Ventilacion Dary

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Cálculos de la circulación del aire por conductos

1. Coeficiente «n»
Recordemos que la pérdida de carga, en términos de Presión Total Pt, se calcula en
función de un coeficiente «n», que se halla en tablas, según sea el accidente que se
encuentra el aire al paso por una canalización y de la Presión Dinámica (o presión
de velocidad) del mismo. La fórmula es:
Pérdida de carga Pt = n x Pd mm c.d.a.
La Presión Dinámica viene ligada a la velocidad de aire por la fórmula: Pd = v² /
16,3 o bien, v = 4‚04 Ambos valores pueden obtenerse directamente de la gráfica

Fig. 1. 
Fig. 1. Presión dinámica de aire en función de su velocidad
También, si los datos de que se dispone son el caudal de aire que circula y el
diámetro de la conducción, puede obtenerse la Presión Dinámica Pt por la gráfica
de la Fig. 2.
Fig. 2. Presión dinámica, caudal y diámetro
Sólo a efectos ilustrativos se representa en la Fig. 3 un montaje de climatización
que reúne diversos accidentes que provocan pérdidas de carga y que hay que ir
calculando uno a uno para conocer, en junto, la pérdida de carga total de la
instalación. El aire entra, atraviesa una rejilla, se expande, ventila una batería
intercambiadora de calor, arrastra una pulverización de agua, se bifurca, se reduce,
viene regulado por una compuerta a la entrada del ventilador, recorre un tramo recto
y, finalmente, es descargado a través de un codo y una persiana deflectora.

Fig. 3. Ejemplo de instalación


Fig. 4. Entradas a conductos

Fig. 5. Boca con rejilla


A continuación y más o menos siguiendo el orden establecido en esta figura, se dan
tablas para determinar las pérdidas de carga de cada elemento intercalado en la
conducción. Debemos advertir que se ha procurado proporcionar más una visión
general de la variedad de casos que suelen aparecer en conducciones e
instalaciones reales, que no una relación, exhaustiva de datos concretos que, por
otra parte, resultaría de una extensión desmesurada más propia de publicaciones
especializadas.
En todos ellos la velocidad del aire que debe tomarse como base para el cálculo de
la Presión Dinámica Pd, es la que existe en la sección del conducto indicado como
D.
2. Velocidades de aire
Tenemos que distinguir tres clases de velocidades de aire:
• Va = Velocidad de captación o de arrastre, que es la que circunda la partícula que
deseamos atraer o la que ventila una zona a distancia.
• Ve = Velocidad de entrada a la boca por la que se aspira el aire.
• Vp = Velocidad en el plenum. Se entiende por plenum una caja, cabina o gran
sección del conducto en donde la velocidad desciende muy apreciablemente. Se
usa para uniformizar el flujo.
• Vc = Velocidad en el conducto, o velocidad de transporte neumático. Todas las
velocidades consideradas en este capítulo para el cálculo del coeficiente «n» están
referidas a velocidades en el conducto Vc, la del diámetro D indicado, aunque se
trate de calcular pérdida de carga a la entrada.
En las campanas de captación, sean verticales u horizontales, la sección de la boca
debe ser como mínimo el doble de la del conducto.
En campanas rectangulares, α se refiere al ángulo mayor.
Fig. 6. Entradas varias

Fig. 7. Campanas de captación


3. Boca con rejilla
Para rejillas de mallas de dimensiones >= 50mm de sección cuadrada tomar el
coeficiente «n» de la tabla siguiente.
Deben evitarse los obstáculos que atraviesen una conducción de aire y en especial
en los codos y bifurcaciones del flujo. Nos referimos a cuerpos extraños a la
canalización y no cuando se trate de ventilar los mismos, como es el caso de
baterías intercambiadoras de calor en las que, por otra parte, se diseñan ya con las
aletas orientadas de forma que obstruyan lo menos posible.
Si no hay forma de evitarlos deben cubrirse con cubiertas de silueta aerodinámica
para no provocar pérdidas elevadas de carga. Los obstáculos con frentes superiores
a cinco centímetros deben carenarse con perfiles redondeados o, mejor, con
siluetas de ala de avión, procurando que los soportes o apoyos sean paralelos a la
vena de aire. Si la obstrucción es superior al 20% de la sección debe bifurcarse la
canalización y hacerla confluir una vez superado el obstáculo. La Fig. 10 muestra
cuán importante es el coeficiente «n» para cuerpos broncos opuestos al aire.

Fig. 8. Obstáculos en la conducción. Baterías de tubos sin aletas

Fig. 9. Obstáculos en la conducción. Baterías de tubos con aletas


Fig. 10. Cuerpos atravesados en el conducto

Curva característica

El concepto de curva característica de un ventilador

Para llegar al concepto y realización de la Curva Característica de un ventilador,


vamos a suponer un ensayo que nos conduzca hacia ello. Imaginemos un
ventilador, Fig. 1,
Fig. 1. Esquema de un ventilador

• Posición a)
Que, en descarga libre, proporcione un caudal Q = 10.000 m³/h. Le acoplamos un
conducto.

• Posición b)
De 10 m de longitud y comprobamos que el caudal se ha reducido a Q = 8.000 m³/h.
Alargamos a continuación el conducto hasta 50 m y medimos un caudal.

• Posición c)
De Q = 5.000 m³/h. Este experimento pone de manifiesto que, a medida que
aumentamos la longitud del conducto acoplado, o sea que incrementamos la
dificultad u obstrucción al paso del aire, disminuye el caudal que proporciona el
ventilador.

