Desarrollo Psicologico y Educacion - Coll - Cap. 1
Desarrollo Psicologico y Educacion - Coll - Cap. 1
Desarrollo Psicologico y Educacion - Coll - Cap. 1
Desarrollo psicológico
y educación
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César Coll, Jesús Palacios y Alvaro Marchesi
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Alianza
Editorial -
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1 Estas relaciones, al igual que el resto de argumentos y propuestas que se exponen en este capítulo,
ha sido objeto de un análisis más detallado en otro lugar (Coll, 1989b).
Psicología y educación: aproximación a los objetivos y contenidos 17
Al menos en los Estados Unidos de América y en Inglaterra. En los otros países europeos, el reco
nocimiento de la psicología de la educación como disciplina será más tardío.
í 18 César Coll
jando y se hace cada vez más difícil precisar su o b jetó de estudio. AI ampliar des
m esuradamente su foco de interés, la psicología de la educación pierde su identidad.
Én el transcurso de los años cincuenta, se producen una serie de hechos que s e
rán decisivos para el rumbo futuro de las relaciones entre la psicología y la educa
ción. Em pieza a tomarse conciencia de las dificultades de integ r ^ l^ ^ m u j^ p je s jig ^
.multados. no siempre concordantes y a veces incluso contradictorios, que proporcio
nan las investigaciones psicológicas. Las dificultades se agravan debido al afianza
miento de las distintas escuelas y corrientes dentro de lar^psicología científica. Se e m
pieza a dudar de la aplicabilidad educativa de las grandes teorías comprensivas del
aprendizaje elaboradas durante la primera mitad del siglo. A sim ism o, se agudiza la
polém ica iniciada en los años veinte por Thorndike y Judd sobre la escasa pertinen
cia educativa de la investigación psicológica y de las elaboraciones teóricas resultan
tes (V an Fleet, 1976). Por último, hacia mediados de la década de los cincuenta emer-
gen una serie de disciplinas que v^n a cuestionar el protagonism o de la psicología
c o m o «la reina» de las ciencias de ía educación. Estas disciplinas — principalmente
la Sociología de la Educación, la E conom ía de la E d ucación, la Educación C om pa
rada y la planificación educativa— ponen de relieve la insuficiencia del análisis psi-
eológico para la c o mprensión global de los fenómenós~eHucativos (H u sé n /1 9 7 9 )
Sin em bargo, en este contexto que augura una crisis de la Psicología de la E du
cación com o disciplina nuclear de la teoría y la práctica educativas, se produce a fi
nales de los años cincuenta una serie de acontecim ientos políticos y económ icos de
gran trascendencia en el cam po de la educación. La confluencia de fáctores como el
inicio de una é p oca de prosperidad económ ica, el final de la guerra fría, el despla
zam iento de la confrontación entre los bloques a la carrera por el desarrollo cientí
fico y tecnológico y el impacto de la ideología del igualitarismo'social produce un re
novado interés por los temas educativos y hace posible un increm ento espectacular
de los’ recursos econ óm icos y humanos dedicados a la investigación y á las reformas
en este campo. E l resultado es que las disciplinas educativas experimentan un desa
rrollo considerable durante las dos décadas siguientes. .......
La psicología de la educación, por la posición privilegiada que ocupa histórica*
m ente, va a ser una de las más beneficiadas por esta inyección de recursos. Sin e m
bargo, la existencia de las otras disciplinas educativas que han surgido en los años
cincuenta le obliga, por un lado, a aceptar la necesidad de un planteamiento multi
disciplinar en el análisis de los fenóm enos educativos y, por otro, a precisar su pro
pio ob jeta de estudio. Es significativo, a este respecto, el cam bio gradual que se pro
duce durante estos años en la amplitud y naturaleza J e sus contenidos. En un estu
dio de la evolución de los contenidos de la psicología de la educación desde princi
pios del siglo hasta 1970 mediante el análisis de los manuales y programas utilizados
en algunas prodigiosas universidades de los Estados U n id o s, Feldhusen (1978) cons
tata en los últimos añós de la década dé los sesenta un desplazam iento hacia lo que
podríamos llamar iin e n fo q u e instruccional. Las áreas temáticas clásicas — aprendi
zaje, medida de las diferencias individuales, crecim iento y desarrollo humano— c e
den terreno ante el tratamiento del aprendizaje de las materias escolares y de los fac
tores que inciden sobre el mismo.
