El ratio de endeudamiento de una empresa mide el riesgo asumido y se considera óptimo entre 0,4 y 0,6. Un ratio inferior a 0,4 implica pocos recursos propios aprovechados, mientras que uno superior a 0,6 significa un alto riesgo de impago e insolvencia. Lo ideal es mantener un ratio cómodo que permita el crecimiento sin asfixiar a la empresa con el pago de deudas.
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El ratio de endeudamiento de una empresa mide el riesgo asumido y se considera óptimo entre 0,4 y 0,6. Un ratio inferior a 0,4 implica pocos recursos propios aprovechados, mientras que uno superior a 0,6 significa un alto riesgo de impago e insolvencia. Lo ideal es mantener un ratio cómodo que permita el crecimiento sin asfixiar a la empresa con el pago de deudas.
El ratio de endeudamiento de una empresa mide el riesgo asumido y se considera óptimo entre 0,4 y 0,6. Un ratio inferior a 0,4 implica pocos recursos propios aprovechados, mientras que uno superior a 0,6 significa un alto riesgo de impago e insolvencia. Lo ideal es mantener un ratio cómodo que permita el crecimiento sin asfixiar a la empresa con el pago de deudas.
El ratio de endeudamiento de una empresa mide el riesgo asumido y se considera óptimo entre 0,4 y 0,6. Un ratio inferior a 0,4 implica pocos recursos propios aprovechados, mientras que uno superior a 0,6 significa un alto riesgo de impago e insolvencia. Lo ideal es mantener un ratio cómodo que permita el crecimiento sin asfixiar a la empresa con el pago de deudas.
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El ratio de endeudamiento de una empresa se utiliza para determinar cuánto riesgo ha adquirido
esa empresa.
El valor óptimo se encontraría en valores que se sitúen entre el 0,4 y el 0,6.
Si el resultado se encuentra dentro de esos valores, quiere decir que esa empresa en concreto está en lo que suele ser normal y, por tanto, no debería tener problemas para abonar su deuda a corto plazo. Sin embargo, tener un ratio por debajo del 0,4, aunque se traduce en que la empresa tiene poca deuda y que, por tanto, su insolvencia no sería un problema. También puede implicar que tiene recursos propios poco aprovechados, lo cual también daría muestras de que la gestión no es la más óptima. Aun así, un nivel bajo de endeudamiento, que sería aquel que esté por debajo del 0,5 se traduce en que la compañía tiene poca dependencia de los fondos prestados y que la mayoría de sus activos son de su propiedad.
En el caso de que el ratio supere el 0,6 significa que la empresa está
altamente endeudada, lo cual puede significar posibles impagos e insolvencias. Mientras que tener unos niveles superiores al 0,5 puede supone que la compañía ha tomado un alto riesgo de endeudamiento y que podría sufrir si no gestiona adecuadamente su nivel de apalancamiento.
Por tanto, lo ideal es que se mantengan en un ratio de endeudamiento a
corto plazo cómodo que les permita seguir creciendo y no tener recursos desaprovechados, pero tampoco una situación asfixiante en la que el pago de sus deudas supone un alto riesgo para la compañía. La empresa en concreto está en lo que suele ser normal, tiene poca deuda y, por tanto, no debería tener problemas para abonar su deuda a corto plazo. La compañía tiene poca dependencia de los fondos prestados y la mayoría de sus activos son de su propiedad. Implica que tiene recursos propios poco aprovechados, lo cual también da muestra de que la gestión no es la más óptima.
En el Año 2021 la empresa estaba altamente endeudada, lo cual
puede significar posibles impagos e insolvencias. supone que la compañía tomo un alto riesgo de endeudamiento y que podría sufrir si no gestiona adecuadamente su nivel de apalancamiento.
Si el beneficio es nulo, dicho ratio será igual a 1, por ello,
para este ratio, lo ideal es que sea lo más alto posible y por descontado, mayor que 1 para no tener pérdidas.
En caso de ser inferior a uno (1), significa que no genera
suficiente caja como para atender al pago de sus deudas, y es una situación insostenible.