José María Arguedas
José María Arguedas
José María Arguedas
La depresión de José María Arguedas hizo crisis en 1966, llevándolo a un primer intento
de suicidio por sobredosis de barbitúricos el 11 de abril de aquel año. [cita requerida] Desde
algunos años atrás, el escritor venía recibiendo múltiples tratamientos psiquiátricos,
describiendo sus padecimientos en sus escritos:
Yo estoy sumamente preocupado con mi pobre salud. (...) He vuelto fatigadísimo, sin poder dormir y
angustiado. Tengo que ir a donde el médico nuevamente; aunque estos caballeros nunca llegan a
entender bien lo que uno sufre ni las causas. Lo malo es que esto me viene desde mi infancia (carta
a John Murra, 28 de abril de 1961).17
Un poco por miedo otro poco porque se me necesitaba o creo que se me necesitaba he sobrevivido
hasta hoy y será hasta el lunes o martes. Temo que el Seconal no me haga el efecto deseado. Pero
creo que ya nada puedo hacer. Hoy me siento más aniquilado y quienes viven junto a mí no lo creen
o acaso sea más psíquico que orgánico. Da lo mismo. (...) Tengo 55 años. He vivido bastante más
de lo que creí (carta a Arístides Arguedas, 10 de abril de 1966). 18
A partir del intento de suicidio, su vida ya no volvió a ser la misma. Se aisló de sus amigos
y renunció a todos los cargos públicos que ejercía en el Ministerio de Educación, con el
propósito de dedicarse solamente a sus cátedras en la Universidad Agraria y en la de San
Marcos. Para tratar su mal se puso en contacto con la psiquiatra chilena Lola Hoffmann,
quien le recomendó, a manera de tratamiento, que continuara escribiendo. De este modo
publicó otro libro de cuentos: Amor mundo (en ediciones simultáneas en Montevideo y en
Lima, en 1967), y trabajó en la que sería su obra póstuma: El zorro de arriba y el zorro de
abajo.
Sexto
Propósito
Es una novela-testimonio, una denuncia del horror carcelario vivido por el autor.12 El
protagonista (que es su alter ego) es un estudiante universitario llamado Gabriel Osborno, que
es joven y provinciano. Es testigo de las injusticias y demás aberraciones que se cometen
dentro de la prisión, que sumen a sus víctimas en el dolor, la angustia, el sufrimiento y la
muerte. Pero también comprueba la solidaridad, el compañerismo, el idealismo por lograr un
país mejor, de parte de los presos políticos. Allí encuentra, según sus propias palabras, «lo
mejor del Perú y lo peor del Perú». La cárcel es, en definitiva, un microcosmos del país, donde
chocan las razas, las clases sociales, las subculturas.3 Considera que la injusticia que se da
dentro de la cárcel, al igual que en todo el país, es consecuencia del sistema racista, excluyente
y elitista que impera en el Perú.4
Mensaje
Arguedas define a "El Sexto" como una escuela del vicio, pero a la vez como una escuela de
generosidad. Y es que en ese lugar el escritor encontró lo peor que la sociedad ha producido
pero a la vez la esperanza de quienes luchaban por cambiarla, sufriendo no solo la privación de
la libertad sino torturas y sufrimientos. Al margen de las menudas disputas doctrinarias que se
dan entre los presos políticos, existe ideales comunes que en determinados momentos
hermana a todos ellos: la lucha contra una dictadura totalitaria y el deseo por implantar en el
país la justicia social.7
Yawar fiesta
Contexto literario
La novela es una de las obras representativas del movimiento literario neoindigenista, donde
su autor utiliza una fusión estilizada de la lengua castellana y el quechua para tratar de
describir de la manera más auténtica posible la realidad de los pueblos andinos del Perú, en
particular los pueblos de la sierra centro y sur. El autor, aunque reconoce la importancia de los
anteriores representantes del indigenismo (Enrique López Albújar, Ventura García Calderón),
se diferencia de ellos y asegura mostrar más fielmente la realidad del indio, al haberse él
criado y vivido en medio de ese ambiente andino.10 A ello se llama neoindigenismo, para
distinguirlo del indigenismo primigenio.
Contexto social
La obra describe una realidad enmarcada durante la primera mitad del siglo xx, época en que
la sierra del Perú se hallaba sumida en un enfrentamiento entre los terratenientes blancos o
mestizos (patrones) y los siervos indios (campesinos). Los opresores, apoyados por el gobierno
central, tratan de imponer sus costumbres occidentales sobre los pueblos autóctonos del Perú;
en contraparte, los indígenas pugnan por mantener sus tradiciones, en muchos casos ya
amestizadas. Es también la época en que Lima empieza a inundarse de inmigrantes andinos,
quienes se organizan en asociaciones o centros regionales para ayudarse mutuamente frente a
los abusos y las discriminaciones que sufren. En realidad, el mundo social que Arguedas
presenta en su obra es mucho más fragmentado de lo que se presume; también menciona a
los chalos o mestizos pobres, que actúan de manera ambigua y acomodaticia ante las clases
dominantes.11
Contexto
rgumento
La novela empieza con la rivalidad de dos terratenientes de la sierra peruana, que son
hermanos y cuyo padre acaba de fallecer: Fermín y Bruno Aragón de Peralta. El conflicto surge
con el descubrimiento de la mina de plata de Aparcora. Fermín, que aspira a ser un importante
hombre de negocios ligado al capitalismo nacional, quiere explotar la mina y traer el progreso
a la región. A ello se opone su hermano Bruno, que es un latifundista tradicional que se
sostiene del trabajo servil de los indios.39
Mensaje
La gran propuesta arguediana que se trasluce en esta novela es la siguiente: la cultura andina
debe subsistir, conjuntamente con otra forma de modernización que pueda asimilar. Arguedas
usaba el término de «aculturado» para referirse a aquellos que perdían su cultura originaria
que era suplantada por otra foránea; consideraba que ambas vertientes podían convivir sin
necesidad que una prescinda de la otra.454647
Al respecto, diversos analistas sociológicos coinciden en que, hasta el momento, no existe una
nación peruana ni un proyecto nacional; puede decirse que hay varios núcleos nacionales, pero
no ubicables geográficamente. En el submundo intelectual del Perú, ligado al poder político,
hay una cosmovisión occidental subsidiaria, fuertemente refutada y contrahecha por la
realidad social histórica actual.
Auotres
José María Arguedas y las ficciones del indigenismo (FCE, México, 1996), Mario Vargas Llosa
realiza una crítica ideológica, política y literaria a la obra del escritor José María Arguedas
(1911-1969).