Lstu tendencia se relucí/.a durante los años setenta coincidiendo, además, con el
J [H g l£ I£ £ ^ i?.te- Í e en la explicación del aprendizaje, lo que fa-
Psicología y educación: aproximación a los objetivos y contenidos 19
vorece una aproxim ación entre la psicología del aprendizaje.y la psicología de la ins
trucción (G r e e n o , 1980). En efecto, el interés de la psicología cognitiv.a por estudiar
las formas com plejas de la actividad intelectual la ha llevado cada vez más a analizar
tareas y situaciones que forman parte del curriculum escolar, al tiem po que la psico
logía de la instrucción ha ido adoptando una perspectiva cognitiva en el estudio de
los procesos de aprendizaje escolar. Llegamos de este m od o al m om ento actual ca
racterizado, al m en os en parte, por la identificación entre Psicología de la Educación
y psicología de la instrucción y por la confluencia de esta última con la psicología cog
nitiva. La «psicología cognitiva de la instrucción» (R esnick, 1981) es, sin lugar a du
das, uno de los enfoq ues dom inantes en la década de los ochenta.
Sin em bargo, paralelamente a la evolución descrita, vuelven a arreciar las críticas
sobre el alcance real de las aportaciones de la Psicología a Educación, críticas neu
tralizadas a duras penas durante el período de bonanza iniciado en lós años sesenta.
Tras la crisis econ óm ica que se instala a nivel m undial a partir de 1975 aproximada
mente y que provoca una restricción considerable de las ayudas a la investigación y
a las reformas educativas, se subraya cada vez con más insistencia que la masa de
resultados em píricos acum ulados ha tenido unas repercusiones prácticas muy lim ita
das. Se cuestiona la utilidad de gran parte de la investigación educativa y, en lo que
concierne a la psicología de la educación, se pone en duda su capacidad para funda
mentar cien tíficam en te «el arte de la enseñanza».
Sé acepta, en términos generales, que las expectativas depositadas en la psicolo
gía desde principios de siglo no se han cumplido y se abre, de este m pdo, un período
de reflexión sobre los fundam entos de la Psicología de la E ducación y de búsqueda
d e alternativas. A lg u n o s siguen insistiendo en que la psicología es,todavía una cien-
día joven y sostien en que las expectativas se colmarán cuando hayamos incrementa
do nuestro caudal de conocim ientos. Otros afirman que el error reside en que las ex
pectativas'han si$o excesivam ente elevadas, sobre todo si se tiene en cuenta la enor
me com plejidad intrínseca de los fenóm enos educativos. La mayoría, en suma, ad
mite que las relaciones entre la psicología y la educación han adoptado demasiado a
m enudo un carácter excesivam ente unidireccional ignorando las características pro
pias de los fe n ó m en o s educativos,'siendo necesario y urgente un cambio de perspec
tiva. La polém ica continúa abierta en la actualidad y tiene su reflejo, com o decíamos
al principio, en la existencia de concepciones alternativas sobre los objetivos y los con
tenidos de la psicología de la educación.
' Su vigencia puede comprobarse analizando el contenido de la mayoría de los manuales al uso de psi
cología de la educación, que suelen tomar la forma de un listado de temas sobre los procesos psicológicos
básicos (atención, memoria, aprendizaje, desarrollo, inteligencia, motivación, diferencias individuales,
etc.) y su incidencia en el aprendizaje escolar.
Psicología y educación: aproximación a los objetivos y contenidos 21
jj
cófono c o m o Mialaret, León o Gilly, por poner sólo algunos ejem plos. Así, para Mia-
laret (1971, 1974), la Psicología de la Educación debe ocuparse ante todo del análisis
i de los com portam ientos y de los procesos psicológicos que surgen en los alumnos
I com o resultado de las intervenciones pedagógicas. Procediendo de este m odo, la Psi
cología de la Educación se configura com o una disciplina científica diferente, al mis
mo tiem po, de la psicología y de la pedagogía. Más aún, en la medida en que pro
cede a un análisis de las situaciones educativas con la ayuda de los métodos y con
ceptos de la psicología, podrá realizar aportaciones originales y sustanciales tanto al
con ocim ien to psicológico com o a la práctica educativa. Tam bién L eón (1966) y Gilly
(1981-82) insisten en que la Psicología de la Educación así entendida no se- limita a
aplicar el co n o cim ien to psicológico a la educación y a la enseñanza, sino que contri
buye al enriquecim iento de la psicología y de las ciencias pedagógicas.
