Psiquísmo Salud y Cultura Un Enfoque Psicoanalítico

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134 Eulalia María Amador Rodero, Leslie Piedad Montealegre

LOBATO, N. y cols. Intervenciones para Sobrepeso y obesidad infan l. Disponible PSIQUISMO, SALUD Y CULTURA. UN ENFOQUE PSICOANALÍTICO
prevenir la obesidad en niños. Rev. Pedia- en Internet: h p://www.who.int/dietphy-
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sobrepeso y la obesidad en Pediatría. Rev. OMS
LÓPEZ, A. y cols. Metodología para la ela- Médica del InsƟtuto Mexicano del Segu-
boración de guías de atención y protoco- ro Social. Vol. 45, No. 2. México, 2007, p.
los. Costa Rica, 2007, p. 6. 174. RESUMEN

PÉREZ, E.; SANDOVAL, M.; SCHNEIDER, S. VIZMANOS, B.; HUNOT y cols. Alimen- En este ar culo se plantea la importancia de la dimensión psicológica de la promo-
y AZULA, L. Epidemiología del sobrepeso tación y obesidad. Rev. InvesƟgación en ción y prevención en salud y se señalan algunas de las dificultades que presenta
y la obesidad en niños y adolescentes. Salud. Vol. 8, No. 002, México, 2006, p. este enfoque. Se destacan por otra parte de manera muy sucinta las principales
Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de 79. Disponible en Internet: h p://redalyc. contribuciones de la Psicología de la salud en el abordaje de estos problemas y se
Medicina. N° 179. Argen na, 2008. p. 16. uaemex.mx/pdf/142/14280204.pdf analizan los aportes de la teoría psicoanalí ca a la comprensión de la influencia de
lo anímico sobre la enfermedad, todo en la perspec va de un enfoque más amplio
de la salud abierto a la consideración del sujeto del inconsciente para comprender
la problemá ca de nuestro empo en esta materia y promover un es lo de vida
saludable que tenga como premisa la salud mental.

Palabras clave: Psicoanálisis, Cultura, Salud.

Recibido: Julio 26 de 2011 Aprobado: Octubre 31 de 2011

* Docente Programa de Medicina Universidad Libre Seccional


Barranquilla.

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En los úl mos empos se han incremen- mita atender los múl ples factores que co orientadas a la promoción de la salud y blemá ca se ha conseguido progresar en
tado los estudios que buscan comprender determinan la enfermedad y promover la prevención de la enfermedad. Bajo este el control de las variables que intervienen
las relaciones entre la salud y la enferme- el cuidado de la salud considerando el modelo en los úl mos empos ha aumen- en la adopción de hábitos y es los de vida
dad, y las creencias y maneras de pensar aumento en los úl mos empos de las tado el número de programas orientados saludable y en la mejora en general de la
de las personas y de una cultura en par - enfermedades crónico-degenera vas aso- al mejoramiento de las condiciones de salubridad ambiental.
cular. Han aumentado también las inves- ciadas a los es los de vida. Se han puesto vida de las poblaciones más vulnerables
gaciones sobre la relación de la dispo- en primer plano en consecuencia, las de- con énfasis en la educación para la salud, Con el modelo conduc sta y sus aportes
sición psicológica con las enfermedades ficiencias del modelo biomédico que se cuyo principal obje vo es promover cam- en materia de la influencia del ambiente
crónico-degenera vas como el cáncer, las concentra en las causas naturales de la bios significa vos en los es los de vida. sobre el comportamiento, se ha conse-
enfermedades cardiovasculares, la diabe- enfermedad. Las inves gaciones a las que No obstante, el aprendizaje de es los de guido la planificación de acuerdo con los
tes, etc. Estas inves gaciones siguen la nos hemos referido anteriormente surgen vida saludables y la disminución de com- principios del condicionamiento operan-
tradición de los presupuestos acerca de del cues onamiento de este modelo por portamientos de riesgo se ha perfilado te, de nuevas situaciones de aprendizaje
las posibles causas psicológicas de las en- lo que se considera su descuido en la codi- como uno de los aspectos más crí cos de a las que se expone el paciente para mo-
dificar los hábitos de su es lo de vida que
fermedades orgánicas y se orientan al es- ficación y control de otros determinantes este proyecto orientado a promover una
representan factores de riesgo de enfer-
tudio de las hoy llamadas enfermedades significa vos del complejo salud-enferme- concepción integral de la salud. El fracaso
medad y para promover conductas pro-
psicosomá cas tales como las alergias, dad, tales como los aspectos psicológicos a este nivel saca a relucir la necesidad de
tectoras de salud general. La relajación,
migraña, fibromialgia, síndrome de in- y socioculturales relacionados con estos conocer y controlar las variables psicológi-
la desensibilización sistemá ca, la imagi-
tes no irritable, fa ga crónica, etc. Entre estados. Se plantea entonces la necesidad cas que intervienen en este proceso. Para
nación guiada, el entrenamiento aser vo
estas se cuentan especialmente las inves- de progresar en un concepción integral de Flórez Alarcón estas variables configuran
y el modelamiento, son entre otras las
gaciones sobre psiconeuroinmunología la salud que tenga en cuenta la influencia lo que denomina la DPPPS o la Dimensión
técnicas exposi vas u lizadas con muy
que buscan la relación entre los factores de lo psíquico y de la cultura en el con- Psicológica de la Promoción y Prevención
buenos resultados para disminuir los ni-
psicológicos y en especial el problema del junto de hábitos de comportamiento ad- en Salud y en su opinión estas se deben veles de estrés y garan zar la respuesta
estrés con los sistemas de defensa corpo- quiridos que se cons tuyen en factores definir en función de los aportes de los adecuada del paciente a las amenazas de
rales. Algunos de estos estudios han mos- de riesgo de enfermedad y de protección modelos conceptuales par culares que la enfermedad.
trado relaciones significa vas entre la an- para la salud. proponen un conjunto de variables com-
siedad y la depresión y las enfermedades prome das con el éxito de las ac vidades El modelo cogni vo ha demostrado por su
cardiovasculares y los casos de isquemia. La OMS con su definición de salud como de promoción de la salud y de prevención parte la influencia de las creencias, ideas
un estado de completo bienestar sico, de la enfermedad2. y valores en los comportamientos de ries-
Aunque la comunidad cien fica ha plan- psicológico y social se orienta en este sen- go de enfermedad y de protección para la
teado serias reservas a estos resultados do; con este ideal de salud busca superar Las contribuciones de la Psicología de la salud y se ha dado a la tarea de iden ficar
señalando problemas en la metodología su noción como un estado de ausencia de salud en materia de inves gación de los esquemas cogni vos inadecuados y refor-
de inves gación que es necesario superar enfermedad para comprenderla como un factores psicológicos involucrados en la mularlos para garan zar un procesamien-
antes de alcanzar conclusiones firmes1, proceso en el cual intervienen múl ples preservación de la salud y la prevención to de la información acorde con los obje -
existe un interés por progresar en una factores. Así entendida, la salud es una es- y tratamiento de la enfermedad son no- vos de un es lo de vida saludable. Se sabe
concepción integral de la salud que per- pecie de equilibrio que depende en buena tables. Con la aplicación de los modelos que de la valoración que el paciente haga
medida del progreso en la experimenta- psicológicos más reconocidos a esta pro- de la situación de enfermedad así como
ción cien fica para la determinación y el de la consideración de su propia eficacia
1. MARKS, David; MURRAY, Michael y otros (2008). control de los factores patógenos pero van a depender sus ac tudes frente a ella
Psicología de la salud. Teoría, investigación y también y muy especialmente de inter- 2. FLÓREZ ALARCÓN, Luis (2007). Psicología Social y los esfuerzos que dedique a su recupe-
práctica. México: Editorial Manual Moderno. p. de la Salud. México: Editorial Manual Moderno.
283. venciones a nivel sociocultural y psicológi- p. 16. ración.

