglesias a quienes, al parecer,
no les interesa hacer lo que la Biblia dice. No concebía asimilar tan trágica ironía. Existe
quien regresa semana tras semana a escuchar de un libro que les exige que sean
“hacedores de la palabra y no solo oidores» (Santiago 1:22), sin embargo, no hacían nada
al respecto.
Y no que yo fuera perfecto, o esperara que los demás lo fueran, sino que, quería que nuestra
iglesia fuera un grupo de personas que se impulsaran unas a otras para actuar, porque de nada
sirve enseñar las Escrituras sin esperar que haya un cambio.

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Así que, desde el principio, nos desafiamos a actuar conforme a la enseñanza.

• Dios estaba tocando los corazones, el número de personas que se reunía para cantar y
escuchar la Palabra de Dios continuó creciendo y tuvimos que añadir más servicios.
• Nuestros servicios estaban llenos de vida.
• La asistencia a las reuniones, al igual que las ofrendas, crecieron de manera consistente a
través 9 de los años.
• Cada fin de semana celebrábamos bautismos, las vidas estaban siendo transformadas.

¿Esto era todo lo que la iglesia debería de ser?

¿Cumplíamos con la visión que Dios tuvo cuando creó su iglesia?
Una de las principales cosas que nos preguntamos en aquel entonces, fue el nivel de amor que
teníamos los unos por otros. Cornerstone era considerada una iglesia muy cordial, sin embargo,
al compararla con la primera iglesia del Nuevo Testamento, se quedaba corta. Jesús dijo que el
mundo nos iba a conocer por nuestro amor (Juan 13:35). Como diáconos de la iglesia, pudimos
llegar a la penosa conclusión que, cuando los no creyentes llegaban a nuestros servicios, no
observaban nada extraordinario en cuanto a la forma de amarnos los unos a otros. Otro problema
que vimos fue, cómo, de alguna manera, todo dependía de una sola persona.

¿Acaso Cornerstone se había convertido en una de tantas iglesias, estancada y con un gran
edificio vacío?

La Biblia nos dice que cada miembro del cuerpo tiene un don necesario para el pleno
funcionamiento de la iglesia. Pero cuando vi lo que estaba sucediendo en nuestra iglesia,
comprendí que éramos unos pocos quienes estábamos usando nuestros dones, mientras que
miles solo venían a ocupar un asiento en el santuario por una hora y media, para después irse
a casa.
La manera en la que habíamos estructurado la iglesia, estaba impidiendo el crecimiento de las
personas, y, por ende, todo el cuerpo se estaba debilitando.
Fue una lección de humildad el tener que sentarnos a examinar los mandamientos bíblicos que
habíamos ignorado. Decidimos que queríamos traer un cambio a la iglesia. Al momento, no tenía
idea lo difícil que sería, y estaba frustrado con la situación en la que estábamos, no tenía claro el
camino a seguir.

Esto no solo es un problema que surge en las iglesias protestantes, dentro de la iglesia del Señor
en ocasiones se pierde el objetivo, por infinidad de razones, pero tenemos la bendición de
recurrir a la Escritura y regresar al principio para poder trabajar y ser lo que Dios quiere que
seamos.

Es por ello que reflexionaremos acerca de la lección llamada:

