Malinche
Malinche
Malinche
Nacida con el nombre de Malinalli, era hija de un cacique feudatario del Imperio azteca
y su lengua era la náhuatl. El tratamiento reverencial que recibía convertía su nombre
en Malintzin (de donde, en la deformación castellana, resultó Malinche).
Malinche fue vendida por sus padres a un cacique de Tabasco, donde aprendió la
lengua de los mayas, propia del territorio. Cuando el conquistador Hernán Cortés llegó a la
zona (12 de marzo de 1519), recibió como presente veinte jóvenes esclavas, entre las
cuales se encontraba quien, pese a que fue bautizada como Marina, pasaría a ser más
conocida como Malinche.
Las jóvenes fueron repartidas entre los hombres de Cortés, resultando Malinche
asignada a Alonso Hernández Portocarrero, quien hubo de marchar a España
comisionado por Cortés en julio de 1519. Desde entonces, Malinche se convirtió en la
amante del futuro conquistador de México, así como en su intérprete. En un principio
contó con la colaboración en la traducción de Jerónimo de Aguilar, pero pronto habló la
lengua de los españoles.
Junto con Jerónimo de Aguilar, Malinche prestó un importante servicio a los españoles
como intérprete de las lenguas indígenas náhuatl y maya, llegando a ser incluso
consejera y portavoz de Cortés en las negociaciones con los aztecas. Resulta
especialmente significativa, en este sentido, su participación como mediadora en las
relaciones entre Cortés y Moctezuma II, emperador de los aztecas, a quien aconsejó que
se sometiera al monarca español para evitar la masacre de su pueblo.
En 1523, Malinche tuvo un hijo de Cortés, Martín, el primogénito aunque ilegítimo del
conquistador. En 1524 participó en la expedición que emprendió Cortés hacia la región
de las Hibueras (Honduras), en busca del rebelde Cristóbal de Olid. Por entonces fue
repudiada por Cortés y se casó con uno de sus hombres de confianza, Juan Jaramillo,
de quien dio a luz una hija, llamada María, poco antes de fallecer.