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Entre las dificultades para la incorpora- deración de estos procesos psicológicos la enfermedad no se enmarca en estos la muerte, y cuya relación de transacción
ción de la dimensión psicológica a los subyacentes deses mados por el modelo parámetros todavía enigmá cos para la no se resuelve solo en términos biológi-
programas de promoción y prevención se conductual estricto. La expansión cogni- clínica contemporánea, está orientada a cos sino que a ende principalmente a la
cuentan, en opinión de Flórez Alarcón, la vista del modelo conductual ha tenido la iden ficación de factores de riesgo para dimensión simbólica del hombre, a su ca-
falta de una comprobación obje va de las que salirse de la vía metodológica original el estado general de salud que se derivan pacidad para construir sen dos, marcada
asociaciones entre es los de vida y la sa- del obje vismo para buscar un modelo ca- de la formulación freudiana acerca de los desde sus orígenes por la intervención de
lud y la enfermedad y una conceptualiza- paz de explicar los problemas psicológicos compromisos inconscientes del funciona- la cultura y sus prohibiciones básicas, y a
ción psicológica acerca de la prevención, complejos4. En términos de Psicología de miento mental y el fenómeno neuró co y cuyo amparo termina por definirse una
reducida a la información y el conocimien- la salud este giro implica tener en cuenta a destacar la importancia de la salud emo- determinada sensibilidad que puede in-
to de los factores de riesgo de enferme- en el proceso de adopción de conductas cional como principal factor de protección clinarse hacia cualesquiera de estos dos
dad y de los hábitos saludables, cuando saludables, contextos teóricos más am- frente a la amenaza permanente de la en- extremos. Con el concepto de pulsión5, al
los procesos psicológicos subyacentes plios que tengan en cuenta el papel de las fermedad. que define como un representante psíqui-
a la intención de actuar son más que las decisiones individuales y de lo sociocultu- co de los es mulos procedentes del inte-
expecta vas y las ac tudes, y la transfor- ral en la determinación de estos compor- LA SALUD Y LA CONDICIÓN PULSIONAL rior del cuerpo, que a consecuencia de su
mación de las intenciones en acciones no tamientos. DEL HOMBRE conexión con lo somá co imponen una
es un paso automá co, sino un paso que exigencia de trabajo a lo anímico, Freud
requiere de la planificación y del ejercicio El obje vo de este ar culo es contribuir La teoría psicoanalí ca nos ha aportado abre el espacio para interrogar las relacio-
del autocontrol personal3. a esta reflexión sobre la dimensión psi- desde sus inicios el esquema básico de nes entre el cuerpo y lo anímico.
cológica de la promoción y prevención aproximación a este problema de primerí-
En nuestra opinión un compromiso serio en salud considerando el valor heurís co sima importancia que parece desbordar el La pulsión permite deslindar conceptual-
con estos dos aspectos defini vos para de la teoría psicoanalí ca para progresar método experimental y con núa esperan- mente lo anímico respecto de lo corporal,
una adecuada intervención en esta ma- en una perspec va más amplia de la sa- do una formulación más consistente con pero al mismo empo propicia la formu-
teria exige la inves gación exhaus va de lud que considere la gran influencia de lo la complejidad del ser humano. La condi- lación de un vínculo renovado entre estos
estos procesos psicológicos subyacentes anímico sobre la enfermedad. La meta- ción pulsional del hombre y el determinis- dos registros6.
determinantes de la disposición al cambio psicología freudiana está orientada fun- mo de la vida psíquica bajo los designios
y la adopción de es los de vida saludable. damentalmente a la comprensión de los del principio del placer en conflicto con Freud reclama para los procesos afec vos
De esta manera podremos contribuir con trastornos de la vida anímica y no hay en las exigencias de la cultura, se cons tuyen representantes de la pulsión la primacía
fundamentos más sólidos a una planifica- esta formulación un tratamiento explíci- en los principales postulados de este mo- de la vida anímica destacando el efecto
ción rigurosa de los programas de promo- to de lo que generalmente consideramos delo de análisis que considera los factores patógeno de la angus a, estado afec vo
ción de la salud y prevención de la enfer- psicosomá ca o la manera en que según cons tucionales, psíquicos y culturales re- de displacer cuyo origen es una reacción
medad y sobre todo al di cil ejercicio del el enfoque médico las enfermedades or- lacionados con la capacidad del individuo frente al peligro, asociado en el proceso
autocontrol personal que se demuestra gánicas son provocadas por conflictos psí- para afrontar las exigencias de la vida. La de desexualización de las pulsiones a la
defini vo. quicos de carácter inconsciente, aunque energía vital según Freud estaría compro- dificultad del sujeto para regular su de-
este presupuesto estuvo en los orígenes me da con la regulación del principio del manda radical de sa sfacción frente a los
La inves gación y los tratamientos orien- de la clínica freudiana. Nuestra compren- placer que rige las operaciones del apara-
tados a la modificación de conductas sión de la influencia de lo anímico sobre to psíquico puesto en tensión por el pro-
inadecuadas se han nutrido de la consi- ceso de desexualización de las pulsiones 5. FREUD, Sigmund. Trabajos sobre Metapsicolo-
gía. Los instintos y sus destinos. Obras comple-
impuesto por la cultura, en cuyo trasfon- tas. Tomo XIV. Buenos Aires: Amorrortu, 1915, p.
4. BELLOC, Amparo y otros. Manual de Psicopato- do estaría la lucha entre las dos pulsiones 109.
logía. España: McGraw-Hill Interamericana S. A. 6. GALLO, Héctor. El sujeto criminal. Medellín: Edi-
3. Ibíd., p. 11. 1995, p. 69. básicas del hombre, la de la vida y la de torial Universidad de Antioquia, 2007, p. 66.