“LA IGLESIA”
Desarrollaremos nuestro tema en base a preguntas

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I. ¿Qué es la iglesia?
A) Veamos una observación importante.
“Dependiendo lo que la iglesia sea para mí, es la importancia que le daré y el
involucramiento que tendré.”
¿Cuándo fue la última vez que nos sentimos asombrados por ser parte del
cuerpo de Cristo?
¿Alguna vez se ha maravillado por tal privilegio?
Algunas de las respuestas más comunes al escuchar esta pregunta es que:
1. La iglesia somos nosotros.
2. La iglesia son los llamados fuera. (Ekklesia)
3. La iglesia es el cuerpo visible del Dios invisible.
4. La iglesia es un reino espiritual en un mundo material.
B) Veamos las tres maneras de cómo se observa a la iglesia.
1. La iglesia de manera institucional o como asociación.
Un organismo u organización pública o privada que se crea para un
determinado fin y se rige bajo cierto reglamento, con fondos,
instituciones privadas etc. Como el sectarismo.
2. La iglesia universal.
(El cuerpo de Cristo Mateo 16:18; Hechos 2:47)
3. La iglesia local.
(Una congregación Filipenses 1:1; Hechos 2:47)
C) Veamos algunas maneras correctas e incorrectas de ver a la iglesia.
Maneras incorrectas.
1. La iglesia es un club social.
2. La iglesia es una rutina de fin de semana.
3. La iglesia es una tradición familiar.
4. La iglesia es una creación humana para suplir las necesidades
espirituales.
5. La iglesia es un lugar para gente ignorante.
6. La iglesia es un lugar que visito solo cuando me va mal.
7. La iglesia es un lugar que visito cuando quiero acallar mi conciencia.
Maneras correctas.
1. La iglesia es el plan de Dios desde la eternidad.
2. La iglesia es un misterio revelado.
3. La iglesia es el cuerpo de Cristo.
4. La iglesia es la casa de Dios.
5. La iglesia es la familia de Dios.
6. La iglesia es la esposa de Cristo.
7. La iglesia es el reino de Dios.
8. La iglesia es el lugar donde se muestra la multiforme sabiduría de Dios.
9. La iglesia es un lugar de estudio.
10. La iglesia es un lugar donde resuelvo mis dudas.
11. La iglesia es un lugar donde despejo mi mente.

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12. La iglesia es un lugar para servir y conectar.

13. La iglesia es un lugar donde puedo madurar.
14. La iglesia es el lugar donde debo ver la Gloria de Dios.
15. La iglesia es una comunidad donde fortalezco mi espíritu.
16. La iglesia es donde debo encontrar una mano amiga a la cual aferrarme.
El sol queda a millones y millones de kilómetros de distancia y no tienes la
capacidad de verlo de cerca. Obviamente no puedes tocar el sol y quedar con
vida, entonces;
¿Cómo es posible que, en este momento nos encontremos unidos a Aquel
que brilla más que el mismo sol?
Los mismos ángeles se tienen que cubrir el rostro con sus alas ante su
presencia (Isaías 6:2), aun así, tú eres miembro de su cuerpo.
¿Por qué, alguien tan extraordinario escogería que tú y yo formáramos parte
de su cuerpo?
2 crónicas 7:1 “Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos,
y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa.
2 crónicas 7:2 Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque
la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.
2 crónicas 7:3 Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la
gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento
y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su
misericordia es para siempre.
2 crónicas 7:4 Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante de
Jehová.”
¿Puede imaginarse el fuego descendiendo del cielo? ¿Puede imaginarse
usted estando ahí?
¿Qué haría si estuviera ahí?
¿Qué haría si supusiera que la gloria de Dios descendería y que es
privilegiado de estar en su presencia?
Imagino mi corazón latiendo rápidamente, me puedo ver luchando para
respirar, evitando a toda costa desmayarme. Luego, al estar en medio de todo
eso, sentir que me invade una enorme emoción y ganas de adorar junto a los
demás creyentes. El templo era el lugar donde cielo y la tierra se
encontraban, donde los ojos humanos tuvieron un destello de su gloria.
Eso se oye impresionante, (Éxodo 19:1-25) pero el Nuevo Testamento describe
algo superior.
Tal vez el hecho que desee la experiencia narrada en el Antiguo Testamento
es un indicativo de que no aprecio la nueva realidad tanto como debiera.
Efesios 2:19 “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos
de los santos, y miembros de la familia de Dios,
Efesios 2:20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo
la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
Efesios 2:21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser
un templo santo en el Señor;
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Efesios 2:22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para

