Sagristani I Cordoba HDC
Sagristani I Cordoba HDC
Sagristani I Cordoba HDC
El discurso mítico en la antigüedad clásica: algo antinatural y grotesco, con el fin de potenciar lo excelso de la pederastía.
Otras,
en
cambio,
aparecen
compitiendo
con
el
hombre,
tanto
en
lo
político
como
en
lo
sexual,
diosa
Atenea
de
ojos
glaucos
le
dio
ceñidor
y
la
adornó
con
vestido
de
resplandeciente
blancura;
la
cubrió
desde
la
cabeza
con
un
velo,
maravilla
verlo,
bordado
con
sus
propias
manos;
y
con
deliciosas
coronas
de
fresca
hierba,
trenzada
con
flores,
rodeó
sus
sienes
Palas
Atenea.
En
su
cabeza
colocó
una
diadema
de
oro…
Luego
como
una
versión
deformada
y
monstruosa
frente
a
la
perfección
masculina.
En
este
caso,
el
preparó
el
bello
mal,
a
cambio
de
un
bien,
la
llevó
donde
estaban
los
demás
dioses
y
los
hombres,
engalanada
con
los
adornos
de
la
diosa
de
ojos
glaucos,
hija
de
mito
de
las
amazonas
cumpliría
la
función
de
legitimar
la
subordinación
femenina,
poderoso
padre”.
4
Hesíodo,
Teogonía,
vs.
589-‐591:
“…
y
un
estupor
se
apoderó
de
los
inmortales
dioses
y
hombres
mortales,
cuando
vieron
el
espinoso
incorporando
al
imaginario
colectivo
una
experiencia
de
poder
en
manos
de
mujeres
engaño,
irresistible
para
los
hombres.
Pues
de
ella
desciende
la
funesta
estirpe
de
femeninas
mujeres.
Gran
calamidad
para
los
mortales,
con
los
varones
como
algo
negativo
y
condenado
al
fracaso.
Al
mismo
tiempo,
la
versión
erótica,
conviven
sin
conformarse
con
la
funesta
penuria,
sino
con
la
saciedad”
representada
por
las
tribades2,
estaría
mostrando
la
homosexualidad
femenina
como
5
Hesíodo,
Teogonía,
vs.
594-‐602.
6
Homero,
Odisea,
V,
55.
religioso”,
“creencia
religiosa”,
“veneración”,
“culto”.
Ver
también
Cicerón,
de
legibus
III,
27;
de
legibus
III,
33.
establecidas,
dejar
de
tener
el
lugar
que
le
corresponde
en
el
universo,
verse
expulsada
fuera
del
mundo”.
2
El
término
tribadismo
se
piensa
que
deriva
de
la
palabra
τρίβειν
(tribein)
del
griego
antiguo,
que
significa
"frotar."
En
la
Grecia
antigua
una
mujer
11
Vernant,
J.
P.
(1999),
p.
37.
Ver
Homero,
Odisea,
V,
112-‐115.
le
dio
materiales,
herramientas
y
víveres
para
que
se
construyera
una
balsa12,
aunque
Odiseo
significados
inquietantes),
eran
mujeres
atraídas
por
otras
mujeres,
y
constituían
la
versión
desconfía
de
que
esté
maquinando
una
nueva
trampa
para
retenerlo13.
Nuevamente
la
mujer,
negativa
de
la
atracción
de
los
iguales20.
En
el
Diálogo
de
cortesanas21
encontramos
un
ejemplo
hermosa
y
sensual,
de
trenzados
cabellos,
divina
entre
las
diosas,
con
una
voz
melodiosa
y
hábil
de
estas
prácticas.
En
esta
obra,
la
cortesana
Clonario
le
pregunta
a
Leena
si
es
verdad
que
tejedora14,
logra
distraer
al
hombre
y
alejarlo
de
su
meta:
regresar
a
su
hogar
y
a
su
patria.
La
mantiene
con
Megila
una
relación
sexual
en
la
que
ésta
le
ama
“como
un
hombre”.
Avergonzada,
conducta
de
Calipso
constituye
un
acto
de
trasgresión:
contradice
la
voluntad
de
Zeus,
pues
éste
Leena
responde
que
su
amante
tiene
un
aspecto
terriblemente
varonil,
pero
carece
de
miembro
había
hundido
la
nave
del
héroe,
y
cuando
el
dios
le
exige
que
liberte
a
Odiseo,
le
expresa
su
viril,
que
no
necesita
pues
recurre
a
métodos
amatorios
especiales
y
mucho
más
gratos.
