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Oraciones de Liberacion

Este documento presenta oraciones para la liberación espiritual y sanación interior. Incluye actos de contrición, oraciones a Jesús, la Virgen María y los santos pidiendo perdón y sanación de heridas del pasado. También contiene el Credo de los Apóstoles y oraciones para liberarse de influencias malignas y fortalecer la fe. El objetivo es buscar consuelo y curación espiritual a través de la oración.

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Oraciones de Liberacion

Este documento presenta oraciones para la liberación espiritual y sanación interior. Incluye actos de contrición, oraciones a Jesús, la Virgen María y los santos pidiendo perdón y sanación de heridas del pasado. También contiene el Credo de los Apóstoles y oraciones para liberarse de influencias malignas y fortalecer la fe. El objetivo es buscar consuelo y curación espiritual a través de la oración.

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ORAR PARA LIBERAR

Se aconseja rosario diario, confesión mensual y misa semanal


En los posible, preparar un Crucifijo, la imagen de la Virgen María y vela nueva (Encender con una vela
de Resurrección – de la Vigilia Pascual).
Nos ponemos en presencia del Señor:
† Por la señal de la Santa Cruz
De nuestros enemigos
Líbranos Señor Nuestro
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
Pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Tú.
Antes querría haber muerto que haberte ofendido.
Propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado.
Amén.

ORACION INTRODUCTORIA
Presentamos nuestras vidas e intenciones personales y ofrecemos las oraciones para liberarnos de todo
aquello que no proviene de Dios.
MENSAJE DE JESÚS DE LA MISERICORDIA
¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor. Cuando te abandones en mí todo se resolverá
con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si
quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra tus ojos del alma y dime con calma: "Jesús yo
en ti confío".
Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No
estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad.
Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente:
"Jesús, yo confío en ti".
Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera.
Cuando me dices: “Jesús, yo confío en ti”, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure,
pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO. Si
crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del
alma y confía.
Continúa diciéndome a toda hora: "Jesús yo confío en ti". Necesito las manos libres para poder obrar.
No me ates con tus preocupaciones inútiles. Las fuerzas de la oscuridad quieren eso: agitarte,
angustiarte, quitarte la paz. Confía solo en Mí, abandónate en Mí. Así que no te preocupes, echa en Mí
todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: “Jesús yo confío en Ti” y verás grandes
milagros. Te lo prometo por Mi AMOR.
OREMOS POR LOS ANTEPASADOS
Padre Dios, en Nombre de Jesús te pido que, por los méritos y virtudes de sus Santas Llagas, sean lavados
por su Sangre todos los efectos, causas, consecuencias y atributos de las faltas de mis antepasados que
no fueron reparadas, y que todavía pesan sobre mí, en forma de debilidades o tendencias hacia esos
mismos errores y pecados.
Te pido perdón en su nombre por haberse burlado o renegado de los Sacramentos, de la Santa Iglesia,
siendo bautizados, o por insultos y negaciones hechos a tu Santa Trinidad, te pido perdón por toda
infidelidad y desconfianza hacia Ti.
Pido perdón en su nombre por los daños que mis antepasados causaron a la familia, al matrimonio, a la
sociedad, al medio ambiente.
En Nombre de Jesús, te ruego que tu Amor repare las injusticias que cometieron en contra de todas las
personas, Instituciones, pueblos o Naciones y en sus descendientes.
Que, por Intercesión de la Inmaculada Concepción de María, nos concedas la Sanación, a partir del
instante de nuestra concepción, la de mis antepasados y la de mi descendencia.
Que tu Espíritu Santo me inspire, todos los días de mi vida, para hacer obras de caridad y servicio. Pido
que tu Misericordia alcance a los que ya han muerto, para que descansen en paz junto a Ti, y que a los
que aún vivan, tu Espíritu Santo los convenza de sus errores, dándoles la Gracia del arrepentimiento.
Amén, Amén, Amén.