morada de Dios en el Espíritu.”
Tal vez usted y yo desearíamos ver la gloria de Dios descendiendo. Pero
tenemos algo mejor, ¡literalmente, formamos parte del templo.
Por alguna razón que aún no entendemos, y gracias a la sangre de Jesús,
fuimos aceptados junto con otros, a ser parte de la morada de Dios.
Cuando Pablo habló de este concepto, utilizó el pronombre plural ustedes y el
sustantivo singular templo. Estamos todos unidos, y juntos formamos la casa
de Dios. Somos un trozo de un templo que trasciende tiempo y espacio. Y,
porque la estructura es un templo, esto quiere decir que Dios hace de nosotros
su casa.
Como miembros del cuerpo de cristo todos debemos cooperar para que esto
se dé, de forma natural, se dará cuando vivamos como santos de Dios.
Recuerde que la iglesia surgió de forma natural cuando se expresaba la
necesidad de Dios y había recepción del mensaje, aquellos que recibían la
Palabra se convertían en pregoneros, en porta voces del mensaje.
(Hechos 8:1-4; 11:19-20)
Pareciera que a veces no nos damos cuenta de la belleza del diseño de Dios
para la iglesia. Es difícil de entender que, los mismos seres celestiales están
impactados por la iglesia de Dios (Efesios 3:8-10), mientras que hay muchos
en la tierra:
- Que bostezan al pensar en ella.
-Que bostezan al estar en ella.
-Que no les interesa una relación con la familia de Dios.
-Que es una pesadez estar un tiempo en comunión y aprendizaje.
-Que primero piensan en sus intereses personales antes que lo que Dios desea.
La primera iglesia no necesitaba música dinámica, buenos vídeos, líderes atractivos, buena
iluminación, buena tecnología, un lugar cómodo etc. No necesitaban nada de eso para sentirse
emocionados de ser parte del cuerpo de Dios. El evangelio era más que suficiente para que
vivieran en asombro.
Eso y mucho más es la iglesia del Señor. ¿Lo somos?

II. ¿Para qué es la iglesia?

Una tarea que tiene cada generación es descubrir el propósito de la iglesia.
A) Veamos una realidad.
Ciertamente todos hemos recibido una instrucción de los propósitos de la iglesia,
pero también este se convierte en un viaje que cada miembro del cuerpo debe
hacer. No es hasta que el mismo se dé cuenta de su propósito, que empezara a
darle el valor necesario para cumplirlo.
Imaginemos que entramos a un restaurante y pedimos un filete de res. Veinte
minutos después, regresa el mesero y coloca un plato de pasta delante de ti
diciendo que es la mejor pasta que probaremos en nuestra vida.
¿Usted estaría conforme?

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No, seguramente usted regresaría el platillo porque eso no fue lo que pidió, es
más, ni siquiera se parece.
Y es que hoy día hemos hecho algo similar con la iglesia. Dios nos dio a conocer
su orden para la iglesia, nos indicó en la Biblia con toda precisión, lo que
deseaba a través de sus mandamientos. Pero, en nuestra arrogancia, hemos
creado algo que pensamos que funciona mejor. Y, en lugar de estudiar
diligentemente sus mandamientos para cumplir con lo que él nos pide, nos
hemos dejado influenciar por muchas otras cosas. Nos interesamos más por
lo que queremos, por lo que otros podrían querer y por lo que los demás están
haciendo.
Tenemos un espíritu como el de Caín; traemos una ofrenda pensando que Dios
la aceptará, en lugar de ofrendar lo que ya nos pidió. (Judas 11)
Es imperativo que conozcamos la diferencia entre lo que nosotros queremos,
y lo que Dios ordena. Y esto no quiere decir que todos nuestros deseos sean
malos, pero deben pasar a segundo plano ante lo que Dios enfatiza.
(Marcos 7:6-9).
“Hoy se ha hecho más importante generar un ambiente que agrade a la
audiencia y NO vidas que agraden a Dios.”
Se busca escuchar a una celebridad cristiana a la cual admirar y aplaudir,
(1 Corintios 1:17; 2:1-2) en vez predicar Palabra de Dios.
Alan Hirsch, fundador de una mega iglesia en Australia, explica su experiencia:
“Si tienes que hacer uso de la mercadotecnia y del anzuelo del entretenimiento
para atraer a la gente; entonces, tendrás que seguir usando el mismo incentivo
para evitar que se vayan.”
Es difícil mantener este compromiso, por varias razones, al final terminamos
siendo nuestros propios verdugos.
B) Veamos algunos propósitos.
1. Nuestro propósito es adorar y vivir vidas de devoción.
Adoración:
Proskuneo- Inclinarse hacia y se usa para adorar a Dios, postrarse en homenaje,
besar la mano. (Juan 4:24; Mateo 4:10; Apocalipsis 5:14)
Sebomai- Reverenciar, enfatizando un sentimiento de temor; pero se usa para
reverenciar a Dios (Mateo 15:9)
Latreuo- Adorar o servir u ofrecer culto, servicio sagrado (Romanos 1:25)
Leamos Apocalipsis 5:11-14
Apocalipsis 5:11 “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de
los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
Apocalipsis 5:12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de
tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la
alabanza.
Apocalipsis 5:13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo
de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está