Cuando
desacuerdo.
Además,
el
amor
por
Odiseo
rebaja
a
Calipso
en
su
naturaleza
divina,
se
le
pregunta
si
ella
es
un
hermafrodita,
Megila
lo
niega22.
renunciamiento
que
la
ninfa
está
dispuesta
a
afrontar.
Expresión
del
amor
vulgar,
salvaje,
descontrolado
(a
diferencia
de
los
pederastas,
los
Circe
era
una
diosa
y
hechicera
que
habitaba
la
isla
de
Eea.
Esta
ninfa,
también
posee
más
viriles
por
su
aspecto
entre
los
hombres),
las
tribades
pierden
las
características
propias
de
atributos
seductores,
como
la
hermosa
cabellera
y
el
canto
armonioso15,
y
dotes
oscuras
y
su
sexo,
y,
caricatura
de
los
machos,
son
un
fenómeno
de
la
naturaleza,
con
un
clítoris
de
gran
nefastas,
compartidas
con
su
hermano
Eetes,
el
dios
de
la
mente
perversa16.
Circe
transforma
a
tamaño,
que
se
les
desarrolla
hasta
asemejarse
a
un
falo
(prodigiosa
Venus).
Esto
también
puede
los
viajeros
que
llegan
a
las
puertas
de
su
palacio
en
animales,
mediante
el
uso
de
pociones
ser
interpretado
desde
otro
ángulo,
a
saber,
que
estas
mujeres,
más
que
poseer
un
megaclítoris,
mágicas17.
Al
ser
advertido
de
los
peligros
por
Hermes,
Odiseo
sigue
la
rutina
impuesta
por
la
hacen
uso
de
instrumentos
fálicos
artificiales
para
el
coito
(ólisboi),
como
se
puede
observar
en
diosa
(ingreso
a
su
morada,
baño
purificador
y
vestidos
regios),
sin
probar
los
manjares
y
numerosas
imágenes
en
las
que
aparecen
mujeres
masturbándose
o
manteniendo
relaciones
con
brebajes
que
le
ofrece,
ni
subir
a
su
lecho,
que
lo
ponen
en
peligro
de
perder
su
aspecto
humano
un
hombre,
que
utiliza
una
especie
de
pene
artificial
para
estimularlas.
Las
tribades
son
una
y
su
fuerza.
Mediante
juramento
se
asegura
de
que
la
diosa
no
le
hará
ningún
daño
y
liberará
a
muestra
de
desmesura,
de
falsa
apariencia,
ubicadas
del
lado
del
salvajismo
y
de
lo
artificial.
A
sus
compañeros.
La
metamorfosis
en
animal,
práctica
utilizada
por
Circe
para
retener
en
su
pesar
de
que
cumplen
un
rol
activo
en
el
coito,
a
estas
mujeres
se
las
sitúa
como
alteridad
y
no
solitaria
isla
a
todos
los
viajeros
perdidos,
en
realidad
nunca
llega
a
cumplirse
totalmente:
los
en
un
plano
de
simetría
con
el
varón.
hombres
no
dejan
de
ser
ellos
mismos
ni
son
completamente
otros18.
Efectivamente,
al
recuperar
su
condición
humana,
los
hombres
se
ven
de
edad
más
lozana,
de
mayor
hermosura19.
Si
bien
Circe
renuncia,
por
amor,
a
retener
al
héroe,
no
por
ello
dejar
de
tener
un
impacto
› Las Amazonas
negativo
sobre
Odiseo,
al
demorarlo
en
su
retorno
al
hogar.
Homero
menciona
a
las
amazonas
en
el
relato
que
habla
de
Belerofonte,
a
quien,
acusado
de
querer
seducir
a
Anteia,
esposa
del
rey
Preto,
se
le
imponen
varios
trabajos,
› Las tribades entre
los
cuales
está
la
lucha
contra
los
solimes
y
sus
aliadas
las
amazonas23.
A
su
vez,
Plutarco
comenta
que
el
héroe
tomó
parte
de
una
expedición
junto
con
Heracles
a
la
A
las
mujeres,
relegadas
al
gineceo,
les
estaba
prohibido
buscar
el
goce
sexual
fuera
del
región
habitada
por
las
amazonas,
recibiendo
como
parte
del
botín
a
su
reina
Antíope,
que
matrimonio,
a
diferencia
de
los
hombres,
que
podían
disfrutar
del
placer
sexual
e
intelectual,
con
aceptó
su
destino.