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límites impuestos por la cultura. La ener- En sus estudios sobre las perturbaciones formación de síntomas. En Introducción al altura este complicado mecanismo psí-
gía vital resultante de este proceso esta- de la vida anímica y en su demostración narcisismo se ocupa de explicar la manera quico. Para conquistar al sujeto para sus
ría en función de la capacidad del sujeto acerca de que en el hombre normal se da, como estas fantasías con las cuales el su- fines se sirve en extremo de esta insa s-
para tramitar esta angus a y conseguir la lo mismo que en el enfermo una insospe- jeto se resiste a renunciar al principio del facción que lo conduce por la vía de estas
ganancia de placer impuesta por el deter- chada perturbación y obnubilación afec- placer está asociada a una estasis libidinal ilusiones descuidando el fortalecimiento
minismo del aparato psíquico, defini va va del intelecto9, nos advierte sobre los que ene efectos sobre el cuerpo dando anímico necesario para que pueda supe-
en el triunfo de la pulsión de vida sobre peligros que ofrece esta dimensión ima- lugar a lo que denomina la erogenidad de rar este infan lismo de la vida anímica; la
la pulsión de muerte. Al aparato psíquico ginaria del pensamiento en el proceso de los órganos que ene en la hipocondría ilusión, piensa, es un atajo peligroso para
correspondería la labor de controlar es- sus tución del principio del placer por el su máxima expresión. La salud mental de- conseguir que el sujeto desarrolle su ca-
tos volúmenes de excitación, de reducir principio de realidad. pendería de la can dad de libido no apli- pacidad para elaborar esta privación. Así
todos estos es mulos y si ello fuera po- cada que una persona puede conservar lo demuestra en El porvenir de una ilusión,
sible mantenerse libre de todo es mulo7. En la ac vidad de la fantasía el hombre flotante y la cuan a de libido que se pue- texto en el cual pone de relieve los alcan-
En este proceso cuenta especialmente sigue gozando de la libertad respecto de de desviar a la sublimación. La medida de ces que para la par cipación consciente
la sa sfacción de las pulsiones sexuales, la compulsión exterior, esa libertad a la esta libido narcisista según Freud define la del sujeto en los fines de la cultura ene
orientadas a la consecución de determi- que hace mucho renunció en la realidad. diferencia entre lo normal y lo patológico. que servirse en extremo de esta condición
nadas variedades del placer más que a la Ha conseguido, en con nua alternancia Con esta formulación Freud es el primero infan l; alimentar sus expecta vas de ab-
reproducción8 y a las que iden fica con entre lo uno y lo otro, seguir siendo un en poner en evidencia la relación de los soluta felicidad apoyándose en la capaci-
las verdaderas pulsiones de vida capaces animal en busca de placer, para conver r- estados afec vos con la enfermedad y el dad fantaseadora del aparato psíquico de
de encadenar la tendencia contraria del se después siempre, de nuevo en un ser papel que la condición narcisista del hom- dominio del inconsciente con la cual se
hombre a la destrucción y a la muerte. racional. Es que no le basta la magra sa s- bre tenía en las afecciones del cuerpo. consigue apaciguar la angus a frente a los
facción que puede arrancar a la realidad10. peligros de la vida, pero que deja al sujeto
La salud mental determinante del estado EL PAPEL DE LA CULTURA Y LA SALUD intacto en el desarrollo de su capacidad
general de salud sería el producto de este La fantasía es una rec ficación de la insa- para elaborar esta privación que lo dispo-
proceso de desexualización de las pulsio- sfactoria realidad, la forma que se inven- Para Freud el origen de las dificultades de ne para asumir las exigencias del futuro.
nes impuesto por la cultura que ene un ta el sujeto para sustraerse a las exigen- la vida anímica está siempre en la priva-
momento importante de su evolución en cias del mundo exterior y permanecer en ción, o el incumplimiento de los deseos La dificultad del hombre para enfrentar
la experiencia traumá ca de la castración el principio del placer. Esta ilusión nos dice infan les jamás dominados12, que es al las exigencias del principio de realidad
y en el cual son los principales factores de Freud, ene su punto de par da en de- mismo empo el núcleo de la estructura en materia de salud hunde sus raíces en
riesgo: la condición narcisista del hombre seos humanos de los cuales se deriva y no psíquica, la cual se organiza en función de esta condición estructural de la cual pade-
y las limitaciones del aparato psíquico ene que ser necesariamente falsa; esto la búsqueda de este objeto perdido de la ce, este vacío que según la interpretación
para sus tuir el principio del placer por es irrealizable o contraria a la realidad11. sa sfacción, defini va en la manera cómo lacaniana, es la experiencia de una falta
el principio de realidad por su tendencia Estas fantasías interfieren con la dinámi- se resuelve la lucha pulsional entre la vida en ser13 que lo aliena al Otro de la cultu-
a deses mar la realidad usando el recurso ca de la libido en su camino hacia la su- y la muerte. Pero en su opinión, la cultura ra en su búsqueda radical de sa sfacción.
de la fantasía para atender esta exigencia blimación, son un estado intermedio en la en su preocupación por comba r la pre- El desarrollo de una conciencia salubrista
radical de sa sfacción de carácter pulsio- cariedad de la vida con esta condición del ene pues esta pe ción de principio, la de
nal. hombre a cuestas que exige la absoluta confrontar una realidad psíquica compro-
9. FREUD, Sigmund. Múltiple interés del Psicoanáli- sa sfacción, no ha sabido manejar con
sis. Tomo XIII, 1913, p. 181.
10. FREUD, Sigmund. Los caminos de la formación
7. FREUD, Sigmund. Op. cit., p. 129. de síntomas. Tomo XVI, 1917, p. 339. 13. LACAN, Jacques. Los cuatro conceptos funda-
8. FREUD, Sigmund. La moral sexual cultural y la 11. FREUD, Sigmund. El porvenir de una ilusión. 12. FREUD, Sigmund. Neurosis y psicosis. Tomo XIX. mentales del Psicoanálisis. Buenos Aires: Edito-
nerviosidad moderna. Tomo IX. 1908, p. 169. Tomo XXI, 1927, p. 52. 1924, p. 153. rial Paidós, 1987, p. 222.