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sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder,

por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 5:14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro
ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los
siglos.”

¿Se imagina participar en esta escena y sentirte aburrido?

Es imposible, para esto fuimos creados.
Pero muchas veces hacemos la adoración pensando en lo que nos gusta y
no en lo que a Dios le agrada. Con frecuencia, tomamos decisiones basadas
en el nivel de placer que obtendremos, lo que a mí me gusta, lo que yo
quiero. Es así como escogemos nuestra casa, el empleo, el auto, la ropa, la
comida y ahora la iglesia.
Pero podemos hacernos unas preguntas para cada decisión que se toma
en la congregación y así saber si somos congregaciones centradas en uno
mismo o Cristo céntricas.
- ¿Lo que se decide hacer, es para agradar y adorar a Dios?
- ¿Lo que se decide hacer, le agradaría más a Dios?
- ¿Lo que se decide hacer, beneficia a la membrecía?
Note las acciones de la iglesia en Jerusalén y haga las preguntas.
(Hechos 2:42-47)
Tal vez tenemos miedo de preguntar qué es lo que a Él le place, porque es más
cómodo vivir en IGNORANCIA que en DESOBEDIENCIA.
La buena noticia es que, por la gracia de Dios, en la actualidad nos damos
cuenta de nuestras fallas y estamos aprendiendo a poner como prioridad
los deseos de Dios; estableciendo, como punto de partida, las Escrituras
y no el deseo humano o incluso la tradición.
Ningún movimiento moderno enfocado en el crecimiento de la iglesia,
tomará en serio esta estrategia; después de todo, carece de emoción.
Ciertamente, esos elementos son básicos, pero:
¿De verdad crees que es posible lograr algo simplemente con las
enseñanzas de los apóstoles la comunión, el partimiento del pan y la
oración?
Acaso, ¿No hay muchos que han intentado esta estrategia sin tener el
resultado asombroso que obtuvo la primera iglesia?
En realidad, en este pasaje hay una palabra clave que distingue a la primera
iglesia de la iglesia moderna: DEDICACIÓN.
En nuestra cultura impaciente, queremos obtener la experiencia del
asombro bíblico, pero sin la devoción bíblica.
La temática actual se centra en cómo sacarles el mayor provecho a los
servicios dominicales. Si la gente está dispuesta a sacrificar noventa
minutos de su tiempo a la semana,
¿Lo usaremos para cantar, orar o predicar?