Las
mujeres
de
su
tribu,
dirigidas
por
su
hermana
Hipólita,
avanzaron
sobre
una
hetaira
o
con
un
joven
amante.
Para
la
esposa,
el
amante
masculino
del
marido
no
era
un
Atenas
para
vengarse
de
Teseo.
Durante
la
lucha,
Antíope
fue
muerta
por
Molpadia,
mientras
rival,
ya
que
ambos
se
movían
en
espacios
diferentes:
la
casa
y
la
vida
familiar;
o
el
banquete,
la
que
el
resto
de
las
amazonas
sobrevivientes
fueron
llevadas
por
Hipólita
a
Megara,
donde
ésta
política
y
la
guerra.
Las
mujeres
no
podían
canalizar
su
erotismo
practicando
el
amor
con
muere
de
pena
y
el
resto
del
grupo
llega
a
Tracia
entrando
por
Frigia24.
personas
de
su
mismo
sexo,
como
vimos
más
arriba,
ya
que
la
homosexualidad
femenina
era
La
palabra
griega
“amazonas”
deriva
de
“a”
y
“mazon”,
que
significa
“sin
pecho”,
pues
se
considerada
de
naturaleza
inferior,
producto
de
la
intemperancia.
Para
definir
las
prácticas
homosexuales
femeninas
se
utilizaba
el
término
tribadismo.
Las
tribades
(palabra
llena
de
20
Platón:
El
Banquete,
II,
191e:
“En
cambio,
cuantas
mujeres
son
corte
de
mujer,
no
prestan
excesiva
atención
a
los
hombres,
sino
que
más
bien
se
inclinan
a
las
mujeres,
y
de
éste
género
proceden
las
tribades.”
12
Homero,
Odisea,
V,
160-‐170.
21
Luciano
de
Samosata,
Diálogos
de
cortesanas,
V,
Clonario
y
Leena:
“En
principio
me
besaron,
no
sólo
aplicando
mis
labios
a
mi
cuerpo
13
Homero,
Odisea,
V,
177-‐179.
sino,
además,
entreabriendo
la
boca.
Me
tomaron
en
brazos
apretándome
los
senos.
Demonasa
incluso
me
mordía
mientras
me
besaba.
Yo
no
podía
14
Homero,
Odisea,
V,
58;
61;
62;
78;
85;
115.
adivinar
lo
que
eso
quería
decir.
Pero,
finalmente,
Mégila,
ya
bastante
excitada,
se
sacó
la
peluca
de
la
cabeza,
puesto
que
llevaba,
en
efecto,
una
peluca
15
Homero,
Odisea,
X,
220-‐221.
tan
bien
confeccionada
como
ajustada,
y
entonces
apareció
rapada
a
ras
de
piel,
como
los
atletas.”
16
Homero,
Odisea,
X.
137.
22
Luciano
de
Samosata,
Diálogos
de
cortesanas,
V,
Clonario
y
Leena:
“yo
nací
igual
que
el
resto
de
vosotras,
pero
mi
forma
de
pensar,
mis
17
Homero,
Odisea,
X.,
210-‐
215
y
236.
deseos
y
todo
lo
demás,
son
de
hombre…
y
te
darás
cuenta
de
que
no
me
falta
nada
que
tengan
los
hombres,
porque
tengo
una
cosa
en
lugar
de
18
Vernant,
J.
P.
(1999)
p.34:
“Empujados
a
la
frontera
de
su
identidad
al
límite
de
lo
humano-‐
así
como
Circe
y
su
isla
están
en
los
márgenes
miembro
viril”.
del
mundo-‐,
encuentran
en
esa
experiencia
de
lo
extremo
que
se
les
ha
impuesto,
en
ese
exilio
fuera
de
su
condición
normal
de
existencia
una
especie
de
23
Homero,
Ilíada,
VI: “tuvo que luchar contra los afamados solimos, y decía que este fue el más recio combate que con hombres sostuvo. En tercer lugar
renovación”.
quitó la vida a las varoniles amazonas”. Robert Graves
(1977,
p.
