004 Branding
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004 Branding
1. Analizar la situación
Pon por escrito lo que la marca hace bien (fortalezas) y lo que no (debilidades). Esto te ayudará
a determinar puntos fuertes que debes aprovechar para desarrollar el branding. Luego, observa el
mercado, y determina que amenazas enfrentas y que oportunidades puedes aprovechar.
Recuerda que debes basar tu análisis en datos concretos.
2. Determinar el segmento y los objetivos
Tienes que definir de forma concreta cuáles son los consumidores en cuyas mentes planeas
colocar tu marca. Mientras más definido sea tu mercado, tendrás menos competidos y
necesitarás menos recursos. Para segmentar, es posible reunir datos sobre las preferencias y
estilo de vida de tus potenciales compradores.
Sea cual sea el segmento que elijas, lo más importante es saber que tienen en mente los clientes,
es decir, que marca recuerdan cuando necesitan algo. Tu plan de branding debe orientarse a ser
lo primero en lo que tus clientes piensen cuando tengan la necesidad específica que tu producto
cubre.
3. Brand Strategy
El posicionamiento es la imagen que quieres lograr en la mente del comprador elegido. Lo más
simple es elegir por diferenciación o precio; la diferenciación puede basarse en el atributo,
beneficio o en una alta segmentación. La diferenciación por atributo busca explotar una
característica sobresaliente de la marca; por beneficio, busca crear una imagen favorable en el
resultado de usar el producto; y la alta segmentación busca la diferencia al concentrarse en un
público muy específico.
4. Branding (ejecución)
Es importante tener un buen slogan: un texto que transmita una idea fácil de entender. En el
slogan, debes comunicar de manera simple y directa cuál es el beneficio principal para nuestro
cliente, basándote en tu estrategia de posicionamiento.
Definido el posicionamiento y el slogan hay que desarrollar la identidad gráfica que empieza con
el logotipo y abarca los colores, envases, papelería, uniforme del personal, vehículos, ambiente
del local que recibe al comprador, website, etc.
Para determinar una buena experiencia del producto, es importante que la calidad supere las
expectativas del comprador. Al usar/consumir tu marca, el cliente debe obtener un recuerdo
positivo y favorable: eso favorecerá la repetición de la experiencia.
Determinados el posicionamiento, la imagen gráfica y la experiencia de marca hay que
llevar el mensaje a los distintos medios. La idea es utilizar aquellos medios que nos
permitan comunicarnos mejor con nuestro público objetivo, ya sea TV, medios escritos,
digitales, etc.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, una marca no es un simple logotipo. Más
bien es un conjunto de sentimientos y experiencias que se generan en la
gente a partir de la estrategia de branding que sigue una empresa.
La creación de este conjunto de emociones se consigue por aquellas compañías
que tienen claros cuáles son sus valores y quiénes componen su público
objetivo.
De esta forma, planifican todas sus acciones, desde el diseño de un producto hasta
la promoción del mismo en los diferentes canales de comunicación, basándose en
dichos valores y en lo que quiere su audiencia.
No obstante, cada persona puede entender el concepto de las marcas de forma
diferente, ya que depende del contexto social, cultural y económico de cada una de
ellas, y de las experiencias que ha tenido con la empresa.
Es por ello que para poder garantizar experiencias únicas a los clientes interesados
en su marca, las empresas deben trabajar su branding en todo momento.
PASOS PARA CREAR UN BRANDING
Una vez tengas claro por qué quieres crear tu empresa, piensa bien cómo vas a
conseguir ese propósito.
Es decir, analiza qué producto o servicio puede adaptarse a tu propuesta de valor.
Un ejemplo sería el de Nike. Nike cree que puede convertir a cualquier persona en
un atleta. Además, piensa que es posible hacerlo en un mundo más sostenible. Y
esto lo consigue gracias a sus productos deportivos.
3. Ahora toca pensar en los atributos de tu marca…
Por lo general las empresas tienen un isotipo y un logotipo. Pero en ocasiones tienen
una mezcla de ambos, a través de un imagotipo.
Por otra parte, para transmitir todos los mensajes de la marca, cada una escoge una
tipografía concreta que esté alineada con su personalidad. Si eres una empresa más
desenfadada, la tipografía será diferente a la de una empresa más seria.
Además, la empresa también escoge los colores que definen la imagen de la marca. De
esta forma, se puede atraer la atención de los consumidores, otorgar personalidad a la
marca y diferenciarla de otros productos.
Si has oído hablar de la psicología de los colores, sabrás que cada color evoca una idea
y provoca diferentes emociones. Por ello, al elegir los colores corporativos, piensa en
cuáles son los atributos de tu marca y qué colores los representarán mejor.
De hecho, algunas marcas lo hacen tan bien que consiguen ser recordadas por sus
lemas. Por ejemplo, Nike y su eslogan “Just Do it” o McDonalds con su eslogan
“I´m loving it”.
Seguro que más de una vez has oído esta frase: “los recuerdos se olvidan, pero
las emociones permanecen”.
Está comprobado que el 95% de las compras son emocionales. Es decir, que
aunque creamos que compramos de forma racional, la realidad es que siempre hay
un deseo más profundo.
Puede ser que te creas que te compras un coche de lujo porque lo has pensado
bien y te compensa. Pero la realidad es que lo compras por el deseo de mostrar
estatus.
Lo mismo pasa con los relojes caros. La gente los compra para demostrar su poder
y mostrar estatus.
Por lo tanto, no se compra con la cabeza, sino con las emociones.
Esto es lo que tienen que entender las marcas. Que la gente compra de forma
inconsciente.
Aquellas empresas que lo entienden, son capaces de llegar a las mentes y los
corazones de los consumidores, y finalmente consiguen triunfar.
Un buen ejemplo de ello es Harley Davidson. Sus motos son más caras, pero la
gente está dispuesta a comprarlas porque la empresa ha sabido apelar a las
emociones.
No vende solamente motocicletas, sino que vende un estilo de vida donde sus
clientes pueden ser aventureros. Les ofrece la sensación de libertad.
10. La flexibilidad es indispensable en cualquier estrategia
de branding
Vivimos en un mundo que cambia constantemente. Por ello, los profesionales del
marketing tienen que ser flexibles y saber adaptarse a los cambios
rápidamente. Tienen que saber hacer rebranding.
Esto no significa que tu marca vaya a dejar de ser consistente. Simplemente
que, partiendo de su identidad corporativa, se va a adaptar a los tiempos. De
otra forma, probablemente no consiga sobrevivir.
Por lo tanto, no tengas miedo a los cambios. Que algo haya funcionado en el
pasado, no significa que lo vaya a hacer ahora.
Para que entiendas mejor este concepto, a continuación, te ponemos algunos
ejemplos de flexibilidad en las estrategias de branding:
Con esto queremos decir que una vez has trabajado el branding y los clientes te
han elegido, es fundamental que recompenses su elección.
Los consumidores han dedicado parte de su tiempo para escribir sobre ti, para
recomendar tus productos a sus amigos y para ser embajadores de tu marca.
Y esto merece un premio.
Puedes publicar un sorteo, ofrecer descuentos, organizar un evento, etc. Piensa en
algo que sirva como recompensa para tus clientes.
De esta forma, vas a poder forjar con ellos una relación duradera en el tiempo.
Y esto se va a traducir en más ganancias para tu empresa.