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¿Deberíamos reunirnos en grupos pequeños o como un grupo

numeroso?
Estas son preguntas equivocadas, lo que deberíamos estar preguntando es
el por qué los cristianos solamente apartan noventa minutos a la semana
(¡cuando mucho!), para lo único importante. De manera que hoy se trabaja
para comprimir la oración, la enseñanza, la comunión y la cena en un
servicio de noventa minutos, porque se piensa que es todo el tiempo con
el que cuenta.
Le aseguro que, si la reunión de 90 minutos inesperadamente se alargara al
doble, las sillas se empezarían a vaciar poco a poco, y se empezarían a escuchar
murmullos diciendo: Me tengo que ir, tengo que hacer esto o aquello.
Pero ocurre un caso extraño, si el tiempo se alarga para algo que a nosotros nos
gusta o queremos, se puede permanecer más del doble del tiempo.
¿Será que no hemos entendido nuestro propósito?

Devoción: Sentimiento de profundo respeto y admiración inspirado por la

dignidad, la virtud o los méritos de una persona, una institución, una causa, etc.
Una actitud de servicio, respeto, reverencia y amor a Dios.
La mayor parte de nuestra vida de cristianos hemos oído que La palabra de
Dios es viva, eficaz y más cortante que una espada de dos filos; y penetra
hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón (hebreos 4:12).
Conocemos el versículo, pero, ¿Lo creemos?
Hemos escuchado lo que Jesús dijo Las palabras que les he hablado son
espíritu y son vida. (Juan 6:63)
Conocemos el versículo, pero, ¿Lo creemos?
Si lo creemos entonces debemos buscar hacer las cosas como a Dios le
agradan para ser bienaventurados.
Apocalipsis 1:3 “Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de
la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo
está cerca”.
Eso nos ayudara a tener una vida de devoción, ya que vivimos en un tiempo en el
cual las personas van a un edificio los domingos por la mañana, asisten a un
servicio de una hora, y por eso se consideran miembros de la iglesia, miembros de
la familia sin relación con la familia.
Note los siguiente:
Un hombre tuvo un encuentro con Jesús cuando estaba en la prisión, el pertenecía
a una pandilla, el sintió miedo al salir de su pandilla para unirse al cuerpo de Cristo.
Hacer esto estando en la cárcel es un acto suicida.
Tuvo que cortar totalmente sus relaciones con la pandilla, y, este tipo de acción
no es tolerada en ese ambiente. Pero el Señor intervino para salvar su vida. Y no
era solo la tortura física o la muerte a lo que él le temía; sino al rechazo de quienes
amaba.

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Eran amigos muy queridos y leales que lo cuidaban las veinticuatro horas del día.
Existía entre ellos un compañerismo y un amor profundo ya que habían
pertenecido a la misma pandilla desde la infancia. Ahora, él iba a perder esas
relaciones y se enfrentaría al odio de las personas a quienes tanto amo.
La descripción de la vida en las pandillas, se parece mucho a lo que la iglesia
debería ser.
La idea de “ser una familia” es el tema central de ambas, la pandilla y el diseño
de Dios para la iglesia.
A pesar de que en la iglesia usamos comportamiento de familia, esta historia nos
demuestra que las pandillas tienen mucho más claro el concepto de familia que el
que tenemos en la iglesia.
¿Podrías imaginar la vida en pandilla reducida a una pequeña reunión semanal
de una hora?
Ningún grupo que se reúna por solo un momento a la semana se puede llamar
pandilla. Ahora, imagina a un miembro de una pandilla preguntándole a otro de
los miembros: Hermano, ¿Qué tal estuvo la pandilla? Tuve que faltar esta semana
porque han pasado muchas cosas en casa.
Todos sabemos lo suficiente acerca de las pandillas como para saber que eso es
ridículo.
Sin embargo, cada semana escuchamos a cristianos preguntándose unos a otros:
¿Qué tal estuvo la iglesia? No pude ir, ¿Alguna novedad?
Y es que, lo que Dios diseñó para que funcionara como una familia, ha sido
reducido a una reunión opcional a la semana. Esto se ha convertido en
una situación normal.
¿Cómo llegamos a esto?
Cualquier miembro de una pandilla te puede decir que todos se protegen
mutuamente, que ofrecen apoyo no importa la situación; son leales,
comprometidos y siempre presentes.
Mientras que en muchas iglesias la conexión que existe entre los
miembros, es exactamente la misma que tienes con la persona extraña que
se sienta a tu lado en el autobús, o que está a lado en la fila de banco.
Cuando leemos sobre el amor, la constancia, la unidad que tenía la primera
iglesia algo dentro de uno desea haber nacido hace dos mil años atrás para
ser parte de un grupo como ese. Incluso, hasta alguien se podría deprimir
un poco por leer como deberíamos ser y los grandes propósitos que Dios
nos ha delegado y que no los encontramos en la típica iglesia moderna.
Podría dar tristeza ver que nuestras iglesias no se parecen a la primera
iglesia, pero es devastador el hecho que no creamos que es posible.
Será posible cuando cada uno entienda su propósito y vaya tras él, cuando
adoremos y vivamos vidas de devoción, cuando anhelemos vivir más como
comunidad, como familia. Cuando no solamente sepamos Biblia, sino que
creamos en lo que Ella dice y lo obedezcamos, es entonces cuando habrá
resultados.

