Nuevas Masculinidades
Nuevas Masculinidades
Nuevas Masculinidades
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Introducción
Durante siglos se ha construido una idea de masculinidad hegemónica: ese hombre
que todo lo puede, el hombre fuerte, protector y proveedor. Pero esa masculinidad
tradicional tiene varios problemas: no se ajusta a la realidad, conduce a identidades
insanas y frena el desarrollo de la igualdad.
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Qué son las nuevas masculinidades
Las nuevas masculinidades o masculinidades alternativas proponen replantear la
idea de masculinidad y desaprender los roles de género adquiridos durante toda la
vida y perpetuados a lo largo de siglos.
Estamos en 2022 y la idea tradicional de hombre ya no sirve. Por eso, las nuevas
masculinidades buscan una alternativa a ese modelo hegemónico que incorpore la
perspectiva de género. Según el sociólogo Jorge Elbaum, “representan la búsqueda
de muchos hombres de la igualdad para el mundo”.
Cada vez hay más organizaciones, empresas, instituciones y personas que se están
uniendo para repensar las formas tradicionales de ser hombre. Es el caso de la Red
de Hombres por la Igualdad, que se dedica a elaborar estudios y a recoger
información, pero también a cambiar y a buscar nuevos modelos que contribuyan a
generar relaciones personales y laborales más igualitarias.
Uno de los focos más importantes de las masculinidades alternativas es acabar con
la violencia de género y con las actitudes que conducen a ella; romper con el mito
del hombre violento y del hombre que todo lo puede, así como rechazar cualquier
forma de machismo que aparece en la vida cotidiana.
Por otra parte, para acabar con las actitudes de violencia es importante trabajar la
empatía. También la corresponsabilidad personal, familiar y laboral, que implica
estar presente en los espacios de cuidado, de limpieza y de atención a otras
personas.
Desigualdad
Competitividad
Agresividad
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Roles de género
Imagen exterior
Las nuevas masculinidades buscan que cada hombre exprese su género como
quiera.
Los hombres también son víctimas del machismo: Una sociedad machista hace
que los hombres sientan que deben actuar según el estereotipo de cómo tiene que
ser su género y sean reacios a mostrar vulnerabilidad.
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Solo hay una forma de ser hombre, y es lo contrario a ser mujer.
No hay una forma única de ser hombre: Cada hombre es libre de asumir la
masculinidad como lo prefiera según su personalidad y todas las visiones son
válidas.
Masculinidades alternativas
1. Revisa el modelo
El modelo tradicional de la masculinidad está obsoleto. Por eso hay que dejar de
lado ese arquetipo que va a dificultar muchísimo que puedan aflorar otras maneras
de expresar todo aquello que sentimos.
2. Prescinde de la violencia
Cambiando todo lo que tiene que ver con el poder y la violencia conseguiremos
cambiar la forma en la que habitamos el mundo. Debemos revisarnos para pasar de
una representación aprendida de ser hombre a una perspectiva del ‘ser’, de ser lo
que cada uno es.
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3. Fomenta la empatía
Sentir y escuchar, la empatía significa estar en contacto con el otro. Eso supone
cambiar el show time por el slow time, es decir, conectarte más con lo profundo y
menos con lo que se espera de ti.
No temas el contacto con otras personas. Somos piel, somos cuerpo. Rompe con
esa coraza que te hace estar en una posición de fuerza o en una posición distante,
eso que te impide dar un abrazo con sentimiento.
7. Aprende en el camino
Las relaciones igualitarias no solo generan espacios de trabajo más sanos, sino que
aumentan las ratios de satisfacción de los trabajadores y también su productividad
y rendimiento.
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Conclusiones
La nueva concepción de la masculinidad que aquí se quiere proponer se concreta
en la denominación de Nuevas masculinidades positivas. Dicha categoría se ha
utilizado para definir aquellas nuevas manifestaciones de la masculinidad que son
catalogadas como positivas por su carácter antisexista y antihomofóbico. La misma
ha sido tomada de Ángels Carabí, quien la ha utilizado para el estudio, desde la
perspectiva de género, de los nuevos modelos masculinos no convencionales, que
actualmente se están conformando dentro del colectivo de varones. Sin embargo,
los criterios que Ángels Carabí utiliza para definir las nuevas formas de masculinidad
positivas, han sido ampliados y complementados con la incorporación de otros -
formulados por distintos pensadores y pensadoras-, que se han considerado
igualmente válidos y complementarios.