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me da en extremo con los imaginarios precariedad de la vida y la caducidad de lizando y en la que podríamos agregar, el sas contribuyen las ambiciones culturales
de la salud intensificados por la cultura su propio cuerpo y la conciencia de su Otro ya no es el ente represor por anto- y los es los de vida en nuestro empo
por cuenta de esta coacción afec va que responsabilidad en el cuidado de la salud. nomasia sino una extensión del yo al ser- que con sus aspiraciones narcisistas exa-
re ene al sujeto en la minoría de edad y Este imaginario, posibilitado hoy por los vicio del cumplimiento de sus deseos, el cerban el grado de tensión admisible para
en su incapacidad para hacerse cargo del portentosos avances de la ciencia que nos sujeto contemporáneo le apuesta al des- mantener el equilibrio psíquico que hoy
cuidado de un bien tan precario como la hace soportable la vida con la ayuda de la cubrimiento de fórmulas mágicas que lo se demuestra como un importan simo
salud. Las implicaciones que para las ex- inmensa crea vidad que caracteriza a la liberen de estas amenazas desentendién- factor de protección para la salud. Las exi-
pecta vas de es los de vida saludable en especie humana, se convierte al mismo dose de su responsabilidad en el cuidado gencias profesionales, la carrera contra el
el mundo contemporáneo ene la senten- empo, por cuenta de este mecanismo de la salud. El cuerpo reciclado17 al que se empo, el deseo de cer dumbre, los idea-
cia freudiana acerca de que en el incons- de la vida psíquica, en la vía para negar la refiere Lipovetsky es una de las expresio- les de absoluto control, son entre otras
ciente el hombre se cree inmortal no son caducidad de nuestro propio cuerpo y la nes más dramá cas de esta fórmula de algunas de las caracterís cas del es lo de
nada despreciables. La situación de salud amenaza de la muerte pero sobre todo la socialización narcisista influida por este vida occidental que comportan factores
en nuestro empo sufre principalmente responsabilidad que individual y colec va- ideal de completo bienestar, la eterna ju- de riesgo para la salud emocional. La ma-
de esta ilusión narcisista que desconoce mente tenemos en el cuidado de nuestra ventud y la belleza que u liza la poca to- yor fuente de estrés en la actualidad son
el compromiso indisociable de la vida hu- salud. La tendencia del hombre contem- lerancia a la frustración que caracteriza al estos imaginarios del trabajo que con sus
mana con la enfermedad y con la muerte poráneo a exponerse a factores de riesgo hombre como mecanismo de control. La exigencias de produc vidad y absoluto
perturbando la comprensión de las exi- de enfermedad y el descuido en general obsesión por las dietas, el reciclaje quirúr- dominio privan al sujeto contemporáneo
gencias propias del cuidado de un bien tan de su salud hablan de su compromiso con gico permanente, la medicalización de la de los efectos terapéu cos de una ac -
precario como la salud. este imaginario que le permite sobrees - sociedad, el aumento en el consumo de vidad a la que dedicamos la mayor parte
mar sus recursos sin medir las consecuen- analgésicos y psicofármacos en los úl - de nuestro empo y especialmente indi-
Este cuerpo mortal impone condiciones al cias de un es lo de vida que se caracteriza mos empos son algunas de las manifes- cada para ofrecer una compensación que
placer, lugar del deseo y su sa sfacción, y por los excesos. En una época dominada taciones más dramá cas de esta perversa lo conquista para la vida. El resultado es
a la vez del sufrimiento y la enfermedad. por el paradigma cien fico e influencia- normalización de la salud asociada al ideal un hombre agotado que pone en peligro
No es posible negar totalmente que en él do por la ilusión de un mundo sin falta15 de completo bienestar bajo los designios la capacidad de su sistema inmunológico
se aloja la muerte, aun cuando la vida, el y el absoluto control de la enfermedad, el del principio del placer que termina tribu- para comba r la enfermedad.
placer y el deseo requieran de cierta nega- hombre contemporáneo sufre fundamen- tando a los intereses del sistema econó-
ción de esta condición mortal para hacer talmente esta condición narcisista que lo mico capitalista. El reverso de esta cultura La reflexión sobre el es lo de vida occi-
sostenibles los principios de la vida mis- desgasta en esfuerzos para dar forma a un narcisista subordinada al cumplimiento dental del doctor Valen n Fuster, cirujano
ma14. mundo a la altura de sus deseos, un mun- de este ideal son paradójicamente los ex- cadiovascular, presidente de la Asociación
do blindado contra el dolor, la enferme- cesos, el resultado al fin y al cabo del ima- Mundial del Corazón con su paciente y
El imaginario de la salud como un esta- dad, la vejez y la muerte. ginario de un sujeto sin límites que se ex- amigo el novelista José Luis Sampedro18,
do de completo bienestar y ausencia de pone cada vez más a factores de riesgo de nos llama la atención sobre el desconoci-
enfermedad sería un derivado de estos En esta cultura narcisista cuya fórmula enfermedad ignorante de esta ranía del miento que la sociedad actual ene de la
compromisos inconscientes que le niegan de socialización es según el filósofo Gilles inconsciente que lo conduce más allá del salud como un estado de equilibrio corpo-
al sujeto el debido reconocimiento de la Lipovetsky16, la personalización, la glorifi- principio del placer. ral y emocional. Estos pensadores señalan
cación del Ego puro, que socializa desocia- cómo el mundo occidental en su afán de
Al empeoramiento de este estado de co-
14. GALENDE, Emiliano. Debate cultural y subjetivi-
dad en salud. En: SPINELLI, Hugo. Compilador. 15. LACAN, Jacques. Op. cit. 18. FUSTER, Valentin; SAMPEDRO, José Luis y LUCAS,
Salud colectiva, cultura, instituciones y subjetivi- 16. LIPOVETSKY, Gilles. La era del vacío. Barcelona: Olga. La ciencia y la vida. Barcelona: Editorial
dad. Buenos Aires: Lugar Editorial, 2004, p. 126. Editorial Anagrama. 2002, p. 50. 17. Ibíd., p. 60. Plaza y Janés, 2008, p. 25.

