El Aprendizaje de Una Segunda Lengua
El Aprendizaje de Una Segunda Lengua
El Aprendizaje de Una Segunda Lengua
En el ámbito lingüístico prevalecen tres teorías que son indispensables al momento de hablar acerca de
la adquisición del lenguaje: conductismo, innatismo y la teoría sociocultural. El autor más resaltante en
este campo es Noam Chomsky con su teoría del innatismo, seguido de Lev Vigotsky con la teoría
sociocultural y por último Frederick Skinner con la teoría del Conductismo.
El principal exponente del innatismo fue Noam Chomsky, quien propone que nacemos con un
dispositivo que hace posible la adquisición del lenguaje. Este mecanismo es el dispositivo de
adquisición del lenguaje (LAD, Language Acquisition Device) el cual es “un dispositivo mental
abstracto que puede generar cualquier frase de cualquier idioma natural mediante la conexión
de sonidos y significados” (Barón & Müller, 2014, p. 421).
Para Chomsky, este dispositivo se encuentra a cargo del desarrollo lingüístico en los seres
humanos, dado que él considera que el niño no es capaz de adquirir el lenguaje sólo a través de
estímulos lingüísticos. En relación con esto, Galeote (2002, citado en Pérez, Ivars, Tortosa &
Herraiz, 2015) mencionó que “uno de los problemas que representa el aprendizaje de la gramática
tiene que ver con la insuficiencia del estímulo lingüístico a partir del cual se puede adquirir una
gramática” .
Para finalizar con el aporte de la teoría del Innatismo de Chomsky, es importante mencionar la
relevancia de la edad y el contexto dentro de esta teoría. Chomsky explica que el LAD responde a
los estímulos externos a los que se encuentre expuesto el niño, y que son precisamente estos
estímulos los que determinarán que idioma hablará este en el futuro. Si un niño se encuentra
expuesto constantemente a un determinado idioma, ese idioma será el que el niño adopte como
su lengua madre. Chomsky resalta que este proceso sucede de forma inconsciente, por lo que el
niño no tiene ningún control sobre ello.
Es por ello por lo que Chomsky sustenta la existencia de un periodo crítico de aprendizaje, durante
el cual el LAD permite la comprensión y habla del idioma de manera excepcional, debido a la
increíble plasticidad que posee el cerebro durante los primeros años de vida. Asimismo, Chomsky
consideraba que este periodo crítico comprendía de 0 a 11 años. El mencionaba que en este
periodo es donde se forman las bases y principios de lo que en un futuro sería la L1 de un
individuo, razón por la cual es importante el tipo y calidad de input al que se encuentra expuesto
una persona durante sus primeros años de vida. (Barón & Müller, 2014).
De acuerdo con la idea principal de esta teoría, las personas aprendemos el lenguaje gracias a
nuestro entorno. Las interacciones sociales entre individuos es lo que faculta la adquisición del
lenguaje donde este cumple la función de mediador entre el mundo y la mente (Aravena et al.,
2015).
En 1957, Frederick Skinner publicó su libro Conducta Verbal, cuyo objetivo principal fue explicar
que la producción del lenguaje sucede como cualquier otra conducta operante humana. Para
Skinner, todas las conductas humanas son operantes, que quiere decir que son controladas por
los efectos que tienen en el entorno cuando se emiten y por las relaciones funcionales que
acarrean a esos efectos (Peña & Robayo, 2007). De alguna u otra forma, estas conductas
operantes se encuentran condicionadas por la situación donde se incluye el contexto social, el
pasado histórico de la persona y estímulos complejos, externos y propios de una situación real
(Aravena et al., 2015).
A pesar de las fuertes críticas por parte de Chomsky en 1959 (2 años después del lanzamiento del
libro de Skinner) al libro Conducta Verbal, donde realza ciertas carencias conceptuales y lógicas
en la teoría, se debe acentuar el esfuerzo de haber analizado el enigma del lenguaje desde una
perspectiva conductista enlazada a la función de la comunicación (Fernández, 1996; Peña &
Robayo, 2007).
HABILIDADES
A continuación, se presentarán las cinco habilidades o skills que conforman los aspectos
principales a desarrollar en los educandos cuando pretenden adquirir y volverse proficientes en
una L2.
a. Escritura
Esta es probablemente la habilidad más estudiada y trabajada, puesto que se consideraba
cómo la más importante de todas y como se mencionó anteriormente fue uno de los ejes
centrales de la enseñanza de idiomas extranjeros durante siglos. Sin embargo, eso no significa
que sea más fácil de adquirir, es más, de acuerdo con Portocarrero & Gamarra (2013), es
incluso más difícil de lo que aparenta. Debido a que requiere que la elaboración y
presentación de las ideas se exponga de manera estructurada y ordenada siguiendo las reglas
gramaticales y otros aspectos propios de la gramática de cada lengua.