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Hechos 2:47 LBLA “Alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y
el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.”
Recuerde que cada generación tiene una tarea y es descubrir el propósito de Dios en su vida.
Hagamos nuestra tarea sin olvidar que:
Nosotros presentamos a la iglesia universal a través de la iglesia local e individuos.
¿Qué iglesia estoy presentando a otros?
✓ Una iglesia Bíblica.
✓ Una iglesia organizada.
✓ Una iglesia tradicional.
✓ Una iglesia moderna.
✓ Una iglesia institucional.
✓ Una iglesia liberal.
✓ Una iglesia autoritativa.
✓ Una iglesia sin rumbo.
✓ Una iglesia sin propósitos.
✓ Una iglesia sin devoción.

III. ¿Para que asistimos con la iglesia?

En el nuevo testamento no era tema la asistencia, porque todos anhelaban estar juntos,
lo importante era ser parte de la comunidad y ser miembro activo de la misma.
(Hechos 2:44; 4:4; 4:32; 5:14; 8:4)
Ya hemos mencionado la siguiente frase: Creo en Dios, pero no en la iglesia.
- Esa frase es mencionada contantemente por gente fuera de la iglesia, esto se ha dado
por:
• Por malas experiencias.
• Por expectativas no cumplidas.
• Por utopías.
Pero normalmente los problemas son con la iglesia local, no con la iglesia universal.
-Esa se ha convertido en una justificante para que muchos no asistan con la iglesia o se
retiren de la misma. Pero muchos ignoran o no consideran que, si digo que no quiero
nada con la iglesia, estoy mutilando a Cristo. (Efesios 1:22-23; 5:23; Colosenses 1:17-18)
Podemos decir lo que queramos de la iglesia y separarnos de ella, pero jamás
podremos sepáranos de Cristo.
-Es interesante la respuesta ya que traerá grandes compromisos ante Dios.
• Si digo que asisto para estar en comunión con Dios, entonces la pregunta que debe
ser contestada sinceramente es: ¿Estoy en comunión con Dios?
• Si digo que asisto para estar en comunión con mis hermanos, entonces la pregunta
que debe ser contestada sinceramente es: ¿Estoy en comunión con mis
hermanos?
• Si digo que asisto para crecer, entonces la pregunta que debe ser contestada
sinceramente es: ¿Ya he crecido?
• Si digo que asisto para cambiar, entonces la pregunta que debe ser contestada
sinceramente es: ¿Ya cambie?