L legados a este punto, conviene que recordemos lo que decíam os en el apartado
anterior sobre la convergencia histórica entre los intentos de precisar el objeto de e s
tudio de la psicología de la educación y la tendencia a limitar progresivamente su cam
po de interés a los aspectos instruccionales. La cuestión que se plantea es si esta con
vergencia es una necesidad lógica y epistem ológica o si se trata simplemente de un
rodeo necesario para llegar a nuevas conceptualizaciones. E n otros términos, ¿es po
sible concebir la Psicología de la Educación com o una disciplina con úna entidad pro
pia — no reductible, por tanto, a una amalgama de conocim ientos provinientes de
otros cam pos o áreas de la psicología— sin identificarla por ello necesariamente con
la psicología de la instrucción? ¿D ebe limitarse la Psicología de la Educación al e s
tudio de los procesos instruccionales en la escuela o p u ed e, por el contrarío, ampliar
su horizonte a otros tipos de procesos educativos que tienen lugar al margen de la
institución escolar? . .
La cuestión es ciertam ente compleja y resulta arriesgado en el m om ento actual
dar ui\a respuesta categórica. Por una parte, es evidente que los intentos de precisar
los objetivos y límites de la Psicología de la E ducación com o disciplina con una en
tidad propia van en el sentido de la convergencia apuntada. Por otra parte, sin e m
bargo, estam os asistiendo en la última década a una serie de esfuerzos dirigidos a es
tudiar, desde la perspectiva de la Psicología de la E ducación, algunos tipos de prác
ticas educativas no escolares com o, por ejem p lo, las que tienen lugar en el marco de
I la familia. H ay que admitir,- no obstante, que en estos casos las fronteras disciplina
res se diluyen considerablem ente hasta llegar a hacerse irreconocibles. En el caso de
las prácticas educativas familiares, por ejem plo, es im posible y hasta cierto punto ca
rente de sen tido, diferenciar entre una aproximación psicoeducativa y una aproxima
ción psicoevolutiva, sobre todo cuando la explicación del desarrollo humano tiene en
cuenta los contextos — familiar, escolar, de relación con los iguales, etc.— en que se
produce 4.
En cualquier caso, Cómo ha señalado Piolat (1981-82), parece razonable desde un
punto de vista epistem ológico definir la Psicología d e la E d u ca ció n por su o b je to de
: estudio, in d ep en dientem ente del marco institucional en el que tienen lugar los fen ó
m enos educativos a n alizad o s— escuela, familia, centro de formación profesional, em-
4 Ver el capítulo titulado «Desarrollo psicológico y educación» del primer volumen de esta obra.
Psicología y educación: aproximación a los objetivos y contenidos 23
Afirmar que l:. Psicología de la Educación es una disciplina puente equivale a afir
mar que no se identifica completam ente ni con las disciplinas psicológicas ni con las
disciplinas educativas; o para decirlo en términos positivos, que participa al mismo
tiempo de las características de unas y otras. En tanto disciplina psicológica, la Psi
cología de la E ducación oe nutre de las preocupaciones, m étodos y explicaciones que
proporcionan otras ramas de la psicología científica. A sí, por ejem plo, sería'un ab
surdo buscar explicaciones s'ui generis de los procesos psicológicos responsables del
aprendizaje escolar al margen, pongamos por caso, de lo que nos dicen aí respecto
la psicología del aprendizaje, la psicología de la m otivación, la psicología del desa
rrollo o la psicología social. Es evidente, por lo demás, que la Psicología de la Edu
cación participa de los mismos paradigmas explicativos que el resto de disciplinas psi
cológicas. El predom inio actual de los enfoques cognitivos en todas ellas es una prue
ba palpable. •
Sin em bargo, este parentesco no puede ser entendido en ningún caso en términos
de d epend en cia o de influencia unidireccional. C om o señala A usubel en el párrafo
que hem os citado anteriormente, «las leyes generales que tienen su origen en las dis
ciplinas básicas no se aplican [m ecánicam ente, añadiríam os n o so tro s] al dominio de
los problem as prácticos». D e ahí la necesidad de la Psicología de la Educación de pro
ceder a un tipo de investigación aplicada que tenga en cuenta los problemas, factores
y variables de las situaciones educativas. C om o también señala A usubel, investiga-
ción aplicada no implica en este contexto un estatuto epistem ológico inferior al de la
investigación básica. La investigación es «aplicada» en tanto que la pertinencia de los
problemas estudiados tiene su origen en el campo educativo, pero sus resultados p u e
den ser igualmente «básicos» o «fundamentales» en el sentido de dar lugar a teorías
explicativas. Hasta tal punto es así, que los resultados de estas investigaciones «apli
cadas» pueden a su vez constituir el punto de partida de nuevos planteamientos en
la investigación básica. U na muestra clara de lo que decim os es la influencia que, d es
de la psicología de la instrucción, se ha ejercido durante estos últim os años sobre las
teorías del aprendizaje, de la memoria y de la percepción.