290),
interpreta
que
las
amazonas
son sacerdotisas combatientes de la diosa Luna.
pensaba
que
estas
mujeres
se
cortaban
un
seno
para
poder
disparar
el
arco.
Graves
considera
› Palabras finales
que
los
relatos
recogidos
por
los
viajeros
dieron
lugar
a
una
interpretación
errónea
de
algunas
imágenes
dónde
aparecían
mujeres
guerreras,
originando
la
leyenda
ática
de
la
incursión
Si
partimos
de
la
idea
de
que
en
los
mitos
se
combinan
experiencias
reales
vividas
en
el
amazónica
sobre
el
Termodón.
Afirma
que
la
lucha
se
refiere
al
combate
entre
las
sacerdotisas
pasado
por
una
sociedad,
con
las
ideas
que
los
individuos
que
la
componen
tienen
de
sí
mismos
pre-‐helenas
de
Atenea
por
el
cargo
de
Suma
Sacerdotisa;
o
quizá,
al
combate
que
las
mismas
y
del
mundo
que
los
rodea,
lo
fundamental
es
comprender
cuál
es
el
argumento
ideológico
que
habrían
sostenido
por
la
irrupción
de
invasores.
Relaciona
el
ministerio
femenino
en
homenaje
a
llevó
a
los
griegos
a
construir
un
discurso
mítico
en
el
que
las
mujeres
aparecían
como
seres
Atenea
con
otro
similar
existente
en
Éfeso,
dónde
tenía
gran
importancia
el
culto
taurino
de
monstruosos,
deformes,
antinaturales
y
con
roles
invertidos.
Estos
discursos,
con
una
finalidad
Artemisa,
en
el
que
era
corriente
el
sacrificio
de
víctimas
masculinas
(Graves,
1977,
402-‐405).
disciplinadora,
buscarían
legitimar
la
subordinación
femenina
y
el
sostenimiento
de
las
Estíbaliz
Tébar
Megías
(2005,
51-‐71)
destaca
que
las
amazonas
nunca
fueron
representadas
en
instituciones
patriarcales.
Para
lograr
plenamente
el
objetivo
propuesto
se
creó
una
imagen
la
cerámica
ática
como
mujeres
a
las
que
se
les
había
extirpado
un
seno,
pero
pone
el
acento
en
envilecida
de
la
mujer.
Aunque
Pandora
puede
simbolizar
a
la
mujer
y
a
la
tierra,
sintetizando
en
el
atuendo
y
en
el
uso
del
arco
y
del
caballo
(que
facilitaba
una
rápida
huida),
propio
de
un
una
sola
imagen
las
funciones
de
fecundidad,
dispensadora
de
la
vida,
también
es
representada
universo
salvaje,
opuesto
al
heroísmo
de
los
ciudadanos-‐soldados
que
integraban
la
falange
como
la
reina
de
las
tinieblas
y
de
la
muerte,
ya
que
este
mito
hace
derivar
de
la
mujer
todos
los
hoplita
defensora
de
la
polis.
males
del
mundo.
Con
Calipso
nos
enfrentamos
a
una
figura
femenina
que
se
rebela
contra
el
En
el
noveno
trabajo
de
Heracles
encontramos
otra
mención
de
las
amazonas.
Vivían
a
orden
establecido,
no
sólo
humano
sino
también
divino.
Circe,
sin
reflejar
una
conducta
orillas
del
río
Amazonas,
pero
emigraron
cuando
Lisipe,
su
reina,
“ofendió“a
Afrodita
con
su
abiertamente
transgresora,
también
busca
interferir
en
el
camino
que
los
dioses
han
trazado
desprecio
al
matrimonio
y
su
afición
a
la
guerra
(Graves,
1977,
139).
Para
vengarse,
la
diosa
para
los
hombres
En
el
discurso
mítico,
estas
figuras
femeninas
son
subversivas,
porque
son
despertó
en
Tanais,
hijo
de
Lisipe,
una
pasión
incestuosa
que
lo
llevó
al
suicidio
para
no
capaces
de
desviar
al
héroe
de
su
destino.
Más
allá
de
su
aspecto
exterior,
bello
y
sensual,
se
consumarla.
Su
madre,
entonces,
guió
a
su
tribu
a
las
costas
del
Mar
Negro,
donde
se
separaron
revelan
luego
como
seres
monstruosos,
en
la
medida
en
que
el
vínculo
con
ellas
infunde
temor
y
en
tres
grupos
fundando
respectivas
ciudades.
