EXAMEN FINAL - Curso Argumentación Jurífica UPN - VF - Publicar
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Y
CIENCIAS POLÍTICAS
CARRERA DE DERECHO
INTEGRANTES:
LIMA – PERU
2023
I. Caso I
1. IDONEIDAD:
Realizado un estudio de los riesgos de la geografía de la ciudad de Abancay para el
transporte de carga riesgosa en vehículos menores, como los mototaxis, y habiendo
encontrado que la topografía de la ciudad obliga a que la tracción y frenos sean
suficientes para vencer las pendientes de dicha ciudad, resulta idóneo prohibir el uso
de mototaxis para transportar carga riesgosa, puesto que al ser vehículos menores, no
están en capacidad de poder sostenerla o salvaguardarla, lo cual podría originar
graves accidentes y pérdidas no solo materiales, sino también de vidas humanas.
2. NECESIDAD:
En necesario concientizar a la población que, para transportar carga riesgosa, se
deben emplear vehículos suficientes para la tracción y frenos que puedan vencer las
pendientes de dicha ciudad.
3. PROPORCIONALIDAD:
La parte demandada tomó una medida de seguridad a la vida de las personas de la
ciudad Abancay, mientras que la parte demandante alega que significaría una
restricción al libre tránsito; ambos derechos fundamentales de las personas.
II. Caso II
1. IDONEIDAD:
La diferenciación realizada por el legislador y que limita el acceso a la función de la
magistratura militar policial únicamente a oficiales castrenses y policiales en situación
de actividad resulta idónea, pues la correcta aplicación del Código de Justicia Militar
Policial por delitos cometidos en el ejercicio de funciones únicamente podría darse
teniendo una adecuada formación castrense y jurídica, tal como la tienen los
magistrados miembros del fuero militar policial.
2. NECESIDAD:
El requisito de tener formación castrense o policial para acceder a la magistratura
militar policial resulta necesario pues es vital que los magistrados de este fuero tengan
el conocimiento y experiencia necesarios de la función militar policial para poder
administrar justicia de este tipo por la comisión de delitos de función. Así, el Tribunal
Constitucional ha afirmado que el grado de especialización necesario para administrar
justicia en materia militar, por la comisión de delitos de función, lo tienen solo aquellos
que tienen grados militares y policiales, pues su experiencia dentro de la institución,
además de sus estudios jurídicos, contribuyen a una correcta administración de justicia
militar, lo cual no podría ser realizado por magistrados de la justicia ordinaria, pues no
poseen la condición castrense o policial.
3. PROPORCIONALIDAD:
Asimismo, la medida aplicada por el legislador constituye únicamente una
diferenciación respecto al ámbito de la función de la magistratura policial militar, más
no discriminación, toda vez que la Constitución Política encarga al estado la función de
defensa de la soberanía nacional, el garantizar la defensa de los derechos humanos,
entre otros, para lo cual se pueden establecer ciertas diferenciaciones, como la el caso
concreto, en el que existe un trato diferenciado con un fin superior, el de administrar
justicia militar de manera adecuada. Por lo que, teniendo en cuenta que el ámbito de la
justicia militar policial es una jurisdicción excepcional prevista por la misma
Constitución, lo más adecuado es que quienes forman parte de dichas instituciones
administren justicia en ese ámbito, teniendo como herramienta de ayuda su
experiencia en la materia, además del conocimiento jurídico; por lo que la medida
resulta también proporcional.
De Acuerdo al caso expuesto, Don Roberto Nesta Brero interpone una Acción de
Inconstitucionalidad contra el artículo 4° del Decreto de Urgencia N° 140-2001, que
permite al estado fijar tarifas mínimas para la prestación del servicio de transporte
terrestre nacional e internacional de pasajeros y carga. Asimismo, el citado dispositivo
legal contradice y/o vulnera los derechos fundamentales establecidos en la
Constitución Política del Perú vigente respecto a la libre iniciativa privada, libertad de
empresa, libertad de contratación, trabajo y la propiedad.
Al respecto, nuestra Carta Magna ha dispuesto que las empresas privadas y usuarios
tengan esa libertad para poder contratar, sin que el estado se interponga en esa
negociación. No obstante, el artículo 4° del Decreto de Urgencia N° 140-2001 es una
norma inconstitucional que vulnera los derechos de los transportistas, que fijan sus
tarifas en referencia de la oferta y la demanda, a las necesidades e incrementos de
combustible, repuestos y/o canasta básica familiar. Por tal motivo, la promulgación de
la citada norma afecta a los transportistas y usuarios que contratan por el servicio de
calidad y seguridad que brindan las empresas de transporte por el precio que se
contrata.
1. IDONEIDAD:
De acuerdo con el caso, se ha podido verificar que la finalidad del artículo 4° del
Decreto de Urgencia N° 140-2001 es fomentar que las empresas formales e informales
se adapten en el a la medida de brindar seguridad a sus consumidores y que puedan
cumplir con sus obligaciones tributarias exigidas por Ley. Sin embargo, la
consecuencia que se ha advertido es que esta medida reducirá la formalidad que
tienen algunas empresas de transporte que ofrecen servicio público, ya que son ellos
los que serán afectados con la fijación de tarifas y buscaran pasar a la informalidad
para que no se le aplique la medida.
Asimismo, consideramos que la medida no es idónea, puesto que atenta contra los
derechos fundamentales de las empresas que señala la Constitución Política del Perú,
que busca fomentar la inversión en el país, brindándole libertad a las empresas para
que puedan contratar con los consumidores.
2. NECESIDAD:
La respuesta es no, porque existen otras medidas que puede adoptarse para frenar el
transporte informal que pone en riesgo la vida del transeúnte y pasajeros. Por ejemplo:
se puede optar por realizar fiscalizaciones a través de la Autoridad de Transporte
Urbano en los terminales informales y/o en las vías donde transitan estos vehículos
imponiéndoles papeletas de tránsito y en su defecto internar la unidad al depósito.
Sin embargo, la medida de regular los precios para preservar la salud y seguridad de
los consumidores, no es más que una medida populista que infringe los derechos ya
establecidos en la Carta Magna.
3. PONDERACIÓN:
Sobre el particular, consideramos que el tratar de fijar precios por parte del estado es
atentar contra su ordenamiento jurídico, ya que la iniciativa privada es fundamental en
la sociedad para poder alcanzar los objetivos que traza el gobierno en materia
económica, política y social. La vulneración de este derecho establecido en la Carta
Magna, pone en riesgo que las empresas formales se vuelvan informales y en
consecuencia se descuide la seguridad que ofrecen los medios de transportes que
brindan el servicio a pasajeros y carga.
En ese sentido, atendiendo la problemática que este dispositivo legal puede generar
para las empresas de transportes, consideramos que es acertada la posición del
máximo intérprete de normas, que es el Tribunal Constitucional; al resolver que el
Decreto de Urgencia N° 140-2001 atenta con los derechos que le fueron atribuidos a
las empresas a través de la Constitución Política del Perú y que la medida en lugar de
beneficiar a los transportistas y consumidores afecta su bienestar y tranquilidad.
IV. Caso IV
1. IDONEIDAD
2. NECESIDAD
En el presente caso a juicio de este Colegiado, no existe ningún otro medio alternativo
que sea adecuado para alcanzar el objetivo propuesto y que, a la vez, sea más
benigno o que revista, por lo menos, la misma aptitud para alcanzar el objetivo
propuesto.
3. PONDERACION