ORACION DE SANACION INTERIOR


Señor Jesús, Tú has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas
que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de
pecado.
Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna
edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida.
Señor Jesús, Tú conoces mis problemas, los pongo todos en Tu corazón de Buen Pastor.
Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en Tu Corazón, que cures las pequeñas heridas que hay
en el mío.
Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en
el dolor, en la angustia, en la preocupación.
Cura, Señor, Todas esas heridas que, en mi vida, han sido causa de raíces de pecado. Quiero perdonar a
todas las personas que me han ofendido, mira esas heridas interiores que me hacen incapaz de
perdonar. Tú que has venido a curar los corazones afligidos, cura mi corazón.
Cura, Señor Jesús, mis heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas.
Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de Tu Corazón Divino.
Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz
que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que Tú eres la Resurrección y la Vida.
Hazme testigo autentico de Tu Resurrección, de Tu Victoria sobre el pecado y la muerte, de Tu Presencia
de Viviente entre nosotros.
Amén.
PLEGARIAS DE LIBERACION
Iniciamos la oración de rodillas y con un momento de oración a Dios en silencio.

† En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Credo Nicenoconstantinopolitano:

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,


Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo,


Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho;
que por nosotros lo hombres y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,


que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.


Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.

“Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Solo a Dios honor y gloria.


Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, sea alabado y ensalzado por los siglos de los siglos.
Te invocamos, te alabamos, te adoramos, oh Santa Trinidad. Esperanza nuestra, salvación nuestra, honor
nuestro, oh Santa Trinidad. Líbrame, sálvame, vivifícame, oh Santa Trinidad.
Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá. A ti el honor y
la fuerza, oh santa Trinidad, a ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos. A ti la alabanza, a ti la
gloria, a ti la acción de gracias por los siglos de los siglos, oh Santa Trinidad.
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, ten piedad de mí.”
Jesús, Hijo de Dios vivo, Ten misericordia de Nosotros
Jesús, imagen del Padre Tú que viniste a este mundo
Jesús, Sabiduría eterna Tú que libraste a los oprimidos por el diablo
Jesús, esplendor de la luz eterna Tú que estuviste colgado en la cruz
Jesús, Palabra de vida Tú que aceptaste la muerte por nosotros
Jesús, Hijo de la Virgen María Tú que yaciste en el sepulcro
Jesús, Dios y hombre verdadero Tú que descendiste a los infiernos
Jesús, Sumo Sacerdote Tú que resucitaste de entre los muertos
Jesús, heraldo del reino de Dios Tú que ascendiste a los cielos
Jesús, camino, verdad y vida Tú que enviaste el Espíritu Santo sobre los
Jesús, pan de vida eterna Apóstoles
Jesús, vid verdadera Tú que te sientas a la derecha del Padre
Jesús, hermano de los pobres Tú que vendrás a juzgar a vivos y muertos.
Jesús, amigo de los pecadores
Jesús, médico del alma y del cuerpo
Jesús, salvación de los oprimidos
Jesús, descanso de los abandonados

Por tu encarnación, Líbranos Señor


Por tu nacimiento, Por tu santa resurrección,
Por tu bautismo y santo ayuno, Por tu admirable ascensión,
Por tu pasión y cruz, Por el envío del Espíritu Santo,
Por tu muerte y sepultura, Por tu gloriosa venida,

Oración deprecativa
“Dios del cielo, Dios de la tierra Dios de los ángeles, Dios de los arcángeles, Dios de los patriarcas, Dios
de los profetas, Dios de los apóstoles, Dios de los mártires, Dios de los sacerdotes, Dios de las vírgenes,
Dios de todos los santos y santas.
Dios que tienes poder para dar vida después de la muerte, el descanso después del trabajo, no hay otro
Dios fuera de ti, creador de todo lo visible e invisible, Dios que quieres que todos los hombres se salven
y amaste al mundo de tal modo que enviaste a tu Hijo Unigénito para destruir las obras del diablo.
Te suplico, Señor, humildemente, apelando a la majestad de tu gloria, que me libres de todo poder de
los espíritus infernales, de sus lazos de sus engaños, de sus malicias, y que me custodies incólume.
Infúndeme, el Espíritu de la verdad, aquél que tu Hijo prometió a sus discípulos. Tú, que desde el cielo
expulsaste al diablo como un rayo, envía desde allí al Espíritu Paráclito, para que expulse lejos al delator
y opresor de nuestra naturaleza y nos haga evitar todo daño”.
Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Invocación a los Arcángeles.


