Caperucita Roja, Cecilia Solá

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caperucita Roja

La historia oculta
en el bosque
1
~ ~ uentan quienes saben las his-
(jél~j toriaS prohibidas que, en una
~ ) ) ~ pequeña aldea, se relataban te-
)~ ~ ; ) rribles leyendas sobre Grandes
V ~ '>C./., Lobos Malos que se comían a
las niñas que iban a jugar al bosque en vez
de quedarse en casa aprendiendo a coser y a
bordar, a planchar y a cocinar.

En esta aldea que les cuento ahora, vivía una pequeña niña,
44 con su mamá y sin su papá, que se había marchado tiempo

!i atrás, a habitar otras historias.


La niña usaba siempre un abrigo rojo que le había tejido su
abuelita, una anciana sabia que conocía mucho de plantas me-
dicinales y que vivía en el corazón del bosque, ado nde casi na-
die llegaba.
Caperucita Roja, que as[ se llamaba la niña, no te nía nin-
gún interés en aprender a lavar, planchar o cocinar. Prefe-
ríafrª recoger flores, hojas y raíces al bosq ue, para que la
abuelita le enseñara a elaborar jarabes para la tos, ca ramelos
para. el dolor de garga nt ª• poma das para los dolores de huesos
y tes para dormir sin pesadillas.
deCaperucita
ella porque s:r
quería
I farmaceut1ca,
, . pero en la aldea se reían
' as n1nas solo debían s , .
-Si sigues yendo al b er mamas o princesas.
osque, el Gran Lob 0 M l
por desobediente _ d , a o te va a comer,
1e ec1a el farmacé t' d l
ta a muy molesto 11 u ico e a aldea , qu e es-
b
1os remedios natural con e a porque la
gente prefería comprar
píldoras que él les v e:que la abuela elaboraba en v ez de las
en a, mucho más caras.
C ap er uc it a se pu so su ab ri go , tom ó su ca na s-
,.,
an an a,
bo sq ue , at ra ve sa nd o la calle pr in ci pal de
on a rn _ m bo al
sa hó ru
tita Y
va s, C ap er uc ita , qu e no es tá s la va nd o la ro pa
la aldea-, de . . • 1
·A do n pr eg un tó e1com1s ar10.
-¿ -l e
7 ña .
blanca· fl or es al bo sq ue -d ij o la ni
A ju nt ar ra n Lo bo M al o, qu e se come a las ni ña s
- .da do co n el G
s -l e ad vi rt ió el co m is ar io , y en tr ó a la co m is ar ia ,
-C ui d' te
desobe ie ~" "
. decir n1 ch a u . · es t'
as b or dan do m an te11-·
sin_. A dó nd e vas, Caperuc1ta, qu e no
rd ot e, pa ra do en la pu er ta de la iglesia.
to st -l e pr eg un tó el sa ce 45
-r es po nd ió ella.
-A ju nt ar fl or es al bo sq ue
-C ui da do co n
de so be di en te s -e
el
xc
G
la
ra
m
n
ó
Lo
el
bo
sa
M
ce
al
rd
o,
ot e,
qu e se co m e a las ni ña s
y se m et ió a la iglesia,
t
si n decir n1·"cha u .
"
C ap er uc ita , qu e no es tá s ho rn ea nd o to rt it as
-¿ A dó nd e va s,
le ña do r.
de m an te ca ? -p re gu nt ó el
ar flo re s al bo sq ue -c on te st ó C ap er uc ita .
-A ju nt
G ra n Lo bo M al o, qu e se co m e a las ni ña s
-C ui da do co n el
-l a re pr en di ó el le ña do r, an te s de po ne rs e a afi-
de so be di en te s
"c hau".
lar su ha ch a, si n de ci rl e ni e co nt in uó su
m ie do de l bo sq ue , as í qu
Caperucita no te ní a
en te , bu sc an do la s ho ja s, flores y raíces
camino, tr an qu il am
rg ad o.
que la ab ue la le ha bí a en ca
st do un as pl an ta s m uy difíciles de en co nt ra r
E ab a ju nt an tr e los árboles,
n ap ar ec ió , ba be an do en
cua <lo un en or m e lo bo
y le habló co n vo z de tr
ue no .
- ¿Qué ha cé s aq uí , pe qu
eñ a?
-E st oy J·u n t an d ° fl or es -r es po nd ió ella.
. las
-l N o te ha n d'Ich o qu e el bo sq ue es m uy pe lig ro so pa ra
ni ña 8 ? p
· er o si ·
en es co nm ig o, te lle va ré do nd e es tá n las flores
vi
más her mo sas . Yo soy un lob o mu
y fue rte e int eli gen te: mi ra
mis gra nd es ojos, qu e tod o lo ve n
me jor , y mi s gra nd es ma no s,
que tod o lo aga rra n me jor , y mi s
gra nd es die nte s, qu e pu ed en
mo rde r mejor. Ven con mi go , ¡o te
co me ré aq uí mi sm o!
-N o, gracias -di jo Ca per uci ta, qu
e era mu y ed uc ad a, pe ro no
ten ía un pelo de ton ta.
El lobo se eno jó mu cho al ve r qu
e Ca pe ruc ita no par ecí a
ten erl e na da de mi edo y se le fue
en cim a, ab rie nd o su en or-
me bo ca y rug ien do . Pero ella est
ab a pre pa rad a, y le ref reg ó
el hocico con un pu ña do de ort iga
s, qu e aca ba ba de rec og er
par a un a loc ión capilar, y me tió las
urt ica nte s ho jas en la bo ca
46 abi ert a y lle na de die nte s del ani ma
l.
• El lobo sol tó un fue rte aullido y
de dolor, ha sta que cayó po r un bar
Ca per uci ta corrió, ráp ida com o el
abuelita, y le con tó tod o lo qu e ha