Y las cualidades que, desde el punto de vista ideológico, caracterizan una nueva
forma de expresar una masculinidad positiva son: estar conciente de la construcción
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cultural de la masculinidad que le ha configurado, promover la no violencia en sus
hijos y en otros hombres, cuestionar la visión esencialista de los conceptos de
masculinidad y feminidad; no afianzarse en una visión inmovilista de la
masculinidad; aceptar otras manifestaciones de la masculinidad distintas de la
tradicional, cuestionar la concepción tradicional de la masculinidad, oponerse al
machismo, reconocer las consecuencias negativas que el machismo ha traído a sus
relaciones interpersonales, definirse a partir de sí mismo y no perfilándose a través
de alteridades opuestas y negativas que él haya creado, ser capaz de desarrollar
capacidades positivas de los dos géneros, no ver amenazada su masculinidad por
compartir sus puntos de vista con las mujeres, no considerar la homosexualidad
como un peligro para su masculinidad, no tener problemas en establecer vínculos
cercanos y afectivos con otros varones, asumir su sexualidad de forma versátil,
conservar algunas cualidades masculinas tradicionales positivas, ser contrario a
una educación sexista y homofóbica para los hijos, estar de acuerdo con que la
madre participe en el proceso de hacer al hijo un hombre, buscar que el hijo, desde
temprano, no desarrolle una identidad masculina agresiva ni egocéntrica, mostrarse
abierto y receptivo ante los demás, no considerar la heterosexualidad el único patrón
para definir su virilidad y su vida social, no pensar en el coito como el fin de la
sexualidad.
Una concepción como ésta resulta, en algunos de sus aspectos, sumamente audaz
y para nada convencional, y lleva a preguntarse, por una parte, si las mujeres,
incluyendo las mujeres política e ideológicamente liberadas, estarían dispuestas a
aceptarla. La cuestión real que se presenta es saber si la mujer de hoy está
dispuesta a unirse a un varón que ha desarrollado, por ejemplo, una sexualidad
versátil, o que no considera a la heterosexualidad el único patrón para definir su
virilidad y su vida social.
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engendradoras de naturalezas distintas, clasificaciones, separatismos,
exclusivismos y desigualdades. Y que cuando los parámetros patriarcales ya no
ejercen su poder hay posibilidad para que cada uno desarrolle todas sus
capacidades naturales, porque ya no existirán varones dominantes y mujeres y
varones dominados ni, en consecuencia, masculinidades hegemónicas ni
masculinidades despreciadas. Dentro de esta situación especial, ya no habría
necesidad de atenerse o someterse a clasificaciones, ni los individuos tendrían que
verse obligados a asumir identidades rígidas o unívocas que los diferenciaría como
seres humanos con visiones del mundo incompatibles con las de los demás, o con
gustos y deseos excepcionales, sino que habría libertad para que cada uno/a
explore todas sus capacidades naturales y gracias a ello construya una identidad
abierta, flexible y plural. Dentro de una situación política de mayor justicia, paridad
y libertad, ni las mujeres pueden seguir condicionando el libre despliegue de las
capacidades naturales de los varones, ni éstos las de aquellas.
Por otra parte, cabría averiguar si los propios varones están o no de acuerdo con
asumir todas o algunas de esas cualidades no ordinarias que algunos autores
consideran expresiones auténticas de una nueva masculinidad positiva. Se sabe
que a los varones actuales les está costando mucho establecer un cambio efectivo
y positivo en sus relaciones con las mujeres, es preciso imaginar cuánto más difícil
les resultará establecer un encuentro más solidario y afectivo con otros varones, tal
como el desarrollo de las nuevas masculinidades positivas lo exige.
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Bibliografía
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County, N.H. [ Links ]
10. THOMPSON, Keith, editor (1993) Ser hombre. Editorial Kairós. Barcelona.
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en la cultura gaucha” , en Masculinidades, Poder y crisis. No 24. ISIS
Internacional, FLACSO-Chile. Ediciones de las mujeres. [ Links ]
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