Respondían
a
la
descendencia
matrilineal
y
a
la
angustia.
A
su
vez,
las
tribades
representan
una
forma
de
amor
denigrante,
imitando,
de
manera
separación
de
tareas
por
sexo,
dejando
en
manos
femeninas
la
guerra
y
el
gobierno,
y
a
los
deformada,
las
relaciones
heterosexuales.
La
construcción
en
el
discurso
mítico
de
estos
seres,
hombres,
el
cuidado
de
las
tareas
domésticas25.
Llamadas
por
los
escitas
“oiorpatas”,
o
en
griego
que
simbolizan
una
feminidad
maligna,
depravada,
peligrosa
y
un
apetito
sexual
desenfrenado,
androctonoi
(matahombres),
acostumbraban
a
romper
las
extremidades
de
los
niños
recién
tiene
por
objetivo
resaltar
lo
excelso
de
la
pederastía.
Finalmente,
en
los
relatos
acerca
de
las
nacidos
para
incapacitarlos
para
la
lucha.
Diestras
en
la
batalla,
utilizaban
la
caballería26,
y
se
amazonas,
los
roles
y
actividades
de
cada
sexo
se
hallan
invertidos,
con
el
agravante
de
que
las
apoderaron
de
gran
parte
de
Asia
Menor
y
Siria27.
Según
Graves
(1977,
II,
146-‐147)
la
razón
por
mujeres
ejercen
“los
propios
del
varón”
sin
la
mesura
y
el
equilibrio
correspondiente.
La
virago
la
cual
Heracles
fue
enviado
a
buscar
el
cinturón
de
Hipólita
al
Mar
Negro
tendría
que
ver
con
u
oiorpata,
que
practicaba
un
estilo
de
vida
que,
por
sus
connotaciones
de
crueldad,
lujuria
y
que
en
Asia
Menor
supervivían
tribus
matriarcales.
El
triunfo
de
Heracles
y
Teseo
sobre
las
violencia,
daba
forma
a
una
sociedad
condenada
al
fracaso,
funcional
al
discurso
dominante
que
amazonas,
reflejaría
entonces
la
derrota
sufrida
por
el
sistema
matriarcal
y
el
culto
de
la
Diosa
pretendía
relegar
a
las
mujeres
al
gineceo
haciendo
hincapié
en
la
relajación
moral
y
en
el
abuso
Madre
en
Grecia,
Asia
Menor,
Tracia
y
Siria.
En
la
historiografía
decimonónica
(Bachofen,
1992;
de
poder
y
no
en
la
existencia
de
una
posible
incapacidad
o
debilidad
física
para
cumplir
con
los
Morgan,
1878;
Engels,
1971)
se
pretendió
explicar
que
el
mito
de
las
amazonas
confirmaba
la
roles
masculinos.
existencia
de
antiguas
sociedades
matriarcales,
donde
dominaba
el
culto
de
la
Diosa-‐Madre
y
la
mujer
gozaba
de
una
situación
igualitaria.
El
poder
femenino,
expresado
en
el
reino
de
las
amazonas,
tendría
su
origen
en
la
biología,
es
decir,
en
las
funciones
maternales,
propias
de
la
naturaleza
femenina
y
que
durante
la
prehistoria
otorgaron
a
su
sexo
una
posición
de
privilegio.
Por
el
contrario,
consideramos
que
la
construcción
de
un
mito
en
el
cual
los
roles
masculino
y
femenino
aparecen
invertidos,
respondería
a
las
necesidades
de
una
sociedad
con
ideología
patriarcal
que,
reinterpretando
las
funciones
femeninas
y
adjudicándoles
un
carácter
negativo,
buscaba
legitimar
el
dominio
masculino
por
contraposición
a
una
alternativa
catastrófica:
una
sociedad
gobernada
por
mujeres.
25
Heródoto,
Libro
IV,
canto
CXIV:
“Nosotras
disparamos
el
arco,
tiramos
el
dardo,
montamos
un
caballo,
y
esas
habilidades
mujeriles
de
hilar
el
copo,
enhebrar
la
aguja,
atender
a
los
cuidados
domésticos,
las
ignoramos“.
26
Herodoto,
Libro
IV,
cantos
CX
27
Herodoto,
Libro
IV,
cantos
CX-‐CXVIII.
Bibliografía