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dominio para garan zar la supervivencia LA SALUD Y LA DINÁMICA DE LA LIBIͳ yo, explica en Introducción al narcisismo, sueño de omnipotencia narcisista, un de-
sica se ha olvidado de los límites que la DO viene a ser el refugio de las fantasías de seo imposible que puede conducirlo más
naturaleza impone y de la emoción como omnipotencia narcisista vinculadas con la allá del principio del placer. De esta for-
la base de la mo vación humana. No se Con independencia de lo orgánico, la per- estasis de la libido re rada de los objetos ma Freud pone en primer plano este lado
educa para la vida y el dominio de sí mis- cepción de la enfermedad y de la salud en su camino a la sublimación. Las con- nega vo del ideal que sos ene las aspira-
mo y se a ende muy poco la importancia está comprome da con una realidad psí- diciones asociadas al bienestar emocio- ciones de la pulsión de muerte, el impulso
de esta intervención en la infancia. Con- quica y una vinculación afec va del sujeto nal del individuo se darán en función de del sujeto a sa sfacerse en un estado de
secuencia de esto son las enfermedades con el mundo que le va a permi r afrontar esta dinámica de la libido, la cual se defi- reposo absoluto de lo más ajeno a las ten-
crónico-degenera vas en la actualidad, las di ciles condiciones de la vida humana ne como una energía, considerada como dencias que favorecen la vida. El proceso
en especial las patologías cardiovascula- con el menor gasto de energía, la cual se magnitud cuan ta va –aunque por ahora de desexualización de las pulsiones, ha
res que demuestran simbólicamente que organiza conforme con el determinismo no medible–, de aquellas pulsiones que traído consigo una disociación de los ins-
el sistema de vida occidental está atasca- del aparato psíquico y los avatares del enen que ver con todo lo que puede sin- ntos que deja libre la pulsión de muerte,
do debido a sus excesos y a la ignorancia proceso de desexualización impuesto por te zarse como amor20. La libido narcisista la cual instalada en el superyo debilita aní-
micamente al sujeto limitándolo en todas
de determinantes vitales. La medicina e- la cultura. Recordemos que para Freud la más allá de una cierta medida necesaria
las tareas importantes de la vida.
ne según ellos en la actualidad este reto: Psicología individual es simultáneamente como factor de protección se convierte en
comprender la gran influencia de lo aními- Psicología social como nos explica en Psi- fuente de sensaciones displacenteras que
La manera como el hombre se enfrenta a
co sobre la enfermedad y de la cultura en cología de las masas y análisis del yo, tex- encuentran en las afecciones del cuerpo
la enfermedad está profundamente com-
los es los de vida saludable. to en el cual da cuenta de los alcances de una forma de expresión21. La sentencia
prome da con esta pulsión de muerte
estos procesos afec vos y del papel que freudiana acerca de que un fuerte egoís-
que hace parte del proceso vital en tanto
Los compromisos inconscientes de este la formación del ideal juega en la trami- mo preserva de enfermar, pero al final
todo lo vivo ene esta aspiración a volver
es lo de vida se demuestran en la inca- tación de las aspiraciones narcisistas en el uno ene que empezar a amar para no
atrás, al estado inorgánico23, exacerbada
pacidad del sujeto para cues onar estas trasfondo de estas relaciones. El ideal au- caer enfermo, y por fuerza enfermará si a por este proceso de desexualización de
prác cas, que lo esfuerzan más allá de menta las exigencias del yo favoreciendo consecuencia de una frustración, no pue- las pulsiones impuesto por la cultura. Uno
los límites permi dos para conservar el la represión; el resultado son las enferme- de amar22, nos advierte sobre la influencia de los principales aportes de Freud fue su
equilibrio psíquico y su subordinación dades nerviosas que limitan la capacidad de lo anímico sobre la enfermedad rela- señalamiento acerca de los peligros que
a un sistema que se sos ene en la pura del sujeto para amar y producir; por esta cionada con estos procesos afec vos, muy además de las amenazas del mundo exte-
ilusión narcisista de la plena sa sfacción, razón llega a afirmar Freud que en todas especialmente con la angus a de castra- rior ofrecían estas exigencias pulsionales y
cuya imposibilidad incomprendida pue- las formas de enfermedad psíquica habría ción o el miedo a perder el amor de los de la importancia de su adecuada tramita-
de conducirlo hasta el extremo de la au- de tenerse en cuenta la conducta del su- padres, nunca del todo superada. ción para asegurar la disposición anímica
todestrucción. Los estragos del estrés en peryo19. requerida para afrontar las exigencias de
nuestra época encuentran parte de su El ideal permite conservar la exigencia la vida. Para este psicoanalista, el origen
explicación en la ignorancia generalizada Esta modificación del yo que se vuelve pa- narcisista dentro de ciertos límites pero de las perturbaciones nerviosas más allá
de estos factores implicados de carácter tógena se ha nutrido de la influencia crí - alberga sus peligros en la medida en que de las tensiones propias de la vida y las
inconsciente que le restan al sujeto la ca de los padres y maestros, conforme con conmina al sujeto al cumplimiento del exigencias del desarrollo cultural moder-
energía necesaria para afrontar las altas las exigencias y expecta vas culturales y no, está en la dificultad del hombre para
exigencias del es lo de vida contemporá- de la resistencia del sujeto a aceptar los llevar a cabo este trabajo sin perjuicio de
neo, cuyo origen se remonta a los avata- límites al principio del placer. El ideal del 20. FREUD, Sigmund. Psicología de las masas y aná- su salud mental.
lisis del yo. Tomo XVIII. 1921, p. 86.
res del proceso de desexualización de las 21. FREUD, Sigmund (1926). Inhibición, síntoma y
pulsiones y sus marcas en relación con el angustia. Tomo XX. 1925, p. 91.
19. FREUD, Sigmund. Neurosis y psicosis. Tomo XIX. 22. FREUD, Sigmund. Introducción al narcisismo. 23. FREUD, Sigmund. Más allá del principio del pla-
cuidado de la salud. 1924, p. 154. Tomo XIV. 1914, p. 82. cer. Tomo XVIII, 1920, p. 56.