En resumen, la Psicología de la Educación entendida com o disciplina puente m an
tiene estrechas relaciones con el resto de las disciplinas psicológicas, pero son unas
relaciones muy alejadas de la extrapolación pura y simple de leyes, principios y- te o
rías a partir de la investigación psicológica básica. Son más bien unas relaciones que
m erecen ser calificadas en s e ntido estricto de in te rd e p e n d e n c ia ^ in teracción. Las te o
rías explicativás al uso en las disciplinas psicológicas básicas condicionan fuertemente,
las explicaciones y propuestas que formula la Psicología de la Educación, pero la re
cíproca es igualmente cierta, estableciéndose de este m od o un flujo mutuo de influen
cias. . ,
En tanto disciplina educativa 5, la Psicología de la E ducación — junto con la di
dáctica y la sociología de la educación— forma parte de los «com pon en tes específi
cos» de las ciencias de la educación, es decir, del núcleo de ciencias cuya finalidad
específica es estudiar los procesos educativos (Pérez G ó m e z , 1978). Contrariamente
a lo que sucede con los com pon en tes específicos, según Pérez G ó m e z las disciplinas
que forman parte de los «com pon en tes básicos» de las ciencias de la educación no
tienen co m o finalidad el estudio de los procesos educativos,' pero sus aportaciones
son a m enudo útiles y pertinentes para una mejor com prensión de los* mismos. A la
categoría de com pon en tes b á s i o s de las ciencias de la educación pertenecen según
este autor la práctica totalidac i t las ciencias humanas.
N ó te se que la distinción eru.e com ponentes básicos y específicos de las ciencias
de la educación tiene la dob le virtud de no desligar estos últimos de las ciencias hu
manas — lo que sería un enorm e error tanto desde el punto de vista histórico com o
epistem ológico— y, al m ism o tiem po, de no reducirlos a un cam po de aplicación, a
un simple banco de pruebas de las teorías explicativas elaboradas por las ciencias hu
manas. En nuestro caso, esto significa no desligar la Psicología de la Educación
— com ponente específico— de las restantes disciplinas psicológicas -—com ponente bá
sico— , sin reducirla por ello a una psicología aplicada a la educación. A sim ism o, el
hecho de incluir la Psicología de la Educación, la didáctica y la sociología de la ed u
cación entre los com pon en tes específicos subraya la necesidad de una aproximación
multidisciplinar al estudio de los procesos educativos y supone un rechazo explícito
al reduccionism o psicologizante que, com o hemos visto, ha presidido a menudo las
relacion es en tre la p s ico lo g ía y la ed u cación .
La Psicología de la Educación, al igual que las otras disciplinas que forman parte
de los com pon en tes específicos de las ciencias de la'educación, estudia los procesos^ .
e d ucativos con una triple ..finalidad: contribuir a la elaboración de una teoría expli- ■
cativa de estos procesos, elaborar m od elos y programas de intervención dirigidos a
actuar sobre ellos con una finalidad determinada y dar lugar a una praxis educativa
coherente con las propuestas teóricas formuladas. En otras palabras, en tanto que dist
ciplina educativa, la Psicología de la Educación estudia los procesos educativos en
una triple vertiente o dimensión: teórica o explicativa, proyectiva o tecnológica y prác-
tica o aplicada. Pero estas tres dim ensiones o vertientes no hacen sino reflejar el he
cho esencial de que estam os en presencia de una disciplina de naturaleza aplicada.
V eam os qué implica esta afirmación.