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- ¿Qué necesitamos hacer para que los propósitos de la asistencia con la iglesia se
cumplan?
- Para que los verdaderos propósitos de la asistencia con la iglesia se cumplan:
• Necesitamos asistir por los motivos correctos.
- Por amor.
- Por gratitud.
- Por gusto y no por obligación.
- Por obediencia a la soberanía de Dios.
- Por sed espiritual.
- Por la búsqueda de la verdadera comunión.
- Por devoción.
- Porque quiero ser, para hacer.
• Necesitamos asistir dándole a Dios y a su Palabra el valor que merecen.
• Necesitamos asistir con disposición.
(Disposición de aceptar, cambiar, de dar, de recibir, de retener)
• Necesitamos ambientes sanos.
- No puede haber salud, si no hay un ambiente sano.
Si logramos entender el propósito de la asistencia, seremos grandemente bendecidos y
beneficiados al estar reunidos juntos, buscaremos estar siempre donde el cuerpo de Cristo este
reunido. Como hemos dicho antes, ¿Soy parte del cuerpo de CRISTO? Si es así, entonces donde
este su cuerpo, ahí tengo que estar.

IV. ¿Cuál es la organización de la iglesia?

Tito 1:5 “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses
ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé.”
-Es muy importante que busquemos esa organización que Dios ha establecido, la Escritura
enseña que tal organización es, teniendo ancianos que cuiden, velen, alimenten a la
iglesia, junto con los evangelistas, maestros y diáconos. (Efesios 4:11-13) Pero puede
surgir una pregunta, Si aún no hemos llegado a ello, ¿Cómo debemos organizarnos?
• En el Nuevo Testamento, puede ser seguro decir que cada iglesia comenzó sin
ancianos que la guiaran. En Jerusalén, la iglesia comenzó bajo el liderazgo de los
apóstoles. En Hechos 6 se nombraron siervos, pero no leemos acerca de los
ancianos en la iglesia de Jerusalén hasta Hechos 11, casi 10 años después.
• En el primer viaje misionero, se establecieron iglesias y, después de un tiempo, el
equipo misionero regresó a esas iglesias y participó en el nombramiento de
ancianos.
(Hechos 14:21-23; 20:17)
• Las primeras iglesias se establecieron generalmente a través de la autoridad
apostólica. Esto se refleja en Jerusalén, quizás en Antioquía, y en las iglesias
establecidas en el primer viaje misionero.
• En el caso de Timoteo y Tito, vemos la autoridad apostólica delegada a obreros
ministeriales que no eran apóstoles. Tanto Timoteo como Tito fueron encargados

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de ayudar a las iglesias locales a nombrar ancianos. En Tesalónica y Corinto,

aparentemente había hombres más maduros que presidían, dando dirección y
guía a la iglesia local. (1Tesalonicenses 5:12-13).
1) Los plantadores de iglesias dirigen la iglesia infante. Hechos 14:21-23
2) Los conversos maduros se involucran en la dirección de la iglesia, pero no se nombran
ancianos-obispos, es necesario un grado de madurez y requisitos que seguir.
3) A medida que la congregación madura se va instruyendo en los requisitos para que los
varones que anhelen y deseen puedan aspirar a ser los ancianos de la congregación.
4) Se debe hacer el objetivo de una iglesia madura nombrar ancianos-obispos-pastores
calificados. Los evangelistas pueden ayudar con muchos detalles en una iglesia,
especialmente en el nombramiento de ancianos.
• El cuidado de la iglesia (1 Pedro 5:1-3)
1 Pedro 5:1 “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con
ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la
gloria que será revelada:
1 Pedro 5:2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no
por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo
pronto;
1 Pedro 5:3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino
siendo ejemplos de la grey.”

Instrucciones positivas:
1. Apacentar-
Cuidar, proteger, guiar, alimentar.
2. Cuidar-
Considerar, visitar, mirar con interés, atender.
3. Voluntariamente-
De buena gana, con buena actitud.
4. Con ánimo-
Ansiosamente, presteza, mente lista, buena actitud.
5. Con ejemplo-
Modelo, tipo, figura, ejemplo a seguir, precedente confiable para que otros sigan,
marca, impresión.