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LA SALUD Y EL PROCESO DE CONSTITUͳ marcado por una diversidad de códigos sible plantear una devolución diferente a dificultades en el desarrollo de una con-
CIÓN DE LA SUBJETIVIDAD simbólicos, que deben ser descifrados “Ud. no ene nada”25. ciencia salubrista que actúe como factor
para comprender la influencia de lo aní- de protección frente a la amenaza perma-
La disposición anímica para enfrentar las mico sobre la enfermedad. Con independencia de cualquier enferme- nente de la enfermedad y de la muerte.
exigencias de la vida es el resultado de dad orgánica el sujeto sufre de su dificul- En este sen do la educación en salud, eje
este proceso de desexualización de las La imagen del cuerpo y de su funciona- tad para aceptar los límites al principio del central de los programas de promoción y
pulsiones en función de la economía libi- miento, su debilidad y su fortaleza para placer; la angus a producto de la libido no prevención en salud es insuficiente.
dinal, un proceso según Freud, profunda- enfrentar las exigencias de salud y de vi- aplicada es la manifestación de este con-
flicto neuró co que consume su energía. Al sujeto del inconsciente, que es el su-
mente subje vo, dependiente de factores talidad, son en buena medida el producto
Freud dio singular importancia a este afec- jeto marcado simbólicamente por la ley
cons tucionales y de las vivencias afec - de esta relación afec va con sus límites a
to patógeno hasta el extremo de conside- del lenguaje y el discurso social, no se le
vas del individuo en los primeros años de la demanda radical de sa sfacción de ca-
rarlo el precursor del miedo a la muerte y conoce por la evaluación de los compor-
su vida. rácter pulsional, un proceso delicado pre-
del cual pensaba era la moneda corriente tamientos del yo, ni por la educación del
ciso para que triunfe la pulsión eró ca y
de todos los síntomas. Conforme con esta individuo, porque la pulsión sexual y agre-
Aprendemos a codificar la experiencia de así el sujeto pueda afirmar la vida a pesar formulación, la regulación del principio siva que lo cons tuye es una voluntad de
la vida por medio de un imaginario social de esta amenaza de la muerte. El compro- del placer es fundamental para neutrali- sa sfacción que no se presta sin reparo a
que podemos definir como el conjunto miso de lo psíquico con el estado general zar la pulsión de muerte, cuyo trabajo es ser coartada por la educación26.
de representaciones de lo posible, lo de- de salud no puede por esta circunstancia inadver do y de la cual nada quiere saber
seable y aun de lo temible en términos de pasar desapercibido para el médico y mu- el sujeto pero que Freud reconoce en sus Para superar en parte este problema es
expecta vas sociales que influyen nuestra cho menos ser reducido o su inocuidad en conductas compulsivas que en busca de la necesario considerar la dificultad del su-
manera de sen r, pensar y actuar24, y son la evaluación clínica de una sintomatolo- sa sfacción denegada pueden conducirlo jeto en el cumplimiento de estas aspira-
las relaciones afec vas con las personas gía difusa y complicada que muestra estos a la autodestrucción. Encontramos aquí la ciones, coaccionado como está por esta
más queridas, padres o cuidadores, res- compromisos como generalmente suele razón de los excesos que ponen en riesgo demanda radical de sa sfacción que pone
ponsables de nuestra supervivencia sica suceder. la salud comprome dos con una paradó- en riesgo su capacidad para hacerse cargo
y emocional, el catalizador de este proce- jica sa sfacción que por su carácter pul- de las exigencias de la realidad en mate-
so de socialización que nos dispone para Es necesario que el médico advierta que sional no está en el orden del organismo ria de salud. La responsabilidad que a este
asumir las exigencias de la vida. Nuestras el cuerpo como organismo viviente que regular y que requiere de un saber sobre respecto le compete al sujeto, no puede
ac tudes frente a la salud y la enferme- tenemos es vivenciado de diferentes ma- el inconsciente para encontrar las vías de entenderse en términos moralistas o de
una tramitación simbólica. conformidad con el ideal social de la sa-
dad, la vida y la muerte, entre otras, son neras de acuerdo con cada subje vidad
lud y las prescripciones médicas; la debida
el producto de la relación con el otro, los par cular. Si el concepto de somos un
LA SALUD Y EL SUJETO DEL INCONSͳ atención a estos saberes que actúan como
progenitores y la cultura, influidas por cuerpo que es vivido en forma par cular
CIENTE factores de protección para la salud va a
este determinismo de la vida psíquica, en por cada paciente, de acuerdo con la for-
depender de una clínica de la subje vidad
un proceso en el cual se definen nuestras ma en que cada sujeto fue criado, y por
La consideración del sujeto del incons- que tenga en cuenta estas limitaciones y
coordenadas del placer y del dolor. La los primeros dichos con que fueron acom- ciente en el campo sanitario es fundamen- los recursos del sujeto de acuerdo con su
enfermedad se sufre en un cuerpo que pañados (“abrígate”, “no te caigas”, etc., tal para comprender en profundidad las ordenamiento psíquico para asumir este
trasciende el mero organismo, un cuerpo etc.), entre otros factores en juego, es malestar básico sin mayores perjuicios
algo de peso que interviene en la mirada
y en la escucha del médico, convir endo 25. UZORSKIS, Benjamín. Clínica de la subjetividad
24. MOISE, Cecilia. Prevención y Psicoanálisis. Bue- en territorio médico. Buenos Aires: Letra Viva
nos Aires: Editorial Paidós. 2001, p. 43. a la consulta en un hecho singular, es po- Editorial, 2002, p. 37. 26. GALLO, Héctor. Op. cit., 2007, p. 92.

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para su salud. Asumir lo incurable es pa- de su gran incidencia son objeto de in- brios emocionales producto de esta natu- estar enfermo de los nervios es una ver-
radójicamente el principio de sus posibi- ves gación de médicos y profesionales raleza del dinamismo psíquico sumado a güenza. Aunque en nuestra época el tema
lidades de curación y su responsabilidad preocupados por su alto grado de com- las exigencias de la vida co diana del es - del estrés ha llegado a ser un lugar común
en materia de salud, la consecuencia de plejidad. La situación de salud en nues- lo de vida actual se convierten en los prin- y se le considera uno de los factores con
tomar distancia de esta dimensión imagi- tro empo demanda este saber sobre el cipales obstáculos en la perspec va de mayor probabilidad de influir las enferme-
naria de dominio del inconsciente que lo inconsciente para comprender que, aún una conciencia salubrista comprome da dades, existe por causa de este imaginario
protege de los esfuerzos que le demanda- en el terreno de la salud tradicionalmente con el cuidado de la salud mental conside- en la sociedad actual, una especie de pac-
ría su implicación en ese estado de cosas, reducido a lo orgánico, las pasiones cum- rando su importancia en la apropiación de to de negación del sufrimiento emocional
para encontrar en medio de estas dificul- plen una función y que es preciso asumir es los de vida saludable. que condena al sujeto contemporáneo a
tades un lugar desde el cual le sea posi- la responsabilidad que nos concierne en sufrir en soledad estos desequilibrios, que
ble, conforme con sus propios códigos de su regulación para resguardarnos de sus El cuidado de la salud emocional tan im- a falta de la palabra y de los espacios para
jus ficación de la existencia, reconciliarse efectos perjudiciales sobre la salud y más portante en nuestro empo ene esta di- su simbolización buscan su expresión en
con la vida aun en ocasiones insalvables bien aprovechar su potencial eró co para ficultad de fondo, la condición narcisista fenómenos conversivos, cuyo tratamiento
cuando asumir lo irremediable no ene afrontar la amenaza de la enfermedad y la del hombre que se niega a aceptar lími- todavía se restringe al modelo biomédico
por qué renunciar a un propósito. Dar la caducidad del propio cuerpo, una de tres tes al principio del placer y a renunciar al estricto, sin considerar rigurosamente los
palabra al paciente para descifrar la di- grandes causas del sufrimiento humano sueño de omnipotencia narcisista, que de compromisos psíquicos y la necesidad de
mensión simbólica de la pulsión y las vías según Freud. dis ntas formas interfiere con la atención intervenciones a este nivel para coadyu-
de su regulación se cons tuye en la pro- adecuada de estos desequilibrios propios var en el tratamiento de estas patologías.
puesta freudiana para neutralizar la pul- EL DESCUIDO DE LA SALUD EMOCIOͳ de la debilidad del aparato psíquico para Que esta dolencia generalizada no se haya
sión de muerte que en su curso silencioso NAL, LA DIFICULTAD EN LA PERSPECTIͳ afrontar las exigencias de la realidad. traducido en una concepción más amplia
como parte fundamental de su cons tu- VA DE UNA CONCEPCIÓN MÁS AMPLIA de la enfermedad con las repercusiones
ción y exacerbada por los malestares de la DE LA SALUD La creencia generalizada en la inmutabi- asistenciales y sociales per nentes, se
enfermedad, aleja cada vez más al sujeto lidad del carácter producto del descono- relaciona con la perspec va funcionalis-
de la disposición anímica que le permi ría El descuido de la salud emocional que en cimiento de los factores que influyen la ta de la salud y las peripecias del sujeto
enfrentar estos retos, inclinando en la me- nuestra época cobra tantas víc mas en- construcción subje va y de los procesos para mantener la imagen de inmunidad a
dida de lo posible hacia la vida la balanza cuentra parte de su explicación en esta de iden dad es quizá la forma más inad- los desequilibrios emocionales promovida
de esta lucha pulsional. Esta función de la condición fundamentalmente eró ca del ver da de esta ilusión que nos priva del socialmente en la que se gasta buena par-
palabra para intervenir en la influencia de hombre a la cual nos hemos venido refi- fortalecimiento anímico requerido para te de sus recursos anímicos para afrontar
lo anímico sobre la enfermedad en el caso riendo que obliga al sujeto a defenderse afrontar estas exigencias. Nos hemos situaciones crí cas.
de la organización neuró ca, encuentra contra los es mulos displacientes tanto acostumbrado así al carácter neuró co y a
sus límites en el tratamiento de las en- externos como internos en buena me- sus ganancias secundarias desconociendo Un cierto psicologismo que desprecia los
fermedades psicosomá cas tan comunes dida inevitables para conservar el equili- mayores niveles de bienestar emocional límites del cuerpo y la influencia del am-
en nuestro empo que se demuestran en brio psíquico, pero que puede fácilmente y los recursos internos para afrontar las biente y pone todas sus esperanzas en el
los límites de la estructura del lenguaje conducirlo por la vía de los desequilibrios situaciones amenazantes de una manera autocontrol es otra de las formas de esta
o por fuera de ella27 y que hoy en virtud emocionales considerados según las úl- dis nta y menos perjudicial para la salud. fantasía de plenitud que desconoce lo
mas inves gaciones como factores de doloroso de la realidad alejando al sujeto
gran influencia en el padecimiento de Influye en ese estado de cosas el excluyen- contemporáneo del debido cuidado de la
27. SANDOVAL, Iván. El síntoma conversivo y el fenó- enfermedades crónico-degenera vas. El te imaginario social de las enfermedades salud emocional que le permita afrontar
meno psicosomático. Asociación Lacaniana In- desconocimiento generalizado de la vul- nerviosas que las rotula como anormali- lo inevitable y a encontrarle algún sen do
ternacional. En http://www.freud-lacan.com/ar-
ticles/article.php?url_article=isandoval170205 nerabilidad del sujeto a estos desequili- dades y la creencia generalizada de que a la dificultad. Esta debilidad se advierte

