1. Invasión franco-belga de la región alemana del Ruhr.

Francia fue el país más perjudicado por la Gran Guerra. El estado pidió “préstamos” para reconstruir el país.
Los alemanes no pagaban las reparaciones de guerra acordadas en los tratados de paz, con las que los franceses
pensaban pagar las inversiones realizadas para reconstruir el país, devastado por la guerra.

Exasperados, franceses y belgas invadieron en enero de 1923 la cuenca alemana del Ruhr {carbón y acero} con
sus grandes centros industriales, y ocuparon fábricas y minas para obtener directamente lo que los alemanes no
pagaban

El nacionalismo alemán desencadenó una oleada de protestas y sabotajes contra los ocupantes.

El Estado se comprometió a indemnizar a los afectados por la invasión, recurriendo para ello la emisión
de abundante papel moneda, originando una hiperinflación que hundió la economía alemana,
empobreciendo a amplios sectores de la población, en un clima de enorme malestar social.

La coyuntura fue aprovechada por Hitler para intentar conquistar el poder mediante un golpe de
Estado en Múnich ("Putsch de Munich"), que fracasó.

El Plan Dawes [1924] solucionó el problema de la ocupación. Franceses y belgas abandonarían el Ruhr.
Alemania recibiría un préstamo de los Estados Unidos con el que podría pagar las reparaciones.

2. Putsch de Munich.

El clima de tensión provocado por la ocupación franco-belga del Ruhr, fue aprovechado por los nazis
para intentar instaurar una dictadura y acabar con la república de Weimar.
El modelo que se seguían era el mito que había creado Mussolini sobre su asalto al poder con la
“marcha sobre Roma”.

El 9 de noviembre, una manifestación de varios miles de nazis que discurría por las calles de Munich
fue destruida por las fuerzas del orden, con lo que la rebelión fue abortada.

El fracaso del Putsch de Munich llevó a Hitler a la cárcel y a la convicción de que el poder había de ser
conquistado mediante la legalidad, es decir, a través de la vía parlamentaria.

La oportunidad de Hitler se presentó durante la crisis siguiente: el hundimiento económico de la

década de 1930 [tras el Crack de 1929].

3. S.A.

Grupo paramilitar vinculado al partido nazi. Actuó como su fuerza armada y ejerció la violencia contra
quienes consideraba sus enemigos.
Estaba dirigido por Ernst Röhm, que defendía la abolición del capitalismo mediante una revolución.
4. S.S.

Cuerpo de élite dentro del nazismo encargado a partir de 1941 de poner en práctica la "solución final",
es decir, la erradicación mediante el asesinato de todos los judíos que estuviesen bajo la órbita del
Tercer Reich.

Las SS fueron fundadas en 1925 para servir de guardia personal a Hitler. Posteriormente, su cometido
se amplió y alcanzó a todas las esferas del Estado, incluidas la policía secreta (GESTAPO) y el ejército,
donde formaron unidades denominadas Waffen SS.

Fueron los encargados de la custodia de los campos de concentración y al término de la Segunda

Guerra Mundial, muchos de sus oficiales juzgados por crímenes contra la humanidad. Su responsable
más señalado fue Heinrich Himmler.

5. ¿Cómo consigue Hitler ser nombrado canciller de Alemania?

En un contexto de crisis económica, en el que el paro aumentaba brutalmente, aumentaron los votos
al partido nazi.
Sin embargo, aunque nunca alcanzarían la mayoría absoluta en las urnas , se habían hecho
indispensables para cualquier coalición no socialista que quisiese gobernar en Alemania.

En las elecciones de 1930 el Partido Nacionalsocialista contabilizó 107 diputados. En 1932 hubo dos
convocatorias de elecciones. En las primeras, los nazis consiguieron 230 diputados, alcanzando la
mayoría (no absoluta) del Parlamento. El voto nazi disminuyó en las siguientes elecciones, bajando a
196 diputados. Sin embargo, en esta ocasión Hindenburg, presidente de la República, nombró canciller
a Hitler y le encargó la formación de un gobierno. Su poder era, por entonces, limitado.

Como los nazis no tenían mayoría para gobernar en solitario, el nuevo gobierno se creó a partir de
una coalición de partidos de centro-derecha, con el apoyo de las fuerzas armadas.
 6. Incendio del Reichstag.

En febrero de 1933, siendo ya Hitler canciller con un gobierno de coalición, y días antes de unas nuevas
elecciones, el edificio del Parlamento alemán, el Reichstag, fue incendiado.