En una primera aproximación al problema (Coll, 1983b), pod em os identificar tres
c o m p on en tes que aparecen siempre en todos los intentos dé aplicar la Psicología a
la'E ducación. En primer lugar, tenem os lo que se a p lic a r es decir, un conjunto de
conocim ientos ;—generalizaciones empíricas, principios, leyes, m od elos, teorías...—
más o m enos organizados sobre los procesos psicológicos. En lo que sigue, nos refe
riremos a este com pon en te com o núcleo teórico-conceptüal. E n segundo lugar, en
contram os £ l _ á £ i b U o _ d e ^ j ^ c ^ n , es decir, la parcela dé la realidad -^-situaciones,
fe n ó m en o s, problemas, etc.^— a la que pretendemos aplicar el núcleo teòrico-con
ce p tu a l i ab 1aremos de prácticas educativas para referimos genéricam ente al ámbito_
dé~áptR ación. Por último, es necesario disponer de unos g j ^ d i m i e n t p s ^ pauta^ de
actuación ¿fue permitan ajustarje 1 conocim iento teórico,, que es por definición.gene-_
ral y d esco n tex tuafizado, a las características particulares del ámbito de aplicación.
N o s referiremos a este tercer com pon en te como procedim ien tos de ajuste.
En nuestra opinión, la naturaleza de estos tres com ponentes, la importancia re
lativa q u e se les atribuye y las relaciones que se postulan entré los mismos están en
la base de la diversidad de concepciones de la Psicología de la Educación descritas
en el apartado anterior. En la opción elegida, la que la Concibe com o Una disciplina
puente, el nucleo teórico-cdnceptual no se limita á una selección de conocimientos
relevantes que tienen su origen en las disciplinas psicológicas básicas — como sería el
c aso en fa perspectiva de psicología aplicada a la educación— , sino que incluye, ade
más, conocim ientos e s p e c if íc a m e t e referidos ál ámbito de aplicación, es decir, a las
prácticas educativas V Son conocim ientos propios de la Psicología de la Educación
que surgen del análisis psicológico de'las prácticas educativas. A unque esto facilita
en o rm em en te la aplicación del núcleo teórico-conceptüal, siguen siendo necesarios
unos procedim ientos de ajuste que contextualiceñTlós conocim ientos a aplicar en cada
situación educativa concreta. Estos procedimientos, directamente vinculados al dise
ño y a la planificación de los procesos educativos, han sido objeto de atéiición prio-!l
ritaria durante los últimos años y configuran en la actualidad un capítulo importante
de la Psicología de la Educación 7. Por último y en lo que concierne directamente al
h Aquí se incluyen, por ejemplo, las teorías del aprendizaje escolar y las teorías de la instrucción de '
inspiración psicológica q ueiian experimentado un desarrollo considerable desde los años sesenta aproxi-"
madamente, siguiendo la ya clásica recomendación de Bruner (1966). ¡ <;' ¡•fífíjf
7 En la literatura especializada, estos procedimientos se agrupan bajo el rótulo de procedimientos, <
diseño instruccionaJ o psicoiristmccional (ver, por ejemplo, Snelbe¿kér, 1974).
26 César Coll
Coaocimientos psico
lógicos seleccionados Í5 7vM ¿~ I / P fltô
o> a partir de la psicolo
gía del aprendizaje,
cCdJ del desarrollo, etc.,-
-a en base a su supuesta
<u
pertinencia y relevan
Técnicas psicológicas
cia para la mejora de
Procedimientos de di y p s ic o e d u c a t iv a s
la edución.
.c seño y planificación para la resolución de
A» problemas concretos
/ de procesos educati
U C on ocim ien tos psi- vos. y la mejora de proce
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bre procesos educa
■Sg « gación, elaboración cesos educativos.
■a o o de modelo? (y teo-
tivos.
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2 'a «j
^ 2 'Si
< o.
* Toda la psicología se ocupa del estudio de procesos de cambio comportamental. La progresiva es-
peciaiización que ha llevado a las diferentes disciplinas psicológicas a centrar sus esfuerzos en uno u otro
tipo de cambios (desarrollo, aprendizaje, inteligencia, motivación, etc.) no debe llevarnos en ningún caso
a ver estos cambios y las disciplinas correspondientes como compartimentos estancos. Por una parte, la
comprensión del comportamiento humano exige la consideración simultánea e integrada de todos ellos.
Por otra parte, como ya hemos señalado, en determinadas circunstancias es sumamente difícil, cuando no
innecesario o absurdo, establecer una diferencia entre los cambios educativos y, por ejemplo, los cambios
provocados por el desarrollo, la socialización o el aprendizaje. D e ahí la conveniencia de subrayar las re
laciones de interdependencia e interacción entre todas las disciplinas psicológicas y la necesidad de subor
dinar SUS contribuciones específicas a una comprensión integral del comportamiento humano más allá de
la necesaria reflexión disciplinar.
Psicología y educación: aproximación a los objetivos y contenidos 29