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en la confianza del sujeto contemporáneo solo conducen a aumentar la desconfian- afecciones consideradas psicosomá cas y y su capacidad para configurar sen dos.
en las fórmulas de crecimiento personal za y la desesperanza que degeneran en sobre el costo de estos tratamientos para El desarrollo de una conciencia salubris-
y los manuales de autoayuda que desco- cuadros de ansiedad y depresión. el sistema de salud no cabría duda respec- ta requiere superar la mirada médica de
nocen la importancia de la relación te- to de la necesidad de este énfasis en los un cuerpo carente de palabra y en cuyo
rapéu ca directa y la complejidad de los La mercan lización de la asistencia en programas de promoción y prevención en análisis no se considera el campo del de-
procesos necesarios de desexualización y salud que priva al médico del empo ne- salud. seo, el intercambio y las relaciones inter-
que dejan al sujeto en el limbo respecto cesario para ocuparse integralmente del subje vas29. La consideración del sujeto
de las exigencias propias del cuidado de la paciente y el empobrecimiento de esta re- El enorme valor de los aportes de la ciencia del inconsciente en este terreno ene la
salud emocional. Esta es la Inflación psi, a lación bajo el modelo biomédico en el que para aumentar la calidad de vida pierden intención de llenar este vacío y de poner
la que se refiere Lipovetsky que desociali- por lo general se ignora la trascendencia su significado en esta apuesta del mun- en primer plano los alcances del ero smo
za, fundada en una cierta prác ca de la es- de un contacto humano significa vo para do contemporáneo al ideal de absoluto humano en esta materia que al margen de
cuela norteamericana de la psicología del afrontar adecuadamente el sufrimiento bienestar que en su negación de la vulne- sus riesgos le ofrece al sujeto la posibili-
yo que no profundiza en los compromisos de la enfermedad, es otro de los princi- rabilidad del hombre y el dolor de exis r, dad de reconciliarse con la vida a pesar de
la amenaza inminente de la enfermedad
inconscientes de la vida psíquica especial- pales obstáculos en la comprensión de la pierde de vista la necesidad de asis r al
y de la muerte. En este sen do nos iden-
mente débil a la demanda de absoluta sa- influencia de lo anímico sobre la enferme- sujeto en el fortalecimiento de su vida aní-
ficamos con Dejours cuando afirma que
sfacción pero que no se puede confundir dad. A esto se suma la preferencia por el mica para superar esta ranía del incons-
(...) el vuelco de la problemá ca e ológi-
como hace este autor con la prác ca psi- uso de psicofármacos autorizados y las ciente que lo convierte en artesano de su
ca debiera ser completado por un vuelco
coanalí ca en sen do estricto y su defen- reservas frente al costo y la eficacia de los propio sufrimiento exacerbando las di ci-
de la interrogación psicosomá ca. Antes
sa de una subje vidad en conflicto con la tratamientos psicoterapéu cos. Se desco- les condiciones de la existencia humana.
que buscar comprender el origen de las
cultura que plantea serias exigencias a los noce en términos generales la dimensión
enfermedades somá cas, la psicosomá-
procesos de sublimación. simbólica de la salud y de la enfermedad y Para concluir queremos hacer énfasis en
ca, tomando apoyo sobre la teoría del
el papel de las emociones en la manera de que para progresar en el conocimiento de cuerpo, debería interesarse sobre todo
Las creencias del sujeto contemporáneo afrontar estas experiencias. la dimensión psicológica de la promoción por elucidar los resortes psicosexuales de
en recetas que le garan zan el absoluto y prevención de la salud y de los factores la salud30.
control de la enfermedad y del dolor, es Si la intervención de Marc Lalonde en la que influyen el cuidado de la salud emo-
otra de las versiones de esta demanda ab- Conferencia Mundial de la Salud en 1974 cional como eje de las expecta vas de REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
soluta de sa sfacción. Se desconocen en generó un cambio importante incluyendo un es lo de vida saludable es necesario
esta expecta va las más mínimas reservas la influencia de los es los de la vida en superar la mirada reducida de la comple- BELLOC, Amparo y otros. Manual de Psico-
en relación con la teoría de la causalidad una nueva perspec va de la salud28, la ex- jidad de estos procesos psicológicos y su patología. España: McGraw-Hill Interame-
y los métodos de inves gación y se extre- periencia hoy está indicando que es nece- relación con el cuidado de la salud gene- ricana S. A., 1995.
man los cuidados materiales de la salud sario prestar más atención a esta dimen- ral. Nuestros progresos en materia del
conforme con una prescripción médica sión psicológica y muy especialmente a lo conocimiento de las causas naturales de BLANCO, Jorge Humberto. Fundamentos
que contempla muy poco o casi nada el emocional comprome do para avanzar la enfermedad y los aportes de la perspec- de salud pública. Medellín: Corporación
fortalecimiento anímico requerido para en una concepción más amplia de la sa- va experimental del comportamiento para Inves gaciones Biológicas, 2005.
enfrentar los malestares de la enferme- lud. Si contáramos con estadís cas sobre humano no nos eximen, en virtud de la
dad y adquirir la comprensión de que no la preocupación por la enfermedad y las complejidad del funcionamiento psíquico,
hay salud completa, facilitando de esta de la obligación de permanecer abiertos 29. FERNÁNDEZ DEL GANZO, Carlos. Psicoanálisis
para médicos. Madrid: Editorial Grupo Cero,
forma el aprendizaje de los procesos de a la inves gación de estos procesos que 2001, p. 72.
autorregulación decisivos en la recupera- 28. BLANCO, Jorge Humberto. Fundamentos de sa- cada vez se demuestran más comprome - 30. DEJOURS, Cristophe. Revista Topía. Octubre
lud pública. Medellín: Corporación para Investi- de 2008. http://www.topia.com.ar/articulos/
ción de la salud. Los fracasos a este nivel gaciones Biológicas. 2005, p. 96. dos con la condición simbólica del hombre psicosom%C3%A1tica

