Ilustracion - Sole
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Objetivos
• Reconocer las ideas y problemáticas que caracterizan la filosofía de la era de la
Ilustración.
• Familiarizarse con el vocabulario técnico propio de la filosofía moderna.
• Acceder a las diferentes concepciones que se dieron en la Modernidad y en la
actualidad acerca de la pregunta qué es la Ilustración.
• Evaluar las distintas posiciones asumidas por los pensadores ilustrados, realizar
objeciones y detectar sus consecuencias.
• Adquirir herramientas conceptuales que permitan adoptar una actitud crítica frente a los
distintos aspectos de la realidad.
Federico II (1712-1786).
Su inclinación por el arte, las letras y la filosofía hizo que pronto se transformara en
impulsor de las ideas y valores ilustrados. Admiraba la cultura francesa y convocó a
Voltaire para que se desempeñase como su maestro. Con París como modelo,
Federico transformó a Berlín en el centro geográfico y cultural del reino, fundando
allí la Academia de Ciencias y Letras, que atrajo a científicos y literatos tanto
alemanes como extranjeros y cumplió la función de difundir en territorio prusiano
las nuevas ideas importadas de Inglaterra y Francia. Además, Federico introdujo
leyes que tendían a ampliar la tolerancia religiosa y a suavizar la censura; y realizó
ciertas reformas en el plano económico y educativo, acordes al espíritu ilustrado.
Puede decirse, pues, que en cuanto a su extensión en el tiempo, la era de la
Ilustración se inaugura a finales del siglo XVII y abarca todo el siglo XVIII. En
cuanto a su extensión geográfica, la Ilustración encuentra sus expresiones más
nítidas en Inglaterra, Francia y Alemania, tanto el plano de las obras filosóficas y
científicas como en el plano de las reformas de las instituciones políticas.
Sin embargo, algunos especialistas sostienen que la Ilustración se extendió
también durante las primeras décadas del siglo XIX y otros afirman que todavía
hoy siguen vigentes muchos de los valores ilustrados, considerando que no se trata
de una época superada. Por otro lado, la restricción geográfica también puede
ponerse en duda, pues, con ciertas particularidades, la Ilustración floreció
igualmente en otras regiones de Europa, como España e Italia, así como en
Norteamérica e incluso en las colonias hispánicas de América del Sur. Existió,
pues, una Ilustración en el Río de la Plata, entre cuyos principales representantes se
encuentran Juan Baltazar Maziel (17271788), Manuel José de Lavardén (1754-
1809), Mariano Moreno (1778-1811), Juan Hipólito Vieytes (1762-1815) y Manuel
Belgrano (1770-1820).
Ilustración, sí puede decirse que existe un cierto espíritu que anima este movimiento.
Existen, según creemos, ciertos rasgos fundamentales, ciertas ideas y valores que caracterizan a la Ilustración en su conjunto como un
movimiento complejo pero coherente, y es a eso a lo que llamamos espíritu de la Ilustración.
R
Cassirer, E. [1932] (1993), “Cap. 1. La forma de pensamiento de la época de
la
PARA REFLEXIONAR
origen en la ignorancia?
La noción de “ilustración” refiere, en primer lugar, a una operación racional: la
“iluminación del entendimiento” que ha de conducir a la clarificación de los propios
conceptos, a la superación de la ignorancia y el abandono de los errores que, hasta
ese momento, se habían tenido por ciertos.
En segundo lugar, dado que la necesidad de “ilustrar” o “iluminar” es una
reacción contra la fuente de donde provienen todos esos errores y toda esa
confusión, el término “ilustración” refiere, asimismo, a una acción emancipadora.
Se trata de la aspiración compartida por todos los ilustrados de liberarse a sí mismos
y a su prójimo de las trabas, obstáculos y ataduras que impedían el pleno ejercicio
de la facultad racional.
Así pues, los conceptos de razón –la facultad espiritual presente en todos los
seres humanos y capaz de encontrar por sí misma la verdad– y de libertad –
entendida como autonomía, como la posibilidad de ejercer esa capacidad racional
por sí mismos, sin la guía ni la influencia de nada externo ni extraño– se revelan
como inseparables en el ideario de la Ilustración y pueden ser considerados como
los conceptos fundamentales para comprender el espíritu de este complejo
movimiento.
A pesar de las diferencias innegables que existieron entre ellos, tanto la
confianza en la razón como la aspiración a conquistar una mayor libertad aparecen
en las respuestas a la pregunta “¿Qué es la Ilustración?” de Mendelssohn y Kant,
dos de los principales exponentes de este movimiento.
K2.
Así pues, a pesar de que, tal como dijimos los principales exponentes de la
Ilustración alemana fueron más moderados que los free-thinkers ingleses y
estuvieron lejos del radicalismo crítico de algunos de los philosophes franceses,
fueron ellos quienes se enfrentaron de manera explícita al problema de definir el
sentido, la esencia y el destino de la Ilustración. Tanto Moses Mendelssohn como
Immanuel Kant, dos de las figuras de la Ilustración alemana, respondieron al
interrogante en artículos que aparecieron en esa misma
revista pocos meses más tarde.
Moses Mendelssohn (1729- Mendelssohn respondió primero, con un artículo titulado “Acerca de la
1786) pregunta: ¿A qué se llama ilustrar?” (Mendelssohn, [1784] 2007: 11-16) donde
presenta su concepción de la Ilustración (Aufklärung) en conexión con las nociones
de formación o educación (Bildung) y cultura (Kultur) y pone en evidencia las
tensiones que implicaba el proyecto ilustrado para sus propios protagonistas. Por un
lado, Mendelssohn afirma que al ser humano le es imposible renunciar a la
Ilustración. Pero por otro, debe reconocer que la Ilustración puede llegar a ser una
amenaza para el orden social. Dice Mendelssohn: