Cómo Entender El Territorio

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¿Cómo entender el territorio?

Mario Sosa Velásquez


CAPÍTULO I
El territorio como relación geo-eco-antrópica
Para entender el territorio, es necesario establecer su carácter en tanto relación
geo-eco-antrópica multidimensional. La configuración del territorio se entiende a
partir de su condición de marco de posibilidad concreta en el proceso de cambio
de los grupos humanos, como también, es el resultado de la representación,
construcción y apropiación que del mismo realizan dichos grupos, así como de las
relaciones que lo impactan en una simbiosis dialéctica en la cual tanto el territorio
como el grupo humano se transforman en el recorrido histórico.

El territorio no es solamente una porción de tierra delimitada con su complejidad


biofísica: relieve, condiciones ambientales, biodiversidad. Es, sobre todo, un
espacio construido socialmente, es decir, histórica, económica, social, cultural y
políticamente. La biodiversidad no solamente es pensada como diversidad de la
naturaleza sino también como diversidad sociocultural con la cual interacciona,
transformándose mutuamente.

Configuración del territorio


Hablar de territorio va más allá del espacio de soberanía estatal o de una
circunscripción político-administrativa. Entenderlo rebasa, asimismo, su definición
como región histórica o con connotación geográfica, ambiental, económica, social,
política y cultural separadas. Trasciende el análisis sobre la manifestación,
distribución, localización y despliegue de los elementos físicos, biológicos,
ecológicos, sociales y simbólicos como particularidades de o en el territorio.

Su configuración, se refiere especialmente a la forma en que están dispuestos y


relacionados complejamente los elementos constitutivos del territorio, así como a
la relación de éste con otros territorios en distintas escalas de consideración
relacional.
El territorio es una red, un tejido que articula componentes físicos, procesos
ecológicos y procesos sociales históricos que delinean su configuración en tanto
forma sistémica peculiar asociada a la disposición, pero también a relaciones de
dependencia, proximidad, propiedad, inherencia, información, etc.

Territorialidad es, la relación, el dominio y la apropiación del territorio que afectan


su representación, su organización y el ejercicio de poder que lo configuran.

Representación del territorio


El territorio es objeto de representaciones múltiples, pues múltiples son los actores
que desde sus visiones, interpretaciones e intereses le atribuyen determinadas
características, potencias, significados. Por lo tanto, puede ser objeto de
representación unidimensional o multidimensional, parcial o total.

Las representaciones del territorio, que pueden provenir desde matrices religiosas,
cosmogónicas, políticas o económicas, son mapas mentales que lo definen,
ordenan, sacralizan, historizan, proyectan y controlan.

Apropiación del territorio


El proceso de construcción y representación del territorio pasa por la apropiación
que los diversos actores hacen del mismo. Y esa apropiación no es solamente un
apoderamiento del mismo, como simple ejercicio en el ámbito de la economía y la
política, sino una acción que al mismo tiempo es objetiva y subjetiva. Es la
apropiación mítica, social, política y material que realiza un grupo social que se
distingue de otros.

Construcción del territorio


El espacio, se construye socialmente y es transformado cotidianamente en los
procesos de vida y de producción y reproducción social. Es construido a partir de
los procesos económicos, sociales, políticos y culturales que lo configuran y desde
donde se co-produce.

Como construcción social, el territorio es una configuración espacial organizada no


solamente a partir de la utilización o manejo de sus recursos o elementos
naturales, sino con objetivos de administración y ejercicio de poder.
En tanto producto social e histórico, el territorio está dotado de ciertas formas de
producción, consumo e intercambio, de una organización y red social e
institucional que le dan cohesión al conjunto de elementos que lo configuran.

El territorio como concreción de lo glocal


Glocal: Glocalización es un término que nace de la composición entre
globalización y localización y que se desarrolló inicialmente en la década de 1980
dentro de las prácticas comerciales de Japón.

El territorio constituye un constructo con límites concretos al mismo tiempo que


fronteras con límites más abstractos, hasta simbólicos, que accionan los actores o
sujetos sociales en sus relaciones y redes en movimiento. Entender el territorio,
entonces, pasa por pensar las relaciones entre lo local y lo global, sin olvidar el
marco social e histórico que le otorgan significado y sentido.

Utilizando el concepto de lo glocal, que se refiere a lo global y lo local como una


relación donde ambos se construyen mutuamente el territorio es la concreción,
con arraigo, de esa íntima relación y construcción.

CAPÍTULO II

Dimensión social del territorio

Esta dimensión se refiere a las relaciones que establecen y las acciones que
realizan los grupos sociales en general en el proceso de organización, apropiación
y construcción del territorio. El territorio se refiere a una organización, apropiación
y construcción social, resulta de dinámicas y procesos contenidos de relaciones,
estructuraciones, diferenciaciones, desigualdades, inequidades y conflictos, todo
de orden histórico. Los actores sociales son productores de espacios y
configuradores del territorio al mismo tiempo que encuentran en éste su límite de
posibilidades para desplegar capacidades y creaciones.

Es en esa configuración de lo social, de las dinámicas y procesos al interior del


territorio, donde son vitales las relaciones sociales. Las relaciones entre clases y
estratos sociales, entre conglomerados étnicos, entre géneros, entro lo rural y lo
urbano, entre comunidades constituyen los constructos.

CAPÍTULO III

Dimensión económica del territorio

Esta dimensión se refiere a las características, dinámicas y procesos económicos


que actúan como determinantes o estructuradores territoriales. Estos procesos y
dinámicas encuentran su base no solamente en las condiciones geofísicas del
territorio sino en el modo de producción y en sus concreciones territoriales.

El territorio puede entenderse como un ámbito o un escenario específico de


producción, intercambio, distribución y consumo en el contexto de una formación
social concreta que, no obstante, su particularidad o especificidad, su
configuración económica: vocación, potencialidades, base productiva,
marginalidad o inclusión; responde y se apoya en un sistema de producción en
este caso el capitalista que lo determina en última instancia, en tanto objeto de
transformación y apropiación.

CAPÍTULO IV

Dimensión política del territorio

La dimensión política se refiere al ejercicio de poder que se traduce en constantes


y complejos procesos y dinámicas de lucha por la posesión y control del territorio
que, a su vez, se convierten en apropiaciones, construcciones y transformaciones
territoriales. Alude, asimismo, a un escenario de relaciones de dominio y ejercicio
de poder que se constituye en uno de los límites de posibilidad.

Es en el territorio donde se articulan los grupos de poder político: así, los


territorios se entienden como espacios ocupados, colonizados, indígenas, ladinos,
afros, “pobres”, selváticos, industriales, agrícolas, urbanos y rurales, centrales y
periféricos, incluidos y excluidos, etc., en tanto resultado de relaciones de poder
que los han configurado como tales y que, en buena medida, hoy nos permiten
entender, como afirma Geiger los límites de propiedad, apropiación, soberanía y
jurisdicción que presentan.

El territorio como concreción del ejercicio histórico de poder

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