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DEJOURS, Cristophe. Revista Topía. Oc- FUSTER, Valen n; SAMPEDRO, José Luis y INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES
tubre de 2008 h p://www.topia.com.ar/ LUCAS, Olga. La ciencia y la vida. Barcelo-
ar culos/psicosom%C3%A1 ca na: Editorial Plaza y Janés, 2008. Academia Libre es la revista cultural de la Universidad Libre Seccional Barranquilla. Pu-
blica ar culos originales, ar culos de divulgación cien fica, ensayos, revisiones y rese-
FERNÁNDEZ DEL GANZO, Carlos. Psicoa- GALENDE, Emiliano. Debate cultural y ñas que tratan temas relacionados con el arte, la cultura, la sociedad, la ciencia y la
nálisis para médicos. Madrid: Editorial subje vidad en salud. En: SPINELLI, Hugo.
tecnología. Su obje vo es la difusión de la producción intelectual resultante del análisis,
Grupo Cero, 2001. Compilador. Salud colecƟva, cultura, insƟ-
la crí ca y la reflexión de los miembros de la comunidad académica, con el fin de aportar
tuciones y subjeƟvidad. Buenos Aires: Lu-
a la sociedad del conocimiento un medio para el intercambio de saberes, la transmisión
FLÓREZ ALARCÓN, Luis. Psicología Social gar Editorial, 2004.
de la Salud. Bogotá: Editorial Manual Mo- de conocimientos y la controversia esclarecedora de las ideas.
derno, 2007. GALLO, Héctor. El sujeto criminal. Una
aproximación psicoanalíƟca al crimen Las propuestas para publicación serán revisadas por el Comité Editorial y some das a
FREUD, Sigmund. Obras completas. Bue- como objeto social. Medellín: Editorial evaluación externa por expertos en los respec vos temas. El Comité puede aceptar, re-
nos Aires: Amorrortu Editores, 1979. Universidad de An oquia, 2007. chazar o sugerir cambios. Los escritos serán enviados al Comité Editorial en medio İsico
y en medio magnéƟco (formato Word); deben tener: el tulo del trabajo, los nombres
Metapsicología. Los insƟntos y sus desƟ- LACAN, Jacques. Los cuatro conceptos completos de los autores, su filiación ins tucional y el nombre de la ins tución en la cual
nos. Tomo XIV, 1915. fundamentales del Psicoanálisis. Buenos se realizó el trabajo. Se destacará el nombre del autor responsable de la corresponden-
Aires: Editorial Paidós, 1987. cia con su dirección completa, número telefónico y dirección electrónica. Se presentará
MúlƟple interés del psicoanálisis. Tomo resumen, de no más de 200 palabras, en español.
XIII, 1913. LIPOVETSKY, Gilles. La era del vacío. Bar-
celona: Editorial Anagrama, 2002.
El texto se escribirá a espacio y medio, con la fuente Arial tamaño 10 y en un máximo
Los caminos de la formación de síntomas.
de diez (10) páginas tamaño carta y por una sola cara de la hoja. Los nombres cien ficos
Tomo XVI, 1917. MARKS, David; MURRAY, Michael y otros.
se escribirán con letra cursiva, sin subrayarlos. Los ar culos originales tendrán el forma-
Psicología de la salud. Teoría, invesƟga-
Psicología de las masas y análisis del yo. ción y prácƟca. México: Editorial Manual to convencional de la comunidad cien fica: Introducción (antecedentes, jus ficación y
Tomo XVIII, 1921. Moderno, 2008. obje vo), metodología (materiales, técnicas, muestras, estadís ca), resultados (datos,
tablas y figuras), discusión (análisis), conclusión y bibliogra a; los otros trabajos deben
Neurosis y psicosis. Tomo XIX, 1924. MOISE, Cecilia. Prevención y Psicoanálisis. incluir, como mínimo: Introducción, desarrollo, conclusión y bibliogra a.
Buenos Aires: Editorial Paidós, 2001.
La moral sexual cultural y la nerviosidad Las citas bibliográficas se numerarán en estricto orden de aparición (consecu vas), con
moderna. Tomo IX. 1908, p. 169. SANDOVAL, Iván. El síntoma conversivo sus respec vas referencias en el pie de página. El número de la referencia se escribirá
y el fenómeno psicosomáƟco. Asociación entre paréntesis, las cuales deben incluir: apellido(s) y nombre del autor(es), tulo de la
El porvenir de una ilusión. Aparte VI, Tomo Lacaniana Internacional. En: h p://www. obra, edición, año de publicación y página; cuando se trata de varios autores se trans-
XXI, 1927. freud-lacan.com/ar cles/ar cle.php?url_ cribirán los tres primeros autores del ar culo, seguidos de et al. Las tablas, gráficas,
ar cle=isandoval170205 cuadros o figuras se deben presentar en formato Word e iden ficarlas con el número y
Inhibición, síntoma y angusƟa. Tomo XX,
tulo.
1926. UZORSKIS, Benjamín. Clínica de la subjeƟ-
vidad en territorio médico. Buenos Aires:
El escrito se enviará con una carta al Comité Editorial de la revista en la que los autores
Introducción al narcisismo. Tomo XIV. Letra Viva Editorial, 2002.
1914, p. 82. declaren su conformidad con el contenido y expresen que se trata de una producción no
publicada en otro medio y que ceden sus derechos de publicación y edición a la Univer-
Más allá del principio del placer. Tomo sidad. El envío se dirigirá al Comité Editorial de la revista Academia Libre, Universidad
XVIII. 1920, p. 56. Libre Seccional Barranquilla, Km. 7 An gua vía a Puerto Colombia.

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