A Dios Todopoderoso, Señor de Israel: que Miguel esté a mi derecha, Gabriel a mi izquierda, Rafael
delante de mí y detrás de mí Uriel y por encima de mí La Divina Presencia de Dios.
Momento de silencio
Oración contra todo mal
“Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada,
ángeles, arcángeles y santos del paraíso desciendan sobre mí. Fúndeme, Señor, modélame, lléname de
ti, utilízame. Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar
bien y hacer el bien. Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los
hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo, la infestación diabólica, la posesión diabólica y la
obsesión y maldad; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y traición; la enfermedad física, psíquica,
moral, espiritual y diabólica. Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a
mí ni a ninguna otra criatura en el mundo. Oh Dios omnipotente, Oh Jesucristo nuestro Salvador, Oh
Espíritu Divino, por intercesión de la Santísima Virgen Inmaculada, ordena a todos los espíritus
inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me
abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel,
por San Gabriel, por San Rafael, por San Uriel, por nuestros santos ángeles custodios, aplastados bajo el
talón de la Virgen María Santísima Inmaculada”. Amén.

Oración a San Benito


Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, intercede por mi santidad, por mi salud del
alma, cuerpo y mente. Destierra de mi vida, de mi casa, las asechanzas del maligno espíritu.
Líbrame de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías. Pídele al Señor, remedie mis necesidades
espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma
no muera en pecado mortal, para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el
cielo, cantar las eternas alabanzas.

Signarse la cruz
† La Santa Cruz sea mi Luz. El demonio no sea mi guía, Retírate Satanás. No me aconsejes cosas vanas.
Las cosas que brindas son malas. Bebe tú mismo de ese veneno.

Oración final
¿Quién como Dios que vive en las alturas y mira a los humildes en el cielo y en la tierra? ¿Quién como el
que es todopoderoso y de nadie tiene dependencia, el que humilla a los soberbios y derriba a los que el
mundo ciego llama poderosos, el que triunfa del demonio y le oprime hasta el profundo?
Señor y mi Dueño, fortaleza mía, luz verdadera de la luz, sólo en tu amparo está toda mi confianza y la
exaltación de tu santo nombre. A todos los que lo contradicen, anatematizo, aborrezco y detesto.
Amén, Amén, Amén.
ROSARIO EXORCISTA
La estructura es la misma al Rosario normal, solamente cambian los misterios, que son adecuados a la
intención.

Por las intenciones del Papa:


Padre Nuestro
3 Ave María
Gloria

PRIMER MISTERIO: “Apártate Satanás” Mateo 4, 1-10


Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer
un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: «Si
eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.» Mas él respondió: «Está escrito: “No
sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”» Entonces el diablo le
lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate
abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no
tropiece tu pie en piedra alguna.» “Jesús le dijo: «También está escrito: “No tentarás al Señor tu Dios.»
Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria,
y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.» Le dice entonces Jesús: «Apártate, Satanás,
porque está escrito: “Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto”.»

Padre Nuestro
10 Ave María
Gloria
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas
y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia

SEGUNDO MISTERIO: “Sé quién eres tú: el Santo de Dios” Marcos 1, 21-28
Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban
asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
«¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el
Santo de Dios.» Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.» Y agitándole violentamente
el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se
preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta
a los espíritus inmundos y le obedecen.»

Padre Nuestro
10 Ave María
Gloria
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas
y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia
TERCER MISTERIO: “Jesús exorciza a distancia” Marcos 7, 24-29
Y partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiese, pero
no logró pasar inadvertido, sino que, en seguida, habiendo oído hablar de él una mujer, cuya hija estaba
poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. Esta mujer era pagana, Siro-fenicia de
nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. Él le decía: «Espera que primero se sacien
los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.» Pero ella le respondió:
«Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños.» El, entonces, le dijo: «Por
lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija.»

Padre Nuestro
10 Ave María
Gloria
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas
y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia

CUARTO MISTERIO: “Creo, ayuda a mi poca fe” Marcos 9,14-29


Al llegar donde los discípulos, vio a mucha gente que les rodeaba y a unos escribas que discutían con
ellos. Toda la gente, al verle, quedó sorprendida y corrieron a saludarle. Él les preguntó: «¿De qué
discuten con ellos?» Uno de entre la gente le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un
espíritu mudo y, dondequiera que se apodera de él, le derriba, le hace echar espumarajos, rechinar de
dientes y le deja rígido. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido.» Él les responde:
«¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo habré de soportarlos?
¡Tráiganmelo!» Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó violentamente al muchacho y,
cayendo en tierra, se revolcaba echando espumarajos. Entonces él preguntó a su padre: «¿Cuánto
tiempo hace que le viene sucediendo esto?» Le dijo: «Desde niño. Y muchas veces le ha arrojado al fuego
y al agua para acabar con él; pero, si algo puedes, ayúdanos, compadécete de nosotros.» Jesús le dijo:
«¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!» Al instante, gritó el padre del muchacho:
«¡Creo, ayuda a mi poca fe!» Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu inmundo,
diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él.» Y el espíritu salió
dando gritos y agitándole con violencia. El muchacho quedó como muerto, hasta el punto de que muchos
decían que había muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le levantó y él se puso en pie. Cuando Jesús
entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?»
Les dijo: «Esta clase con nada puede ser arrojada sino con la oración.»

Padre Nuestro
10 Ave María
Gloria
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas
y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia
QUINTO MISTERIO: “Denlo también gratis” Mateo 10, 7-8
Vayan proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos,
purifiquen leprosos, expulsen demonios. Gratis lo recibieron; denlo gratis.

Padre Nuestro
10 Ave María
Gloria
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas
y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia

Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
LETANIAS
Imploremos humildemente, queridos hermanos, la misericordia de Dios todopoderoso, para que,
movido por la oración de los fieles escuche benigno la oración de la Iglesia en favor de ……….., que está
oprimido por una grave necesidad.

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.


Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.

Santa María, Ruega por Nosotros


Madre de Dios, Nuestra Señora de Lujan,
Virgen suprema de las criaturas, Nuestra Señora de Chiquinquirá,
Prodigio de las perfecciones divinas, Nuestra Señora del Carmen,
Centro del amor del Padre, Nuestra Señora de los Ángeles,
Esfera de su omnipotencia, Nuestra Señora Aparecida,
Tú que llamaste Hijo, al mismo Dios, Nuestra Señora del Pilar,
A ti que te llamó Madre, el mismo Dios, Nuestra Señora de la Divina Providencia,
María vencedora de todas las herejías, Virgen de Guadalupe,
María madre de la Santidad, Virgen de Fátima,
Madre del amor hermoso, Virgen de Lourdes,
Madre del santo amor, Virgen de Coromoto,
Madre del conocimiento y Santa esperanza, Virgen de la caridad del Cobre,
Reina de las rosas, Virgen de Copacabana,
Reina del cielo, Virgen de Cotoca,
Señora de los ángeles, Virgen de Chaguaya,
Virgen de Urkupiña,
Concepción Inmaculada,

Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, Rueguen por Nosotros


Todos los santos Ángeles de Dios,
Todos los santos Arcángeles de Dios,
Todos los santos Principados de Dios,
Todas las santas Potestades de Dios,
Todas las santas Virtudes de Dios,
Todas las santas Dominaciones de Dios,
Todos los santos Tronos de Dios,
Todos los santos Serafines de Dios,
Todos los santos Querubines de Dios.
San Enoc, Ruega/Rueguen por Nosotros
San Abraham, San Diego de Alcalá,
San José el egipcio Santos Ignacio de Loyola y Francisco Javier,
San Moisés, San Juan María Vianney,
San Elías, Santa Catalina de Siena,
San Eliseo, Santa Teresa de Jesús,
San Jeremías, San Nicolás de Flue
San Isaías, San Carlos Borromeo
San Ezequiel, San Juan de la Cruz
San Joaquín y Santa Ana, San Felipe Neri
San José, esposo de la Virgen, Santo Toribio de Mogrovejo,
San Juan Bautista, San José de Cupertino
Todos los santos Patriarcas y Profetas, Santa Margarita María de Alacoque
Santos Pedro y Pablo, Santo Pio de Pietrelcina,
San Andrés, San Juan Nepomuceno,
Santos Juan y Santiago, Santo Tomas Moro,
Todos los santos Apóstoles y Evangelistas, San Juan Bosco,
Santa María Magdalena, Santo Domingo Savio,
Todos los santos Discípulos del Señor, Santa Crescencia de Hoos,
San Esteban, Santa María Faustina Kowalska,
San Lorenzo y San Vicente, Santa Gemma Galgani
Santas Perpetua y Felicidad, San Maximiliano María Kolbe,
Todos los santos Mártires, San Damián de Veuster,
San Basilio, Santa Teresita del Niño Jesús,
San Gregorio, Santa Teresita de los Andes,
San Ambrosio, Santo Tomás de Aquino
San Jerónimo, San Antonio María Claret,
San Agustín, Santa Clara de Asis,
San Antonio Abad, San Martín de Porres,
San Martín de Tours, Santa Rosa de Lima,
San Benito, Santa Ana Katherina de Emmerich,
San Alberto Magno, Santa Hildegarda de Bingen,
San Irineo de Lyon San León Magno, Santa Teresa Benedicta de la Cruz,
San Ildefonso, Santa Isabel de Hungría,
Santos Francisco y Domingo, Santo Papa Juan XXIII,
San Antonio de Padua, Santo Papa Juan Pablo II,
San Bernardo de Claraval, Santa Teresa de Calcuta,
San Buenaventura,