Instrucciones negativas:
1. NO por fuerza-
De mala gana, obligatoriamente.
2. NO por ganancia-
Lucro sucio, ansia de ganar.
3. NO con señorío-
Ejercer un control decisivo, dominar, ser dueño, controlar, sujetar como propietario.
• Los Peligros

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-El evangelista, predicador o "ministro" (Que significa siervo) no es “el pastor,” no

existe un pastorcito previo a tener ancianos, muchas veces se cae en el señorearse
de las congregaciones que no tienen ancianos o no están trabajando en ello, la
membrecía se acostumbra a que solo uno o unos cuantos tomen decisiones en
privado y luego notifiquen a los demás sin tener un involucramiento de gente
madura o de los varones maduros, el peligro es que se llegue a hacer normal esto
y no se trabaje en lo que Dios ha establecido en su Palabra, o como ya hablamos
anteriormente, que se tomen decisiones por gustos personales sin pensar en la
edificación y beneficio del resto del cuerpo de Cristo. La mayoría de los problemas
en las congregaciones es por problemas en el tema de la “autoridad o poder”, Se
ha mal entendido la verdadera labor de liderear una congregación y se cae en el
enseñorearse (Tener el dominio de).
Recuerde que el nombramiento de ancianos es un tema Bíblico y algo que Dios pensó para el
benéfico de los santos. Instruyamos, obedezcamos y caminemos a ser una iglesia organizada
bíblicamente.

V. ¿Cuáles deben ser los principales propósitos de la iglesia?

“Nuestros propósitos deben ser los propósitos de Dios”
-Tal vez hoy responder esta pregunta nos lleve a en realidad dar respuestas que son
nuestros propósitos personales más que los propósitos que Dios desea que la iglesia
tenga.
Y es que vivimos en un mundo centrado en el ser humano, entre personas que se
consideran a sí mismas como la máxima autoridad, creemos que, como seres humanos,
meceremos tener ciertos derechos. Sin embargo, no pensamos en los derechos a los que
Dios es merecedor, por ser Dios. Incluso en la iglesia, actuamos como si las obras de Dios
debieran girar alrededor nuestro. Pero las historias en las Escrituras tienen la finalidad
de mostrarnos que existe algo que es mucho más valioso que nuestra existencia y
derechos.
-Dios tiene propósitos para nosotros.
• Efesios 3:10-11
El propósito eterno de Dios.
• Efesios 1:4
Nos escogió antes de la fundación del mundo.
• Tito 1:1-3
Dios prometió desde antes del principio de los siglos.
El plan más ambicioso y trascendente, es el plan para salvar las almas de la condenación por el
Evangelio y su iglesia.

-La iglesia debe de preocuparse por tres cosas principalmente:

1) Predicar
2) Edificar
3) Ayudar

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Hechos 2:41 “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día
como tres mil personas.
Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.
Hechos 2:43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por
los apóstoles.
Hechos 2:44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;
Hechos 2:45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad
de cada uno.
Hechos 2:46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
Hechos 2:47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a
la iglesia los que habían de ser salvos.”

¿Estamos cumpliendo con los propósitos de Dios?

¿Qué es lo que estamos haciendo para alcanzar esos propósitos?
¿Qué podemos hacer para lograrlos?

Hemos visto el tema:

“LA IGLESIA”
Desarrollaremos nuestro tema en base a preguntas

I. ¿Qué es la iglesia?
II. ¿Para qué es la iglesia?
III. ¿Para que asistimos con la iglesia?
IV. ¿Cuál es la organización de la iglesia?
V. ¿Cuáles deben ser los principales propósitos de la iglesia?

Dios nos guie y nos iluminé a ser la iglesia que Dios desea, esa iglesia gloriosa que espera a su
salvador y será reconocida y recompensada por Él, es un privilegio y honor ser la Iglesia del Señor
Jesús.

Efesios 5:25 “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a
sí mismo por ella,
Efesios 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
Efesios 5:27 A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.”

Bibliografía
Notas y arreglo personal Christian S. Ch.
Cartas a La Iglesia por Francis Chan
Citas RV. 1960
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