Aunque fue un acto individual, Hitler aprovechó la ocasión para responsabilizar del acto a los
comunistas y socialistas por lo que, mediante el Decreto para la protección del pueblo y el Estado*,
promulgó una serie de medidas de excepción que liquidaron la libertad de opinión, prensa y
asociación, poniendo fuera de la ley a la mayor parte de la oposición.

En un ambiente de violencia y amenazas, los nazis consiguieron un 44 % de los votos, 288 diputados.
Aún así no consiguieron la mayoría absoluta y tuvieron que contar con el 8% de los votos de los
conservadores para formar gobierno.

Hitler conseguiría plenos poderes del Parlamento durante cuatro años. A partir de este momento,
transformaría Alemania en una dictadura.

En 1934, tras la muerte de Hindenburg, Hitler se convirtió también en presidente de la República de

Alemania.

*«Decreto para la Protección del Pueblo y del Estado».

Era, de hecho, el fin de la democracia en Alemania y el decreto fundacional del Tercer Reich. Su consecuencia inmediata
fue el inicio de una campaña de terror en que comunistas, socialdemócratas, judíos y cualquiera que se hubiera
interpuesto en algún momento a los nazis eran encarcelados o torturados por las SA por su propia iniciativa. Poco
después se inauguraba en Dachau el primer campo de concentración, destinado a albergar cinco mil comunistas que no
cabían ya en las cárceles.
Paxton. Anatomía del fascismo.

7. ¿Qué grupos sociales apoyaron al nazismo?

Burguese arruinados, campesinos y obreros desesperados se sintieron atraídos por las promesas nazis.

Aunque en sus inicios el nazismo recibió financiación de unos pocos grandes empresarios, en general
estos preferían subvencionar a los partidos conservadores tradicionales. Fue posteriormente, ya en el
poder, cuando las ayudas económicas al partido nazi aumentaron.
8. ¿Cómo desmontó Hitler el régimen democrático de Weimar y convirtió a Alemania en una dictadura?

Para convertir Alemania en una dictadura, se valió, en un primer momento, del juego político
democrático complementado con el uso de la violencia; más tarde, de la fuerza de una dictadura
personalista, impuesta a través del empleo sistemático del terror.

Después del incendio del Reichstag, se otorgó a Hitler autoridad para prescindir de cualquier ley
existente. Esto supuso la aniquilación del sistema democrático.

A partir de 1934 el Partido Nazi fue ocupando todos los poderes del Estado bajo la única autoridad de
Hitler, el führer.

- Se suprimieron las libertades y las garantías constitucionales.

- Persecución política. Inauguración en Dachau del primer campo de concentración [1933].
- Se prohibieron los partidos. El único partido autorizado fue el nazi, NSDAP.
- Se prohibieron los sindicatos. Se creo un sindicato único.
- Se depuró la administración pública.
- Control sobre la justicia.
- Control de la represión por formaciones paramilitares nazis, sobre todo las SS.
- Creación de la Gestapo, policía política.
- Intento de control de todos los aspectos de la vida humana. “Nazificación”.
- Imposición de la ideología nazi sobre la sociedad: racismo y nacionalismo. [Goebbles, Ministerio de
Cultura y propaganda].
- Adoctrinamiento en la educación.
- Censura. Fin de la libertad intelectual.
- Persecución de las minorías.
- Antisemitismo. [Leyes de Nuremberg]
- Control de la economía.
- Desarrollo de una política expansionista [Teoría del espacio Vital]. Hacia la Segunda Guerra
Mundial.

9. Gestapo.

Policía política del régimen nazi, que tomó el poder en Alemania desde 1933 hasta 1945. Su objetivo
era perseguir cualquier tipo de oposición o disidencia política al nazismo. Utilizó para ello métodos
atentatorios contra los derechos humanos.

Fue fundada por Göring y dirigida a partir de 1934 por Heinrich Himler, jefe de las SS.
 10. Noche de los cuchillos largos

Las SA representaban la parte más revolucionaria del nazismo. Sus prácticas de violencia callejera, su discurso
anticapitalista y su voluntad de convertirse en parte de las fuerzas armadas, ponían nerviosos al ejército y a los
grandes empresarios, cuyo apoyo necesitaba Hitler para consolidar su poder. Llegaron a ser un estorbo para
el führer, por lo que decidió destruir su poder mediante la eliminación de sus líderes.
La acción se llevó a cabo durante la denominada “noche de los cuchillos largos” (30 de junio de 1934), en el
transcurso de la cual fueron asesinadas más de 200 personas ligadas a las SA.
Los grandes empresarios y la derecha más reaccionaria se sintieron aliviados respecto a las intenciones de
Hitler y acercaron sus posturas a su política que, a partir de entonces, quedaba desprovista de cualquier tipo
de reivindicación subversiva o revolucionaria.