Todos los santos ascetas, Rueguen por nosotros


Todos los santos exorcistas, Todos los santos místicos y videntes,
Todos los santos confesores, Todos los santos y santas de vida contemplativa,
Todos los santos pastores, Todos los santos y santas de Dios
Muéstrate propicio, Líbranos Señor
De todo mal, De los narcotraficantes y terroristas,
De todo pecado, De los que odian a Jesús y María,
De las insidias del diablo, De todos los que hacen el mal,
De la muerte eterna,
De las sectas satánicas, Por tu nacimiento,
De los predicadores contrarios a la Iglesia Por tu santo ayuno,
Católica, Por tu pasión y tu cruz,
De los Islámicos radicales, Por tu muerte y sepultura,
De los que trabajan en trata y tráfico de Por tu santa resurrección,
personas, Por tu admirable ascensión,
De los brujos y hechiceros, Por la venida del Espíritu Santo Paráclito
De los que han hecho pacto satánico,

Cristo, Hijo de Dios vivo, Ten piedad de nosotros


Tú que por nosotros fuiste tentado por el diablo,
Tú que liberaste a los atormentados de los espíritus inmundos,
Tú que diste a tus discípulos el poder sobre los demonios,
Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros,
Tú que vendrás a juzgar a vivos y muertos

Nosotros, que somos pecadores, Te rogamos, óyenos


Para que nos perdones,
Para que nos indultes,
Para que nos confortes y conserves en tu santo servicio,
Para que eleves nuestras mentes hacia los deseos del cielo,
Para que concedas a tu Iglesia servirte con plena libertad,
Para que concedas la paz y la verdadera concordia a todos los pueblos,
Para que alejes de nosotros el demonio de la Avaricia,
Para que alejes de nosotros el demonio de la Envidia,
Para que alejes de nosotros el demonio de la Gula,
Para que alejes de nosotros el demonio de la Ira,
Para que alejes de nosotros el demonio de la Lujuria,
Para que alejes de nosotros el demonio de la Pereza,
Para que alejes de nosotros el demonio de la Soberbia,
Para que nos escuches,

Cristo, óyenos. Cristo óyenos


Cristo, escúchanos, Cristo escúchanos

Señor y Dios nuestro, a quien pertenece compadecerse siempre y perdonar, escucha nuestra súplica
para que la compasión de tu misericordia libere a este(a) servidor tuyo(a) ………….. que está sujeto(a)
por las cadenas del dominio diabólico. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Oración a San José
Bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación;
y, después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa,
solicitamos también confiadamente tu patrocinio.

Por aquella caridad que, con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido,
y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús,
humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos
a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo,
y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.

Protege, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia,


la escogida descendencia de Jesucristo;
aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción;
asístenos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro,
en esta lucha con el poder de las tinieblas;
Y, como en otro tiempo libraste al Niño Jesús del inminente peligro de su vida,
así, ahora, defiende la Iglesia Santa de Dios
de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad,
y a cada uno de nosotros protégenos con perpetuo patrocinio,
para que, a ejemplo tuyo y sostenidos por tu auxilio,
podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad.
Amén.

Oración a San Miguel Arcángel


Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor
de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales.
Humildemente te rogamos, te dignes librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza;
Que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección
adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra
vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y
de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda
culpa, ante la Divina Majestad.
Amén.

Dios nos bendiga y acompañe siempre,


† En Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Amén.

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