Johnson (2011, citado en Portocarrero & Gamarra, 2013) reconoce tres componentes de la
escritura:
Esta habilidad al igual que las demás se desarrolla en etapas, en un principio se empezará
por escribir palabras y frases cortas, después se pasará a escribir dictados y finalmente,
se llegará a, como lo menciona Sánchez A. (1982), la forma más elevada y desarrollada de
esta habilidad que es la escritura libre, es decir que el estudiante es capaz de escribir y
expresar sus opiniones e ideas.
b. Lectura
Esta es una habilidad que comúnmente se considera pasiva, cuando en realidad no lo es, ya
que al leer se están llevando a cabo procesos mentales de índole superiores. Esta es una de
las habilidades que permite tener acceso a un vocabulario más amplio que posteriormente
será útil para poder comprender textos de diversa índole y nivel. Johnson (2011, citado en
Portocarrero & Gamarra, 2013) reconoce como componentes de la lectura a los siguientes:
Esta habilidad va mejorando mucho con la práctica, mientras más se lea se va expandiendo el vocabulario
y por lo tanto se van ampliando el rango de palabras a las que el aprendiz tiene acceso, así como las otras
habilidades también se van desarrollando en etapas, se empieza por leer textos fáciles y cortos para poder
llegar a comprender textos de nivel académico superior.
c. Escucha
Esta es una de las habilidades con las que las personas que están aprendiendo un idioma
tienen más dificultad, puesto que no solo implica el entender y comprender lo que se está
escuchando. Al contrario, elementos tales como el acento del individuo, el contexto en el que
se da la conversación, e incluso el medio (teléfono, tv, etc.), juegan papeles importantes
durante la escucha y comprensión del idioma. Yun (2010) asegura que existe vasta evidencia
para aseverar que la competencia de escucha en un idioma conduce al posterior desarrollo
de las demás competencias. Asimismo, también afirma que la habilidad de escucha cumple
un gran papel en la adquisición de la proficiencia oral y por ello debería de ser la primera
habilidad en ser enseñada.
De igual manera, Sánchez A. (1982) resalta la importancia de “educar al oído” puesto que, al
aprender una lengua, la habilidad de la escucha pasa por distintas etapas. Al inicio no es
posible distinguir entre los sonidos y por ello no se entiende casi nada de lo que se escucha.
Por lo mismo se destaca la importancia de que el aprendiz aprenda a diferenciar entre los
sonidos propios del idioma y acostumbre a su oído a diferenciarlos para poder mejorar la
habilidad del escucha.
Es importante también mencionar que existe la asunción errónea de que la escucha es una
habilidad pasiva, cuando en realidad suceden procesos complejos que se dan de manera
simultánea mientras se está escuchando. Al escuchar no solo se perciben las palabras o el
mensaje, sino también se toma en cuenta el tono de voz, las palabras empleadas, la postura
y el uso de figuras retóricas. Adicional a ello se encuentran otros aspectos que también
influyen en cómo los aprendices reciben e interpretan lo que escuchan para finalmente poder
elaborar una respuesta adecuada.
Según Valette (1977, citado en Portocarrero & Gamarra, 2013), la habilidad de escucha
requiere del dominio de tres dimensiones:
Distinción de sonidos
Comprensión de unidades específicas
Comprensión total de la información
Se puede concluir entonces que la habilidad de escucha es muy compleja, que se
perfecciona progresivamente y que requiere de la concentración por parte del oyente
para poder recibir y decodificar el mensaje de manera óptima.
d. El habla
Esta es una de las habilidades que causa mayor incomodidad y angustia entre los aprendices
de una nueva lengua. Esta habilidad es generalmente interactiva salvo contadas excepciones
(la grabación de un discurso) y por lo tanto requiere que el aprendiz pueda responder de
manera fluida. De acuerdo con Johnson (2011, citado en Portocarrero & Gamarra, 2013), los
componentes del habla son los siguientes:
Es por ello por lo que al enseñar esta habilidad se tiene que tratar de ser más apegado a
la realidad posible y tratar de poner al estudiante en situaciones comunes que permitan
que este se exprese de manera más libre y haga uso de todos sus recursos para que
posteriormente se pueda desenvolver de manera casual y fluida en futuras situaciones.
En conclusión, el aprendizaje de un idioma no estaría completo si no se desarrolla esta habilidad que nos
permite conocer cómo, cuándo y de qué forma se emplea el lenguaje que estamos aprendiendo. Ante
ello, es importante mencionar el rol del docente al inculcar estas habilidades de la manera más equitativa
posible. Al respecto Abad & Toledo (2016) mencionan que es vital que el docente identifique las
necesidades de cada alumno, para que de esa manera este pueda decidir qué estrategias emplear para la
enseñanza de estas habilidades y así lograr la adquisición del nuevo idioma de manera exitosa.
Bibliografia:
Moreno, F. (2000a). Adquisición de segundas lenguas: variación y contexto social. Madrid: Arco/Libros.
Moreno, F. (2007). Adquisición de segundas lenguas y sociolingüística. Revista de educación, 343, 55-70.
ACTIVIDADES