em pe zó a rev olc ars e, ciego


ran co.
vie nto , ha cia la cas a de la
bía pas ado .
-
La anciana le sirvió un gran vaso de limonada fresca, un ,,
buen pedazo de torta de moras, y después de que los terminó,
1
le dijo que debían ir hasta el barranco a ver lo que había suce-
dido, no fuera cosa de que el sinvergüe nza del lobo siguiera
por ahí, tratando de asustar a las niñas sin miedo.
Cuando llegaron al borde del precipicio , se encontrar on
con el comisario , el cura y el leñador, que habían salido a
cazar al lobo, porque un granjero lo acusaba de comerse sus
ovejas.
Como vieron la canastita de Caperucit a en el claro del bos-
que, se imaginaro n que la bestia también había devorado a la
niña, y los tres dijeron que ellos se lo habían advertido, pero 47
que la niña era demasiado desobedie nte y curiosa.
¡Qué sorpresa se llevaron al ver llegar a Caperucit a y su abue- ~
la! Ellas les contaron lo que había sucedido, y cómo la niña,
solita, había derrotado al Gran Lobo Malo.
Los tres hombres decidieron que la niña y la abuela estaban
exagerando, porque era imposible que una niña derrotara al
animal más feroz de todos los que andaban en el bosque. Les
parecía un muy mal ejemplo que una niña no tuviera miedo ni
necesitara que la salvaran, y entonces decidieron que lo mejor
era decir que el valiente leñador las había salvado Y que tam-
·
bién hab·1a d errotado al peligroso · 1.
amma
Al Gran Lobo Malo, que resultó que solo estaba desmayad o
Por el po un enorme ataque d al .
e erg1a por 1 or t·1-
as
rrazo y con
gas, lo pu · d 1
al sieron en una jaula y lo mandaron a recorrer to as as
1 . 1·
. de a comarca, para que las niñas vieran lo pe 1groso .que
deas
era ir al b
do osque solas, y se quedaran así en sus casas, aprend1en-
a lavar 1 h
De ' P anc ar, coser y cocinar.
re~i •dPaso, también evitaban que el Lobo contara lo que en
<t!l ad 1 h
e abía pasado.
.... ._
nt ar on la ve rd
A Ca pe ru cit a y su ab ue la, qu e sí co adera i.:
, L yo ría pe ns ab a qu ' US ~
ria ca si nadi e 1es cre yo . a ma e,s eg ur
' o, y lo ha bía n so ña d O amen-
te, se ha bí an de sm ay ad o de l mi ed todo ·
. - s s1, l es cre ye ro n, y au nq u
Po r su ert e, al gu na s ru na . e e1 resto
de be n se r ma má s O Prin-
sig uió pe ns an do qu e las ch ica s so lo.
c1 ta se co nv irt ier on en far-
ce sas , las qu e co nf iar on en Ca pe ru
cri tor as , y me contaron la
ma cé uti ca s, ca za do ras , bo tic ari as , es
en to yo.
ve rd ad era his tor ia, qu e ah or a les cu

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