Esta disminución, que se llama pérdida de carga, es debida al rozamiento del aire
con las paredes del conducto, a los cambios de dirección, torbellinos, contracciones
de la vena fluída u otros accidentes u obstáculos en las canalizaciones.

Para poder disponer de los distintos caudales de que es capaz un ventilador según
sea la pérdida de carga del sistema resistente contra el cual esté trabajando, se
ensaya el aparato variándole la carga desde el caudal máximo al caudal cero. Todos
los pares de valores obtenidos caudal-presión se llevan a unos ejes coordenados,
obteniéndose la Curva Característica.

La Fig. 2 representa una curva tipo en la que se han grafiado las presiones
estáticas, que representan las pérdidas de carga, y las totales y dinámicas. También
se representa una curva de rendimiento mecánico del aparato.

La característica de un ventilador es la mejor referencia del mismo ya que indica su


capacidad en función de la presión que se le exige.

El punto ideal de funcionamiento es el que corresponde a su máximo rendimiento y


es con el que debería coincidir el punto de diseño del mismo, el punto N en la Fig. 2.

Fig. 2. Representación de una curva tipo en la que se han grafiado las presiones
estáticas

La zona de trabajo idónea de un ventilador es el tramo A-B de su característica.


Entre B y C su funcionamiento es inestable, el rendimiento desciende rápidamente y
aumenta notablemente el ruido. Por ello en muchos catálogos se representa sólo el
tramo eficaz de funcionamiento obviando el tramo hasta la presión máxima de que
es capaz. Vemos, pues, que el ventilador es una máquina que utiliza la energía de
que dispone para vencer una pérdida de carga y para mover un caudal de aire.

Como sea que ambas magnitudes están relacionadas de tal forma que un aumento
de la primera representa ineludiblemente una reducción de la segunda, nos damos
cuenta de la importancia que tiene decidir la configuración de un sistema de
ventilación de forma que exija la menor pérdida de carga posible, para así, mover un
mayor caudal de aire que, en definitiva, es la misión primordial del ventilador.

Punto de tabajo de un ventilador

Para conocer el punto en que trabajará un ventilador, una vez determinada la


pérdida de carga que debe vencer el mismo, no hay más que, sobre el eje de
ordenadas, señalar la pérdida de carga en mm c.d.a..

A partir de aquí y con una horizontal llegaremos a cortar la curva característica en


un punto, a partir del cual y mediante una línea vertical llegaremos a cortar el eje de
abcisas, en donde nos indicará el caudal que proporcionará el ventilador en
cuestión, trabajando contra la pérdida de carga que hemos considerado
inicialmente.
Por ejemplo: si el ventilador de la Fig. 2 debe vencer 16 mm c.d.a., a partir de este
valor sobre el eje de ordenadas, con una horizontal cortaremos la curva en el punto
de trabajo N y de aquí, con una vertical, encontraremos el eje de abcisas en 5.000
m³/h que es el caudal que dará el aparato.

Si disponemos de la característica resistente del sistema, podemos encontrar de


forma fácil el punto de trabajo de un ventilador acoplado al mismo sin más que
superponer las curvas características del ventilador y resistente del conducto según
se indica en la Fig. 3.

Fig. 3. Curvas características de un ventilador

El punto de intersección de ambas nos dará el punto N de trabajo del ventilador. Si


deseamos construir la característica resistente del sistema debemos partir de la
base de que en las instalaciones de ventilación la pérdida de carga que se origina
varía proporcionalmente al cuadrado del caudal que fluye a través de la
canalización.

Si suponemos que para un caudal de aire de 6.000 m³/h la pérdida de carga que se
origina es de 3,5 mm c.d.a., la pérdida de carga que provocará un caudal de 8.000
m³/h lo encontraremos mediante esta expresión:

Pc = 8000² / 6000² × 3,5 = 6,2 mm c.d.a.

Si el caudal lo suponemos de 4.000 m³/h la pérdida de carga será:

Pc = 4000² / 6000² × 3,5 = 1,55 mm c.d.a.


Llevando estos valores, más otros que se calculen del mismo modo, sobre unos
ejes coordenados, obtendremos la característica del sistema, que reviste la forma R
de la Fig. 3.

De todo lo expuesto puede concluirse lo siguiente:

Fig. 4. Curvas características

Es indispensable disponer de las curvas características de los ventiladores


susceptibles de ser instalados, para cualquier cálculo e instalación que se haga.

1. Las curvas deben estar avaladas por el fabricante, quien las garantizará haciendo
referencia a la norma y disposición adoptada para su determinación.
2. Las curvas características de ventiladores se obtienen en laboratorios de ensayos
debidamente equipados y por analistas especializados. Ello supone la sujeción a
procedimientos según normalizaciones oficiales y aparatos, túneles y cámaras
calibrados. La máxima garantía se obtiene cuando el laboratorio cuenta con una
acreditación oficial.

Soler & Palau ensaya sus ventiladores conforme a las normas españolas UNE 100-
212-89, británicas BS 848 Part 1 y americanas AMCA/ASHRAE 210-85/51-1985,
conciliadas todas ellas en la mundial ISO CD 5801/3-1992.

Su Laboratorio de Ensayos de la División Aerotécnica S&P, está acreditado con el


Nº 42, alcance E-017 Rev 001, por la RELE, Red Española de Laboratorios de
Ensayo, miembro de la organización WELAC, con acuerdos de reconocimiento
mútuo de los principales países europeos.

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